Por: Pablo Peralta Miranda – Periodista – Ideas /
Página Siete, 16 de octubre de 2014 // Disponible en: https://www.paginasiete.bo/ideas/2014/10/19/firma-tratado-1904-prensa-epoca-35566.html
La prensa de la época difundió el proceso de negociación, la
firma y el tratamiento legislativo en los congresos de ambos países, aunque en
sus portadas prevalecían más anuncios comerciales.
La prensa de la época -según una revisión hemerográfica de
los dos diarios indicados- mostró un marcado interés en difundir las
negociaciones del documento, la suscripción del texto final y el posterior
tratamiento legislativo del mismo, en los congresos de ambos países.
La noticia de la firma del Tratado de 1904 se informó entre
anuncios comerciales, que acaparaban la portada de los matutinos El Comercio y
El Diario, y las informaciones de la guerra que entonces libraban Rusia y
Japón.
El tratado entró a conocimiento de la opinión pública boliviana con el
denominativo de "protocolo”, dado que así se lo daba a conocer en los
cables de prensa que llegaban a las redacciones de los diarios, y que éstos
publicaban en sus ediciones matutinas.
La noticia no era menor. La suscripción del documento -el 20 de octubre- puso
fin a 25 años de incertidumbre, después de la Guerra del Pacífico de 1879;
aunque hoy, visto en perspectiva, el texto selló nuestra mediterraneidad, y es
punta de lanza de Chile para no encontrar una solución a la demanda boliviana
de un acceso soberano al Pacífico.
La prensa de la época -según una revisión hemerográfica de los dos diarios
indicados- mostró un marcado interés en difundir las negociaciones del
documento, la suscripción del texto final, y el posterior tratamiento
legislativo del mismo, en los congresos de ambos países.
En ese marco, según el trabajo realizado, se puede establecer que la
información que difundieron El Comercio y El Diario estuvo estructurada de la
siguiente forma: notas -escuetas- sobre las negociaciones (algunas
noticias tenían hasta tres líneas de una columna), difusión de las bases del
documento; y además de editoriales y comentarios dedicados a ese tema.
LA PORTADA, ANUNCIOS
El día de la firma del Tratado de 1904, un anuncio publicado en la portada de
El Comercio mostraba cierta paradoja respecto de las negociaciones de los
gobiernos de Bolivia y de Chile. Se trataba de un aviso de la venta de caballos
de origen chileno.
"En el tambo de Quirquincho se encuentran a la venta una partida de
hermosos caballos chilenos, tanto de silla como de coche / Aprovechar la
oportunidad porque estarán aquí, sólo por pocos días”, decía el anuncio.
De esa forma la noticia de la suscripción del documento pasó sin el relieve
periodístico que hoy caracteriza a los medios impresos cuando se trata de
noticias de esa magnitud.
Pero no se trataba de algo insólito. A juzgar por las portadas
revisadas, el énfasis de los medios, en ese espacio, estaba puesto en los
avisos comerciales. El día de la suscripción del tratado, por ejemplo, El
Diario anunciaba en su portada "Té néctar, el mejor y el más barato”, a
media página y en cinco columnas.
La noticia de la firma del tratado mereció, en ese matutino, siete líneas de
una columna, y se dio a conocer en la sección denominada Boletín Telegráfico.
"Santiago, Octubre 22.- Hoy se firmó en la Moneda el protocolo de Paz y
Amistad que pone término al litigio boliviano-chileno”. (En este medio impreso
la noticia se dio a conocer el día 23 de octubre. No obstante, la historia
registra que la suscripción del tratado se dio el 20 de octubre).
A principios de octubre, los gobiernos de Bolivia y de Chile daban las miradas
finales al documento que suscribirían a fines de ese mes. En ese ínterin, los
medios impresos nacionales dieron a conocer los pormenores de la negociación:
la finalización de las tratativas, las principales "bases” de texto, y
hasta los eventuales festejos que se preveían con autoridades bolivianas, tras
llegar a un acuerdo.
El 14 de octubre, se informaba desde Chile que el ministro de Relaciones
Exteriores de ese Estado había dado por concluidas las "negociaciones de
paz” entre su gobierno y el de Bolivia, y que en ese proceso sólo faltaba el
"visto bueno” de la Cancillería boliviana.
Un aditamento a esa información estaba concentrado en que el presidente
chileno anunciaba un "gran banquete” para el embajador
plenipotenciario de Bolivia de ese entonces, Alberto Gutiérrez, debido al buen
curso de las negociaciones.
El 16 de octubre, muchos bolivianos desayunaron la noticia de que en el
tratado el país renunciaba "a la posesión definitiva de su litoral”,
y que Chile, entre otras acciones, debía garantizar la construcción de un
ferrocarril, "que partiendo de la altiplanicie boliviana" llegue a la
costa del Pacífico”.
LO EDITORIALIZANTE DEL CASO
Una vez conocida la noticia en territorio nacional (el tratado se había firmado
en el palacio de La Moneda), los medios locales, como es habitual con temas de
gran interés, expresaron su posición a través de sus editoriales.
En el suyo, El Comercio adoptó una línea de celebración de la paz, y expresó
un exagerado optimismo a las bases del tratado. El 23 de
octubre, bajo el título "El tratado con Chile”, este medio sostuvo que la
suscripción del documento llegaba después de 25 años, y que el texto se firmaba
después de una "larga y discreta gestión”.
"No es éste el momento de examinar el tratado en sus detalles: pero
debemos decir que él es bueno, por lo que conocemos y que dadas las
circunstancias es sino cuanto era posible desear, cuando era posible
conseguir”, decía en parte de su editorial.
El texto agregaba: "Olvidemos el pasado para fijarnos solo en el presente,
augurio de un porvenir alagueño, y repitamos alborozados: Paz entre los hombres
de buena voluntad! Paz entre pueblos hermanos; Paz en el ámbito del mundo!”.
En cambio, El Diario -que se había fundado en abril de 1904- mostró una
posición más cauta, y pidió una discusión razonada en el Parlamento. En su
editorial hizo referencia a la bases del tratado, y puso énfasis en la cesión
del Litoral a Chile, y en la delimitación territorial. El texto concluía:
"al fin y al cabo es un sacrificio”; y pedía un buen análisis en el
Congreso.
Parte del editorial dice "Sin alborozo, sin vehemencia, sin patriotería,
con profundo amor a Bolivia estudiemos este pacto, tomémoslo en cuenta en sus
aspectos prácticos y desechando declamaciones, pongamos elemento sano y
desinteresado a su discusión y resolución”.
Pasó noviembre y diciembre, y el documento pasó a tratamiento de los
legislativos de ambos Estados. En el caso de Chile se trató en "sesiones
secretas”.
Fue a fines de diciembre cuando surgió una polémica que puso a dos medios en
controversia: El Heraldo y El Comercio. El punto de discordia estaba en
ver al tratado como una panacea.
El Heraldo de Cochabamba había publicado el 10 de diciembre, lo
siguiente: "Tenemos puerto; podemos respirar libremente. Nuestro comercio
es independiente; penetrará con él en nuestro vasto territorio el progreso en
todas sus manifestaciones”. No sólo eso, culminaba con muchos
vítores.
Al día siguiente, la respuesta de El Comercio fue: "Supóngase que a
un padre de familia le amputan los dos pies para salvarle la vida; sus hijos
bailarán, harán jarana por tan dolorosa amputación?”.
La noticia de la firma del tratado mereció, en ese matutino,
siete líneas de una columna, y se dio a conocer en la sección denominada
Boletín Telegráfico.
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