Ricardo Ávila Castellanos / 24 de febrero de 2019 / Cántaro
de El País de Tarija
La Batalla de la Tablada, cuyo bicentenario se festeja este
año, tiene facetas que convendría analizar en detalle ya que las circunstancias
que fueron descritas por los diferentes actores plantean varias
interpretaciones. Debido a ello, algunos autores piensan que la propia Batalla
no habría en realidad tenido lugar, razón por la cual hablan de: ‘La Batalla de
Tarija, o La Toma de Tarija’. Es indispensable, por lo tanto, un análisis de lo
sucedido y sus implicaciones.
Se sabe en primer lugar, que la campaña del Tercer Ejército Auxiliar argentino,
comandada por el Gral. José Rondeau, terminó en la derrota en Sipe-Sipe, el 29
de noviembre de 1815. Este fue en realidad el último intento de anexar el Alto
Perú a las Provincias del Río de La Plata. Los vencedores, comandados por el
Gral. La Serna, amenazaban el frente norte del ejército de Belgrano con varios
batallones recientemente llegados de España.
Ante esas circunstancias, el Gral. Manuel Belgrano planificó el envío de un
destacamento que apoyara la resistencia en Oruro para desviar la atención de
los ejércitos comandados por el Gral. La Serna. El 3 de marzo de 1817 partieron
de Las Trancas, en San Miguel de Tucumán, 400 soldados, al mando del Teniente
Coronel Gregorio Aráoz de La Madrid, con la misión de dirigirse hacia Oruro
para distraer al enemigo que amenazaba con avanzar hacia el sud.
El objetivo era una acción de tipo “comando”, en el corazón de las tropas
enemigas, para distraer las acciones del grueso de las fuerzas españolas y la
presión que estas ejercían sobre el frente norte de las fuerzas patriotas.
Con 400 soldados y dos piezas de artillería, el General Gregorio Aráoz de La
Madrid partió con dirección a Oruro según las órdenes de Belgrano. En el
camino, sin embargo, a su paso por Cangrejillos, encontró y capturó un
destacamento enviado por la Comandancia del Ejército Realista estacionado en la
ciudad de Tarija, con un Despacho del Coronel Ramírez en el que informaba a su
Comandancia que había tenido un enfrentamiento con el Coronel Uriondo y que,
como resultado, se encontraba: “...con muy escasas municiones…”. Ésta
información le hizo suponer a La Madrid la precaria situación en que se
encontraba esa guarnición y la oportunidad de caer sobre ella para obtener una
fácil victoria.
El Parte de La Madrid
La forma en la cual el General Gregorio Aráoz de La Madrid presentó los hechos
en el parte que elevó al General Belgrano, el 18 de abril de 1817, es la fuente
principal de controversia sobre este punto ya que introduce serias dudas respecto
a la forma en la cual esos hechos realmente ocurrieron y quienes fueron sus
protagonistas principales dando lugar a diverso tipo de consideraciones que
dificultan la interpretación de lo que realmente sucedió.
La Madrid es desde luego muy preciso y detallista en ciertos puntos pero omite
otros de gran importancia que son motivo de las controversias que se suscitan
como consecuencia de ello.
Aráoz de La Madrid comienza su parte indicando, directamente:
“...El 14 a las 4 de la tarde me presenté por la puerta del Gallinazo, al Oeste
de la Villa, sorprendiendo completamente al enemigo a costa de las mayores
precauciones; pues no me sintió, hasta que llegué a dicho punto, que dista seis
cuadras del pueblo…”.2
Aunque esto es precisamente lo que ocurrió en la tarde del día 14, omite todo
lo que ocurrió en la mañana de ese mismo día que es descrito con detalle por
otros informantes (conforme se verá más adelante, varios de ellos indican que,
en lo que llaman: “la cuesta del Inca”, La Madrid habría encontrado: “…al
caudillo Méndez con 100 hombres…”.3
Continúa describiendo con todo detalle la forma en la cual, en la tarde de ese
mismo día, se estableció el cerco a la ciudad de Tarija pero omite cualquier
posible intervención de las fuerzas que se le unieron en la “Cuesta del Inca” y
que, con toda seguridad, estuvieron igualmente presentes, en el establecimiento
del cerco a la Villa y la propia Batalla de La Tablada..
Efectivamente, continúa indicando que, al día siguiente:
“Al rayar el día…” habría dispuesto el ataque a la Villa pero: “…a las nueve de
la mañana…”, cuando se preparaba para asaltar las trincheras: “… apareció por
las Pampas de la Tablada la caballería enemiga con alguna infantería en número
de 140 hombres, lo que obligó a salir en el acto con la escolta y veinte
húsares al mando de Ferreyra, llevando a los oficiales Otero, Cainzo y Gainza y
del aventurero Don Lorenzo Lugones; a este lo destiné por mi izquierda con ocho
hombres, y mandado por mi derecha a mi Ayudante Cainzo con doce, seguí con el
resto por el centro a encontrar al enemigo, que venía cargando con vivo fuego;
ordenar la carga, tocar a degüello y quedar a campo cubierto de 65 cadáveres,
entre ellos dos oficiales, 40 prisioneros, porción de armamento y cabalgaduras,
fue todo uno sin haber perdido en esta jornada tan heroica un solo hombre, en
la cual se distinguieron los oficiales y tropa con un valor sin segundo…”.4
El hecho de que Aráoz de La Madrid no hubiera mencionado en este importante
acontecimiento la presencia y la acción de las fuerzas locales y que tampoco lo
hubiera hecho en ninguno de los partes de su informe motivó no solamente
justificadas protestas sino que se constituye en una importante fuente de
confusión y tergiversación de los hechos por la distorsión del hecho histórico
en sí, poniendo inclusive en duda que la propia Batalla de La Tablada hubiera
realmente ocurrido.
Si esta actitud estaba destinada a priorizar el protagonismo del General La
Madrid, minimizando o suprimiendo, al mismo tiempo, el papel que jugaron las
fuerzas locales que le acompañaban, constituye una acción que conduce,
contraria e indefectiblemente, a cambiar la verdadera secuencia de los hechos,
razón por la cual estos deben ser analizados en detalle.
El Coronel ‘Don Eustaquio Méndez’ en la Cuesta del Inca
Tres testimonios son muy claros en indicar que el Coronel Don Eustaquio Méndez,
se unió a las fuerzas de Aráoz de La Madrid en lo que denominan la Cuesta del
Inca, conocida también como la cuesta de ‘La Patanka’.
El General Valdéz, en su Refutación, indica, textualmente:
“... el día 14 de abril de 1817, Aráoz de la Madrid se encontró, al pie de la
llamada Cuesta del Inca, con el Comandante Don Eustaquio Méndez que estaba al
mando de 100 hombres…” y, ambos: “...sorprendieron a la guarnición de La
Concepción tomando prisioneros y ocasionando muertos y heridos, resultando
preso su Comandante Andrés de Santa Cruz…”.5
Por su parte el General español García Camba señala:
“...El Coronel enemigo La Madrid, después de la sorpresa de Humahuaca,
instruido de la falsa posición de Ramírez, marchó contra Tarija, y uniéndosele
al pie de la Cuesta del Inca el Caudillo Méndez con su Partida, sorprendió y
derrotó los 40 caballos y los 25 infantes, que al mando de Santa Cruz ocupaban
la Concepción; pasó en seguida a poner sitio a Tarija, en cuya villa, después
de una proporcionada resistencia, se vio Ramírez obligado a rendirse…”. 6
Bartolomé Mitre indica igualmente: “...en la Cuesta del Inca. Allí se le unió
el Caudillo Méndez, con su Partida fuerte como de 100 hombres…”.7
Por el contrario, La Madrid, conforme se vio, no menciona este encuentro,
negando con ello no solamente la presencia de Méndez sino también la de
cualquier fuerza local en todo este accionar. Al ocultar estos hechos, quizás
para hacer resaltar otros, introduce un pernicioso factor de distorsión de la
realidad que no explica, por ejemplo, el preciso conocimiento del terreno que
muestra en el parte elevado a sus superiores, la amplitud de las acciones
tomadas para completar el cerco de la Villa e impedir la salida de emisarios
con pedidos de auxilio sino también y sobre todo, de la contundencia de la
carga a la caballería enemiga del día siguiente, imposible de conseguir por los
escasos treinta y tantos hombres que La Madrid menciona en su parte, enfrentados
a 140 hombres: “…que venían cargando con vivo fuego…”, a los que causa una
derrota total, con 65 muertos y 40 prisioneros.
Los Partes del Ejército Patriota
Esta ‘omisión’ y, en consecuencia, ‘negación’, respecto a la participación del
Coronel Don Eustaquio Méndez y de cualquier otra fuerza ‘local’, es
parcialmente aclarada por el parte del ejército patriota que eleva Don
Francisco de la Cruz, uno de los integrantes del Cuerpo Expedicionario de La
Madrid que indica, textualmente:
“...Después de una marcha sin incomodidad …//… llegó esta división a las
inmediaciones de Tarija sin ser sentida del enemigo, y habiéndosele reunido
allí varios oficiales con cien hombres del país bien armados estubo sobre el
pueblo el 14 a las cinco de la tarde …//...el 15 fue arrollada su caballería
que desde el Valle de Concepción donde estaba alguna infantería venía a
introducirse a la plaza: cargarla el Comandante La Madrid en persona y concluir
con ella todo fue instantáneo dexando en el campo sesenta y cinco muertos entre
ellos dos oficiales, quarenta prisioneros y todas sus armas…”.
Es necesario hacer notar que esta información se produce muy poco tiempo
después de los hechos analizados y no tiene nada que ver, por lo tanto, con los
criterios vertidos por los autores españoles anteriormente citados, cuyos
reportes fueron hechos muchos años después de que ocurrieron los hechos.
Desarrollo real de los acontecimientos
De acuerdo a este informe, por lo tanto, los hechos tuvieron el siguiente
desarrollo secuencial:
Primero, el encuentro con las fuerzas locales en la ‘Cuesta del Inca’. El
encuentro de La Madrid: “...con varios oficiales y con 100 hombres del país,
bien armados…” se produjo en “...las inmediaciones de Tarija…”, (en lo que
otros autores denominan la Cuesta del Inca), en la mañana del 14 de abril de
1817. Aunque de la Cruz específicamente,no lo indica, es muy probable que entre
ellos hubiera estado el Coronel Don Eustaquio Méndez, conforme mencionan los
comandos españoles anteriormente citados y el mismo Bartolomé Mitre.
Segundo: El ‘Cerco a Tarija’: todos ellos, de forma conjunta, fueron a “cercar”
al pueblo de Tarija el día 14 de abril a las cinco de la tarde y proceden a la
intimación de rendición.
Tercero: La batalla de la Tablada. El día 15 de abril, a las 9 de la mañana,
cuando La Madrid se estaba aprestando para la Toma de la ciudad de Tarija, tuvo
que enfrentar a “la caballería” realista que: “… venía de La Concepción…//…con
alguna infantería” (La Madrid dice que fueron 140 hombres). El enfrentamiento
se habría producido (según el Parte del propio La Madrid) en lo que La Madrid
mismo denomina: “…las Pampas de La Tablada…”, donde: “…cargó La Madrid en
persona…//… dejando 65 muertos y tomando 40 prisioneros…”. 9
Esto último muestra que, efectivamente, hubo una batalla en La Tablada y que
esta fue decisoria para la Toma de la plaza de Tarija y la rendición de la
guarnición española que se encontraba dentro de la Villa. Por esto, no fue una
simple “Toma” como podría parecer sino fruto de la acción decisoria de la propia
“Batalla de La Tablada” como se la conoce actualmente.
Esta acción, ejecutada según Aráoz de La Madrid con tan solamente unos: “...35
hombres y el oficial de la partida que [le] quedaba…”, es, por decir lo menos,
algo completamente impensable ya que esos 35 hombres no habrían podido matar a
65 soldados, armados y montados. Todo hace suponer que La Madrid, en ese
momento, no se encontraba solo sino acompañado con aquellos: “...varios
oficiales…” y, por lo menos, los “...cien hombres del país bien armados…” con
los cuales se reunió el día anterior según las informaciones analizadas.
Todas estas apreciaciones fueron ya tomadas en cuenta por Don Luis Paz11, quien
indica que: “… bajando la cuesta del Inca…//…se le reunió el caudillo don
Eustaquio Méndez, con más de 100 hombres de caballería…//… Estos, conocedores
del país, sirvieron desde allí de avanzada y secuestraron a más de 100 personas
que encontraron en el camino a fin de que no dieran noticia de su marcha…”. 12
Al quejarse de la: “…Injusticia de La Madrid con los caudillos tarijeños…”13,
Luis Paz manifiesta que, aparte de Méndez: “… Uriondo se incorporó el día 14
con 1.000 montoneros de los comandos de Mendieta, Rojas y Avilés que hicieron
el servicio de seguridad en los caminos y contornos de la villa, y no dejaron
pasar a los emisarios que envió Ramírez a Concepción, Tupiza y Cinti…”. Indica,
por otra parte que: “…el número de montoneros el día 15 fue abrumador, porque
en la noche del 14 se incorporaron todas las partidas que merodeaban por esos
contornos…//… la rendición tan pronta de las trincheras obedeció al cúmulo de
los montoneros que se presentaron alrededor de ellas, porque Ramírez pudo
haberse batido sin mucho esfuerzo con los soldados de La Madrid, cuyo número
apenas superaba al de la guarnición, siendo en mucho superior en calidad y
disciplina la de los renombrados granaderos del Cuzco…”. No se ve, menciona Don
Luis Paz, “en el parte [de La Madrid] una sola palabra de justicia para ellos
[para los guerrilleros], y ni siquiera se menciona su concurrencia a la toma de
la Villa de Tarija, cuya plaza quedó a cargo de ellos cuando para proseguir su
campaña la desocupó La Madrid…”, lo cual lo atribuye a su “jactancia”.14
Es por tanto evidente que se ha producido una distorsión de los hechos a raíz
de las omisiones del parte militar elevado por el Coronel Gregorio Aráoz de La
Madrid y publicado en la Gaceta extraordinaria del 22 de mayo de 1817 en Buenos
Aires. La acción de las ‘milicias locales’ constituyó una parte fundamental de
los hechos que se desarrollaron en Tarija, tanto en lo que se refiere al cerco
a toda la villa, al atardecer del día 14 de abril, como, al día siguiente, a
las 9 de la mañana, en la batalla que tuvo lugar con las fuerzas de caballería
e infantería que venían de La Concepción y que vino a constituir lo que
actualmente se llama: “Batalla de La Tablada”.
Toma de Tarija y rendición de Ramírez
Después de dos intimaciones de La Madrid, el Coronel Ramírez se rindió a las
Fuerzas Patriotas con toda su división compuesta de 234 hombres, tres
Tenientes, ocho Subtenientes y 400 fusiles. La Batalla de La Tablada,
propiamente dicha, ocasionó 65 muertos en el campo realista y 40 prisioneros,
armamento y cabalgaduras.15
Se destacaron y distinguieron, según el Parte de La Madrid, los oficiales y tropa,
particularmente el valiente Manuel Cainzo, Melchor Daza, Manuel Rico, el
Sargento Mayor Don Antonio Giles, su Ayudante Don Victorio Llorenti, los
portaestandartes Don José Manuel Sueldo, Don Carlos Gonzáles y el Capellán
Doctor Don Agustín de la Serna. Ni la más leve mención a las acciones
desarrolladas por las tropas tarijeñas…
Actitud subsecuente de Aráoz de La Madrid en Tarija
Aráoz de La Madrid permaneció en Tarija hasta el 5 de mayo de 1817, momento en
el cual dejó como Gobernador de la plaza a Francisco Pérez de Uriondo. Marchó
luego a Chuquisaca
atacando la ciudad de La Plata el 21 de mayo. El 12 de junio el Ejército de
Aráoz de La Madrid es sorprendido en Sopachuy, a 120 kilómetros al sureste de
Chuquisaca, donde es derrotado casi sin combatir.
Una actitud completamente diferente es la que adopta La Madrid a su retorno a
Tarija, en julio de 1817, después de la derrota de Sopachuy.16 Efectivamente,
el 12 de julio de 1817, La Madrid, nuevamente en Tarija, dirige, desde la
localidad de Toldos, un oficio al General Belgrano informándole que el Coronel
Vigil había enviado a Tarija una división de 800 a 1000 hombres y que La Madrid
había ordenado: “...a Roxas, Aramayo y Ruis, se replieguen a Yavi…” así como:
“...que el Comandante Méndez con su gente no les permita sacar una cabeza de
Ganado…” y que tenía: “...una Partida al lado de Las Salinas, todo el ganado
inmediato al Pueblo…” enviando: “...al Capitán Mendieta con 25 hombres hasta el
Valle de Concepción…//...para que remita todo el maís que haya en esas
inmediaciones…”.17
Incluso el 21 de julio siguiente, La Madrid envía otro Oficio al General
Belgrano indicando que había mandado al Teniente Coronel Don Francisco de
Uriondo: “... se retire a la cuesta de Orozas…” y que tenía noticias de que:
“...el Comandante Méndez que dexé en San Lorenzo había entrado a la Villa
matándoles siete soldados y un oficial y tomándoles once prisioneros y parte de
los equipages…”.
En posteriores comunicaciones, Aráoz de La Madrid reitera una fluida relación
con: “el Comandante Méndez, el Capitán Mendieta, el Teniente coronel Francisco
de Uriondo, Don Matías Guerrero, Roxas y Ruiz así como, incluso, con los Yndios
de Cuyambuyo…”18 lo cual hace pensar que el “desconocimiento” inicial que tuvo
Aráoz de La Madrid respecto a los Jefes de la guerrilla local desapareció
completamente para dar lugar a un trato ‘fraternal’ que fue el que se mantuvo
en toda la etapa posterior, indicando que esa actitud inicial pudo haberse
debido, quizás, más por desconocimiento que por ‘intención’.
1 Mario Barragán Vargas, Presidente de la Sociedad de Etnografía e Historia de
Tarija (SOETHIS).
2 Gaceta Extraordinaria de Buenos Aires, 22 de mayo de 1817. En: Minutolo de
Orsi, C. Corpus Documental de Tarija. Tomo II, p. 167-171.
3 Idem.
4 Idem.
5 Conde de Torata, Refutación, Tomo II, p. 213-214.
6 Memorias del Gral. García Camba, A., Madrid, 1916, p. 353-354.
7 Historia de Belgrano y de la independencia argentina”. Cap. XXXII, p. 610,
Buenos Aires. 1887.
8 La Gaceta de Buenos Aires Extraordinaria del 17 de mayo de 1817. En: Minutolo
de Orsi, C., T. II, p. 174—175. Se mantiene la grafía del texto original.
9 Idem.
10 Partes Oficiales y Documentos relativos a la Guerra de la Independencia
Argentina., t. II, p. 416 ss.
11 Paz, L., Historia general del Alto Perú hoy Bolivia. Tomo II, p. 484 ss.
12 Urcullu, J.M., Apuntes para la Historia de la Revolución del Alto Perú, hoy
Bolivia, 1855, p. 104.
13 Paz, Luis. Ob. Cit., p. 489.
14 Ídem.
15 Ídem., p. 174.
16 Comunicaciones fechadas del 12 al 21 de julio de 1817. Minutolo, C., Ob.
Cit. T. II., p. 183—186.
17 Copia del oficio de Gregorio Aráoz de La Madrid al Gral. Manuel Belgrano.
En: Minutolo de Orsi, C., Ob. Cit. t. II, p. 177.
18 Idem., p. 183—185.