El hijo del presidente de la república, subteniente Alberto Salamanca Ugarte,
combatiente en las trincheras de Kilometro 7, fue alcanzado por una bala
paraguaya el 3 de diciembre en medio de un fuerte combate.
La noticia conmovió duramente al mandatario y a sus dos hijas que vivían con él
en el frio Palacio Quemado de La Paz. El Sbtte. Salamanca pudo haber eludido la
trinchera en el frente por su parentesco, pero ni el ni su padre lo iban a consentir,
pues ambos eran patriotas, estaban consientes de su deber y tenían que dar
ejemplo al resto de la ciudadanía. Murió en consecuencia, al afrontar junto con
sus compañeros las duras condiciones de combate en un frente donde la vida no
valía nada.
Igual suerte corrieron de otras familias destacadas de la vida pública, como
fue el caso del teniente Arturo Montes, hijo del expresidente Ismael Montes,
quien con coraje que lo enaltece rompió el cerco de Boquerón para llevar ayuda
a sus camaradas y volvió a romperlo para salir al exterior.
En una visita al frente del general Ismael Montes y la junta de generales, dio
la casualidad de que su hijo el Tte. Montes estaba en Fortín Muñoz, donde el
comandante, Gral. Quintanilla les ofreció un almuerzo. Quintanilla había
dispuesto que el hijo del Ex presidente estuviera entre los comensales. Cuando
el Gral. Montes advirtió la presencia de su hijo, se enfado y ordeno que lo
sacaran pues no tenia lugar en una mesa donde estaban solamente generales. Y
montes hizo eso porque no estaba dispuesto a permitir que hubiera privilegios
en plena guerra, pese a que amaba tiernamente a su hijo.
Otro tanto se puede decir del hijo del presidente de la Cámara de Diputados de
Bolivia, el prominente republicano Genuino Dr. Justo Pastor Ávila. Sus hijos
pudieron haber evitado la conscripción, pero no lo hicieron y al menor de
ellos, Fernando de apenas 17 años, le toco defender a su patria en Boquerón.
Fernando vivió el horror de 21 días de sitio y cayo prisionero. Su cautiverio
duro tres años en Asunción.
Se puede decir que Salamanca precipitó al país a la guerra, que los
republicanos eran obcecados, que los generales no estaban preparados, pero
nadie podría dudar de su patriotismo y honradez. Era otra gente y eran otros
tiempos.
// Historia del siglo XX en Bolivia.
Foto: Gral. Ismael Montes (centro) junto al Gral. Filiberto Osorio y el Cnel.
Grover Blacut. (Créditos: Torrico Zamudio)
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