EL ALTO: LA CIUDAD QUE VENCE AL TIEMPO
Por: Johnny Fernández – Este artículo fue publicado originalmente
en el periódico digital Urgentebo el 5 de marzo de 2017.
Casi de inmediato a la obtención de su reconocimiento
jurídico-legal como Cuarta Sección de la provincia Murillo con su capital El
Alto, el 6 de marzo de 1985, la ciudad de El Alto empezó a ejercer plenamente
una de las prerrogativas que la CPE le confiere: la participación, que se
tradujo en el ejercicio del derecho político para la elección de sus propias
autoridades para su gobierno.
Al cuarto mes de la extensión de su certificado de
nacimiento, la población acudió a las ánforas y eligió a sus primeras autoridades
municipales (14 de julio de 1985); y después de otros 4 meses, éstas fueron
posesionadas (7 de noviembre). En 8 meses, se creó el municipio, se eligieron a
sus representantes ediles y se les acreditó para el ejercicio de un gobierno
local. Caso inusual en la historia boliviana.
Pero, su trayectoria histórica no puede ser computada a
partir de este hito. Su nacimiento linda con lo milenario, aunque
lamentablemente es poco conocido. En una primera fase, su espacio geográfico
fue escenario de innumerables hechos que influyeron en la historia del
país. Por ello es necesaria una obligada, puntual y pertinente reseña.
Los enviados por el Virrey Pedro de La Gasca, dirigidos por
Alonso de Mendoza, el 23 de octubre de 1548, después de la primera fundación de
La Paz en la región de Laja, llegaron a las inmediaciones de la actual Plaza
Ballivián (El Alto), ahí decidieron la segunda y definitiva fundación de
“Nuestra Señora de La Paz”.
Más de dos siglos después, también en territorio alteño, se
registró una hazaña épica: “El Cerco de La Paz” en 1781, la mayor rebelión
contra el régimen colonial, cuyo levantamiento de más de 7 meses por parte de
más de 40 mil rebeldes encendió la mecha del espíritu independentista, no sólo
de la futura Bolivia, sino de los países latinoamericanos.
Casi medio siglo después, en 1825, la población que ya
respiraba aires de independencia, se concentró masivamente en “las alturas”
para recibir a los libertadores: José Antonio de Sucre y Simón Bolívar y
Palacios, además les acompañaron en su ingreso triunfal a La Paz.
La planicie alteña sirvió también para la despedida y
la partida de los soldados del Ejército Boliviano, quienes decidieron defender
a la patria, en la Guerra del Pacífico de 1879-80 y en la del Chaco
1932-35.
La disputa de poder de caudillos a principios de 1899, por
un lado los Constitucionalistas dirigidos por Severo Fernández Alonso y, por
otro, los Liberales encabezados por José Manuel Pando y apoyados por las
huestes indígenas, optaron por utilizar el espacio geográfico alteño para la
confrontación que dio lugar a la llamada Guerra Federal.
El ferrocarril Guaqui-La Paz, inaugurado en el año 1903,
debería llamarse en realidad Guaqui-El Alto, por la construcción de una
terminal ferroviaria en una primera fase.
La llegada del automóvil en 1904; la muerte de José
Manuel Pando en 1917, el fusilamiento del presunto autor de su fallecimiento en
1927; la inauguración de la era aeronáutica en Bolivia (1920); la inauguración
de la Escuela Militar de Aviación (1923); el acto central de la conmemoración
del Primer Centenario de la Fundación de la República: la “Gran Parada y
Desfile Militar del Centenario” (1925); la inauguración de las emisiones de
Radio Illimani, e instalación de enormes antenas (1933); la decisiva contribución
al triunfo de la Revolución Nacional, con el concurso de los mineros de Milluni
(1952); la inauguración de las emisiones de la Televisión Boliviana (1969), la
proclamación del Gral. Juan José Torres como Presidente en la Base Aérea de El
Alto (1970); la gestación del Golpe de Estado en el Regimiento Tarapacá,
promovido por el Cnl. Alberto Natusch Busch (1979), fueron acontecimientos
ocurridos en lo que posteriormente sería la ciudad de El Alto.
Más que un espacio geográfico, El Alto ha sido y es un espacio
vital para la construcción de la identidad boliviana, para definir el curso del
país. Así, el Papa Juan Pablo II pisó y besó tierra boliviana en el Aeropuerto
Internacional de El Alto. En la Base Aérea se cumplió la celebración de una
eucaristía a la que asistieron más de 600 mil feligreses (1988); acá se
desarrollaron los luctuosos hechos de 2003 y 2005; el “Gran Cabildo” que
decidió la Sede de Gobierno (2007); en esta urbe se promulgó la nueva
Constitución Política del Estado (2009), ésta es la sede de la Procuraduría
General del Estado y la Escuela de Abogados del Estado (2010); la Estación
Terrena que administra el Satélite de Telecomunicaciones “Tupac Katari” (2013)
se encuentra en Amachuma.
Estos son algunos sucesos, con seguridad hay otros no mencionados,
que forman parte importante de la historia de Bolivia y que aún no han merecido
el reconocimiento oficial para valorar el aporte de El Alto
Estos hechos fueron promovidos por hombres que creyeron en
sus acciones y en el futuro que soñaban. No repararon en las adversidades.
Ellos merecen el reconocimiento:
En una primera etapa, Juan Cruz Mamani, Manuel Chávez
Ticona, Renato Ramírez Céspedes, Severo Mariaca, Jorge Flores Quiroga,
Daniel Quisberth Zárate, Martiriano Chambi Alegría, Anacleto Gonzales
Ecos, Pascual Alavi Turco, Augusto Montero Cuenca, fueron los forjadores de la
urbe.
En una segunda etapa y conclusiva se destacaron Gregorio
Romero Morales, Miguel Aramayo Esquivel, René Valencia Valle y Carlos Tovar
Baldivieso como representantes del Frente Unidad y Reivindicación Independiente
de El Alto (FURIA), entidad que nació precisamente para coadyuvar a las
gestiones de la creación de la Cuarta Sección de la provincia Murillo con su
capital El Alto.
Luego los dirigentes de FEJUVE: Guillermo Gutiérrez
Villegas, Martirían Vásquez Cabrera, Hugo Laruta Callizaya, Antonio Antezana y
otros quienes que contribuyeron al nacimiento jurídico y la configuración de la
Ciudad de El Alto. Los que les siguieron, también procuraron condiciones y
beneficios para contar lo que ahora es y detenta esta ciudad.
Jaime Machicao y Juan Polo Maguiña enfrentaron los enormes
desafíos que suponían el final de un proceso y el inicio de una nueva historia.
El primero fue el primer subalcalde, desde el 04 de mayo de 1970, por más de un
año y el segundo fue el primer alcalde el 7 de noviembre de 1985. No
superó el primer año de administración municipal.
Fuentes: Biblioteca y Archivo personal de Gregorio
Santiago Romero Morales Biblioteca y Archivo
personal de Guillermo Gutiérrez Villegas Biblioteca y archivo personal de
Manuel Chávez Ticona.
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RESUMEN HISTORICO DE LA CIUDAD DE EL ALTO
Este artículo fue Extractado del texto: El Alto desde una
perspectiva poblacional, Mazurek y Garfias, CODEPO - IRD, 2005. // Tomado de elaltobolivia.blogspot.com
Hacia 1900, la planicie alteña estaba dividida en haciendas,
que compartían el espacio con algunas empresas e instituciones, estatales y privadas, y con tierras en
propiedad de campesinos. En lo que se conoce como Ceja de El Alto se construyó en
1912 una estación propiedad delFerrocarril Guaqui - La Paz y se instalaron
las oficinas y depósitos de la empresa de el Lago Titicaca. El desarrollo
del transporte aéreo y la necesidad de contar con amplias planicies para su
práctica hace que en El Alto se funde la escuela de aviación en 1923, y luego
se procede a la instalación de las oficinas del LAB, y a la construcción
de un pequeñoaeródromo. En 1933 se construyeron los primeros galpones y
depósitos de YPFB.En la década de los años 40 los hacendados inician las
primeras gestiones para la urbanización de las haciendas que estos ocupan,
siendo la primera urbanización Villa Dolores en 1942 a la que
seguirán 12 de Octubre, Bolívar en el Sur, y 16 de Julio,
Ballivián y Alto Lima en la zona Norte en un lapso de 10 años.
A partir de la revolución de 1952, recién se da el verdadero impulso que El
Alto requiere, con la expropiación de la hacienda El Tejar que
ocupaba toda la zona de la Ceja(Albo, et al., 1987). Se construye la Ciudad
Satélitey se implementa servicios de luz y agua en las zonas del sector norte.
Sus principales pobladores fueron personas que se dedicaron al
pequeño comercio (venta de frutas y comida) en las inmediaciones de la
Ceja. Las otras áreas, como Villa Dolores, solo contaban con algunas
pequeñas edificaciones muy precarias; fueron ocupadas por los flujos
migratorios provenientes de provincias y por pobladores urbanos, que por
motivos económicos no pudieron asentarse en la ciudad de La Pazy
aprovecharon del precio muy barato de la tierra.
Es importante considerar que el lugar llamado La Cejase constituye en un
nudo distribuidor tanto para el transporte férreo como carretero, pues en
este lugar se bifurcaban dos carreteras de suma importancia al igual que las
líneas férreas. Además la instalación de focos atractivos como el aeropuerto y
los centros de comercio, hizo de La Cejael punto de partida de la extensión
de los asentamientos.
El municipio de El Alto fue creado el 6 de marzo de 1985 como cuarta sección de
la provincia Murillo. En los años 40, la población era de aproximadamente 11
000 personas, distribuidas en diferentes Villas (el 3.4% de la población urbana
de La Paz). En 1960, esta población subió a 30 000 habitantes para llegar a 98
690 habitantes en el censo de 1976 y a 405 492 en 1992.
El crecimiento más fuerte se registra entre 1976 y 1986 (9 % anual) como
consecuencia de varios factores de nivel social: la re-localización o despido
de mineros por efecto del descalabro económico de las minas de estaño
principalmente; las sequías e inundaciones (por el efecto de El Niño 1982) que
causaron una ola de migración desde el Altiplano norte.
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Este artículo fue publicado originalmente en el periódico paceño
Página Siete // Texto de: Carlos Hugo Laruta. Marzo de 2017.
El Alto fue semilla en los 50, nació en los 60 y 70, creció
explosivamente desde los 80 y en los 90 inició su autonomía. Ha sido
protagonista de transformaciones sociales como la Guerra del Gas de 2013.
Hoy, ciudad grande y compleja, intercultural y diversa, busca nuevas
alternativas para su desarrollo.
Los primeros habitantes de la altiplanicie alteña fueron las
culturas Wankarani y Chiripa; y más tarde la cultura Tiwanaku-Huari de habla
puquina. Posteriormente llegaron los aymaras y formaron los señoríos Pacajes y
Omasuyos. En el siglo XIII, el cacique Tintaya (de Pacajes) intentó frenar a
los incas y fue derrotado por Huayna Cápac, quien inició así el control
político, social y cultural del territorio.
En 1534, Diego de Almagro, en la conquista del Kollasuyo,
cruzó el río Desaguadero y se asentó en El Alto. Posteriormente, Francisco
Pizarro, desde la Ceja, tomó posesión de su repartimiento que pensó fuera su
marquesado, desde el lago Titicaca hasta los Yungas. En octubre de 1548, Alonso
de Mendoza divisó desde El Alto la hoyada donde decidió fundar la ciudad de La
Paz.
En 1675, cuando La Paz tenía 12.000 habitantes, la Ceja
ofrecía la entrada hacia la ciudad que era a la vez camino hacia Lima, sede del
Virreinato del Perú, con una primera posta en el "Alto de Lima” (actual
zona Alto Lima). Otra vía que pasaba por El Alto se dirigía hacia Oruro y
Potosí, con ramal al puerto de Arica, por donde se enviaban minerales a
España, lo que hoy es Villa 12 de Octubre, Sagrado Corazón de Jesús
y Faro Murillo.
En 1781 Túpac Katari lideró un cerco a La Paz y estableció
su cuartel en la Ceja. Los enfrentamientos con los españoles se libraron en
varios lugares cercanos a la Ceja y en Ventilla (hoy Distrito 8). Pocos años
después, los criollos y mestizos en la Guerra de la Independencia
actuaron también en El Alto, pues desde 1811 hasta 1825 la Ceja y sus dos
ingresos a La Paz permitían la comunicación con los libertarios de Chuquisaca o
con Larecaja, Inquisivi y Zongo.
Cuando llegó el libertador Simón Bolívar, al nacer Bolivia
en 1825, fue recibido en la Ceja por el Cabildo de La Paz y le ofrecieron un
corcel enjaezado con oro y un festival de danzas indígenas.
En 1841 se produjo la Batalla de Ingavi, comandada por José
Ballivián en lo que ahora es el Distrito 7 de Viacha y los Distritos 8 y 12 de
El Alto. En noviembre de 1870, el problema de tierras que afectaba a los
campesinos desembocó en una revuelta dirigida por Agustín Morales
quien con 20.000 comunarios asedió La Paz desde El Alto.
En 1899, en la Revolución Federal, el Ejército nacional,
llegado de Sucre y Oruro, se movió hacia el Kenko y lo que hoy es la Zona
Franca para atacar a los federalistas de La Paz. Luego descansarían en Senkata
(Distrito 8), mientras que uno de sus escuadrones fue hacia Collpani, hoy
barrio del Distrito 3, donde está la Catedral. Con la Revolución Federal, la
sede de Gobierno se trasladó a La Paz y se inició la expansión de esta
urbe hacia El Alto.
En 1900 se construyó la vía férrea Guaqui-La Paz. Tres años
después entró en servicio el tramo Guaqui-El Alto y en 1906 El Alto-La
Paz. En 1912, la estación Guaqui-La Paz estaba a cargo de la Peruvian Corporation,
concesionaria y luego propietaria de la vía. En 1904, con el Tratado de Paz
entre Bolivia y Chile tras la Guerra del Pacífico, se construyó el ferrocarril
Arica-La Paz, cuya prioridad era la exportación de minerales de Corocoro. Un
tercer servicio que atravesó el territorio de El Alto, fue la vía férrea La
Paz-Viacha, construida en 1917 por la empresa inglesa Bolivian Railway.
En 1920 se construyó una pista de aviación. En 1923 se fundó
la Escuela de Aviación para la formación de pilotos y técnicos, y poco
después, en 1925, se creó el Lloyd Aéreo Boliviano. El Aeropuerto fue
construido entre 1962 y 1964, y se convirtió en un referente urbano en torno al
cual se fue construyendo la ciudad después de 1952.
Hasta ese momento no existía aún la idea de una ciudad.
Deberá llegar la Revolución Nacional, el largo periodo de los
gobiernos militares y la instalación de la democracia para favorecer la inicial
conformación urbana de El Alto.
Después de la Revolución de 1952 se asentaron los primeros
vecinos al borde de la Ceja de El Alto. Construyeron
viviendas precarias, bordeando el cruce de caminos en la entrada a La Paz,
hacia Alto Lima y hacia Oruro.
En las décadas del 50 y 60, algunos vecinos
abrieron pequeños negocios, bazares y tiendas de alimentos. En los años 70
llegaron más familias rurales y de rebalses urbanos de La Paz. Indígenas,
mestizos y blancos fueron construyendo la ciudad gradualmente.
En la década de los años 70, el aún pequeño El Alto
comenzó a recibir agua potable y las emisiones del único canal de TV de ese
momento, el 7 Estatal. Con ello, fue terminando la práctica de correr con
latas detrás del tren en la cercana estación de Ferrocarril (Arica-La Paz y
Guaqui-La Paz) para recibir el agua caliente de la locomotora y guardarla
en turriles.
Desde 1960 hasta mediados de 1984, El Alto era considerado
un barrio de la ciudad de La Paz y tuvo una Subalcaldía Distrital. A mediados
de 1984 por compromiso del presidente Hernán Siles, se inició la autonomía de
El Alto pues la Fejuve propuso a Siles una terna de alcaldes distritales que
dirigieron la Alcaldía sucesivamente (Laruta, por 78 votos; Huariste, por 18
votos; Justiniano, por siete votos). Así se conformó el primer gobierno
municipal encabezado por un alteño (Hugo Laruta) en este tiempo de transición
hacia las autonomías municipales que se consolidarían recién en 1994 con la Ley
de Participación Popular.
En este camino, El Alto adquirió rango de Cuarta Sección del
Municipio de La Paz el 6 de marzo de 1985 durante el gobierno de la UDP. Obtuvo
rango de ciudad el 26 de septiembre de 1988, durante el gobierno del MNR.
El Alto mostró su adscripción a la democracia naciente
en 1979, cuando la Ceja y la plaza Alfonso Ugarte se convirtieron en centros de
resistencia popular frente al golpe de Estado de Natusch. Sería un preludio de
la insurrección popular de octubre de 2003 cuando la movilización alteña logró
la renuncia del presidente Sánchez de Lozada, después de una represión que
costó más de 70 muertos.
Las movilizaciones de indígenas urbanos adherentes
a Condepa y UCS que se amagaban en la hoy Alcaldía quemada en los
90 fueron también preludio de la rebeldía de la ciudad de El Alto,
la segunda más poblada del país.
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// Foto: El Alto de La Paz a principios del siglo XX. / Foto 2) Protestas de octubre de 2003 en El Alto. (Urgentebo)
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