El aviador (primero de la derecha) tras volar en
Buenos Aires. Fotos: Página Siete. |
Por: Erick Ortega / Esta nota fue originalmente publicado en
Página Siete, el 10 de noviembre de 2021.
Juan Mendoza Nerluidez, hombre elegante que adoraba las
corbatas de gato, y que e incluso se ponía esta prenda cuando andaba con
su overol de piloto, fue el primer boliviano civil que voló en una aeronave, lo
hizo el 10 de noviembre de 1921. Este primer vuelo fue en conmemoración al
aniversario de la Villa Imperial. Se realizó en cielo uyunense y fue un
acontecimiento de primera plana.
Cien años atrás para volar había que aprender a tropezarse.
Luego dar saltos cortos y después algún brinco más largo hasta conquistar un
poco más de altura y luego llegar al cielo. Ahí el “pájaro de acero”
–denominativo bastante usado para referirse a los aviones al despertar
1900– volaba y cada pirueta que hacía era exclamada con asombro por los
mortales que permanecían en el piso.
Volar era un sueño de grandes. Eso sí, 100 años atrás no era
tan fácil dedicarse a soñar con conquistar el cielo; es más, ver un avión
era todo un espectáculo… volarlo eran palabras mayores.
El avión que llega por tierra
Y, uno de esos soñadores era Juan Mendoza, varón de poco
cabello, sonrisa abundante y que no temía conquistar el cielo. Él nació en la
localidad de Obrajes, en Oruro, allá por 1893. Estudió en el colegio Bolívar de
la ciudad de Pagador y luego se fue a Argentina para seguir tras su
sueño de dominar a un “pájaro de acero”.
Le gustaban los retos, en 1912 se montó en una
bicicleta y fue de la ciudad de Oruro a la sede de Gobierno. Luego se
propuso abarcar mayores distancias por el cielo.
Una persona que sabe mucho de Mendoza es el ingeniero
aeronáutico Roberto Carlos Subauste Pérez; él elabora una serie de libros
denominada Pioneros de la Aviación Boliviana 1920-1924. En estas obras él hace
referencia a las primeras aeronaves que surcaron el cielo en el país. Una
mención especial merece el aviador orureño que también fue ciclista.
Subauste refiere que Mendoza fue el primer piloto civil que
voló en avión propio en el país. ¿Propio? Sí, propio. La aeronave se adquirió
en Argentina en agosto de 1921. Fue trasladada en tren a la Quiaca. Por
entonces no estaba terminado el tramo ferroviario entre Atocha y
Villazón, por lo que el pájaro de acero fue llevado en dos cajones que
fueron acomodados en camiones. Ya en Tupiza las cajas se acomodaron en
carretas tiradas por caballos hasta ingresar a la localidad potosina de Atocha.
Se emplearon unos 20 días para cubrir los 190 kilómetros que separan las
poblaciones de Atocha y Villazón.
Comprar y traer un avión no era fácil y tampoco rentable.
Por eso se creó una comisión para ayudar a Mendoza. “Alfredo Etienne fue quien
prácticamente financió la compra del avión en Argentina; en esa época era
jefe de la Renta de Alcoholes de Oruro; otro de los padrinos fue Humberto
Asturizaga, quien se convirtió en el ‘representante’ de Mendoza y lo acompañó
en todo el trayecto desde Buenos Aires hasta Uyuni”, comenta Subauste.
Entre ellos también estaba Juan Luzio, pionero del cine en
Bolivia. “Probablemente él organizó la filmación de la cinta: Vuelo sobre
Buenos Aires del Aviador Juan Mendoza, que actualmente es custodiado por la
Cinemateca Boliviana”.
La comitiva viajó con Juan Mendoza a Buenos Aires para
buscar y comprar el avión más adecuado que venciera la temida gran
altitud. Otro de los infaltables de aquella epopeya fue Ángel Mardesich, un mecánico
de Uyuni, que ayudó a Mendoza a armar y desarmar el avión en sus
traslados. Y Ángel Mendoza organizaba los comités de bienvenida y preparación
de las pistas en las diferentes poblaciones a las que llegó su hermano
aviador.
Volando encontrarás un mundo nuevo
Es que para volar no sólo se necesita desplegar las alas,
también hay que creer y tener fe. “En Bolivia se hizo un primer intento en 1913
en La Paz, por parte de los hermanos Rapinni, que trajeron un avión
Blériot que a duras penas se elevó a baja velocidad algunos centímetros
sobre el suelo, dañándose luego. En 1917 se diseñó y construyó el primer avión
boliviano, el Cóndor, que no tuvo un resultado exitoso”.
El primer vuelo oficial se efectuó el 17 de abril de 1920,
el piloto fue un teniente estadounidense, Donald Hudson. Es más, el
18 de mayo de aquel año, el norteamericano sobrevoló el Illimani. No, Hudson no
era alguien que sólo sobrevolaba, él ambicionaba alto y mostró sus cualidades
en la Primera Guerra Mundial. De allí vino a Bolivia para ser uno de los
pioneros de la aviación.
Lastimosamente el Curtiss 18T Wasp de Hudson hizo un
aterrizaje forzoso y se dañó. El 3 de abril de 1921 sucedió una desgracia aérea
durante la entrega de aviones, comprados con la billetera del magnate Simón I.
Patiño, al estrellarse uno de ellos contra parte del público que asistió a
ver acrobacias aéreas. Y, cuando se difundía el temor por los aeroplanos
llegó un osado Juan Mendoza cuyos vuelos eran noticia.
Por aquellos años, la aviación civil no era un asunto de
Estado. Estaba al mando del país el republicano Bautista Saavedra Mallea y
nunca colaboró directamente los emprendimientos de Mendoza, quien además era
civi. Con Saavedra se creó la Junta Nacional de Aviación y se dispusieron
normas para sustentar este oficio.
El pájaro italiano de acero
“El avión que voló Juan Mendoza era un FIAT R.2 de
fabricación italiana, que llegó a Argentina en 1919 junto con el contingente de
la Misión Militar Italiana, que luego terminó como avión escuela en el
aeródromo El Castelar. Venía modificado de fábrica con doble comando,
versión de entrenamiento del tipo de avión de reconocimiento y bombardero
ligero diseñado a finales de la Primera Guerra Mundial. En Argentina era el
avión biplano, biplaza más moderno y potente del momento, usaba un motor con
300 caballos de fuerza”, explica el investigador Subauste.
Volar era un placer para el aviador ciclista. El
documental Vuelo sobre Buenos Aires del Aviador Juan Mendoza (que data
de comienzos de la década de los años 20) muestra las acrobacias del
piloto orureño en la capital argentina. Tras su gesta el piloto baja a
tierra fuma un pucho ante las cámaras y aparece rodeado de sus amigos,
ahí cerca de su avión.
EL AEROPUERTO QUE PERDIÓ SU NOMBRE
EL AVIÓN DE JUAN
FIAT R.2 La aeronave que pilotaba Juan Mendoza
fue construida en Italia y llegó a Bolivia tras una travesía por tierra.
Dimensiones La longitud era de 8,8 metros.
Tenía una envergadura (distancia entre puntas de alas) de 12,32 metros.
La superficie total de alas: 46,5 metros cuadrados.
Particularidades Venía modificado de fábrica con doble
comando, versión de entrenamiento del tipo de avión de reconocimiento y
bombardero ligero .
Potencia En Argentina era el avión biplano, biplaza más
moderno y potente del momento. Modelos previos de su desarrollo usando el mismo
motor habían roto récords en Europa, de altitud y distancia.
Investigación El ingeniero aeronáutico Roberto Carlos
Subauste Pérez escribe Pioneros dela Aviación Boliviana 1920-1924,
dedicado más específicamente a las aeronaves que emplearon los
primeros aviadores que volaron en Bolivia .
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