Este artículo fue publicado originalmente en el diario
digital Urgentebo, el 1 de mayo de 2016. /
https://www.urgentebo.com/noticia/cita-con-el-rey-narco
Viernes 1 julio de 1983. Julio Rojas Pérez llega a las 16.30
a radio Panamericana, ubicada en la calle Potosí. Se topa con dos desconocidos
de lentes oscuros que lo esperaban. El periodista es consultado si era el que
buscaban. Él da una respuesta afirmativa. Luego, los tres se dirigen a un
vehículo negro y parten hacia el aeropuerto de El Alto.
La época de la dictadura militar había culminado un año
antes tras el colapso del gobierno de facto de Luis García Meza. En el 83, el
país era gobernado por Hernán Siles Zuazo en un sistema democrático.
El periodista no tuvo tiempo para sacar pilas, casetes o
avisar a sus compañeros de trabajo que iba a entrevistar a uno de los hombres
más buscados por inteligencia de la Policía, la Interpol y la DEA: Roberto
Suárez, “El Rey de la Cocaína”.
Al llegar al aeropuerto, los dos sujetos bajaron del
vehículo y llevaron a Rojas a un avión de carga de carne. En el interior de la
areronave, coincidió con tres colegas periodistas: Guido Pizarroso del
periódico HOY, Jorge Saracho de radio Nueva América y Enrique Crespo del
periódico El Diario.
Los cuatro periodistas se acomodaron en asientos al lado de
turriles y carga. Así comenzó el vuelo rumbo al encuentro con Suárez, también
conocido como “Robín Hood”, porque financiaba algunas obras sociales en las
áreas rurales. Era uno de los mayores narcotraficantes que proveía de drogas al
mundo y era buscado por los organismos de seguridad de EEUU.
Ya son las 19.30. Los periodistas arribaron a una estancia
en la amazonia de Bolivia. No sabían dónde estaban y la tripulación anunció el
cambio de estrategia para abordar dos avionetas. “Dos fuimos en una y yo con el
periodista de El Diario, en otra”, explica Julio Rojas al periódico
digital Urgentebo.
El plan del cambio de aviones se activó para resguardar la
seguridad de los cuatro comunicadores y evitar que el servicio de inteligencia
del Estado y EEUU los siguiera.
Los periodistas lograron la entrevista mediante un
“contacto” que hasta ahora es desconocido y que los llamó. El periodista de
Panamericana recibió al menos tres llamadas en junio. A su colega del periódico
HOY, lo llamaron el jueves 31de mayo para coordinar el viaje.
EL ENCUENTRO
Las 06.30 del sábado 2 de julio. Se hizo un nuevo viaje con
las dos avionetas y luego de 20 minutos de vuelo se arribó a una estancia desconocida.
Según la nota “Grupos de entrenados por expertos libios
protegen a Roberto Suarez”, publicada el 3 de julio y escrita por Guido
Pizarroso, las aeronaves atravesaron Santa Ana, San Borja y Espíritu Santo y
llegaron a un lugar desconocido donde fue el encuentro.
A las 08.45, el Rey de la Cocaína recibió a los cuatro
periodistas con una pistola bañada en oro de marca BRWNING al cinto. Vestía
camisa y pantalón de color plomo y estaba escoltado por dos guardaespaldas
armados con ametralladoras.
Alto de estatura, físico bien tratado, con voz fuerte y
segura se presentó: “Señores: yo soy Roberto Suárez, no soy un anciano como
dice la DEA”.
Antes de comenzar la entrevista, el narco pidió un
cuestionario y les consultó los temas a hablar. La entrevista culminó a las
15.00, aproximadamente.
LA CONFESIÓN
Varias fueron las consultas de los periodistas, una de
ellas, por ejemplo, referida al envío de droga a EEUU. Suárez calificó esas
acusaciones como falsas y que era parte de las presiones de la DEA contra el gobierno
de Siles Suazo.
Relató que el Estado consiguió esa versión “torturando a los
traficantes” para que lo inculpen. “Así lograron cinco juicios”, dijo al
iniciar la entrevista.
Acusó a Mario Roncal, Ministro del Interior de aquel
entonces, “de sentenciarlo con la cárcel”. Dijo que no le encontraron un gramo
de cocaína encima o con las manos en la masa. “Lo que hay son declaraciones
sacadas a palos o con otro tipo de torturas”. Negó que incitara al pueblo de
Santa de Yacuma, Beni, de protegerlo como lo había aludido la autoridad
gubernamental.
Condicionó su entrega al gobierno del expresidente
norteamericano, Ronald Reagan, si es que ese país se hacía cargo de la deuda
externa de Bolivia. En 1982, la economía boliviana estaba en crisis. Por
ejemplo, la deuda era de aproximadamente $us 2.803 millones ante un Productor
Interno Bruto
(PIB) de $us 1.800 millones.
LA DESPEDIDA
Agradecido por la entrevista, “El Rey de la Cocaína” invitó
a los periodistas a pasar la noche y uno de ellos se opuso porque debía publicar
la entrevista el domingo 3 de abril y su página de apertura estaba ya diseñada.
Suárez volvió a agradecerles y pidió esperar una media hora
ya que enviaría una avioneta a traer “algo”. Luego, los reporteros partieron
“con la misión de informar”.
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