ORURO ROYAL, EL DECANO DEL FUTBOL BOLIVIANO



Por: José A. Gandarillas J. / Los Tiempos de Cochabamba 23 de mayo de 2021.

El club Oruro Royal celebra este 26 de mayo 125 años de su fundación (1896).
Esa época un grupo de jóvenes futbolistas de la ciudad de Sebastián Pagador, entre ellos Enrique Bohrt, Leoncio Suaznabar, Lizandro Urquidi, entre otros, se reunieron en la casa del primero y sentaron las bases para crear esta entidad.
Actualmente, el Decano del fútbol nacional participa en el torneo de la primera categoría de la Asociación de Fútbol de Oruro (AFO), con el propósito de ascender a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, un sueño que se le hace esquivo desde hace varios años.
Historia
Los trabajadores bolivianos de la compañía The Bolivian Railway Limited, encargados del tendido de las rieles para el ferrocarril Uyuni–Oruro, aprovechaban su tiempo de descanso para jugar fútbol, un nuevo y raro deporte para 1891, que lo practicaban con un balón de cuero con válvula y cordones.
Los nacionales aprendieron a jugar de sus jefes de origen británico, técnicos de la empresa ferrocarrilera, con más dudas que certezas sobre las reglas del fútbol.
Cinco años más tarde fundaron el club Oruro Royal Foot Ball Club (26 de mayo de 1896), cuando se concluyó el colocado de las rieles y el ferrocarril llegó a la Plaza Mayor de la ciudad de Oruro, que fue inaugurado por el presidente de la República de ese entonces, Aniceto Arce.
A los cuatro años de este acontecimiento, en la ciudad de Oruro, un grupo de jóvenes deportistas como los Condarco, Mier, León, Bohrt, Leoncio Suaznabar, Lizandro Urquidi, Ricardo Ramos y otros optaron por consolidar su organización y, un 22 de mayo de 1896 en el domicilio de don Enrique Bohrt, dieron por terminado el intercambio de opiniones previas a la fundación y prepararon la documentación que dio nueva luz a generaciones de jóvenes deportistas.
El 26 de mayo, en casa de Leoncio Suaznabar, suscribieron un acta de fundación en la que dejan constancia de su voluntad de formar una sociedad denominada Oruro Foot Ball Club, que tiene por objeto buscar una distracción útil y provechosa para la juventud e instalaron un gimnasio. Así nació el Decano del fútbol boliviano.
En su primer año de fundación se organizó un partido de exhibición en la plaza 10 de febrero, en homenaje a las fiestas patrias. Un par de años más tarde, usó oficialmente las casacas con líneas horizontales blanco y negro. Estos colores perduran hasta ahora por más de un siglo.
Oruro Royal Foot Ball Club fue el nombre que llevó desde el año 1896 hasta 1907, luego los británicos que jugaban en ese entonces lo llamaron Oruro Royal Club, ya que muchos equipos ingleses llevaban el denominativo de Royal (Real), es así que desde ese entonces se quedó como “Oruro Royal Club”.
Primer directorio
El primer directorio estuvo conformado por: Ricardo Ramos (presidente), Ulises Ramos (vicepresidente), Leoncio Suaznabar (tesorero), Enrique Borth (secretario), Jorge Arce, Máximo Montesinos y Darío Aramayo (tesoreros).
El primer equipo lo integraron: Felipe Niño de Guzmán, Zenón Eyzaguirre, Luis Aguirre, Augusto Gunther, Alberto Aguirre, Luis Vásquez, Ricardo Martínez, Telésforo Ross, Rafael Vásquez, Hans Geberber y Ernesto Galzín.
Las franjas verticales negras y blancas y los pantalones blancos fueron el distintivo del primer uniforme, que se mantiene hasta la actualidad.
El primer partido oficial de Oruro Royal data del 26 de mayo de 1897 (fecha del primer aniversario del club), en el cual se enfrentaron a dos equipos del mismo club.
A inicios del siglo XIX, Oruro Royal realizaba sus partidos en el esta dio de la Unión (hoy Parque de la Unión Nacional), con capacidad para dos mil espectadores.
En 1905 es invitado por el club Thunder Foot Ball Club de La Paz a jugar un partido amistoso. El juego se disputó en la cancha del barrio San Pedro, donde ganó Oruro Royal, cuando tenía como a sus principales figuras a los hermanos Condarco, además de Alejandro Mendizábal, Benavidez, Rogers, Gumucio y Luis Sierra.
En 1913, Oruro Royal jugó en La Paz frente a The Strongest, al que ganó por 4-0. La revancha se jugó en 1915 y empataron 1-1.
El equipo orureño fue la base de la Verde en 1930
El historial del club orureño tiene una larga lista de triunfos tras sembrar la semilla del fútbol en el resto del país.
Esos acontecimientos trascienden fronteras, mucho más cuando sobre la base del equipo de Oruro Royal se formó la selección nacional. Esta participó en 1930 en la primera Copa del Mundo que se celebró en Uruguay. Cedió a sus jugadores: Jesús Bermúdez, Jorge Balderrama, Gumercindo Gómez y Miguel Murillo.
Por otra parte, Oruro Royal fue uno de los fundadores de la Asociación de Fútbol Oruro (AFO) en 1921. Fue el principal equipo de Oruro hasta la irrupción del club San José en la década de los 50.
Clásicos
El clásico orureño lo disputó con el club San José, rememorando los que jugaban por el torneo de la Asociación de Fútbol de Oruro en los años 1940.
El partido en el que se enfrentaban Oruro Royal y Bolívar Nimbles es considerado como el primer clásico del fútbol orureño y uno de los primeros del balompié nacional. Durante gran parte del siglo XX, ambos equipos se disputaron la supremacía del fútbol de Oruro.
El Decano no jugó en el balompié profesional
Una grave afrenta para el club y para el fútbol boliviano fue que no haya sido tomado en cuenta cundo se creó la Liga del Fútbol Profesional Boliviano en 1977, lo que dio lugar a que no vuelva a ser protagonista a nivel nacional.
En 1956 fue la única vez que participó en el certamen profesional del fútbol boliviano, alternando con San José de Oruro, Aurora y Wilstermann de Cochabamba, incluidos Bolívar y The Strongest.
Lamentablemente el equipo que estuvo formado por jugadores nacionales no tuvo suerte, y, junto a Ingavi de La Paz, descendió de categoría.
El equipo contaba con el arquero Pedro Loza, Dámaso Flor, Valentín Castro, Antonio García, Víctor Vargas, Mario Blancourt, Luís Peláez, Cándido Aguayo, Benigno Gutiérrez, Pedro Vargas y otros.

En 2011 rompió una mala racha de 12 años sin ganar en la AFO (Asociación de Fútbol Oruro), entre los cuales obtuvo cuatro subcampeonatos, el título lo repitió en las temporadas de 2011, 2012, 2013 y 2014. 


CAÑADA COCHABAMBA (STRONGEST) 25 DE MAYO DE 1935

 


"EL CERCO CHICO"
EL CORONEL BOLIVIANO AYOROA, LE DIJO CON ÉNFASIS AL MAYOR PARAGUAYO CESAR LOPEZ:
"MAYOR, ES INÚTIL QUE PIENSE OTRA COSA, PUES TENEMOS TROPA EN CANTIDAD Y DISPOSICIÓN SUFICIENTES PARA ANIQUILAR A TODAS SUS UNIDADES". Y ASÍ QUEDÓ SALLADA LA SUERTE DE LA DIVISIÓN DE MANIOBRA PARAGUAYA...
— El coronel Ayoroa dando la sensación de que sus fuerzas eran muy numerosas y estaban dispuestas a todo, se decidió a enviar un parlamentario a intimar la rendición de las fuerzas paraguayas. Este paso no era muy susceptible de realización fácil, pues no existía propiamente una línea de contacto paraguaya, hallándose las unidades de la División 2 escalonadas o diseminadas en distintos puntos. Uno de los soldados bolivianos, con exposición evidente de su vida, se ofreció para verificar esta tarea de aproximación hasta los Comandos enemigos, los cuales habiendo perdido conexión entre sí, se denotaban desconcertados y desmoralizados.
— El emisario boliviano—cuyo nombre seguramente recordará el teniente general Ayoroa- realizó su tarea con notable pericia y arrojo y regresó con la noticia de que los paraguayos estaban dispuestos a rendirse siempre que se les permitiera avanzar al sitio que se les fijara con sus oficiales y llevando sus armas.
— Como trofeo de esta audaz y trascendente excursión el soldado de Ayoroa portaba consigo un excelente revólver que uno de los oficiales paraguayos le había entregado. El coronel Ayoroa midió con exactitud la situación e intimó severamente a los oficiales qué habían sido guiados hasta su puesto de Comando, que la rendición debía hacerse conformé a la pauta que él indicaba; esto es: que los oficiales avanzaran formados al sitio donde debían constituirse prisioneros, y que la tropa lo hiciera a continuación marchando sin armas, las cuales serían depositadas en los lugares que se designarían exprofeso.
— Refiere el Cnel. Ayoroa, que su interlocutor principal él mayor paraguayo César López tuvo alguna "hesitación" para consumar la rendición en la cual llevara la representación de sus compañeros de mando, atribuible seguramente a la impresión que de ojeo se formara de la escasa fuerza que les estaba cerrando el paso. Ayoroa advirtiendo éste gesto de arrepentimiento, le dijo con énfasis: «Mayor, es inútil que piense otra cosa, pues tenemos tropa en cantidad y disposición suficientes para aniquilar a todas sus unidades». Y así quedó sallada la suerte de la División de maniobra paraguaya, por lo menos en sus compo­nentes principales. #cortegosky

LA VICTORIA BOLIVIANA EN LA BATALLA DE CAÑADA STRONGEST



Cañada Strongest o Cañada Cochabamba o llamada también por el lado paraguayo Cañada Esperanza, constituye uno de los episodios más importantes de la Guerra del Chaco por los electivos de ambos ejércitos empeñados en acción de combate y por la misión estratégica encomendada a cada una de las grandes unidades en el teatro de operaciones.
"¿Cuál es la importancia de la batalla de Cañada Strongest?"
Esta ofensiva significó el fin de las esperanzas paraguayas de una victoria fácil, puesto que con esta acción terminaría la guerra aplastando a las fuerzas bolivianas en Ballivián.
El Estado Mayor argentino junto a Estigarribia habían diseñado un ambicioso plan que llevaría dos cuerpos del Ejército Paraguayo en un movimiento envolvente, abriéndose paso por el agreste flanco izquierdo boliviano, despejaría una "picada" hasta la retaguardia boliviana y aislaría a los defensores del Fortín Ballivián. De esta manera forzaría a Bolivia ante una acción aplastante, lo que lo llevaría a su rendición. Con esta acción, la guerra concluiría, y asimismo no habría fuerza boliviana entre el Ejército triunfante y las reservas en Villamontes.
El Comando boliviano, por su parte, consideraba tres hipótesis para la próxima e inmediata ofensiva paraguaya. Esta circunstancia permitió al Cuartel General de Ballivián tomar conocimiento exacto de la intención operativa del comando adversario, y pudo así adoptar las medidas adecuadas para frustrar su plan. El Jefe de Operaciones, teniente coronel Ángel Rodríguez, propuso una contramaniobra, que en su esencia consistió en dejar avanzar a las divisiones paraguayas —la Segunda y la Séptima del Primer Cuerpo- hasta Cañada Cochabamba, y allí apretarla dentro de una tenaza de hierro. Esta acción permitió encerrarlos mediante una maniobra concéntrica que juntase en sus espaldas a regimientos del Primer y Segundo Cuerpo Paraguayo.
En mayo de 1934, el coronel Bilbao Rioja inició la trampa a la Segunda División Paraguaya y rodeó la unidad en Cañada Strongest, en el centro del Chaco. Los nueve regimientos y la artillería que componían el Primer Cuerpo paraguayo avanzaron por el claro sin saber que les esperaba una contramaniobra. Se procede con la maniobra con un cerco que hicieron fuerzas bolivianas. La batalla tuvo lugar del 18 al 25 de mayo de 1934. Su resultado fue una victoria para el ejército boliviano. Los paraguayos en Strongest tuvieron un desastroso resultado con 500 bajas y 1.600 prisioneros, y se capturó 1.500 fusiles, 3 morteros, 8 ametralladoras y 10 camiones. Fue sin duda el revés más importante sufrido durante la campaña el 1934.
Por Guillermo Mejillones Quispe.
Texto editado para su publicación en "Historias de Bolivia".

19 DE MAYO DE 1837 - ARGENTINA DECLARA LA GUERRA A LA CONFEDERACIÓN PERU-BOLIVIANO



El Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Gral. Juan Manuel de Rosas, declaró la guerra a la confederación; las disputas con Argentina se agravaron e iban en aumento por la posesión de la región de TARIJA y el amparo que daban los confederados a los opositores del Gral. Rosas. Rosas sospechaba que el Mcal. Santa Cruz usaba a los opositores, en alianza con el presidente uruguayo Fructuoso Rivera, para apoderarse de las provincias del noroeste argentino. Un agente del gobierno chileno, le mostró al Gral. Rosas documentos en ese sentido, que confirmaban los rumores de que, el opositor al gobernador argentino, Juan Galo Lavalle, estaba en tratos con el Mcal. Santa Cruz para constituir un Estado entre ARGENTINA y la CONFEDERACIÓN PERUANO- BOLIVIANA.

DEFENSA DE "VILLA MONTES" - BATALLA DE "HIGÜIRARU"

 


Mientras el Comando boliviano organizaba la defensa de "Villa Montes", el Mando paraguayo planeaba un poderoso ataque a esta plaza, que la consideraba como un importante objetivo político-militar.
Había dispuesto que el ataque fuese concéntrico y lento, y para ello avanzaron tres Cuerpos de Ejército. Uno por el Norte, otro por el Este y un tercero por el Sur, orillas del Pilcomayo. El del Norte debía envolver el flanco izquierdo de los defensores, mientras los del Centro y Sur tenían la misión de "amarrar frontalmente" a los mismos.
El 5 de febrero se desencadenó el ataque enemigo por el Norte, con la ocupación del Pueblo de "Tarairí", en tanto que la columna del centro, después de sondear los puntos débiles de la defensa, atacaba frontalmente en un ancho de dos kilómetros lanzando fuertes asaltos contra las posiciones bolivianas que no permitieron la ruptura de su frente.
El día 11 continuó el centro de gravedad del ataque sobre el ala izquierda, donde los atacantes fueron paralizados por la defensa enérgica y tenaz. Pero cinco días más tarde, en que los paraguayos habían realizado nuevos reconocimientos de fuerza por medio de fuego de artillería y morteros, lograron romper la línea boliviana en el punto denominado "Higüiraru", después de cincuenta minutos de un sangriento combate y una fuerte concentración de artillería.
Aunque el enemigo había sido contenido en su irrupción, formándose una profunda brecha, tal ruptura constituía un peligro para el conjunto de la defensa, y el Comando boliviano resolvió contraatacar de inmediato.
Para ello acumuló algunas reservas y material, pero el día 20, apercibido sin duda el enemigo de tales aprestos, inició un poderoso ataque desde el bosón, que no tuvo ningún resultado; pues los bolivianos contuvieron a los paraguayos en su intento de ampliar o de romper el bolsón en que estaban posesionados.
Y así siguío el desarrollo de la batalla de "Villa Montes" en toda la extensión del campo atrincherado con alternativas de intensidad y de calma, a distintas horas, por diferentes medios, en el día o en la noche, siendo siempre rechazados los atacantes con pérdidas enormes en hombres y en material. De ahi que, convencido el Comando paraguayo de la imposiblidad de opoderarse de la anhelada plaza de "Villa Montes", había decidido cambiar el centro de gravedad de su ofensiva desplazándola hacia el Parapetí.
Pero antes, el 6 de marzo, se libró la batalla de "Carandaití", punto por el cual las tropas paraguayas trataron de abrirse paso hacia "Camiri" siguiendo la ruta del paso de "Lourdes" y "Salinas". Los atacantes fueron, empero, rechazados y sufrieron grandes pérdidas entre muertos y prisioneros.
"Villa Montes" no puedo ser conquistado a pesar de los treinta y cuatro asaltos consecutivos que efectuaron los paraguayos; de tal suerte que aquella larga batalla, llena de intermitencias y recrudecimientos, sólo cocluyó con la firma del armisticio.
Enseñanzas y experiencias.- La lucha en "Villa Montes" se caracteriza por su tenaz defensa, en la que se comprobó cuán decisivo es el factor terreno. Defendida su a la derecha por un obstáculo natural como el Pilcomayo y su izquierda por las serranías de "Chimeo" y "Tarairí", la defensa era infranqueable. Además, a sus espaldas estaban las altas serranías del "Aguarague" desde donde la artillería boliviana batía intensamente el campo enemigo, de tal suerte que las tropas atacantes se veían obligadas a efectuar ataques frontales contra posiciones fuertemente fortificadas, forma en la cual, generalmente, no se tiene éxito.
Para romper la línea, los paraguayos tuvieron que concentrarse la potencia de sus armas sobre un reducido frente, como es "Higüiraru", donde consiguieron algún éxito, de acuerdo a los principios tácticos; pero la oportuna intervención de las reservas bolivianas paralizaron la progresión de la ruptura, demostrándose una vez más la importancia y la decisión que tiene el buen y oportuno empleo de las reservas.
Tomado de la página de EMI (Escuela Militar de Ingeniería)

EL FRANCÉS MAURICE BOURDON Y LA PRIMERA CATÁSTROFE AÉREA DEL PAÍS

 


A principios del año 1921, llego a nuestro país los dos poderosos aviones, cuando Simón Patiño, se comprometido a tan solamente uno. Magnifico y merecido obsequio al progreso nacional por parte del desprendido industrial minero. También llegó el piloto Mauricio Bourdon, quien estaba contratado por Patiño, por el tiempo de seis meses, para el establecimiento de una escuela de aviación.
Comprobándose la eficacia de los nuevos aparatos, se dispuso una inmediata inauguración de la flamante "Escuela Militar de Aviación" en La Paz, ante el reclamo generalizado de Oruro, la que se programó para el 3 de abril.
Para tal ocasión Patiño, había ya llegado a Oruro desde París y se aprestó a trasladarse a La Paz, junto con una selecta comitiva para entregar los aviones donados al Ejército: "Viaje del señor Patiño. El filántropo caballero don Simón I. Patiño, viaja hoy a La Paz, con objeto de asistir al vuelo oficial de los Aeroplanos que ha obsequiado al Ejército. Van con él los señores Arturo Loaiza, Máximo Nava y don Pablo Pacheco, con más el personal de empleados de la casa Patiño"(1).
Aquel 3 de Abril de 1921, la despoblada zona del Alto de La Paz, se llenó de miles de espectadores que junto a delegaciones consulares y del Gobierno; así como el Ejército, fueron testigos de los repetidos vuelos oficiales de los primeros aviones del Estado boliviano; el piloto Mauricio Bourdon peligrosamente sobrevolaba con vuelos a baja altura sobre la concentrada multitud.
Durante uno de esos vuelos, el poderoso avión fue a caer de forma rápida e inesperadamente sobre la indefensa mancha humana, llevándose consigo al Sr. Agustín Fernández representante de la firma "Simón I. Patiño" que hacía de copiloto quien junto con el piloto murieron inmediatamente, junto con el retorcido e inútil avión.
El dantesco espectáculo se sumó a la muerte de 9 infortunados ciudadanos, entre hombre y mujeres, que tenían los miembros horriblemente mutilados por la fuerza del impacto, además de otros tantos heridos de gravedad.
Las causas de la tragedia de aquel día domingo, fueron completadas por las posteriores investigaciones que realizaron los señores Germán Alberdi, ingeniero mecánico de la Escuela de Aviación y el Capitán Vásquez, quienes comprobaron el funcionamiento correcto del motor y comando de la Aeronave siniestrada sobre la multitud, descontando así la hipótesis de que el trágico accidente haya sido ocasionado por estas causas. Por lo que es de completo error humano, como refiere el informe que estos pilotos dieron a los medios oficiales: "Mr. Bourdon trató de hacer un viraje a gran velocidad hacia la derecha y bajó al mismo tiempo…No me explico el por que de la bajada brusca que ocasiono tantas pérdidas humanas. Lo cierto es que cuando éste comenzaba su viraje a la derecha, el movimiento fue seguido en el timón de profundidad… la escasa altura a que volaba el aparato hizo que éste encontrara tierra antes de llegar a un cuarto de vuelta. Y para terminar, pueden ustedes asegurar que ningún piloto pudo haber vuelto inmediatamente su máquina a vuelo normal, dada la velocidad de 220 kilómetros por hora y a la poca altura de 40 metros, que lo referido sucedió, antes de chocar tierra, fatalmente debía ocurrir la tragedia (2).
¡Como se ve, aquel festejo se torno en desgracia! El primer desastre aéreo de nuestra historia nacional sobrellevo perdidas irreparables más que todo por los civiles, el entonces Presidente de la República Bautista Saavedra, dictó dos mandatos siendo la primera un Decreto Supremo fechado el 4 de Abril llamando al "duelo nacional el día 5, en homenaje a las víctimas de aviación", y la segunda disposición fue una Ley de la República, mediante la cual el Gobierno Nacional "pagará los gastos de sepelio y asistencia de las víctimas del siniestro del 3 de Marzo".
HONRAS FÚNEBRES A BOURDON.
Respecto al piloto francés, Maurice Bourdon. Este fue muy criticado por el grueso de la población, si bien también falleció, producto de aquella inexplicable maniobra que se llevó la vida de inocentes civiles.
Sin embargo como todo pionero de la aviación a favor de la aviación nacional así como destacado piloto de guerra, el "Centro Militar Boliviano", le rindió los mas respetados homenajes póstumos, mediante una conceptuosa carta dirigida Sr. Jean André Tinayre, embajador francés en Bolivia: "…envió a V.E. 15 coronas de flores que fueron depositadas en la capilla ardiente erigida en este Centro Militar, para honrar los restos del que fue Teniente Maurice Bourdon, intrépido y valeroso piloto francés, que ha rendido su preciosa existencia, al establecer las bases de la escuela militar de aviación boliviana. Aprovecho de esta tristísima oportunidad, para rogar a vuestra excelencia, quiera transmitir a la Colonia Francesa y a la viuda del malogrado Bourdon, la sentida condolencia del Directorio y de toda la clase militar boliviana"(3).
Aquel primer intento de establecer una institución aérea en el país se postergó por la gravedad de los acontecimientos y solo fue restablecida en grandes ánimos nacionales, cuando el heroico Juan Mendoza y Nernuldes. Conquistó exitosamente los cielos patrios el 10 y 21 de Noviembre del mismo año. Logrando con la Luz de sus triunfos, enterrar esta triste página de nuestra historia aérea nacional: y gracias al valor de éste orureño se debe la concreción de la actual Fuerza Aérea Nacional de Bolivia, como se conocerá en el próximo capítulo.
Referencias:
(1) LA REFORMA La Paz, 2 de Abril de 1921. Nº Sin Num.
(2)LA REFORMA La Paz, 30 de Abril de 1921. Nº 78. Las causas de la tragedia del domingo.
(3) LA REFORMA Oruro, 26 de Abril de 1921. Nº 110. Homenaje póstumo al aviador Bourdon.
Foto: 3 de Abril de 1921, Maurice Bourdon, está a punto de abordar el Bleriot-SPAD S.34, modelo entrenador lado a lado, que junto al SPAD-Herbemont S.XX (Bleriot-SPAD S.XX) fueron obsequiados por Simón I. Patiño para iniciar la escuela de aviación Militar. Minutos más tarde Bourdón y su pasajero Agustín Fernandez perderían sus vidas en la primera tragedia aérea a bordo del S.XX (imagen extraída de la página Historia de la aviación boliviana)

LA REBELIÓN DE MAYO DE 1936 QUE TERMINÓ EL DÍA 17 CON LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE TEJADA SORZANO

 


Los trabajadores bolivianos, en mayo de 1936, declararon un histórico paro nacional. No fue una huelga más. Fue un volcán social que cristalizó la pugna entre el viejo Estado liberal y el revitalizado movimiento sindical. Los gráficos y la Federación Obrera del Trabajo (FOT) encendieron la chispa de la rebelión que, luego, fue avivada por los partidos de izquierda y los militares nacionalistas. Al final, José Luis Tejada Sorzano abandonó la silla presidencial.
Ese hecho dio inicio al periodo de los gobiernos nacionalistas militares del coronel David Toro y el teniente coronel Germán Busch (1936-1939).
La creación de los ministerios de Trabajo y de Minas y Petróleos, la sindicalización obligatoria, la creación de la Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia, la fundación del Banco Minero, la nacionalización de la Standard Oil Company, la promulgación de la primera Constitución Social, la dictación de la Ley General del Trabajo y la entrega al Banco Central del 100% de divisas procedentes de las exportaciones mineras fueron algunas normativas impulsadas y respaldadas por los insurrectos.
El levantamiento de mayo fue un suceso que sintetizó una serie de luchas que se exacerbaron acabada la contienda del Chaco.
Frente a ese contexto, el movimiento obrero y popular reorganizó sus filas. Sus reivindicaciones, en el fondo, fueron impulsadas por el desempleo, los bajos salarios, los despidos masivos y el aumento
La cadena de protestas de los trabajadores comenzó en 1935 y culminó con la dimisión del liberal Tejada Sorzano, el 17 de mayo de 1936. Al respecto, Herbert Klein en su libro Orígenes de la revolución nacional realizó una cronología de los hechos.
La FOT, en respuesta a la inflación y el alza de precios, en noviembre de 1935, solicitó al Gobierno el aumento del 100% de salarios y rebaja de los precios de alquileres y de los artículos de consumo.
En diciembre, los mineros de Corocoro se movilizaron pidiendo aumento de sueldos. A la par, se activó una intensa convulsión social en todas las industrias y regiones del país ante la falta de trabajo y la subida de precios.
Las huelgas aumentaron en ritmo y proporciones, a inicios de 1936. En marzo, las obreras de la fábrica de tabacos demandaron jornales más altos.
La crisis se agravó. El Gobierno en vez de apagar la hoguera social, le echó más leña: dictó un “decreto de cambio único”. El peso boliviano se devaluó. Los trabajadores, los excombatientes, los inválidos, viudas y huérfanos de guerra fueron los más afectados. Y la bronca estalló.
El Sindicato Gráfico, el 10 de mayo, declaró huelga general. Su pliego de peticiones, que principalmente exigió el aumento salarial en un 100%, no fue atendido. Como nunca antes, todos los periódicos cerraron sus puertas entre el 10 y el 18 mayo. Los periodistas se sumaron a la lucha.
Frente al peligro de una revuelta, el Gobierno expidió “un llamamiento militar” para “encuartelar al pueblo”. Luego, decidió “destruir de un sólo golpe al pueblo y al Ejército”. Se ordenó al jefe de las Fuerzas Armadas “hacer fuego sobre el pueblo si éste se mostraba partidario de la huelga”, narró La Calle, el 24 de junio de 1936.
Sin embargo, el Ejército acordó con los sindicalistas no intervenir en los problemas, mientras no ocurran actos de violencia. De ese modo, los propios huelguistas patrullaron la ciudad de La Paz para mantener el orden.
La noche del 16 de mayo el “Comité Revolucionario” comenzó una serie de tomas. Primero, ocupó el Club de la Unión, “local de la aristocracia cuya fortuna era mayor a medio millón de pesos”. En el lugar se izó una “bandera roja”. En seguida, cercó la Alcaldía y colocó “un cordón de tendencia política (...) estableciendo un ensayo pintoresco de organización bolchevique”; esos espacios fueron los cuarteles de reunión de los partidos de “extrema izquierda”, rememoró La República, el 19 de mayo.
Pablo Estefanoni, en su investigación Los inconformistas del centenario, relató la manera en como el escritor Alcides Arguedas detalló ese hecho en su Diario íntimo. Sucede que ese 18 de mayo, Arguedas fue con su hija, a las 11:00 de la mañana, al paseo del Prado. Al pasar, “vieron flamear la bandera roja” en el Club de la Unión, donde se podía leer la inscripción “Comité Revolucionario”, escrito –según Arguedas– “con tinta sobre una banda blanca de percal y con letras irregulares, letras de artesano primario que no tiene ni la costumbre ni el gusto de escribir y trazar caracteres”.
Una comisión de militares, la mañana del 17 de mayo, le exigió a Tejada Sorzano su dimisión. Él firmó su renuncia. Acto seguido, se dictó un decreto que designó una Junta Mixta de Gobierno. Germán Busch fue designado “presidente provisional”, hasta el retorno de David Toro, quien fue posesionado como Jefe de Estado, tres días después.
En la tarde, el nuevo régimen negoció con los insurrectos. Waldo Álvarez, en su libro Memorias del primer ministro obrero, afirmó que Busch aceptó todas las demandas del pliego de peticiones.
Las federaciones obreras, el 18 de mayo, ordenaron que “todos los empleados, trabajadores del comercio, la industria, bancos, ferrocarriles y transportes, vuelvan a sus respectivas labores de inmediato”.
La normalidad retornó al país.
El levantamiento fue recordado por varios años. El 17 de mayo fue declarado “feriado nacional”. En 1937, se desarrolló un programa de festejos. Una diana a cargo de la banda del Ejército, un “match interdepartamental” de fútbol (Ingenieros Oruro vs. Alianza), la inauguración del Museo Militar, la concentración “socialista” y las verbenas populares fueron algunos de los eventos que matizaron el homenaje.
Por su parte, el Gobierno autorizó la emisión de estampillas conmemorativas. La Calle, el 7 de mayo de 1937, informó que se acuñarían “monedas de niquel” de 10 centavos destinadas a rememorar la “revolución”.
Las conquistas de mayo hicieron temblar a la oligarquía liberal y fueron un referente para la insurrección obrera y campesina de abril de 1952.

EL CRIMEN PASIONAL DE POLONIA, Arthur Posnansky y La historia de una muchacha que resuelve clavar un puñal y matar a su amante

 


Por: Freddy Zárate.
En la década de los años 20 del siglo pasado, los juzgados en materia penal de la ciudad de La Paz, la prensa y la sociedad en general siguieron de cerca el sonado caso de Polonia Méndez. El ingeniero, arqueólogo y antropólogo Arthur Posnansky (1890-1946), desviándose momentáneamente de sus habituales investigaciones acerca de Tiwanacu, indagó el caso penal ocurrido el 28 de noviembre de 1920.
Posteriormente, Posnansky publicó el libro Impulsos atávicos: El caso de Polonia Méndez que lleva como subtítulo Consideraciones antropológicas-psiquiátricas referentes a un crimen llamado pasional (Imp. Velarde, La Paz, 1923).
La reconstrucción de hechos realizada por Posnansky indica que Polonia Méndez contaba con 18 años de edad cuando cometió el llamado "crimen pasional”. Las declaraciones hechas por Polonia son consideradas por Posnansky como una "fabulita” bien tejida.
El protagonista de este hecho es el joven diplomático Fernando Granier. Las arduas labores en su despacho hicieron que decida contratar a una secretaria privada para alivianar su trabajo. Tras este requerimiento laboral aparece en escena Polonia Méndez para ocupar el cargo de asistente. Según declaraciones de Méndez, ella empezó a trabajar armoniosamente con Granier.
Con el pasar de los días la doncella no pasó desapercibida a los ojos del joven diplomático. Con aires donjuanescos y con ayuda de un narcótico hicieron que Polonia Méndez caiga en sueño y cuando despertó encontró mancillado su honor. La primera reacción que pasa por la cabeza de Polonia es casarse con su ultrajador, seguido de una sed de venganza por su arrebato virginal. La doncella opta por la primera idea, ruega a Fernando reparar su honor desposándola.
Una "plebeya”
Según el contexto social de la época, Fernando Granier ocupaba una posición social ascendente y no podía contraer nupcias con Polonia Méndez por ser una "plebeya”. El pretexto que manejó Fernando para postergar y apaciguar el pedido de Méndez fue responderle que lo haría más tarde.
La muchacha se desespera y decide alejarse momentáneamente de La Paz. Viaja a Challapata y recorre varios centros mineros.
A pesar de la distancia geográfica, Fernando y Polonia mantienen una fluida correspondencia, pero el final de cada carta está latente el mismo pedido de Méndez a Granier: "¿Te casarás conmigo, me devolverás mi honor que me quitaste?”.
Pasados unos meses, Fernando siente deseos de volver a poseer a Polonia. En un retorno lleno de peripecias, ella reaparece en la urbe paceña y se desencadena el "crimen pasional”.
Para explicar este controvertido caso Arthur Posnansky se nutre de teorías de la antropología criminal de su época. Pone en duda la explicación del afamado criminólogo positivista Cesare Lombroso y el médico Franz Joseph Gall por considerarlas caducas para su tiempo.
Además el inquieto Posnansky realizó una serie de entrevistas a varios jurisconsultos como Daniel Sánchez Bustamante, Hernando Siles Reyes, Carlos Calvo, Arturo Loaiza y Benjamín H. Gallardo.
Con estas herramientas de interpretación pone en entredicho el llamado "crimen pasional” de Polonia.
Mujeres "tempranillas”
El antropólogo Posnansky cuestiona la versión de Méndez con el siguiente argumento: "Cualquiera que estudie la vida moderna y comprenda la psique de la muchacha pobre, se da cuenta que la fabulita aquella esta amasada con migajas de verdad”.
La urbe paceña conoce a este tipo de mujeres con el epónimo de la "tempranilla”. Este adjetivo es el indicado para Polonia Méndez que representa el prototipo de la muchacha of today (de hoy).
La conducta de Polonia -según Posnansky- se debe a la tradición de sus antecesores, o a una degeneración racial heredada juntamente con la atmósfera social y en especial de las moralmente malsanas impresiones de los cines que despertaron instintos siniestros e ímpetus atávicos que hubiesen quedado adormecidos quizá para siempre, pero la lucha interna contra la cual no pudo resistir Polonia Méndez lo llevaron a cometer el asesinato.
Según las pesquisas de Posnansky, el comportamiento de Polonia puede ser atribuible a todo lo somático que representa la mujer: "Es más infantil, más fino, más débil, en suma más idealizado y hasta primitivo”.
La idea de la mujer en la segunda década del siglo XX estuvo marcada por diferenciar el coeficiente intelectual, la fuerza física, el carácter, en palabras de Posnansky la mujer era sumamente "inferior” al hombre.
Con apoyo de la psicología, el antropólogo llegó a confirmar que la mujer en ciertas épocas padece de un comportamiento "biológico-crítico”.
Esta conducta, para Posnansky, es fruto de una anormalidad anímica que si no se llegará a contener mediante los "frenos sociales” como la educación, la vigilancia de la familia o el esposo que logre sujetarla y controlarla a las convenciones sociales, las mujeres serían propensas a cometer delitos.
Posnansky afirma que Polonia planificó todo el teatro y escenario del crimen. Se mostró ante la sociedad como una mujer de alto nivel moral. Pero en realidad hace una comedia del pudor y de la altivez: "Se cree inmaculada”.
Polonia era una muchacha pobre y no era de "buena familia”, pero su seductor era de una familia acomodada. El papel que juega Fernando Granier es de manso cordero, el que cubriría con su nombre y bolsillo las aventuras y amoríos ocultos de Polonia. Pero, ¿por qué se comete el delito? se pregunta el arqueólogo.
Al no tener una respuesta clara nos deja un enigma psiquiátrico: una muchacha al parecer tímida, resuelve matar, clavar con un puñal con premeditación en el pecho de su amante con quien minutos antes disfrutaba del mayor placer que la naturaleza brinda a los mortales.
Pero Posnansky en todo momento se apoya en la antropología criminal para tratar de explicar el caso de Polonia Méndez. En las conclusiones de su investigación pone énfasis en describir el rostro de la joven y su constitución física.
Estos signos exteriores son para Posnansky reveladores ya que comprobarían la existencia de una "raza inferior”, en realidad, una raza degenerada por "reflejadas y depravadas costumbres” que engendraron "hijos neuropáticos”.
En particular el largo del brazo en relación con el cuerpo era síntoma indudable de esta degeneración. Por supuesto no todos los que tenían estos rasgos eran criminales, ni viceversa, pero era más probable que incurrieran en ello ya que "no podían evitar el llamado de la sangre”, "inconscientemente llevaban el fatal germen engendrado por los placeres de sus antecesores” o "los días biológico críticos”.
Cárcel o instituto mental
Posnansky ratifica contundentemente que los signos corporales como el cerebro, los molares, las orejas, la cara, la frente, el cráneo, la quijada y la herencia genética ponen a esta clase de mujeres en el rango de los llamados "predispuestos” a delinquir.
Según el relato de Arthur Posnansky, la protagonista de este estudio antropológico fue condenada a varios años de reclusión. Pero esta decisión de la justicia es cuestionada por el autor: "Al estar privada de libertad no lograran reformar a la reclusa, después de algunos años, después de haber concluido su condena, la infeliz ha de salir más sucia de carácter y alma del panóptico de La Paz”.
El arqueólogo sugiere que el caso de Polonia Méndez hubiera sido aconsejable enviarla a la Casa de Salud Mental de Sucre: "Allí en una celda, podría meditar, arrepentirse y quizás salir más tarde buena”.
Esta curiosa investigación -a casi un siglo de lo ocurrido- nos refleja los prejuicios machistas de la época y la concepción que se tenía de la mujer. La esforzada explicación del arqueólogo y antropólogo nos develan una instrumentalización de la ciencia por responder a sus propias manías antropológicas. Este caso en particular nos retrata a una sociedad con sus problemas tan humanos que no se diferencian en nada con la actualidad.
La diferencia es que hoy en día nadie escribe un libro sobre un caso criminal concreto ni utiliza como instrumento de explicación la antropología de manera ciega para determinar un tipo de comportamiento criminal.
Por otro lado, la modernidad forjó ciudadanos temerosos al crimen pero bien informados -a través de prensa roja, Facebook, televisión- de robos, violencia, secuestros y asesinatos que pasan desapercibidos por la cotidianidad por ser comunes las transgresiones.


Este artículo fue publicado en el Página Siete, el 23 de Julio de 2017. (Revista Miradas pp. 22,23 y 24)
Fotos: Polonia Méndez y Fernando Granier.

SOBRE EL ORIGEN Y LA HISTORIA DE LA DANZA MORENADA

 


Por: Nancy B. Rosof.
El relato más antiguo conocido del baile de la Morenada fue registrado por el médico francés H.A. Weddell cuando visitó Bolivia en 1851, y observó los bailes durante la fiesta de Nuestra Señora de La Paz, en la ciudad de La Paz.(1) Weddell escribe:
“Los sastres artesanos que casi todos pertenecen a la clase mestiza o cholo, se visten con una elegancia aristocrática... y se pasean todo el día con negro máscaras. Bajo esta forma, se llaman a sí mismos morenos. Hay algunos que llevan enormes sonajeros, otros rifles y pistolas, aunque la mayoría no tienen armas, pero si instrumentos musicales comunes. Lo vi una vez, fue el día de la asunción - un grupo de estos sastres en el patio del Palacio, donde le dieron una serenata al Presidente ”. (2)
En este contexto, los bailarines se describen como mestizos, personas de ascendencia indígena y española, que pertenecen a una asociación de sastres y vestían elegantes trajes y máscaras negras. También tenían un estatus elevado parque que se les permitiera entrar en el patio del palacio presidencial y cantaral presidente.
Pero, ¿cuál era el tono de estos bailes cuando se realizaban en el siglo XIX? Un artículo de 1875 del diario La Reforma describe a los morenos como cómicos, con pelucas, lentejuelas, medias bicolores, sombreros de tres picos y chaquetas y levitas del periodo de Fernando VII.(3) Adolph Bandelier, al escribir sobre sus viajes a Bolivia en 1894 y 1895, se refiere a ellos como payasos que aparecen en todos los festivales. Los describe como jóvenes mestizos que con frecuencia pagaron por sus actuaciones y visten trajes costosos en un estilo del siglo XVIII con "Vestidos de colores brillantes de terciopelo o seda, ricamente bordados con oro y plata, chalecos a la medida, calzones hasta las rodillas, sombreros, zapatos bajos y máscaras, más horribles que cómicas ". (4)
Referencias
1) Hugues Albernong Weddell, Voyage dans le Nort de la Bolivie, París: Chez Bertrand, 1853.
2) Citado en Eveline Sigl, No Se Baile Así No Más…, Danzas autóctonas y folklóricas de Bolivia, Tomo II. (La Paz, Bolivia, 2012), 209, traducción de Nancy Rosoff.
3) Sigl, No Se Baile, 210. Use Ibid.?
4) Adolf F.Bandelier, The Islands of Titicaca and Koati (Nueva York: The Hispanic Society of America, 1910), 116.
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Fragmento del artículo escrito por Nancy B. Rosof, titulado: A Morenada Dance Costume: An Example of the Interconnection of the Americas, Spain and Africa Interconexión de las Américas, España y África (2016) / Actas del simposio de la Sociedad de América. 1003.
Imagen: (Descripción original del artículo) Compañía de Danza Morenada, Caiza, Dpto. De Potosí, Bolivia, 1896 o 1906. Foto tomada por J.F. Fowler. PH1 / 178 Fowler, J.F. Cortesía de AMNH, División de Archivos de Antropología. Observe las hombreras en algunos de los disfraces. (Fuente de la fotografía: el artículo arriba mencionado.)

SOBRE EL ORIGEN Y LA HISTORIA DE LA DANZA MORENADA Por: Nancy B. Rosof. El relato más antiguo conocido del baile de la...

Publicada por Historias de Bolivia en Martes, 11 de mayo de 2021

AL EPÍLOGO DE LA GUERRA DEL CHACO, EL EJÉRCITO PARAGUAYO INVENTA “LA BATALLA DE INGAVI” Y AL DEVELARSE SU FALSEDAD, EL PRESIDENTE ARGENTINO SE VE OBLIGADO A DETENER LA GUERRA.

 


El 8 de junio de 1935, el general Estigarribia, con el propósito de desmoralizar a la delegación diplomática boliviana y de este modo forzarla a firmar la paz bajo exigencias paraguayas, difundió por medio de la prensa dos comunicados sobre los resultados de un combate aislado sucedido en Pozo del Tigre, situado en la región de Ingavi (antiguo hábitat de la etnia de Los Zamucos, citada en la cédula real del 17 de diciembre de 1743 como perteneciente a la Real Audiencia de Charcas), el que lo magnificó como si fuese una batalla. Los únicos que le creyeron fueron su pueblo y gobierno, porque el de Bolivia lo desmintió categóricamente. Estos son los comunicados paraguayos transcritos en el libro VILLAMONTES segundo tomo, página 497:
“En el sector Ingavi destruimos totalmente a la Sexta División del Tercer Cuerpo de Ejército boliviano, capturando prisioneros a su comandante el coronel Julio Bretel, el Comandante del Regimiento Florida mayor Marcial Menacho Paz, el Comandante del Regimiento Ballivián mayor Humberto Vibanco, chileno, 20 oficiales, centenares de soldados sobrevivientes, todo el material de guerra de dicha unidad. General Estigarribia”.
“Parte abierto. Hasta este momento hemos capturado 1.120 prisioneros entre los cuales, el Tte. Arturo Sainz Ballivián, Comandante del Escuadrón Divisionario, los Ttes., Luis Mealla y Raúl Cuellar, Comandantes del 1ro. y 2do. Batallones del Rgto. Florida 14 de Inf., el Tte. Coca Hacha y el Subtte. Jorge Puchar, Cmte. Del I y III Grupos de escuadrones del Rgto. Ballivián 2do. De Cab. Y 14 oficiales más. En el campo de acción hemos constatado 350 muertos bolivianos entre ellos el Fiscal militar del III CE boliviano, Cap. Dr. A Trigo. Hemos tomado cinco morteros, 65 armas automáticas, 1.300 fusiles, 60 000 cartuchos de infantería, 1.000 granadas para morteros SB, 10 camiones y toda la intendencia y Sanidad Divisionaria. Continúan presentándose grupos dispersos y prosigue la recolección de material bélico. Fdo. General Estigarribia”.
La prensa argentina, como en anteriores ocasiones, amplificó la falsedad de este hecho aislado, con titulares como: “La Sexta División boliviana fue “destrozada totalmente”.
Cuando en realidad, las bajas reales de la Sexta División bolivianas fueron muchísimo menores: 167 bolivianos entre oficiales, suboficiales, clases y soldados capturados; los muertos fueron 124 soldados y un oficial; heridos 106. El Destacamento paraguayo Cazal no logró capturar a la unidad cercada – Regimiento Florida – que rompiendo el cerco se abrió paso al norte.
Por otro lado, en ninguna bibliografía se lee las bajas que en este combate sufrió el Destacamento Cazal, no obstante que pasada la guerra, el comandante de este destacamento escribió su testimonio titulado LA BATALLA DE INGAVI. Las bajas han debido ser elevadas y por eso, la ocultaron. En pasadas batallas y combates, era costumbre paraguaya minimizar sus bajas e inflar las de su adversario.
El comandante invasor, aprovechando el triunfo de este combate elevó sus resultados incrementándolos un cero. En este caso, lo hizo con un propósito específico: el de obligar a Bolivia a suscribir la conclusión de la guerra; pero, bajo imposiciones paraguayas.
¿Y cuáles eran dichas imposiciones?
Que la línea demarcatoria de límites en el Tratado de Paz definitivo entre ambos países se la debía trazar siguiendo las últimas posiciones alcanzadas por ambos ejércitos.
Con el combate de Pozo del Tigre y de derecha a izquierda, las posiciones paraguayas seguían el curso de: Ravelo – 27 de Noviembre - Boyuibe – Villamontes.
Sin embargo, el canciller boliviano Tomas Elio que presidía en Buenos Aires la comisión para la deliberación de los términos que debía acordarse para suscribir el Protocolo de Alto al Fuego, no se dejó embaucar por los apoteósicos titulares que publicaba la prensa argentina y el mismo 8 de junio sábado y décimo día de las deliberaciones, le escribió al Presidente Tejada Sorzano, este párrafo que se lee en la página 465 del libro Masamaclay:
“He declarado que discusión debe continuar sobre pliego mediados que Vuestra Excelencia conoce” ... Fórmula final será enviada íntegramente para decisión Vuestra Excelencia. Seguimos esforzándonos por mejorar condiciones. Tenemos absoluta libertad para aceptar o rechazar. No advierto ni siento presiones extrañas”.
En reunión privada, la delegación diplomática boliviana en la que estuvieron presentes dos militares, llegó a la conclusión que debía aceptarse la fórmula propuesta por el grupo mediador expresada a través del canciller argentino. Esta propuesta consistía en que no se procediese a la desmovilización de las tropas, ni cesase completamente el estado de guerra, mientras no se resolviese el problema territorial por acuerdo directo o, en su defecto, no se concertasen los términos a través de un arbitraje de derecho.
¿Qué significaba la frase “arbitraje de derecho"?
Que la conquista de territorio por la vía de las armas, no surte efecto legal y `por tanto no sería reconocida por la comunidad internacional.
Con esto, el Paraguay y la Argentina y también Chile, probarían el sabor de su propia medicina, pues, esta invocación al derecho fue ideada por estos tres países, mediatizada a través de la aparatosa propaganda periodística, para frenar el avance victorioso que el mini Ejército de Bolivia de unos tres mil hombres, venía logrando con la conquista de los tres fortines paraguayos (Corrales, Toledo y Boquerón), en la última semana de julio de 1932.
Ante el temor que tan escasas fuerzas bolivianas llegaran al Río Paraguay, rápidamente, los gobiernos de esos tres países movilizaron sus influencias diplomáticas y lograron convencer a todos los países americanos, sobre la supuesta invasión del “todo poderoso ejército boliviano” a un “país indefenso para apoderarse de su territorio”. Así, 16 países americanos, convencidos de los falaces argumentos urdidos por Argentina, Chile y Perú, suscribieron la denominada DOCTRINA DEL 2 DE AGOSTO” y de paso, estos últimos tres gobiernos, amenazaron militarmente al nuestro, en caso de negarse a cumplir este acuerdo que consistía en ordenar el repliegue del ejército boliviano, hasta las posiciones que tenía en el mes de junio. Con tales amenazas militar y diplomáticas, el Presidente Salamanca se vio obligado a despachar un radiograma, ordenando que todo el ejército dejara de movilizarse. Este freno le permitió a la Argentina despachar rápidamente desde sus cuarteles, armamento y material bélico, para equipar a la movilización militar paraguaya que una vez listo, atacó el 9 de septiembre de 1932, dando inicio a la batalla de Boqueron, donde fue diezmado por tan escasas fuerzas que se defendían en este fortín, apoyados en su retaguardia por el Destacamento Peñaranda..
Todo esto comenzó a desenvolverse entre finales de julio a principios de agosto de 1932. Ahora, en julio de 1935, Bolivia invocaba esta misma fórmula (la conquista de territorio por la vía de las armas no surte efecto legal), para obligar al gobierno paraguayo hacer replegar a su ejército, como condición para la suscripción del Protocolo de Alto al Fuego, que urgentemente precisaba el Paraguay, en vista que, a estas alturas carecía ya de hombres y medios como para continuar combatiendo; en la zona de combate, solamente disponía de 12.500 hombres y el ejército boliviano, de 57.500.
En Buenos Aires, cansados de tantísimas deliberaciones, más de veinte delegados de seis países mediadores aguardaban ansiosos el desenlace final para retornar a sus respectivos países.
EL PRESIDENTE ARGENTINO ORDENA HACER EL ALTO AL FUEGO.
(Las citas entrecomilladas son transcripciones del libro titulado LA PAZ DEL CHACO, UNA DECISIÓN POLÍTICA).
El 11 de junio de 1935, la delegación paraguaya pidió reabrir las negociaciones como consecuencia de la nueva situación militar creada por la supuesta victoria lograda en Ingavi que el general Estigarribia lo elevó a la categoría de batalla y que la prensa oral y escrita argentinas le dieron visos de dramatismo para Bolivia.
El canciller boliviano Tomas Elio respondió que no aceptaba ninguna reapertura y que no admitiría ninguna revisión a los términos condicionantes para la suscripción del Protocolo.
“Cerca de la media noche de este día, el Canciller argentino le dijo a Elio que el Presidente Justo deseaba hablar con él”.
“El general Pedro Justo le preguntó: ¿en qué dificultades está Ud. señor ministro?”
Respuesta de Tomas Elio:
“Por mi parte en ningún señor presidente. Esta noche acudí al salón de los Mediadores para anunciarles estar autorizado por mi gobierno para firmar el Convenio que Ud. conoce y me informaron que el Canciller del Paraguay ha pedido se reabran negociaciones para exponer nuevos puntos de vista como resultado de lo que él llama “la victoria de Ingavi”, que así se denominada un fortín boliviano que según informaciones de prensa ha sido capturado por el ejército paraguayo; por mi parte me he negado a esta reapertura lo que confirmo a Vuestra Excelencia de tal modo que si el Tratado no se firma hoy o mañana a más tardar, pediré a Vuestra Excelencia su venia para retirarme a mi país, dando por terminadas las negociaciones. Vuestra Excelencia, como militar profesional se da cuenta de que en la toma de un fortín es apenas un accidente de la guerra que dura hace tres años y en un territorio tan extenso como el que le sirve de escenario” …
Respuesta de Pedro Justo: “Veo que la razón está de su parte y me reforzaré que la negociación ya concluida, no fracase”.
Después de esta conversación telefónica, el presidente argentino se comunicó con su par paraguayo y éste fue persuadido para ordenar la firma de la paz esa misma noche. En seguida, los dos delegados paraguayos – el Canciller Riart y Rivarola – recibieron las instrucciones del presidente Ayala. La firme respuesta dada al presidente argentino por el boliviano surtió efecto. El camino obstaculizado por la Argentina estaba llano. Se firmaría el protocolo de cesación de las hostilidades.
“Los cancilleres de ambos países firmaron el proyecto de protocolo con las siguientes estipulaciones:
1.- Cesación de las hostilidades sobre la base de las posiciones alcanzadas por uno y otro ejército.
2.- Desmovilización en un plazo de 90 días.
3.- Una comisión militar neutral controlaría la ejecución de ambos puntos.
4.- La cuestión de fondo se discutiría en una conferencia que sería convocada por el presidente argentino y que duraría hasta que se llegase a un acuerdo directo o se suscribiese un compromiso de arbitraje para ser dilucidado por la Corte Permanente de Justicia Internacional de La Haya”.
ASÍ SE RESOLVIÓ DETENER LA SANGRÍA QUE MAYORMENTE FLUÍA DEL EJÉRCITO PARAGUAYO: POR TELÉFONO.
Y POR DECISIÓN DE UN MILITAR ARGENTINO CONVERTIDO EN PRESIDENTE DE SU PAÍS Y QUE SE AFERRABA A SU PROPÓSITO GEOPOLÍTICO DE EVITAR QUE BOLIVIA TUVIESE ACCESO SOBERANO AL RÍO PARAGUAY PARA NAVEGAR HASTA ALTA MAR. EN OTRAS PALABRAS, EL PRESIDENTE QUE HABÍA EMPEÑADO LOS RECURSOS DE SU ESTADO A LO LARGO DE ESTA GUERRA, ESPERABA MANTENER A BOLIVIA ENCLAUSTRADA.
La terminación de la guerra en junio de 1935, que era el propósito argentino y paraguayo, no se concretó, pues, simplemente se suscribió el Protocolo de Alto el Fuego y fue firmado el 12 de junio de 1935. Con la enérgica posición del Canciller Tomas Elio, el Tratado de Paz definitivo sería suscrito recién el 21 de julio de 1938. Días antes de esta firma, German Busch, bajo la amenaza de reiniciar la campaña militar, impuso a la Comisión de Neutrales la aplicación de la “Doctrina del 2 de agosto” citada más arriba y que esta vez le favoreció a Bolivia, logrando así, que el ejército paraguayo retrocediese de sus posiciones alcanzadas, no unos metros, sino, en algunos tramos, hasta 150 kilómetros de distancia, obteniéndose al mismo tiempo la salida soberana al Océano Atlántico a través del Río Paraguay, de este modo, por este Tratado de Paz, el gobierno de Germán Busch recuperó el enorme territorio del Triángulo Foianini, más otro pedazo situado a su norte.
Sobre la terquedad del presidente argentino que en realidad era quien decidía detener o proseguir el curso de la guerra, pasado este conflicto, el enviado por el gobierno boliviano - Dionicio Foianini - en esta segunda entrevista con el Presidente Paraguayo Eusebio Ayala, éste, aludiendo indirectamente a Pedro Justo, le manifestó:
“ESTA GUERRA TENEMOS QUE HACERLA PAGAR A QUIENES, PUDIENDO, NO LA EVITARON”.
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