LA EXPULSIÓN DEL NAZI KLAUS BARBIE – DEL PENAL DE SAN PEDRO AL AEROPUERTO DE EL ALTO (Parte III)

 

Barbie en San Pedro, La Paz. (Getty Images)

Fuente: Criminal hasta el final Klaus Barbie en Bolivia / Gustavo A. Sanchez y Elisabeth Reiman.

Parte I: EL PENAL DE SAN PEDRO

Parte II: ¿A ALEMANIA O FRANCIA?


En el sótano del edificio del Ministerio del Interior había un pequeño cuarto. Gustavo Sánchez recibió las primeras declaraciones de Barbie en esta pequeña habitación, la conversación entre Sánchez y barbie fue grabada en cinta cinematográfica.

Se decidió usar para el vuelo a cayena un hércules C-130 de la Fuerza Aérea Boliviana. El destino final sería comunicado a la tripulación una vez que hubieran despegado. El sobre que contenía las instrucciones fue entregado al comandante de la Fuerza Aérea, quién estaba enterado de la misión.

El ministro Roncal convocaría una conferencia de prensa una vez que el hércules C-130 que transportaba Barbie ya se encontrará en el aire.

Se decidió que el ministro de información se trasladaba al terminal internacional de El Alto en La Paz, para invitar a los periodistas que aguardaban allí al despacho de su colega del interior: luego se reuniría con Sánchez en la vecina base aérea militar.

En el garaje del sótano donde había dejado a sus pasajeros algunas horas antes, esperaba el automóvil en el que se trasladó a Barbie. El mismo personal que lo sacó de su celda, lo acompañó en su último viaje en tierra boliviana. Sánchez decidió no llevar escolta a fin de no llamar la atención. Partieron sin prisa. Los transeúntes miraban el automóvil como otro cualquiera en la calle. La ruta fue indirecta de la avenida arce se dirigieron al estadio de Miraflores, dieron una vuelta por la plaza, recorrieron las cuadras de la calle Sánchez lima y pasaron cerca del Cuartel General del Ejército para ver si había algún movimiento. Nada todo: tranquilo. En Sánchez Lima el viceministro preguntó a Barbie se reconocía la calle la respuesta fue negativa se reinició el interrogatorio:

Sánchez: ¿Cómo no está en su memoria la calle sí unas cuadras más allá tenía usted una casa de seguridad donde interrogaba a los detenidos durante el gobierno de Banzer?

Barbie: No conozco nada de eso.

Sánchez: la casa era propiedad de los padres de Mónica Ertl, a quien usted mandó asesinar en marzo de 1973. Sus padres eran alemanes, El viejo estuvo en África con Romel. Usted no respetó ni a sus compatriotas.

Barbie: No sé de qué me habla.

Sánchez: ¿Qué es lo que sabe?

Barbie: Soy ciudadano boliviano nacionalizado, cumplo con la ley. Su propio Presidente, el doctor SILES, firmó el decreto. no estuve en política.

Sus ojos, de color azul verdoso, brillaban más dentro del automóvil. Se mostraba desafiante. Seguramente pretendía que Sánchez perdiera la paciencia. Muy calmadamente el viceministro continuó:

Sánchez: desde la época del presidente Barrientos anda metido en política boliviana. No fue identificado. Estafó a todo el pueblo: se metió en el bolsillo el dinero del barco. Además de asesino, estafador.

Aquí Sánchez se refiere a la campaña para adquirir un barco para Bolivia.

Barbie: Yo liquidé trans marítimas no tengo cuentas pendientes

Sánchez: Tiene una por sus crímenes.

Barbie: ¡Qué le pasa a usted¡ no soy asesino, reiteró. Estoy viejo y cansado

Sánchez: A esta altura de la vida, ¿qué cree de la muerte?

Barbie: La muerte es cruel, yo he sufrido por la de mi hijo en Cochabamba.

Mi mujer murió aquí. están enterrados en suelo boliviano. la muerte es cruel, es muy triste. perdí a mi hijo…

Sánchez: Se acuerda de su hijo, de que la muerte es cruel. ¿Pensó igual cuando mandó a los niños franceses a la muerte? Entonces la muerte no era cruel. ¡Usted asesinó¡

Barbie: ¿A dónde me llevan?

Sánchez: No recuerda usted aquel viejo adagio que dice que ¨*el que asesino siempre vuelve a al lugar del hecho? Usted volverá a Francia. Se lo juro yo.

Barbie: Este es un país EN democracia, si me llevan será contra la ley. El gobierno es democrático. ¡ustedes no pueden hacer esto ¡

Comenzó a inquietarse. Movía la cabeza de un lado a otro al parecer quería ubicarse mejor, cuando el automóvil tomó la autopista que conduce a El Alto, pareció serenarse. Posiblemente pensó que era trasladado a un cuartel del Ejército, el Regimiento Tarapacá que tiene su sede en El Alto, por su propia seguridad. ¿Quién puede adivinar lo que pasaba en esa mente?

Sánchez: Volviendo al tema militar. Queda pendiente la entrega de un nuevo lote de armas para el ejército. ¿Cuándo se cumple el plazo?

Barbie: no sé nada de eso yo no he negociado con armas jamás que me prueben…

Sánchez: Y el contrato con La Steyer, y los tanques los carros de asalto y las metralletas AUG? ¿Qué dice de eso?

Barbie: No he negociado con armas

Sánchez: Con armas no, con drogas si, ¿verdad?

Barbie: Jamás

Sánchez: Usted ha asesorado a gobiernos militares en mi país, ha traficado con todo, hasta con vidas humanas. ¿se arrepiente?

Barbie: No tengo de qué arrepentirme

Sánchez: Y de la muerte de Jean Moulin.

Barbie: Era de la resistencia. Yo era la autoridad. Estábamos en guerra y la guerra se gana o se pierde.

En la autopista caía una fuerte lluvia, y Sánchez pidió al conductor que disminuyera la velocidad. En ese momento se dio cuenta de que la Grabadora se había parado. Grave falla: no había más cinta. Pero Sánchez recuerda que uno de los oficiales que iba junto a barbie le pregunto: señor Altmann, ¿es verdad que mató a tantos? ¿cómo se siente una persona así cuando le recuerdan las cosas tan fríamente? Barbie respondió: en la guerra las balas penetran por ambos lados la resistencia mataba y teníamos que defendernos.

En el automóvil nuevamente reinó el silencio. Al fondo las luces de la ciudad de La Paz, tumba de tiranos. Quedaban allí los discípulos del detenido. ¿qué cosas estaría dejando atrás el que invocaba la democracia, sí siempre lo combatió? ¿Qué semillas había sembrado Barbie durante sus 32 años en Bolivia?

“En el campo personal me sentía satisfecho estaba a punto de conseguir una victoria para la democracia recuerda gustavo Sánchez“.

 

EL BLOOMING DE SANTA CRUZ INICIO SU CARRERA FUTBOLÍSTICA GOLEANDO AL CLUB ABAROA

 

En esta fotografía de 1953, quizá de los pueda identificar a los protagonistas del primer encuentro futbolístico de Blooming. 

Información tomada del periódico “El Orden” del año 1953. / Fotos: Julio Mamani Ticona.

Es interesante conocer los inicios de uno de los grandes del futbol cruceño, hablamos de Blooming, este histórico club inicio su carrera futbolística goleando a un club hoy por hoy “desconocido”. El Club Blooming hizo su debut el mes de mayo de 1953, jugando un cuadrangular con los clubes; Strongest, La Esperanza y Abaroa en su natal Santa Cruz, el evento futbolístico fue llevado a cabo en la cancha Municipal.

Un dato interesante a hacer notar es que el Club inicio su debut en el ámbito futbolístico 7 años después de su fundación como Club Social, Cultural y Deportivo. Tal como lo señala una nota periodística de la época: “…a las 4 de la tarde se presentaron los conjuntos de “Avaros” y “Bloming”, este último hizo su primera presentación, siendo sus jugadores miembros del Club Cultural, Social, y deportivo del mismo nombre…”.

El cuadrangular se inició por la mañana con el choque entre Strongest Vs La Esperanza, la victoria de este encuentro se la llevo el Strongest, con un marcador de 3 a 2. Por la tarde, exactamente a las 4 de la tarde se enfrentaron los conjuntos de Blooming y La Esperanza, bajo las órdenes del referí Olney Saucedo. El partido finaliza en su primera etapa con un empate transitorio de 2 a 2.

En la segunda etapa El club celeste fue muy superior, y ello se ve en el marcador final, que quedó 6 a 2 en favor de los celestes del Blooming.

La alineación celeste de aquel histórico primer partido, fue el siguiente; Ortiz, Castedo, Aponte, Viera, Ballivián, Justiniano, León, Saavedra, Velarde, Alpire y Mercado. Alternaron: Oyola por Justiniano; Zeballos por León y Egüés por Saavedra.

 


LA INSURRECCIÓN DE GUALBERTO VILLAROEL Y SUS REPERCUSIONES EN SANTA CRUZ

 

Edmundo Roca

El 20 de diciembre de 1943, el mayor Gualberto Villarroel perteneciente a la logia RADEPA nacida en la Guerra del Chaco, junto al recientemente fundado MNR, lideró un golpe de estado contra el presidente Peñaranda, iniciando un periodo tumultuoso dentro de la política boliviana, que estuvo acompañado de interesantes reformas, pero también de algunos excesos represivos.

Procedente de Santa Cruz, se ha recibido el siguiente comunicado en La Paz:

“My. Gualberto Villarroel, presidente de la Junta de Gobierno. Anoche tuvo lugar grandiosa manifestación pública auspiciada por los dirigentes de la Unión Obrera. La concentración se efectuó en su local de sesiones de la calle Cochabamba n#9 en forma admirable. Su enorme patio resultó estrecho para dar cabida a militantes y simpatizantes que jubilosos acudieron al saber el nuevo estado de las cosas.

A las ocho de la noche se inició el desfile con más de ocho mil personas que se identificaban con vivas a Bolivia, los vítores al nuevo jefe de gobierno My. Villaroel y a la entidad auspiciadora del homenaje. Llegada a la palza la enorme masa humana se detuvo frente a la iglesia catedral donde el pueblo solicitó que hablara el jefe de la Unión Obrera Edmundo Roca Arredondo, quien en forma magnífica se expidió emocionado al auditorio al que pidió máxima colaboración para el My. Gualberto Villarroel y su gobierno que representa positiva esperanza para el país. Lucharemos a su lado, dijo, sin medir sacrificios, convencidos que nos e a poya a un caudillo sino a un símbolo de las generaciones nuevas. Fue calurosamente aplaudido.

La manifestación continuó en su vuelta a la plaza principal y en una de sus esquinas habló Pedro Rivera Méndez presidente del Concejo Supremo de la Unión Obrera quien explicó el momento que vive el país llevado a la anarquía por el régimen depuesto, añadiendo que la revolución se imponía como medida de salvación nacional y que significaba en los actuales momentos la rotunda afirmación de que existe conciencia del deber y responsabilidades en las generaciones nuevas…Continua a la manifestación todas las bandas de música que gentil y generosamente habían ofrecido sus servicios gratuitamente, hicieron sonar sus acordes.

En la esquina de la UAGRM el dirigente obrero Miguel Vega sumando su verba emaciada a la gran actuación inolvidable. La manifestación que iba sumando cada vez más pobladores, llega a la casa de gobierno, donde estaban presentes Cnl. Félix Tabera, jefe del movimiento revolucionario y los señores Isaías Landívar y Jorge Lavadenz que forman parte del Comité Revolucionario. La multitud se detiene y pide que hable Hernán Boland secretario de la Unión Obrera. Su magnífico discurso fue interrumpido a cada momento por los aplausos del pueblo y por los vivas al nuevo estado de las cosas.

Acto contiguo habló el jefe revolucionario Cnel Tabera, a quien el pueblo casi no lo dejaba hablar porque lo vitoreaba y aplaudía cariñosamente. Agradeció la adhesión valiosa de la Unión Obrera razón por la que sus dirigentes Edmundo Roca y Hernán Boland forman parte en la junta de gobierno departamental recordando que estos muchachos, sirvieron a Busch devotamente….Después hablaron Jorge Lavadenz e Isaías Landívar, para que finalmente la muchedumbre se dirija nuevamente al local de la Unión Obrera portando un hermoso estandarte de nuestra bandera nacional….allí los músicos presentes, decidieron ofrecer una retreta al pueblo cruceño, que se había asociado con tanto calor y emoción plegándose a las patriotas filas revolucionarias.”

Miércoles 22 de diciembre de 1943. “En Santa Cruz tuvo repercusión clamorosa el cambio de gobierno.”

 

EL ITALIANO LUIGI BALZAN DESCRIBE A LA PAZ EN 1891

Copacabana en 1890. 


Transcribimos a continuación una pequeña parte del diario de vieje del naturalista y viajero italiano Luigi Balzan, que llegó y viajo por diferentes partes de nuestro País entre los años 1890 y 1892.

Al salir de Puno que esta en las faldas de una colina, se atraviesa un pequeño golfo cerrado entre colinas con aguas muy bajas allí fue que vi las primeras balsas o canoas de los indios. Están hechas de una especie de junco llamado totora. Atan fuertemente el junco en manojos y después, con ellos reunidos, los estrechan en las extremidades para formar la proa y la popa; así se hace la canoa. La vela es hecha del mismo material. Con estas embarcaciones atraviesan el inmenso lago en todas direcciones. Las colinas de la orilla están cultivadas y desde el vapor se ven a los indios que atienden sus trabajos de campo.

La primera parte de la travesía se llama Pampa de Ilave, nombre de un pueblecito a orillas del lago. Allí sufrí mareos debido a las rápidas y breves sacudidas ocasionadas al vapor por las pequeñas olas de la Pampa. A la derecha estaban las puntas de las montañas de la cordillera, el Sorata a la izquierda, el Huayna Potosí29 en medio y el Illimani30 a la derecha. Calmaron las olas cerca de la Isla del Titicaca31 , ya en aguas bolivianas. Es allí de donde, según la tradición vino el primer Inca Manco Kapac y hay ruinas de monumentos incaicos. Se pasa entre la isla y la orilla por el estrecho del Titicaca y después se sigue costeando y admirando las colinas semi-cultivadas

en las faldas de la costa. Después del estrecho las orillas se acercan hasta que se llega al estrecho de Tiquina que une la parte mayor del lago con la menor. Entramos en el estrecho teniendo a nuestra izquierda el pueblo de San Pedro de Tiquina y a la derecha y algo más pequeño, San Pablo de Tiquina. Poco después anclamos a pocos cientos de metros del puerto de Chililaya32 porque siendo ya de noche no se podía atracar por prohibición de las autoridades del lugar.

Cuando me levanté la mañana del día 10 estábamos ya anclados en el muelle de madera del puerto boliviano Chililaya y una multitud de indios aymaras había invadido el barco. Escogidos nuestros porteadores éstos se arrodillaron en el muelle con los hombros apoyados a los baúles puestos verticalmente pasaron una cuerda de cuero alrededor del baúl y luego se la pusieron alrededor de los hombros y la aferraron con las manos al pecho. Se pusieron de pie con su carga en la espalda y se dirigieron a la aduana situada en tierra al final del muelle. Esta es la manera de alzar pesos que tienen los porteadores en Bolivia. Para descargarse hacen lo contrario se arrodillan y sueltan dulcemente el equipaje que queda en pie.

A mitad del muelle encontramos una multitud de indios con sombrero negro y vestidos azules con anchas rayas rojas que hacían correr unos carritos por las rieles del muelle. Iban a descargar el piróscafo y así los vimos trabajar todo el día.

El tipo físico de los aymaras no es pronunciado como los de las tribus del Chaco, los hombres y las mujeres tienen los pómulos salientes y los cabellos largos, lisos y negros y la piel no muy oscura.

Era el penúltimo día de Carnavales. En la plaza delante la aduana vi indios en tropel y medio borrachos igual que la mayoría de los empleados públicos de ese pueblo. Algunas horas después, el capitán del vapor también se dedicó a la música y al baile aún debiendo partir esa misma noche. Los indios llevaban sombreros negros o ceniza, bajos y de alas pequeñas que los fabrican con lana de oveja igual que toda su vestimenta. Sobre los hombros usan ponchos de colores muy vivos, pantalones negros de lana de oveja, estrechos en las caderas pero van ampliándose hasta por debajo de la rodilla, de allí son cerrados delante pero abiertos por detrás de modo que al caminar o al bailar la parte del pantalón por debajo de la rodilla esta en un perpetuo movimiento. Tocaban unas flautas de caña y grandes tambores y bailaban girando sobre sí mismos con las caras tan serias y ridículas que valía la pena de verlas. Junto a ellos las mujeres vestían chalecos cortos de colores vivos, faldas azules o rojas con listas azules o rojas.

Fui a pasear con los compañeros de viaje por los alrededores del pueblo. Se ven muchas piedras ferrosas. Una flor del mismo tipo que aquella vista en el viaje de Mendoza a Chile con arbustos de hojas recortadas con una corona de flores blancas pero estos eran rojizos y crecen sobre tallos, también hay gran cantidad Oxalis y compuestas.

Se ven muchos ranchos de indios y campos cultivados de cebada y patatas. En el lago había muchas balsas atracadas y redes confeccionadas como bolsas que se mantienen abiertas por un círculo de madera con las cuales pescan los indios. Recogí algunos insectos entre los cuales dos Meloe y un saurio muy bello que un sabihondo del pueblo me aseguró que comido vivo era muy bueno para el mal de ojos.

Por la noche se bailaba alegremente en la plaza y un semi-indio muy borracho nos dijo que no sabíamos ni ortografía ni gramática sólo porque no habíamos aceptado el alcohol que nos ofreció que lo llevaba en una botella por todas partes.

Dormimos en el único hotel del pueblo que se lo distingue desde el lago por el nombre escrito con letras de molde sobre el techo de calamina, pero no se presenta limpio.

El barómetro indicaba 3.870 m.s.n.m.

Desde Chililaya seguimos por el camino en diligencia. Partimos el 11 de febrero a las 6:30 a.m. Nuestro equipaje estaba ya cargado sobre el carro desde la noche anterior. Al único empleado del transporte que había quedado con la cabeza en su lugar lo encontramos en la oficina el día anterior todo cubierto de harina, porque en Bolivia durante el carnaval en lugar de echarse con agua como en las Repúblicas del Plata se echan con harina; costumbre muy conveniente para los sastres.

El camino de Chililaya a La Paz creo que es de 15 leguas o 70 kilómetros y es todo plano, más como se atraviesa el lecho de varios ríos, la carroza saltaba tanto que había que agarrarse con fuerza para no golpearse la cabeza contra el techo o con la del vecino.

A las 9:30 a.m. paramos en Machacamarca donde se cambiaron seis caballos y tomamos desayuno. El camino recorre por cultivos de papas -que en Bolivia existe muchísima variedad- y cebada y se va siempre por altura. Me mostraron a la derecha el campo de Letanías donde el tirano Melgarejo venció a un grupo revolucionario que iba en su contra. En el lugar llamado Ocomisto, paramos para cambiar de nuevo los caballos y finalmente a las 2 p.m. nos avisaron que estábamos por llegar al borde del barranco33, en cuyo fondo esta la ciudad de La Paz, la primera de la República.

Confieso que habría preferido llegar a ese lugar sin haber leído las descripciones realistas del amigo Germain34 o por lo menos sin haber sido advertido por los compañeros de viaje. A pocos metros del borde se paró la diligencia y bajamos para llegar a pie al borde mismo. Qué magnífica vista! El altiplano35 por el cual vinimos termina repentinamente y baja muy rápidamente hasta un valle cerrado entre las montañas; en el fondo corre el río, o mejor el arroyo La Paz, a cuyas orillas esta la ciudad homónima. Vista desde el alto la ciudad presenta un aspecto muy bello con techos de tejas rojas entre el verde de las huertas. Volvimos a la diligencia y empezó la bajada por un camino ancho; al inicio muy recto y luego a rápidos zig-zag van hacia el fondo del valle llegando a la ciudad. En el valle la vegetación es muy bella y se dan frutas muy gustosas. Entramos en la ciudad, sus calles empedradas están franqueadas por casas de dos pisos con balcones adornados de macetas con flores.

Era el último día de carnaval y en todas las calles algo anchas y en las plazuelas estaban los indios festejando. Los vestidos que llevaban eran más o menos los mismos que había visto en Chililaya. Los hombres llevan sombreros de lana negra adornados con una cinta a placas o bordados dorados y plateados. Sobre el sombrero se elevaba en forma de medio círculo un friso lleno de dorados y colores vivos rodeado de algunas plumas rojas, amarillas y azules. Por detrás del sombrero pendía otro adorno de colores y dorados en cuya punta se encontraba engastado un espejito redondo. Las mujeres llevaban falda, chaleco a colores brillantes y un sombrerito. Es curioso el modo en que portan el chal especialmente las cholas. El chal es echado sobre los hombros y prendido en el hombro derecho quedando la abertura por el brazo. Los indios bailaban girando sobre si mismos, serios y graves al son de flautas y tambores. La diligencia se paró en una plazuela. Desmontamos y nos dirigimos a un hotel situado en la plaza mayor de la ciudad.

La Paz cuenta con 40.000 habitantes según las noticias recibidas y esta construida en el fondo de una quebrada (literalmente: rotura o quebradura) donde corre un río que atraviesa la ciudad y que en la época de la conquista parece que transportaba mucha arena aurífera. Sus calles son a menudo muy pendientes lo que hace difícil el uso de la carroza -que son muy raras-, lo cual es muy molesto para quien no haya nacido en el lugar porque, a esta altura -cerca los 3.700 m.s.n.m.- subir una de esas calles produce inmediatamente el soroche, es decir una fuerte opresión a los órganos respiratorios y con el tiempo da lugar a serias enfermedades del corazón.

La plaza mayor36 tiene una fuente en medio. Quisieron transformarla en jardín pero por lo que se puede ver ahora, resultará una cosa más bien deslucida. A un lado y en una esquina de la plaza surge el Palacio de Gobierno -de tres pisos- y después, al mismo lado, las bases para una catedral empezada quién sabe hace cuantos años pero que no llega ni al primer piso del Palacio. Por otro lado está una antigua iglesia transformada en sede del Congreso.

Dos horas después de mi llegada conocí a nuestro Real Cónsul, el caballero R. Bertini, natural de Lucca. Egregia y estimada persona que reside en el país desde hace muchos años y a quien debo varias cortesías. Por la noche conocí al doctor E. di Tommasi, de los marqueses de Battiloro, distinguido médico que con su ciencia y con sus maneras supo en pocos meses cautivar la simpatía de toda la ciudadanía y de una excelente clientela.

Al día siguiente de mi llegada era el primero de Cuaresma, pero el carnaval seguía por las calles con la excusa de enterrarlo. Vi una comparsa de cholos y cholas. Ellas estaban guiadas por una vieja y cantaban y bailaban acompañadas de la música de los cholos armados de violines, flautas y pífanos. En los días siguientes conocí a varias egregias personas del lugar, entre las cuales recuerdo al señor ministro de relaciones exteriores, el señor M.V. Ballivián37 cultor de la geografía patria, el señor J. Méndez y otros más, y encontré en todos una cortez acogida.

Noté que aquí las personas educadas lo son de verdad, cosa que no sucede siempre en otros países donde algunas veces presidentes y ministros les gusta mezclarse con la peor gente. Por ejemplo, jamás oí a una persona de la buena sociedad hablar aymará en mi presencia excepto con la servidumbre, mientras que en Paraguay38 se habla guaraní sin preocuparse del extranjero aunque este en calidad de invitado.

Junto a la clase culta existen en La Paz otras dos clases: los cholos y los indios. Los primeros que ya tienen en las venas bastante sangre caucásica, hablan castellano y no les gusta estar mezclados con los segundos. Entre las mujeres cholas se ven ojos y cabellos negrísimos y fisonomías no feas. Tienen una pasión especial por los zapatos y les gusta mostrar los pies cubiertos por botines de raso blanco o gris. La cabeza esta siempre cubierta por el sombrero de lana o paja, alrededor el chal y una falda muy gruesa de colores vivos puesta sobre otra falda de otro color, de modo que, por su grosor, se abren en la parte inferior y toman una forma casi cónica. Las faldas bastante ajustadas a las caderas hasta el inicio del fémur se recogen con alforzas y caen en pliegues. Se ocupan del pequeño comercio como diré más tarde.

Los indios hablan aymará llevan sus tradicionales pantalones negros o blancuzcos abierto por atrás de la rodilla para abajo, chaleco y chaqueta corta negra, todo en lana de oveja, camisa y calzoncillos de algodón bastante anchos. Estos últimos salen por debajo de la apertura de los pantalones. En la cabeza el sombrero de lana con alas más o menos anchas pero siempre durísimo. Debajo del sombrero llevan un gorro a puntas como los de noche, de lana a franjas de colores vivos cosa que había notado también en Chililaya. Algunos de estos gorros tienen dos bandas que caen escondiendo las orejas.

Los indios fleteros son los que se ocupan del transporte con mulas, asnos o llamas y son pongos aquellos que sirven para las ocupaciones más duras de la casa. Estos pongos se alquilan como bestias y las autoridades tuvieron que prohibir ciertos anuncios en los periódicos en los cuales se ofrecía pongos en alquiler. Van a recoger agua en recipientes de cobre o arcilla que llevan a la espalda con una cuerda igual que con los baúles y tienen siempre como parte esencial de su vestimenta una larga faja envuelta alrededor de los riñones.

Existe otra casta de indios llamada aparapitas; de aparapita, palabra aymara que quiere decir "llévame una cosa". Se ocupan de portear en la ciudad, que es un trabajo que tiene un buen mercado, en proporción mucho mayor que entre nosotros [los italianos].

Algunas indias en lugar de sombrero llevan en la cabeza, una tela doblada como las napolitanas y romanas. También he observado algunos ponchos -y especialmente mantas- con las que cubren la carga de los asnos o de las mulas para repararlas de la lluvia; son del mismo color que las hechas por los indios del Chaco angaytés y sanapanás es decir alternando grandes franjas marrones y blancuzcas. Los aparapitas y los indios en general envuelven las cargas pequeñas en una manta: ponen la carga en medio, echan las puntas de la manta sobre el bulto y las otras dos puntas se anudan en el pecho llevando el peso en los hombros. De la misma manera las mujeres del pueblo llevan a los niños amarrados dentro de la manta o del chal y con la cabeza afuera. Cuando se lo quitan de encima lo hacen exactamente como cuando los soldados se quitan la mochila, es como si se tratase de una normal carga no muy frágil. Todos los indios tienen además una bolsita de lana de colores colgada de un hombro. Es allí donde tiene la coca39 que mastican continuamente. Me dicen que algunos para atenuar el efecto, mastican junto con la coca las cenizas de una planta llamada chutta40 . La coca representa en Bolivia el mate del Paraguay con la diferencia que éste último es usado por todos y la coca solamente por los indios.

Una cosa digna de ser vista es el mercado donde asisten las señoras los domingos por la mañana para hacer sus compras. El mercado está dividido en patios y corredores. En uno de éstos se ven solamente grandes pilas de pequeños recipientes, cestos llenos de raíces y hojas y flores de varias especies, piedras de varios colores, cueros de animales, estrellas de mar, etc. todo son medicinas para diferentes enfermedades41. En otra parte se vende fruta, gorros de los indios, faldas, sombreros, etc. etc. Las vendedoras son en su mayoría cholas en sus vestidos tradicionales. El domingo hay una sucursal del mercado en las calles adyacentes. Allí las cholas y los indios exponen su mercadería sentados en el suelo a los dos lados de la calle: fruta, yuca o mandioca del Paraguay, chuño blanco o tunta y chuño negro que son patatas secas. El chuño negro se prepara en el altiplano o puna exponiendo las patatas frescas a la helada, se lo remoja en agua y después se los seca. La tuntilla es un chuño de patatas dulces.

Cuando yo bajaba a la plaza el domingo por la mañana a la farmacia del señor Bertini, se me presentó un bellísimo panorama con la calle llena de faldas rojas, azules, verdes y amarillas. Algunos indios ofrecían diferentes colores en tarros de lata que sirven para teñir la lana con que se confeccionan los gorros, ponchos, etc. Las señoras que yo vi en el mercado iban casi todas vestidas de negro aún durante el día y llevaban el chal alrededor de la cabeza y en los hombros fijado a la cintura, como lo vi en Chile. Algunas llevaban la parte del chal que circunda la cara adornado de encaje.

Dije que las personas educadas no usan el aymará, pero son entusiastas sostenedores de él pues lo consideran el primer idioma del mundo. El castellano que se habla en La Paz es bastante puro: se hace sonar mucho la s y se abusa de la palabra pues que se pone a cada instante en el discurso.

El domingo fui con el caballero Bertini a visitar el paseo público llamado El Prado42 . No tiene nada de lindo. Es una avenida bordeada de árboles de especies muy diversas, desde el Eucalyptus hasta el cerezo y desde ciertos sambucos inmensos hasta un manzano! Cerca de una fuente en medio del paseo se encuentra una enorme cabeza de piedra, que es parte de una estatua incaica43 existente en el pueblo de Tihuanacu44 Lo que si es verdaderamente bello es la vista que hay desde el puente sobre el río de La Paz, justo antes de llegar a El Prado; de allí se divisa una parte de la ciudad, colinas, montañas, huertos, jardines y el borde el altiplano.

Las calles de la ciudad son bastante limpias y es así porque la limpieza la hacen los privados. De noche por lo menos en las calles principales, en cada esquina esta apostado un rondin, especie de guardia de la policía envuelto en un abrigo claro que parece un fantasma y con un casco negro en la cabeza; se llaman entre ellos con un silbato cada cuarto de hora hasta una hora después de medianoche, más tarde ya no se oyen los silbatos. La seguridad personal no corre serios peligros, los únicos que se hieren y se matan entre si son los indios que de cuando en cuando organizan un encuentro de hondeadura combatiendo con piedras y hondas; y si aparece la policía los dos bandos se reúnen y empiezan a echar piedras contra los infelices guardianes del orden.

En cuanto a la milicia, los soldados son en su mayoría cholos o indios. Están bien vestidos y cada cuerpo usa dos o tres uniformes diferentes como que yo creía al principio que habían muchos cuerpos. La infantería usa un kepí, parecido al antiguo kepí francés abultado por adelante. La caballería, la artillería y la guardia presidencial usan en cambio una especie de Ros español.

La guardia se viste de rojo y parece una escuadra de grandes camarones!. En este escuadrón predomina la gente blanca. Están armados de Remington y los soldados en servicio usan una especie de sandalia asegurada al pie con correas y se llaman ojotas. En la plaza mayor, los domingos y los jueves en la noche cuando no llueve, debajo el balcón del presidente oí música de los militares. No tocan muy bien pero desentona mucho más ver a los músicos darse tranquilamente a actos mandados por las necesidades naturales dirigiéndose al público que pasea por las aceras, cosa que también hacen las cholas o las indias por la calle sin el menor escrúpulo ni discreción; peor que en Paraguay.

Dije que una buena parte de los indios se dedican a la actividad de fleteros transportando mercaderías de un lugar a otro. Usan generalmente asnos de pelo largo que son necesarios por el frío de la puna o altiplano y llamas guiadas por dos o tres indios. Caminan rapidísimo moviendo el cuello y la cabeza adelante y atrás con movimientos ondulantes. Cuando corren los movimientos se hacen más pronunciados y casi a saltos. Llegan a menudo de la puna cargados con dos sacos llamados talegas llenos de estiércol de las mismas llamas que es casi el único combustible usado en la ciudad por estos pueblos de altura sin árboles.

Un día el doctor Di Tommasi me invito a una fiesta campestre en una chacra y huerta de un amigo. Fuimos y encontramos a varias señoras y señoritas y algunos hombres -caballeros, como se los llama en toda la costa del Pacífico-. Salimos de la casa por angostos andenes y senderos, y llegamos a un huerto en la falda de una colina donde tenía lugar la fiesta. El paisaje desde allí arriba era estupendo: se veían los suburbios de la ciudad y a lo lejos sobresalía, descubierto por casualidad, todo el cono nevado del Illimani. En la chacra había amplios campos de habas, comunes en los alrededores de La Paz.

La diversión principal consiste en un juego muy de moda, especialmente en estos meses. Hombres y mujeres se persiguen con las manos llenas de la semilla de una planta llamada romaza, una especie de Rumex, para echárselas por la cara y cuello. Frescas no dan fastidio pero secas les salen unas puntas que incomodan muchísimo.

La cena campestre tenía en su menú la huminta, pasta de maíz molido y cocido entre dos hojas de la mazorca de la misma planta. A su vez se hace un horno de piedras que después se calienta por abajo y cuando están bien calientes se pone a cocinar la huminta entre dos de ellas.

Y ya que estoy hablando de cocina local, nombraré el chairo hecho de cebada, habas, guisantes, maíz, carne seca, etc. etc., el charquican o carne seca picada, el puchero a la paceña de carne hervida con guisantes, frijoles, col, chuño, duraznos, manzanas, zapallitos y .... basta! A todos estos ingredientes hay que añadirles los pimientos de los cuales, creo haberlo dicho, se hace gran abuso en toda la costa del Pacífico y que además de entrar en la composición de diferentes platos se ponen frescos en la mesa para que si no fuera bastante puedan servirse al gusto. Salimos cuando era ya tarde después de bailar con pañuelos en parejas una especie de cueca chilena.

La colonia de extranjeros en La Paz no es muy numerosa. Predomina el elemento alemán. Los italianos son unos treinta que se dedican al comercio 45 y alguno a la enseñanza.

En tanto los días pasaban y se apresuraba la partida. Todas las mañanas al levantarme veía que el altiplano, por donde había venido, estaba cubierto a mitad por nubes. Además no podía ver a nadie hasta las 12 p.m., costumbre local y también de Chile, la cual me parecía muy extraña llegando del Paraguay donde las mejores horas para encontrar a una persona en casa son las mañanas, desde las 6 o 6 1/2 a.m. a las 9 a.m.

En La Paz conocí al Padre Recoleto Nicolás Armentia español46. Una persona bien instruida que hizo muchos viajes interesantísimos entre los cuales dos al río Madre de Dios y él me dio noticias importantes. También conocí al señor M.V. Ballivián que me ofreció ir a su finca de Yungas. Acepté por supuesto y después de mucha búsqueda encontré un arriero con tres mulas que me acompañarían partiendo el primero de marzo.

De hecho, en la mañana de aquel día a las 9 a.m., aunque debía venir a las 7 a.m., apareció el arriero con animales de una apariencia tan mezquina que casi los devolví pero, al final, cargamos los baúles y partimos.

Había recibido la grata visita de despedida del señor cónsul, del doctor Di Tommasi y de algunos otros compatriotas. Y a propósito del doctor, fui con él a visitar el hospital donde sirven como enfermeras varias monjas de caridad compatriotas nuestras. Merecerían de verdad un monumento por la sacrificada vida que llevan en medio de estos espectáculos: la sala de los enfermos de lupus ocasiona escalofríos. Visité también el asilo de ancianos que es un modelo de orden, disciplina y limpieza. Está dirigido por monjas francesas y peruanas.

Aquí recuerdo también otra cosa: para no perder la costumbre estalló una revolución en Santa Cruz de la Sierra47, al E. de la república. Se decía incluso que el gobierno debería abandonar la ciudad de La Paz, porque en este Estado la sede del gobierno era ambulante y va de una ciudad a otra pero parece que no se hará nada48.

 

Notas:

29 El Huayna Potosi tiene una altura de 6 200 metros.

30 El Illimani tiene una altura de 6402 m.

31 Sin duda se refiere a la Isla del Sol.

32 Hoy llamado Puerto Pérez

33 La ciudad de La Paz, se sitúa a 10 km del borde del altiplano, 350 metros mas a bajo. Se instaló desde 1974 una nueva ciudad a 4000 metros de altura, llamada El Alto, sobre el altiplano.

34 Germain vivió en Bolivia y describió su estadía en sus publicaciones.

35 El altiplano es una vasta meseta situada entre 3 700 y 4 100 metros de altura, situada en la parte andina del Perú y de la Bolivia.

36 Se llama Plaza Murillo y ahí se encuentra el Palacio de la Presidencia y el Senado.

37 M.V. Ballivían, fundador y alma de la sociedad Geográfica de La Paz nació en Arequipa (Perú) y ahí se exilió su familia durante la dictadura de Belzu. Estudió en París y allá presenció la guerra entre Francia y Alemania de 1870 que lo afectó profundamente. A su vuelta a Bolivia se dedicó a defender las fronteras de su país como buen patriota; luego trabajó con el obispo N. Armentia para defender los derechos bolivianos durante el arbitraje argentino de 1910.

38 La comparación que hace Balzán entre Bolivia y Paraguay es en algo especiosa. En Paraguay, como consecuencia de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) la población fue aniquilada y el mestizaje vino a ser una urgente necesidad para asegurar la sobre vivencia de la nación; además, debido a las pérdidas padecidas por el genero masculino durante este conflicto, la Iglesia Católica autorizó la poligamia como preocupación de un renuevo patriótico. En Bolivia, aunque un mestizaje existía , también era practicado una segregación cultural y socio económica entre criollo , mestizos e indios.

39 Erythroxylum coca pertenece a la familia de los Erythroxylaceae. La coca se encuentra en los contrafuertes de los Andes desde Colombia hasta Bolivia. El Perú según los archivos y antiguos testimonios, fue el área privilegiado del cultivo de esta planta llamada planta sagrada. Ver. MORTIMER. W:G: Perú. History of coca, Vail & Company. 575 p. N.Y. 1901.

40 Es para incrementar el efecto .

41 Estas practicas de medicina tradicional remontan a los Kallawayas. Estos curanderos pertenecen a una antigua escuela andina de medicina que es propia a la provincia de B. Saavedra, en Bolivia . Cf. Girault etc.

42 El Prado representa hoy en día una de las principales arterias del centro de la ciudad de La Paz.

43 Balzán hace una confusión entre la cultura Inca (siglos XIVAD-XVIAD) y la cultura de Tihuanacu, mas antigua (siglo III AC- siglo XIIIAD). Esta estatua desapareció y fue reemplazada a la salida Norte del Prado, en la plaza San Francisco por un conjunto de estatuas modernas.

44 El pueblo Aymara desciende de los fundadores de la cultura Tihuanacu.

45 Las sociedades de comercio tenían a partir de 1825 su cede en Arica, puerto Peruano hasta 1880, que alimentaba La Paz a través de una mala pista de montaña. Ver. PENTLAND, Informe sobre Bolivia. Ediciones Potosí. 200 p. Traducido del inglés. Reeditado en 1976.

46 El Padre Armentia era un misionero, que nació en 1845 y llegó a Bolivia en 1866. Se dedicó a la evangelización de las regiones orientales amazónicas que recorrió como explorador. El fue el defensor de la soberanía boliviana contestada por el Perú (para la provincia de Caupolicán) y del Brasil (para el Acre). Escribió numerosas e interesantes obras acerca de estas regiones.

47 Santa Cruz era la única ciudad importante del Oriente boliviano y la capital del vasto departamento del mismo nombre. En la epoca contaba al los alrededores de 20.000 habitantes y ahora, se dice que Santa Cruz es la capital económica de Bolivia, y cuenta con 900.000 habitantes .

48 A partir de la Independencia, Sucre, antigua cede de la audiencia de Charcas y fue escogida como capital. Pero esta ciudad estaba en declive y se sitúa lejos de La Paz, el centro comercial de Bolivia en el siglo XIX. Sucre fue abandonada poco a poco como cede de gobierno dado que las reuniones del Congreso Nacional se realizaban


CERVANTES SAAVEDRA, EL CREADOR DEL QUIJOTE DE LA MANCHA SOLICITÓ AL REY FELIPE II DESEMPEÑAR EL CARGO DE CORREGIDOR DE LA CIUDAD DE LA PAZ

 


//Publicado en El Periódico de Tarija, el 27 de mayo de 2018 / https://www.elperiodico-digital.com/2018/05/27/cervantes-saavedra-el-creador-del-quijote-de-la-mancha-solicito-al-rey-felipe-ii-desempenar-el-cargo-de-corregidor-de-la-ciudad-de-la-paz/

Miguel de Cervantes Saavedra, considerado la máxima figura de la literatura española y universalmente conocido por haber escrito “El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”, el 21 de mayo de 1590 solicitó al presidente del Consejo de Indias, un puesto de trabajo como contador del “Nuevo Reino de Granada” (Santa Fe de Bogotá), contador de las Galeras de Cartagena (Colombia), gobernador de Chiapas, México, entonces perteneciente a Guatemala o Corregidor en la ciudad de La Paz, Bolivia.

Copia paleografiada(*) de la carta donde el magnífico escritor solicitó a los monarcas hispanos venir a la Nueva España (América) y el testimonio del viajero que trajo a ese virreinato el primer ejemplar de la gran obra, están guardados en el Archivo General de México. En el año 1590, tres lustros antes de publicar “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, que marcó el inicio de la novela en el mundo moderno, Miguel de Cervantes Saavedra buscó fortuna en México y un puesto de trabajo en Soconusco(**), (México), Contador de las Galeras de Cartagena (Colombia) o Corregidor de la Ciudad de La Paz, (Bolivia).

Miguel de Cervantes Saavedra, soldado, novelista, poeta y dramaturgo español. Considerado la máxima figura de la literatura española. Universalmente conocido por haber escrito “El ingenioso Don Quijote de la Mancha”.

Cervantes al que la carrera militar le había dejado en bancarrota solicitó al rey de España ser gobernador del Soconusco, en Chiapas, atraído por la riqueza de la zona Y si bien su petición fue rechazada, Cervantes pudo arribar a México un año antes de su muerte, el 22 de abril de 1616, de la mano de Don Quijote. Documentos del Archivo General de la Nación, México, demuestran el frustrado intento del autor y los primeros testimonios sobre el temprano desembarco del ilustre personaje literario en México, en el puerto de San Juan de Ulúa, Veracruz. El secuestro que Cervantes padeció durante cinco años en Argel, (Argelia), donde fue esclavo de un corsario del Mediterráneo, lo dejó en la ruina. Para pagar el rescate utilizó su patrimonio, la hacienda de sus padres y la dote de sus dos hermanas Solicitó entonces al rey viajar al nuevo mundo para resarcir su peculio.
Testimonio de esa solicitud y de los argumentos con que intentó disuadir al rey Felipe II para que le permitiera ir a México como empleado de la corona española, es la carta que envió el 21 de mayo de 1590 al presidente del Consejo de Indias, órgano que asesoraba al monarca en el gobierno de las colonias españolas en el continente americano. La carta original en la que pidió su traslado a la Nueva España se conserva en el Archivo General de Indias, en Sevilla, y se ha convertido en una de las principales fuentes de su biografía, pues en esa solicitud el escritor hizo una detallada relación de los servicios prestados al Rey, tanto en la burocracia como en las armas.
El Soconusco no fue la única opción que Cervantes buscó para compensar, a los 43 años de edad, los 22 que había dedicado al imperio español, principalmente en la Armada. En una de las batallas; la de Lepanto, (Grecia) perdió una mano, carencia que le recuerda a Felipe II y por la que popularmente fue conocido como “El manco de Lepanto”. Si no era en el puesto de gobernador del territorio chiapaneco, entonces perteneciente a Guatemala, le propuso se le designara contador del “Nuevo Reino de Granada” (Santa Fe de Bogotá), contador de las Galeras de Cartagena (Colombia) o corregidor de la ciudad de La Paz (Bolivia). Cualquiera de esos cargos que estaban vacantes, lo recibiría para seguir sirviendo al reino, y compensaría “todo el tiempo” en el que al autor “no se la ha hecho merced ninguna”, expresaba el magnífico Cervantes.

EL CONTENIDO DE LA CARTA

De acuerdo con la versión paleográfica e íntegra de la carta, Miguel de Cervantes le escribió al rey Felipe II “que ha servido a Vuestra Majestad muchos años en las jornadas de mar y tierra que se han ofrecido de veinte y dos años a esta parte, particularmente en la batalla naval donde le dieron muchas heridas, de las cuales perdió una mano de un arcabuzazo”, en referencia a la batalla de Lepanto. Sin precisar fechas, continúa: “y el año siguiente fue a la batalla de Navarino, y después a la de Túnez y la Goleta; y viniendo a esta Corte con cartas del señor Don Johan, y del Duque de Sesa para que Vuestra Majestad le hiciese merced, fue cautivo en la Galera del Sol él y un hermano suyo que también ha servido a Vuestra Majestad en las mismas jornadas”.
En seguida relata la pobreza en que lo dejó el secuestro: Dice que “… él y su hermano fueron llevados a Argel, donde gastaron el patrimonio que tenían en rescatarse, y toda la hacienda de sus padres y las dotes de dos hermanas doncellas que tenían, las cuales quedaron pobres por rescatar a sus hermanos”. A pesar de ello, dice, tanto él como su hermano siguieron al servicio de la corona. Continúa y dice en tercera persona: “Después de libertados, fueron a servir a Vuestra Majestad en el Reino de Portugal, y a las Terceras con el Marqués de Santa Cruz, y ahora al presente, están sirviendo y sirven a V. M., el uno de ellos en Flandes, de Alférez y el Miguel de Cervantes fue el que trajo las cartas y avisos del Alcaide de Mostagán, y fue a Orán por orden de V. M., y después asistió sirviendo en Sevilla en negocios de la Armada por orden de Antonio de Guevara, como consta por las informaciones que tiene”.
Tres lustros lo separaban de dar a conocer la obra que le diera trascendencia por siglos hasta hoy, pero en ese momento le dice al rey que, a pesar de todas sus acciones militares y administrativas, “en todo este tiempo no se la ha hecho merced ninguna”, por lo que pide le otorgue uno de los tres o cuatro cargos que estaban por designarse en los territorios de la corona en el nuevo mundo. La petición dice que el firmante, Miguel de Cervantes Saavedra, “Pide y suplica humildemente, cuanto puede a Vuestra Majestad, sea servido de hacerle merced de un oficio en las Indias de los tres o cuatro (cargos) que al presente están vacíos, que es el uno la Contaduría del nuevo Reino de Granada, o la Gobernación de la Provincia de Soconusco en Guatemala, o Contador de las Galeras de Cartagena, o Corregidor de la Ciudad de La Paz”

Cervantes finaliza su carta prometiendo al rey “que con cualquiera de estos oficios que Vuestra Majestad le haga merced, la recibirá, porque es hombre hábil y suficiente y benemérito, para que V. M. le haga merced; porque su deseo es continuar siempre en el servicio de V. M., e acabar su vida como lo han hecho sus antepasados, que en ello recibirá muy gran bien a merced”. La hoja de servicios no fue suficiente para que la corona accediera. De acuerdo con la biografía de Cervantes el relator del Consejo de Indias, el doctor Núñez Morquecho, rechazó la petición el 6 de junio de ese mismo año. Al margen de la carta de Cervantes, el relator anotó: “Busque por acá en que se le haga merced”.

CERVANTES CORREGIDOR PERPETUO DE LA PAZ (BOLIVIA)

Contundente, la respuesta sepultó las pretensiones de Cervantes en el nuevo mundo sin importar el lugar, lo que quería el autor era salir de España muchos años antes de que escribiera la obra universal. No lo dejaron, pero en Bolivia goza a perpetuidad uno de los nombramientos que buscó. El 19 de octubre de 1960 el entonces presidente de ese país, Víctor Paz Estenssoro, emitió un decreto para nombrar “Corregidor Perpetuo de la Ciudad de la Paz a Don Miguel de Cervantes Saavedra”.

En el caso del Soconusco, corría la fama en la península sobre la riqueza del lugar. Según el arqueólogo Thomas A Lee Whiting, quien ha dirigido investigaciones arqueológicas en Chiapas, México, señala que en esa época circulaba en Europa la versión de que los habitantes del territorio eran ricos, producto del comercio y de la abundancia del cacao. El experto sostiene que en 1594 la corona fue informada de que “los indios del Soconusco eran ricos, vestían con ropa española, andaban a caballo y tenían esclavos negros”. Sin embargo, añade, “hay muchas evidencias de que los indígenas eran explotados: se les pagaba poco por su cacao y se les cobraba mucho por lo que compraban”.
(*) Descripción y/o descifrado de la escritura antigua.
(**)Soconusco es una región histórica que pertenece al estado de Chiapas (México), originalmente pertenecía a Guatemala de gran importancia en la comunicación y el comercio entre las tierras altas del centro de México y América Central en la colonia

CARTA DE MIGUEL DE CERVANTES AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE INDIAS (*)

A 21 de mayo de 1590

Al presidente del Consejo de Indias:

Miguel de Cervantes Saavedra dice que ha servido a Vuestra Majestad muchos años en las jornadas de mar y tierra que se han ofrecido 22 años a esta parte, particularmente en la batalla naval donde le dieron muchas heridas de las cuales perdió una mano de un arcabuzazo, y al año siguiente fue a [la batalla de] Navarino y después a la de Túnez y a la goleta; y viniendo a esta corte con cartas de don Joan y del duque de Sessa para que vuestra merced le hiciese merced, fue cautivo en la galera del Sol él y un hermano suyo que también ha servido a vuestra merced en las mismas jornadas y fueron llevados a Argel, donde gastaron el patrimonio que tenían en rescatarse y toda la hacienda de sus padres y las dotes de sus hermanas doncellas que tenía, las cuales quedaron pobres por rescatar a sus hermanos y después de libertados fueron a servir a vuestra merced en el reino de Portugal y a las terceras con el marqués de Santa Cruz. Ahora al presente están sirviendo y sirven a vuestra merced el uno de ellos en Flandes de alférez y el Miguel de Cervantes fue el que trajo las cartas y avisos del alcalde de Mostagan y fue a Orán por orden de vuestra merced; y después ha asistido sirviendo en Sevilla en negocios de la armada por orden de Antonio de Guevara como consta por las informaciones que tiene en todo este tiempo y no se ha hecho merced alguna.

Pide y suplica humildemente, cuanto puede a vuestra merced sea servido de hacerle merced de un oficio de las Indias de los tres o cuatro que al presente están vacos [sic], que es el uno en la contaduría del Nuevo Reino del Granada o la gobernación de la provincia del Soconusco en Guatemala o contador de las galeras de Cartagena o corregidor de la ciudad de La Paz; que con cualquiera de estos oficios que vuestra merced le haga merced las recibiría, porque es hombre hábil y suficiente y benemérito para que vuestra merced le haga merced, porque sus deseos de continuar siempre en el servicio de vuestra merced y acabar su vida como lo han hecho sus antepasados que en ella recibirá muy gran bien y merced.

Miguel de Cervantes.

(*)El original de esta carta se conserva en el Archivo General de Indias en Sevilla. Miguel de Cervantes Saavedra nació en 1547. Fue el cuarto hijo del cirujano Rodrigo de Cervantes y de Leonor de Cortinas. Desarrolló varios oficios, incluso como soldado. Es autor de la famosa novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

BREVE BIOGRAFÍA DEL PRESIDENTE PEDRO AGUSTÍN MORALES HERNÁNDEZ

 


Fragmento del trabajo de la tesis de frado titulado: Ni tan caudillos, ni tan bárbaros: política y economía en la presidencia del General Pedro Agustín Morales Hernández, 1871–1872”. De Pastor Rafael Deuer Deuer. / UMSA 2018.

Pedro Agustín Morales Hernández, hijo de Pedro Morales y Antonia Hernández, nació en la Paz el 11 de mayo de 1808. Casado con Petrona López, hija del General Ignacio López -ó Francisco López (O’Connor, 1913)- , tuvo dos hijos: José Agustín y Mercedes. Fue uno de los fundadores del ejército boliviano en 1826. Se trataba de un joven de temperamento inquieto y nervioso que, como la mayor parte de los jóvenes de la época, se sintió atraído por la vida militar. Comenzó su carrera oficial en el Ejército organizado por el General Andrés de Santa Cruz en 1830, quién le otorgó el grado de Subteniente en 1835, destinándole a su Ayudante de Órdenes (Morales,1926; Díaz, 1929).

Demostró el temple de su alma militar en las campañas de la Confederación mostrando constantemente admirable bizarría, ardor, sangre fría y audacia y dando pruebas de un valor y una decisión nada comunes. En los combates de la campaña del Perú “adquirió la reputación de valiente” (Sanjinés, 1880). En una citación en una orden del día, y por opinión unánime de todos los jefes y oficiales del Ejército, Andrés de Santa Cruz lo nombra como “Valiente entre los valientes”(Morales, 1926; Díaz,1929; Iturricha, 1975). Envuelto en las persecuciones políticas a su suegro, el General López, se retiró a la vida privada hasta la caída del Mariscal de Zepita. Tomó parte en la revolución de Tupiza del 9 de febrero de 1839. En 1840 fue nombrado Coronel y Comandante General de Potosí. Durante la administración del Mariscal José Ballivian desempeñó muchos cargos hasta que fue nombrado Comandante General de Cochabamba en 1847.

Mientras vivía en dicha ciudad, dedicado al comercio, en los primeros tiempos de la administración Belzu, era amigo de éste, hasta que estalló la rebelión militar del 10 de marzo de 1849. Una semana después, la plebe frustró la rebelión; mató al jefe de la sublevación –Coronel Juan Lafaye, pariente suyo– y se dedicó al saqueo de algunas casas y almacenes (Lanza, 1850). Uno de los almacenes saqueados fue el de Morales. Este, presentó un memorial al Congreso de 1850, reclamando una indemnización de 167.388 pesos, calculada en base a declaraciones de testigos, inventarios y comprobantes. Esta era la cantidad que, aseguraba, había perdido durante el ataque de la turba (Morales, 1926). El Congreso le negó la solicitud, exasperando a Morales quién vio en este hecho la mano de Belzu a través de su Ministro de Hacienda, Rafael Bustillo.

Se lo acusó como autor del atentado contra Belzu en la Alameda de Sucre en la tarde del 6 de septiembre de 1850; este suceso nunca se aclaró completamente y tuvo fuertes consecuencias en su vida. Si bien se puede entender esta acción como una represalia a la negativa de la indemnización solicitada, hubo otros móviles políticos detrás del atentado. Un Consejo de Guerra lo condenó a muerte por el interno de magnicidio y el Congreso lo puso fuera de la ley. Logró escapar al Perú, desde donde no perdió ocasión de hacer apología del intento de tiranicidio (Morales, 1851). Según opinión de su sobrino este exilio frustró sus planes políticos (Lafaye, 1873). Volvió al país en 1857 como parte de la Revolución que entronizó a Linares. Sirvió en la administración de éste hasta que se adhirió al golpe de estado gestado en el Sur, apoyando a Ruperto Fernández. No queda claro lo que sucedió para que decidiera rebelarse contra Linares. Cuando Fernández se rebeló contra Achá, a quien había contribuido a colocar en el poder, Morales fue parte de este efímero Gobierno, con el carácter de Jefe Superior, Político y Militar del Sud, desde el 30 de noviembre hasta el 4 de diciembre de 1861.

Fue elegido Diputado por Sucre a la Asamblea Ordinaria que se reunió en Cochabamba en 1864. Esta Asamblea, luego de una discusión agria y acalorada en la que los amigos del Gobierno manifestaron su prevención y saña contra Morales, observando sus credenciales, no lo recibió en su seno (Morales, 1926). En represalia a este hecho y mostrando lo impulsivo y emocional que era, tomó parte en la revolución de Melgarejo. Su victoria en el combate de Oscara –31 de enero de 1865– contra las fuerzas constitucionales del Sud mandadas por los Generales Ávila y Velasco, sirvió para asegurar a Melgarejo en la Presidencia del país. Merced a este hecho de armas fue ascendido a Coronel. Este era el típico “pago” con que se recompensaba a los que apoyaban a un caudillo: ascenderlo de grado –si era militar– y proveerle de algún cargo importante en la nueva administración.

Poco tiempo después se ordenó juzgarlo como conspirador: Mariano Melgarejo, un hombre tremendamente desconfiado, celoso de su arrojo y popularidad lo hizo someter a un juicio que lo condenó a muerte. Se le conmutó esta condena, por influencias de jefes y oficiales de alto mérito, confinándolo en el Norte de La Paz, en la provincia Caupolicán, de donde escapó al Perú donde se refugió por segunda vez. En este país fue nombrado Cónsul de la República de Bolivia en el Callao el 10 de noviembre de 1867 (Morales, 1926). No se puede entender el nombramiento de Cónsul en un país que cobijaba a los enemigos de los gobiernos bolivianos, a un individuo que había sido indultado de una pena de muerte y que había huido de su país. Es una maniobra muy arriesgada otorgar ese nivel de confianza a un conspirador, a menos que se trate de una maniobra para mantenerlo lejos y así evitar cualquier intento de sublevación. Parece ser que la idea de “mantenerlo a raya” era acertada ya que durante dos años se lo tuvo contenido: Morales ocupó el cargo de Cónsul hasta octubre de 1869. En esta fecha declaró su propósito de derrocar aquel “ominoso Gobierno”, iniciando una expedición sobre la frontera de Bolivia, la misma que fracasó porque las autoridades peruanas lo capturaron (Sanjinés, 1880). Finalmente, el 22 de noviembre de 1870, al mando de otra expedición subversiva, entró al país encabezando las fuerzas que luchaban para derrocar a Melgarejo. El 15 de enero de 1871 luego de un sangriento combate en La Paz, todos los participantes en esta acción de armas lo designaron -de manera unánime – como Presidente de la República.

Links relacionados:

- EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE AGUSTÍN MORALES

- UN PATÉTICO MELGAREJO DECLARA LA GUERRA A PRUSIA EINGLATERRA

- LA HAZAÑA DE CARRASCO EN EL DESIERTO DE ATACAMA DURANTE LAGUERRA DE 1879


REPASANDO EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE AGUSTÍN MORALES

 

Oleo del presidente Agustín Morales 

Fragmento del trabajo de la tesis de frado titulado: Ni tan caudillos, ni tan bárbaros: política y economía en la presidencia del General Pedro Agustín Morales Hernández, 1871–1872”. De Pastor Rafael Deuer Deuer. / UMSA 2018.

Para escribir la historia de Bolivia se han acallado las voces contrarias a la ideología del que la escribe, y se ha trabajado de forma maniquea: existen los personajes “buenos” -que nunca han cometido errores de ningún tipo y cuyos actos siempre han estado orientados hacia el bien del país- y los “malos” -que son los responsables de todos los errores que se han cometido ya que sus actos siempre han buscado el beneficio propio-. Blanco o negro. No hay grises.

Ejemplos de este tipo de “historiografía” son las obras referidas a Morales y Melgarejo. En cuanto a los acontecimientos relacionados con el primero, sólo se relatan –sin analizar causas ni implicaciones- su muerte y el cierre del Congreso de 1872 (Alcazar, 1980a y 1980b). El caso de Melgarejo es más dramático aún: es el gobernante ebrio de poder, abusador de bienes y haciendas, enamorado perdidamente de una mujer, obsesionado por los halagos y pleitesías que le rinden los gobiernos de Chile y Brasil y desconfiado hasta el punto de disparar a su camisa. No se entra a analizar las motivaciones de sus actos. En la concepción mas generosa se lo califica como un tirano romántico (O’Connor, 1951 [1913]).

El período de Gobierno de Agustín Morales se extendió entre el 15 de Enero de 1871 y el 27 de Noviembre de 1872. Su Presidencia es importante porque marca el inicio del final de una época y el comienzo de otra. Hasta entonces, por ejemplo, el país no había conocido una elección libre: la de la Asamblea de 1871 es el primer ejemplo de un Gobierno que no participa en el proceso electoral. Pese a tratarse de un tiempo cronológico relativamente corto, es un período muy intenso ya que ocurren toda una serie de hechos importantes para el país. Se pueden citar, por ejemplo, la eliminación de la moneda feble; los problemas derivados de la Ley de ex vinculación dictada por Melgarejo; la declaratoria de puertos menores a La Chimba (futura Antofagasta) y Tocopilla; la primera discusión parlamentaria acerca del tipo de gobierno que era necesario para el país; la ratificación del Empréstito Church que buscaba abrir el país hacia el Atlántico; los intentos de racionalizar la explotación minera que desembocaron en la fuerte controversia con la Casa Arteche; la liberalización de la exportación de pastas de plata misma que permitió, años después, la aparición de una fuerte industria minera de plata; fuertes luchas de intereses entre los Hombres de Oriente y los de Occidente; pugnas políticas, sociales y económicas entre el Norte y el Sur.; pugnas de poder entre líderes emergentes que no aceptaban la nueva situación etc.

Por lo tanto, se hace necesario repensar y volver a leer lo que sucedió en el gobierno de Morales. Muchos intereses de grupos de poder, tanto nacionales como extranjeros son el telón de fondo de lo que sucedió. Estos grupos, al sentirse afectados por las medidas que el Gobierno iba tomando fueron moviendo hilos que, aprovechando el carácter impulsivo del Presidente, fueron un auténtico ataque a la estabilidad emocional de éste. La tensión fue subiendo más y más hasta que Morales no pudo resistir el embate: se declaró Dictador -luego de haber sido el paladín de la libertad que derrotó al Gobierno del Sexenio- y acabó trágicamente victimado.

La historiografía boliviana y la Presidencia de Agustín Morales

El único autor boliviano, que se ha detenido a contar, detalladamente, los hechos que sucedieron durante la Presidencia de Agustín Morales es Jenaro Sanjinés en sus Apuntes para la Historia de Bolivia bajo la administración del General D. Agustín Morales, (1898). Munido de documentos y recuerdos de la época, relata los acontecimientos suscitados entre 1871 y 1872 desde la perspectiva de un diputado de la oposición. Pese a su militancia política, trata de mostrar los hechos con una dosis de imparcialidad.

Félix Reyes Ortiz, ferviente opositor y abogado defensor de la Sociedad Minera Arteche, en su Historia de Cuatro Días, (1872), crea el concepto de que lo único importante de este período fueron los cuatro días finales del Gobierno y de la vida del General Morales. La historia, en la concepción de Reyes Ortiz, se desarrolla como una tragedia griega donde el Hado ya ha dictado una sentencia que debe cumplirse, y los hombres sólo son actores ciegos que hacen que el destino se cumpla inevitablemente.

Manuel Ordoñez López y Luis S. Crespo, en su Historia de Bolivia, (1912), señalan que la historia de Bolivia está aún por hacerse. Entre los principales problemas que encuentran está la dudosa veracidad de los hechos narrados por otros autores, ya que -arguyen, en la línea de Orwell- los hechos políticos no pueden escapar de la influencia de la pasión. Por lo tanto es necesario estudiar la historia del país con profundidad, apelando a sus fuentes originales y documentándola debidamente.

Alcides Arguedas, remacha la suerte de Melgarejo y Morales en su Historia general de Bolivia. El proceso de la nacionalidad (1809-1921), (1922), mostrándolos como unos atrabiliarios y abusivos, cuyas acciones son regidas por apetitos e instintos inferiores. El relato de Arguedas de lo ocurrido entre 1871 y 1872 tiene un fuerte contenido de amarillismo donde se dejan ver sus dotes de escritor y novelista.

José María Camacho, en su Compendio de la Historia de Bolivia, (1927), dedica un capítulo a narrar algunos hechos del gobierno de Agustín Morales, sin hacer ningún análisis de lo sucedido y sin dar explicaciones acerca de estos.

José Macedonio Urquidi, escribe un Compendio de la Historia de Bolivia, (1944). En cuatro planas -es decir, dos hojas- relata los hechos que considera importantes durante la presidencia del General Morales.

Enrique Finot en su Nueva Historia de Bolivia, (1954), dedica a Morales dos hojas, tratando de mostrar su -prácticamente- nula importancia para la historia de Bolivia.

José Fellman Velarde, (1981), uno de los principales ideólogos del MNR, dedica el segundo tomo, denominado La bolivianidad semifeudal”, de los tres de su Historia de Bolivia. Esta es la primera reflexión y análisis acerca de los motivos detrás de los acontecimientos que ocurrieron en el gobierno de Morales.

En 1987, se imprime la Historia de Bolivia. (Desarrollo social Boliviano) de Isaac Sandoval Rodríguez. El autor no dedica ni una palabra al Gobierno de Agustín Morales. En lo que va del Siglo XXI, se tiene a Herbert S. Klein, (2011), que en la Cuarta Edición de su Historia de Bolivia: de los orígenes al 2010, dedica dos planas -una página- a los hechos de la Presidencia del General Morales.

Se entiende que hay otras Historias Generales de Bolivia que no se han consultado, pero con lo anotado de los trabajos anteriores, se puede afirmar, con casi total certeza, que la atención prestada al período gubernamental de Morales no es relevante.

En todos los estudios antes señalados, excepto en Fellman, se dejan de lado todos los juegos de intereses que circundaron la Presidencia de Morales y que hicieron eclosión en Noviembre de 1872. Son muchas cosas que no se han analizado; son muchas las suposiciones que se han admitido, implícitamente, como verdaderas y no se las ha cuestionado. La vida es de color blanco o negro, sin tonos grises, y se ha satanizado a unos y se ha santificado a otros. Muchos detalles y hechos que merecen un análisis mas profundo se han dejado de lado. Es particularmente evidente la sensación de que los aspectos económicos han sido totalmente obviados. Parece ser que el interés de los poderosos de ese momento era desviar la atención de muchas de las cosas que sucedieron hacia detalles menores, y que se ha buscado tener chivos expiatorios que deben cargar con las culpas, justificando de esa manera lo que posteriormente vendría.

Con la tecnología de Blogger.