Oruro, durante los años que duró la Guerra del Chaco, fue
también contagiado por el sentimiento de profundo patriotismo que emergía de
todos los rincones del país, y pese a que sabían que les esperaba un viaje
difícil, antes de llegar al campo de batalla, y otro al permanecer en él, muchos
muchachos orureños partieron al frente de batalla; alentados por el deseo de
defender la patria, los reclutas se embarcaron en los vagones del tren con la
firme intención y la esperanza de volver victoriosos.
El aviso de convocatoria a todas las clases que voluntariamente deseaban
enrolarse a las filas del ejército, ponía las siguientes condiciones: Los cabos
y sargentos egresados de las filas del Ejército que hayan tenido buena conducta
o capacidad de comando serán aceptados como instructores en las reservas que se
organizan, la capacidad de los inscritos deberá ser comprobada con la Libreta
de Servicio Militar u otro documento; los sargentos y cabos aceptados
percibirán el haber mensual de 60 bolivianos con opción a la ropa interior y el
uniforme, para los sargentos de 40 bolivianos con la opción de ropa interior y
también uniforme; las inscripciones se realizaron en la secretaría de la
Comandancia de la Primera División.
Uno de los avisos militares de la época, anunciaba la disposición del Estado Mayor
General, donde los conscriptos del año 1933, no se presentarían de inmediato,
pues oportunamente se les haría conocer la convocatoria respectiva, mientras
tanto todos los conscriptos del indicado año debían permanecer en sus hogares.
RESERVISTAS
Fueron incorporados al Ejército por Orden del Estado Mayor General, los
reservistas de servicio auxiliar: Dr. Benigno Guzmán Bozo, Dr. H. Prado
Barrientos, José E. Peña, distribuidos en distintas reparticiones militares,
asimismo, los señores Hernán Cortéz B., Luis Rodolfo Vizcarra Urquidi, Enrique
Cárdenas Condarco y José Gonzales.
Marcharon también varios ciudadanos que desempeñaban labores administrativas
dentro la sociedad orureña, como Don Luis Humberto Beltrán, especializado en el
manejo de mortero, arma de artillería utilizada por el Regimiento Camacho;
además el jefe de la Policía de Seguridad de Oruro, que durante la contienda
fue herido en la parte dorsal, lo que le imposibilitó caminar.
También se incorporaron otros orureños como Arsenio Pinza Polar, redactor del
Diario de la Mañana; Gilberto Rojas, el mayor compositor de la historia del
país, destacándose en la contienda; Luis Mendizábal Santa Cruz, periodista,
poeta y escritor quien retornó herido de bala y recibido por una multitud de
paisanos; Luis Llosa Beckrich; Capitán Arturo Valle Peralta, cuyo avión cayó en
el Fortín Toledo en un bombardeo.
El recordado aviador Rafael Pabón, que junto su observador el subteniente
orureño Mario Calvo caen derribados en el sector de la florida, entre tantos
otros nombres que se pueden destacar.
Los religiosos de la Orden de los Padres Franciscanos también fueron a la
guerra, en el campo de batalla fueron muy útiles curando a los heridos; y otro
hecho curioso es la participación de los integrantes del conjunto folklórico
Morenada Cocanis, quienes se enrolaron para marchar al frente, dejando a Oruro
sin su Carnaval durante la contienda.
Estos fueron algunos hechos que marcaron el periodo de reclutamiento de
orureños, en la contienda bélica del Chaco, muchos de estos nombres recordados,
no solo por su participación en la guerra, sino por el aporte realizado durante
su vida desde diferentes ámbitos.
- Extraído del libro "Oruro en la Guerra del Chaco" de Elvira Cárdenas Román.
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