Parte de la nota publicada en el periódico paraguayo ABC Color el 4 de julio de
2004.
SALVADO POR UNA VIBORA
Juan Saavedra Acha, el tanquista de Nanawa, es un nonagenario que nació en
Cochabamba el 24 de junio de 1912. Había sido elegido por el capitán Walter
Khon para acompañarlo en el primer tanque, pero "antes del ataque a Nanawa
me antojé unas vísceras de animal que era prohibido comerlas en plena guerra
(víboras)". Desafortunadamente -o afortunadamente, según como se mire-,
Saavedra Acha fue descubierto por su comandante en pleno "banquete",
por lo que, luego de regañarle severamente, le ordenó: "Usted se cambia de
tanque, que venga otro; usted se va al tanque número dos".
"Así cambió mi destino -cuenta Saavedra Acha. Me cambié al segundo tanque
en compañía del cabo Núñez , el soldado Camacho y otros que no recuerdo. Yo era
el comandante, había un tirador y otros que proveían de munición. El tanque era
estrecho, hacía un calor insoportable, no había ventilación de ningún tipo.
Pero tomé previsión, cargué agua en varias cantimploras".
EL ATAQUE
"A eso de las 5 de la mañana comenzó el ataque". Los tanques llevaron
la delantera, penetrando en el fortificado recinto. "Fue un error. Los pilas
estaban muy bien atrincherados, especialmente de los árboles. Nos metieron bala
una barbaridad. Lluvia de balas. Nos han abatido una barbaridad. Nos esperaron
bala en boca. Sin duda sabían que los íbamos a atacar. Había espías en nuestro
ejército".
"Así atacamos. Rompimos los alambrados, pero la tropa iba cayendo y
cayendo. Pocos eran los tanques y ni siquiera servían para maldita cosa.
Solamente tenían un cañón de malamuerte que era duro de cargar. Fue un
armamento inservible para pelear en pleno Chaco. Ni qué decir del calor, sin
ventilación, ni nada, era imposible mantenerse allá adentro".
"Resulta que uno de esos momentos, con tan mala suerte, al no poder
soportar el calor, mi comandante abrió la escotilla del tanque, sacó la cabeza
para seguir guiando, pero uno de los Stokes (bala de mortero) enemigos ingresó
justo por la escotilla. El tanque del capitán explotó. Murieron todos".
Al notar que el comandante había caído, hubo total desorientación en filas
bolivianas. Mientras los tanques se iban por uno y otro lado, hallaron un lugar
un tanto débil para atacar. Dos tanques iniciaron el ataque por ese sector,
pero al final quedó uno solo, el de Saavedra Acha.
"Hicimos fechorías con nuestro tanque -cuenta-. Felizmente tuve la
previsión de llevar varias caramañolas con agua y bañándonos, bañándonos
permanecimos dentro del sofocante tanque. Ni las balas, ni los Stokes enemigos
nos hicieron algo. Pasamos por encima de la gente, piernas, brazos todo
arrasamos con la cuchilla de la máquina encima del enemigo. Los sorprendimos,
porque llegamos hasta el comando de Nanawa, junto a los valerosos soldados de
la compañía del Regimiento Pérez.
"Una vez en el comando dimos parte para que vengan refuerzos, pero nunca
aparecieron. Más bien recibimos orden de desalojar el comando, casi morimos de
rabia. Con el estafeta mandamos información asegurando que tomamos el comando,
que necesitábamos tropa. Todo fue en vano. La orden era reiterada: -Desocupen
caraj.... A poco de esto contraatacó nuestro ejército, pero los han barrido de
canto. Fue un desastre porque Bolivia perdió como 2.000 soldados.
"Mientras tanto, con el tanque tuvimos que desalojar Nanawa. Salimos del
fortín, pero perdimos mucha gente. Nos iban a tomar prisioneros, no éramos
suficientes contra tanto enemigo. A cada paso cogimos ametralladoras y el
armamento, hasta que logramos salir de semejante fortificación".
-------------------- 1906 NOTICIAS SOBRE EL ANARQUISMO BOLIVIANO
- ¿FUIMOS DESARMADOS A LA GUERRA DEL CHACO?
- PRIMERA BATALLA DE NANAWA, 20 AL 26 DE ENERO DE 1933
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