Publicada en la página de librería Libro Viejo, entre el 31
de enero y el 9 de febrero de 2020.
Germán Busch (La entrevista): En siguientes publicaciones
ofreceremos extractos de una rara y casi desconocida entrevista hecha al
entonces capitán Germán Busch en plena Guerra del Chaco. En ella, se podrá leer
relatos del frente de boca del famoso "camba", para entonces objeto
de la admiración de todo el país. No por nada Aquiles Vergara Vicuña ha dicho
que solo dos cosas animaban a los soldados en las trincheras: la noticia de que
había agua y la de que Busch estaba en el frente.
Es el segundo año de guerra en el Chaco. Busch es por lo
visto una celebridad en todo el país. Días antes a su encuentro con la prensa,
por ejemplo, el Diario publica una nota titulada "Una aventura del capt.
Busch", relatando una incidencia en el frente que lo tiene por
protagonista (foto 2)
Cuando Busch llega a La Paz, aprovechando un permiso, nos dice la prensa:
"...ese día, estuvieron en la estación del ferrocarril, toda su familia,
muchas damas, infinidad de amigos y admiradores del capitán, centenares de
curiosos que deseaban conocer al héroe máximo sobreviviente. Paró la
locomotora, bajaron todos los pasajeros y no aparecía el capitán.
Todos se preguntaban: - ¿Y Busch?, ¿Ha llegado?
Y alguién respondió:- !Sí!, pero ha pedido bajarse en el auto del general
Montes desde El Alto directamente a su casa..."
A despecho de la fama, y de que gozara de la consideración , nada menos que del
ex-presidente Montes, el "camba" trataba de pasar desapercibido.La
entrevista que ahora se reseña fue en principio rechazada por el mismo,
aduciendo que: "...no voy a poder darle ninguna declaración, absolutamente
ninguna, He venido desde el Chaco con la inquebrantable resolución de no decir
una sola palabra para la prensa, que pase la guerra y tiempo habrá de sobra
para ello, entonces me comprometo a facilita una copiosa documentación, muchas
revelaciones, reseñas, anécdotas, etc. que tengo cuidadosamente llevadas desde
la iniciación de la guerra, en un diario de campaña que es todo un resumen de
la historia de esta guerra, bajo sus más amplios aspectos. Tengo esta decisión
de no hablar por ahora nada, por muchos motivos...."
Que finalmente- como dice el periodista- el cerco se rompiera, pareció deberse
a la pericia de los periodistas.
En la presentación de la entrevista, es interesante notar la imagen que tenían
los medios acerca de Busch, habida cuenta de algún debate que ha surgido
posteriormente. Dice el periódico en cuanto a los rasgos biográficos del
entrevistado: "El capitán Busch es natural del Beni...desde niño, ha
vivido en esas tierras calcinadas por esa atmósfera de fuego, junto a los
bosques y praderas del trópico beniano, muy cerca de la naturaleza que es la
más sabia de las maestras en la lucha con los medios hostiles. Por ello, cuando
le cupo actuar frente a un enemigo montaraz, también diestro conocedor de esas
misteriosas selvas, le fue fácil llevar y sacar a sus soldados de todas las retaguardias
enemigas..."
Continúa el medio:
"Egresado del Colegio Militar el año 1927, donde fue aventajado alumno,
Brigadier Mayor o el mejor cadete de su curso, estuvo algún tiempo en el Estado
Mayor General como ayudante del general Kundt. De ahí que este oficial no solo
es un temerario combatiente, o un audaz con suerte; también es un militar
inteligente, cultísimo en todas las ramas de su profesión...."
Recordemos que Robert Brokman, en su libro sobre Hans Kundt, menciona a Busch
como un elegido por los dioses de la guerra, por el destacado papel que le cupo
en los sucesos que terminaron con la caída de Siles.
Hacemos una pausa, preparando la reseña de la propia entrevista.
El combate en el frente, en palabras de Germán Busch.
Proseguimos con los extractos de la entrevista, a cargo del reportero que
también estuvo en el frente.
“- Conozco, mi capitán, muchas de sus magníficas actuaciones a la cabeza de la
tropa del “Lanza”. Me restaría solo referencias sobre las acciones de los últimos
meses, que sé las hay brillantísimas. Por ejemplo, en mi humilde criterio de
espectador ocular o de actuante, su intervención a la retaguardia enemiga entre
el 11 y el 17 de marzo, fue la que decidió la retirada paraguaya de Campo
Jordán. ¿Recuerda?
- Sí, cuando entramos al Km. 18 (y comienza a referir con entusiasmo aquella
acción de armas…) Rumbeando monte, muchos kilómetros de selva inexplorada,
llegamos cerca de la “picada” Alihuatá- Saavedra, allí con mi jefe de esos
días, el mayor Eduardo.- herido en los primeros momentos del combate- tomamos
disposiciones… Un pasaje interesante de este combate fue éste: Avanzábamos en
dirección a Campo Jordán. Yo iba con la descubierta, cuando de improviso
descubrí como a 700 metros un jinete que venía a nuestra dirección como tomando
disposiciones, porque detrás de él se distinguían dos columnas de soldados por
ambos lados del camino. Tenía a mi lado a un sargento Patiño, que entró conmigo
a la guerra en el 6to de caballería. El sargento alistó por mi orden su pieza
liviana, pero en reiteradas maniobras la ametralladora no funcionaba con tiro
continuo, tuve que tenderme y arreglar la pieza y comenzar con algunas ráfagas.
El enemigo, que constituía un puesto de oficial, nos presentó combate.
Arrollamos ese puesto, pero quedaba el comandante de ese pelotón, el jinete, a
quien un soldado mío le apuntó con tan mala suerte que no dio en blanco, y como
se nos abalanzaba, ya muy cerca, saqué mi pistola y cayó cerca de una aguadita.
Este jinete había sido el teniente Jimenez, cuya tumba se halla en uno de los
cementerios pilas de Campo Jordán”
Sobran las palabras. Esperando no aburrirlos, seguiremos con la siguiente
publicación.
El combate en el frente en palabras de Germán Busch (parte final):
Terminamos con la presentación de los extractos de esta interesante entrevista,
prosigue Busch:
- “Caído el último baluarte de ese primer estorbo enemigo, dije a mi tropa:
¡Adelante!, y era la única palabra que gritaba para empujarla a cumplir su
misión: que era la de atacar al enemigo que combatía en Campo Jordán, por las
espaldas. Mi intención era la de romper todas las resistencias del monte de
Alihuatá y salir al Campo Jordán. En seguida chocamos con otro puesto “pila”.
También lo arrollamos y ya en el Km. 18 más o menos, pasamos unas edificaciones
en las que había víveres con su rótulo “Intendencia divisionaria”. No permití
que los soldados entrasen a ese local y continué la marcha. Hasta que 100
metros más allá chocamos con otro enemigo que nos hizo fuego.
Gritaba a mis soldados a pulmón lleno:- ¡Fuego vivo! ¡Viva el Lanza!, ¡como en
Yujra, muchachos” Habíamos estado cerca al camal de derribo de reses de las
cocinas paraguayas y a pocos metros del puesto de comando del coronel Carlos J.
Fernandez, comandante entonces de la primera división de infantería del
ejército paraguayo, quien, atemorizado y sorprendido de recibir fuego cerca de
su cama, tuvo que correr a la primera línea – protegido por sus estafetas y
cocineros-para de allí coger una senda hasta la “picada” a Gondra, donde huyó
despavorido, hasta obtener la retirada de sus regimientos de aquel sector (1).
Sensiblemente,- continúa el capitán Busch-, circunstancias que no se pueden hacer
todavía públicas, obligaron al “Lanza" a hacer otra maniobra para ir a
coadyuvar el ala izquierda de nuestra división que combatía en Campo Jordán,
privándonos el placer de romper las posiciones enemigas y salir al pajonal de
Saavedra…
- ¿Y verdad que en esa formidable acción que acaba usted de pintarnos, lo
hirieron por primera y única vez?
- Efectivamente. Un rato en que la “tostificación” (baleadura), era más nutrida
y cuando iba recorriendo la línea para estimular la moral de mi tropa, recibí
como un bofetazo junto al labio superior. Instintivamente lleve la mano donde
sentí el traumatismo y ví mis dedos empapados en sangre. Algo así como una
irritación me sobrevino maquinalmente al pensar que me hubiesen puesto fuera de
combate. Pero al segundo recobré la serenidad y me dije interiormente: -¡No
debe ser grave la herida cuando estoy hablando!...En efecto no era más que un
raspetón que me quemó el bigote, abriéndome una brechita en la piel.
Después el capitán ha tenido mucha suerte. Desde los asaltos al cerco de
Boquerón con el 6to de caballería, hasta la última resistencia a la ofensiva
enemiga entre Arce y Alihuatá, siempre ha estado en la primera línea y salvando
la vida una y mil veces…”
En lo que sigue, la entrevista da luces sobre otros temas, desde la unidad de
élite a la que pertenecía hasta el actuar de combatientes acostumbrados a estar
detrás de las líneas enemigas. En alguna parte, y con toda razón, el periodista
menciona que le daba la impresión de estar frente a un hombre niño que estuviera
refiriendo sus aventuras callejeras. Si juzgamos por lo extractado, tal era el
temple de Busch. Cerramos esta presentación, poniéndonos a disposición de
investigadores e historiadores que deseen saber más sobre esta entrevista.
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