Guerra del Chaco – 24 - 25 de mayo de 1934
Por: Oscar Cordova.
El mayor paraguayo Antonio E. González, ha comentado sobre este momento
singular y dramático: «Entre el 22 y el 25 de mayo, el enemigo lanza un
poderoso ataque sobre este último Cuerpo, aislando simultáneamente sus tres
Divisiones escalonadas sobre el camino Lóbrego.
El aferramiento frontal es efectuado por violento ataque, las alas de maniobra
se cierran sobre el I Cuerpo, y fuertes fracciones se infiltran entre las
Divisiones paraguayas, y detrás de la última de la cola. Las tropas
semicercadas tratan de esquivar los sucesivos golpes, maniobran defensivamente,
se abren paso y se repliegan. Las VIIa. y VIIIa. Divisiones, que han logrado en
parte rechazar los ataques enemigos, tratan de apoyar a la IIa. División que
está comprometida, y que por fin escapa del cerco, salvando íntegro el R. I. 3
«Corrales», el R. I. 1 «Dos de Mayo» menos un Batallón, y un Batallón del R. I.
10 «Sauce». El Regimiento de Caballería 9» Capitán Bado» y el 10 de Infantería
«Sauce», agotados de munición, exhaustos de sed y de cansancio, totalmente
encerrados, se rinden.
El Batallón del Regimiento de Infantería «Dos de Mayo», apretado por un cerco
implacable, tienta la ruptura en repetidos y terribles ataques a granada de
mano y arma blanca, pero después de tres días de sacrificio, también se ve
forzado a entregar las armas.
«La victoria del Ejército boliviano en Cañada Strongest lleva el espíritu de
sus tropas un poderoso esfuerzo moral».
El Ejército paraguayo perdió unos más de sesenta oficiales y más 1.200
prisioneros de tropa, más de 500 muertos y heridos, 80 ametralladoras livianas
y pesadas, 3 morteros, 1.500 fusiles, 10 camiones y otros materiales». Al
denominar a la acción de Cañada Strongest, el comentarista paraguayo ha
agregado: «La batalla se libró en Cañada Esperanza, según los mapas del
Ejército paraguayo, copiados de otros bolivianos. Los partes bolivianos, sin embargo,
la llaman de Cañada Strongest, y con este nombre se la conoce». Este descalabro
parcial paraguayo hubo de trascender y repercutir de un modo muy negativo para
las fuerzas del capitán Estigarribia que hasta ese momento se sostenían
denodadamente en el denominado «cerco chico», así como enaltecer en alto grado
la moral y el empuje de las fuerzas bolivianas.
El estrechamiento del cerco cada vez más apremiante y el desaliento producido
por el desenlace ocurrido en el sector Norte de la batalla, precipitaron la
rendición del capitán Estigarribia y de su esforzada tropa. Al Acta con que se
materializó esta ocurrencia fue la que a continuación se reproduce:
«En Campo Rocha, día 25 de mayo de 1934, horas 12.30. El Capitán Joel
Estigrrribia, comandante del Primer Batallón del R. I. 16 «Mariscal López» y
sus oficiales: Tté. 2°. Reserva Julián Olmedo; Tte. Mereirían Pérez; Tte. 2°.
Florentino Benítez Ortiz; Tte. Pedro Baez A., Tte. 2°. Eugenio Quinteros: Tte.
2°. José Mojica; Tte. 2°. Pedro Halley; Tte. Leopoldo Brun; Tte. Juan B,
Ortigosa y ciento ochenta de tropa, se rindieron incondicionalmente con sus
armas y pertrechos, al R. C. 5 «Lanza»; a órdenes del Mayor Eduardo Paccieri
Blanco, del Ejército boliviano, siendo acreedores desde este momento al trato
que el derecho de gentes y la hidalguía boliviana reconocen al prisionero de
guerra. «En fe de la cual firma: Estigarribia (Capitán). — Mayor E. Paccieri B.
(R. C. 5).
A continuación, también suscribieron el Acta los oficiales paraguayos cuyos
nombres se registraban en ella. La Batalla de Cañada Cochabamba
(convencionalmente de Cañada Strongest), concluía con un excelente y meritorio
triunfo boliviano, pero no tan rotundo como las circunstancias y los factores
en juego parecieron prometerlo, sobre todo habida consideración de la amplitud
de la concepción operativa y de los vastos recursos que se empeñaron en su
ejecución. Los prisioneros paraguayos alcanzaron la elevada cifra de 67
oficiales y 1.389 soldados y clases, en su mayor parte -como ya se ha
demostrado- en el sector de maniobra de la 3ª. División.
(Fuente: HISTORIA DE
LA GUERRA DEL CHACO. Coronel Aquiles Vergara Vicuña - TOMO V).
No hay comentarios:
Publicar un comentario