Por: Maurice Cazorla Murillo / El Fulgor de Oruro, 19 de
mayo de 2019. // Foto: Ruinas del antiguo puerto de Cobija. / Disponible en: https://elfulgor.com/…/9-de-mayo-de-1877-el-dia-que-sepulto…
Poco o nada conocemos del único Puerto verdaderamente
boliviano que se tenía sobre el océano pacífico.
Este puerto, fundado en el periodo de conquista española en el año de 1587 con
el nombre de Santa María Magdalena de Cobija. Pertenecía al partido de Atacama
el mismo que era parte de la Intendencia de Potosí.
Durante el Virreinato del Rio de La Plata, se realizó una visita de
reconocimiento del puerto en 1783, conforme a una orden reservada para prever
una posible invasión inglesa al puerto. Se debe tomar en cuenta que el Virrey
Juan del Pino y Manrique, quería establecer presencia en el único puerto del
Virreinato del Rio de la Plata en el océano Pacífico, para ello es comisionado
el Dr. Joseph Agustín de Arce, que presenta su informe en 1787.
Desde el periodo republicano, el propio Libertador dispuso al irlandés
Francisco O’Burnett O’ Connor, que acompañó al ejército libertador, la
inspección de la costa del nuevo país. Llegó al antiguo Puerto de Cobija a
bordo del bergantín “Chimborazo”; ya en el lugar, levantó plano y recomendó
como puerto a Cobija. El propio Libertador, mediante decreto de 25 de diciembre
de 1825 nombra al puerto como “La Mar”, en homenaje al Mariscal ecuatoriano
José de La Mar, vencedor de la batalla de Ayacucho.
El nombre “La Mar” no se utilizó mucho tiempo, volvió a utilizarse el nombre de
Cobija, como capital de Departamento. Mediante Ley de 1839, se erige en
departamento como “Litoral de Atacama”, con capital en el mismo puerto de
Cobija.
Este puerto, fue visitado por Antonio José de Sucre y el propio Mariscal de
Zepita, Andrés de Santa Cruz.
Fue escenario además de “revoluciones”, las típicas del siglo XIX. El 26 de
julio de 1841, el prefecto del departamento Andrés María Torrico reúne al
vecindario de Cobija y proclama al General José Ballivián. Esta iniciativa, no
tuvo desgracias que lamentar. El 22 de enero de 1848, Manuel Isidoro Belzu
envió al Coronel Juan Lurquín para iniciar una proclama en el puerto La Mar a
su favor, logrando reconocer la presidencia del caudillo; lo mismo sucedió el
17 de noviembre del mismo año, el prefecto del departamento Coronel Francisco
Barrenechea, reúne al vecindario proclamando a Belzu como presidente
“provisorio”.
Un año después, el 29 de mayo de 1849, el General José Ballivian, a bordo de
una fragata francesa, se acerca al puerto pero no pudo desembarcar, tres días
después decide abandonarlo. El prefecto del departamento Eusebio Guilarte, el 7
de junio de 1849, levanta al puerto reconociendo presidente al Dr. José María
Linares, que provocó un enfrentamiento con soldados que reconocían el gobierno
de Belzu, comprometiendo la condición del bergantín hamburgués “Zara”, Eusebio
Guilarte, muere asesinado en Cobija el 11 de junio.
El 22 de julio de 1853, fuerzas peruanas de 300 hombres desembarcan en el
puerto de Cobija por la expulsión de encargados de negocios de aquél país; los
peruanos dejaron la autoridad en el general Agreda enemigo del General Belzu.
El 16 de julio de 1865, el prefecto Ladislao Cabrera inició un levantamiento
contra el gobierno de Melgarejo, provocando 20 muertos y heridos en un
sangriento enfrentamiento, días después se restituyó el orden proclamando
prefecto a Manuel Tomas Alcaide.
El último movimiento fue el 26 de enero de 1875, en el cual José Raimundo
Taborga instiga en Cobija a favor de Quintín Quevedo, deponiendo al prefecto
con amenaza de revolver, el movimiento quedó aislado por el refuerzo que se
envió desde Atacama.
Sin embargo, pese a la larga trayectoria de Cobija en la historia de Bolivia,
se trunca una noche. El 9 de mayo de 1877, entre las nueve y nueve y media de
la noche, un fuerte maremoto azota la costa del Departamento del Litoral,
destruyendo con olas de gran tamaño todo lo que encuentra a su paso. Mejillones
y Cobija son las más afectadas. La primera desaparece, el lugar denominado “La
Caleta” donde se levantaba la población, fue destruida completamente. Cobija,
es arrasada incluyendo su templo, dejando restos de ropa, muebles, vajilla. Aun
puede visitarse, un letrero anuncia que el lugar es declarado “Monumento
Nacional” para la historia de Chile, pese a su origen boliviano.
Las ruinas de muros construidos de adobe, nos recuerdan el antiguo arte pre
hispánico del altiplano boliviano. Sobre el lugar que se levantaba el templo,
apenas se aprecia una cruz con una leyenda como recordatorio: “En este lugar
estuvo la Iglesia de Santa María Magdalena de Cobija”.
Un amigo “mejillonino”, Wilfredo Santoro Cerda, dedicado a la investigación
histórica, afirma en una informal conversación, pero de mucho acierto: “Cobija
fue el gran acierto y proyecto boliviano, fue el primer puerto en la costa de
Atacama y el punto más importante del Litoral; Chile nunca cuestionó su
pertenencia a Bolivia, los reclamos solo se limitaron al paralelo 23 que queda
en Mejillones. El descubrimiento de salitre en Antofagasta en 1866, el
descubrimiento de plata en Caracoles en 1870 y el maremoto de 1877 minaron su
importancia…”.
Así quedó sepultada en la historia, el único puerto boliviano que comparte su
historia desde la colonia y el periodo republicano, antes de ser parte de la
soberanía de Chile luego de la Guerra del Pacífico. Nuestra historia no es
justa, siendo el primer puerto en la costa de Atacama, ahora es solo un punto
en la carretera panamericana. Los habitantes, de ascendencia remota vinculada a
Bolivia se dispersaron. Hace sesenta años, una familia de Oruro de paso por Cobija,
apenas encontró una vivienda, en la cual una radio reproducía las ondas de
Radio Illimani de La Paz, paradójicamente, ese momento se escuchaba el vinilo
del Himno Nacional de Bolivia. El momento fue emocionante y de congoja; Cobija
tan lejos de su país, se resiste en el tiempo y en la distancia, ante nuestra
propia indiferencia.
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