En los andenes de la estación central, la llegada de heridos
como es costumbre, congregó a numerosas personas. En medio de todo ese gentío
de pronto cundió la voz: “El Capitán Busch, el héroe ¿lo ha visto usted?”. Y en
efecto apoyado en uno de los pilares, conversa con un joven, al acercarnos
alguien lo saludó y el como respuesta dijo: Voy a Cochabamba con 15 días de
licencia”. Le pregunta ¿cómo está usted?, él respondió “ya me ve, estoy bien”. Capitán,
Oruro no sabía de su llegada, porque si no lo hubiéramos recibido como se
merece”. Contesto: “pero si no hay motivo”. “No crea, su nombre es muy popular
y lo felicitamos por su actitud”, y se acercan mas personas, entre ellas una
señora que pregunta por sus hijos, y le presenta a varias señoritas. Se le
aproxima un soldado del sexto de caballería, mutilado del brazo derecho. “Mi Capitán,
¿Cómo está usted?”. Se abrazan con afecto de camaradas. “Me han amputado un
brazo Capitán”. El capitán sonríe, como manifestando que esa cicatriz es
gloriosa por haberla conseguido defendiendo la patria y dice al oír el pitazo
del tren: “agradezco sus conceptos, y mucho me hubiera gustado relatarles, pero
ya es tarde, y sube al tren.
Fuente: Oruro en la Guerra del Chaco de Elvira Cárdenas Román.
No hay comentarios:
Publicar un comentario