Foto: Los cadetes e inseparables amigos Ceferino Rioja (izq.) y Germán Busch (der.)
disfrutando de un fin de semana.
Los padres de Germán Busch Becerra fueron el médico Pablo Busch Busch, nacido
en Munster, Alemania, en 1864 y la dama beniana Raquel Becerra Villavicencio,
nacida en Trinidad de Mojos el 24 de septiembre de 1874. Contrajeron matrimonio
en la iglesia colonial de la capital beniana el 12 de junio de 1893.
Por los frecuentes viajes de la familia Busch-Becerra, sus hijos nacieron en
diferentes regiones del Beni y Santa Cruz: Josefina, en Trinidad el 8 de mayo
de 1895, casada en la misma ciudad con el subdito japonés Miguel Kiyoto; Bertha
Beni, en el río Beni, cerca de Cachuela Esperanza, el 18 de febrero de 1897,
casada en Trinidad con el señor Samuel Ávila Alvarado, de donde se desprenden
las conocidas familias trinitarias Ávila-Busch y Ávila-Chávez; Elisa, en San
Javier de Chiquitos el 27 de enero de 1900, casada con el profesor Alberto
Natusch Velasco, de donde se derivan las familias Natusch-Busch y otras
avecindadas en Riberalta; Pablo, el 27 de noviembre de 1901, cerca de San
Javier de Chiquitos, bachiller del Colegio Nacional "6 de Agosto" de
Trinidad; y finalmente, Germán, nacido en El Carmen del Iténez, el 23 de marzo
de 1903, quien realizó sus estudios primarios y parte de los secundarios en la
capital beniana.
Varias familias trinitarias que descienden de ambos apellidos Busch y Becerra,
conservan hasta hoy retratos grandes enmarcados con dedicatorias del propio
Presidente de la República, como el que se muestra en esta fotografía
conservada por la familia Ávila-Suárez, desprendida de Germán Ávila Busch y
Alcira Chávez Ríos. Esta fina gentileza, significa que Germán Busch Becerra
guardaba un afectuoso recuerdo de todos sus parientes cercanos de la ciudad
donde él creció y se educó desde muy niño.
De la tradición oral al documento jurídico.
Lo que era una conocida tradición oral en el pueblo carmelitano y en la
prolífica descendencia de Luis Suárez Suárez, Padrino de Agua de Germán Busch,
a partir del martes 25 de enero de 2011, ya es un documento legal con toda
fuerza jurídica. En esta fecha, el Notario de Hacienda y de Gobierno
Departamental, Abog. Gadiel Alejandro Oliva Ruiz, registró las declaraciones
juradas de los familiares del antes nombrado Luis Suárez Suárez, siguiendo de
izquierda a derecha la fotografía: señora Arcelia Velarde Vda. de Suárez (hija
política, 76 años, CI. 1675176-Beni), Guillermo Espinoza Suárez (nieto, 77
años, CI. 167467-Beni), Rustan Espinoza Morón (bisnieto, 59 años, CI.
1563886-SC) y Napoleón Suárez Vidal (nieto, 70 años, CI. 1695348-Beni).
Ellos testifican -entre otros aspectos esenciales- que Germán Busch Becerra
tumbó su ombligo en la hacienda "La Pampita", situada en las goteras
del cantón El Carmen del Iténez, el 23 de marzo de 1903. Como la criatura lloró
mucho toda una noche, siguiendo costumbres católicas, su mamá lo hizo bautizar
con agua del río Blanco, siendo su padrino el ya mencionado Luis Suárez Suárez
y su señora Eduarda Hurtado. El alumbramiento sucedió cuando la familia
Busch-Becerra navegaba este río, en viaje hacia San Javier de Chiquitos, donde
ya había estado antes por negocios.
Su bautizo religioso el 25 de agosto, en San Javier, se justifica. ¿Y por qué
tan tarde...?
La pascana obligatoria del posparto, continuar la navegación del río Blanco, el
paso de la cachuela Chapacuras en el límite con Santa Cruz, y seguir arribando
hasta llegar al poblado guarayo Urubichá, luego continuar en carretón a
Ascensión, San Ramón y llegar a San Javier de Chiquitos, donde fue bautizado en
aquella fecha, fue el tiempo ajustado para recorrer esa distancia, según el
cálculo realista efectuado por el Ing. Rodolfo Pinto Parada, experimentado
constructor de caminos e historiador.
El mapa geográfico muestra El Carmen del Iténez y San Javier, distantes 400
kilómetros en línea recta, cantidad que se dobla siguiendo el curso del río y
el camino de carretón. Con relación a este punto, don Teddy Ávila Alberdi
escuchó de la mamá de Germán Busch, en conversación con su tía Elvira Ávila de
Velasco, en Cochabamba, "que cuando el cura la recriminó por el tiempo
transcurrido entre el nacimiento y el bautizo del niño, ella le explicó que por
el viaje largo tardó mucho, y que siendo una mujer muy católica, por qué no lo
iba a ser bautizar tan pronto hubiese podido".
Testimonio de la centenaria y lúcida señora Casta Chávez Casanovas Vda. de
Sierra:
"¡Cómo no acordarme de cuando él ascendió a la Presidencia de la
República! Luego de su muerte, yo presidí el Comité Pro Monumento a Germán, a
erigirse en Trinidad. En aquel año, renació en mi mente (y todos en el pueblo
lo reafirmaban) lo que de niña escuché contado por doña Raquel, respecto al
nacimiento de Germán. Lo relataba como algo divertido. Decía: nació cerca de El
Carmen, en un ranchito, cuando viajábamos a Santa Cruz, pero las circunstancias
del inesperado alumbramiento, hicieron detenernos en ese lugar. Esta historia
la contó doña Raquel a su familia y a sus amistades en Trinidad, el año que
llegó abandonada de su esposo. Ese nacimiento fue rememorado por todas las
personas que sabíamos lo ocurrido y que ahora, yo lo relato segura del hecho,
porque mi familia fue muy amiga con doña Raquel; por tanto, conocí aquel
acontecimiento, en dicha oportunidad". (Registrado por el Prof. Rógers
Becerra Casanovas en su libro de edición postuma "Aclarando la historia
y.. .¡Nada más!").
Testimonio del señor Eduardo "Teddy" Ávila Alberdi: Doña Raquel
aprovechaba toda ocasión para decir dónde había nacido su hijo Germán, de modo
especial cuando él ya era gran héroe de la guerra y había asumido la
Presidencia de la República. Don Teddy Ávila recuerda que, en Cochabamba,
cuando estudiaba en el colegio La Salle, acompañó a su tía Elvira Ávila de
Velasco a visitar a la madre de Germán que vivía cerca de la Plaza central,
para congratularla por el suceso de la Presidencia de la República de su amado
hijo, ya que eran buenas amigas y coterráneas. Luego del saludo, los refrescos
y los primeros intercambios, doña Raquel les dice:
"Elvira, no vayas a creer que a mí me gusta esta situación. Yo lo
preferiría a mi hijo siempre al lado mío y no en todas estas cosas, porque
siempre es un peligro (....). A mí me habían sentado en una sillita al lado de
mi tía Elvira, y luego siguió hablando la señora Raquel: ¡Quién creyera, cómo
es la vida, mi pobre hijo que nadó en una barraca, cerca de una población
beniana, ya que estábamos de viaje a Santa Cruz y ahí me tocó dar a luz a
Germán, a quien tuve que hacer bautizar porque una noche lloró mucho, tanto que
creímos que podría estar enfermo y morir! Ante esta posibilidad, no podía
dejarlo sin bautizar, aunque Pablo era ateo. Un amigo de la familia y dueño de
la barraca que nos prestó ayuda, fue el padrino de agua".
"A mis ochentaitantos años, este recuerdo lo tengo bien clavado en el
cerebro, porque para mí como para mucha gente del Beni, la figura del Héroe de
la Guerra del Chaco ya era muy admirada por nuestro pueblo, ya que la imagen
del 'Tigre Rubio' como también se lo llegó a conocer desde más antes, se
hallaba muy metida en la mente y el corazón del pueblo beniano", expresó
don Teddy Ávila en una entrevista en mi programa "Sache Mojos", en
Radiodifusoras "Trópico", poco antes de las Jornadas para Revalorizar
el Aporte Beniano a la Guerra del Chaco, efectuadas del 15 al 30 de junio de
2009, en Trinidad.
Parte de la investigación de Arnaldo Lijerón Casanovas que tiene el titulo:
TTE. GRAL. GERMÁN BUSCH BECERRA LA ESTIRPE BENIANA DEL HÉROE LEGENDARIO (http://www.revistasbolivianas.org.bo/pdf/fdc/v5n14/a04.pdf)
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