Por: Ramiro Molina Alanes / 15 de mayo de 2019. // Foto: El arribo de la aeronave boliviana a Montevideo fue una
muestra tangible de la proverbial hermandad entre Bolivia y el Uruguay. Foto:
Museo Aeronáutico, Uruguay. Vía Alberto
Del Pino Menck.
Bolivia, enclavada entre elevadas montañas andinas,
impenetrables selvas amazónicas, profundos valles mezotérmicos y dilatadas
sabanas chaco-benianas, avizoró en la embrionaria navegación aérea no sólo en
un medio para integrar su extenso y complejo territorio geográfico, sino para
romper su injusto y pernicioso enclaustramiento marítimo.
DE LOS ANDES AL RÍO DE LA PLATA
Con la premisa de conquistar lauros para la incipiente
aviación militar boliviana y prestigio para sus nombres, a horas 07:05 del
histórico sábado 6 de octubre de 1928, a bordo de un biplano Fokker CVB
denominado “Bolivia”, los aviadores militares bolivianos My. Alfredo Santalla y
Cap, Lucio Luizaga, entre entusiastas vítores del numeroso público que se
congregó en el aeródromo de El Alto, situado a 4.093 metros sobre el nivel del
mar, airosamente despegaron rumbo a las lejanas tierras del Río de la Plata, en
un inédito raid de ida y vuelta a Buenos Aires, Argentina.
La partida adquirió contornos emocionantes, el “Bolivia”
escoltado por seis aviones de la Escuela Militar de Aviación después de
describir un semicírculo sobre la ciudad de La Paz –cuyo cielo fue surcado por
siete aviones- enfiló rumbo a su destino; minutos después aterrizaron los
aparatos de escolta.
EN LA CAPITAL ARGENTINA
Después de realizar aterrizajes en Uyuni, Villazón, Tucumán
y Córdoba, a Hrs. 16:50 del día lunes 8 de octubre de 1928 el Fokker escoltado
por un caza Dewoitine de la aviación argentina que salió a darle la bienvenida,
aterriza en el aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, siendo recibidos los
tripulantes por autoridades y numerosa concurrencia, entre argentinos y
bolivianos. Los 2.530 km que median entre ambas capitales, se había cubierto en
14 horas y 8 minutos de vuelo.
“No bien el Fokker tocó tierra, la concurrencia se acercó al
aparato tripulado por los aviadores bolivianos aclamándolos entusiastamente, y
cambiados los primeros saludos, la máquina fue carreteada hasta los hangares
donde el Tcnl. Brihuega dio la bienvenida a los viajeros, poniendo a su disposición
el aeródromo, mientras los circunstantes prorrumpían en nuevos vítores a
Bolivia y la Argentina” (1)
En una entrevista a un importante diario bonaerense el My.
Santalla dijo: “La Aviacion es un factor de defensa y a la vez de paz; los
raids aéreos son ante todo manifestaciones de amistad, y por eso hemos querido,
o mejor dicho lo han querido unánimente el gobierno y el pueblo bolivianos que
la primera expansión de nuestras alas sirviese para significar los sentimientos
cordiales de Bolivia hacia la Argentina” (2).
Durante su corta estadía, no sólo fueron recibidos en
audiencia especial por el Presidente de esa nación hermana, Marcelo de Alvear,
sino agasajados con banquetes y recepciones sociales por diversas
organizaciones diplomáticas, militares y aeronáuticas de la gran metrópoli
porteña.
RUMBO AL URUGUAY
Pasados los solmenes actos de transmisión del mando
presidencial en la Argentina, invitados por el Ministro de Guerra del Uruguay,
Gral. Estanislao Mendoza, a Hrs. 08:00 del día 23 de octubre de 1928 el
“Bolivia” despegó de “El Palomar” rumbo a Montevideo; después de transmontar el
anchuroso río de La Plata a Hrs. 10:20 aterrizó en la Escuela Militar de
Aviación, Camino Mendoza de la capital charrúa. En este tramo del raid, les
había acompañado como pasajero el Cnl. Carlos Núñez del Prado, Agregado Militar
de Bolivia en la República Argentina. El Gobierno del Uruguay los declaró
“Huéspedes Ilustres”, siendo aclamados por autoridades y numeroso público. El
Presidente de ese país hermano, Juan Campisteguy los recibió en audiencia
especial, entregándoles un conceptuoso mensaje para el Dr. Hernando Siles,
Presidente de Bolivia. A Hrs. 16:15 del día siguiente regresaron a Buenos
Aires.
DE RETORNO AL LAR
El vuelo de retorno al país, fue el 27 de octubre cumpliendo
las siguientes etapas: Buenos Aires – Córdoba – Salta – Villazón – Oruro -
Eucaliptus(aterrizaje técnico) - La Paz. Aterrizaron en la Escuela Militar de
Aviación de El Alto a Hrs. 16:49 del día lunes 5 de noviembre de 1928; la
algarabía fue indescriptible, pese a que mucha gente retornó a la ciudad al
enterarse de la prematura noticia de que el arribo se había pospuesto para el
día siguiente por fallas en el motor.
Sin embargo, su descenso a la ciudad fue apoteósico. “La
ciudad que minutos antes se había resignado a tenerlos en su seno al día
siguiente, no necesitó sino el simple rumor de que los ases de la aviación
nacional se acercaban al corazón de la ciudad para lanzarse a las calles a
tributar su homenaje a los aviadores que retornan a sus hogares trayendo
consigo un laurel de victoria”. (3)
Después de departir varios minutos en el “Salón Rojo” de
Palacio de Gobierno con el Presidente de la República, fueron agasajados
animosamente en el “Club de La Paz”.
Este raid efectuado en una aeronave de limitadas
características técnicas, es decir, no diseñada para este tipo de travesías,
fue todo un éxito, por primera vez las alas militares bolivianas unieron
fraternalmente a tres pueblos hermanos. Esta noble hazaña que fue tal vez una
de las primeras noticias destacables de nuestra aviación que se publicó en los
principales diarios del continente, demostró que los aviadores bolivianos
estaban en condiciones de conquistar nuevas glorias y galardones para su Patria
e inscribir sus nombres en los registros de récords aéreos internacionales.
LOS HÉROES ALADOS
El My. Alfredo Santalla Estrella, nació en Sorata, La Paz,
el 29 de julio 1894. En la I Guerra Mundial participó como Oficial del Ejército
francés. Durante la Campaña de Pacificación de Marruecos (1926-1927) fue
incorporado a la Escuela de Observadores y Bombarderos de Aviación de Meknes,
tomando parte en diferentes incursiones aéreas. Posteriormente, realizó
estudios de pilotaje en la Escuela de Isstres en Francia, donde obtuvo su
brevet de aviador militar. Durante la Guerra del Chaco intervino no sólo como
aviador, sino también al mando de tropas en importantes batallas terrestres.
Falleció en la ciudad de La Paz el 17 de junio de 1988.
El Cap. Lucio Luizaga, nació en la ciudad de Cochabamba el
26 de diciembre de 1900. El año 1920 se graduó del Colegio Militar como
Subteniente de artillería. En 1923 junto a dos oficiales bolivianos realizó un
curso de pilotaje en Staken, Alemania, donde se brevetó en 1924. Falleció el 22
de noviembre de 1930 en el accidente aéreo del Junkers W-34 “Mcal. Sucre” que
realizaba el raid aéreo sin escalas entre Buenos Aires y La Paz.
EL “BOLIVIA”
Fue un biplano Fokker CVB de observación y bombardeo, con
motor “Hispano Suizo” de 500 H.P. refrigerado por agua y provisto de una hélice
bipala de madera. Era uno de los cinco aparatos de ese tipo adquiridos de la
fábrica de Holanda en 1925. Tenía un alcance de 1.200 km; su velocidad máxima
era de 210 km/h, con un techo 5.800 m; para el largo raíd de 1928 se le
adaptaron tanques suplementarios de combustible. Fue utilizado en acciones
bélicas en los prolegómenos de la Guerra del Chaco.
ENTRETELONES DEL RAID
Si bien el raíd aéreo de ida y vuelta estaba planificado
sólo hasta Buenos Aires, Argentina, cuando despegaron de El Alto, ya tenían el
propósito de prolongar hasta Montevideo, Uruguay, e incluso a Sao Paulo y Río
de Janeiro, Brasil.(4)
El 15 de octubre de 1928, durante un vuelo de destreza aérea
sobre Buenos Aires en homenaje a los aviadores bolivianos, el ayudante que se
les designó, Tte. Claudio Mejía, al mando de un caza Dewoitine perdió la hélice
y logró aterrizar en la Av. Costanera, con daños leves para la aeronave y
ninguno para el piloto.
Cuando Santalla y Luizaga arribaron a Montevideo, se les
asignó como ayudante al Tte. Óscar Gestido, quien décadas después llegó a ser
Presidente del Uruguay.
Debido a que el “Bolivia” debía arribar a La Paz dos días
antes, mediante Decreto Supremo de 2 de noviembre de 1928 se había declarado el
sábado 3 “Día de regocijo nacional”.
NOTAS:
1) “La Nación”, Buenos Aires, 9 de octubre de 1928.
2) “La Prensa”, Buenos Aires, 9 de octubre de 1928.
3) “La Razón, La Paz, 6 de noviembre de 1928.
4) “El Diario”, La Paz, 6 de octubre de 1928.
En la cabina del Fokker “Bolivia” ambos aviadores militares
bolivianos inmediatamente
después de su arribo al aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, Argentina.
En la cabina del Fokker “Bolivia” ambos aviadores militares
bolivianos inmediatamente
después de su arribo al aeropuerto “El Palomar” de Buenos Aires, Argentina.
My. Alfredo Santalla Estrella, notable raidista y héroe de
tres guerras internacionales.
El Cap. Lucio Luizaga, experto aviador militar que
protagonizó dos raids internacionales.