FOTOGRAFÍAS TOMADAS POR LOS GUERRILLEROS A SU ARRIBO A BOLIVIA



Estas y otras fotografías fueron tomadas el 7 de agosto de 1966, por los guerrilleros Pombo y Tuma, quienes arribaron a La Paz procedentes de Cuba, en julio de este año, con la misión de tomar contacto con miembros del PCB para reclutar combatientes. El campamento, cuya ubicación como centro de operaciones todavía no se había decidido, por el momento debía encontrarse próximo al Perú y para esto, Debray Monje habían anteriormente a la llegada de los arriba nombrados, efectuado un reconocimiento de la selva de Alto La Paz y así llegaron hasta las proximidades de la granja militar de Caranavi. A su turno, Chato Peredo y el Loro venían realizando la misma tarea en el sudeste de Bolivia, con miras a irradiar las acciones guerrilleras hacia territorio argentino .

A último momento, Fidel Castro decidió montarlo en el sudeste y los comisionados procedieron a adquirir la finca de Casa de Calamina muy cerca a Lagunilllas y el río Ñancahuazú, en cuyas proximidades instalaron su campamento al que lo denominaron "Central". A este punto llegó el Che sin realizar previamente y particularmente, un estudio político de su futura zona de operaciones. El Che arribó a La Paz el 7 de noviembre de 1966 e inmediatamente, junto a sus compañeros que venían arribando por otras rutas provenientes de Europa, se trasladó a la zona elegida en dos jeeps, por la ruta La Paz - Cochabamba - Santa Cruz - Río Grande - Gutierrez - Lagunillas - Ñancahuazú. Cargaron en los vehìculos muchos implementos, menos radios inalámbricas que tantísima falta les haría para contactarse con los miembros de la red urbana y la isla de Cuba.
En su zona de acción, el Che no encontró posibilidades de apoyo campesino y tampoco del Comité Central del PCB. Así, desde febrero de 1967, comenzó a arar en el desierto, alejado y desvinculado del mundo exterior.
En esta campaña, el ejército boliviano cometió errores de concepción táctica, junto con el empleo de armamento inadecuado para ser utilizado en una guerrilla, como fueron los morteros, lanzacohetes y hasta obuses. Cargar los dos primeros más sus granadas, lo único que ocasionaban en los soldados, era cansancio y dolor físico, pues, marchaban con ellos kilómetros y kilómetros. Los obuses fueron instalados para disparar sobre objetivos que no se podían ver, por lo que fueron retirados y devueltos a Cuevo.
En cuanto a la concepción táctica, se cometieron gruesos errores que el libro (La campaña militar contra la guerrilla del Che Guevara), los detalla. Una de ellas fueron los ataques virtualmente frontales a Campamento Central y que le provocó al ejército, sus mayores bajas en esta lucha.
Muchos años más tarde, siendo teniente, acompañado de mi estafeta recorrí por los alrededores de Campamento Central .Constatando mi teoría que este objetivo podía haber sido cercado en profundidad con elementos de nivel escuadra, dislocados en puntos críticos, a la espera paciente de la salida de los guerrilleros urgidos de abastecimiento. Y efectivamente así lo hicieron y casi sin ser molestados por algunas unidades militares de nivel compañía que patrullaban por algunos tramos, en lugar de dislocarse por escuadras, cavar posiciones y otear por turnos al horizonte y sin importar las horas y días, aguardar la aparición guerrillera en la zona de muerte. De haber procedido de este modo, esta lucha probablemente habría llegado a su fin en menos de dos semanas, a partir del 23 de marzo, fecha en que una compañía de la 4ta. División cayó emboscada. No fue así. Innecesariamente se alargó hasta el 14 de noviembre habiendo sufrido el ejército en todo este período, una treintena de muertos, sin contar a los heridos.

LA MUERTE DE UN SOLDADO ORUREÑO, PARTE DE LA CÉLEBRE SECCIÓN DE HIERRO



“A MI HERMANA LE DARÁS DIEZ O QUINCE BOLIVIANOS, Y TE RECOMIENDO MISA DE SIETE BOLIVIANOS. NO TE OLVIDES...”

—Humberto Virgilio Navarro Campos—


Soldado de la Sección de Hierro, poco antes de entrar al combate - Reg. Campos 6 de Infantería-
Guerra del Chaco - febrero de 1935

Humberto Virgilio Navarro Castro, nacido en las tierras del Pagador, Oruro, de profesión zapatero, avecindado en el Ingenio de Alantaña-Oruro cerca del legendario lago Poopó, fue una persona que, durante la Guerra del Chaco, pasaría a la inmortalidad, junto a sus 24 compañeros de lucha, siendo parte de la célebre “Sección de Hierro”.
Padre de familia, ejemplar y creyente. Antes de entrar al templo de la Gloria, había enviado a su familia un giro bancario, acompañando estas significativas palabras premonitorias:
“Este giro - le decía - tiene que llegar al Banco de Oruro. Espero contestación urgente, a mi hermana le darás diez o quince bolivianos y te recomiendo misa de siete bolivianos. NO TE OLVIDES”.
Pocos días más tarde, (20 de febrero de 1935) esa alma tranquilizada volaba hacia las alturas de la inmortalidad…(FASCICULO HISTÓRICO DE LA SECCIÓN DE HIERRO - Mario Figueroa Buitrago) #cortegosky.

LA PROPUESTA O EL MEMORANDO KELLOG


Por: José Antonio Loayza Portocarrero nota ‎publicada en SIGLO Y CUARTO, Documentos Históricos el 15 de marzo de 2018.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, se instituyó la Sociedad de Naciones con el fin de evitar que un nuevo conflicto vuelva a repetirse. Sin embargo el Imperio ruso convertido en la Unión Soviética, estrenó la ideología marxista de Lenin y empezó a gobernar el proletariado tras la sangrienta guerra civil rusa. Por otro lado Alemania, asfixiada por las onerosas disposiciones del Tratado de Versalles, tenía su sistema financiero en la crisis más grande que conoció. No era mejor la situación de Francia que propició el descontento social por su inestabilidad política permanente. Entretanto Japón extendió su presencia en Asia, se apoderó de Corea y anexionó regiones enteras de China y las colonias que Alemania tenía en el Pacífico. Para colmo las dictaduras se expandieron por el sur de Europa: Mussolini en Italia, Salazar en Portugal, Primo de Rivera en España o Alejandro I en Yugoslavia. Estados Unidos que prosiguió un rápido desarrollo económico, veía perturbado esta situación, no había duda, se avizoraba la proximidad de una 2ª Guerra Mundial.

Fue en ese contexto, que por primera vez los ojos de los países aliados decidieron usar su influencia para dar a Bolivia los puertos de Tacna y Arica, y amistarse dándonos una mano para conseguir aquello que más ansiábamos: recuperar el mar. Pero el reclamo ya sucedía desde antes, cuando en los corros europeos, particularmente en París, el 23 de enero de 1919, el Ministro en Francia, Dr. Montes, organizó el "Comité de Propaganda Patriótica", apoyado en la indiscutible verdad: "Las pequeñas nacionalidades como las grandes, tenían la oportunidad de reivindicar los privilegios de la justicia y el derecho en virtud del Estatuto de la Liga de las Naciones, de acuerdo con la doctrina de que no puede existir nación incomunicada con el mar". Pero el Comité reivindicacionista no pasó de ser una entelequia alegórica de buenas intenciones, nada más.

Ahora era diferente: Mr. Frank Billings Kellogg (1856-1937) Senador de los Estados Unidos y Secretario del Departamento de Estado Americano, más las fuerzas económicas de Inglaterra; influyeron para que Perú y Chile, cedan Arica y Tacna a Bolivia, como una solución preventiva ante una posible invasión extranjera que anule esos puertos evitando el envío de concentrados a Estados Unidos. Kellogg, en la pretensión de que esa fuera la solución final del histórico diferendo, tras varias reuniones de trabajo con los delegados de ambos países en Washington y creyendo firmemente que para cada una de las partes el tema de Tacna y Arica era una cuestión más de honor que de disputa territorial, expuso en un memorando el 30 de noviembre de 1926, lo siguiente:

a) Se debe entregar la zona en disputa a Bolivia,

b) Se hace necesario desmilitarizar a perpetuidad el territorio que se extiende entre Camarones hasta Mollendo,

c) Declarar la zona como económicamente franca para los tres países,

d) Declarar el Morro de Arica como monumento americano y,

e) Eliminar las compensaciones monetarias y sustituirlas por amplias franquicias o concesiones recíprocas entre los tres países

La primera reacción de Bolivia fue la nota que el Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Gutiérrez, le dirigió al Secretario Kellogg el 2 de diciembre de 1926, manifestándole el más profundo agradecimiento de su gobierno por la citada propuesta que aceptaba en su totalidad y que contenía una fórmula que armonizaba los intereses y las reivindicaciones legítimas de todos.

Chile aceptó considerar la propuesta y el 4 de diciembre del mismo año su Canciller Jorge Matte, presentó un memorándum al Secretario de Estado Kellogg, manifestándole su disposición de conceder una faja de territorio y un puerto a Bolivia una vez que la posesión definitiva de Tacna y Arica fuera definida.

La respuesta peruana tardó algo más de un mes, y el 12 de enero de 1927, sorprendentemente el Canciller peruano Rada Gamio, remitió al Secretario Kellogg, una larga nota donde pasaba revista al origen del litigio, y las razones por las cuales el Perú no podía negociar ni aceptar el memorando enviado: “La Cancillería peruana se ve, muy a pesar en el caso de no aceptar la propuesta contenida en el Memorándum de 30-nov-1826 (…) Finalmente está dispuesto a escuchar toda sugestión de arreglo, pero con la condición de que se le devuelva las poblaciones de Tacna y Arica, ésta con su puerto y Morro”.

En los años siguientes, nada fue oído, todo fue vano, si bien el Tratado de mediterraneidad de 1904, desagradaba a las grandes oligarquías disgustadas de Chile, éste, en vez de corregir su acto usurpador, y Perú su apocada dependencia, acordaron en secreto ante la posibilidad de una imposición a futuro por parte de los Estados Unidos, formalizar su complicidad suscribiendo el Tratado de 1929. Por el cual acordaron que los dos todo, o los dos nada, ni tú ni yo, ni yo que siempre ame tu guano, ni tú que te acuerdas de mi visita en Lima, le devolveremos a Bolivia el derecho de recuperar su costa perdida.

Posteriormente, en el Tratado de Lima y su Protocolo Complementario, firmado en Lima el 3 de Junio de 1929, en el artículo segundo, se da esta tremenda actitud de contubernio desleal de Chile y el Perú contra Bolivia: “El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes. Tacna para el Perú y Arica para Chile." Y como un candado con dos llaves, se añade sin ningún pavor el Protocolo Complementario que en su artículo primero, dice: “Los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad al Tratado de esta misma fecha, quedan bajo sus respectivas soberanías.”

Bolivia por su parte, sin dejar de plantear su completo desacuerdo por las declaraciones de Perú acerca de la solución solidaria presentada por el personero estadounidense, informó mediante una circular distribuida en todas sus reparticiones diplomáticas en el mundo que a su vez fue difundida por la prensa internacional, que la sugerencia estadounidense de solución a la mediterraneidad boliviana, exigía un sacrificio de ambos países a favor de la paz, pero que para el “Perú era sólo una renuncia a una remota expectativa”, y para Chile importaba el “desprendimiento de su posesión efectiva”. Esto significaba que para ninguno de los dos países el asunto era importante, o sí permitiría tranquilidad en sus fronteras o era un ejemplo de hermandad americana.

La propuesta de Kellogg encarnaba, cierto es, una de las pocas posibilidades para superar la disputa territorial chileno-peruano. Otras alternativas habían sido exploradas y siempre terminaban en el mismo resultado con el agravante que se continuaba aumentando el odio en una zona sudamericana que Estados Unidos deseaba pacificar. No obstante la propuesta de Kellogg, no significaba un reconocimiento franco de nuestros derechos, para ellos lo más importante, era el estaño.

Lo que ocurrió en este caso y otros, es lo que sucede cuando el poder político se concentra o acumula para convertirse en dominación. En la práctica Chile deseaba la destrucción de Bolivia y el Perú la contradicción entre Bolivia y Chile para debilitar a ambos y luego conseguir una ventaja geopolítica.

Todo este mecanismo de una burocracia tan especial y tan malvada, nos hace ver que en este conflicto no sólo Chile fue nuestro contrario y enemigo, también el Perú, y por otro lado, Estados Unidos nunca deseo dar una solución pudiendo hacerlo, porque solo le interesaba el estaño.

En la imagen, el Presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge y Mr. Frank Billings Kellogg, Senador de los Estados Unidos y Secretario del Departamento de Estado Americano.

UNA DE LAS MUCHAS REVELACIONES DEL LIBRO TITULADO "MEMORIAS DE LA GUERRA DEL CHACO", DEL GENERAL ENRIQUE PEÑARANDA.


Por Diego Martínez Estévez / 25 de Febrero de 2020.

Después de la captura de Boquerón, el Destacamento Peñaranda organizó su defensa con sus diminutas fuerzas en Ramírez, Castillo y Yujra, para detener la ofensiva de dos Divisiones enemigas. Como carecía de reservas y menos de refuerzos, ordenó que las unidades se relevaran cada 24 horas, para descansar. Esto sucedió entre el 1ro. de octubre al 7 de octubre de 1932. Al ser insostenible la defensa en frentes tan dispersos, resolvió replegar a sus unidades.
Con este breve antecedente, nos relata lo siguiente:
El Regimiento Pérez había llegado ya cerca del Cruce - situado al noreste de Arce - cuando inopinadamente, dos compañías suyas comenzaron a desbandarse, creando con ello una situación difícil...".
"Pero allí estaba afortunadamente el valeroso teniente Eduardo, quien, con la vivacidad que debe ser cualidad de todo comandante de tropas, con la decisión que era su característica, tomó una providencia allí mismo, sobre el terreno. Reunió a sus 50 hombres, previniéndoles que cuando diése él las voces de "Regimiento Loa", tenderse", "fuego", "cesar el fuego", "armar la bayoneta".. repitieran todos en alta voz estas frases de mando".
"Las voces fueron repetidas por un gran eco; el enemigo creyó que se las había con todo el Regimiento Loa y cuando escuchó el terrorífico "Armar la bayoneta", se dio a la fuga, dejando un número de prisioneros que fueron testigos de mayor excepción, de que un puñado de los nuestros había, por medio de una hábil y noble ardid, puesto en dispersión a respetable número de tropas enemigas".
"Eduardo consiguió su intento más allá de lo que había pensado y logró también rescatar a los prisioneros del "Pérez".".
COMENTARIO.
Como en Boquerón, el invasor, otra vez atacaba de frente con alrededor de 10 mil hombres, las posiciones defensivas del Destacamento Peñaranda, la misma que tantas bajas le había ocasionado en la retaguardia de Boquerón a lo largo de 20 días de Batalla. Pudo haber realizado una maniobra envolvente por flanco izquierdo (norte) de Peñaranda, para apoderarse de Platanillos, puerta de ingreso a cualquier punto de la retaguardia profunda de todo el ejército boliviano. No lo hizo, ni lo hará, perdiendo una extraordinaria oportunidad para destruir a todo el ejército boliviano.
En la mañana del 13 de octubre - 32, comenzó el repliegue de este Destacamento hasta el Kilómetro 11, delante del fortín Arce donde Peñaranda asumió el mando de la 4ta. División y el general José Lanza, relevaba al general Filiberto Osorio en el cargo de Jefe de Estado Mayor del Ejército. De Kilómetro 11, el Destacamento se replegó a Kilómetro 7, donde desde los primeros días de noviembre se desarrollaría exitosamente la batalla del mismo nombre; batalla de contornos épicos bajo la consigna de NO PASARÁN, repetida mil veces mientras el enemigo era diezmado. El Campero, el Loa, el 6 de Caballería, el Campos y las baterías de artillería de Rivera y Seleme, serían los mayores protagonistas. 

Refiriéndose a esos cruciales días de defensa y repliegue con diminutas fuerzas hasta el kilómetro 11, el coronel Enrique Peñaranda escribe su reflexión dirigida a los que comandan el Ejército de Bolivia en todos sus niveles:
"La doctrina de la disciplina militar necesita ser constantemente cultivada, reforzada y elevada a superior categoría, por una labor tenaz de los jefes y su constante contacto con la tropa.
En cuanto al "pundonor militar" que también debe caracterizar al militar boliviano, nos dice:
"Es una fuerza, un freno inhibitorio que impone su poderoso resorte al pánico que alberga el alma humana, como resto de prejuicios, de espantos, muchas veces sin base sólida, de temores ancestrales hacia lo desconocido, que casi siempre no es sino, un fantasma"......

GRAL. BANZER SUAREZ, Y LA “DIPLOMACIA MILITAR”


Por: José Antonio Loayza Portocarrero‎, nota publicada en SIGLO Y CUARTO, Documentos Históricos el 14 de marzo de 2018.

El Abrazo de Charaña el 8 de febrero de 1975, fue quizás una de las mejores posibilidades de acceso al mar para Bolivia a lo largo de su historia diplomática…, o quizás fue simplemente, el ardid que Chile planeó para descongelar y afianzar las relaciones bilaterales entre Chile y Bolivia, por su delicada situación frente al Perú y la Argentina. Sin embargo esta reapertura de espacios de dialogo, permitió a los insoportables de entonces, negociar y acordar un mejor trato diplomático, pero además agilizar el “Plan Cóndor”, librar a Chile del aislamiento internacional, y sincerar las afinidades ideológicas entre las dictaduras de Chile y Bolivia para distender la tensión geopolítica.

Los aprietos que aquejaron a la dictadura chilena en los años setenta, demostraron las complejas relaciones bilaterales que Chile tenía con el Perú y la Argentina, esto provocó que el régimen de Pinochet apresurara el encuentro diplomático con Bolivia para tranquilizar su frontera y mostrar un cuadro regional favorable y distante de la guerra. Pero qué tenía Chile contra el Perú y qué contra Argentina.

Perú estaba decidido a declararle la guerra a Chile, para obligarlo a cumplir con el Tratado de 1929 y establecer la frontera marítima que demandaba. Cuando Velasco tomó el poder derrocando al presidente Belaúnde, compró armamento a la Unión Soviética con el fin de ganar una eventual guerra. Entre 1973 y 1975, el gobernante peruano movilizó todo el personal y armamento a Tacna, frontera con Chile. Sin embargo la llegada al poder del general Francisco Morales Bermúdez en 1975, disipó este estado de tensión, aunque en las Fuerzas Armadas nunca se renunció a la posibilidad de iniciar un conflicto, pues se contaba con el armamento y la superioridad militar necesaria. Pinochet evaluó en 1976, la posibilidad de lanzar una guerra preventiva contra el Perú, según revela el diálogo que sostuvo ese año con el entonces secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, que fue desclasificado en 1998. Según la transcripción, Pinochet le preguntó a Kissinger cómo reaccionaría Estados Unidos ante una eventual guerra entre su país y el Perú. Arguyendo que el Perú trataba de comprar un portaaviones británico por $us. 160 millones, y mandó a construir 4 torpederas en Europa. En sí, el Perú quebró el equilibrio de armas en el Pacífico Sur, tenía 600 tanques de la Unión Soviética, y Chile tenía menos que el Perú para sostenerse en caso de una emergencia. Kissinger le respondió que a su gobierno no le gustaría ver un conflicto entre los dos países latinoamericanos, pero que todo dependía "de quién empiece". Incluso dijo que si Chile tomaba Lima, "tendría poco apoyo norteamericano".

En cuanto a la Argentina, el 22 de diciembre de 1978, el Presidente Rafael Videla, dio luz verde a la “Operación Soberanía”, para ocupar las tres islas: Nueva, Picton y Lennox en el Canal de Beagle que fueron el punto de inicio del conflicto limítrofe con Chile, cuya disputa por su soberanía estuvo sometida al Laudo Arbitral de 1977, que ambas partes acordaron obedecer. Sin embargo en 1977, se dictó la sentencia que entregaba las tres islas a Chile, pero la junta en Argentina no la reconoció, y fue la intervención papal de último minuto la que hizo desistir a la junta militar argentina de iniciar la guerra. El 21 de diciembre de 1978, un día antes al ataque, el comando argentino recibió el cablegrama informando que Juan Pablo II enviaba a un emisario, esto fue cuando Argentina ya estaba en marcha porque la flota de mar navegaba hacia el Pacífico, y los aviones cambiaron sus bases y patrullas para operar en territorio chileno. La invasión estaba planeada para el 23 de diciembre, pero no sucedió, precisamente por la participación decisiva del cardenal Antonio Samoré, enviado por Juan Pablo II, que no hace mucho había asumido su pontificado. De esta forma el conflicto se solucionó con el Tratado de Paz y Amistad de 1984, que resolvió la soberanía chilena sobre las islas.

Al margen del conflicto chileno y sus vecinos, estaba el tema pendiente con Bolivia. El Abrazo de Charaña, fue un compromiso que ofrecía a cambio de la reanudación de las relaciones diplomáticas, Chile debía presentar una propuesta para dar a Bolivia un acceso soberano al mar. Pero como dijimos, parece que la situación estratégica y geopolítica de la zona cambió de manera drástica. Si bien las cosas no eran tan fáciles, aun así las tratativas dieron como resultado un primer listado de proposiciones entregadas por el Canciller boliviano a su homólogo chileno, que determinaba lo siguiente:

a) Cesión a Bolivia de una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite del radio urbano de la ciudad de Arica. Esta costa deberá prolongarse con una faja territorial soberana desde dicha costa hasta la frontera boliviano-chilena, incluyendo la transferencia del ferrocarril Arica- La Paz.

b) Cesión a Bolivia de un territorio soberano de 5 kilómetros de extensión a lo largo de la costa y 15 kilómetros de profundidad, en zonas apropiadas a determinarse, alternativamente, próximas a Iquique, Antofagasta o Pisagua.

c) Elementos complementarios que deberían caracterizar tanto la cesión que se pedía al norte de la ciudad de Arica como la extensión territorial considerada en las zonas próximas a Iquique, Antofagasta o Pisagua.

Chile contestó a través de la nota Nº 686, el 19 de diciembre de 1975, manifestando una contrapropuesta, que fue discutida al interior de círculo más cercano a Pinochet. El resultado de la consulta replicó que:

a) Chile tenía interés en un entendimiento de mutua conveniencia que contemple los intereses de ambos países y que no contenga innovación alguna a las estipulaciones del Tratado de Paz, Amistad y Comercio, suscrito entre Chile y Bolivia el 20 de octubre de 1904.

b) Chile expresaba su voluntad de ceder a Bolivia una costa marítima soberana unida al territorio boliviano por una franja territorial de la misma naturaleza.

c) La cesión comprende la zona marítima ubicada entre los paralelos de los puntos extremos del área que se trasferiría (mar territorial, zona económica y plataforma submarina).

d) Chile recibiría en cambio una superficie compensatoria equivalente al menos al área de tierra y mar cedida a Bolivia.

e) El gobierno de Bolivia autorizaría a Chile a utilizar la totalidad de las aguas del río Lauca.

f) El territorio cedido por Chile sería zona desmilitarizada y el gobierno boliviano se obligaría a obtener garantía expresa de la OEA respecto de la inviolabilidad de la franja territorial cedida.

Esta propuesta esgrimida por Chile, no fue de la total complacencia de Banzer, aunque tuvo un avance significativo en relación a como estaban las discusiones antes del encuentro de Charaña. Sin embargo las reacciones de disconformidad no tardaron en aparecer, y rápidamente entorpecieron la conducción de la negociación. La prensa local, los militares activos y algunos políticos, se transformaron en los principales opositores a las negociaciones efectuadas por las partes involucradas, influyendo poderosamente en la percepción de la ciudadanía civil sobre el proceso.

Algunas de las revelaciones dan cuenta que el Perú tomó las armas el mismo 11 de septiembre, aprovechando el golpe militar en Chile, pero que esta se postergó por el cambio de gobierno. En tanto el conflicto con la Argentina no estalló por la mediación del papa. Desde entonces Chile usó la estrategia, utilizó a Bolivia para mostrar un cuadro de paz que no existía, y que fue pintada sólo para la ocasión. Sin duda fue siempre así, la diplomacia chilena nos ganó otra guerra, esta vez en Charaña.

CNEL. NATUSCH BUSCH: LOS EXTRAÑOS ESTRATEGAS DEL MAR



Por: José Antonio Loayza Portocarrero‎, nota publicada en SIGLO Y CUARTO, Documentos Históricos el 13 de marzo de 2018. // Foto: Palacio de gobierno militarizado, durante el golpe de Natusch Busch.

Los estrategas de las Fuerzas Armadas que estudiaron a Rudolf Kjellen, Karl Haushofer, Jorge Ateneio, entre otros, sabían de buena tinta que la geopolítica del mar, sugería aplicar, además de la clásica estrategia, táctica y perspectiva, un expectativa integracionista para que los países se sitúen mentalmente comprometidos en el evento de la Asamblea de la OEA, que se efectuó entre el 21 al 31 de octubre de 1979, con el fin de continentalizar el problema de la mediterraneidad, y conseguir el respaldo hemisférico para solucionar el conflicto marítimo. Las condiciones estaban dadas, el criterio de los 27 países americanos más sus observadores europeos y asiáticos, eran afines a la aspiración boliviana que aprobó por unanimidad la siguiente resolución:

“La Asamblea General:
RESUELVE:
Recomendar a los Estados a los que este problema concierne más inmediatamente que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión libre y soberana con el océano Pacifico. Tales negociaciones deberán tomar en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado, y así mismo tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales.”

Por las ventanas del Hotel Sheraton, los delegados de la OEA, vieron un espectáculo que jamás vieron, oyeron melodías que jamás oyeron, A esa hora había en las calles, cientos de diablos, morenos, caporales, que bailaban de alegría por la declaración de la Asamblea del 26 de octubre que se pronunció en favor al tema marítimo… por el mar… por esa nuestra incurable nostalgia.

Día 28, la Cancillería organizó un paseo al lago Titicaca con los delegados de la OEA, para visitar el lago sagrado, gozar de la música de zampoñas, las ruinas incaicas… Al caer el sol, los nevados blancos y las aguas azules despedían al sol que se iba más allá de las montañas y se perdía en el mar, y comprendieron que un lago no era un mar, pero era lo que más ansiaba el pueblo.

Día 29. Paz Estenssoro y Natusch se reunieron en la casa de René Guachalla en Cotacota, junto al Comandante del Ejército Ramón Azero. Paz Estenssoro no ocultó su contento por la perfecta articulación civil-militar, y afirmó que el golpe debía ejecutarse un mes después de la Asamblea de la OEA. Natusch algo chispeado por el alcohol estaba de acuerdo con la fecha indicada.

Día 31. Los delegados fueron invitados a una verbena popular que ofreció la Alcaldía de La Paz. Desde las siete de la tarde el pueblo asistió a la Plaza San Francisco, donde se armó un tablado para los cantos, bailes, discursos, agradecimientos, y las promesas de volver pronto, la noche empezó a refrescar y pocos se quedaron alrededor de los braseros.

Día 1. A la una de la mañana los adoquines empezaron a sonar como si arrastraran cadenas. Al rato los que tomaban los últimos ponches frente al templo, vieron pasar el pánico: ¡Eran tanquetas brasileras marca Endesa, tanques suizos Mowag, tanques austriacos adquiridos para el Gral. Padilla por su asesor Klaus Barbie, y caimanes portando ametralladoras! La gente gritó ¡Son los tanques del Tarapacá!, y fue lo último que dijeron porque cayó muerto Erasmo Fiela de 32 años, Trifón Choque de 21 años, empleado de Cordepaz, y Claudio Grados Arispe, de 25 años, auxiliar de contabilidad.

Era el día de Todos los Santos. A las seis de la mañana la Radio Fides, informó:
“¡En momentos en que Bolivia recibía el apoyo de toda América para lograr una salida soberana al océano Pacifico, sin canje, los implicados están haciendo el juego a Chile! ¡Este golpe es una traición auspiciada por Pinochet! ¡Los veinticinco países que dieron su apoyo a Bolivia en la OEA, dejaron constancia que apoyaban el proceso democrático que dirige el presidente Guevara! ¡Para vergüenza de la democracia existen políticos implicados en este intento golpista que el pueblo debe detener!”. La vergüenza estaba prevista para una fecha posterior, pero todo se precipitó cuando Guevara la tarde del 31 de octubre, sustituyó al Comandante del Ingavi Cnel. Alberto Gribovsky por el Tte. Cnel. Freddy Quiroga. Natusch negó haber conocido el hecho, dijo que dormía cuando a las once de la noche sus amigos oficiales le llamaron para informarle que sus tropas estaban desplegadas en El Alto prontas a partir, y no tuvo más remedio que hacerse cargo de la situación.

El Regimiento Tarapacá ocupó el Palacio de Gobierno, los Ministerios del Interior y Defensa, el Aeropuerto de El Alto, la Universidad de San Andrés, y la central telefónica…

La COB y la FSTMB se constituyeron en la resistencia pese al estado de sitio. Guevara calificó de traidores a los parlamentarios del MNR involucrados en el golpe. Todos los partidos condenaron el atropello y la iniquidad del ejército, el MNRI, MIR, PCB, UDP, PS-1, PDC, POR, PRIN, VO, MITKA, etc. Se organizó un comité antifascista y se declaró un paro de labores por 24 horas. Los tanques empezaron a recorrer por las calles mientras la gente les lanzaba piedras, en el cielo los aviones y un helicóptero trataban de amedrentar a los grupos populares que mostraban sus puños.

Cuando la cosa ya no iba, Paz Estenssoro habló con Fellman, y le propuso que el MNR apoye a Natusch, pero él se mantendría aparte. Fellman sorprendido le respondió: “Doctor, en política no se puede comer el pan y al mismo tiempo guardarlo en el bolsillo”. Bedregal pecó de incauto y candoroso, cuando le preguntó a su líder: “Todo este trabajo de meses, todos estos compromisos, ¿son un simple error?”, y Paz Estenssoro le respondió: “No doctor, no es un error, el objetivo era fregar a Guevara, y lo hemos cumplido”.

Los delegados de la OEA se sintieron defraudados y secuestrados en el Hotel Sheraton, mientras el Embajador de Chile gritaba a voz en cuello: “¿No les dije? Bolivia es un país con el que no se puede tratar. No existen interlocutores válidos”.

El documento oficial de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, registró a grosso modo a 76 personas muertas, 140 desaparecidos y 204 heridos.

Día 8. Apareció Guevara desde la clandestinidad junto a sus más leales ministros, y a las tres de la tarde sobre un automóvil arengó desde el estrado del Palacio Legislativo, llamando al pueblo a luchar por la libertad; luego escapó.

Todo esto hizo que los militares tomaran conciencia de su error, a eso se sumó la crítica del diputado Marcelo Quiroga Santa Cruz, denunció que el nuevo gobierno incautó tres millones de dólares del Banco Central e hizo un vehemente llamado a la decencia militar.

Finalmente todo terminó el 18 de noviembre, el presidente de facto aislado en el Palacio, transó políticamente con algunos del Congreso para que Lydia Gueiler Tejada, Presidenta del Congreso, sea la nueva mandataria.
Natusch huyó del Palacio a las dos de la madrugada. Según la versión de la nueva Presidenta.

--- Creo que hubo tres momentos remarcados en la historia sobre la negociación de una salida al mar: En 1926, el Memorando Kellog; en 1975, el abrazo de Charaña; y en 1979, la resolución de la OEA. Sobre estos tres casos podemos conversar estos tres días, en vísperas de otra negociación.

BOLIVIA, EL TITANIC Y LOS GUGGENHEIM


Por: José Antonio Loayza Portocarrero‎, nota publicada en SIGLO Y CUARTO, Documentos Históricos el 12 de marzo de 2018.

Estamos sentados en un sillón de oro y somos pobres, y para evitar decir que somos ingenuos, pretextamos que aprendimos el despojo desde que Colón llegó a estas tierras que no conoce la biblia; o supimos del engaño desde que el porquero Pizarro le prometió la vida a Atahualpa y luego que tuvo el oro y la plata lo mató; y practicamos la corrupción desde que Chile asaltó Calama sabiendo que 16 Km. al norte había cobre y en el tiempo sería: “El pan de Chile” como dijo Salvador Allende, donde los indios Chucos la descubrieron y la llamaron Chuquicamata, o " Punta de Lanza". En cuya tierra que era nuestra los Guggenheim empezaron a llenar el cielo de redondeadas ondulaciones de polvo que se mecían jugando al antojo con las evaporaciones del mar cautivo.

Entretanto en Bolivia, después de un largo periodo liberal, entró el partido republicano que reinstaló el conservadurismo y entre danza y chanza ingresó al Palacio el 12 de julio de 1920, el Dr. Rosa Bautista Saavedra, como si fuera una flor esplendorosa. Un año después, la Junta de Gobierno le entregó oficialmente el poder con todas las de la ley, para que bajo el lema: "Mi programa serán mis actos", realice “democráticamente” las masacres de Jesús de Machaca y Uncía, creyendo que para ello fue investido, y para redimirse implantó un gobierno estatista, autoritarista y republicanista, y trajo una nueva danza con pasos, giros y volteos de una melodía naciente llamada fascismo; y todos empezaron a bailar como malformados y contrahechos, porque era un baile ajeno y no propio.

Pero como todo en el país es rivalidad, Saavedra al tomar el gobierno quiso disminuir el poder moral de Patiño y recordó al país el tufo del fraude al Fisco por las 80.000 latas de alcohol que Patiño introdujo de contrabando en 1912, y para disminuir su poder económico aprobó el ingreso de dos empresas de musculatura capitalista: la Guggenheim Brothers emparentado con los Rothschild, y las pesadas libras esterlinas del millonario judío experto en intrigas y complots, don Moritz o Mauricio Hochschild. Estos, más otras empresas extranjeras, disfrutaron hasta el empacho de la mesa geológica donde gozaron del caudal que daban las minas más apetecibles, con la única condición de no dejar ni un mendrugo a los ensimismados patiñistas a los que odiaba y juró desalojar. Patiño sabía que una cosa es querer y otra cosa es poder, y poco a poco le enfrió el banquete, o le ensució el mantel, o le ocultó la alcuza.

El patriarca estadounidense Meyer Guggenheim, ordenó a John Hammond, que compre en Bolivia como si fueran flores para una boda, las mejores minas de estaño y a cualquier precio, que por desgracia Meyer ya no vio, porque antes de morir cedió como herencia las minas de la cordillera de Tres Cruces, a sus siete hijos, entre ellos a Ben Guggenheim, el quinto de los siete hermanos que no era hábil para los negocios pero si para cometer inversiones desastrosas, o para vivir en París lejos de su esposa e hijas, disque por negocios, cuando en realidad vivía con alguna de sus amantes.

Ben Guggenheim, era dueño de la mina Caracoles comprado por Hammond en la provincia Inquisivi del departamento de La Paz, y tenía el plan de invertir cuanto fuera necesario para vencer a sus competidores y comprar sus posesiones, pero antes decidió hacer un idílico viaje en el transatlántico británico Titanic de la naviera White Star Line, que realizaba su viaje inaugural entre Southampton y Nueva York, viajó acompañado de su criado Giglio y su amante, la cantante francesa Leontine Aubart, y no supo seguramente por el ímpetu de su pasión, en que momento el Titanic chocó contra un iceberg, y cuando las aguas subieron se le pidió que vista ropa de abrigo y suba a la cubierta del barco. Ben despidió a su amante y le dijo que pronto volverían a viajar en el Titanic. Una vez que el millonario se dio cuenta que el buque se hundía, bajó a su camarote y cambió su salvavidas y su jersey por un frac; Giglio hizo lo mismo. Cuando regresaron a cubierta, se les pregunto por qué se quitaron los salvavidas, Ben respondió con tono flemático: "Nos vestimos con lo mejor y estamos dispuestos a hundirnos como caballeros. Si algo me pasa díganle a mi esposa que hice todo lo posible por cumplir con mi deber”. Ambos perecieron en el desastre, y sus cuerpos nunca fueron recuperados. Esto ocurrió a las 23:40 del 14 de abril, murieron 1513 personas por ahogamiento o hipotermia, y tambien el plan de inversiones de los Guggenheim.

A pesar de ese lamentable suceso, la empresa Guggenheim Brothers, inició sus operaciones en la empresa minera Caracoles o el Himalaya boliviano, gracias al empeño de Daniel Guggenheim y la ayuda del Ing. Francés Dereims, quien decía que era la mina más rica del país; esa opinión le causó a Patiño un escalofrió abdominal. Posteriormente el Ing. Pasley, indicó que las minas de los Guggenheim como Avicaya, Monteblanco, Araca, Barrascota y otras, era el estaño más puro que existía; y Patiño se enclaustró en el excusado oscuro en un aislamiento de soledad pura. Y cuando le chismearon con cierta malicia que la Guggenheim sería en unos años la empresa más grande del mundo; Patiño emitió ruidos de destripe. Pero más allá de sus cólicos, jamás apagó el ímpetu de su aguerrida perseverancia.

En el tiempo, Carlos Víctor Aramayo y el gerente de la Guggenheim Brothers, Sr. Horace Graham, intentaron asociarse, pero el debacle financiero mundial de 1928, bajó el precio del estaño y eso permitió que Aramayo adquiera Caracoles, que incluía la mina de tungsteno de Pacuni y el Ingenio Molinos por la friolera suma de $us. 20.000, cuando sólo el camino de Eucaliptus costó más de un millón de dólares. ¿Qué sucedió?, se dicen muchas cosas, entre ellas se comenta de un juego bursátil entre la Guggenheim y la Standard Oíl de Rockefeller para formar un Nuevo Orden Mundial.

Este es el final de la historia de una empresa cuyo plan naufragó, dándole piedra libre a Patiño para pasar a ser la empresa más grande del mundo: La Patiño Mines and Enterprises Consolidated, Inc., que produjo en 1929, 33.400 toneladas de barrilla de estaño, la mayor producción de este mineral en la historia del país que no se repitió ni cuando se nos dijo que con la Nacionalización las minas eran nuestras, por la sencilla razón de que se la nacionalizó a sabiendas que se iba a indemnizar con una suma exorbitada aquello que ya no había, y nos quedamos barriendo los mendrugos que sobraron en la gran mesa de los porvenires frustrados, un poco de wólfram, bismuto, cobre, zinc, plomo, en fin.

Antes y después de hundirse el Titanic, se hundió el guano, el salitre, la plata, el estaño, y parece que ya empezó a hacer aguas el gas y el petróleo. Luego no quedará nada. ¿Venderemos discursos de capitalismo o arengas del esplendor del socialismo, alguien nos comprará?, porque eso es lo único que producimos: retórica política, más de eso no tenemos nada. Ah, San Cristóbal, pero no lo haremos, porque estamos convencidos de que quien lo proponga irá por el camino del martirio. Creo que ya es tiempo de pensar en el potencial agrícola del país para hacer frente a la crisis alimentaria del mundo. Y cuando pasen en vez de banderas kilométricas tractores, vehículos, maquinaria para reverdecer la tierra, y los hombres del campo dejen sus carpetas de dirigentes y tomen las semillas, habremos dejado de farrear para convencernos de que la libertad en la unidad y el trabajo, es la condición previa del desarrollo económico y el cambio social.



90 AÑOS DEL ASALTO A VANGUARDIA


Por: Ramiro Molina Alanes / 15 de diciembre de 2018. // Foto: De Izq. a Der. Sbtte. Faustino Rico Toro, My. Toro (Sanidad), Tte. José P. Coello, My. Jorge Jordán Mercado y My. Alfredo Santalla Estrella. Escuela Militar de Aviación de El Alto, 1928.





Durante los años veinte del siglo pasado, las relaciones boliviana-paraguayas, se hallaban deterioradas por el litigio del Chaco Boreal; los continuos incidentes inamistosos entre patrullas militares de uno y otro bando, mantenían a los gobiernos de La Paz y Asunción en un estado de tensión, que aumentó aún más por lo ocurrido en Vanguardia. En efecto, el 5 de diciembre de 1928 efectivos de caballería e infantería del Paraguay, que pasaban de 400, atacaron inesperadamente el fortín boliviano Vanguardia, defendido por 42 hombres; durante la defensa perdieron la vida 5 conscriptos bolivianos y varios quedaron heridos. Los soldados guaraníes ingresaron al fortín a saquear, destruir e incendiar las instalaciones para luego abandonarlo llevándose como prisioneros a dos oficiales y 21 soldados. Los que lograron huir dieron parte de lo sucedido a las autoridades del Sud Este.
La noticia del asalto fue recibida en La Paz con multitudinarias manifestaciones de protesta, el pueblo lleno de ira pedía que el golpe sea devuelto, ya que al parecer el asalto fue planeado y ordenado por el gobierno paraguayo; de esta manera, Bolivia se vio en la necesidad de recurrir a la represalia por la dignidad nacional.
El 14 del mismo mes, nuestras guarniciones militares del Chaco reciben instrucciones de capturar algunos fortines paraguayos cercanos, como represalia a lo ocurrido en Vanguardia.
Para completar la misión, despegaron de la Escuela Militar de Aviación de El Alto 2 aviones de observación y bombardeo, un Breguet XIX al mando de los instructores franceses My. Henry Lemaitre y Sbtte. Ernest Foucher, y un Fokker CVB tripulado por los aviadores bolivianos Sbtte. Faustino Rico Toro y My. Alfredo Santalla (piloto y observador, respectivamente).
Los aviadores franceses en un principio se negaron a participar en esa misión, sólo aceptaron por retribuir los servicios prestados a su país por el My. Santalla en la I Guerra Mundial.
Los aviones debían volar hasta Puerto Suárez donde recibirían instrucciones; sin embargo, el Breguet con los franceses sufrió inexplicables “accidentes”, hasta que destruyen el avión, pero con los tripulantes completamente ilesos; mientras que el Fokker de los bolivianos llega a su destino para ponerse a órdenes del Comandante de la V División.
Al amanecer del 15 de diciembre, el Fokker despega para entrar en acción; era la primera vez que la aviación boliviana se utilizaría en un conflicto bélico internacional.
Majestuosamente el aparato boliviano cruza los cielos del Chaco dirigiéndose a sus objetivos. Al llegar a Bahía Negra realiza una espectacular maniobra de bombardeo, caen a tierra cuatro bombas que no logran estallar, al parecer es un acto de sabotaje, las bombas al chocar con el suelo no hacen explosión, los paraguayos disparan intermitentemente contra la solitaria aeronave que sólo se defiende con la ametralladora de abordo hábilmente manejada por el My. Santalla. Siguiendo instrucciones de la misión el avión se dirige a los fortines Galpón y Esteros, donde ocurre lo mismo, las bombas al caer a tierra no detonan, con gran decepción sólo pueden ametrallar sus objetivos con peligro de ser derribados por el fuego de las ametralladoras. La misión de bombardeo fue un fracaso debido al descuido o el sabotaje de las bombas que no estallaban por carecer de detonadores, pero en lo psicológico tuvo éxito, porque el sólo trepidar del motor creaba confusión y pánico en el enemigo.
Por tierra se logra un rotundo éxito, quedan en nuestro poder los fortines paraguayos Boquerón, Rojas Silva y Mcal. López, que valerosamente son ocupados por nuestras tropas.
El golpe había sido devuelto, el honor nacional lo había exigido. Por lo ocurrido en Vanguardia, pudo haberse desencadenado un conflicto bélico, pero gracias a la hábil diplomacia del Presidente Hernando Siles pudo evitarse.
El caso de Vanguardia fue solucionado en Washington por la Comisión de Neutrales, resolviendo la reconstrucción de Vanguardia por los paraguayos y la desocupación de los fortines tomados por Bolivia. El conflicto armado había sido evitado por tan solo 4 años, porque en 1932 Bolivia y Paraguay se enfrentarían en la sangrienta y fratricida Guerra del Chaco.

(*)El autor es Académico de Número de la Academia Boliviana de Historia Militar.

Aeronave de observación y bombardeo Fokker CVB
utilizada en la incursión aérea del 15 de diciembre de 1928.

EL PRIMER RAID AÉREO INTERNACIONAL DE LA AVIACIÓN MILITAR BOLIVIANA


 Por: Ramiro Molina Alanes / 15 de mayo de 2019. // Foto: El arribo de la aeronave boliviana a Montevideo fue una muestra tangible de la proverbial hermandad entre Bolivia y el Uruguay. Foto: Museo Aeronáutico, Uruguay. Vía Alberto Del Pino Menck.



Bolivia, enclavada entre elevadas montañas andinas, impenetrables selvas amazónicas, profundos valles mezotérmicos y dilatadas sabanas chaco-benianas, avizoró en la embrionaria navegación aérea no sólo en un medio para integrar su extenso y complejo territorio geográfico, sino para romper su injusto y pernicioso enclaustramiento marítimo.

DE LOS ANDES AL RÍO DE LA PLATA

Con la premisa de conquistar lauros para la incipiente aviación militar boliviana y prestigio para sus nombres, a horas 07:05 del histórico sábado 6 de octubre de 1928, a bordo de un biplano Fokker CVB denominado “Bolivia”, los aviadores militares bolivianos My. Alfredo Santalla y Cap, Lucio Luizaga, entre entusiastas vítores del numeroso público que se congregó en el aeródromo de El Alto, situado a 4.093 metros sobre el nivel del mar, airosamente despegaron rumbo a las lejanas tierras del Río de la Plata, en un inédito raid de ida y vuelta a Buenos Aires, Argentina.
La partida adquirió contornos emocionantes, el “Bolivia” escoltado por seis aviones de la Escuela Militar de Aviación después de describir un semicírculo sobre la ciudad de La Paz –cuyo cielo fue surcado por siete aviones- enfiló rumbo a su destino; minutos después aterrizaron los aparatos de escolta.

EN LA CAPITAL ARGENTINA

Después de realizar aterrizajes en Uyuni, Villazón, Tucumán y Córdoba, a Hrs. 16:50 del día lunes 8 de octubre de 1928 el Fokker escoltado por un caza Dewoitine de la aviación argentina que salió a darle la bienvenida, aterriza en el aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, siendo recibidos los tripulantes por autoridades y numerosa concurrencia, entre argentinos y bolivianos. Los 2.530 km que median entre ambas capitales, se había cubierto en 14 horas y 8 minutos de vuelo.
“No bien el Fokker tocó tierra, la concurrencia se acercó al aparato tripulado por los aviadores bolivianos aclamándolos entusiastamente, y cambiados los primeros saludos, la máquina fue carreteada hasta los hangares donde el Tcnl. Brihuega dio la bienvenida a los viajeros, poniendo a su disposición el aeródromo, mientras los circunstantes prorrumpían en nuevos vítores a Bolivia y la Argentina” (1)
En una entrevista a un importante diario bonaerense el My. Santalla dijo: “La Aviacion es un factor de defensa y a la vez de paz; los raids aéreos son ante todo manifestaciones de amistad, y por eso hemos querido, o mejor dicho lo han querido unánimente el gobierno y el pueblo bolivianos que la primera expansión de nuestras alas sirviese para significar los sentimientos cordiales de Bolivia hacia la Argentina” (2).
Durante su corta estadía, no sólo fueron recibidos en audiencia especial por el Presidente de esa nación hermana, Marcelo de Alvear, sino agasajados con banquetes y recepciones sociales por diversas organizaciones diplomáticas, militares y aeronáuticas de la gran metrópoli porteña.

RUMBO AL URUGUAY

Pasados los solmenes actos de transmisión del mando presidencial en la Argentina, invitados por el Ministro de Guerra del Uruguay, Gral. Estanislao Mendoza, a Hrs. 08:00 del día 23 de octubre de 1928 el “Bolivia” despegó de “El Palomar” rumbo a Montevideo; después de transmontar el anchuroso río de La Plata a Hrs. 10:20 aterrizó en la Escuela Militar de Aviación, Camino Mendoza de la capital charrúa. En este tramo del raid, les había acompañado como pasajero el Cnl. Carlos Núñez del Prado, Agregado Militar de Bolivia en la República Argentina. El Gobierno del Uruguay los declaró “Huéspedes Ilustres”, siendo aclamados por autoridades y numeroso público. El Presidente de ese país hermano, Juan Campisteguy los recibió en audiencia especial, entregándoles un conceptuoso mensaje para el Dr. Hernando Siles, Presidente de Bolivia. A Hrs. 16:15 del día siguiente regresaron a Buenos Aires.

DE RETORNO AL LAR

El vuelo de retorno al país, fue el 27 de octubre cumpliendo las siguientes etapas: Buenos Aires – Córdoba – Salta – Villazón – Oruro - Eucaliptus(aterrizaje técnico) - La Paz. Aterrizaron en la Escuela Militar de Aviación de El Alto a Hrs. 16:49 del día lunes 5 de noviembre de 1928; la algarabía fue indescriptible, pese a que mucha gente retornó a la ciudad al enterarse de la prematura noticia de que el arribo se había pospuesto para el día siguiente por fallas en el motor.
Sin embargo, su descenso a la ciudad fue apoteósico. “La ciudad que minutos antes se había resignado a tenerlos en su seno al día siguiente, no necesitó sino el simple rumor de que los ases de la aviación nacional se acercaban al corazón de la ciudad para lanzarse a las calles a tributar su homenaje a los aviadores que retornan a sus hogares trayendo consigo un laurel de victoria”. (3)
Después de departir varios minutos en el “Salón Rojo” de Palacio de Gobierno con el Presidente de la República, fueron agasajados animosamente en el “Club de La Paz”.
Este raid efectuado en una aeronave de limitadas características técnicas, es decir, no diseñada para este tipo de travesías, fue todo un éxito, por primera vez las alas militares bolivianas unieron fraternalmente a tres pueblos hermanos. Esta noble hazaña que fue tal vez una de las primeras noticias destacables de nuestra aviación que se publicó en los principales diarios del continente, demostró que los aviadores bolivianos estaban en condiciones de conquistar nuevas glorias y galardones para su Patria e inscribir sus nombres en los registros de récords aéreos internacionales.

LOS HÉROES ALADOS

El My. Alfredo Santalla Estrella, nació en Sorata, La Paz, el 29 de julio 1894. En la I Guerra Mundial participó como Oficial del Ejército francés. Durante la Campaña de Pacificación de Marruecos (1926-1927) fue incorporado a la Escuela de Observadores y Bombarderos de Aviación de Meknes, tomando parte en diferentes incursiones aéreas. Posteriormente, realizó estudios de pilotaje en la Escuela de Isstres en Francia, donde obtuvo su brevet de aviador militar. Durante la Guerra del Chaco intervino no sólo como aviador, sino también al mando de tropas en importantes batallas terrestres. Falleció en la ciudad de La Paz el 17 de junio de 1988.
El Cap. Lucio Luizaga, nació en la ciudad de Cochabamba el 26 de diciembre de 1900. El año 1920 se graduó del Colegio Militar como Subteniente de artillería. En 1923 junto a dos oficiales bolivianos realizó un curso de pilotaje en Staken, Alemania, donde se brevetó en 1924. Falleció el 22 de noviembre de 1930 en el accidente aéreo del Junkers W-34 “Mcal. Sucre” que realizaba el raid aéreo sin escalas entre Buenos Aires y La Paz.

EL “BOLIVIA”

Fue un biplano Fokker CVB de observación y bombardeo, con motor “Hispano Suizo” de 500 H.P. refrigerado por agua y provisto de una hélice bipala de madera. Era uno de los cinco aparatos de ese tipo adquiridos de la fábrica de Holanda en 1925. Tenía un alcance de 1.200 km; su velocidad máxima era de 210 km/h, con un techo 5.800 m; para el largo raíd de 1928 se le adaptaron tanques suplementarios de combustible. Fue utilizado en acciones bélicas en los prolegómenos de la Guerra del Chaco.

ENTRETELONES DEL RAID

Si bien el raíd aéreo de ida y vuelta estaba planificado sólo hasta Buenos Aires, Argentina, cuando despegaron de El Alto, ya tenían el propósito de prolongar hasta Montevideo, Uruguay, e incluso a Sao Paulo y Río de Janeiro, Brasil.(4)
El 15 de octubre de 1928, durante un vuelo de destreza aérea sobre Buenos Aires en homenaje a los aviadores bolivianos, el ayudante que se les designó, Tte. Claudio Mejía, al mando de un caza Dewoitine perdió la hélice y logró aterrizar en la Av. Costanera, con daños leves para la aeronave y ninguno para el piloto.
Cuando Santalla y Luizaga arribaron a Montevideo, se les asignó como ayudante al Tte. Óscar Gestido, quien décadas después llegó a ser Presidente del Uruguay.
Debido a que el “Bolivia” debía arribar a La Paz dos días antes, mediante Decreto Supremo de 2 de noviembre de 1928 se había declarado el sábado 3 “Día de regocijo nacional”.
NOTAS:
1) “La Nación”, Buenos Aires, 9 de octubre de 1928.
2) “La Prensa”, Buenos Aires, 9 de octubre de 1928.
3) “La Razón, La Paz, 6 de noviembre de 1928.
4) “El Diario”, La Paz, 6 de octubre de 1928.

 En la cabina del Fokker “Bolivia” ambos aviadores militares bolivianos inmediatamente

después de su arribo al aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, Argentina.


 En la cabina del Fokker “Bolivia” ambos aviadores militares bolivianos inmediatamente

después de su arribo al aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, Argentina.

 My. Alfredo Santalla Estrella, notable raidista y héroe de tres guerras internacionales.


El Cap. Lucio Luizaga, experto aviador militar que protagonizó dos raids internacionales.


CHIQUITANOS CONTRA MAMELUCOS


Por: Maria Esther Mercado Huerta - Antropóloga y docente universitaria maia_te@hotmail.com / Opinión de Cochabamba, 19 de febrero de 2019.

Los mamelucos, en árabe “mamlek”, poseído, fueron esclavos guerreros islamizados e instruidos militarmente para servir a los califas entre 977 y 1831. La misma etimología árabe aunada a una palabra aborigen “maloka” o aldea, se llamó de esa forma en América a los nativos tupies que combatían bajo las órdenes de portugueses y bandeirantes brasileros (los piratas de tierra) para cazar indígenas que vivían en las reducciones o misiones jesuíticas.

Durante las reducciones, las entradas armadas de los blancos cruceños y el asalto constante de los mamelucos impidieron entre los chiquitanos una verdadera distinción entre colonos, mamelucos y misioneros. Al inicio de la evangelización, la crueldad de los portugueses hizo aborrecer el nombre de Padre, de forma tal que los nativos sospechaban de los misioneros creyéndolos mamelucos disfrazados para cazarlos y llevarlos a la costa brasilera en calidad de esclavos, a tal punto que estaban siempre en alerta con flechas envenenadas o armando una emboscada para quitarles la vida. Es así que esperaban un tiempo prudencial para cerciorarse de las intenciones de los curas mandando uno de los suyos a las reducciones para conocer a los aludidos misioneros. (Cf. Tomicha 2002).

El origen de tal confusión venía de las experiencias de los nativos con los cazadores de esclavos portugueses, así también con los colonos cruceños, cuyo interés era evitar la formación de las reducciones, esparciendo al viento que los religiosos eran mamelucos disfrazados que buscaban su captura. Tal es así que a principios del siglo XVIII, los cruceños rumoreaban en voz alta que los misioneros los irían a entregar al enemigo, esto con el fin de inducirlos a retirarse de las misiones para poder venderlos. Los bandeirantes utilizaron la misma artimaña, aprovechando símbolos religiosos que repercutía negativamente en la labor misional. En ese contexto, se puede señalar que hubieron numerosas muertes ocasionadas por los indígenas a los misioneros. Asimismo, muchas parcialidades nativas se internaban en los montes y bosques al sentir la llegada a sus pueblos de los jesuitas acompañados por indígenas de otras etnias. Sin embargo y sorprendentemente, los curas afirman que los chiquitos fueron reducidos al católico vasallaje sin más armas que la santa cruz, por eso, el religioso chiquitano Roberto Tomichá en su tesis doctoral afirma: “Los jesuitas usaron métodos pacíficos. Si bien por lo general iban acompañados de nativos guías e intérpretes, ellos portaban armas a ser usadas como defensa en casos de necesidad”.

No obstante, es importante señalar que antes de la fundación de las misiones, las etnias que conformaron la cultura chiquitana estuvieron en pie de guerra cerca de 200 años frente a las invasiones y sometimiento de los españoles y portugueses. Por esta razón, se deduce que los misioneros en su labor evangelizadora hayan encontrado indígenas cansados y dóciles.

Por otro lado, el historiador cruceño Jorge Abastoflor ilustra que la belicosidad y valentía de los chiquitos, evitó que los bandeirantes invadan y se apropien de aquel vasto territorio que actualmente es la Chiquitanía. “De no ser por la defensa de los chiquitos - añade - probablemente el Brasil llegaría hasta Cochabamba”.

BATALLA DE ÑANCORAINZA, 1935: ¡HUELE A PETRÓLEO! (Guerra del Chaco)


E. Jorge Abastoflor Frey / 13 de febrero de 2020.

Es el amanecer del 12 de febrero de 1935, y el enclave petrolero boliviano de Ñancorainza soporta un violento ataque de la Novena División paraguaya, que los defensores del Regimiento de Infantería “Manchego” se esfuerzan por detener. Pero sus fuerzas flaquean. ¿Cuánto más podrán contener este ataque que ya ha durado seis días?
El General José Félix Estigarribia, Comandante del Ejército paraguayo, observa extasiado, sobre su mapa de operaciones, cómo el avance de sus tropas se había manifestado incontenible ocasionando la caída de varias poblaciones bolivianas en su poder: el 04 de enero cayó Carandaití; el 11 de enero fue Capirenda; y el 18 de enero se perdió Santa Fé. Pero el ímpetu del Ejército paraguayo no se detuvo allí. El 05 de febrero el Segundo Cuerpo de Ejército paraguayo ocupó la población de Tarairí; y el día 06 de febrero estas tropas ya se encontraban a los pies de la Cordillera del Aguaragüe, delante de Ñancorainza.
Estigarribia había resuelto que el Segundo Cuerpo del ejército paraguayo, al mando del exitoso Coronel Rafael Franco, se abriese camino por la cordillera, a través de Ñancorainza, para caer como una poderosa espada sobre la población de Camiri, la Capital petrolera de Bolivia. Este audaz movimiento, además de permitirle conquistar los recursos petrolíferos del enemigo, ocasionaría la fractura del dispositivo militar boliviano, dividiéndolo en dos partes. Acto seguido, pensaba Estigarribia, haría descender sus tropas hacia el sur, provocando el envolvimiento de las fuerzas bolivianas que defendían Villamontes, la última fortaleza boliviana en el Chaco Boreal. ¡Jaque Mate! Deducía con satisfacción el Comandante paraguayo. (Díaz Arguedas)
El día 06 de febrero se produjeron los primeros contactos entre fracciones bolivianas y paraguayas, desatándose muy rápidamente la Batalla de Ñancorainza. El Regimiento Manchego fue atacado frontalmente por la Novena División paraguaya, compuesta por los Regimientos “San Martín”, “Lomas Valentinas” y “Zapadores 4” (Querejazu). Sin pérdida de tiempo, el Manchego se desplegó alrededor del pozo petrolífero de Ñancorainza, deteniendo en seco la ofensiva paraguaya.
Fracasado el asalto frontal y confiados en su superioridad numérica, los paraguayos comenzaron el envolvimiento de la guarnición boliviana, el 07 de febrero. En su progresión, las tropas paraguayas destruyeron un almacén y el puesto sanitario boliviano, ubicados en retaguardia. Concentrados en aislar a los defensores bolivianos, los paraguayos cortaron también el cable telefónico que conectaba Ñancorainza con Ipatí. Era el momento de la verdad para los nóveles soldados bolivianos del Regimiento XII de Infantería “Manchego”, que apenas hace unos días había terminado de reorganizarse.
En la localidad de Cuevo, asiento del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército boliviano, el General Carlos Quintanilla examina los mapas y planos de que dispone, tratando de anticiparse al lugar en que el Ejército paraguayo descargaría su furia. ¡Difícil tarea! Rezonga Quintanilla. El atacante siempre tiene la ventaja de saber dónde será el ataque, haciéndose fuerte en el lugar que escoja; en cambio, el que defiende, al no saber dónde se producirá el ataque, está obligado a distribuir sus fuerzas para atender los distintos lugares susceptibles de ser atacados, no pudiendo hacerse fuerte en ninguna parte. Quintanilla está sumergido en estas disquisiciones, cuando su ayudante le interrumpe abruptamente con una noticia urgente: ¡Hemos perdido comunicación con Ñancorainza! Exclama el oficial.
La interrogante que trataba de dilucidar Quintanilla, Comandante del Segundo Cuerpo de Ejército boliviano, se ha resuelto. En su afán de aislar a Ñancorainza, las tropas paraguayas habían revelado el lugar por donde pretendían romper la línea defensiva boliviana. Quintanilla se apresura a dar las instrucciones: la reserva del Segundo Cuerpo debía reunirse de inmediato y movilizarse hacia Ñancorainza. Pero, ¿Llegarán a tiempo? ¿Resistirá el “Manchego”? Sólo con el transcurrir de las horas se sabría.
El día 08 de febrero, los defensores de Ñancorainza quedaron completamente aislados. A sabiendas de esto, las tropas paraguayas comenzaron a explorar los senderos que les permitan atravesar las elevaciones y los profundos desfiladeros que hay en la zona. Los defensores del “Manchego” se percatan de la progresión paraguaya; pero no hay nada que puedan hacer, sólo resistir y esperar que los mandos se hayan percatado de su desesperada situación…y manden refuerzos.
Despunta el día, del 09 de febrero y los primeros rayos de sol llegan con esperanza para los defensores. Desde la retaguardia enemiga llegan los esperados sonidos de combate. ¡Refuerzos! ¡Llegaron los refuerzos! Exclaman los soldados bolivianos, mientras observan que el desorden se apodera de las tropas paraguayas, que han sido sorprendidas entre dos fuegos: el de los defensores y el de los refuerzos. Pero con el transcurrir de los minutos, para pesadumbre de los combatientes bolivianos, se hace evidente que los refuerzos son pocos y serán insuficientes. Disparos de fusil y de algunas ametralladoras livianas, confirman esta realidad. Para el final del día, los paraguayos ya han controlado la situación y continúan el asedio de Ñancorainza.
Sin embargo, durante la noche, mientras sigue el combate, la desazón de los combatientes del “Manchego” da paso a la galvanización de sus espíritus. Saben que los paraguayos desean los pozos petrolíferos bolivianos. El olor a petróleo les ha intoxicado y querrán asegurar el pozo de Ñancorainza. Entonces nace la convicción del guerrero: El “Manchego” aferrará a la Novena División paraguaya y, si es necesario, a todo el Segundo Cuerpo de Ejército paraguayo. ¡La guarnición boliviana resistirá!
Llega el 10 de febrero y el nuevo día comienza con el estruendo de explosiones de munición de artillería, que explotan fuera del perímetro defensivo de Ñancorainza. Los defensores bolivianos estaban esperando la irrupción de la artillería paraguaya en cualquier momento; y parecía que ese momento había llegado. ¡No hay diferencia! Los soldados bolivianos detendrán al enemigo, aunque sean sus huesos los que deban servir de muralla. No obstante, el fuego de artillería cada vez se va alejando más del perímetro defensivo. ¡Tal vez los paraguayos temen destruir el pozo! Especulan los oficiales bolivianos. Pero, entonces, el fuego de artillería comenzó a golpear las propias serranías. Más aún, los disparos no parecen provenir del nivel… del suelo.
Los defensores bolivianos comienzan a escudriñar el terreno y rápidamente se percatan que en la cima de las elevaciones que se encuentran sobre el camino que conduce a Ipatí, varias figuras brillan como diamantes al ser impactadas por los rayos del sol. Pero los fogonazos las delatan: son piezas de artillería montadas en las alturas; y su mensaje de muerte no va dirigido a los bolivianos, sino a los paraguayos. Golpes secos de munición de artillería son acompañados por el tableteo incesante de ametralladoras pesadas y livianas. Aquellas piezas de artillería, subidas a lomo de hombre hasta las cumbres, producían una macabra sinfonía de destrucción bélica.
Mientras Ñancorainza se ha convertido en el ojo de una tormenta, que arrasa todo a su alrededor, la Novena División paraguaya se ve golpeada nuevamente; pero esta vez desde la superficie. Finalmente, el grueso de la reserva del Segundo Cuerpo del ejército boliviano se ha presentado: son los Regimientos de Caballería “Chuquisaca” y “Chichas”, más una escuadra del “Castrillo”. Pero el desastre paraguayo no llega a producirse debido a la llegada del ocaso.
El manto protector de la noche permite a los paraguayos recuperarse y reorganizarse. ¡Es la oportunidad para replegarse! Pero el mando paraguayo tiene otros planes. Los comandantes han decidido lanzar al día siguiente, 11 de febrero, un ataque para tomar las alturas de Ipati. Es que la tierra misma huele a petróleo, y los comandantes paraguayos no son capaces de resistir el canto de sirena que siempre han representado los recursos naturales.
En efecto, los paraguayos son enviados a conquistar las cumbres en las que se encuentran emplazadas las piezas de artillería. Pero esos soldados no saben de esta forma de guerra. Muy pronto se produce el espectáculo trágico de soldados paraguayos que se despeñan desde las alturas, unos barridos por el fuego de ametralladoras, pero los más debido a su propia impericia en la tarea de escalar.
Pero el fracaso paraguayo no disuadió a sus comandantes del propósito de quedarse con Ñancorainza. El día 12 de febrero, el Comando paraguayo volvió a lanzar un asalto al enclave boliviano sin ningún éxito y debiendo soportar nuevas pérdidas; especialmente de soldados irremplazables debido a su veteranía. Al finalizar la jornada, los restos de la Novena División paraguaya finalmente se repliegan, debiendo abandonar su equipo y armamento pesados para poder transportar a sus numerosos heridos.
Así, al pie del Aguaragüe, la estrella del Coronel Rafael Franco, Comandante del Segundo Cuerpo de Ejército paraguayo, comenzaba a eclipsarse.
Más hacia el sur, hay preparativos febriles en ambos bandos. El fracaso paraguayo en Ñancorainza ha determinado que no se produzca el envolvimiento de Villamontes, como era el deseo de Estigarribia. Entonces, ya no hay nada que esperar, hoy 12 de febrero se desatará el infierno:
Una Gran Batalla en Villamontes…

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Imágen: Piezas de artillería boliviana. Museo Militar del Colegio Militar de Ejército. La Paz - Bolivia
Archivo personal de E. Jorge Abastoflor Frey
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