1 DE JUNIO 1865, REVOLUCIÓN CONSTITUCIONALISTA, EL “CUARTELAZO” QUE COLOCÓ A MELGAREJO EN LA PRESIDENCIA DEL PAÍS


Por: Maurice Cazorla Murillo / EL FULGOR de Oruro, 02 de junio de 2019. 

Un 28 de octubre de 1864, se producía en el país, un levantamiento que colocó a un personaje vilipendiado y hasta calumniado en la presidencia del país. El general Mariano Melgarejo había derrocado en un “cuartelazo” en Cochabamba al general José María de Achá.
La población en diferentes ciudades del país, no tardaron en mostrar su indignación por el proceder del militar que había sido educado en los cuarteles.
Oruro, no fue la excepción, más al contrario, grupos políticos antagónicos unieron sus fuerzas pese a las diferencias y decidieron organizar un levantamiento contra el régimen que en ese momento se llamaba “decembrista”. En esa coyuntura, en la Corte Superior de Distrito, el doctor Ignacio León promovió la iniciativa de derrocar al tirano aprovechando la situación geográfica. Esta iniciativa, fue escuchada por quien fuera su rival político por el partido “ballivianista” el doctor y también militar de Ejército, Donato Vásquez. Otro ciudadano que se plegó a esta idea de derrocar a Melgarejo fue el doctor Francisco Velasco, quien ofreció su domicilio ubicado en la calle La Plata para organizar la toma de la Prefectura.
En esas reuniones celebradas en altas horas de la noche se había decidido tomar la Fortaleza en la zona Este de la ciudad, fijándose el 1 de junio la fecha de las acciones. Muchos jóvenes entusiastas se adhirieron al movimiento, entre ellos Rufino Jiménez, hermano de la poetisa Genoveva Jiménez.
A primeras horas de la mañana, cuando el frío ya imperaba en el ambiente, se tomó la Fortaleza luego de un enfrentamiento; la pequeña fracción que dejó Melgarejo fue sometida. Inmediatamente, con armamento tomado, se subió la calle Bolívar, para desplazar algunas compañías en la Plaza de Armas, convocando a todo el vecindario en este espacio abierto. Adolescentes del Colegio de Artes y Letras, actualmente Colegio Bolívar, se plegaron al movimiento tomado como una travesura. Lamentablemente, los últimos cursos de este establecimiento siempre eran utilizados por los caudillos, en esta ocasión todos los orureños decidieron acudir para restituir la legalidad de la constitución de 1861, entre ellos trabajadores de las minas, algunos artesanos, indígenas e incluso mujeres que llevaban en sus largos vestidos las municiones para las armas.
Los guardias de la Prefectura, por el frío se encontraban descansando, sin sospechar que la Fortaleza había sido tomada, sin embargo, el centinela de la Torre Grande, no se percató del movimiento de personas que subía por la calle de la Fortaleza. Solo se podía advertir a personas que recogían agua de la fuente que se encontraba al medio de la Plaza.
El prefecto del partido Melgarejista, Gonzalo Lanza y el coronel Gómez Goitia, decidieron cerrar la puerta del edificio, ordenando a la tropa y algunos gendarmes apostarse para disparar. La muchedumbre lanzaba precarias granadas armadas con combustible dentro botellas de vidrio a los centinelas de la Torre Grande, quienes respondieron con disparos de sus fusiles. Mientras este combate se producía el prefecto Gonzalo Lanza y el coronel Gómez Goitia, fugaron sin ser vistos por la parte de atrás para tomar el camino a Cochabamba. La batalla para tomar la Prefectura no tomó más de una hora.
Lamentablemente, se tuvo que lamentar la caída de los jóvenes Calero, Castillo, OIaguivel y Manzano; también Rufino Carrasco, cayó gravemente herido, y no pudo recuperarse, falleciendo días después. Su hermana Genoveva le dedicó un hermoso poema.
La muchedumbre reunida en la plaza, nombró prefecto al doctor Francisco Velasco, Anselmo Nieto fue nombrado Comandante de las fuerzas, el doctor Donato Vásquez, se lo comisionó con una fuerza que debía buscar el respaldo al movimiento en la ciudad de La Paz; al doctor Ignacio León se lo comisionó hacia el Sur. La muchedumbre proclamó la legalidad de la Constitución de 1861 y se proclamó presidente a Lucas Mendoza de la Tapia.
Se armaron batallones de caballería con los jóvenes de la ciudad, infantería de 243 plazas y 120 plazas de artillería con ocho cañones. Se organizó un cuerpo de rifleros con los adolescentes del Colegio de Artes y Letras, que más desbordaba de entusiasmo contrastando a su inexperiencia en el uso de armamento.
El doctor Donato Vásquez, cumpliendo su misión se trasladó a La Paz, pero tuvieron las primeras diferencias, aquella ciudad había proclamado al general Casto Arguedas, por lo cual no existió entendimiento. Luego de varios días ingresaron a La Paz siendo recibidos con gran regocijo. Lamentablemente, algunos caudillos, desairaron a los orureños, provocando enfrentamientos violentos. Sin embargo, posteriormente actuaron juntos en la batalla de “La Cantería”.
El doctor Ignacio León estaba en el Sur, mientras se encontraba en Challapata el 10 de julio, se enfrentó al coronel en ese entonces Ildefonso Murguía, quien se encontraba libando bebidas. Murguía estaba al frente de un batallón adicto a Melgarejo; lo tomaron preso y se trasladaron a Potosí para luego enfrentarse en la batalla de “Las Letanías”, con terribles consecuencias para los vencidos.
Las desavenencias y rivalidades políticas de los líderes proclamados en las diferentes ciudades, promovieron la caída de este movimiento iniciado en Oruro, que no tuvo otro objetivo que buscar el respeto a la Constitución; sin mezquindades había proclamado a un cochabambino como presidente.
Ignacio León y Francisco Velasco tuvieron que huir a Tacna en el Perú y el doctor Donato Vásquez, se ocultó en el país, para enfrentarse nuevamente a Melgarejo en las barricadas de La Paz en enero de 1871 lo que constituyó su caída.
Este fue el aporte de Oruro, en un movimiento que buscó el respaldo de otras ciudades, ofrendando con sangre para el respeto de la Constitución y la legalidad.


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