EL CHACO NO TIENE DUEÑO


 

La Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay podría haberse evitado. A través de los años, los acercamientos diplomáticos para determinar la pertenencia del Chaco Boreal a uno u otro país fracasaron por una serie de problemáticas, algunas de corte mayor y en otras ocasiones, simplemente por intereses partidarios o económicos.

Los títulos siempre existieron de ambos lados. Sin embargo, el desentendimiento de las partes y la falta de un correcto análisis sobre la base jurídica de los títulos (ahora posible desde una visión contemporánea), sumado a los elementos antes mencionados, evitaron que las negociaciones llevadas a cabo entre 1879 y 1927 terminaran con la ratificación de los tratados y protocolos que se intentaron implementar hasta el inevitable estallido bélico.
Transmisión en vivo el día de hoy Martes, 7 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live! Transmisión por el grupo de Facebook "Aprendiendo de la Guerra del Chaco" y las páginas: Historias de Bolivia, Historias de Oruro, Historia de Oruro, La ruta de la medianoche.

La Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay podría haberse evitado. A través de los años, los acercamientos diplomáticos para determinar la pertenencia del Chaco Boreal a uno u otro país fracasaron por una serie de problemáticas, algunas de corte mayor y en otras ocasiones, simplemente por intereses partidarios o económicos. Los títulos siempre existieron de ambos lados. Sin embargo, el desentendimiento de las partes y la falta de un correcto análisis sobre la base jurídica de los títulos (ahora posible desde una visión contemporánea), sumado a los elementos antes mencionados, evitaron que las negociaciones llevadas a cabo entre 1879 y 1927 terminaran con la ratificación de los tratados y protocolos que se intentaron implementar hasta el inevitable estallido bélico. Transmisión en vivo el día de hoy Martes, 7 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live! Transmisión por el grupo de Facebook "Aprendiendo de la Guerra del Chaco" y las páginas: Historias de Bolivia, Historias de Oruro, Historia de Oruro, La ruta de la medianoche. #quedateencasa

Publicada por Historias de Bolivia en Martes, 7 de abril de 2020

ILDEFONSO ESCOLÁSTICO DE LAS MUÑECAS , EL JOSÉ MARÍA MORELOS DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y BOLIVIANA

 


Por: Abel Cornejo.

Si alguien se preguntara por el título, debería aclararse primero que no se trata de de una novela, sino el nombre de un patriota cabal, cuya memoria se fue perdiendo en la niebla del tiempo y que es un acto de justicia impostergable recuperarla y honrarla. O como dijera Borges, el olvido es toda la memoria que nos queda. Acaso porque ofrendó su vida por la Patria Hubo un tiempo, donde hombres y mujeres se creyeron capaces de construir una nueva y gloriosa nación. Libre e independiente de todo yugo. En esas épocas las utopías parecían posibles, y la única ambición era la gloria. No es una referencia a la Utopía de Tomás Moro, sino a quienes tuvieron el valor de fundar las bases de los que más tarde serían estados soberanos. ¿Quién recuerda hoy que fue la Republiqueta de Larecaja? Una región próxima al lago Titicaca, en ese entonces perteneciente al Alto Perú, actualmente al Estado Plurinacional de Bolivia.
En ese territorio desplegó con coraje, audacia y astucia la bandera de la emancipación un fraile cuyas convicciones eran tan fuertes, que ni la muerte pudo arredrarlo. Luchó bravíamente en la Guerra de la Independencia hasta el paroxismo, se llamaba Ildefonso Escolástico de las Muñecas. Nació en San Miguel de Tucumán, un 15 de agosto de 1776. Curiosamente el mismo año en que el rey Carlos III de España, fundara el Virreinato del Río de la Plata. Sus padres fueron Juan José de las Muñecas y Elena María Alurralde. Estudió teología en Córdoba en el Colegio de Montserrat, posteriormente continuó en Chuquisaca y luego en Lima.
Era un sacerdote docto y culto, pero su curiosidad intelectual no le impidió nutrirse del ideario libertario que comenzaba a asomar en esta parte de América a principios del siglo XIX. De las Muñecas, contrariamente a la mayoría del clero, no adhirió jamás al poder español, sino que pensó en la construcción de un país diferente, igualitario y equitativo. De los cuarenta años que vivió supo abjurar de la injusticia y la inequidad, pugnó en forma vehemente porque no se explotase a los antiguos pobladores americanos, ni se los expoliara con impuestos que no permitían ni el desarrollo ni el aumento de la pobreza. De allí que no dudara en bajarse del púlpito para empuñar las armas. Muñecas fue el José María Morelos de la independencia argentina. Morelos fue llamado el Siervo de la Nación y al igual que Muñecas tuvo un final trágico. Morelos en México, Muñecas en el Alto Perú fueron dos religiosos de un patriotismo ejemplar y una inigualable valentía. Ambos conductores de legiones libertarias y director de espíritus que clamaban por un sistema más justo. Muñecas tuvo su bautismo de fuego en 1809 con las insurrecciones de Chuquisaca y La Paz, precursoras de la Revolución de Mayo. Fue capturado y encarcelado, cuando lo iban a fusilar, le perdonaron la vida por su estado sacerdotal. Posteriormente, su ímpetu revolucionario lo llevó a sumarse a la Rebelión del Cuzco, del 3 de agosto de 1814. Allí había sido cura de la Catedral y gozaba de gran predicamento por su verba inflamada y persuasiva.
También por su austeridad, en una época donde muchos dignatarios eclesiásticos embelesados por el poder sucumbían ante el boato, el lujo y la pompa. Aumenta su valor como soldado de la Patria el de haber conocido de cerca por sus residencias en Lima y Cuzco, al ejército español y su poderío. Sabía a qué se enfrentaba y las remotas posibilidades de éxito que tenía la empresa libertadora. En el Cuzco trabó amistad con los hermanos Angulo y con el cacique general Mateo Pumacahua, quien primero adhirió a los españoles y luego abrazó la lucha por la independencia. Durante un tiempo, lograron dominar la ciudad y contagiar su entusiasmo a las provincias del sur del Perú. Más adelante, junto a Juan Manuel Pinelo, encabezó una campaña hacia Puno y La Paz, que fue brutalmente sofocada por los españoles.
Peleó con fiereza en las crueles batallas de Achocalla y Umachiri. Ocurría que la diferencia en número, adiestramiento y armas entre realistas y patriotas era tan abismal, que un jefe español admirado por el valor de los revolucionarios supo decir: si nuestros soldados combatiesen con tal denuedo, no habría guerra. Allí Muñecas adhirió a otra creencia: la religión del coraje. Era indómito en el campo de batalla. Con su camarada de armas, el caudillo altoperuano José Miguel Lanza, -jefe de la Republiqueta de Ayopaya- con quien se habían concentrado en Larecaja, y pese a que contaban con una tropa hambrienta, desarrapada pero ávida por repeler a los invasores, puso en serios aprietos al gobernador español de La Paz, José Landaverry.
Cuando a fines de 1815 ingresó al Alto Perú el Ejército Auxiliar del Perú, al mando del general José Casimiro Rondeau, en el marco de lo que se conoce como la Tercera Expedición Libertadora, los españoles decidieron que era el momento de recuperar la totalidad del territorio y desataron una feroz represión, ultimando uno a uno, a los diferentes caudillos que comandaban las Republiquetas. Se las llamaba así porque eran espacios liberados de toda dominación donde un jefe ejercía el poder contra el invasor.
sí fueron sucumbiendo Manuel Ascensio Padilla en La Laguna, Vicente Camargo en Cinti, entre otros valientes guerreros y entonces fue con Rondeau dcidió enviar a Muñecas, que abnegadamente se había puesto a sus órdenes con su llamado Batallón Sagrado y entonces fue capturado en el combate de Choquellusca, no obstante logró huir para ser recapturado nuevamente en Camata donde fue entregado. Desde allí el mariscal Joaquín de la Pezuela ordenó que selo recluyera en las casamatas del Callao, sin embargo cuando era conducido engrillado por un escarpado camino, el oficial al mando de la custodia decidió asesinarlo el 7 de julio de 1816, dos días antes que se declárasela independencia argentina. Quien anunció su muerte en el Congreso de Tucumán fe el diputado por Chichas, don Juan José Feliciano Fernández Campero, el marqués de Yavi, el que en noviembre de ese año también sería capturado, encarcelado y engrillado para luego perecer en Kingston, Jamaica en 1822 en la travesía que pretendía depositarlo en España para ser juzgado.
Dijo el célebre historiador boliviano, José Luis Roca García: Muñecas se convirtió en un caudillo carismático quien, aunque por breve tiempo, impuso respeto y autoridad. Las crónicas lo muestran generoso con los débiles e implacable con sus castigos, a quienes abusaban de los indios, por lo cual ordenó varios fusilamientos sin importarle que fueran clérigos como él. Enarbolando principios cristianos di a sus reclutas indígenas el nombre de Batallón Sagrado compuesto de 200 plazas regulares dotadas de dos cañones y que tenían como respaldo unos tres mil indios a quienes había liberado del tributo.
Ese combatiente de mil batallas que acuñó sueños emancipadores tiene como homenaje el tramo de una calle céntrica de Tucumán. Sin embargo, sus proezas, su entrega, su sacrificio y la devoción por la causa de la Patria, más la nobleza de un alma sensible hacia quienes eran sometidos, perseguidos o explotados, merece que se le tributen los honores propios de quien dio lo mejor de sí para forjar los destinos de un país soberano asentado en la solidaridad. En su historia se reúnen valores sublimes que jamás deben ser echados al arcón de la desmemoria, sino erguidos en el pedestal glorioso de quienes alumbraron nuestro destino como Nación. Ojalá estas líneas conmuevan alguna conciencia para que ello ocurra y sea posible introducirlo en la gesta de la independencia, como uno de sus hombres fundamentales.
Publicado en Voces Críticas de Argentina, el 4 de julio de 2020. / Disponible en: https://www.vocescriticas.com/noticias/2020/07/04/32433-quin-fue-ildefonso-de-las-muecas

ILDEFONSO ESCOLÁSTICO DE LAS MUÑECAS , EL JOSÉ MARÍA MORELOS DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y BOLIVIANA Por: Abel...

Publicada por Historias de Bolivia en Domingo, 28 de febrero de 2021

BALANCE ARMAMENTÍSTICO AL INICIO DE LA GUERRA:


 

 La guerra se venía venir. Durante varios años se difundió el mito de que Bolivia estaba mucho más preparada y armada que Paraguay. Analizaremos el estado de preparación de ambos países hasta antes de la declaración formal de guerra.

¿De qué armamento disponía Bolivia? ¿Estaba Bolivia realmente preparada armamentísticamente para la guerra? Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Lunes, 6 de Abril a las 21:00

BALANCE ARMAMENTÍSTICO AL INICIO DE LA GUERRA: La guerra se venía venir. Durante varios años se difundió el mito de que Bolivia estaba mucho más preparada y armada que Paraguay. Analizaremos el estado de preparación de ambos países hasta antes de la declaración formal de guerra. ¿De qué armamento disponía Bolivia? ¿Estaba Bolivia realmente preparada armamentísticamente para la guerra? Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Lunes, 6 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live! #quedateencasa

Publicada por Historias de Bolivia en Lunes, 6 de abril de 2020

EL PERIODISMO EN LA GUERRA DEL CHACO

Imagen de Oscar Córdova 

 

El periodismo durante la Guerra del Chaco desarrolló no sólo una labor informativa sino que, obligado también por la censura aplicada desde el Gobierno, trató de levantar el espíritu de lucha en todo el territorio nacional. La prensa escrita fue el medio más utilizado, en cuyas puertas se reunía la gente para saber sobre los acontecimientos del frente de batalla.

¿Cómo era el periodismo de la época? ¿Cómo se realizaban los reportajes del campo de batalla? Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Domingo, 5 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live!
Transmisión por el grupo de Facebook "Aprendiendo de la Guerra del Chaco" y las páginas: Historias de Bolivia, Historias de Oruro, Historia de Oruro, La ruta de la medianoche.

TROFEOS DE GUERRA: LAS HERIDAS QUE NO CICATRIZAN:


 

 Durante la Guerra del Chaco, cada bando contendiente capturó del otro una gran cantidad de armamento: fusiles, ametralladoras livianas y pesadas, cañones, morteros, granadas, se capturaron camiones e incluso tanques, banderas nacionales y banderas sanitarias. Hasta hoy, ambos países conservan algunos objetos capturados del otro y los catalogan como "Trofeos de Guerra".

Las gestiones diplomáticas para la devolución e intercambio siguen vigentes, tal el último caso de pretensión de devolución de los restos de la Aeronave del Héroe Máximo de la aviación boliviana, Tcnl. Rafael Pabón.
¿Qué objetos se capturaron? ¿De cuántos se tiene registro? ¿Cuántos están en potestad del Estado? ¿Cuántos y qué objetos fueron devueltos? Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Sábado, 4 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live!
Transmisión por el grupo de Facebook "Aprendiendo de la Guerra del Chaco" y las páginas: Historias de Bolivia, Historias de Oruro, Historia de Oruro, La ruta de la media noche. 

LA BATERIA SELEME EN LA GUERRA DEL CHACO


 

La Batería "Seleme", integrada en su mayoría por soldados del Regimiento "Camacho" 1ro. de Artillería, causó estragos al enemigo en la Guerra del Chaco, integrada con reclutas del año 1930, en su gran mayoría orureños del Regimiento Camacho, algunos de ellos exalumnos del Colegio Simón Bolívar y los pocos de distintas partes del país.
El comandante de esta batería era el capitán Antonio "el turco" Seleme Vargas, ¿En qué acciones participó la batería Seleme? ¿Quienes la conformaban? Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Viernes, 3 de Abril a las 21:00, ¡por Facebook Live!

EL "BATALLON SAGRADO" DE IDELFONSO DE LAS MUÑECAS



La sotana no fue obstáculo para que Ildefonso de las Muñecas se volviese guerrillero. En 1814, el sacerdote se sumó a la sublevación del caudillo indígena Mateo Pumakahua en el Cusco y fue enviado a La Paz para expandir el levantamiento. Vencidos por los realistas y degollados Pumakahua y otros líderes, Muñecas huyó a Puno, donde propagó las ideas independentistas, en aymara y quechua a los indígenas, y en castellano a los criollos.
Perseguido nuevamente por los españoles, el año 1815 se refugió con 200 hombres en el norte tropical paceño, donde creó la Republiqueta de Larecaja y formó el Batallón Sagrado, que contaba con el apoyo de 3 mil indígenas y 2 cañones.
Desde el pueblo de Ayata abolió los tributos, organizó un nuevo sistema de administración de justicia y evitó que el ejército realista español ingresara al Alto Perú.
Se apoderó de Achacachi, Apolo y dominó la región norte y este del lago Titicaca. Al no poder derrotarlo, los españoles ejecutaron una estrategia atacando su ejército simultáneamente por dos frentes. El Batallón Sagrado fue vencido en un combate en las alturas de Choquelluska al pie del Illampu, el 27 de febrero de 1816.
De las Muñecas logró huir y se refugió en una cueva de Camata, pero poco después fue traicionado y entregado junto a 30 de sus compañeros. Al ser trasladado a Cusco para ser juzgado, Muñecas fue asesinado cerca del río Desaguadero el 8 de mayo de 1816. Los indígenas por los que luchó, enterraron su cuerpo en las orillas del lago Titicaca.

MADRE NAZARIA IGNACIA, UNA SANTA EN LA GUERRA DEL CHACO:

 


Nazaria Ignacia, una joven religiosa vive el profundo pesar de la sociedad y toma la decisión de hacer algo al respecto, pues durante la Guerra del Chaco muchas personas quedaron abandonadas, mujeres, niños y ancianos quienes necesitaban asilo, todo debido a que los varones con la edad suficiente se fueron al frente de batalla. ¿Cómo pudo ser de ayuda una religiosa?, ¿De qué medios se valió?, ¿Cuáles fueron los motivos que le impulsaron a seguir ayudando ante la devastación de la guerra?, Son algunas interrogantes que serán aclaradas el día de hoy Jueves, 2 de Abril.

TELECOMUNICACIONES Y CRIPTOGRAFÍA EN LA GUERRA DEL CHACO

 


La Guerra del Chaco fue la primera guerra moderna del continente. Se usó armamento y tecnología de punta para la época. Para el envío de órdenes desde La Paz y su distribución a los fortines se usaron grandes antenas y cientos de kilómetros de cables tendidos a lo largo y ancho del Chaco. ¿Cómo protegían los bolivianos esa información del enemigo? ¿habrán logrado hacerlo, o fue esta interceptada poniendo en peligro todos los planes de ataque y defensa del Ejército en campaña?

IMÁGENES INÉDITAS DE LA BATALLA DE VILLAMONTES


 

Después de haber dejado miles de muertos y heridos, el comandante Estigarribia había sido derrotado junto a su Ejército en Villa montes. Febrero 1935.

El adversario, que creía que con la captura de la plaza concluiría la guerra, se empeñó en busca del objetivo, sufriendo bajas que alcanzaron a millares de soldados en más de 25 asaltos. Esta severa sangría afectó a los ya disminuidos efectivos de su Ejército.
Imágenes nunca antes difundidas de la dura y sangrienta Batalla de Villa Montes.

LA AVIACIÓN EN LAS BATALLAS DE VILLA MONTES, CAMATINDI, COPERE, CARANDAITI-MOSA, LA PENCA BOYUIBE Y CAMBEITI (Guerra del Chaco)


 

«CUANDO LOS AVIADORES BOLIVIANOS SOBREVOLABAN LAS SERRANÍAS, REPETÍAN ¡DE AQUÍ NO SE PASA!»

LA AVIACIÓN EN LAS BATALLAS DE VILLA MONTES, CAMATINDI, COPERE, CARANDAITI-MOSA, LA PENCA BOYUIBE Y CAMBEITI
(enero - junio de 1935) — Guerra del Chaco.
En la batalla de Villamontes, una de las actividades importantes que cum­plieron fue en favor de la artillería, identificando los movimientos y emplazamientos de los cañones enemigos. Estas tareas han sido apreciadas por los mismos artilleros que reconocieron la precisión de los datos que se les suministraba, cuando comunicaban a sus propias baterías los preparativos de ataques enemigos, dando lugar a que se pudiese mejorar el emplazamiento de las piezas y el reglaje de sus tiros.
Con el precioso auxilio de los aeroplanos bolivianos, la artillería, en la defensa de Villa Montes, pudo contener a los atacantes, bombardeando sus posiciones con la precisión necesaria. Nuestra artillería, disparaba sus Shapnels rozando nuestros aviones cuando volábamos muy cerca de las adelantadas trincheras, e identificábamos los fogonazos y las explosiones de los impactos.
Nuestros aviadores operaban sin descanso delante y detrás de las líneas enemigas. Sus acciones fueron anónimas, numerosas y decisivas en la batalla de Higüirarú y en la ocupación del pueblo de Tarairí.
En una memorable reunión de pilotos, el 24 de enero de 1935, el Tcnl Jorge Jordán nos manifestó: "Todos nuestros medios aéreos participarán con la máxima intensidad en la defensa de Villamontes...". Los aviadores volaban dirigiendo su fuego contra las posiciones, las concentraciones de tropas, convoyes de camiones y puestos de comando enemigo. Sus ataques con sus ametralladoras de a bordo y con sus bombas de fragmentación sistemática, diezmaron las tropas paraguayas. Partiendo de las aeropistas de Cuevo y Charagua las acciones de los aeroplanos del Grupo Aéreo My. Ernst se desencadenaban sobre los campos de aviación enemigos, especialmente contra los aviones de combate y de transporte desplegados en Ibamirantí, aeropista paraguaya en la cual se había observado intenso tráfico aéreo.
La interdicción de bombardeo y ametrallamiento permitió averiar y poner fuera de combate algunos aviones adversarios y es ante nuestra presión aérea constante que las tropas enemigas aumentaron los emplazamientos de sus armas antiaéreas en la pista de Ibamirantí, en Puesto Central, Ñahuapua y Capirenda.
Nuestros aeroplanos, en todas las horas del día y a veces hasta en las noches, operaban desde los campos de aviación situados detrás y delante de las serranías de Aguaragüe, Tarimacua y Charagua, a alturas relativamente bajas, dominando los llanos de Cambeiti, el boquete de Yoay y el paso del Itiyuro, para cumplir el servicio de crucero de vigilancia. Todos los aviones Osprey despegaban en grupo, escoltados por los cazas Hawk. Las formaciones estaban constituidas por seis a nueve aviones de reconocimiento Osprey y entre seis a nueve aviones de caza Hawk. Cuando los aviadores bolivianos sobrevolaban las serranías repetían ¡DE AQUI NO SE PASA!. La aviación rindió los más importantes servicios a las otras armas combatientes, especialmente a la heroica y sacrificada infantería. Poco a poco los aviadores bolivianos se convirtieron en dueños del espacio geográfico.(Conducción de la Fuerza Aérea Boliviana en la Guerra del Chaco - Gral. de Div. Ae. (SP) Alberto Paz Soldan Pol.)

«CUANDO LOS AVIADORES BOLIVIANOS SOBREVOLABAN LAS SERRANÍAS, REPETÍAN ¡DE AQUÍ NO SE PASA!» LA AVIACIÓN EN LAS...

FÉLIX MÉNDEZ ARCOS

 

El subteniente Félix Méndez Arcos y sus camaradas con una granada.

Archivo: RECUERDOS DE LA GUERRA DEL CHACO (II), Gral. Oscar Moscoso Gutiérrez.

Félix Méndez Arcos, nació en Cochabamba, el 28 de mayo de 1905, habiendo cursado primaria en la escuela Fiscal Nº 3 de varones en el Colegio Nacional Sucre de Cochabamba.

A los 19 de edad, se enroló en filas del Regimiento Pérez III de Infantería en el año 1924, a partir de esa fecha comienza su vida militar destinado a la Compañía de Ametralladoras de su unidad; habiéndose distinguido por su disciplina y dedicación en el manejo de las armas, cumplió su deber militar y fue licenciado con el grado de sargento.

GUERRA CON EL PARAGUAY

Al estallar la Guerra del Chaco, se incorporó en el Destacamento I con el grado de cabo, en Villamontes su destacamento pasó a constituir el Regimiento 20 de Infantería, allí fue destinado como comandante de la Sección de Ametralladoras.

En la acción de la retoma de Platanillos en diciembre de 1932 le valió su ascenso al grado de sargento, posteriormente combatió frente al Fortín Fernández. En el fragor del combate cae el oficial comandante de la sección y es reemplazado por Méndez, quien desde ese momento redobla su valeroso comportamiento frente al enemigo, demostrando gran aptitud de mando y condición militar.

el 5 de julio de 1934 es ascendido a subteniente, había actuado desde Platanillos, Toledo hasta la batalla de Villamontes, pasando por las acciones libradas en Gondra, La China, Cañada Cochabamba y El Carmen.

MUERTE HEROICA EN LA BATALLA DE VILLAMONTES

Durante la batalla de Villa Montes, el Regimiento paraguayo Corrales, había lanzado la primera ola de asalto sobre el sector defendido por la Compañía Peñaranda, con centro de gravedad en la sección que comandaba Méndez Arcos, la cual resistió la primera ola de asalto, sino también la segunda y tercer asalto enemigo, quedando finalmente el campo cubierto de cadáveres.

El 20 de febrero de 1935 en el sector de Iguaruru, el teniente Méndez Arcos y sus 24 soldados valerosos habían sido sacrificados en defensa de la patria boliviana.


El subteniente Félix Méndez Arcos y sus camaradas con una granada. Archivo: RECUERDOS DE LA GUERRA DEL CHACO (II), Gral. Oscar Moscoso Gutiérrez.

REQUIEM PARA LA SECCIÓN DE HIERRO

Félix Méndez Arcos

 

La Sección de Hierro al mando del Teniente Félix Méndez Arcos, rechazaba las embestidas enemigas, cubriendo de cadáveres paraguayos el pequeño campo de tiro. Verdaderas oleadas de asalto, masas enfurecidas en medio de un formidable tronar de artillería y metralla, se estrellaban contra nuestras líneas, cayendo, de a poco, tendidos por el fuego certero y decisivo de la "Sección de Hierro", que diezmaba las hordas invasoras.

Llegó la tercera embestida enemiga, más fuerte aún. Las armas quemaban las manos y tres ametralladoras pesadas se habían destrozado. La horda invasora pasó sobre los cadáveres de sus propios hermanos, para acercarse a nuestras trincheras y volvió a pasar sobre los héroes de la Sección de Hierro, para irrumpir nuestra línea.

¡Gloriosa epopeya, en la que un puñado de hombres rubricaron, con máximo heroísmo, una página más de nuestra historia patria!

Un eslabón más fuerte aún, que se forja para seguir la cadena de innumerables victorias en la defensa de Villa Montes.

SECCIÓN MÉNDEZ ARCOS: LA SECCIÓN DE HIERRO

Sbtte. Féliz Méndez Arcos
Sldo. Emilio Colque Berríos
Sldo. Valentín Barrios Molina
Sldo. Lorenzo Vargas Paco
Sldo. Eduardo Aranibar Pérez
Sldo. Cleto Barrera Martínez
Sldo. Alejandro Choque Quispe
Sldo. Genaro Arispe Orellana
Sldo. Ruperto Hinojosa Nogales
Sldo. Enrique Marca Chura
Sldo. Florentino Lanosa Álvarez
Sldo. Demetrio Fernández Estrada
Sldo. Cruz Quispe Huaycho
Sldo. Angel Navaja Cayo
Sldo. Timoteo Gonzáles Gutiérrez
Sldo. Francisco Camargo Alegre
Sldo. Claudio Caballero Carpio
Sldo. Felipe Zárate
Sldo. Pedro Elías Ávila
Sldo. Cecilio Álvarez Veisaga
Sldo. Bernabé Zárate Marín
Sldo. Damián Vázquez Pillco
Sldo. Humberto Virgilio Navarro Castro
Sldo. Manuel María Roncal Erquiela
Sldo. Manuel Villa Nicasio


GUERRA DEL CHACO: LA INMOLACIÓN DE LOS “33”

 


Por: Richard Mamani / Revista Ecos, Correo del Sur, 24 de junio de 2018.

Las tropas del enemigo estaban muy cerca de su posición y lo lógico era retroceder. Eso, sin embargo, iba a permitir que los paraguayos siguieran avanzado. No estaban dispuestos a permitirlo. Decidieron quedarse. Pelearon y resistieron todo lo que pudieron. Al final, murieron todos. Los “33”.
Su heroica acción evitó que los paraguayos tomaran el control de Villa Montes. Todos pertenecían al Regimiento Campos 6 de Infantería. Ocurrió en 1935. Sus cuerpos fueron encontrados un mes después y algunos todavía conservaban el fusil en la mano, clara señal de que los 33 habían decidido inmolarse.
Un libro
Los encontró el subteniente Adrián Barrenechea Tórres —padre del cantautor Adrián Barrenechea, nacido en Potosí—, uno de los héroes civiles de la Guerra del Chaco. Poco después de la contienda bélica y tras constatar la manera en la que los 33 habían perdido la vida, decidió publicar “Una verdad de la guerra”, un breve texto en el que cuenta la heroica acción de este grupo de combatientes.
El texto tiene, entre otros, una breve nota del expresidente Germán Busch en el preámbulo, que leyó “Una verdad de la guerra” y lo calificó como “una narración que resuena como un toque de clarines”. Lo escribió en 1936.
Hace poco, a propósito del 83 aniversario del cese de hostilidades entre Paraguay y Bolivia, el doctor Raúl Araujo sacó del “baúl” de sus objetos más preciados uno de los ejemplares de ese libro, el que le regaló el mismísimo Barrenechea.
“Me lo regaló cuando tenía ocho o nueve años, cuando nos contaba sobre la guerra. Nos quedábamos azorados porque contaba la Guerra del Chaco con lujo de detalles”, recuerda.
Barrenechea era primo hermano de la madre de Araujo.
¿Por qué escribió “Una verdad de la guerra”? “Tengo entendido que, por ciertas situaciones políticas, hicieron héroes de esa batalla a otros. Por eso, para buscar la verdad, escribió ese libro”, contó Araujo.

Gloriosa acción del 20 de febrero

El Regimiento Campos 6 de Infantería debía permanecer en Igüiraru. Sus oficiales, sin embargo, pidieron el honor de defender Villa Montes. El Comando Superior accedió luego de valorar la solicitud.
Pero en el campo de batalla algo salió mal. Una serie de errores facilitaron que el enemigo avanzara y chocara inevitablemente con ese Regimiento. Era el 20 de febrero.
“Desde los primeros días de febrero se hacía notoria una intensa actividad enemiga, que, en su loco como aventurado afán de llegar a su anhelo (la ocupación de Villa Montes), iba agotando sus mayores recursos bélicos y el más rico contingente de sus tropas, que, obedeciendo ciegamente a las órdenes superiores, se estrellaba en (una) lucha desesperada”, cuenta Barrenechea.
“Ignoraba el enemigo cuán grande era la voluntad boliviana” para defender su territorio, sin embargo.
“…la noche del 19 de febrero, después de iniciar un intenso hostigamiento, con fuego de morteros y piezas automáticas, sobre el sector ocupado por el Reg. Campos, especialmente contra su primer batallón, a los albores del día 20, día de sacrificio y de gloria, arreciaba sus fuegos, que gravitaron sobre la línea de la tercera compañía, comandada por el Sbtte. Roberto Peñaranda, golpeando fuertemente, desde el comienzo de su ataque, a la sección ‘Méndez Arcos’”. Los paraguayos ya habían llegado a la línea de defensa de Villa Montes.
“El centinela Emiliano Colque dio la voz de alarma contra el enemigo, que intentó sorprenderle; en vez de replegarse, se cubrió en su posición y combatió solo hasta agotar su munición. Cayó después de haber tendido a tres soldados enemigos”, cuenta Barrenechea.
“Mientras tanto, el Subtte. Félix Méndez Arcos rechazaba la primera embestida enemiga, cubriendo de cadáveres paraguayos el pequeño campo de tiro. Verdaderas oleadas de asalto, masas enfurecidas en medio de un formidable tronar de artillería y metralla, se estrellaban contra nuestras líneas, cayendo, (de) a poco, tendidos por el fuego certero y decisivo de la ‘Sección de Hierro’, que diezmaba las hordas invasoras”.
“A las 5:30 de la mañana, un más potente ataque enemigo golpeó nuevamente el sector de Méndez Arcos, mientras los soldados de su sección, halagados por el primer rechazo, combatían decididos, respondiendo al fuego que se multiplicaba en potencia. El (Regimiento) Campos carecía hasta de batería de morteros y de artillería, que apoyara la defensa. El glorioso grupo, después de combatir fuertemente, rechazó esta vez más al enemigo, pero debilitó su fuego”.
“Una hora de combate bravo, emocione, decisivo; una hora más de gloria, para aquella línea magna… Y llegó la tercera embestida enemiga, más fuerte aún. El tercer batallón de la unidad, más ensoberbecido, del Paraguay, atacó violento, feroz, al grupo que apenas dejaba oír ya una que otra de sus piezas automáticas, habiendo decaído notoriamente su potencia de fuego, a causa de las bajas sufridas y el agotamiento de su munición… Las armas quemaban las manos y tres ametralladoras pesadas se habían destrozado…”.
“Asido a una de ellas, el propio Méndez Arcos disparaba la última banda, cuando cayó un ‘stocke’, que le hirió de muerte. El puntador Luis Uriona, con otra pieza, corría desesperado, buscando una posición donde emplazarla: ora aquí, ora allá, donde su concurso fuera necesario, para detener la embestida del enemigo, que avanzaba cautelosamente, dominando con su fuego, al que nuestras tropas apenas respondían…”.
“La horda invasora pasó sobre los cadáveres de sus propios hermanos, para acercarse a nuestras trincheras y volvió a pasar sobre los héroes de la Sección de Hierro, para irrumpir nuestra línea”.
“¡Gloriosa epopeya, en que treinta y tres hombres rubricaron, con máximo heroísmo, una página más de nuestra historia patria!”.
“Un eslabón más fuerte aún, que se forja para seguir la cadena de innumerables victorias en la defensa de Villa Montes. Sesenta y cuatro enemigos han caído delante de nuestra línea, antes de romperla…”.
Las tropas nacionales, una de ellas a cargo de Barrenechea, lograron después mantener la línea de contención de Villa Montes y consolidar la línea que había defendido el Regimiento Campos.
Un mes después…
Unas cuatro semanas después, a Barrenechea le ordenaron levantar los datos del campo de batalla. Se topó con 27 soldados muertos, que yacían en sus posiciones, y logró identificar al menos 23.
“Al día siguiente, varios jefes y oficiales, en compañía del Cmdate. de Reg., afirmaron la exactitud del parte que diera Barrenechea y, repasando por delante de la línea, encontraron seis muertos más de la misma sección, entre los que se encontraba el glorioso centinela Emiliano Colque”.
“El patriótico y macabro conjunto que se ofrecía arrancó lágrimas de emoción y, entonces como ahora, fue y es el másculo ejemplo de fiereza y valentía. Treinta y tres cadáveres insepultos, dentro sus posiciones, con un montón de vainas de munición, señal evidente de que lucharon con fiereza hasta caer para no levantarse sino en las alas de la gloria. A dos y tres metros, yacían infinidad de muertos paraguayos, que, al trata de irrumpir nuestra línea, habían caído bajo el castigo de la ‘Sección de Hierro’”.

Barrenechea

Adrián Barrenechea Tórres fue ministro de Obras Públicas y embajador de Bolivia en Francia y Paraguay, todo durante el gobierno del MNR. También fue uno de los que firmó la Reforma Agraria del 2 de agosto de 1953.
Luchó en la Guerra del Chaco. Lo hirieron dos veces, pero eso no impidió que volviera al campo de batalla en las dos ocasiones.
Ascendió hasta el grado de subteniente por méritos propios. Tenía unas esquirlas en la cabeza, que nunca fueron operadas.
Jamás permitió que el enemigo rebasara su línea de fuego, según Raúl Araujo, que recibió de sus manos uno de sus libros.

El parte oficial del Ejército de Bolivia (1935)

El reporte oficial del Ejército de Bolivia del 18 de marzo de 1935 recogió los nombres de los inmolados. “Sargentos: Ignacio Masaya Méndez, Carmelo Martínez Wáyar, Ciro Calderón del Río, Juan Pérez Nava, Andrés Rojas Parra y Agapito Tejerina Guarachi; cabos: Jorge Soliz Espinoza, Agustín Medina Quiroz, Manuel Chávez, Claudio Marza Truya y Roberto Surubí Tomichá, de la tercera compañía, primer batallón del Regimiento Campos 6 de Infantería, que el día 20 de febrero ocupaba ese sector”.
“Efectuado el cuidadoso y prolijo reconocimiento del terreno, se comprobó que las posiciones habían sido ocupadas por la tercera sección comandada por el subteniente de reserva Félix Méndez Arcos, que yacía a medio enterrar en el sitio que indica el croquis de referencia. Se identificaron los siguientes cadáveres: cabo Valentín Berríos Molina; soldados Eduardo Aranibar Pérez, Cleto Barrera Martínez, Alejandro Segundo Choque, Genaro Arispe Orellana, Lorenzo Vargas Paco, Ruperto Hinojosa Nogales, Enrique Marca Chura, Florentino Lanosa Alvarez, Demetrio Fernández Estrada, Cruz Quispe Huaichu, Angel Majaya Cayo, Timoteo Gonzalez Gutiérrez, Francisco Camacho Alegre, Claudio Caballero Altamirano, Felipe Zárate Montero, Pedro Elías Arriola, Cecilio Alvarez Pillco, Humberto Moscoso Castro, Manuel María Roncal Erquicia y Manuel Villa Nicasio. Estos cuatro últimos, aún conservaban el fusil en la mano. A treinta metros delante de aquellos, se encontró el cadáver del centinela soldado Emiliano Colque Berríos. Frente a nuestras posiciones y distancias variables, de seis a ocho metros, se constataron veintinueve cadáveres paraguayos, enterrados a flor de tierra y tres fosas comunes (…).
Concluido este proceso de identificación, el Comando de la División, ordenó el inmediato recojo y encajonamiento de los restos pertenecientes a nuestras combatientes, que cayeron en la indicada acción, para rendirles, cuando la situación militar lo permita, los honores de ordenanza”.
Foto: Adrián Barrenechea Torres de Subteniente, aprox. 1933 (Créditos: Sociedad Charcas Potosí – SCP)
----------

GUERRA DEL CHACO: LA INMOLACIÓN DE LOS “33” Por: Richard Mamani / Revista Ecos, Correo del Sur, 24 de junio de...

FÉLIX MENDEZ ARCOS

 


Tte. Res. FÉLIX MENDEZ ARCOS

28 de mayo 1905 — 20 de febrero 1935

EL DÍA QUE PASÓ A LA INMORTALIDAD LA

"SECCIÓN DE HIERRO"

El 20 de Febrero de 1935, con 29 años de edad y en compañía de sus 24 soldados del glorioso Regimiento “CAMPOS”, detuvo a los paraguayos, sabiendo la inferioridad en hombres y sin medir la potencialidad abrumadora de los guaraníes.

"Honor y gloria a aquellos héroes que ofrendaron su vida en defensa de la Patria".

 

Tte. Res. FÉLIX MENDEZ ARCOS 28 de mayo 1905 — 20 de febrero 1935 EL DÍA QUE PASÓ A LA INMORTALIDAD LA "SECCIÓN DE...

Publicada por Historias de Bolivia en Viernes, 19 de febrero de 2021

TENTATIVA REVOLUCIONARIA CONTRA EL PRESIDENTE MARIANO BAPTISTA C.


 

18 de febrero de 1896.

—TENTATIVA REVOLUCIONARIA CONTRA EL PRESIDENTE MARIANO BAPTISTA C.

El intendente de la policía de seguridad de Oruro, interceptó o recibió de la ciudad de Sucre, comunicaciones en las que se hablaba de una conspiración que se estaba tramando en Sucre y Oruro contra el gobierno.

El gobierno, que residía en Sucre, había también cogido los hilos de la conspiración, por cuya consecuencia, los jefes sindicados—Manuel Canseco y Nicolás Navarro—fueron seriamente “reconvenidos” por el presidente, al mismo tiempo que se reducía a prisión a algunos sargentos. Puestas las cosas en claro, se vió que efectivamente se preparaba una gran revolución, la que debía ser encabezada por el general José Manuel Rendan y el doctor José Valerio Aldunate, quienes debían proclamar la presidencia de don Luis Paz, a la sazón ministro de la guerra.

 

18 de febrero de 1896. —TENTATIVA REVOLUCIONARIA CONTRA EL PRESIDENTE MARIANO BAPTISTA C. El intendente de la policía...

Publicada por Historias de Bolivia en Jueves, 18 de febrero de 2021

¿QUIÉN MATÓ AL TATA BELZU?


 

Por: Tomas Molina.

Vísperas del gran combate. La población de La Paz está movilizada a la cabeza de Belzu, su caudillo amado. Es el 27 de marzo de 1865, los accesos a la ciudad están llenos de zanjas, defensivos y barricadas para repeler el gran ataque. Es cerca del mediodía cuando la tropa del Gral. Melgarejo, compuesta por 2.000 soldados, baja de El Alto dispuesta a tomar la ciudad a cualquier precio. El rudo jefe de esta tropa, Melgarejo, acaba de ofrecer un espectáculo de sangre a sus soldados, ordenó matar a la vista de todos, de la manera más cruel, a uno de sus hombres, Cnl. Cortez, acusándolo de cobarde y asegurándose, por este medio, la obediencia brutal de su milicia.
¿Cuál la causa de este enfrentamiento?
Hacía 10 años que el expresidente Manuel Isidoro Belzu se encontraba en Europa, permanentemente reclamado por el pueblo que lo veía como a su salvador ante toda la iniquidad que vivía Bolivia, saturada de golpes y contragolpes militares, anarquía total y miseria generalizada. Belzu no quería ser un golpista más por lo que aguardaba mejores tiempos para su regreso, hasta que al fin, en 1864, el Presidente de turno, Gral. José María de Achá, cansado del asedio militar que lo atormentaba, convocó a elecciones presidenciales. Ante esta noticia Belzu decidió su regreso a Bolivia para terciar en las elecciones y ganar legítimamente el poder. Pero, estando en camino y a su llegada al Perú, se enteró que el Gral. Achá había sido derrocado por el Gral. Melgarejo y que éste había anulado la convocatoria a elecciones. Belzu se quedó tres meses en el Perú y cuando decidió viajar a Arica, para ingresar a Bolivia, en el barco en el que viajaba se encontró y conversó largamente con el militar boliviano Narciso Campero, que también regresaba de Francia luego de concluir un curso militar en dicho país.
A su ingreso a Bolivia Belzu fue recibido por los pueblos del altiplano como un verdadero Mesías y acompañado en procesión por miles de indígenas en su camino a La Paz. Nadie obstaculizaba su triunfal regreso, pues Melgarejo y su tropa estaban camino a Potosí para sofocar una rebelión. Pero, Melgarejo al conocer del ingreso de Belzu al país, inmediatamente dio media vuelta y a marchas forzadas se dirigió a La Paz. En el camino de regreso, en un lugar cercano a Oruro se le unió a su tropa Narciso Campero, que también había ingresado al país por camino distinto al tomado por Belzu.
El recibimiento de Belzu en La Paz fue grandioso, todos se volcaron a su favor y lo apoyaron en la fortificación de la ciudad para el gran combate que se avecinaba. Era el enfrentamiento final entre dos caudillos, uno amado e ilustrado, el otro atrabiliario y temido por el pueblo.
Aquel lunes 27 de marzo, Belzu asistió en la mañana a una solemne misa en el templo de la Merced, que fue colmado por sus partidarios. “Vestía levita negra –dice su acompañante Ramón Salinas – y su nueva estampa con la perita y el bigote recortado, imponía una figura grandiosa”. Lejos había quedado y, pertenecía al pasado, aquella otra figura de la barba poblada y la chaqueta militar que lo habían caracterizado. Retornó del viejo mundo transformado física y mentalmente. Era notorio el influjo que Belzu había recibido de los grandes centros de la civilización y cultura occidentales, durante diez años. Campero que conversó extensamente con él, en la cubierta del vapor que los trasladó a Arica, señala que Belzu “Hablaba en correcto francés e inglés sobre filosofía, literatura y ciencia”.
Hizo la casualidad que Juana Manuela Gorriti, el gran amor en la vida de Belzu y madre de sus dos hijas estuviera en La Paz y que viera a Belzu después de 17 años de separación. En el libro que posteriormente escribió, dice Juana Manuela: “A la mañana, al salir de la solemne misa, pude ver a Manuel; levita negra, perita a lo Baulanger, estampa ennoblecida con sus 57 bien puestos años… Entre el público que lo aplaudía con frenesí, yo miraba la escena como si fuera la ilustración de un libro. Mis ojos son tan extraños; a veces cascadas, a veces frías lentes. Esta vez estaba dispuesta a no dejarme conmover y quien me vio en esos momentos habrá visto una mujer dura, con un rígido gesto en la boca, apoyada en el brazo de otra mujer. De ninguna manera haría un papelón. Algo dentro de mí, empero, temblaba…” Juana Manuela, hermosa e inteligente mujer, se había alejado de Belzu causándole una herida que nunca se curó. Belzu nunca más volvió a casarse, ni en los 7 años que fue Presidente, ni en los 10 que vivió en Europa y tampoco nunca más volvió a verla y, sin embargo, la esperó toda una vida. Y, cuando al fin, después de 17 años, Juana Manuela volvió a Bolivia y era posible el encuentro, ese trágico día mataron a Belzu. Tiempo después, en la obra escrita, Juana Manuela lamentó que el encuentro con Belzu haya acontecido al borde del sepulcro. Ese “Algo dentro de mí, empero, temblaba”, es una señal de que ella también ansiaba el encuentro con Belzu, así sea utilizando como justificativo a sus hijas… Un amor otoñal que se quebró por la maléfica lucha fratricida.

ATAQUE A LA CIUDAD

A medio día se desencadenó el apocalipsis sobre La Paz con el asalto ordenado por Melgarejo a su tropa. Las oleadas de ataques de la tropa asaltante, era respondida con nutrido fuego por los defensores de la ciudad, con gran cantidad de muertos y heridos para los asaltantes. Después de cuatro horas de rudo combate, de lucha desesperada, encarnizada y terrible, Melgarejo estaba perdido. El grueso de su tropa se había pasado al bando de Belzu, las divisiones comandadas por los coroneles Peña y Prada que eran las más aguerridas de su ejército, también defeccionaron. Melgarejo desesperado, loco de despecho e indignación intentó darse un balazo, pero el Cnl. Narciso Campero, que se encontraba a su lado, le dijo: “Así no se muere con honra. Para morir dignamente aún nos queda tiempo y lugar”.
A Melgarejo no le quedaban más que unos diez coraceros y en un alarde de extrema audacia, avanzó sobre la barricada de Las Cajas, hoy calle Ayacucho, y al ver que nadie lo seguía pronunció su célebre frase, “O se seguís coraceros o me destapo los sesos”, logrando que sus soldados lo siguieran. El empuje de él y el de sus coraceros fue arrollador, quedando éstos subyugados por ese alarde temerario de su caudillo. La barricada quedó vencida, Melgarejo traspuso el muro de adobes y como rayo se lanzó hacia la plaza. La muchedumbre belcista, confundida con los desertores del ejército de Melgarejo inundaba la plaza en delirio de victoria, cuando éste apareció súbitamente. Lo primero que pensó la atónita gente es que Melgarejo venía a rendirse. La escena fue vista por Belzu desde el balcón del Palacio y se aprestó a recibir al rendido.

DISPARO FATAL Y FRASE FALSA

Melgarejo ingresó al Palacio de Gobierno, seguido de Campero, paralizando con su presencia a los soldados de la guardia. El primero en llegar a las gradas fue Melgarejo seguido de sus coraceros. En el primer descanso de la grada intentó ser detenido por un soldado de Belzu, de apellido Machicado, al que Melgarejo mató de un balazo, circunstancia que aprovechó Narciso Campero para adelantársele, siendo el primero en llegar al pasillo del primer piso justo el momento en el que salía Belzu acompañado de los hermanos Ramón y Belisario Salinas para recibir al prisionero. Ese supremo momento de tensión, todos corrían peligro. Campero frente a Belzu no dudó un segundo y le disparó con su REVOLVER en el rostro cayendo éste mortalmente herido, siendo auxiliado por su acompañante Belisario Salinas. Melgarejo y los coraceros que lo seguían tomó control de la situación. En esas circunstancias de soberano peligro y confusión, hubiese sido una verdadera locura que Melgarejo salga al balcón y se enfrente a la muchedumbre armada que llenaba la plaza, todos partidarios de Belzu que ignoraban qué había ocurrido con su caudillo, y pregunte “BELZU HA MUERTO, ¿QUIÉN VIVE AHORA?”. Si esto ocurría con seguridad esa muchedumbre armada ahí mismo reaccionaba y lo mataba. Campero, testigo presencial del hecho y que acompañaba a Melgarejo, en sus Memorias dice que el disparo provino de la CARABINA de uno de sus coraceros y que inmediatamente después del suceso Melgarejo y él abandonaron el edificio, lo propio dice Belisario Salinas, siendo dicha frase inventada por el colombiano Juan Pablo Gómez, que fue ayudante de Melgarejo y que tiempo después difundió esa versión que fue copiada por varios historiadores bolivianos.
Lo cierto, lo documentalmente cierto, es que después de la caída de Belzu Melgarejo, acompañado de Campero y 6 rifleros salieron a la Plaza y allí, en el centro, Melgarejo sacándose el sombrero otorgó el grado de General a Narciso Campero, ascenso que consta en el Parte Oficial de los hechos emitido dos días después y firmado por el General Pedro Olañeta, Ministro de Guerra de Melgarejo, que dice: “El Gral. Melgarejo apartando entonces la vista de aquel sitio (donde cayó Belzu), BAJA PRESUROSO AL PATIO, toma su caballo y se dirige de nuevo a la plaza…En cuanto al comportamiento del coronel Narciso Campero nada creo decir desde que Vuestra Excelencia, dignándose destocarse el sombrero en media plaza, cuando apenas había terminado el combate, se sirvió declararlo en alta voz y a nombre de la Patria: Benemérito General…”

CAMPERO ¿AUTOR DEL DISPARO HOMICIDA?

¿Cuál el motivo por el que Melgarejo haya premiado con el generalato a Campero inmediatamente después de muerto Belzu? Algo significativo al interés de Melgarejo tuvo que hacer Campero para merecer ese premio, no cabe duda alguna.
Campero creía pertenecer a una clase social superior y odiaba a Belzu y era contrario a su política de acercamiento a los indios y cholos. Además, a su regreso de Europa y de paso por Lima, Campero contrajo compromisos políticos con Adolfo Ballivian, enemigo mortal de Belzu, a esto se debe que Campero a su ingreso a Bolivia se puso al servicio de Melgarejo.
Los escritores Enrique Finot y Fausto Reinaga, señalan que en 1945, con motivo de la exhumación y traslado de los restos del finado General Belzu al Panteón de los Héroes, dentro su cráneo se encontró un proyectil de revolver, no de fusil, lo que descarta la versión de que fue un coracero de Melgarejo el que le disparó y mató.

INSTANTE FATAL

La vida de las personas y de los pueblos se compone de instantes. Hay instantes que dan la gloria y hay instantes que dan el oprobio. Hay instantes que generan la luz e instantes que generan las tinieblas. Un instante a unos da la felicidad y a otros la desgracia. De un instante depende el amor y de otro el olvido. Todo es una cadena de instantes, de segundos, de los que depende la vida o la muerte.
La muerte del “Tata” Belzu, caudillo idolatrado por el pueblo fue un instante fatal para Bolivia. Si en vez de caer Belzu caía Melgarejo, con seguridad la historia de Bolivia sería diferente. Todo conduce a pensar que Belzu, por su experiencia de SIETE años de Presidente y su permanencia de diez años en Europa, hubiese hecho mejor gobierno y jamás hubiese firmado los tratados que firmó Melgarejo.
La muerte del “Tata” Belzu, aquel ya lejano 27 de marzo de 1865, sin duda es un instante fatal en nuestra historia.

EL DESASTRE PARAGUAYO EN VILLAMONTES - febrero de 1935

 

La crueldad de la Guerra (Foto: Cesar Pizarro)

—Las bajas paraguayas de los dias l6 y 17 son cuantiosas, señalando como ejemplo el caso del Regimiento «Sauces» que entró al ataque con un efectivo de 800 hombres, de los cuales sólo quedaron 76 soldados paraguayos.

HISTORIA DEL REGIMIENTO DE INFANTERÍA 12 “GENERAL ARENALES”, UNO DE LOS MÁS DESTACADOS EN LA ÚLTIMA GUERRA ARGENTINA, TIENE SUS ORÍGENES EN COCHABAMBA

 


Los cochabambinos que pelearon en la Guerra de las Malvinas

Publicado en Opinión, el 7 de abril de 2019.

Era el 2 de abril de 1982 y se daba inicio a una de las últimas guerras libradas en este lado del continente. Argentina y Reino Unido se disputaban el territorio de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Luego de poco más de dos meses se declaró el cese de hostilidades: los británicos se alzaron con la victoria.
Esto le significó a la entonces primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, la reelección de su gobierno y, en el caso de Argentina, el principio del fin de la dictadura militar.
Hace poco se recordaron 37 años de este hecho que cubrió de dolor a la República de Ar- gentina y parte de Sudamérica. Las heridas aún están abiertas y solo cicatrizarán recuperando este territorio perdido, un sueño anidado en lo más profundo del país vecino.
Durante el combate, uno de los regimientos que más destacó por su entereza, valentía, coraje y determinación fue el Regimiento de Infantería 12 “General Arenales”. Esta mítica unidad lleva en su historia sangre cochabambina que sirvió de pilar para el largo camino que aún recorre en la actualidad. Un hecho desconocido por muchos en el país, pero de gran relevancia para los militares argentinos que estudian la historia de su regimiento.
Como forma de conmemorar estas fechas, llegó a la cuidad el excombatiente teniente coronel Alberto Frontera, segundo al mando del Regimiento de Infantería 12 durante la Guerra de las Malvinas. El motivo principal de su visita se debió a las ansias de conocer el lugar donde había sigo creada aquella unidad a la que juró defender con la vida.
“Esa sangre de los cochabambinos la seguimos teniendo. Nos unen muchos lazos”, dice Frontera.
LOS COCHABAMBINOS
Cuando uno llega a Toay, provincia La Pampa en Argentina, a las puertas del Regimiento 12, se encuentra el busto del General Juan Antonio Álvarez de Arenales y el cartel de bienvenida con su nombre y la inscripción abajo que responde a cochabambinos.
La historia se remonta a 1809, cuando el entonces coronel Arenales combatió en la revolución de Chuquisaca, el primer movimiento en contra del dominio español. Posteriormente, en 1813 se unió al Ejército del Norte a la cabeza del general Manuel Belgrano. A medida que pasaba el tiempo, Arenales acumulaba experiencia en combate defendiendo su causa libertaria. Pero no es hasta 1814 que, junto al general Ignacio Warnes, se produce la batalla de La Florida frente a las fuerzas Realistas de los españoles a las orillas del río Piraí en Santa Cruz de la Sierra. Aquella lucha fue larga y feroz, dejándole a Arenales varias heridas de sable, una de ellas en el rostro, desde los pómulos hasta casi la boca, lo que le valió el apodo del Hachado inmortal.
Tal fue la bravura de su pelea que después de la batalla fue nombrado el 19 de octubre del mismo año Gobernador Intendente de la provincia de Cochabamba por el director supremo Gervasio Antonio Posadas.
Al año siguiente, el 26 de julio de 1815 por mandato de José Rondeau se creó el Regimiento de Infantería 12 con 700 cochabambinos a cargo de Juan Antonio Álvarez de Arenales. La génesis de este heroico batallón tiene en sus raíces en lo más íntimo de la historia nacional.
GUERREROS EN LAS MALVINAS
La participación de esta unidad se fue incrementando en el resto de provincias de los países vecinos: la expedición auxiliar al Alto Perú, la campaña Libertadora, campaña contra Paraguay, campaña al río Negro y Patagonia, entre otras más componen su recorrido.
Cuando se produjo la Guerra de las Malvinas, 1.200 hombres de este regimiento participaron de los combates de Darwin y Pradera del ganso (conocido como Goose Green por los británicos).
El 25 de abril de 1982 la unidad completa llegó a Puerto Argentino y comenzó la marcha al oeste sobre el Istmo de Darwin. La noche del 27 de mayo comenzó el fuego naval enemigo dando paso al avance de la infantería oponente, integrada por las tropas elite del Segundo Batallón de Paracaidistas Británicos.
Al día siguiente, el panorama era adverso, la defensa se iba debilitando, no se rindieron y lanzaron un contraataque, pero no fue suficiente y no tuvieron más opción que la rendición. Según cuenta Alberto Frontera muchos se opusieron y querían seguir pe-leando, pero continuar con esa acción solo causaría más muertes innecesarias.
La batalla duró 36 horas, la más larga y feroz de la Guerra de las Malvinas. Los muertos de ambos bandos fueron casi iguales tomando en cuenta que la diferencia de soldados era de 12 a 1 a favor de Reino Unido. Además, durante la lucha cayó el teniente coronel Herbert Jones, único jefe inglés muerto.
El 29 de mayo se destruyó toda la información existente en el lugar, luego, como mues- tra de amor a su patria y para evitar que la bandera argentina sea tomada como trofeo de guerra por los británicos, después de una última formación para rendirle los honores correspondientes, la quemaron y arrojaron sus cenizas al mar junto al asta, tres escudos de honor y más de una veintena de medallas de reconocimientos.
“Yo no fui capaz de quemarla, pero di la or-den. Es terrible la derrota, pero más terrible es quemar la bandera que uno juro defender”, cuenta Frontera.
La vuelta a Argentina fue devastadora, llena de dolor e impotencia por la derrota. Pero, aquella bandera llena de gloria cochabambina y argentina aún tenía un último respiro de reivindicación.
RESPETO Y HONOR FINAL
La historia que envuelve a las Islas Malvinas tiene muchos componentes destacados y de gran proeza. Es por eso que muchos intelectuales la han estudiado a lo largo de estos años. Uno de ellos es Alejandro Amendolara, quien sirvió de puente entre los tenientes coroneles Chris Keeble y Alberto Frontera (ambos segundos jefes en Malvinas, ya retirados actualmente) para ponerlos en contacto a fin de intercambiar sus experiencias de vida luego de más de tres décadas del conflicto bélico.
Los vaivenes del destino hicieron que, después de que arrojaran las cenizas de la bandera, el asta y demás reconocimientos al mar, estos fueron a parar a las orillas donde estaban establecidas las tropas británicas, mismas que llegaron a las manos del inglés Keeble y que custodió hasta el 2016 cuando se encontró con Alberto Frontera.
Como invitado especial, en una ceremonia íntima en Oxford, Keeble le devolvió a Frontera el asta de la bandera que había conservado como trofeo personal, pero que debido al respeto que tenía hacia su colega se la entregó.
“Yo no sabía nada. El momento en el que saca el asta fue una emoción tan grande de recuperar mi bandera. Luego, un año después, en su casa, me devolvió el correaje, con eso me devolvía toda la bandera. Salió de jefe a jefe, no intervino ningún Estado”, cuenta Frontera.
Entre los argentinos que radican en Cochabamba se encuentran el teniente coronel Javier Rojo, quien, junto a la Escuela de Comando y Estado Mayor gestionó la visita de este excombatiente para que pudiera llegar a los orígenes de su regimiento.
“Una de las cosas que más me llamaba la atención de mi regimiento era que nos llamabamos los cochabambinos. Sabía que existía una ciudad llamada Cochabamba y cuando me eligieron para venir acá me sentí muy afortudado. Hay mucho sentimiento”, cuenta Rojo.
El combate Pradera del Ganso es la única lucha de la Guerra de las Malvinas en ingresar en la lista de las 20 batallas más importantes libradas por Reino Unido durante su historia. El valor y la entrega de los soldados del Regimiento de Infantería 12 “General Arenales”, fundada a base de sangre aguerrida cochabambina, es reconocida a nivel mundial y vive en la memoria de los militares de ambas naciones.
Con la tecnología de Blogger.