JUAN JOSÉ TORRES GONZALES Y LAS CAUSAS DE SU CAIDA EN SUS 318 DIAS DE GOBIERNO.



Por: José Loayza. / Agosto de 2018.


El 7 de octubre de 1970, Torres asumió el poder apoyado por un levantamiento popular, con la participación de trabajadores, campesinos, universitarios y militares leales, a fin de evitar un golpe de estado contra el gobierno del general Ovando y con la idea de establecer un gobierno militar de izquierda nacional. Estados Unidos vio con mal ojo la formación del eje socialista en América del sur, el caso de Salvador Allende y el proyecto de socialismo en Chile; el grito agrarista del Gral. Velasco Alvarado y la Reforma Agraria en el Perú; la formación del Gral. Torres y su alianza con los grupos más reaccionarios de Bolivia, fueron observados en su momento por el Evening Sun de Washington, El Clarín, y el Asociated Press del Brasil.


Torres tenía el descrédito social por haber formado parte del tribunal que decidió la muerte del Che, y por haber sido en septiembre del 63, comandante de la guarnición de Oruro, cuando en Siglo XX se tomaron de rehenes a los técnicos extranjeros y a miembros de la Embajada estadounidense. Pero antes que se descubra más de lo ocurrido, urdió la idea de formar un gobierno socialista a costa de dar a la COB el 51% del gabinete para obreros y universitarios y 25% para los campesinos. Fue por esa prontitud, o por esa paranoia que es parte genuina de la inmadurez política, que Torres se encumbró como socialista hasta incluir una asamblea popular y anunciar como en 1952, no por un fin humano sino por una política de acercamiento, la reposición de salarios a los 20.000 obreros de Comibol, la anulación de la rebaja de sueldos decretada en 1965 durante la “restauración barrientista”, la fijación de un sueldo tope de 1.000 dólares a los ejecutivos de las empresas del Estado, el retiro de tropas del ejército de las minas, la anulación de listas negras, la rescisión del contrato de arrendamiento entre Comibol y la International Metal Processing Corporation IMPC, la expulsión del Cuerpo de Paz de los EE.UU., el retiro del Centro de Transmisiones Estratégicas de los EE.UU. “Guantanamito”, el acuerdo con la URSS para la instalación de un Centro de Astronomía en La Paz, el inicio de negocios con Checoslovaquia, Polonia y Hungría. Con todo, Bolivia se ubicó en la órbita de los Países no Alineados, y planteó reanudar y afianzar su amistad con los gobiernos de Cuba y Chile.


A los Estados Unidos, no le agrado su fogosidad, y suspendió los préstamos del BID y del Banco Mundial. No faltó el toque diplomático del Embajador americano Ernest Siracusa, y el inicio de un plan de conspiración. En diciembre de 1970, el Cnel. Banzer, Comandante del Colegio Militar de Irpavi, les recordó a los cadetes sobre la gran virtud de un buen militar: Lección Nº 1: el cuartelazo, y les ordenó detener al Presidente durante su visita al colegio. Pero Banzer no sabía que Torres que atinadamente no asistió, pasó aquel curso con notas meritorias.


1 de enero de 1971, Torres convoca a elecciones.


10 de enero, inaugura la planta fundidora de Vinto, dicta la reversión de colas y desmontes.


11 de enero, Banzer intenta derrocar a Torres, una huelga general detiene la asonada, y Banzer acusa desde el exilio que Torres facilitó la libertad de Regis Debray, condenado a 30 años, y la libertad de Ciro Bustos, quien de manera clandestina salió a Chile.


12 de enero, la COB desecha la convocatoria a elecciones y exige una nueva Constitución Política del Estado. Toma las oficinas de Comibol en Oruro, y clausura la policía minera.


31 de marzo, por DL. 096368 se conforma una comisión para planificar la participación obrera en la conducción de Comibol.


1 de mayo, el Gobierno nacionaliza la mina Matilde al grito de “Jota jota no se agota, Jota jota con la revolución, los gorilas al paredón”. Torres le pide a Lechín. “Don Juan, me están poniendo muchas piedras en el camino, y por recogerlas voy a caer y los voy a llevar a todos”.


La euforia se muestra en los festivales de música protesta, en la poesía revolucionaria, en los homenajes al Che, la música indígena, las chompas de alpaca, los debates sobre la ideología marxista, las rememoraciones de las costumbres andinas, la lectura de los astros, la aparición de filósofos de la cosmología andina, la develación de los enigmas centenarios, etc.


22 de junio, se inaugura en el Palacio Legislativo la Asamblea Popular, 221 delegados pasean con banderas rojas, carteles y retratos de Mao, Guevara y Lenin. Analizan la amenaza de un golpe de Estado. Se elige al estilo bolchevique el Presídium dirigido por Lechín, que algunos pronunciaban Lenin, toman parte Víctor López, Casiano Amurrio, Oscar Eid, Alfredo Llanos, Miguel Verastegui, Félix Callapa y Guido Quezada.


16 de julio, se forma la Comisión de investigación sobre crímenes del pueblo. Los Tribunales del Pueblo empiezan a actuar.


14 de agosto, los oficiales exigen la reestructuración de las FF.AA., rechazado por la jerarquía militar. El documento Vanguardia del Pueblo, plantea instaurar la justicia social frente a las mayorías humilladas. Ese documento es el detonante para que sus contrarios preparen el golpe.


19 de agosto, el bloque contrario a Torres, el MNR y el FSB convocan a una manifestación y convulsionan la ciudad. Toman Radio Piraí, la Universidad, y después de tres horas asaltan la COD. El Regimiento Ranger de Montero al mando del Cnel. Andrés Selich, marcha a Santa Cruz, pide la renuncia de Torres. Beni y Pando se pliegan al movimiento. En Cochabamba, Oruro y Potosí, las asambleas populares decretan resistencia al golpe.


20 de agosto. La COB acusa a Torres de ser el causante de la situación, decreta estado de emergencia en todo el país contra la derecha reaccionaria y antinacional. La Asamblea Popular propone la movilización de escuadrones de seguridad de las milicias armadas de la COB. La UMSA decreta la movilización de estudiantes. En Santa Cruz se reúne el Gral. Florentino Mendieta, el Cnel. Hugo Banzer, y el Cnel. Andrés Selich. Potosí cae bajo el control del Regimiento Pérez.


21 de agosto, la Asamblea Popular reunida en el Palacio Legislativo, se concentra en la plazoleta del Estadio Siles para organizar la resistencia. 13.30, el Gral. Reque Terán, Comandante del Ejército, lanza un ultimátum a Torres para que se rinda. Los Colorados de Bolivia bajo la dirección del Mayor Rubén Sánchez, apoyan a Torres. Cientos de obreros toman el cerro Laikaqota.15.30. El grupo Aéreo de Combate de la base del Alto, retira su apoyo a Torres. El Regimiento Motorizado de Viacha apoya el golpe. 17.30. Dos Mustang y dos AT-6 sobrevuelan La Paz, y desde las 18.15 ametrallan la resistencia. 20.45. Torres abandona el Palacio y se asila en la Embajada del Perú, 15 minutos más tarde, Radio Illimani se despide. Hubo 98 muertos y 560 heridos. 21.30. Aún se oyen tiros aislados de los francotiradores.


A medianoche, Banzer era el nuevo Presidente de Bolivia.

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//Historias de Bolivia.

MILITARES FRANCESES AL SERVICIO DE BOLIVIA, EN EL SIGLO XIX




Por: José E. Pradel B. / El Diario de La Paz, 15 de octubre de 2020. // Foto: Felipe Bertrés.


La historia de la presencia francesa en nuestro país inicia en el periodo colonial con la llegada de comerciantes de Saint-Malo, de Aix y vascos que residieron en Potosí. Al mismo tiempo, contrabandistas que recibían plata potosina en trueque por mercaderías, en el puerto de Cobija. Otros con el transcurso de los años combatirán en la revolución de Chuquisaca de 1809, como: Marcos Miranda y José Sivilat.


Tras la Independencia de Bolivia, el arribo de franceses aumentó y para 1826 un galo descubrió carbón en la Provincia Pacajes. Monsieur Tardiveau fue contratado por el gobierno boliviano para que viniese a establecer una fábrica de vidrio en Cochabamba y Vicente Tuaillon estableció una fábrica de destilación de licores en Chuquisaca.


De esta manera, el primer militar francés registrado al servicio de la naciente República fue el coronel Charles Heine, quien fue nombrado como representante de Bolivia ante Francia. Lamentablemente, falleció de disentería en el puerto de Valparaíso, en junio 1832, antes de partir a Europa.


Un año después, huyendo de la tiranía del dictador argentino Juan Manuel de Rosas arribó a nuestro país el agrimensor Phillip o Felipe Bertrés, quien con los años alcanzó a ser director de la construcción de la actual Catedral Metropolitana de Santa Cruz de la Sierra. Mientras paralelamente paralizaba el levantamiento del primer piso y el frontis de la Catedral de La Paz. También construyó el fuerte de ‘Pan de Azúcar’ o Inupaya situado cerca de Viacha. Adscrito al Ejército de Bolivia como coronel de ingenieros, juntó al arquitecto José Núñez del Prado fundó la Escuela de Arquitectura Civil y Militar dependiente del Colegio de Ciencias, en 1842. Por otro lado, dirigió la denominada ‘Mesa Topográfica’ desde 1842, la cual tuvo por objetivos: levantar un plano topográfico de todo el país y recolectar información estadística de los territorios visitados por los ingenieros agregados a la Mesa. En este contexto, como resultado del levantamiento de información, Bertrés presidió la elaboración del Mapa Corográfico de Bolivia, publicado en 1845.


Posteriormente, con el propósito de estudiar la navegabilidad del río Pilcomayo, el gobierno del mariscal José Ballivián gestionó el arribo del capitán M. Liversant. Sin embargo, “este inteligente marino llegó á Bolivia en circunstancias difíciles: hallábase el gobierno cercado de conspiraciones y amagado de un rompimiento con el Perú que parecía inminente”, señaló el escritor José María Santiváñez. De esta manera, la expedición armada no se llevó a cabo.


Consecutivamente, militares de origen francés como los coroneles: Lalanne, Juan La Faye y Carlos Vincendon tuvieron un gran protagonismo en la vida política de Bolivia. Seguidores de Ballivián, La Faye fue nombrado Jefe de las fuerzas de la plaza y como tal participó en la revolución acaecida en Cochabamba, el 11 de marzo de 1849, donde falleció con tres tiros y una lanzada. El coronel Vincendon o Wincendon, fue fusilado por asuntos políticos en La Paz, el 16 de abril de 1849.


Es necesario mencionar que en estos primeros años de la naciente república, los oficiales del Ejército aprendían las doctrinas de Napoleón Bonaparte y otras obras de táctica francesa, como por ejemplo la de Jacobiosoi y en el campo de la sanidad militar estudiaban el texto de Serveau. También, los uniformes del Ejército Boliviano tuvieron una “enorme influencia de los ejércitos napoleónicos… cuyo corte, fornituras, insignias y otros aditamentos son copiados por el nuestro y las insignias, barras, charreteras y los cascos son importados de Europa”, detalló el investigador Augusto Fernández Asturizaga. Asimismo, a partir de 1842 se enseñaba la lengua francesa en el efímero Colegio Militar del Ejército.


Muchos años después el Gobierno Boliviano contrató al general de división M. Raulus de Bisson con el objetivo de dirigir el citado Instituto Militar. Bisson tuvo una participación destacada en la Guerra Franco-Prusiana y en nuestro país “implementó un reglamento para fines disciplinarios y académicos”, subrayó el destacado investigador Julio Sanjinés Goytia. También Bisson presentó un plan de estudios basado en métodos implementados en la Escuela Politécnica de París.


Como señalamos anteriormente, la influencia francesa continuó vigente en los uniformes durante la Guerra del Pacífico y la Campaña del Acre, y en el armamento como fue el uso del fusil Chassepot. Por otro lado, en la década de 1870 fue reconocida la labor del armero francés José de Gondheret de Bouvillar.


Es necesario mencionar que el Presidente y comandante del Ejército, general Narciso Campero, que realizó estudios de Estado Mayor en la Escuela de ‘Estado Mayor de Saint Cyr’, dispuso en 1881 la impresión oficial del reglamento de infantería estilo francés, titulado: ‘Compendio de la Esgrima de la Bayoneta’, entre muchos otros.


Posteriormente, con el objetivo de instruir mejor e iniciar a los oficiales y sargentos en el arte del tiro con revólver, un grupo de residentes franceses y paceños fundaron en la antigua chacarilla Peña la Sociedad de Tiro al blanco ‘Franco-Paceña’.


A manera de conclusión, a través de esta nota rescatamos pasajes y hechos históricos inadvertidos de militares franceses que prestaron servicios a nuestro país, en el Siglo XIX.

AEROTÉCNICOS NOLTABLES: EL “CHAYÑITA” MENDIZÁBAL

 



(Por Ramiro Molina Alanes)


Con este cariñoso apodo fue conocido uno de los pioneros de nuestra aviación que tuvo una destacada participación tanto en su etapa embrionaria como en la Guerra del Chaco. Su nombre: Froilán Mendizábal Rivera.

“Chayñita”(1) nació en la ciudad de Oruro el 5 de octubre de 1905. Inmediatamente después de prestar su servicio militar en la novel Escuela Militar de Aviación de El Alto, en noviembre de 1925 se incorporó como Alumno Mecánico a ese instituto que se reabrió en agosto de ese año bajo la dirección del entonces My. Bernardino Bilbao Rioja. En 1927 egresó con el grado de Sargento Primero.

En 1932, cuando cumplía funciones como mecánico de la Escuadrilla Breguet en la Base Aérea de Muñoz, se desencadenó la Guerra del Chaco, y “Chayñita” al margen de realizar trabajos inherentes a la reparación y el mantenimiento de nuestros aviones militares en las Bases Aéreas de Platanillos, Villamontes y Tarija, cumplió misiones de observación y bombardeo como metrallista de vuelo.

Pasado el conflicto bélico con el Paraguay, se desempeñó como mecánico de la Escuela Militar de Aviación “Tcnl. Luis Ernst” de El Alto; pero, paralelamente también impartió cursos de armamento y reparación de aeronaves a los alumnos mecánicos de ese instituto, siendo ascendido al grado de Subteniente Técnico.

Cuando cumplía las altas funciones de Inspector de Talleres, en 1956 se acogió a los beneficios de la jubilación con el grado de Teniente Técnico. En esa situación, fue elegido por varias gestiones directivo de la Asociación de Héroes Nacionales de la Fuerza Aérea Boliviana.


En sus frecuentes visitas al Acervo Histórico de la FAB, no sólo brindó al autor de la presente semblanza interesantes facetas y anécdotas sobre sus vivencias personales de los inicios de la aviación boliviana, sino que cedió algunas fotografías y reliquias que incrementaron los fondos museológicos de ese repositorio histórico, hasta que a raíz de una enfermedad pulmonar falleció en la ciudad de La Paz el 12 de febrero de 1994 a los 89 años de edad.(2)

CITAS


1 Jilguero andino de color negro y amarillo

2 Los datos de su deceso fueron proporcionados por su nieto, Dr. Nilton Aranda Mendizábal.

HACE 40 AÑOS ATRÁS: LIDIA ERA OBLIGADA A RENUNCIAR

 



Por: Ricardo Sanjinés Ávila  - Periodista / Página Siete 18 de octubre de 2020.


- ¡A ver, la renuncia! ordena destemplado el Comandante. La mujer toma el papel, lo lee y lo tira.


- No firmo nada,  dice resuelta.


- Sus ministros están presos. Usted será la responsable si algo llega a pasarles… le advierte el militar al que ella misma entregó el Comando de las FFAA meses atrás.


Tras discusión acalorada, Lydia se rinde ahogada en llanto y pide la presencia del Nuncio. Éste cruza la avenida Arce y camina los 120 metros hasta la residencia de San Jorge. Se procede a la renuncia impuesta con armas. El prelado exige llevar como huésped de la Santa Sede a la señora Presidente. Pero ella permanece bajo llave y sólo después de una noche angustiosa le permiten acogerse al asilo.

 

Papeles 


30 años atrás, Lydia Gueiler Tejada recibió otro escrito a mano por un joven militante del MNR llamado Tomás Siackar. Le comunicaba que había decidido quitarse la vida, cansado de la persecución, la miseria de su familia y una lucha que parecía no tener fin. Cuando acabó de leer la trágica nota, el firmante se había puesto un cinturón de dinamita, gritó “¡gloria Villarroel!” y voló por los aires. Junto al papel había 50 bolivianos, única herencia para sus dos pequeños hermanos. 


Situación desesperada la de los movimientistas que al final toman el poder el 9 de abril de 1952. Ella combate fusil al hombro, toma el Palacio Quemado y cae dormida en el sillón presidencial ocupado hasta la víspera por el último militar de la rosca. Vive los avatares de la Revolución Nacional  liderados por  los “grupos de honor” que se convierten en “milicianos”. Alcanza celebridad en Europa, donde ocupa cargos diplomáticos, es elegida diputada en medio de abusos y corrupción inherentes a todas las revoluciones y recibe otros papelitos anónimos, donde hombres necios –y mujeres también– censuran su vida privada. 


Hace críticas, rompe con el MNR sumándose al PRIN de Lechín y al llegar los militares el 64, sale a un  largo exilio matizado por cartas escritas por su hija y su nieto en papeles de cuaderno. 15 años después vuelve con la democracia, se reconcilia con Paz Estenssoro ganando una diputación y sus colegas la eligen como su presidente. Walter Guevara logra lo mismo en el Senado. 


Al empantanarse la elección presidencial entre Siles y Paz, un acuerdo sugerido por Banzer determina el interinato de Guevara. Semanas después lo echa del poder una sangrienta conjura civil/militar acaudillada por el coronel Natusch aunque con el Parlamento activo, de manera que al declinar el golpe, la prelación constitucional determina que Lydia Gueiler sea la primera mujer Presidente de Bolivia.


Intenta hacer un buen gobierno con gente de valía en ese momento de dificultades, pero nadie quiere mezclarse con un interinato y todos aspiran al premio entero. Tiene el coraje de acordar un ajuste con el FMI intentando superar el desastre de 12 años de revolución y 15 de militarismo. 


Da paso a medidas de inevitable costo social, incluyendo una devaluación y rechaza exigencias salariales que invalidarían el ajuste. Todos se le oponen, endilgándole en otros papeles el sambenito de vendida al imperialismo. Lechín suelta a los mastines de la COB que bloquean las calles.


 Obreros toman de rehenes a empresarios. Genaro Flores, líder de los campesinos, cerca La Paz. En una dramática aparición por TV, el líder de la empresa privada, Marcelo Pérez, condena que los políticos elijan mandatarios y a las pocas horas les resten apoyo, advierte contra la conspiración antidemocrática que invade los medios de comunicación, las asambleas sindicales, las algaradas estudiantiles y la campaña electoral. El país se alarma.


Los militares van confluyendo hacia el hombre que comanda al Ejército, general  Luis García Meza, secundado por el jefe de inteligencia, coronel Luis Arce, de leyenda negra. El embajador americano, Marvin Weissman, advierte que Washington no tolerará un golpe. Asesinan al padre Luis Espinal. Sube la polémica pública entre Lechín y García Meza. La Presidente Gueiler se tambalea entre el rencor del líder de la COB y el golpismo. 


El proceso electoral entra en la recta final. UDP (Siles Zuazo-Paz Zamora), MNR (Paz Estenssoro), ADN (Hugo Banzer), PS-1 (Quiroga Santa Cruz). Pero mientras el trotskismo instruye a sus bases “votar con papel higiénico”, otras fuerzas se mueven en las sombras. 


Santa Cruz es monárquica y se organiza para coronar a la próxima reina del Carnaval. Heidi Suárez Levy será la candidata de “Mequetrefes”, que reúne a distinguidas familias. En medio de esos afanes, su padre, Roberto Suárez, abandona precipitadamente una reunión convocado a otra, de cariz distinto, donde están el coronel Arce Gómez y el alemán Klaus Barbie. Sus pasos son seguidos por agentes de la DEA.


La pugna pasa de las batallas de pintura en las calles a las promesas descabelladas. Unos nacionalizarán hasta las fricaserías; otros borrarán el color rojo del arco iris; aquellos prometen que no quedará ningún banco chupa-sangre; los de más allá juran que ni los heladeros llevarán gorra. De la amenaza se pasa al atentado. Derriban el avión en el que va la plana mayor udepista y sólo conserva la vida Jaime Paz. Cada viernes la gente compra raciones extras de pan, carne, verduras y papas, no para una parrillada sino en previsión del “golpe inminente”.


La gente acude a las urnas. ¡Victoria de la UDP! Denuncias de fraude, alzamiento popular si la definición congresal favorece a la derecha, amenaza de golpe. Frente a la exasperante realidad, la única noticia grata de cada día es el nuevo capítulo de La pasión de Silvia Eugenia que Panamericana transmite a las 10:00. Y justo cuando Jasmani Hassan está por robar a su amada antes de que se case con el novio papanatas, el 17 de julio de 1980 se levanta la guarnición de Trinidad en el inicio del último golpe militar de la historia, con todo el horror de las primeras horas, cuando asesinan a Marcelo Quiroga y otros bolivianos. 


Cientos llenan las cárceles o salen al exilio. Sólo la Unión Soviética y Argentina reconocen a la junta militar. Washington rompe relaciones con Bolivia. Lydia Gueiler firma su último papel como Presidente y vuelve al exilio, igual suerte corre Marcelo Pérez de la CEPB.


 Se impone el toque de queda y la censura de prensa y mucha gente queda estigmatiza luego de que rechazando el modelo cubano de Castro, permiten que Bolivia se parezca a la Argentina de Videla. Termina La Pasión de Silvia Eugenia y la gente ya no puede salir después de las 21:00, contentándose con mirar Rosa de lejos. Unos extravían la democracia, otros el amor; todos sienten que han perdido.

EL DÍA QUE RENÉ BARRIENTOS SE LANZÓ EN PARACAÍDAS PARA CERRAR LA BOCA DE LA PRENSA

  



Para la historia, René Barrientos Ortuño nace en un accidente de aviación y perece en otro. Su carrera vertiginosa de caudillo militar y conductor civil transcurre entre ambos sucesos. 


En octubre de 1961, siendo Comandante de la Fuerza Aérea, en una exhibición de paracaídismo en El Alto, de La Paz, perecieron tres cadetes de aviación. La prensa habló de la mala calidad de los paracaídas que no se abrieron a tiempo, de la deficiente enseñanza a los alumnos en la escuela de aviación, etc. Se forjó así un clima de temor. ¿Quién se atrevería a lanzarse desde un avión después de la triple desgracia?


El jefe de la Fuerza Aérea investigó detenidamente el caso llegando a la conclusión de que únicamente la impericia de los infortunados jóvenes había causado su muerte. 


Debía mantener elevada la moral de los paracaídistas y defender el prestigio de la aviación nacional. Para ello tomó una resolución arriesgadísima: lanzarse él mismo, en su calidad de Comandante de la Fuerza Aérea, en uno de los tres paracaídas utilizados por los conscriptos fallecidos.


Invitó a los periodistas, preparó y dobló él mismo el paracaídas, subió a un avión y se lanzó al espacio llegando perfectamente a tierra. 


Ese día dejó de ser un militar más para convertirse en líder de la juventud y del pueblo que siempre amaron a los varones audaces.


En menos de diez años, esa fulgurante carrera de caudillo se truncó en el "accidente" de Arque, el 27 de abril de 1969, cuando el helicóptero que lo conducía con dos edecanes cayó y se incendió cortando la vida del General. 


"EL GENERAL DEL PUEBLO", Fernando Diez de Medina, 2005, La Paz- Bolivia. 

Foto: René Barrientos Ortuño.

NEIL ARMSTRONG EN BOLIVIA

 


(Por Ramiro Molina Alanes)


El aviador militar, ingeniero aeroespacial y legendario astronauta Neil Armstrong (1930 -2012), conceptuado como el personaje espacial más popular y el primero de 51 héroes de la aviación mundial, y que ingresó a la historia como el primer ser humano que pisó suelo lunar el memorable 20 de julio de 1969, tres años antes de su célebre hazaña realizó una efímera pero inolvidable visita a Bolivia.

Los datos, fechas y lugares consignados en la presente nota, implícitamente develarán quimeras que erróneamente son publicadas al respecto en internet.


SU SENSACIONAL ARRIBO


Como parte de una gira de “Buena Voluntad” por varios países de Latinoamérica, los famosos astronautas norteamericanos, Neil Armstrong(1) y Richard F. Gordon(2) arribaron a tierra boliviana el histórico domingo 16 de octubre de 1966.


A las 12:01 de esa magna fecha, procedente de Lima, Perú, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de El Alto, la aeronave C-130 “Hércules” matrícula USAF 42817; a bordo venían dieciséis personas, entre ellos los dos astronautas, sus respectivas esposas y personeros de la NASA. Al pie de la escalerilla del avión los recibieron el Embajador de los Estados Unidos en Bolivia, Mr. Douglas Henderson y el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Boliviana (JEMFAB), Cnl. DAEM León Kolle Cueto(3), mientras que el numeroso público congregado, aclamaba efusivamente a los ilustres visitantes.


Después de que altos miembros de la FAB y el personal y tropa del Grupo Aéreo de Combate(4), con Estandarte y Banda de Música, les rindió los honores militares correspondientes, se dirigieron al palco donde el JEMFAB, el H. Alcalde Municipal de la ciudad de La Paz, el Rector de la Universidad Mayor de San Andrés y el Presidente de la Academia de Ciencias de Bolivia, emitieron emotivos discursos, calificándolos de: “Mensajeros de la Ciencia y la Técnica Contemporánea”, “Heraldos de la paz”, “Heraldos del Espacio” y “Héroes de la Ciencia Moderna”, respectivamente. A su turno, Armstrong, se dirigió a la concurrencia en español manifestando que, “nos encontramos felices de estar en la capital más alta del mundo. Nos gusta mucho las alturas” y, en son de broma dijo: ”Nos cuesta un poco acostumbrarnos en La Paz, porque hay poca altura”(5).


Posteriormente, a bordo de un automóvil azul descapotado, precedido por doce motociclistas de Tránsito y seguido de una larga columna de vehículos oficiales, descendieron a la ciudad, recibiendo en todo su trayecto muestras de cariño y admiración a través de la tradicional mixtura y serpentina. Cuando arribaron a la plaza Venezuela, depositaron una ofrenda floral al pie del monumento al Libertador Simón Bolívar, ocasión en que rompiendo el protocolo, los astronautas firmaron autógrafos y estrecharon la mano de la gente del pueblo.


EN EL ESTADIO


A Hrs. 15:45, la multitud que se dio cita en el estadio “Hernando Siles”, saludó y ovacionó a los dos hombres del espacio, quienes a bordo del mismo automóvil que los condujo a la ciudad, realizaron una vuelta olímpica por la pista atlética; seguidamente, dieron el “kick off” (“Puntapié inicial") del partido de fútbol entre los clubes “31 de Octubre” y “Unión Maestranza”.


CONFERENCIA DE PRENSA


En la Conferencia de Prensa desarrollada a Hrs. 16:35 en el Centro Boliviano Americano, ambos astronautas a través de los traductores respondieron las preguntas de los periodistas y se refirieron tanto a las misiones espaciales como a las experiencias personales que cumplieron en el proyecto “Gemini”. Además, mostrando el traje espacial que utilizaron, dieron curiosos detalles sobre sus características.


Mientras que George Michael Low, Director Adjunto del Centro de Vuelos Tripulados de la NASA, explicó la política espacial de los Estados Unidos y el proyecto “Apolo”, que tenía como objetivo colocar al primer ser humano en la luna, concluyendo: “que es muy posible que se tomen en cuenta a muchos astronautas de la serie ´Gemini´ para esta misión”(6).


CON EL PRESIDENTE Y EL ALCALDE


Siguiendo la agenda, a Hrs. 17:30 visitaron el palacio de gobierno, donde el Presidente de la República Ad Interim, Dr. Luis Adolfo Siles Salinas(7), recibió el mensaje personal del Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, y la explicación del porqué del viaje de buena voluntad que los astronautas realizaban. Entre los souvenirs que le obsequiaron estaba una pequeña bandera de Bolivia que conjuntamente con las de otros países del mundo estuvo colocada en el “Gemini” 11 cuando salió al espacio sideral. El Dr. Siles hizo votos para que el programa científico de los EE.UU llegue a la meta trazada “Por el progreso y felicidad de los pueblos del mundo”.


Posteriormente, a las 18:00 en el Salón de Honor del Palacio Consistorial, el H. Alcalde Municipal, Gral. Armando Escóbar Uría, les declaró “Huéspedes Ilustres” de la ciudad de La Paz.


RECEPCIÓN SOCIAL


Culminando su apretada agenda, de Hrs. 20:00 a 22:00 se realizó una recepción social en el “Club de La Paz”, que fue la ocasión para que el Ministro de Defensa, Gral. Hugo Suárez Guzmán, les imponga la condecoración “Al Mérito Aeronáutico” en el grado de Oficial. Mientras que el Cap. Av. Civ. Mario del Granado, les confirió los diplomas e insignias de “Socios Honorarios” de la Asociación Nacional de Pilotos Civiles.


Después de hospedarse en la residencia del Embajador, a Hrs. 07:30 del día siguiente, lunes 17 de octubre, el “Hércules” con la delegación norteamericana decoló del aeropuerto de El Alto rumbo a Brasilia, Brasil.


LO ANECDÓTICO


El toque pintoresco se desarrolló de esta manera: “…!Los astronautas!, fue el grito de la muchedumbre que se congregó a la largo de la Av. Mcal. Santa Cruz; aplausos, gritos, saludos y flores para dos jóvenes que ingresaban en un jeep descubierto, precedidos por una caravana de vehículos. Fue tarde cuando público y policía se dieron cuenta de que no se trataba de los astronautas, sino de universitarios de ingeniería de la UMSA que con una farándula festejaban su semana aniversario. Llegó a tanto la credulidad de los concurrentes que luego que pasaron los falsos ´astronautas´, empezaron a desconcentrarse satisfechos de haberlos visto”(8).


ROMPIENDO QUIMERAS


Con la publicación de esta inédita nota, se rompe la quimera de que Armstrong en 1969(!) le puso el nombre de “Valle de la Luna” a una exótica zona de la ciudad de La Paz; así como que jugó golf cerca a ese singular paraje, y que haya presenciado un partido de fútbol entre The Strongest y Bolívar; incluso, su posterior y supuesta visita al salar de Uyuni, no tiene ningún asidero histórico.


CITAS


(1) Ya era famoso por el vuelo espacial que realizó del 16 de marzo de 1966 en la “Gemini“ VIII.

(2) Había alcanzado celebridad con su vuelo espacial del 12 de septiembre de 1966 en la “Gemini” XI. 

(3) El Comandante de la FAB, Gral. Div. Aé. Jorge Belmonte Ardiles, cumplía una misión oficial en el Perú.

(4) Actual Grupo Aéreo de Caza “31”

(5) El Diario, 17 de octubre de 1966 

(6) Presencia, 17 de octubre de 1966.

(7) El Presidente, Gral. René Barrientos Ortuño, se encontraba de viaje en Iquitos, Perú.

(8) El Diario, 17 de octubre de 1966.


* El autor es Académico de Número de la Academia Boliviana de Historia Militar.

—SENTAR LA MANO AL ADVERSARIO PARAGUAYO—

 


"EL ATAQUE ENEMIGO DE AYER ES INDUDABLEMENTE UNA VICTORIA BOLIVIANA, POR EL NÚMERO DE NUESTRAS BAJAS...EL ANIQUILAMIENTO COMPLETO DE UN REGIMIENTO (EL R.I. 7), Y POR LAS PÉRDIDAS DEL MATERIAL…" (Cnel. paraguayo Carlos José Fernández).


DESDE EL FRENTE PARAGUAYO

Junio de 1934 — Guerra del Chaco


Nuestras bajas son numerosas... Al cerrar la noche la D. 5 tenía más de 250 bajas entre muertos, y heridos…

Las tropas de la D. 5 están siendo diezmadas en el infierno donde se han metido…

Nuestras pérdidas no se conocen todavía, pero deben ser grandes. Han quedado en poder del enemigo, prisioneros, material y munición…

—DEL DIARIO DE CAMPAÑA DEL CNEL PARAGUAYO D. RAMON L. PAREDES 

Lunes 18-junio-34. El ataque efectuado por la D. 5 consiguió abrir una brecha de un kilómetro que no se supo explotar. Fueron las unidades a amontonarse en la brecha abierta sin hacer otra cosa que dejarse matar por los tiros desesperados que hacia el enemigo. A las dos horas, el enemigo reacciona y trae desesperados contraataques, contra nuestras líneas para recuperar sus posiciones... La lucha es sangrienta en todo el día. Nuestras bajas son numerosas... Al cerrar la noche la D. 5 tenía más de 250 bajas entre muertos, y heridos, casi todas producidas por artillería y morteros. Las bajas son por la enorme cantidad de tropas acumuladas en un reducido espacio terriblemente batido por mortero. Estuve hasta el P.C del Mayor Muñoz (Cmdte. del R. 7) y pude constatar personalmente lo que acabo de decir. 

La reacción enemiga fué rápida y enérgica, que habla bien del Jefe que está en nuestro frente- 

Martes 19-VI-34. En toda la noche no ha cesado ni un minuto el hostigamiento infernal del enemigo en el sector asaltado por nuestras tropas. Fue una lluvia de proyectiles que pocas veces se ha escuchado. Al mediodía de hoy vuelve a traer otro contraataque furioso que fue rechazado. Con esto dan la impresión de que no van a abandonar Ballivián, lo que deja completamente a oscura el repliegue enemigo hacia el Norte, porque a primera vista aparece este repliegue obedeciendo a una modificación del frente con abandono de Ballivián. El Comando de la D- 5 es de opinión de restablecer su antigua línea, abandonando la línea enemiga capturada que le está costando enormes bajas. Fue de esta opinión desde el primer momento que el enemigo trajo su primer contraataque. Nuestras tropas están metidas en un infierno, muy bien reglado por la artillería enemiga y morteros que están desangrando a esa Unidad. Las autoridades de atrás ordenan el mantenimiento de la línea a costa de cualquier sacrificio. Los Comandos de adelante se resignan a cumplir la orden y ver cómo sus tropas están siendo diezmadas por el hostigamiento enemigo. 

Miércoles 20-VI-34. Las tropas de la D. 5 están siendo diezmadas en el infierno donde se han metido. Hay la impresión de que el enemigo va a traer otro ataque. El Comando de la D. 5 insiste en la retirada, ha invitado al nuevo Comandante del Cuerpo (Cnel. Delgado) a recorrer la línea. Se concuerda la reunión de los Comandos en Conchita. En ese preciso momento, las 10 horas más o menos comienza la preparación del enemigo, momentos después nuestra línea está rota y cunde el desconcierto. ¡No hay que pedir a nuestros soldados más de lo que pueden hacer!... con nuestras filas diezmadas. Nuestras pérdidas no se conocen todavía, pero deben ser grandes. Han quedado en poder del enemigo boliviano, prisioneros, material y munición que se hubieran salvado si se hubiese escuchado a los que están viendo de cerca. Desgraciadamente el enemigo nos hizo hacer por la fuerza con sus consiguientes resultados, lo que hubiéramos hecho hace tres días. 

Jueves-21- VI-34. El ataque enemigo de ayer es indudablemente una victoria boliviana, por el número de nuestras bajas, casi el aniquilamiento completo de un regimiento (el R.l. 7), y por las pérdidas del material…(CARLOS JOSÉ FERNÁNDEZ Coronel (S.R.) —LA GUERRA EL CHACO). #CORTEGOSKY

EL CHILENO AQUILES VERGARA VICUÑA Y SU GRAN AFECTO POR BOLIVIA

 



Se enlistó como voluntario en el Ejército boliviano durante la Guerra del Chaco, dejando atrás varios años de una activa vida política en su país y convencido de que la causa boliviana en la guerra era más que justa. Con ese mismo convencimiento gestionó ante personeros chilenos el derecho del país a tener una salida marítima. Aquiles Vergara Vicuña dejó testimonio de ello en sus libros, en los que también expresó su apego a Bolivia, donde decidió vivir y pasar los últimos días de su vida.


Vergara Vicuña nació el 12 de junio de 1895 en Viña del Mar. Era nieto del destacado político liberal Benjamín Vicuña Mackena y de José Francisco Vergara Echevers, uno de los ministros de Chile durante la Guerra del Pacífico. Estudió en la Escuela Militar y egresó en 1914 como oficial de artillería. Estuvo en Cuba y España cumpliendo diversas misiones para su país. Estos viajes le permitieron iniciarse en la escritura. En los años 20 dejó la vida militar para dedicarse a la política, donde se desempeñó como diputado del partido Radical y luego fue ministro de Justicia e Instrucción Pública en el Gobierno de Carlos Ibáñez. En 1930, junto a su esposa Anita Petre, visitó por primera vez Bolivia y Perú. De ese viaje dejó testimonio en dos escritos. Luego de un intento frustrado por retornar a la política, decidió abandonarla y se anotó como voluntario para la Guerra del Chaco en 1934.


“Tenía la conciencia de estar viviendo una etapa singular de mi existencia, casi novelesca; había vuelto al ejercicio de la vocación de mi niñez, comenzaba a olvidar las desazones de la incomprensión y de la estulticia turiferaria de ese triste y envilecedor medio político chileno en que, por un concepto recto y puro de patriotismo, había quemado inútilmente mis alas de luchador y la fe en la bondad de los hombres. Me sentía nuevamente sereno y fuerte en un medio que no me pertenecía por cuna, pero al cual me sentía ya ligado por los lazos ideológicos y afectivos que crean y justifican las adopciones. No pedía más”, escribió en “El Caldero del Chaco”.


Ingresó como teniente coronel y no pidió ningún trato excepcional, sino igualitario al de los otros oficiales de su rango. Fue destinado como Comandante de Artillería del Primer Cuerpo de Ejército. 


Finalizada la contienda bélica fue invitado por el Estado Mayor del Ejército Boliviano a escribir junto con el teniente coronel peruano, Julio Guerra, una historia del conflicto. Obra que, desde 1936, encararía solo y que empezaría a publicar entre 1940 y 1945. El resultado de ese trabajo fueron siete volúmenes bajo el título de Historia de la Guerra del Chaco. Este trabajo aún sirve de fuente para muchos investigadores, pero también ha sido muy cuestionado por los historiadores Roberto Querejazu y Juan Lechín Suárez. 


Radicado con su esposa en Bolivia llegó al grado de Coronel sin que hubiese renunciado a su nacionalidad chilena e incursionó en política a finales de los 40. Vergara Vicuña fue también un gran activista por los derechos bolivianos al mar. Hizo gestiones ante políticos chilenos, recibió algunos apoyos, pero también duras críticas de sus paisanos. 


Retirado del Ejército boliviano se dedicó a la pintura y a la enseñanza de esgrima. Además, construyó su casa en La Paz haciendo una réplica de un castillo que vio en España y que aún queda al lado del Hospital Obrero de La Paz. Cultivó amistad no sólo con militares, sino también con intelectuales como Raúl Botelho Gonsálvez. Vergara falleció en 1968 a la edad de 73 años.


El Deber Extra - Santa Cruz - Bolivia, Mayo de 2004

JOSÉ GABINO VILLANUEVA, EL PRESIDENTE QUE NO FUE PRESIDENTE

 



La recurrente controversia entre política y derecho.


Por: Freddy Zárate. / Correo del Sur - Puño y Letra, 20 de marzo de 2017.


Existe un continuo desarrollo y evolución de las normas jurídicas que alcanzaron a formar una serie de valores –justicia, paz social, bien común, igualdad– convergentes en la normativa constitucional (Estado de Derecho). Dentro de esta gama de derechos, algunos Estados latinoamericanos constituyen una experiencia cotidiana de desinstitucionalización dentro del propio Estado. Siguiendo estas dos líneas de interpretación en el campo político: la normativa constitucional es reconocida por ganadores y perdedores. Tal es el caso que toda oposición utiliza los preceptos constitucionales para defenderse y frenar legalmente al gobierno en su actuar. Mientras el oficialismo, de acuerdo a una especie de tradición respetada, utiliza las normas fundamentales para atacar legítimamente a la oposición y reducirla. Este hecho de que la normativa constitucional deja de ser un límite al poder para convertirse en mero instrumento del poder es un tema recurrente en la historia política.


Un ejemplo de la instrumentalización del derecho en la política boliviana fue el caso del político José Gabino Villanueva (1881-1955). Algunos datos sobre este episodio histórico fueron publicadas en el folleto Manifiesto político que dirige a la nación el electo Presidente de la República (La Paz, 1929). El médico Villanueva –previo a su ingreso en política– gozaba de prestigio como cirujano y esto lo llevó a residir en Chile hasta 1916. En una breve visita a la ciudad de La Paz, reanudó su amistad con el sociólogo Bautista Saavedra, quien inmediatamente lo invito a unirse al Partido Republicano. En esa época, la figura del intelectual Saavedra marchaba con firmeza ante el electorado; Gabino Villanueva al percibir el viento favorable que irradiaba el sociólogo decidió subir al barco del Partido Republicano.


Su primera actuación en política lo llevó a presidir el Concejo Municipal de La Paz. A pocos días de asumir el cargo, Villanueva decidió rescindir de todo el personal administrativo excedente; este acto fue visto como una afrenta al Presidente Ismael Montes. Los asesores del partido liberal iniciaron dos juicios al flamante Presidente del Concejo. El desenlace de ambos procesos llevaron a la dimisión a su cargo al encontrar “irregularidades” al momento de inscribir su candidatura: “Este resultado lo obtuvieron los apasionamientos políticos y las influencias puestos en juego, dejando así que la balanza de la justicia se inclinase hacia el lado de los antojos y deseos del poder”, manifiesta Villanueva.


Años después, se produce la llamada revolución del 12 julio de 1920, José G. Villanueva fue elegido Convencional por el departamento de La Paz, cuya principal misión estuvo en apoyar la candidatura de Bautista Saavedra. Este acto de lealtad fue retribuido por el gobierno de Saavedra. El doctor Villanueva desempeñó los siguientes cargos públicos: Diputado por La Paz, Presidente del Honorable Concejo Municipal y Ministro de Instrucción y Agricultura.


A poco tiempo de finalizar el mandato presidencial de Don “Bauti”, el caudillo se ocupó en negociar la Presidencia de la República con destacadas personalidades de la época: Alberto Gutiérrez, Eliodoro Villazón y Román Paz. Tras la negativa de los nombrados políticos, los ojos de Saavedra se inclinaron a favorecer a su leal correligionario: José G. Villanueva. Las elecciones presidenciales del 2 de mayo de 1925 se desarrollaron sin contrariedades. Los resultados electorales encumbraron como Presidente de la República al médico Villanueva, y como Vicepresidente, Abdón Saavedra (hermano de Bautista Saavedra).


El flamante presidente, antes de tiempo trató de dar muestras de autonomía emancipándose de la tutela de Saavedra. Aspiraba gobernar al país con independencia, sin la influencia del partido político de turno, dentro de un clima de concordia y para ello comenzó a realizar varias consultas con personajes de prestigio y ajenos en su mayoría al régimen imperante y con los cuales pretendía conformar su gabinete ministerial. El inexperto político Villanueva no supo tomar el pulso político en esa hora de desconfianzas y susceptibilidades, y su proceder puede ser entendido como hacer un equivalente a la conducta del cazador que vende la piel del tigre antes de haber cazado a la presa.


Las distintas declaraciones de Villanueva a los medios de comunicación acentuaron el distanciamiento y enemistad con el gobierno saavedrista. A pocos días de asumir la presidencia, el Diputado por Trinidad, Ernesto Monasterios presentó al Congreso Nacional –en sesión del 25 de agosto de 1925– el Proyecto de Ley de Anulación de las Elecciones Presidenciales, cuyo artículo señalaba: “Artículo único.- Se declara nula la elección de los ciudadanos J. Gabino Villanueva y Abdón Saavedra, para desempeñar los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República, en el período de 1925 a 1929, por no haber renunciado a los cargos que desempeñaban, de Ministro de Estado el primero, y de Prefecto el segundo, seis meses antes de la elección, de conformidad con la Ley del 15 de octubre de 1895”. Esta Ley tuvo “vigencia” solamente para este cometido eminentemente político.


El Congreso Nacional en sesión del primero de septiembre de 1925 pasó a debatir el Proyecto de Ley. La discusión fue acalorado entre la minoría opositora que exigía el respeto a los resultados electorales y el oficialismo por su parte, buscaba la anulación de los comicios (por su puesto, ambas “interpretaciones” amparadas en la Ley). Se puede indicar por ejemplo la intervención del Diputado Román Paz que manifestó: “El aspecto legal de esta cuestión apenas sirve de cubierta al fondo esencialmente político que tiene, y de esto estamos convencidos todos los congresales, hay que decirlo con franqueza. Parece que ha resultado incomoda cierta independencia de ideas y de conducta del presidente electo, para los políticos que pensaban o creían poder manejarlo según sus deseos o miras, y de ahí las desconfianzas y las alarmas que se propalan, con el plan de anular su elección, inventando un óbice legal cualquiera”.


A pesar de los resultados electorales donde el soberano eligió como Presidente a José G. Villanueva, la mayoría parlamentaria utilizó su rodillo oficialista para cumplir las ordenes del jefe del Partido Republicano, quien fue el verdadero artífice del Proyecto de Ley de anulación de las elecciones presidenciales del 2 de mayo de 1925. El caso del doctor José Gabino Villanueva, –y no el único en la historia política de Bolivia– pone en el tapete de la discusión la recurrente instrumentalización de la normativa jurídica donde el Estado no llega hacer una garantía del orden público, sino, por el contrario, los gobernantes utilizan de modo instrumental la administración de justicia. Hasta el día de hoy, dos sentencias de la época colonial no perdieron vigencia en la mentalidad colectiva y sobre todo en su praxis cotidiana de la esfera pública: “La Ley se acata pero no se cumple”, y concerniente al procedimiento jurídico: “Para el amigo todo, para el enemigo (y desconocido) la Ley”.


ZÁRATE EN BREVE


Freddy Zárate (La Paz, Bolivia, 1980). Es licenciado en Derecho por la Universidad Mayor de San Andrés. Actualmente es funcionario administrativo en la Carrera de Derecho de la UMSA. Columnista de los periódicos; Los Tiempos de Cochabamba, El Día de Santa Cruz, El Potosí de Potosí, Correo del Sur de Sucre, Página Siete y La Razón de La Paz. Tiene publicados varios ensayos relacionados con la historia de las ideas en Bolivia.


Entre ellos se puede mencionar La gloria efímera del escritor Daniel Pérez Velasco; El ocaso del viejo soldado (Tristán Marof); Las representaciones mitológicas del Diablo; Alcoholatum... y otros escritos marginales: ¿amarillismo turístico? (crítica a la obra de Víctor Hugo Viscarra); La retórica de la profundidad como quimera seductora (crítica a Jaime Saenz), La vertiente literaria marginal a través de Claudio Cortez, La visión chueca sobre Alcides Arguedas: De intelectual respetado a enemigo de la patria.

RESEÑA HISTÓRICA DE LA ESCUELA DE AVIACIÓN - ANIVERSARIO DE LA FUERZA AÉREA BOLIVIANA

 



 

(Por Ramiro Molina Alanes)


El 12 de octubre de 1923 se abre para Bolivia una promisoria etapa para garantizar su soberanía aerospacial y concretar un largo anhelo de integración nacional, así como soslayar su pernicioso e injusto enclaustramiento marítimo. Ese histórico día, en virtud del Decreto Supremo de 7 de septiembre de 1923, en un solemne y concurrido acto, el Presidente de la República, Dr. Bautista Saavedra, inauguró oficialmente en las planicies de El Alto de la ciudad de La Paz, la anhelada Escuela de Aviación “bajo patrocinio de la Presidencia de la República y dependencia del Ministerio de Guerra y Estado Mayor General, para formar en ella pilotos nacionales destinados a los servicios de aeronavegación militares y civiles del país”(1)


PERSONAL Y ALUMNOS FUNDADORES


En concordancia con el Decreto Supremo de creación de la Escuela de Aviación, este instituto fue estructurado de la siguiente manera:


Tcnl. (Art.) Juan Fernández  Gonzales.  

DIRECOR GENERAL


Cap. (Av.) Raúl Vargas Guzmán(2)

DIRECTOR TÉCNICO


Edouard Deckert(3)

JEFE Y PROFESOR DE PILOTOS


ALUMNOS PILOTOS (MILITARES)

Cap. (Art.) Ricardo Rocha

Tte. (Art.) Alfredo Peñaranda

Tte. (Cab.) Hugo Ballivián Rojas(4) 

Sbtte. (Inf.) José P. Coello

Sbtte. (Cab.) Jorge Vidal

Sbtte. (Cab.) Salomón Benítez


ALUMNOS PILOTOS (CIVILES) 

Srta. (Prof.)Amalia Villa de la Tapia(5)

Sr. Misael Guzmán

Sr. Ramón Carreón

Sr. Esaú Peñaranda Pérez

Sr. Luis Blacut

Sr. Luis Luna Guijarro

Sr. Arturo Valda


Tte. Andre Ceradin(6)

JEFE Y PROFESOR DE MECÁNICOS


ALUMNOS MECÁNICOS 

Sgto. 1ro. Arturo Mattos

Sr. Raúl Camargo


MATERIAL AÉREO


Para la fundación de la Escuela de Aviación se adquirieron específicamente de Francia cuatro aeronaves “Morane Saulnier” M.S.35, monoplanos de ala “parasol” recta, equipados con un motor rotativo “Clerget” de 130 H.P. de 9 cilindros y una hélice bipala, refrigerados por aire, así como dos aparatos de la misma marca de 40 H.P. denominados “Pingüino” para ser utilizados en la preparación elemental de los alumnos en carreteo y parqueo.


INFRAESTRUCTURA


El aeródromo de El Alto sólo contaba con una pista de tierra de 800 por 40 metros y un hangar construido en 1920, donde estaban ubicados tanto el despacho del director y las aulas así como los talleres de mecánica y carpintería.


SEGURIDAD


Para la custodia del material de vuelo e instalaciones del novel instituto, se organizó la “Compañía de Resguardo” al mando del Tte. Manuel P. Inchauste y con efectivos de tropa del Regimiento "Bolívar" 2 de Artillería, acantonado en la cercana localidad de Viacha.

 

NOTAS

1. Art. 1º del Decreto Supremo de 7 de septiembre de 1923

2. Aviador Militar brevetado en España el año 1918

3. Instructor de vuelo de nacionalidad francesa

4. Futuro Presidente de la Junta Militar de Gobierno (1951-1952).

5. Aviadora Civil brevetada en el Perú en 1922

6. Mecánico de aviación francés


(Extracto del libro “Hitos Históricos de la Aviación Militar Boliviana")

"ELLAS...ANTES DE ABANDONAR SUS AVIONES LANZARON VÍTORES Y COREARON LEMAS DE SU UNIDAD…" MUJERES PARACAIDISTAS BOLIVIANAS

 


Recop. #OscarCórdovaOrtega


Convocados los postulantes el 15 de mayo de 1962 para el Curso de Paracaidismo, acudieron al llamado algunas entusiastas jóvenes de Cochabamba. La primera demostración femenina tuvo lugar en aquel distrito el 14 de septiembre del mismo año, destacándose entonces las señoritas Hortensia Deutch Arze, Ligia Grossberger Morales, Delia Vargas Ramirez, Martha Salazar Crespo, quienes recibieron luego su grado de Sargento Primero. A mediados de 1963 se creó el "Centro de Instructores de Tropas Especiales" C.I.T.E., bajo el Comando del Tcnl. Hector Aranda Cortez, dependiente   del Ejército de Línea, con el propósito de impartir instrucción a paracaidistas, especialmente en la lucha antiguerrillera, que también incluía a un grupo de enfermeras paracaidistas. Su destreza estaba dirigida al "camouflage" o mimetización, al uso de señales, así como a soportar privaciones de agua y alimentos por varios días. 

El 28 de agosto de 1963 se inició la preparación de voluntarios en paracaidismo, a cargo de 8 instructores norteamericanos, dirigidos por el My. Richard   L. Reid, del 8o. grupo de Fuerzas Especiales del Fuerte Gulick de los EE.UU., por convenio especial entre los gobiernos de ambos países. La   preparación se efectuó en cuatro etapas: Acondicionamiento físico y motivación, Entrenamiento Terrestre, Entrenamiento de Torre y Salto de calificación. El paracaídas utilizado, de fabricación norteamericana, es automático, de nylon tipo 1, de 35 pies de diámetro y un peso de 26 libras llevándose otro   de reserva. 

El avión TAM 22 efectuó 8 vuelos de entrenamiento hasta la altura de 500 m. aproximadamente, el 24 de junio de 1964. Desde su segundo vuelo fueron   incorporadas las paracaidistas Delia Vargas Ramírez y Rosario Plaza. En los siguientes Hortensia Deutch, Martha Salazar, Rosario Arce y Ligia Grossberger. En el quinto vuelo intervino el sacerdote Miguel Angel Kippes. Las señoritas paracaidistas fueron incorporadas en esta ocasión a la Unidad Militar del CITE, en calidad de Sanitarias Voluntarias, recibiendo sus insignias y brevets. 

Poco después, el 5 de agosto de ese año, conmemorando el aniversario patrio, en El Alto de La Paz tuvo lugar la demostración de pericia ofrecida por   el CITE. Desde 9 aviones DC 3, de los TAM, a partir de horas 10:50 y durante 5 minutos, con intervalos de 5 segundos, se lanzaron desde 1.200 m. los 200 paracaidistas entrenados en Cochabamba, que fueron además seleccionados y habilitados para su actuación en La Paz, En el grupo femenino   tomaron parte Martha Salazar, de 18 años, Rosario Cabezas de 19, Nelly Ramírez y Hortencia Deutch de 17 y Ligia Grossberger de la misma edad,  todas nacidas en Cochabamba. En la misma fecha del año siguiente fue presentada la demostración masiva de 160 paracaidistas, bajo la dirección del Comandante del CITE, Cnl. Hugo   Emilio Veintemillas Bohen, desde 8 aviones del tipo C-47. La prueba se realizó desde una altura de 400 m. de altitud y se presentaron asimismo las   paracaidistas cochabambinas de la II Promoción "Coléricas". Fueron ellas Cía Alcázar, Teresa Veizaga Fernández, Elena Claros, Verónica Peláez,  Blanca Bolivar Quinteros, Adelaida Prada Echalar, Emilia Ríos, Esperanza Sosa, Norma Montoya, Elva Chavarria y Etelvina Balderrama Casanovas, que   antes de abandonar sus aviones lanzaron vítores y corearon lemas de su unidad. (ALAS DE BOLIVIA - Amalia Villa de la Tapia, TOMO 3).

¿QUIÉN PROPUSO LA EJECUCIÓN DE CHE GUEVARA?





Parecía un domingo cualquiera. Cada quien estaba en lo suyo. Unos, con la vista puesta en el estadio Hernando Siles, donde Bolívar recibía a Wilsterman; otros, pendientes de la actuación del actor español Jorge Mistral que se presentaba "en persona” en el Monje Campero. Unos y otros, completamente ajenos al drama que se tejía en el sudeste boliviano. El presidente René Barrientos Ortuño se enteró de la victoria celeste sobre su equipo por 2-0 en su Mercedes Benz, camino hacia la plaza Murillo, pero no le dio importancia a la noticia. Su mente estaba en otra parte, en el mensaje que había recibido después del mediodía desde el teatro de las operaciones contrainsurgentes: "¡Tenemos a papá!”. 

 

El reloj del Congreso marcaba las 18:00  del 8 de octubre de 1967 cuando la guardia del Batallón Colorados de Bolivia se cuadró en firme al verlo descender del auto presidencial para ingresar al Palacio Quemado.


El mandatario había convocado de urgencia al comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, general Alfredo Ovando Candia, y al Jefe de Estado Mayor General, general Juan José Torres González, para decidir la suerte de Ernesto Che Guevara, capturado vivo, aunque herido en la pantorrilla derecha, durante un "feroz combate” registrado esa mañana en la quebrada de El Churo. A esa hora, el rumor que circulaba en Vallegrande sobre el suceso no había llegado todavía a La Paz, donde estalló la noticia muy entrada la noche a través de un "flash” informativo del periodista José Luis Alcázar, enviado especial de Radio Fides y el diario católico Presencia.


La conversación de Barrientos  con sus inmediatos colaboradores militares se prolongó por más de dos horas. Poco se sabe de ella, debido a que no hubo testigos, pero sí se conoce su resultado: el prisionero fue acribillado a balazos al día siguiente en la escuelita de La Higuera, donde pasó la noche en vela esperando la sentencia.


¿Quién propuso la ejecución? ¿Quién estuvo a favor y quién en contra? ¿Hubo alguna votación? Si hubo empate, ¿quién lo dirimió? ¿Hubo consenso? ¿Intervino la embajada de Estados Unidos y cuál fue el papel de la CIA? Las preguntas nunca tuvieron respuesta de parte de los protagonistas de la reunión, quienes guardaron el secreto  toda su vida, aparentemente unidos por un pacto de silencio.  


La muerte prematura impidió a Barrientos Ortuño y Torres González escribir sus memorias y contar su versión, como hicieron otros altos jefes militares que combatieron a la guerrilla. El Presidente perdió la vida al precipitarse su helicóptero en la localidad de Arque el 27 de abril de 1969, en tanto que Jota Jotita Torres fue secuestrado y asesinado el 2 de junio de 1976 en Buenos Aires en el marco de la Operación Cóndor. Tampoco lo hizo Ovando Candia, fallecido el 24 de enero de 1982, quien solía decir a sus íntimos que no había llegado el momento de hablar sobre el tema.


Según uno de los edecanes de Barrientos Ortuño, el capitán Carlos Rodrigo Lea Plaza que ayudó a reconstruir el encuentro al historiador militar Luis Fernando Sánchez Guzmán (Hay una tumba en Vallegrande), la reserva en torno a la reunión era absoluta. El mandatario no dejó entrar a su despacho ni siquiera al mozo que se encargaba habitualmente de servir  café y  refrescos a los visitantes, servicio que quedó a cargo del propio Lea Plaza, lo que le permitió -según Sánchez Guzmán- "oír y observar todo lo que iba aconteciendo”.


En un ambiente de "indisimulada euforia” por la victoria militar que suponía el fin de la guerrilla, Ovando Candia inició la reunión con un informe "casi protocolar” sobre lo acontecido en la quebrada de El Churo, aunque el Presidente estaba al tanto del choque armado y sus resultados gracias a la información detallada que le había proporcionado minuto a minuto el comandante de la Octava División, coronel Joaquín Zenteno Anaya, desde el comando de operaciones, situado desde el 26 de septiembre en Vallegrande. 


Tras el informe, según el mismo testimonio, la conversación se hizo "desordenada”, debido a las "opiniones diversas”, incluso "discrepancias” sobre el tema, pero poco a poco se fueron "esbozando soluciones y basamentos lógicos” hasta alcanzar un "consenso”, traducido en dos decisiones: la primera, ejecutar al prisionero para evitar "juicios complicados”, como el que se desarrollaba esos días contra el francés Regis Debray en Camiri; la segunda, hacer desaparecer el cadáver, como hizo la dictadura militar argentina con los restos de Eva Perón en noviembre de 1955, porque el Ejército no quería "romerías a futuro”.


Según la reconstrucción de Sánchez Guzmán, miembro de la Academia Boliviana de Historia Militar, las "iniciativas” que surgieron durante la "charla-debate” partieron de Ovando Candia y Torres, "como si hubieran coordinado sus ponencias antes de la reunión”, aunque era Ovando Candia quien llevaba la "batuta”, en medio de las "entusiastas muestras de aprobación del extrovertido presidente”. En todo caso, según el autor, "no hubo reparos” a ninguna de las decisiones. Por el contrario, "existió unanimidad”, puesto que los tres eran "anticomunistas declarados y practicantes, con tan solo algunas variaciones en cuanto a la furibundez o grado de tolerancia para con los subversivos (que derivaría después en afinidad) en algunos de ellos”.  

                       

En  otro testimonio recogido por el mismo historiador, el entonces comandante del Grupo Aéreo Táctico, mayor Jaime Niño de Guzmán, reveló que Barrientos Ortuño le dijo en una conversación privada que la idea de ejecutar al Che no fue suya, sino que "se vio obligado a aceptar las ideas de Ovando y Torres”. Amigo personal del primer mandatario y camarada de arma, Niño de Guzmán fue el piloto que recogió el cadáver del Che de La Higuera para trasladarlo a Vallegrande minutos después de la ejecución. 


Pero, en todo caso, como sostiene el general Luis Reque Terán, comandante de la Cuarta División durante la guerrilla, en su libro La Campaña de Ñancahuazuú, "nadie, excepto los allí presentes, conocen los detalles de la forma en que fue adoptada la extrema decisión sobre el prisionero Che Guevara”. 


Al día siguiente hubo una nueva reunión, esta vez en el Cuartel General de Miraflores, para ejecutar las decisiones adoptadas  noche antes. Tampoco se conocen los detalles de esa nueva cita, a la que asistieron, además de Ovando y Torres, otros altos jefes militares, entre ellos el comandante del Ejército, general David Lafuente Soto, y su jefe de su Estado Mayor, general Marcos Vásquez Sempértegui. Obviamente, los asistentes fueron informados de las decisiones, pero aparentemente sin mayores precisiones. 


"Quizás lo más trascendental de la reunión fue comisionar al general Ovando para planificar y organizar -en el lugar- la preservación, exposición y proceso de desaparecimiento posterior del cadáver de Guevara”, escribió Sánchez Guzmán.


Detalles más, detalles menos, los biógrafos del Che, como Pierre Kalfón, Paco Ignacio Taibo II, Jorge Castañeda y John Lee Anderson; el periodista Carlos Soria Galvarro, quien mejor ha documentado la historia de la guerrilla; los historiadores militares, como Diego Martínez Estévez, además de Sánchez Guzmán, y los propios protagonistas de la campaña, coinciden en que la decisión de ejecutar al Che fue tomada por el Presidente y su Alto Mando.


El entonces jefe del servicio de Inteligencia de la Octava División, general Arnaldo Saucedo Parada, afirma que la orden vino del "mando supremo”; en tanto que el entonces capitán Mario Vargas Salinas, que dirigió la exitosa emboscada de Vado del Yeso, sostiene en El Che, mito y realidad que se lo fusiló "por orden superior”. 


Dadas las circunstancias y la fama mundial del personaje, la "orden superior” no podía ser otra que la del Presidente y del alto mando. Ningún comandante divisionario se hubiese atrevido a tomar una decisión de esa naturaleza por su cuenta y riesgo.


En todo caso, nadie pone en duda la trascendencia de la reunión del atardecer del domingo 8 de octubre en el Palacio de Gobierno. El coronel Diego Martínez Estévez, que como miembro de la Academia Boliviana de Historia Militar tuvo acceso al archivo del Ejército sobre la campaña guerrillera, al igual que el general Sánchez Guzmán -una documentación todavía vedada a los historiadores civiles-, relata que Barrientos  se reunió con Ovando  y Torres  "a objeto de analizar y decidir juntos, el destino que se le daría a Che Guevara”, y que al término de la deliberación, "la suerte del Comandante Ernesto Guevara estaba sellada” (La campaña militar contra la guerrilla del Che Guevara).  


La opinión pública se desayunó con la noticia el lunes 9, aunque la información estaba formulada en términos condicionales, sin ninguna confirmación oficial. "Sangriento choque se produjo entre Ejército y guerrilleros. El Che Guevara habría caído”, publicó el diario católico Presencia en  recuadro de primera plana. Citando "informes confidenciales” de "altas fuentes”, el periódico afirmaba que el Che "ha muerto… o está herido”. El Diario, por su parte, tituló a toda página: "Feroz combate se libró ayer con varios muertos y heridos”. En el antetítulo, anunció: "Habría caído el Che Guevara”, pero, curiosamente, no hizo  mención al hecho en el texto. 


El silencio de las autoridades militares, primero, y sus contradicciones, después, dieron pábulo a las dudas sobre las circunstancias que rodearon a la caída y muerte del jefe guerrillero. Al día siguiente de la ejecución, Zenteno Anaya declaró en conferencia de prensa que el Che cayó "mortalmente herido” en El Churo y que falleció "mientras era trasladado a La Higuera”. Cinco días después, en un comunicado, las Fuerzas Armadas dijeron que el Che "cayó gravemente herido”, pero "en uso pleno de sus facultades”, y que "falleció a consecuencia de sus heridas”. El parte oficial pretendía tapar el extendido rumor sobre el asesinato a sangre fría del comandante rebelde, recogido entre tanto por algunos columnistas como Alberto Bailey Gutiérrez (Políticus) en Presencia.


La decisión dramática adoptada esa tarde dominical de la primavera paceña por los altos mandos militares es uno de los grandes secretos que guarda el despacho presidencial del Palacio Quemado en su siglo y medio de historia. Cincuenta años después, las circunstancias que rodearon a la ejecución del mítico guerrillero argentino-cubano continúan agitando pasiones y avivando polémicas.


Por: Juan Carlos Salazar / Página Siete, 8 de octubre de 2017.


ASIGNACIÓN DE MÉRITOS POR LOS RESULTADOS LOGRADOS EN EL COMBATE DE EL CHURO, EL 8 DE OCTUBRE DE 1967



(Por Diego Martínez Estévez)


En el imaginario colectivo incluso mundial, se tiene la idea que el Che Guevara fue capturado por el capitán Gary Prado Salmón.


Analicemos este caso específico:


Ese día domingo, 8 de octubre de 1967 y desde las 9 de la mañana, el capitán Prado tomó el mando de tres pelotones con los que parcialmente cercó a 17 guerrilleros que se encontraban en la quebrada de El Churo y fuera de ella. Uno de esos pelotones pertenecía a su Compañía (la “B”); el tercero y cuarto eran orgánicos de la “A”, cuyo comandante era el capitán Celso Torrelio Villa, quien, con un pelotón se encontraba en Pucara situado al norte de El Churo, precisamente a donde el Che tenía planeado continuar su periplo para dejar en ese poblado a Morogoro (que su enfermedad reumática lo había dejado prácticamente casi sin poder caminar) y con el resto de su efectivo, dirigirse al Chapare para retomar su lucha en esa región tropical.


En estas circunstancias, antes de la salida del crepúsculo náutico matutino, los comandantes de los dos pelotones (subtenientes Pérez y Huerta), que vivaqueaban en el poblado de La Higuera, recibieron la información del Corregidor, brindada a su vez por el campesino Pedro Peña, quien, cuando había bajado a la quebrada de El Churo en busca de una res, vio a 17 guerrilleros durmiendo. En el acto, estos dos pelotones, no pudiendo tomar contacto radio con su propio comandante de compañía – el capitán Celso Torrelio - debido al limitado alcance de su radio, lograron comunicarse con el Comandante de la Compañía “B” – el capitán Gary Prado – cuyos tres pelotones vivaqueaban en El Abra del Picacho y El Quiñal, respectivamente.


El capitán que se encontraba en El Picacho, conduciendo su tercer pelotón tardó aproximadamente tres horas para hacerse presente en las alturas de EL Churo, esto fue, desde las 06:00 am., hasta las 09:00 am. Para entonces, los dos pelotones del capitán Celso Torrelio, ya se encontraban dislocados en la altura del lado sur de la quebrada de El Churo. El lado norte no fue cubierto por la falta de efectivos.


En el lugar del combate existen dos quebradas paralelas: la del Churo y La Tusca. Ambas confluyen o desembocan en la quebrada de San Antonio.


La idea de maniobra del capitán Prado fue la de realizar con dos pelotones, un rastrillaje simultáneo por ambas quebradas, desde sus partes más altas


En lo que nos interesa, el Tercer Pelotón al mando del sargento Bernardino Huanca, rastrilló por La Tusca y llegó hasta la confluencia sin encontrar resistencia. Ante esto, recibió una nueva orden: la de rastrillar El Churo, desde su confluencia, hacia arriba o noreste.


Horas antes, muy de madrugada, el Che, al deducir que se encontraba rodeado, dislocó a sus hombres en tres grupos: en la parte más elevada de la quebrada del Churo con dos hombres; un segundo grupo de once a su mando; un tercero conformado por cuatro, ocupó posiciones fuera de la confluencia de las anteriormente nombradas quebradas. Estos últimos cuatro no participaron del combate; muy temprano, huyeron en dirección a río Grande.


Dando cumplimiento a esta segunda orden radial, a la una de la tarde, Huanca inició su rastrillaje y en media hora de combate liquidó el asunto, hasta se enfrentó con un guerrillero a tres metros de distancia; con su carabina M - 2 le acertó un tiro entre ceja y ceja; enseguida lanzó dos granadas de mano por detrás de una gran piedra y mató a uno e hirió a otro. Al mismo tiempo, por los flancos de la quebrada, sus soldados avanzaban disparando; uno de ellos con su ametralladora Brownning y sobre la marcha le hirió al Che en su pantorrilla derecha e inutilizó su carabina.


Eran aproximadamente las dos y treinta de la tarde. El Che, apoyándose en Willy trata de huir de la quebrada ascendiendo hacia la falda este. En esa dirección y en la parte más alta, se encontraban cuatro soldados,  brindando seguridad a las piezas de morteros que prestaba su apoyo de fuegos.


Los dos guerrilleros, probablemente aguardando que oscureciese, permanecían tendidos boca arriba y en esas circunstancias fueron descubiertos por esos soldados de morteros. Dos de ellos - el dragoneante Alfredo Romero y soldado Tomas Choque - corrieron hasta situarse en un flanco del Che y Willy y de este punto emprendieron veloz carrera los 20 metros que los separaba de ambos guerrilleros. Romero, de un puntapié derribó la humanidad de Willy sobre el Che, tomándolos prisioneros.


El Che, muy sorprendido, les dijo: "No es con ustedes la lucha, es contra sus oficiales".


Según el dragoneante, al momento de su captura, el Che no habría dicho: "Alto no me maten; valgo para ustedes más vivo que muerto".


Ell dragoneante permaneció conversando con su prisionero por casi una hora y luego se desplazó unos 80 metros hasta el puesto comando del capitán Prado que se encontraba en las faldas de la quebrada adyacente (La Tusca) y le dio parte de la captura y lo condujo hasta el lugar del hecho.


A las seis de la tarde ocurrió algo asombroso, probablemente pocas veces sucedido en otras guerras. El capitán Prado retiró a sus hombres de la quebrada, aduciendo que anochecía y corrían el peligro de dispararse entre ellos. Podía el oficial reforzar su dispositivo con un pelotón suyo, con dos de la compañía “A” que operaban en Pucara, incluso con unidades de la 4ta. División que solicitaron tomar parte en ese combate, al que Prado respondió que ya no era necesario porque la situación la tenía controlada.


El error táctico de Prado al disponer el repliegue de todas sus unidades facilitó la huida de seis guerrilleros que permanecían en la quebrada. Posteriormente – el 13 de octubre - este frupo le ocasionó  precisamente a la compañía de Prado, tres bajas más.


Con estos datos, dejo al lector repartir los méritos a los principales actuantes del combate de este día, que fue el más importante en los ocho meses de lucha guerrillera y contra guerrillera.


¿Quiénes de los siguientes merecen mayor o menor mención?


- ¿El Capitán Gary Prado Salmón que concibió la idea de maniobra y condujo la operación? Pasada esta guerra de guerrillas, el Honorable Congreso Nacional lo declaró “Héroe Nacional”.


- ¿El Sargento Bernardino Huanca que avanzó solo por la quebrada y con sus hombres desplegados en los flancos, en media hora derrotó al grueso de los guerrilleros, obligando al Che a tratar de huir del área?. Pasado el combate, el capitán Prado le prometió a Huanca solicitar su ascenso al grado inmediato superior y nunca se materializó.


- ¿Los cuatro soldados que capturaron al Che y Willy? Ellos eran Alfredo Romero, Tomas Choque, Carlos Balboa y Ángel Aliaga


Finalmente y como Jesús sentenciara:


“PAGAD PUES A CESAR LO QUE ES DE CESAR Y A DIOS, LO QUE ES DE DIOS”.


(Otras informaciones sobre la campaña militar contra la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, las podrán leer en los siguientes enlaces:


https://www.facebook.com/contraguerrillasche/

https://martinezestevez.wordpress.com

EL ANTEPENÚLTIMO Y MÁS IMPORTANTE COMBATE LIBRADO CONTRA LA GUERRILLA DEL CHE GUEVARA


El Pelotón del Sargento Bernardino Huanca, conformado por soldados de más baja estatura de la Compañía "B·("Pumas"), del Ranger - 2, en media hora infringió una grave derrota a la guerrilla todavía sobreviviente.


Después de rastrillar la quebrada La Tusca, Hrs. 13:00 ingresó a la de El Churo; Huanca por el centro y su pelotón dislocado por los flancos de la quebrada. El sargento, al divisar la cabeza de un guerrillero por encima de una gran piedra, no teniendo dónde cubrirse, corrió hacia la roca y casi al instante, el cubano "Antonio" apareció por un costado de la misma piedra y no tuvo tiempo para dispararle a Huanca, quien, con rapidez lo mató de un tiro en su frente. En ese mismo instante, el tirador de la ametralladora Browning, Julio Paco Huachani que avanzaba disparando, cayó herido; la misma suerte corrieron los soldados Miguel Taboada, Valentín Choque; el soldado Sabino Cossío al correr a cubrirse, fue muerto con ocho tiros.


Huanca, ciego de ira, al ver a sus soldados caer, lanza dos granadas de mano y da muerte a Arturo. 


Simultáneamente, desde las alturas de El Churo, los fuegos de ametralladoras, morteros y lanzacohetes barrían con sus fuegos el curso y flancos de la quebrada. 


Este día - 8 de octubre - fueron capturados vivos: el Che, Willy y Aniceto (herido). Hasta el día siguiente, Pacho y Aniceto permanecieron heridos en la quebrada. El mismo 8 de octubre fueron evacuados por el pelotón de Huanca, los cadáveres de Antonio y Arturo. El día 9 y a tempranas horas, la Escuadra al mando del Dragoneante Alfredo Romero (el mismo que con otro camarada suyo capturaron al Che y Willy), rastrillaron El Churo desde la parte más baja y evacuaron los cadáveres de Chino y Pacho.  El boliviano Aniceto Reynaga que permanecía herido por un tiro que le alcanzó su rostro, fue evacuado hasta la Casa del Telegrafista en La Higuera donde fue pasado por las armas.


El resto de los diez, divididos en dos grupos de seis y cuatro respectivamente, la noche del 8 de octubre huyeron de la quebrada. Los primeros seis, aprovechando que el Comandante de la Compañía "B" había retirado sus tropas para pernoctar en el pueblito de La Higuera, cometiendo de este modo el capitán Gary Prado un craso error de conducción. Para dicho repliegue justificó que como ya oscurecía, temía que sus soldados se disparasen entre sí. 


(Por Diego Martínez Estévez)

FALLECIÓ EL NOTABLE INTELECTUAL, DOCTOR GASTÓN CORNEJO BASCOPÉ.


 


Autor de los libros que se observan en la imagen. La primera es el testimonio de su padre, Alberto Cornejo Solíz, obra que en gran medida coadyuba a contextualizarnos en tantos hechos acaecidos a lo largo de la Guerra del Chaco donde le cupo desempeñar diversas funciones, desde soldados raso, a oficial, ascendido por méritos de guerra. Posteriormente se graduó como abogado y fue uno de los fundadores del Partido de Izquierda Revolucionario.


En la última conversación telefónica que sostuvimos - tres meses atrás -  le solicitamos nos prestara el libro que sobre la Sanidad en la Guerra del Chaco escribió el que fuera Director de Sanidad General en esa guerra, el doctor Aurelio Melean. En esa oportunidad nos comentó que había logrado vencer al cáncer y los últimos días de su existencia los venía dedicando a escribir temas sobre nuevas revelaciones históricas, entre ellas citó el caso de una carta del Mariscal Sucre dirigido al general Francisco Burdett O’ Connor, que alguien le remitió desde Buenos Aires. En la misiva se lee que el mariscal se queja del mal trato que recibió en Bolivia.


Una breve biografía del Médico cirujano Gastón Cornejo Bascopé, es la siguiente.


Cursó estudios en la Universidad del Estado en Santiago de Chile y Ginebra, Universidad de Suiza. Magister en Educación Superior, catedrático de la Facultad de Medicina de la UMSS y la Escuela de Altos Estudios Nacionales de Cochabamba. Fundador de la Sociedad de Historia de la Medicina y varias sociedades científicas. Presidente de la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba. Presidente de la Unión Nacional de Poetas y Escritores de Cochabamba, Senador de la República y escritor de muchos artículos.


A tan destacado cochabambino se debe la existencia del "Museo de Medicina", situado en la esquina de la Avenida Oquendo y Venezuela (Cochabamba). Forma parte de la estructura del Hospital Viedma; durante la Guerra del Chaco, atendió a cantidades indefinidas de heridos, evacuados por vía aérea.


Con el fallecimiento del doctor Gastón Cornejo Bascopé, Cochabamba pierde a uno de sus patricios.


En este enlace se puede leer uno de sus artículos:


https://historias-bolivia.blogspot.com/

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