Por: José Antonio Loayza Portocarrero / Publicado el 7 de
enero de 2023 / Disponible en: https://www.facebook.com/photo/?fbid=10221331733299406&set=a.1482413296884
QUERÍAN MORIR SIENDO AMANECER…
A Tamara, Rita y Monika (Tania, Maya y la imilla)
Una vez más en el recuerdo
No equivale a doblez criticar la ideología de la mujer guerrillera por más que
sus convicciones no nos convenzan. Ni equivale a una doble mentalidad refutar
los actos que las contradicen o acusan porque aún la verdad no está dicha en
esta sociedad con pluralidad de pareceres y quereres. Este es un testimonio
breve sobre esos trágicos desenlaces, un ensayo y acercamiento a los hechos
marcados por su vivencia y sentido social, en tanto no conozcamos su
esencialidad.
TANIA, en su libertad, en la selva, en el rio († 31 de agosto de 1967)
Nació en Argentina el 19 de noviembre de 1937, y murió como Tamara Bunke Bider
a los 30 años, 39 días antes que muera el Che. Todo empezó cuando sus padres
huyeron de Alemania a Argentina durante el nazismo para trabajar como
profesores de idiomas en Buenos Aires. Al finalizar la 2ª Guerra Mundial,
regresaron a Alemania, Tamara estudió en la Facultad de Letras de la
Universidad Humboldt en Berlín, donde aprendió el francés, inglés y español.
A sus 22 años trabajó como traductora durante la visita del Che a la Argentina,
por su capacidad formó parte de la misión cubana en el Ministerio de Educación,
tiempo después el Che le propuso trabajar como espía en Latinoamérica, uso
falsas identidades, fue Vittoria Pancini, Marta Iriarte, Laura Gutiérrez Bauer,
y finalmente Tania. En 1963 recibió instrucción militar y entrenamiento como espía,
cifrado de mensajes, manejo de armas, aparatos de transmisión, fabricación de
explosivos y supervivencia en la selva. Al acabar su formación se le encomendó
preparar una red urbana guerrillera en Bolivia, y con el pelo castaño, gafas
oscuras y pasaporte falso, viajó a Bolivia, adonde llegó el 5 de noviembre de
1964. Pasó por etnóloga especializada en arqueología y antropología. Se
incrustó en las altas capas del gobierno durante la dictadura de Barrientos. Su
misión fue preparar la llegada de los guerrilleros cubanos enviados por el Che.
Se amistó con personajes allegados a Barrientos, ministros, senadores y jefes,
el periodista Mario Quiroga, le consiguió un empleo en el periódico Presencia.
Se casó con Mario Martínez, un estudiante de ingeniería eléctrica, y consiguió
la ciudadanía y el pasaporte boliviano.
Preparó la llegada a Ñancahuazú, el Che llegó a fines de 1966, y el 23 de
marzo comenzó la odisea. Tania recibió́ un fusil M-1 y se integró́ a la columna
de Joaquín, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Después
de cinco meses de lucha, el 31 de agosto el grupo de Joaquín llegó a la aldea
de Honorato Rojas, quien debía ayudarles a cruzar Río Grande por el Vado del
Yeso, Rojas tomó contactó con el capitán Mario Vargas informándole del plan
guerrillero, y este le ordenó: “Hágalos cruzar el vado donde yo le diga”. 35
soldados agazapados a ambos lados del río liquidaron al grupo de Joaquín, Tania
murió, fue arrastrada por el rio y su cuerpo fue encontrado siete días después,
las mujeres de Vallegrande pidieron que no sea echada a la fosa común, armaron
un ataúd y bordaron una sábana a modo de sudario. El lugar donde fue enterrada
se mantuvo en secreto. Tania fue la única mujer en la guerrilla del ‘Che’.
MAYA, la guerrillera y su embarazo de sueños (†14 de julio de 1969)
Rita Valdivia Rivera nació en Cochabamba el 20 de junio de 1946. Sus padres se
trasladaron a Venezuela. Salió bachiller en el liceo Cajigal de Barcelona.
Estudio Pintura y Escultura en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón.
Fue miembro de la agrupación de poetas y artistas del Oriente. A los 18 años se
inscribió en la Facultad de Arquitectura de Caracas. En 1965 viajó a
Leipzig-Alemania becada por el PCV. En Europa estudió Historia del Arte.
En 1968 retornó al país, Inti Peredo le asignó la Dirección del ELN en
Cochabamba. Su nombre de lucha fue Maya, que en aimara significa Primera. Inti
le escribió una carta desde La Paz con el camarada Braulio, informándole que
viajaría en jeeep con Omar, Víctor, y el chileno Zamora. Braulio al no
encontrar la casa de Maya, pidió ayuda a José Gamarra, que había sido depuesto
de la jefatura local del ELN. Maya que estaba embarazada, tomó en alquiler una
vivienda en la esquina de las calles Paccieri y Lanza, se alojaron Víctor y el
chileno, Inti y Omar se fueron a una casa más segura alquilada en la Recoleta.
Aquel día Maya, Víctor y el chileno llegaron a la casa a las 11 de la noche,
una pareja se abrazaba bajo un árbol. Al entrar a la habitación, Víctor vio
todo revuelto, no imaginaron que por la tarde Roberto “Toto” Quintanilla
llegaría de La Paz y con Abraham Baptista, obligarían al dueño de la casa que
les deje entrar para colocar a un agente oculto. Víctor al remover los objetos,
sintió el disparo del agente que luego huyó. Maya tenía una pistola pequeña
casi inofensiva y le pidió al chileno busque a Inti y le deje el arma para
cubrirlo. Los enamorados del árbol empezaron a disparar, y Víctor y Maya
mantuvieron un fuego nutrido por más de dos horas, al rato llegó un caimán de
la Escuela de Clases y Maya recibió una herida cayendo al suelo, le pidió a
Víctor que la mate. “No quiero caer viva en manos de la policía, temo no poder
soportar el interrogatorio y puedo hablar. ¡Mátame!” Víctor le disparó en la
cabeza y luchó hasta que perdió el conocimiento por la hemorragia. Zamora se
encontró con Inti pero ya era tarde, la zona estaba rodeada por cientos de
agentes. Más tarde se supo que el delator fue José Gamarra.
MONIKA, y la justicia retributiva de talión: “ojo por ojo…” (†12 de mayo de
1973)
En 1953 llegó a Bolivia, tenía 16 años, se llamaba Monika Ertl. Su padre fue el
cineasta bávaro de las SS, escapó de Alemania con varios nazis involucrados en
crímenes contra la humanidad, entre ellos Klaus Barbie, el conocido “carnicero
de Lyon”, al que Monika llamaba tío. Se casó con Hans Harchies, un boliviano de
ascendencia alemana dedicado a la minería. Se estableció en el norte de Chile,
cerca de las minas de cobre, y allá conoció la sombría existencia de los
mineros chilenos. A fines de los 60, todavía casada, ingresó al ELN.
Inicialmente tuvo un papel pasivo pero dos hechos posteriores cambiaron su
perspectiva: El 31 de agosto de 1967 murió Tania la guerrillera y
posteriormente el Che, Inti Peredo sobrevivió a esa aventura, y mantuvo con él
una relación amorosa después que tomó el nombre de batalla de Imilla. Participó
en acciones rebeldes como el atraco a un banco, pero en 1969 el coronel
Quintanilla que mató a Maya, también lo mató a Inti Peredo el 9 de septiembre
de 1969, lo torturó salvajemente después de un operativo urbano armado por
Klaus Barbie, asesor del Ministerio de Interior. Desde entonces Quintanilla
figuraba como blanco de los guerrilleros, y por ese motivo el gobierno lo envió
en 1970 a Hamburgo como cónsul general. Cuando Monika o la Imilla se enteró,
ningún camino fue largo, viajó 11,000 km. y se instaló en Hamburgo.
El 1 de abril de 1971, la Imilla se vistió como actriz, tomó el metro y caminó
hacia el consulado boliviano donde se presentó como una turista australiana. La
secretaria le dijo que espere en la oficina del cónsul, ella esperó, y
Quintanilla llegó a las 9:30, vestía traje oscuro, corbata azul y camisa
blanca, al entrar a su despacho se sorprendió con la belleza de la mujer que lo
esperaba. Se aguzó el bigote y le preguntó en qué podía servirla, ella se
levantó, sacó coquetamente el Colt 38, y le descerrajó tres tiros, luego dejó
un papel que decía: «Victoria o Muerte. ELN». Nunca se probó su autoría, pero
fue la mujer más buscada por la policía boliviana y la CIA. Fue vista en
Francia y Cuba, al final regresó a Bolivia, fue apresada el 12 de mayo de 1973
en una emboscada que le tendió su tío Barbie, quien la reconoció en La Paz
vestida de hippie y paseando con un amigo. La siguieron y la arrestaron para
torturarla y luego asesinarla.
Este es mi homenaje a esas grandes mujeres guerrilleras que querían morir
siendo amanecer…
Y YA NO HUBO AMANECER, NI RETORNO…
A ellas que no tienen cementerio ni tumba, mi recuerdo y respeto más sentido.