El gran escritor Santiago Vaca Guzmán. Fuente: VACA GUZMÁN,
Santiago: Novelas, Biblioteca Popular Boliviana de ‘Ultima Hora’, La Paz, 1980.
Por: José E. Pradel B. / El Diario, 3 de Mayo de 2016.
El clásico escritor Fernando Diez de Medina, menciona que dentro de la historia
de la literatura boliviana, existió una época relacionada a ‘los indagadores’,
estos escritores se caracterizaban por expresar todo con un lente propio, es
decir, “no contentos con preguntarse ¿Qué es Bolivia?, la exploraban,
estudiaban sus problemas fundamentales, ensayaban la variedad de los géneros
literarios para dar mayor riqueza a la expresión del pensamiento. Fueron
autodidactas, lo aprendieron todo por sí mismos y éste es su mérito mayor, pues
si política y económicamente brotaban de una sociedad de corte plutocrática,
que concentraba los beneficios del dinero en pocas manos y dividía la comunidad
en clases bien diferenciadas -ricos, blancos, mestizos, indios- en lo
intelectual, prescindiendo de los privilegios de cuna o de fortuna, fueron
demócratas de propósito y se adelantaron a su tiempo buscando más ancho a la
difusión de las ideas”. En ese sentido, uno sus principales representantes fue
Santiago Vaca Guzmán Moyano, “polígrafo-humanista, es todo un escritor (señala
Diez de Medina). Romántico en sus novelas, gana su sitial en Los Indagadores
por sus ensayos críticos. Sintió, padeció, quiso expresar lo boliviano con la
rica sensibilidad del estudioso, por sus escritos discurre un genio apostólico,
ansioso de aprender enseñando, deslumbrando por las maravillas del suelo
patrio, consternado de su sopor y deficiencia… fue novelista, crítico,
economista, hombre de leyes, historiador, geógrafo, internacionalista. Una vida
agitada y el medio adverso impidieron que nos dejara obra de mayor
consistencia. Es uno de nuestros clásicos, con todo, porque hay un armonioso
ajuste de fondo y forma en sus producciones”.
Las raíces de Santiago Vaca Guzmán Moyano, se remontan a la importante
localidad colonial de Portachuelo, así lo señala el diplomático Fabián Vaca Chávez
y lo cita el destacado escritor beniano Arnaldo Lijerón Casanovas:
“Portachuelos es la población más blanca de Bolivia. Fue fundado por españoles
a comienzos del siglo XVII, como lugar avanzado de la conquista sobre los
llanos de Grigotá, ocupados por los indios aguerridos de la región. Fue
entonces Portachuelo una punta de lanza clava-da en el corazón del desierto.
Sus primeros habitantes, acaso los más audaces entre los conquistadores, fueron
allá con sus esposas e hijas… entre el elemento mas sobresaliente de aquella
sociedad se contaban los Vaca Guzmán, oriundos de Andalucía. Los últimos en
salir de Portachuelo, en las postrimerías de la colonia fueron don Santiago y
don José Manuel, el primero para radicarse en Charcas, donde cursó estudios y
el otro para sentar plaza como soldado en el ejército que combatió por la
independencia”.
Sobre el padre de Santiago, los hermanos Vázquez-Machicado, describen que: “fue
un notable educacionista con largos años de trabajo fecundo y numeroso haber de
publicaciones didácticas”. Con el transcurso del tiempo, es-te interesante
personaje, poco estudiado por la historiografía actual contrajo matrimonio con
la súbdita exiliada argentina Rosa Moyano Vélez. De esta unión, el 20 de
noviembre de 1847, nació en la ciudad de Sucre nuestro biografiado.
Tanto Santiago, como sus hermanos: Gerardo, Luis, Rosa, Margarita, María y
Carolina, fueron instruidos en sus primeras letras por sus propios padres,
quienes poseían un establecimiento educacional que con el tiempo adquirió gran prestigio.
Posteriormente, concluyó sus estudios de bachillerato en el Colegio Junín y más
adelante se graduó como abogado en la Universidad de San Francisco Xavier,
cuando contaba con 19 años de edad, en 1866. Muchacho inquieto, incursionó en
política y en las letras, los periódicos: ‘El Porvenir’, ‘La Sonrisa’, ‘El
Cosmorama’ y ‘La Aurora Literaria’, acogieron sus prime-ros escritos.
En 1867, publicó su obra: ‘Definicio-nes y Reglas de Retorica’ y un año después
presentó su libro intitulado ‘Poesías’, mientras trabajaba como profesor de
Bellas Artes y Cultura, Religión y Moral en el Colegio Nacional Junín.
Consecutivamente, participó en un movimiento revolucionario encabezado por
Mariano Reyes Cardona, en contra del gobierno del general Melgarejo (1864-1871),
quien lo desterró por un largo tiempo al oriente boliviano, a su regresó
continuó combatiendo, hasta que fue de-rrocado el tirano.
Más adelante en 1871, trabajó como redactor del Congreso boliviano y fue
nombrado Secretario del Consejo de Estado. Posteriormente, fundó el periódico
‘La Patria’, desde el cual luchó contra el go-bierno del general Agustín
Morales (1871-1872), quien ordenó su arresto en Potosí y enjuiciamiento a
Consejo de Guerra en Oruro. Sin embargo, tras la mediación del pueblo potosino y
sucren-se, Vaca Guzmán Moyano partió deste-rrado a Buenos Aires, de donde no
regre-só nunca más, pero Santiago, “no dejó de pensar un solo instante en su
patria. Amaba a Bolivia con una pasión total y en Buenos Aires, desde su hogar,
su estu-dio jurídico o desde la prensa siguió aten-to el desarrollo de los
acontecimientos políticos sufriendo sus tragedias, lanzan-do tremendas
catilinarias contra los li-berticidas o aclamando con júbilo los éxi-tos y
realizaciones. Tanta fue su pasión por Bolivia que la mayor parte de sus libros
se refieren a sus problemas. Las pá-ginas de sus obras están impregnadas de
profundo bolivianismo”6.
En Buenos Aires, su primer trabajo fue de operario de imprenta, poco tiempo
des-pués revalidó su título de abogado en la Universidad Nacional de Buenos
Aires y adquirió gran prestigio por su profesiona-lismo y luego contrajo
matrimonio con Nicolasa Serrantes, una bella porteña.
En ese sentido, la presencia de San-tiago Vaca Guzmán en la capital
riopla-tense dio lugar a un interesante movi-miento intelectual junto a otros
valores literarios bolivianos, como: “José María Pinto, Pablo Subieta,
Nicomedes Antelo, Gabriel René Moreno, Julio Lucas Jaimes y Eduardo Wilde.
Todos escritores y pen-sadores de fuste que ocupan un lugar de relieve en la
historia de nuestra cultu-ra”7.
Por otro lado, en esta época Santiago, dibujó bellísimas ilustraciones que
fueron publicadas en diferentes entregas de la novela ‘Sin Esperanza’, en la
revista de Buenos Aires ‘El Seminario’.
Posteriormente, en 1878, publicó un es-tudio sobre la aplicación arancelaria de
la Argentina, titulada ‘La Aduana Nacio-nal’ y un año después presentó un libro
sobre derecho administrativo ‘Obligacio-nes del Contrato de Compra Venta’.
Durante la denominada Guerra del Pa-cífico, Vaca Guzmán, “fue un verdadero
abanderado de la causa boliviana y los libros que dejó en defensa de los
derechos de Bolivia constituyen verdaderos pilares jurídicos de nuestra
presencia en el Pací-fico”. Entre ellos podemos citar ‘La usur-pación en el
Pacífico’ (1879), ‘Intereses Comerciales entre Bolivia y El Plata’ (1880), ‘El
Derecho de Conquista y la Teoría del Equilibrio en la América La-tina’ (1881),
‘El Doctor Arce y su rol en la política Boliviana’ (1881), ‘Bolivia, origen de
su nacionalidad y sus derechos territoriales’ (1882) y ‘Los Estados Uni-dos de
América y el Conflicto del Pací-fico. Nueva fase de la cuestión según la
opinión norteamericana’ (1882). Por otro lado, en esta época nuestro
biografia-do es invitado por el gobierno del general Hilarión Daza (1876-1879),
para que de-sempeñe funciones en el cargo de Cónsul General de Bolivia en
Buenos Aires, fae-na que no aceptó por consideraciones éticas.
Más adelante, en 1882, desempeñó el trabajo de Secretario de la Legación
Boli-viana, encabezado por el notable escritor, Ministro Plenipotenciario
Modesto Omis-te.
También publicó ‘El Explorador Cre-vaux y el Río Pilcomayo’ y la gran obra ‘La
Literatura Boliviana’, calificado por Enrique Finot, como “un estudio crítico-
filosófico sobre el medio ambiente nacio-nal y su influencia en el cultivo de
las letras”8.
En 1883, es celebrado el Primer Cente-nario del nacimiento del Libertador
Si-món Bolívar en Caracas (Venezuela), en esta oportunidad Santiago, junto a
Omiste y el gran escritor Nicolás Acosta, repre-sentaron con mucha altura a
Bolivia, du-rante este año publicó la obra: ‘La Mujer ante la Ley Civil, la
Política y el Matri-monio’.
Un año después, divulgó su libro inti-tulado ‘Primer Centenario de Bolívar’ y
el canciller boliviano Jorge Oblitas lo nombró: Embajador Extraordinario y
Mi-nistro Plenipotenciario ante las naciones de la Argentina, Paraguay y
Uruguay. Desde este cargo, Vaca Guzmán, suscri-bió el “Tratado de Límites entre
Bolivia y la Argentina, el 10 de mayo de 1889”9 y también participó en
representación de Bolivia, en el Congreso Sudamericano de Derecho Internacional
Privado, realizado en Montevideo (Uruguay), en enero de 1889, donde firmó en
representación del país los siguientes Instrumentos Interna-cionales
Multilaterales: Derecho Proce-sal, Propiedad Literaria y Artística; So-bre
marcas de Comercio y de Fábrica; Patentes de Invención; Derecho Penal
In-ternacional; Derecho Civil Internacional y de Derecho Comercial
Internacional; además de un Convenio relativo al Ejer-cicio de Profesiones
Liberales y un proto-colo adicional.
En este sentido, en 1884, el presidente Gregorio Pacheco (1884-1888), le
desig-nó como encargado de los trabajos que estaban a cargo del explorador y
empre-sario Miguel Suárez Arana, propietario de la Empresa Nacional. Con este
motivo se trasladó a la ciudad de Asunción (Para-guay) y luego a la población
fronteriza boliviana de ‘Bahía Negra’, donde el 16 de julio de 1885, fundó
junto a otros bo-livianos ‘Puerto Pacheco’10.
Por otro lado, Santiago, publicó las si-guientes obras durante este período:
‘La ruta Oriental de Bolivia’ (1886), ‘Reglas del Derecho Internacional Penal.
Pro-yecto de decisiones’ (1888), ‘El Chaco Oriental. Su Conquista y
civilización’ (1887), ‘Oro, para dominar el oro, plata’ (1890) y ‘La Naturaleza
de los extran-jeros’ (1890).
La personalidad polifacética de San-tiago Vaca Guzmán también estaba ador-nada
por la literatura, en especial el géne-ro de la novela. En ese sentido,
escribió y publicó las obras: ‘Ayes del Corazón’ (1867), ‘Días Amargos’ (1887),
‘Su ex-celencia y su ilustrísima. Una historia verdadera con muchas trazas de
novela’ (1891) y ‘Sin Esperanza’ (1889).
En ese contexto, también publicó en la revista ‘El Suramericano’ de Buenos
Ai-res, entre 1890 y 1891, los ensayos inti-tulados: ‘EL Gaucho’, ‘La Crisis
Argen-tina’, ‘Arbitraje Internacional’, ‘El Presupuesto Nacional’, ‘América en
1891’, ‘Chile’, ‘Democracia y conven-ciones Electorales’, ‘Reserva Metálica en
Inglaterra’, ‘Sud América y Europa los empréstitos extranjeros’, ‘Inmigra-ción
y emigración’ y por último ‘1809 y 1810. Ensayo sobre la revolución de 25 de
mayo’.
Finalmente Santiago Vaca Guzmán, falleció en Buenos Aires, el 27 de octubre de
1896, cuando apenas había cumplido 49 años. A modo de conclusión, podemos decir
en palabras de Augusto Guzmán, que Santiago fue: “un gran escritor ilus-trado
que abominó a los tiranos y como boliviano abrazó la profesión de servir a su
país desde suelo extranjero”11. Por lo tanto, su obra merece ser estudiada y
difundida por las nuevas generaciones.
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