Luis Galarza, defendiendo la camiseta de la "Verde". (Créditos: Julio Mamani Ticona) |
Luis Galarza es un exfutbolista y entrenador paraguayo nacionalizado boliviano. Jugo como portero. Debutó profesionalmente en el club The Strongest. Fue seleccionado boliviano, donde jugó 14 partidos. También fue director técnico de varios clubes en Bolivia. Hoy reunimos algunos artículos publicados sobre la leyenda de Galarza.
UNA HISTORIA PARA LA HISTORIA
Por: Jorge Barraza / El Comercio de Perú, 22 de marzo de
2020.
No es la canchita de la esquina, jugar a tal nivel con esas
edades es altamente meritorio, casi un milagro; habla de jerarquía, voluntad,
disciplina, profesionalidad. Pero, en verdad, Faryd no perdió ningún récord,
nunca lo tuvo. Y Butrón tampoco lo ganó. El arquero -y el futbolista en
general- más veterano en más de seis décadas de Copa es Luis Esteban Galarza,
quien el 17 de abril de 1995 se retiró de la Libertadores actuando para Jorge
Wilstermann con 44 años y 81 días. Fue una injusta despedida para el mejor
golero de la historia del fútbol boliviano: esa noche limeña, Sporting Cristal
les ganó 7 a 0. Lucho no merecía esos siete cachetazos como adiós, no condicen
con su grandeza. Cristal tenía al ‘Chorri’ Palacios (3 goles), Solano, Jorge
Soto, Julinho, Maestri. Mucho Cristal.
Pero la noticia sirvió para exhumar una bella novela humana
y deportiva, la de una dinastía como no se ha dado en un siglo y medio en este
deporte. Lucho Galarza o ‘El Mono’, como le decían sus compañeros, es el
personaje central de esta increíble saga que comenzó en 1950, cuando Ramón
Mayeregger, el hermano mayor de una fecunda familia futbolera, debutó bajo los
tres palos de Nacional de Asunción, el club de Arsenio Erico. El joven
Mayeregger destacó rápidamente por sus voladas espectaculares y fue titular de
la selección paraguaya en el Mundial de Suecia 1958. Luego sería transferido al
Emelec, donde alcanzó la idolatría. “El Candado Mayeregger”, lo llamaron,
porque cerraba el arco.
Ramón fue el inspirador de sus dos hermanos menores por vía
materna, Arturo y Luis Galarza Mayeregger, quienes de pequeños se volcaron al
oficio de atajar, y entraron también en el club Nacional. Arturo llegó a
Primera División y en 1969 emigró a Bolivia, contratado por el Bolívar de La
Paz. En esas estaba cuando el 26 de setiembre se produjo el trágico accidente
aéreo en el que pereció todo el equipo del The Strongest, el más popular del
país por entonces. Caló tan hondo en el sentimiento que prácticamente toda
Bolivia ayudó en la reconstrucción del Tigre Paceño. Fue cuando Arturo se cruzó
con un directivo atigrado y le comentó:
-Tengo un hermano menor que ataja en Asunción, es muy bueno.
-Dígale que se venga–, fue la respuesta instantánea. Lucho
ni siquiera había debutado en Paraguay, tenía 18 años. Cuando lo vieron en La
Paz, los dirigentes dudaron: “¿Podrá jugar…? Es un chico”. Pero el técnico
Freddy Valda lo puso a prueba y enseguida lo recomendó a los directivos: “Si lo
trabajan bien, tienen arquero para quince años”. Se quedó dieciocho. Arrancó en
1970 y no paró hasta fines del 87. Se convirtió en un histórico del club por
fidelidad y por sus notables condiciones. “Tenía una personalidad increíble y
nos transmitía su garra y confianza a los compañeros”, dice Luis Liendo,
volante que compartió añares con él.
Pero al llegar a La Paz, en noviembre de 1969, vivió un
suceso tragicómico: arregló contrato y le ordenaron ir a entrenar; fue, pero
eran tres jugadores nomás, los otros habían caído en la montaña, con el avión.
“Estaban los dos que no habían viajado junto con el equipo: Rolando Vargas,
porque pidió permiso para trabajar, y Luis Gini, que estaba lesionado. No se
podía hacer fútbol, nos juntábamos los tres, dábamos unas vueltas a la cancha,
unos ejercicios y nos íbamos a casa”, cuenta Luis.
Durante diez años se dio un suceso extraño: Arturo y Luis
fueron los dueños del arco de Bolívar y The Strongest, el gran duelo del país,
como si dos hermanos se enfrentaran en un Boca-River o en un Alianza-‘U’. Y
eran los capitanes.}
–Con Arturo estábamos todo el día juntos, y cuando llegaba
el clásico, no hablábamos de fútbol para eludir el tema. Ambos éramos los
capitanes, así que, aunque habíamos compartido hasta un rato antes, nos
saludábamos en el medio del campo–, evoca Lucho. Se miraban seriamente e
intercambiaban banderines que luego iban a parar a la misma pieza. –Los dos
queríamos ganar y lo único que nos decíamos era “Vos tapá todo lo que puedas,
yo haré lo mismo, y ojalá empatemos”. Después tomábamos mate, cenábamos juntos
y comentábamos el cotejo hasta las dos de la madrugada, fumando un cigarrillo…
Se nacionalizaron y defendieron a la selección boliviana,
sobre todo Lucho, quien enfrentó varias veces a Paraguay por Eliminatorias y
por Copa América. Fueron pasando los años y los clásicos. Ambos se casaron y
tuvieron hijos varones. ¿Qué fueron ellos…? Arqueros también, como casi todos
los Galarza Mayeregger. Una vasta simiente futbolera: Arturo es papá de Carlos
Rolando, hoy con 35 años, quien disputó la Libertadores para Real Potosí en el
2002. A su vez, Luis es padre de dos guardametas: Sergio Daniel Galarza (35),
quien también llegó a la selección boliviana y actuó en el máximo torneo
continental de clubes para Oriente Petrolero y Jorge Wilstermann (6); y Luis
Eduardo Galarza, con larga trayectoria en Wilstermann, Strongest, etc.
Seis arqueros profesionales en una misma familia, varios con
brillantes trayectorias, cinco protagonizaron la Copa, tres fueron
internacionales por Bolivia y uno por Bolivia y Paraguay. Y mil anécdotas
adornando la historia, como la que relata Sergio Daniel…
–Hacía un mes que había cumplido mis 18 años y jugaba en
Metalsan, cuando me avisan que iba a debutar en Primera. Era un miércoles por
la noche y enfrentábamos a Wilstermann, donde actuaba mi padre, Luis. En ese
tiempo, 1993, muchos clubes no concentraban previo a los partidos, así que ese
día estuvimos juntos en casa con papá; a la tarde salimos con el auto, cada
cual pensando en lo suyo. Llegamos al estadio, él se fue al vestuario de
Wilstermann y yo al de Metalsan. En la Liga coincidimos unos tres años. En todo
ese tiempo creo que nos enfrentamos tres o cuatro veces y nunca pude ganarle un
partido.
Antes de emigrar a Bolivia, Arturo Galarza fue una docena de
veces internacional con la selección paraguaya y el 31 de marzo de 1965, en un
cotejo amistoso en Guayaquil, enfrentó a su hermano Ramón Mayeregger, que
militaba en Emelec. El club de Capwell venció 2-1 a Paraguay. Otro hermano de
madre, Hipólito Recalde Mayeregger, el tío Polí, como lo llama la familia, fue
un gran volante derecho de Olimpia que marcó el gol franjeado a Peñarol en la
primera final de la Libertadores en 1960. La señora Mayeregger había tenido
tres hijos de soltera y cinco de casada con el señor Galarza.
De los siete miembros de la dinastía Mayeregger Galarza, dos
ya han fallecido, Ramón y Arturo. Los otros siguen en distintas funciones en el
fútbol. Falta un capítulo más: los nietos. Y ya están golpeando la puerta del
fútbol: Lucas Galarza, nieto de Arturo, llegó a la Primera de San Lorenzo, en
Asunción. ¡¡¡Y es arquero…!!! Su hermanito Matías fue el 10 de Paraguay en el
último Sudamericano Sub-17. Por su parte, en Santa Cruz de la Sierra asoman
otros dos, Sergio y Esteban, nietos de Lucho, aunque son chicos de momento.
LUÍS GALARZA: ‘EL PATRIARCA’
El Diario Deportes, 4 de febrero de 2023
*Este reportaje fue realizado de la recopilación de una
entrevista exclusiva con Luis Esteban Galarza para EL DIARIO (2023) y
complementada con datos de entrevistas televisivas del año 2020.
LUIS GALARZA: ‘SOY UN FANÁTICO DEL TIGRE PORQUE ME HICE
AQUÍ’
Llegó al Tigre en 1969, tras la tragedia de Viloco (26 de
septiembre), y permaneció hasta 1986. Después siguió su carrera en Always
Ready, Wilstermann, Bolívar, Independiente Petrolero de Sucre y Blooming.
También jugó en la selección nacional.
Por: Marcos Bonilla, La Razón, 19 de junio de 2019.
Luis Esteban Galarza es uno de los ídolos de todos los
tiempos de The Strongest. Fue campeón como jugador y también como entrenador.
Llegó al Tigre en 1969, tras la tragedia de Viloco (26 de
septiembre), y permaneció hasta 1986. Después siguió su carrera en Always
Ready, Wilstermann, Bolívar, Independiente Petrolero de Sucre y Blooming.
También jugó en la selección nacional.
Dirigió a varios clubes, entre ellos The Strongest, Bolívar
y Real Potosí, donde permaneció por muchos años.
El jueves volvió a La Paz después de mucho tiempo, se alojó
en el Complejo y quedó impresionado por cómo cambió la ciudad y también el
predio del Tigre en Achumani.
— Eres una leyenda viva del club, ¿lo tomas así?
— No sé, lo que sé es que soy fanático del Tigre porque me
hice aquí, vine muy joven, cuando tenía 18 años. Recuerdo que Freddy Valda era
el técnico y le dijo a don Rafo (Mendoza, el presidente más grande de la
historia del club), que me tenían que trabajar, me tenían que enseñar y
después, durante 15 años The Strongest no iba a necesitar arquero. Me quedé 17
años, jugué mucho tiempo, fui campeón como jugador y entrenador. El Tigre me
dio todo.
— El año pasado se cumplieron 40 años del primer título de
la Liga y no estuviste, ¿por qué?
— Me mandaron los pasajes, pero se me hizo muy difícil venir
porque estaba en Sucre. Supe que vino (Jorge) Lattini, estaba Juan Peña, Mario
Algarañaz, Mario Concha, Víctor Montoya, estaba la mayoría, lo sentí mucho,
porque tengo infinidad de recuerdos lindos.
— ¿Cuántos títulos tienes con el Tigre?
— Cuando se jugaban los torneos de la AFLP fueron varios. En
la Liga como jugador fui campeón en 1977 y en 1986. Como técnico, el título en
el segundo torneo de 2004.
— ¿Y esta vuelta a La Paz?
— Hace dos años estuve de pasada, vine para la inauguración
de la iluminación, pero me fui de inmediato.
— Ahora que te quedas unos días, ¿cómo has encontrado todo
aquí?
— Totalmente cambiada, me encontré con una ciudad moderna,
me fui al teleférico, me gustaron los puentes Trillizos, después bajé por
Obrajes, Achumani, todo está muy lindo, además encontré al Complejo muy
cambiado, la concentración está muy linda. Cuando llegué (1969) e incluso hasta
unos años después todo era tierra, era ripio. Veníamos en micro a entrenar y
para pasar el río ponían árboles, troncos, como puente. Por muchos meses no
practicamos porque la mitad de la cancha se la comía el río.
— ¿Ustedes vieron cómo se empezó a hacer, a levantar el
Complejo?
— Algo ya había, porque se empezó a hacer en los 70, creo, y
vimos cómo avanzaba. Estuve en la inauguración del estadio en 1986. Recuerdo
que antes don Rafo venía y me decía: ‘allá vamos a poner la cancha, aquí va a
ser la cancha de básquetbol, aquí la de fulbito’ y, la verdad, yo me reía. Me
decía ‘cómprate un terreno’, había terrenos baratos. El único que compró creo
que fue Lucho Iriondo, después nadie porque salía agua por todo lado. Y mira
ahora cómo está, hay que tener ojo para esto.
— ¿Ustedes hubieran querido tener una concentración como la
de ahora?
— La he estado recorriendo, tiene sala de estar, un comedor,
gimnasio, tiene todo. Si nosotros hubiéramos contado con este predio, todos los
años salíamos campeones. Aquí no falta nada, a nosotros nos faltaban
muchas cosas.
— ¿Qué opinas de que Pablo Escobar es ahora el técnico del
equipo?
— Yo le deseo lo mejor a Pablo, es muy buen chico, ha sido
muy buen jugador y como técnico ojalá que gane todo en The Strongest. La
dirigencia que venga tiene que respaldar a Pablo, por lo menos hasta diciembre.
No es bueno cortar los procesos; aunque la dirigencia aquí es así: pierdes dos
partidos y tienes que irte. Cuando Real Potosí era Real Potosí y estaba Samuel
Blanco hicimos un buen trabajo porque nos respaldaron durante ocho años.
— ¿Qué opinas de la selección nacional?
— Hay que dejar que Eduardo Villegas haga su trabajo, es un
técnico ganador. La Copa América es importante, pero también hay que
pensar en las eliminatorias.
— ¿Y del cambio generacional que realiza Villegas?
— Está muy bien, nuestro fútbol necesita un recambio de
jugadores, nuevos aires.
— ¿Cómo ves a los arqueros de la selección?
— Ahora hay muy buenos arqueros, de los que están en la
selección todos tienen muy buenas condiciones, pero antes era igual. Carlos
Lampe, por ejemplo, tiene buena estatura, un mano a mano importante porque sale
a achicar y cubre todo, también se acomoda bien bajo los tres palos, pero tiene
problemas en las salidas.
— A propósito de arqueros, los Galarza fueron una dinastía…
— No podíamos jugar con los pies porque éramos muy malos (se
ríe). Mi hermano Arturo, quien ya falleció, y su hijo Rolando fueron arqueros.
Mis hijos Sergio y Luis me siguieron los pasos, pero no Marcelo, él es
arquitecto.
Perfil
Nombre: Luis Galarza Mayereger.
Nacimiento: Asunción 26 de diciembre de 1950.
Naturalizado boliviano desde 1973.
Hijos: Sergio, Marcelo y Luis
Trayectoria: The Strongest, Always Ready, San José,
Wilstermann, Bolívar, Independiente Petrolero de Sucre y Blooming (como
jugador); Destroyers, Bolívar, Wilstermann, The Strongest, Blooming y San José.
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