La diferencia regional, cultural y hasta racial fue motivo de un hondo
conflicto entre los cochabambinos y los "auxiliadores" porteños. Los
historiadores argentinos han recogido la versión, originada probablemente por
los mismos que estuvieron en Alto Perú ( Charcas) durante esos años, que la
proclama de Rivero a sus soldados en Aroma -distinta a la que recogió la
tradición histórica boliviana-, decía (el énfasis es propio): Valerosos
cochaguanguinos, preparad bien las huacanas, cuando la bala echa, cuando pasa,
para.
Aunque como arenga a unos soldados indígenas que libraban dura pelea en el
altiplano suena mejor que aquella otra más académica "ante vuestras
macanas tiembla el enemigo", la burla a la que estaba sometido Rivero por
su castellano mezclado con quechua no era nada de su agrado. El término
"macana" que en el Alto Perú era sinónimo de "palo" o "garrote",
en castellano rioplatense significaba "tontería" o
"banalidad". Está divergencia lingüística dió origen a que en 1811 se
agravaran los enconos cochabambino-porteños.
Fuente: Ni con Lima ni con Buenos Aires, La formación de un Estado nacional en
Charcas de: José Luis Roca. // Más: Historias
de Bolivia.
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