Por: LUIS OPORTO ORDÓÑEZ.
En el justificativo para aprobar el Tratado de Paz, Amistad
y Comercio de 1904, los parlamentarios oficialistas justificaron su
decisión para evitar el “dogal aduanero” que asfixiaba la economía y el
desarrollo de Bolivia.
Aquel “dogal” fue impuesto en el contexto del ultimátum de Abraham Koning,
que su exabrupto exultaba la fuerza de las armas ante el derecho legítimo de
Bolivia sobre su litoral.
Bolivia tuvo que aceptar la imposición del Ajuste de Tregua que suspendía
el estado de guerra con Bolivia y afirma la soberanía chilena de los
territorios al norte del paralelo 23 hasta el río Loa (4 de abril) y el
protocolo adicional (8 de abril), por el cual Bolivia no renuncia a su
soberanía de los territorios ocupados por Chile, suscrito por los
ministros plenipotenciarios de Bolivia, Belisario Salinas y Belisario
Boeto, con el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Aniceto Vergara
Albano en Valparaíso (Chile).
Este instrumento fue ratificado por Resolución de 8 de mayo de 1884 en La
Paz, firmado por el presidente Narciso Campero, Fidel Aranibar
(Ministro de Hacienda e Industria), Pedro H. Vargas (Ministro de Justicia,
Culto e Instrucción Pública), Genaro Palazuelos (Ministro de Guerra) y Nataniel
Aguirre (Ministro de Gobierno).