Por Antenor Fernández Yañez / Este artículo fue publicado
originalmente el matutino El Diario de La Paz.
¡Si Juró…! La voz de los once Diputados retumbó en el
histórico salón de Tucumán, le siguió una cerrada ovación y gritos: ¡Vivan… Las
Provincias Unidas del Sud...! ¡Viva..!, entre estos luchadores de la libertad
americana, estaban representantes de: Charcas, Mizque y Los Chichas (hoy
Bolivia), quienes suscribieron el Acta de la Independencia y Proclama
Libertaria en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816.
Después de la Primera Batalla libertaria en Cotagaita (27
Oct. 1810), el resonante triunfo de argentinos y patriotas chicheños en
Suipacha (7 nov. 1810), el alzamiento en Potosí (10 nov. 1810), la victoria
lograda por Manuel Belgrano y su Ejército sobre los españoles en Tucumán (24
Sep. 1812) y otras batallas, se expandieron las acciones de rebeldía en el
norte argentino y Alto Perú, contra la corona española.
La Revista Nuevos Horizontes de EL DIARIO, hace una
retrospectiva de la larga lucha por la emancipación y liberación del yugo
español que tuvieron su origen con los gritos libertarios del 25 de mayo de
1809 en Sucre y del 16 de julio de 1809 en La Paz, preámbulo del rompimiento de
los vínculos con España y desobediencia al Rey Fernando VII.
HISTÓRICA JURA EN SAN MIGUEL DE TUCUMÁN, ARGENTINA
Mientras en el Alto Perú, los Ejércitos Argentinos apoyados
por guerrilleros criollos chicheños se enfrentaban al poderoso Ejército de
España, en San Miguel de Tucumán, se consolidaba el nacimiento de la República
Argentina a la vida libre, soberana e independiente.
“Ya su trono dignísimo abrieron, las Provincias Unidas del
Sud; y los libres del mundo responden al Gran Pueblo Argentino Salud..”, marca
la segunda estrofa del Himno Nacional Argentino resaltando ese inmortal
acontecimiento, y consolidando además la indisoluble unión de dos Naciones
Hermanas: Argentina y Bolivia, que desde tiempos remotos están fusionados por
lazos de amistad, conservando su rica cultura ancestral y brillante historial
republicano.
El Magno Congreso General, celebrado en San Miguel de
Tucumán el 9 de julio de 1816, bajo la Presidencia de Francisco Narciso de
Laprida, Diputado por San Juan en parte saliente destaca:
“Nosotros, los representantes de las Provincias Unidas del
Sud en Sudamérica, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que
preside el Universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que
representamos, pretextando al cielo a las Naciones y hombres todos del globo,
la justicia que regla nuestros votos.”
“Declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es
voluntad unánime e indiscutible de estas provincias romper los violentos
vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos que
fueron despojados, e investirse del alto carácter de una Nación libre e
independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”.
“Quedan en consecuencia prosigue el Acta de hecho y derecho
con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia e impere
el cúmulo de sus actuales circunstancias”.
“Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y
rubrican, comprometiéndose, por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta
su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.”
“Comuníquese a quienes corresponda, para su publicación en
obsequio del respeto que se debe a las naciones detállense en un manifiesto los
gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración”.
“Dado en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano,
sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados
Secretarios.”
Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan,
PRESIDENTE; Mariano Boedo, Diputado por Salta, VICEPRESIDENTE; Dr. José Mariano
Serrano, Diputado por Charcas (hoy Sucre) SECRETARIO; Juan José Paso, Diputado
por Buenos Aires; Dr. Antonio Saenz, Diputado por Buenos Aires; Dr. José
Darragueira, Diputado por Buenos Aires; Dr. Mariano Sánchez de Loría, Diputado
por Charcas (hoy Sucre), Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas (hoy
Sucre), Dr. José Andrés Pacheco de Meló, Diputado por Chichas (hoy sud de
Potosí); Pedro Ignacio Rivera, Diputado por Mizque (hoy Prov. Cochabamba), Dr.
Esteban Agustín Gazcón, nacido en Oruro, Diputado por Buenos Aires.
El Gral. José de San Martín, dio instrucciones a su
Ejercito, para proseguir con las expediciones libertarias que avanzaron desde
Tucumán, hacia el Alto Perú, y apoyar a los grupos guerrilleros que se
enfrentaban a las tropas realistas, cuyos cuarteles estaban ubicados en:
Tupiza, Talina, Mojo, Moraya, Sococha, Yavi Cotagaita, Patirana, Vitichi,
Potosí; Sucre, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y otros poblados que eran fortines
españoles.
Jefes militares argentinos como: Antonio Gonzáles Balcarce,
Martín Miguel de Guemes, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Bernardo
Monteagudo, Juan Martín Pueyrredón, Juan Antonio de Arenales, Ignacio Warnes,
José Rondeau, Gregorio Araóz de La Madrid, tuvieron a su mando a la infantería
y caballería gaucha que intervino en varios combates en suelo altoperuano (hoy
Bolivia).
LA GLORIOSA CABALLERIA CHICHEÑA FUE ARMA DECISIVA PARA LA
VICTORIA
En 15 años de lucha libertaria, la gran región de Los
Chichas, quedó prácticamente diezmada, por cuanto, las valerosas mujeres del
sur entregaron a la causa libertaria sus hijos, INDOMITOS GUERREROS, de la
legendaria CABALLERIA CHICHEÑA, diestros jinetes, armados de lanzas, machetes y
fundamentalmente coraje y valor a la hora de entrar en combate.
Los pueblos del sur alimentaron a las tropas patriotas con
cereales: trigo, maíz, papa, carne de res, gallinas, ovejas, cabras,
aprovisionando en forma permanente con forraje para caballos y mulas, toda una
logística que implica mantener efectivos armados en una guerra desigual frente
al ejercito realista.
En el largo proceso emancipador, del Alto Perú, se
registraron hechos de toda naturaleza, episodios vandálicos, como el saqueo a
la Casa de Moneda, destrucción de edificios coloniales, y tal vez, el más
doloroso, el fusilamiento del Cnl. Pedro Norberto Arraya en el “Veladero”
(Suipacha) por orden de Andrés de Santa Cruz, por entonces militaba en filas
realistas; el caudillo chapaco, Eustaquio Méndez, también fue objeto de
represalias a causa de intrigas y falsas acusaciones.
El destino hizo que en suelo chicheño se librara la primera
batalla libertaria, el 27 de octubre en Cotagaita, y la última el 1º de abril
de 1825 en Patirana a orillas del río Tumusla, ocasión donde se aniquiló al
último reducto ibérico comandado por el Cnl. Pedro Antonio Olañeta.
Por razones desconocidas, algunos nobles de esa época que se
reunieron en Sucre el 6 de agosto de 1825 para redactar el Acta de la
Independencia, no convocaron a los CHICHEÑOS, que a costa de sudor y sangre en
los campos de batalla, fueron los forjadores para liberar al Alto Perú del yugo
español y consolidar el nacimiento de Bolivia a la vida libre, soberana e
independiente.
Para perpetuar la memoria de los guerreros argentinos, se
honraron con sus nombres las estaciones ferroviarias ubicadas en la ruta a Villazón
de Nazareno, “Gral. Antonio Gonzáles BALCARCE”; de Yuruma, “Gral. Juan Antonio
Alvarez de ARENALES” y de Mojo, “Cnl. Carlos MEDINACELLI”.
En esta galería de notables luchadores por la Independencia
de Bolivia, destacan además, los Coroneles; Pedro Norberto Arraya, Carlos
Medinacelli Lizarazú, Esteban Arze, Eustaquio Méndez, José Vicente Camargo,
Juana Azurduy de Padilla, Miguel Betanzos, los caciques, Chorolque e Ignacio
Muiba, el guerrillero Cañoto y cientos de VALEROSOS CHICHEÑOS, héroes anónimos
que regaron con su sangre el suelo patrio, por cuanto en un conflicto bélico no
solo son héroes los comandantes o líderes, si no los que ofrendan su vida
aquellos soldados sin grado alguno.
“El personal del F.C.V.A. y Batallón Presidente Arce 2º de
Ferrocarrileros, rinden homenaje ferviente a LOS CHICHEÑOS, que murieron
heroicamente por defender la Patria, antes y después de la República”, Tupiza,
17 de abril de 1944, Cnl. Humberto Arandia Pardo, Administrador General, Juan
Sáenz G. Subadministrador.
Esta plaqueta recordatoria que se halla en el andén de la
estación ferroviaria de Tupiza (Sud Chichas), perpetúa el homenaje a los
valerosos combatientes del Sur que participaron en la Guerra de la
Independencia (1810 a 1825), Guerra del Pacífico (1879) y Guerra del Chaco
(1932 a 1935).
En la fotografía: El 9 de julio de 1816, en esta casa
histórica de propiedad de doña Francisca Bazán de Laguna, los Diputados de las
Provincias Unidas del Sud, juraron por la Independencia y dieron nacimiento a
la República Argentina.
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