EL EJÉRCITO BOLIVIANO RECONQUISTA PLATANILLOS Y LOA

Miércoles 14 de diciembre de 1932 — Guerra del Chaco

RECONQUISTA DE PLATANILLOS Y LOA
  
A mediados de diciembre, la Octava División concluía su desarrollo, integrada por los regimientos 47, 20, Colorados, Paucarpata, un escuadrón de caballería y una batería de montaña. Puesta a órdenes del general Julio Sanjinés, recibió la misión de retomar Platanillos, que estaba guarnecido por el regimiento paraguayo Valois Rivarola de 700 plazas. El ataque lo inició la batería Arenas bombardeando el fortín durante la noche del 12 de diciembre. Al amanecer del 13, el escuadrón de caballería y una compañía del Colorados, atacaron frontalmente, mientras el 20 y dos compañías del Paucarpata se desplegaban hacia la izquierda, con la intención de cortar la retirada enemiga por el camino a Jayucubás, y el 47, avanzando por la derecha, trataba de evitar su salida por el camino a Fernández. El coronel Froilán Calleja, que comandaba el 47 y que tenía la misión más importante, chocó en su progresión contra el sistema defensivo paraguayo y no pudo concluir su maniobra de envolvimiento. El Valois Rivarola, después de un combate desesperado, escapó hacia Fernández. Al conocer por radio el avance de la Octava División, el coronel Angel Rodríguez, decidió salir de Camacho con el regimiento Ingavi, 200 hombres más que guarnecían el fortín y 2 piezas de artillería, para ayudar a la maniobra de la Octava División tomando el fortín Loa... hizo avanzar sus tropas y el 14 de diciembre, luego de breve combate, conquistó su objetivo. Los movimientos del Segundo Cuerpo boliviano en su costado derecho, preocuparon seriamente al coronel paraguayo Estigarribia. Ordenó que el comandante del Valois Rivarola, que tan fácilmente había cedido Platanillos, fuese juzgado militarmente. Su ejército se había desangrado infructuosamente contra las defensas de Kilómetro Siete. (Fuente:MASAMACLAY R. Querejazu)

INTERPRETACIÓN DE LA CONCEPCIÓN ESTRATÉGICA OPERATIVA DEL ESTADO MAYOR ARGENTINO, PARA LA CONQUISTA DE VILLAMONTES (Argentina en la Guerra del Chaco)


(Por Diego Martínez Estévez)

OBJETIVO: Capturar 01 (Río Pilaya).

TIPO DE MANIOBRA: 
Doble envolvimiento.

IDEA DE MANIOBRA: 
Segundo Cuerpo de Ejército: mediante una maniobra de envolvimiento, atacar desde el sur de Boyuibe,  para capturar la retaguardia profunda del sistema defensivo de Villamontes, debiendo para este propósito alcanzar rio Río Pilaya, afluente del río Pilcomayo y límite entre los Departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz.

Primer Cuerpo de Ejército: aferrar el frente del sistema defensivo boliviano.

Tercer Cuerpo de Ejército: proteger el flanco izquierdo del ejército paraguayo, en condiciones de realizar un envolvimiento por Caiza,  con la finalidad de enlazarse con el Segundo Cuerpo de Ejército, en Río Pilaya.

CONDICIONES DE EJECUCIÓN: 
El segundo Cuerpo debe asegurar el flanco derecho para detener la posible progresión de fuerzas bolivianas destacadas desde Santa Cruz.
Plazo máximo para la captura del objetivo de la guerra: 20 de febrero de 1935
………………..

ACLARACIONES

El 15 de diciembre de 1935, el Estado Mayor argentino, continuando con su análisis de los últimos acontecimientos pasados sucedidos cuando el ejército boliviano se replegaba a las cordilleras desde Ballivián y El Carmen, vierte las siguientes consideraciones:

…”Para que comando paraguayo pueda ejecutar enunciado anteriormente y lo dicho para el comando boliviano, necesario  tener en cuenta siguientes consideraciones:

“1ro. Que tropas continúen por ahora, ofensiva con el objetivo limitado  a fin tratar converger hacia oeste Carandaiti y este Villamontes para así tener asegurada su libertad de acción”.

“2do.- Que es absolutamente indispensable reunir mayor cantidad tropas disponibles sin dejar destacamentos observación fortificados en los caminos probables de invasión enemiga para impedir concurrencia enemiga campo principal batalla”. 

“3ro.- Intensificar  por aviación bombardeo Villamontes caminos de avance destruyendo obras arte importantes como también ferrocarriles, para impedir o retardar concentración enemiga. Concentración forma total, enemigo puede recién después de sesenta días en que podrá tener masa que hemos aludido en condiciones actuar hacia norte o sur. Quiere decir, entonces, que dentro sesenta días comando paraguayo debe vencer obstáculos actuales enemigo y reunir sus tropas en región ya citada. Para esto necesario dejar sector norte fuerte destacamento región 27 de Noviembre, dirigiendo esas tropas directamente Río Parapetí dejando Carandaiti hacia sur. Con esto, conseguiríase armonizar movimiento con fuerzas que actualmente se dirigen hacia Carandaiti, dejando otro destacamento fuerte Picuiba y Algodonal. Necesario tomar Carandaiti cuanto antes y entonces dirigirse directamente Villamontes. Tropas sur tienen misión más difícil porque deben vencer sucesivas resistencias enemigas del norte y fortín D’Orbigny quienes están dando frente al norte y este con el río a sus espaldas, lo que a nuestro juicio favorece acción para quienes deben toda costar marchar por el norte y noroeste de este último lugar y echar al enemigo sobre el río, no permitiendo retirada dirección Villamontes. Una vez apoderados D’Orbigny, se dirigirán tropas hacia norte dejando fuerte destacamento para evitar tropas desprendidas Villamontes, puedan intervenir y cortar líneas comunicaciones. De acuerdo con esta forma proceder, comando paraguayo puede dentro sesenta días reunir tropas  al este y sudeste de Villamontes y allí hacerse fuerte o según acontecimientos proseguir ofensiva contra Villamontes ; pero nuevamente aconsejamos mucha prudencia y si ahora es necesario continuar ofensiva, hay que estudiar muy bien acontecimientos y proceder en consecuencia”.

Con este análisis, el comando militar argentino le plantea a su brazo ejecutor  - Estigarribia -  orientar su esfuerzo principal sobre la región del Parapetí y con el resto, capturar Carandaiti, aferrar Villamontes y  si la situación lo permite,  también  capturar esta plaza. Simultáneamente, le aconseja cubrir la región de  Algodonal – Picuiba para hacer frente a una posible maniobra de envolvimiento que el ejército boliviano podría efectuar sobre su retaguardia. 

En este período – diciembre de 1934 – lo cierto es que el mando boliviano ya venía realizando acciones retardatrices para finalmente adoptar una actitud defensiva en las cordilleras chaqueñas, desde la región norte y este  de Charagua hasta Villamontes en el sur; entretanto, venía organizado el Segundo Cuerpo de Ejército, en previsión para lanzarlo a la contraofensiva desde el norte de Charagua, en coordinación con la proveniente del sector central (Boyuibe). La tarea más prioritaria estaba abocada a defenderse en Villamontes, basándose en la hipótesis que el mando paraguayo concentraría sobre el,  sus mayores ataques. Hipótesis que se confirmó el mes  de febrero – 35, con las exactas informaciones que los espías militares argentinos al servicio de la Legación Diplomática boliviana en Buenos Aires venían proporcionado a medida que evolucionaban los acontecimientos. 

A propósito de espías militares argentinos, enfatizar indicando que, desde que en Octubre de 1934, un segundo espía militar se incorporó al servicio boliviano – el mayor Guillermo Mac Hannaford, Ayudante del Jefe de Estado Mayor del Ejército Argentino – a partir de entonces,  todos los estudios de Estado Mayor  realizados en la sala de operaciones del cuartel general de Buenos Aires, eran de conocimiento del mando militar boliviano. 

En cuanto a la aviación paraguaya, al que el comando militar argentino le asignó la misión de destruir objetivos en la retaguardia de Villamontes, no pudo ejecutarlo por carecer de una casi completa incapacidad. Los aviones bolivianos, para esta batalla, se constituyeron en los únicos dueños del aire, señalando objetivos y destruyendo columnas de camiones y concentraciones de tropas. 

Prosigamos.

Para el 17 de enero, el ejército invasor llegó a Capirenda y más al norte, su Destacamento Garay, por el camino 27 de Noviembre se aproximaba al Río Parapetí. Simultáneamente a esto  y como se señaló más arriba, en Saipurú se organizaba el Segundo Cuerpo de Ejército boliviano al mando del coronel José Anze, para lanzarse a la contraofensiva en la región del Parapetí que se haría efectivo el 17 de abril.

Con la ocupación de Carandaiti, luego Boyuibe y Tiguipa y Macharetí a fines de enero – 35,  el mando militar argentino y el propio Estigarribia creyeron que habían dividido en dos al ejército boliviano. Al parecer, desconocían que ya se había terminado de construir un camino paralelo a las cordilleras que partiendo del centro logístico de Choreti, se unía con el sector central (Boyuibe)  y norte (Charagua); además, este mismo camino se extendía hasta El Espino en la región de Río Grande y  cruzaba la cordillera chaqueña en este sector hacia el este, para internarse en la llanura hasta tocar Saipurú (Puesto Comando del Segundo Cuerpo de Ejército en fase de creación) y de este punto, se prolongaba hacia el sur, hasta tocar Charagua. 

Todo este avance paraguayo hacia las cordilleras y la llanura del Parapetí le habían significado muchas bajas y extremas fatigas a su personal.  Sobre esto, el mando militar argentino, se refiere en estos términos:

“Tropieza el comando paraguayo con el factor tiempo y los abastecimientos difíciles obligando emplear mujeres gran escala disponible, depósitos intermediarios, cabezas etapas, vehículos para transporte abastecimientos”. 

Tantísimas bajas había sufrido el ejército invasor, que el mes de diciembre de 1934 fueron reclutados niños comprendidos entre 15 y 16 años de edad y empleados casi sin instrucción frente a Boyuibe y en la región del Parapetí; en estos sectores serían aniquilados a partir del 9 de marzo – 35.

Muy a pesar de semejantes deficiencias insalvables que incluso eran similares con lo que el Presidente Ayala manifestaba, el Estado Mayor argentino no cejaba en su empeño de presionar a Estigarribia para apoderarse de Villamontes, más todavía cuando el ejército boliviano  fue aparentemente dividido en dos y sin mayores posibilidades de actuar en conjunto.

En primera instancia, el Estado Mayor argentino le fijó a Estigarribia el 11 de enero – 35, como fecha de ocupación de Villamontes. 

El comandante paraguayo  no pudo cumplir este primer plazo, pues, venía haciendo frente a las acciones retardatrices que desde Ballivian y por distintas rutas, efectuaba el ejército boliviano; entretanto, Villamontes, para su defensa sin idea de repliegue, continuaba organizándose. 

En su nuevo Puesto Comando de Capirenda, Estigarribia y siguiendo las instrucciones recibidas de Buenos Aires se propuso trasladar su esfuerzo principal sobre Charagua, con la finalidad de alcanzar por esta ruta, Lagunillas y después, Monteagudo y cortar con esto, el eje de abastecimientos boliviano en su sector central. Esta idea era todo descabellado por impedírselo no sólo la gran distancia a salvar, sino, las innumerables serranías  que imprescindiblemente requerirían contar con una larga columna motorizada de abastecimientos, que ya no contaba. Además, el único camino camionable para atravesar la gran cordillera charagueña atravesaba la máximas altura  de Aguas Calientes donde se había dislocado la Banda de Músicos al mando del capitán Hernán Sardón.  A manera de una rajadura, este paso es un punto crítico desde donde fácilmente y con pocas fuerzas se puede batir cualquier objetivo que intentara escalar por las altísimas paredes de ese gran sector. 

Nuevamente el Estado Mayor del ejército argentino, en su empeño porque su brazo ejecutor concentrara su atención sobre Villamontes, le hizo conocer a Estigarribia el supuesto complot subversivo en marcha para derrocar al Presidente Luís Tejada Sorzano y para este propósito, sólo se esperaba que esa población cayera; los implicados serían “los generales Lanza y Osorio, apoyados posiblemente por el coronel Toro”.  Sin embargo, en la zona de operaciones, la realidad era totalmente distinta: se organizaba la defensa territorial en gran frente, bajo la consigna unánime de “No pasarán”. Lanza y Osorio ya estaban fuera del servicio; Toro fungía como Jefe de Estado Mayor del Comando en Jefe y era opinión de: “el ejército debe acabarse aquí en el Chaco, antes de darse la orden de replegarse a las alturas”. El cerebro de la concepción operativa  de esta nueva batalla defensiva en Villamontes era el coronel Ángel Rodríguez.

En las estaciones de Etapas de Villazón,  Tarija, Entre Ríos, Palos Blancos y Villamontes, desde meses antes se encontraban acumulados enormes cantidades de munición para todas las armas, víveres, artículos de sanidad, de comunicaciones y otros.

En el denominado “Campo Atrincherado de Villamontes”, se dislocó un Cuerpo de Ejército con cuatro Divisiones y en su flanco derecho (orilla derecha del Río Pilcomayo), una División de 3 mil hombres. Todos, al mando del coronel Bernardino Bilbao Rioja.

La mayor presión argentina para capturar Villamontes se hizo patente con una nueva instrucción remitida el 31 de enero, priorizando esta vez la captura de Villamontes (ver imagen de la carta de operaciones):


…”Conforme con anterior estudio pudo asegurarse caída Carandaiti, aunque fue evacuado por tropas bolivianas obedeciendo plan de su comando.  Absolutamente indispensable acelerar acciones para aislar Villamontes y librar allí batalla definitiva porque lo contrario significa muerte operaciones paraguayos que hay que evitar todo trance. … Por eso aconsejamos celeridad ya que no quiso escuchar nuestra opinión de no avanzar Al oeste de Ingavi – Ballivian. Ya que se ha hecho, aconsejamos que ambas columnas norte, marchen rápidamente para librar acción decisiva Villamontes. Para esto, es necesario:

“PRIMERO”:
Columna Bernabé se apodere cuantos antes, de Macharetí y lance sudoeste tropas para cruzar Pilcomayo a la altura de confluencia con el Río Pilaya interceptando camino Tarija – Villamontes.

“SEGUNDO”:
“Columna Ramos marche cuanto antes  dirección Villamontes siguiendo  con una agrupación por el norte ya sea por Camatindi Guazú o por Caiza pasando por Laguna Blanca. Otra agrupación debe dirigirse directamente hacia Villamontes para atacarla de frente, mientras agrupación norte y columna Bernabé ataquen por el norte y noroeste”.

“TERCERO”:
Aprovechar obstáculos naturales colinas para impedir auxilios Santa Cruz”.

“CUARTO”:
“Columna sud de coronel Fernández debe también apresurar marcha para apoderarse camino Villamontes a Villa Ingavi por San Antonio y Aguaray y de allí amenazar  Villamontes por el sur y oeste”.

“QUINTO”:
“Recomendamos rapidez ganar tiempo”.

“SEXTO”:
"Cumplido lo expuesto, puede Bolivia evacuar Villamontes para ofrecer nuevas resistencias más al oeste en terreno más propicio. En este caso, aconsejamos al Paraguay que una vez reunidas tres columnas en Villamontes y alrededores, no debe avanzar más al oeste, sino reorganizar y ocupar defensivamente terreno”.

INTERPRETACIÓN DE ESTA NUEVA INSTRUCCIÓN ARGENTINA:

Le plantea a su ejecutor llevar a cabo dos tenazas envolventes sobre la retaguardia de Villamontes, cada una  por una dirección situada a 50 kilómetros al norte (Macharetí) y sur (Caiza), de Villamontes, respectivamente. Otras dos tenazas interiores, de menor radio como maniobras de desbordamiento por las direcciones de Camatindi y San Antonio, este último, situado detrás de la población de Villamontes, en la orilla derecha del Río Pilcomayo. Concurrentemente, “otra agrupación” como ataque frontal o de aferramiento al dispositivo defensivo organizado en cuatro anillos". 

No obstante esta  última instrucción, Estigarribia, el 7 de febrero de 1935, se decide por intentar capturar dos objetivos al mismo tiempo: Villamontes y Charagua, pero su fuerza en esta última dirección no es la suficiente y los bolivianos continúan retardándolo. Villamontes resiste este primer intento de ataque. 

Al día siguiente 8 de febrero, La fuerza envolvente del norte, en su pretensión de atravesar la cordillera del Aguarague es detenida por el Regimiento Manchego y sus refuerzos, donde prácticamente los atacantes son cazados cuando procedían a ascender por las elevaciones de Ñancorainza; los sobrevivientes tuvieron que replegarse a Boyuibe. Al respecto, Estigarribia comentó: “Sufrimos severas pérdidas”...”Así pagamos nuestra inexperiencia de la guerra en montañas”.

El 13 de febrero, el Presidente paraguayo llega hasta Capirenda para anunciarle a Estigarribia que la guerra tocaba su fin; éste le responde que podía apoderarse de Santa Cruz, Beni y Tarija.  Este mismo día, sus fuerzas atacan Villamontes con mucha violencia y son rechazados y lo serán también los siguientes dos días. 

A su turno, en vista de los infructuosos ataques a la plaza fortificada de Villamontes, el Estado Mayor argentino, el 22 de febrero  continuó analizando esta situación, de la que se extracta lo saliente:

“Operaciones desarróllanse lentamente por paraguayos cuyas ofensivas han sido detenidas…Estas paralizaciones del ejército paraguayo llaman atención habiéndose advertido a su comando el peligro de dejar débilmente protegida su ala norte, donde precisamente comando boliviano ha llevado recia ofensiva derrotando o por lo menos neutralizando ventajosamente avance de segundo cuerpo paraguayo, derrotandolo en Ñancorainza con lo que se ha evitado envolvimiento de Villamontes por el norte y noroeste… Situación cuerpo primero y tercero es igual anterior estudio.- Primer cuerpo sigue presionando frente, pero sin intensidad por difícil situación geográfica y por gran peligro que tropas Tarija puedan dirigirse sud Villamontes para meterse como cuña entre primer y tercer cuerpo aislándolos completamente del segundo, que dirigiría tropas contra primer y tercer cuerpos.- Este es grave peligro para paraguayos”.

El 27 de febrero, el Estado Mayor, en Buenos Aires, vertía estas consideraciones:

“Comando paraguayo resolvió modificar momentáneamente planes por pérdidas y desgastes sufridos… pensó ocupar Villamontes esta fecha asestando golpe moral muy grande. No ha logrado objetivo, gobierno instruye carece urgencia ofensiva Villamontes siendo indispensable economía vidas. Esta resolución a nuestro juicio es completamente desacertada  desde momento que hemos aconsejado continuamente rapidez operaciones con sacrificio vidas puesto que transcurso del tiempo hácese fuerte ejército boliviano. General Estigarribia pretende sacar tropas del primero y tercer cuerpos para cooperar segundo  cuerpo y presionar ala norte  y efectuar envolvimiento tan  codiciado por comando paraguayo”. 

En este caso, Estigarribia buscaba afanosamente profundizar la brecha abierta el 18 de febrero en la quebrada de Taiguati, donde la  Sección del Subteniente Félix Méndez  Arcos se inmoló: pero, un demoledor contraataque precedido por un infierno de granadas de todo calibre, logró contener la profundización del bolsón abierto.  Este 20 de febrero, el mismo Estigarribia se había auto impuesto como fecha para su conquista de Villamontes. 

El 26 de febrero, el mando boliviano expidió el siguiente comunicado:

“La ofensiva enemiga sobre Villamontes ha sido completamente quebrantada, siendo más que posible que enemigo no tenga el propósito de reanudarla para insistir en la captura de esta importante plaza, frente a cuyas posiciones dejó miles de cadáveres. Todo deja entrever que el enemigo desplaza actualmente su centro de gravedad sobre los sectores de Boyuibe y Parapetí”. 

Efectivamente, al finalizar la primera semana de marzo -35, el Segundo Cuerpo de Ejército paraguayo, el mismo que había intentado atravesar las serranías de la cordillera del Aguarague, volverá a reeditarlo con su Octava División, esta vez por el norte de Boyuibe, partiendo de Itatique, en coordinación con la Sexta y Novena Divisiones que aferrarán el dispositivo defensivo boliviano instalado en Abra de Ururigua, dando lugar la denominada  Batalla de Camatindi, donde en menos de cinco días, este Segundo Cuerpo será casi aniquilado.  Más al norte, en la región del Parapetí, el 17 de abril, el ejército boliviano y en coordinación entre el Segundo Cuerpo de Ejército y el Cuerpo de Caballería en el Sector Central, serán lanzados a la contraofensiva donde otra vez, el ejército invasor sufrirá nuevas e importantes bajas. Esta contraofensiva se prolongará hasta el mes de mayo; para entonces, el ejército paraguayo, en toda la zona de combate será reducido a unos 13 mil hombres, de un total promedio de 35 mil hombres.

Todavía el 26 de marzo, el Primer Cuerpo de Ejército paraguayo, ya duramente castigado, practicó su último intento por apoderarse de Villamontes, lanzando un sorpresivo ataque sobre el sector del Regimiento Ayacucho y que le costó unos 400 muertos.

El 30 de marzo, el mando boliviano despachó al gobierno, el siguiente radiograma:

“Fracasados los veintisiete asaltos del enemigo en el sector Villamontes, nuevamente el comando paraguayo concentra su masa en el sector Boyuibe, donde nuestras tropas han rechazado y a trece ataques anteriores”. 

El 2 de abril – 35, el estudio de estado mayor argentino reflejaba la situación final de esta batalla, del siguiente modo:

“a.- Ante imposibilidad tomar Villamontes comando paraguayo sigue desplazando fuerzas al norte con la intención de atacar Boyuibe – Ñancorainza”.

“b.- Críticos militares argentinos suponen que comando boliviano trata de facilitar ataque paraguayo por el norte Villamontes para después realizar golpe decisivo que aniquilaría al Paraguay”.

“c.- Explican tardanza de ofensiva boliviana que temen se produzca con resultado desastroso para Paraguay”.

“d.- Considerase peligrosa situación ejército paraguayo que en dos meses más quedaría desecho”.

EN SÍNTESIS:

Para librar la Batalla de Villamontes que se esperaba ser la última de la guerra, la idea de maniobra concebida por el Estado Mayor argentino, en los hechos no obtuvo resultado significativo. La maniobra envolvente por el norte cuya misión era apoderarse de la retaguardia profunda de Villamontes, no logró penetrar la cordillera y fue frenada en Ñancorainza. Tampoco su maniobra de desbordamiento por el mismo norte que  a costa de muchas bajas, el Primer Cuerpo de Ejército, apenas pudo abrir una brecha en una parte del flanco izquierdo del dispositivo defensivo y que rápidamente fue contenido y finalmente restituido.

En el centro del dispositivo defensivo, el mismo Primer Cuerpo se desgastó tanto en sus ataques de aferramiento, que ya no pudo continuar operando. Tampoco pudo realizar una maniobra de desbordamiento por el sur vadeando el Río Pilcomayo, para capturar San Antonio, asiento del Cuartel General del ejército boliviano.

El Tercer Cuerpo paraguayo, misionado desde Buenos Aires para envolver Villamontes por el extremo sur, haciendo una convergencia por Caiza – situado a 50 kilómetros al sur de Villamontes -  en la práctica se limitó a extenderse  en la orilla izquierda del Río Pilcomayo, a lo largo de cien kilómetros, sin atreverse a cruzarlo por la crecida del río en esta época e impedírselo la 4ta. División boliviana, que apoyada por artillería, se dislocó en la orilla opuesta. 

En cuanto a las bajas sufridas por el invasor en la Batalla de Villamontes, un ex combatiente boliviano, en diciembre de 1935 publicó su libro titulado LA FRAGUA, donde asevera que el enemigo sufrió un promedio de 300 bajas por cada asalto, lo que en 27 asaltos, la cifra resulta ser de 8.100 bajas.

LOS ESTUDIOS DE ESTADO MAYOR DEL EQUIPO DE PLANEAMIENTO DEL EJÉRCITO ARGENTINO.

Los estudios de estado mayor realizados por el Estado Mayor argentino, antes y despues de cada batalla, eran simples, sin formato alguno, semejantes  a un mapa mental antes que conceptual que es rigido, vertical . Estos estudios basados en la situación real del día, del ejército boliviano y su oponente y apropiados para su nivel de planeamiento – el estratégico operativo -  hacían abstracción de detalles que le correspondían analizarlos y planificarlos al Comando paraguayo.

FUENTES CONSULTADAS:
“SALAMANCA”,  Tomo IV, de David Alvestegui.
“VILLAMONTES”, Tomo II, de Juan Lechín Suárez.
Archivos de la Cancillería del Estado.

PILOTOS BOLIVIANOS DERRIBAN UN AVIÓN ENEMIGO

«Nuevo lauro de la aviación boliviana conquistado por Alarcón y Beltrán». 
GUERRA DEL CHACO

«El 11 de diciembre de 1934, marca el calendario aeronáutico boliviano un nuevo día de victoria en la campaña del Chaco, sobre los cielos de  Capirenda. En efecto, el informativo No. 424 de la zona de  operaciones publicado al día siguiente, dice textualmente: 
“Hoy a horas 17 y 30 nuestros aviadores han conquistado una nueva gloria sobre el cielo de Capirenda. Los Subtenientes de las Fuerzas Aéreas bolivianas Alberto Alarcón y Emilio Beltrán, han derribado un potente aparato de bombardeo paraguayo de marca Potez, después de 15 minutos de combate, el  avión enemigo, además del piloto llevaba un metrallista, ambos fueron tomados por el fuego de Alarcón y Beltrán y su máquina cayó en tierra, donde se consumió en llamas”. 
El Sbtte. Alarcón que volaba por los cielos de Capirenda, percibió un poderoso avión Potez paraguayo, al que embistió de inmediato, bajando vertiginosamente, constantemente su ametralladora. El Sbtte. Beltrán que conducía una patrulla por aquella misma zona intervino de inmediato en la acción, alternando con Alarcón los ataques mortíferos del enemigo común...Los aviones bolivianos, con admirables “Rembers”y ataques verticales lo persiguen implacablemente, disparando por su parte con más efectividad sus ametralladoras. El último y violento ataque, con un pique de  extraordinaria audacia, del Cap. Alarcón, logra ultimar al aparato que vuela a la deriva, pues sus tripulantes habían recibido ya el fuego mortal y el avión cae  envuelto en llamas, seguido de su negra estela, en las cercanías de Capirenda. Con este motivo, el Comandante del Ejército en Campaña, transcribe al Jefe de la Fuerza Aérea las  felicitaciones del primer mandatario: “De La Paz, 13 de diciembre de 1934.— G.J.E.C. Villamontes.— Sírvase  transmitir nuestros bravos aviadores Alarcón y Beltrán mis parabienes por su heroica hazaña y el júbilo patriótico con que los manes y el ejemplo del inmortal Pabón siguen inspirando a las alas bolivianas.— (Fdo)  JOSE LUIS TEJADA SORZANO- Presrepública.” 
El juramento de los aviadores bolivianos, por  vengar la muerte del heroico “As” Rafael Pabón, había sido cumplido». 

(ALAS DE BOLIVIA SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA AVIACIÓN NACIONAL - Amalia Villa de la Tapia Tcnl. de Aviación, T.2).

HEROISMO DEL SOLDADO MAXIMILIANO PAREDES

Por Jorge Abastoflor Frey.

Es el mediodía del 11 de diciembre del año 1900 y suena la diana para formar y que se tome la acostumbrada lista de efectivos del Batallón Independencia de la ciudad de La Paz.

¡Soldado Maximiliano Paredes! ¡Max! ¡Max! Maldita sea, ¿dónde estás?

¡Aquí estoy mi teniente! contesta el joven soldado que sale de una trinchera, cubierto del polvo rojizo, característico de la región del Acre. ¡Aquí estoy mi teniente! Estaba terminando de cavar mi zanja, mi Teniente. Seguro te dormiste mañudo -le increpa el Teniente-, corre a la lista de diana porque si no estás, te van a dar por desertor.

Max, se lamenta de suerte y de lo estricto que es su Comandante. Desde la llegada a Riosinho del Batallón Independencia, su Comandante, el Coronel Ismael Montes, ordenó el establecimiento de un perímetro defensivo, haciendo talar el bosque hasta una distancia de entre 100 y 200 metros alrededor del caserío para poder divisar la aproximación de los enemigos, e hizo cavar zanjas y trincheras para hacer una defensa más efectiva. Además, Montes instaló ocho puestos de centinelas, para evitar un ataque por sorpresa. (Díaz Arguedas)

Max corre atropelladamente para alcanzar la lista de diana y consigue su cometido… apenas.

La Unidad se encuentra acantonada en el estratégico punto de Riosinho y el Coronel Montes sabe que la presencia de sus tropas en la región es decisiva para retomar el control del Acre; después de que se ha registrado un fuerte movimiento separatista, seguido de una abierta rebelión armada de empresarios de origen brasileño, ligados a la economía de la goma elástica.

Max, al igual que sus compañeros, entiende la gravedad de la situación; le han explicado hasta el cansancio que los rebeldes separatistas tienen el apoyo de autoridades brasileñas, un apoyo que, aunque es negado oficialmente por el Gobierno del Brasil, es muy evidente en la región en conflicto. Pero esa explicación no le aliviana la vida en nada a Max; ahora tiene que volver a seguir cavando su zanja hasta que se le caigan los brazos o hasta que haya que replegarse a los improvisados dormitorios que se habilitaron en la Barraca de Riosinho para los soldados. Ni vuelta que dar, hay que demostrarles a estos extranjeros separatistas que esto es Bolivia y que la vamos a defender. Sin embargo, existe un consuelo para Max: mañana le tocará guardia en el puesto de Centinela N°4 y durante todo el día no tendrá que cavar.

Es el 12 de diciembre del año 1.900. A las 12 del mediodía, los 300 soldados del Regimiento Independencia que se encontraban acantonados en Riosinho, acudían a la acostumbrada lista de Diana, sin percatarse que en la espesura del bosque los separatistas tomaban posiciones para comenzar un ataque a gran escala sobre la posición boliviana. (Alaiza)

De pronto se escucha un disparo aislado y decenas de aves que estaban posadas sobre los árboles vuelan despavoridas. El disparo viene de la dirección en que se encuentra el Puesto de Centinela N° 4, y el sonido es el característco de un arma boliviana.

El Teniente responsable de la zona sale disparado para ver qué ha sucedido, mientras todos los miembros del batallón se dirigen hacia sus puestos asignados en las trincheras.

¡Soldado Maximiliano Paredes! ¡Max! ¡Max! Maldita sea, ¿dónde estás?

Luego se escucha otro disparo de arma boliviana proveniente del mismo sector; y el Teniente se frena en seco. ¡Oh no! El oficial teme lo peor.

Inmediatamente se produce una descarga cerrada de fusilería sobre el Puesto de Centinela N° 4. Ha rendido la vida el soldado Maximiliano Paredes después de dar la alarma y conseguir dirigir un disparo más hacia los furtivos atacantes.

Con sus disparos Max alcanza a prevenir a sus camaradas del inminente ataque, dándoles la oportunidad de ponerse a cubierto y reaccionar ante la acometida de 700 separatistas que atacan furiosamente la posición boliviana de Riosinho. El ataque es efectivamente contenido por las tropas bolivianas, superadas en número, para luego convertirse en una resonante victoria para las armas bolivianas en el Acre.

Es 12 de diciembre del año 2018. A las 12 del mediodía, los soldados del Regimiento acuden a la acostumbrada lista de Diana. Los soldados responden con energía, hasta que se menciona un querido nombre:

¡Soldado Maximiliano Paredes! ¡Soldado Maximiliano Paredes!

Entonces, el Sargento de Servicio, como es costumbre en la lista de Diana, contesta a viva voz:

“Muerto heroicamente en su puesto de Riosinho, el 12 de diciembre de 1900”.

(Imagen al pie vía banderaenalto.blogspot.com)

DERROTA DE ESTIGARRIBIA EN SAAVEDRA (Guerra del Chaco

«Derrota de Estigarribia en Saavedra»
(Resumen) (29 de Noviembre al 1 de Diciembre de 1932)

La Orden de Operaciones del Cnl. Estigarribia, (paraguayo) distribuída oportunamente a sus  unidades subordinadas (el 29 de noviembre), decía: “...Atacar y apoderarse del fortín enemigo Saavedra para hacer caer la línea de fortines enemigos que quedan al Sur hasta el Pilcomayo”. Dichos fortines eran: Agua Rica, Murguía, Cuatro Vientos, Tinfunqué, Sorpresa y Esteros. Para la ejecución de la operación, el Comandante Supremo paraguayo determinó  que el esfuerzo principal sería llevado por la 1ª Div. (del My. Carlos José Fernández), reforzada con el RC.3 “Mongelós”, que avanzaría por el Oeste para desbordar el ala izquierda boliviana y salir sobre el camino  Saavedra - Muñoz, desde donde atacaría Saavedra, previa coordinación con las demás unidades.  La 4ª Div debía atacar frontalmente las posiciones de Campo Candia para aferrar  a las fuerzas bolivianas en el sector.  La 2ª Div. se mantenía en reserva, lista para intervenir.  La 5ª Div tenía también misión de “amarramiento” en su Sector (Agua Rica - Cuatro Vientos). 
Entretanto, Bilbao Rioja, previendo que el enemigo continuaría con sus esfuerzos desbordantes, sacó al ”Campos” de la reserva, enviándolo al ala izquierda, con la misión de prolongarla y hacer un arco hacia el Sur, para evitar la penetración paraguaya en la retaguardia de la posición defensiva de su división.
El ataque paraguayo de este primer día de diciembre, fué un estrepitoso fracaso para el Paraguay. No obstante el valor y denuedo con que sus soldados se estrellaron, una y otra vez, contra las posiciones bolivianas, no consiguieron ganar ni un metro de terreno.  Tampoco cortaron el camino.  Los regimientos “Curupaytí” e “Itororó” quedaron diezmados y admitiendo éso, se ordenó el repliegue hasta las islas intermedias entre los pajonales, para continuar con su esfuerzo ofensivo  después de reorganizarse y reemplazar sus bajas.
Los días siguientes (2 al 7 de diciembre de 1932), fueron de choques intermitentes y reconocimientos de todo tipo.  Mientras -día tras día- los paraguayos intentaban romper el dispositivo boliviano, sin lograrlo; los defensores, con la moral robustecida por la sangría que sufría el enemigo ante sus ojos, comprobaban una vez más la enorme ventaja de combatir desde posiciones defensivas organizadas.  El mando  paraguayo -empero- no creía haber sido escarmentado suficientemente.
Una monótona forma de lucha se enseñoreó después en el sector. Sólo interrumpida por los esporádicos ataques localizados que insistía el mando paraguayo, en realizar.
El “Lanza”, que se encontraba en Muñoz como reserva del Cuerpo, había destacado dos escuadrones para patrullar, tanto la retaguardia enemiga como la nuestra, en el sector de Saavedra. Uno de ellos estaba al mando del Tte. Germán Busch Becerra. Sus correrías en la retaguardia paraguaya fueron tejiendo una aureola de leyenda alrededor de su persona y su escuadrón de Chaqueños . Entre el 1 y 10 de diciembre esta pequeña fuerza realizó una serie de patrullajes, capturando prisioneros y obteniendo numerosos datos e informaciones valiosas sobre el dispositivo y composición de las tropas paraguayas. Hasta se dió el gusto, aprovechando coyunturas ventajosas, de atacar y dispersar sorpresivamente a algunas pequeñas unidades aisladas que encontraba en su camino. En su momento, los “Macheteros de la Muerte” fueron también sus víctimas. (Fuente: Luis Fernando Sánchez Guzmán - Boquerón 1932).

EL PRIMER COMBATE AEREO EN AMERICA (Entre 2 paises enemigos)


Por Ramiro Molina Alanes

Al promediar las seis de la mañana del domingo 4 de diciembre de 1932, hace 86 años, en los cielos del Chaco Boreal se suscitó una de las gestas más gloriosas y trascendentales de nuestra historia militar, el primer combate aéreo en América, cuyo desenlace y repercusión trascendió el continente entero, dando un notable prestigio a las alas bolivianas.

Al amanecer del mencionado día, del fortín Arce despegó una aeronave de la aviación paraguaya Potez 25-A2 No. 6, tripulada por el  Tte.1ro. Trifón Benítez Vera y el Cap. Ramón Avalos Sánchez, piloto y observador, respectivamente, cuya audaz misión era realizar vuelos de reconocimiento sobre los caminos de Alihuatá, Saavedra y Muñoz. Cuando se encontraba sobrevolando el sector de Kilómetro Siete, fue avistada por nuestros puestos de observación, quienes mediante telefonema comunicaron a la base aérea de Muñoz la osada incursión; inmediatamente despegó para hacerle frente el caza Vickers “Scout” No. 96 al mando del Cap. Rafael Pabón.
Los dos aviones adversarios se toparon en las inmediaciones del fortín Saavedra, a más de mil quinientos metros de altura. Las incidencias del singular combate aéreo fue un espectáculo excepcional; ambos contendientes alados hicieron un derroche extraordinario de pericia  e intrepidez, que estremeció y emocionó vivamente a los millares de soldados, tanto bolivianos como paraguayos, quienes haciendo un espontáneo paréntesis en su misión de matarse mutuamente, desde sus respectivas trincheras contemplaron absortos cada detalle de esa feroz lid individual.
Pabón, con endiabladas maniobras acrobáticas buscaba ángulos favorables de tiro pasando muy cerca del Potez; con una certera ráfaga acabó con el observador que le disparaba intermitentemente con sus dos ametralladoras apareadas; en una nueva arremetida prácticamente acribilló al piloto. En otros términos, fue una demostración clásica y brillante del método táctico para atacar biplazas.
El aparato paraguayo, ya sin comando, dando violentos tumbos se precipitó a tierra desde 900 metros de altura, llegando a caer destrozado dentro de las líneas bolivianas(1).
Después de volar a muy baja altura para constatar el sitio exacto de la caída, el piloto boliviano, lanzó un lacónico parte lastrado sobre nuestras posiciones del sector señalando: “Acabo de derribar un avión pila(2) al S.O. de Saavedra, con maniobras indicaré el lugar, Cap. Pabón”(3).
Minutos después se oyeron vítores estruendosos y vivas a Bolivia y al Cap. Pabón, mientras que en las líneas adversarias había una conmoción general, los soldados guaraníes quedaron estupefactos.
 Cuando Pabón aterrizó en Saavedra, después de recibir las efusivas felicitaciones de sus superiores y camaradas, se dirigió en un camión al sitio donde cayó la aeronave paraguaya; ya en el lugar, los despojos mortales de sus tripulantes le causó una profunda desazón.
EL ENTIERRO
El sepelio de los dos infortunados paraguayos se realizó con todos los honores militares en el fortín Muñoz; después de depositar una corona de flores silvestres, el Cap. Pabón usó de la palabra señalando: “Caballeros del aire, víctimas de vuestro propio heroísmo, valientes de vuestro pueblo: habéis caído en combate noble y valeroso, el destino me hizo vuestro vencedor, pero ante la muerte no hay vencedores ni vencidos. Vuestros restos descansarán en tierra boliviana, aureolados del respeto y la admiración de vuestros connacionales”(4)
En el campo contrario, “Cuando se tuvo la noticia de esta conducta, el alma paraguaya vibró de emoción ante aquel rasgo varonil, noble y generoso del adversario”(5).
Después del sepelio “alguien se acerca a Pabón quien en ese momento parecía sumido en profundas reflexiones, musita: Estoy atribulado por haber dado muerte a dos camaradas en defensa de mi Patria”(6).
Como un homenaje a esta magna fecha, en la Fuerza Aérea Boliviana se conmemora el 4 de diciembre como “Día del Piloto de Caza”.
LOS PROTAGONISTAS
Cap. Rafael Pabón Cuevas. Se formó como aviador civil en la “American School of Aviation” de Chicago, Estados Unidos, brevetándose en septiembre de 1921. Después de retornar al país, en 1928 realizó un nuevo curso en la Escuela Militar de Aviación de El Alto hasta obtener su brevet de aviador militar.
En la Guerra del Chaco, se consagró como As de nuestra aviación; Murió en un combate aéreo el 12 de agosto de 1934.
Tte. 1ro.P.A.M.(7) Trifón Benítez Vera. Perteneció a la primera promoción de aviadores de la Escuela de Aviación Militar de Campo Grande, Paraguay. Como discípulo del piloto instructor francés My. Luis Fromont, recibió su brevet de aviador militar el 25 de marzo de 1928(8).

Cap. Inf. Ramón Avalos Sánchez. Se graduó de la Escuela Militar del Paraguay como Teniente Segundo el año 1924(9). Cuando se produjo el combate aéreo donde pereció, desempeñaba el alto cargo de Jefe del Departamento de  Operaciones del Comando del Primer Cuerpo de Ejército.

LAS AERONAVES
A objeto de completar este trabajo con datos inéditos, se presenta las características técnicas de las dos aeronaves utilizadas en ese histórico combate aéreo.

Vickers “Scout” 143
Industria:  Inglesa 
Matrícula:   No. 96 
Año de fabricación:  1929
Motor:  Bristol Júpiter VIA radial de 450 H.P. refrigerado por aire
Peso vacío:  1.017 kg
Peso máximo:  1.413 kg. 
Velocidad máxima : 240 km/h
Armamento:  2 ametralladoras fijas Vickers de 7.65 mm. sincronizadas con la hélice.  

POTEZ 25 A-2
Industria:  Francesa
Matrícula: No. 610
Año de fabricación:  1928
Motor: Lorraine-Dietrich 12Eb en “W” de 450 H.P. refrigerado por agua
Velocidad máxima: 226 km/h
Peso:  vació 1.360 kg
Peso máximo: 2.150 kg
Armamento:  1 ametralladora fija Vickers punto 30 para el piloto sincronizada con la hélice; 2 ametralladoras móviles Madsen de 7.65mm apareadas en la torreta del observador; 1 ametralladora semimóvil Madsen de 7.65 mm ventral en el cubículo del observador.

NOTAS
1   Actualmente los restos de este aparato son exhibidos en el Museo del Colegio Militar de Irpavi.
2   Fernández Naranjo, Nicolás. La Vida Fulgurante de Pabón. La Paz, 1939 pág. 114.
3   Ibídem pág. 116
4   Aponte B. Leandro. Cincuenta Años de Aeronáutica en el Paraguay. Asunción, 1957 pág. 172
5   El Diario, La Paz, 5 de diciembre de 1933.
6   Piloto Aviador Militar
7   Aponte B., Leandro obra citada pág.75
8   Pampliega, Amancio. Fusil al Hombro. Asunción, 1982 pág. 59
9  Erróneamente se viene sosteniendo que este aparato fue cedido por la Argentina, lo cual es falso, porque fue adquirido en 1928 de Francia.

* El autor es Académico de Número de la Academía Boliviana de Historia Militar

(GUERRA DEL CHACO) ‎CARTA DE UN SOLDADO BOLIVIANO A SU MADRE



A inicios de la guerra, un valiente soldado boliviano demuestra su amor profundo a su madre y a su patria y pide a Dios que lo proteja.

"Villamontes, 26 de Julio de 1932.-- Señora Olimpa G. de Prudencio.--Cochabamba.-- Querida mamita: de Tarija te escribí una carta, no se si la has recibido, hoy pasé al fortín Muñoz, te ruego mamitay que no sufras porque como en mi sangre corre sangre boliviana voy a cumplir con mi deber para el suelo en que nací. Ora a Dios para que todo combate salga triunfante, para así llegar al país de los "pata-pilas" y enseñarles lo que es meterse con los bolivianos. Todos vamos como los leones hambrientos que van a devorar su presa y quiere el Hacedor volvamos a nuestros hogares como verdaderos héroes después de cumplir aquel sagrado que tenemos todos para nuestra patria. Si muero, moriré por defender mi bandera y a tí madre querida que estás representada en ella. Miles de besos a mis hermanitos, mi papá, y tu recibe el corazón del hijo que te ama: René.

TROPAS PARAGUAYAS ABANDONAN HERIDO AL TENIENTE PARAGUAYO ERNESTO ACUÑA


La Guerra del Chaco fue uno de los conflictos más sangrientos del continente americano, por lo tanto existen una infinidad de trágicas historias que sucedieron, hoy transcribimos una de ellas. Una nota del periódico "El Diario" refleja en abandono de un oficial paraguayo herido y abandonado a su suerte, el cual seguramente falleció lentamente por falta de auxilio.

LA NOTA

He Aquí un caso trágico

LA VIRGEN DE CHARAGUA Y LA GUERRA DEL CHACO

Por: Osky Amaya‎ publicado en el grupo: APRENDIENDO DE LA GUERRA DEL CHACO (1932-1935) en febrero de 2014.

La Virgen de Charagua es la Patrona de los ExCombatientes de la Guerra del Chaco, la trajeron los jesuitas en el siglo XIX ocupando el Altar Mayor del Templo de San Miguel de Charagua y fue hecha prisionera por los “pilas” en 1.935.
Según cuentan los pobladores de Charagua, en la retirada, la vanguardia paraguaya, que había sacado a la Virgen de la Iglesia, la abandonó en el monte hostil de la cordillera, porque era muy pesada, pero el Mayor paraguayo Osvaldo Ortiz, que se había resagado en la huida, la encontró y como la retoma boliviana era inminente, se deshizo de los escrúpulos y rompió en dos la imagen, la guardó en su mochila y mientras marchaba hacia su país hizo una promesa a ésta Señora que yacía en su espalda entre municiones y cuchillos de campaña: si volvía vivo a su hogar, devolvería la imagen.
Ortiz guardó en su casa a la santa hasta que antes de morir hizo prometer a su esposa Nineth que la devolvería.
A Nineth, mujer del veterano paraguayo, tenían que intervenirla en una operación muy arriesgada del corazón; se encomendó a la Virgen, como una vez lo había hecho su esposo y salió bien de la cirugía. Era un milagro.

24 DE NOVIEMBRE DE 1978, NUEVO GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA


Por: Carlos D. Mesa G. / El Deber - Séptimo Día, 2 de octubre de 2016.

La mañana del 24 de noviembre de 1978 la sede de Gobierno amaneció con la noticia de que el país tenía un nuevo presidente. Un general había expulsado de Palacio Quemado a otro general. Esta novedad que la larga dictadura banzerista había hecho infrecuente, después de siete años ininterrumpidos en el poder, se convertiría en moneda corriente en el delirante periodo entre 1978 y 1982. Nueve gobiernos en cuatro años fue algo que el país –a pesar de estar acostumbrado a la inestabilidad políticano había vivido antes ni vivió después en su historia.

EL ESCANDALOSO EPISODIO DE TRAICIÓN A LA PATRIA DEL GRAL. BOLIVIANO CLAUDIO MORENO PALACIOS


EL MALETÍN

Días antes Bolivia había roto relaciones diplomáticas con Chile por el desvío unilateral de las aguas internaciones del río Lauca. Era el 20 de abril de 1962 y el agregado militar chileno, Cnl. Manuel Campos, trasladando un voluminoso equipaje abandonaba Bolivia. El coche que lo conducía al aeropuerto corria raudo por el viejo camino que unía la ciudad de La Paz con El Alto. Ya en el aeropuerto el Cnl. Campos se percató que el maletín diplomático que llevaba había desaparecido misteriosamente de su equipaje. Ese momento no supo si la pérdida ocurrió a tiempo de dejar la misión diplomática, en el trayecto o en el aeropuerto. Por más averiguaciones que hizo no logró aclarar el enigma ni recuperar el maletín, mientras los altavoces del aeropuerto anunciaban la salida de su vuelo. Tremenda aflicción. En dicho maletín el agregado militar llevaba documentos altamente secretos y comprometedores. ¿Qué pudo pasar? Lo primero que pensó el militar fue en un robo, pero ¿realizado por quién? Varias hipótesis rondaban su mente mientras los altavoces seguían aumentando su aflicción. Finalmente, ante lo irremediable del caso ingresó a la nave, ocupó su asiento agobiado por mil conjeturas y mientras el avión decolaba vió por última vez el maldito aeropuerto en el que perdió o le robaron su valioso maletín.

SITUACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL DE LOS PRIMEROS 75 AÑOS DE LA REPÚBLICA DE BOLIVIA

Fuente: BENEDICTO GOYTIA: PERSONAJE POLIFACÉTICO EN LOS SIGLOS XIX Y XX. De: DANIELA NATHALIE MEDRANO ZEGARRA. / La Paz Bolivia, 2014. // Foto: Altiplano boliviano a fines del siglo XIX. Foto de Francisco Palmero.

Después de las revoluciones y contiendas emancipadoras en Charcas contra el poder español, se crea la República de Bolívia el 6 de agosto de 1825; los gobiernos desde sus inicios de 1825 hasta 1879 son militares en su mayoría, reformistas, liberales y republicanos que tuvieron conflictos por el ascenso al poder, muchos generales se apoderaron del gobierno con golpes de estado, existiendo por lo tanto la inestabilidad por choques de oposición a los presidentes de turno. La administración económica estuvo basada en la organización de políticas de proteccionismo y librecambismo, la primera establecía la protección a las manufacturas nacionales, imponiendo impuestos a los productos extranjeros, la segunda tuvo posturas liberales como la libre exportación de plata sin acuñar y la de otros minerales, rebajándo los aranceles de mercaderías importadas, junto a otras reformas tributarias; ambas políticas por cierto tuvieron sus consecuencias en la vida de la joven nación, sin embargo no avanzó mucho en su organización financiera ni en el crecimiento de la riqueza pública y privada11.

AFINIDAD ENTRE EL PENSAMIENTO DE BOLÍVAR Y SUCRE Parte II

Por: María Luisa Kent // (Tomado de Sucre, soldado y estadista, Enrique Ayala Mora, edit., Quito, Planeta / Universidad Andina Simón Bolívar, 1996). // Foto: Segunda bandera de Bolivia.


Muchos autores afirman que Bolívar tuvo una visión continental de la Independencia y que Sucre tuvo una percepción más bien regional. Para su contemporáneo Burdett O'Connor, Sucre tenía "cierto espíritu provincial" con un favoritismo exagerado por todo lo colombiano.61 No obstante provenir esas afirmaciones de personajes contemporáneos al Mariscal, Sucre tuvo la capacidad de captar la importancia geopolítica de la ex-Charcas y el espíritu autonomista gestado en los últimos años revolucionarios.62 Coincidimos con el historiador Alberto Crespo cuando afirma que el Mariscal tuvo el talento político de realizar un juicio certero de la realidad, y también sostenemos que su decisión fue coherente con el desarrollo de los sentimientos localistas y las tímidas tendencias nacionales que afloraban.

ORGANIZACIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVIANA (1825-1828) Parte I

Por: María Luisa Kent / (Tomado de Sucre, soldado y estadista, Enrique Ayala Mora, edit., Quito, Planeta / Universidad Andina Simón Bolívar, 1996). // Disponible en: http://www.uasb.edu.ec/UserFiles/File/pdfs/NOTICIASYSUCESOS/2007/ConcursoManuelaSaenzMariaLuisaKent.pdf // Foto: Primera bandera de la Repúvlica de Bolivar (actual Bolivia).

El pensamiento liberal enraizado en el humanismo renacentista y en la filosofía individualista del siglo XVIII, fue la espina dorsal del envolvente proceso revolucionario que derivó en la dependencia de las colonias americanas, y el fundamento político sobre el cual se organizaron los nuevos estados republicanos en el continente.
En la primera fase revolucionaria, las ideas liberales contenidas en manifiestos políticos, tales como la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776) y la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), tuvieron gran predicamento entre los caudillos que perseguían la independencia política y administrativa de las tierras colonizadas. Por el Contrario, en la fase de organización republicana se advierten tendencias pragmáticas entre los encargados de organizar los nuevos estados. El respeto a las libertades individuales: igualdad Política y social de los ciudadanos; respeto a la propiedad; libertad de conciencia, de organización, asociación y expresión; repartición equitativa de los impuestos, injertadas a complejas realidades socioeconómicas, adquirieron matices propios, traduciéndose las propuestas liberales en planteamientos reformistas de difícil aplicación por las características estructurales de la sociedad.

LISTA DE LAS DESAPARICIONES FORZADAS DURANTE LAS DICTADURAS BOLIVIANAS

Fuente: INFORME SOBRE LAS DESAPARICIONES FORZADAS EN BOLIVIA - Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional (ASOFAMD / "Garza Azul" Impresores & Editores. La Paz – Bolivia 2007. // Foto: 1971 Los Colorados de Bolivia y parte de la guardia del Presidente, en apresto en el Palacio durante el golpe de estado de Hugo Banzer. 

Al igual que en América Latina, en Bolivia, las circunstancias y antecedentes de los delitos de lesa humanidad como la desaparición forzada se encuentran estrechamente relacionados con los regímenes dictatoriales impuestos a través de golpes militares contra gobiernos constitucionalmente elegidos. Sin mayores puntualizaciones, se resume los principales periodos en los que se practicó ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, torturas y otros tratos o penas crueles y degradantes, así como la práctica de la desaparición forzada, delitos que aún continúan en la impunidad.

LA PRENSA PARAGUAYA Y LAS NOTICIAS DEL ESPIONAJE BOLIVIANO DURANTE LA GUERRA DEL CHACO

Por: Guillermo Mejillones Quispe.

El Diario de Asunción del 31 de diciembre de 1932, publicó un artículo titulado: “Un ex– ayudante del general Kundt fue capturado en Asunción”. La nota da cuenta de haber detenido a varios extranjeros sospechosos de ser agentes secretos de Bolivia. Según El Diario asunceno, el delito de espionaje había sido comprobado plenamente con respecto al capitán Ernesto Keffman, disponiéndose las autoridades paraguayas a aplicarle la máxima sanción358 . Otro caso del mismo matutino, fechado el 26 de enero de 1933, sobre los procesos seguidos a agentes del servicio de Bolivia, señalaba que el Juez Instructor decreto embargo de bienes, entre los procesados figuraban: Frank Walterios Lucas y Ernesto Shuvested, el embargo tenía que cubrir la suma de cincuenta mil pesos de curso legal (Ultima Hora, 8 de marzo de 1933, “¿Qué se diría si tratásemos así a los espías al servicio del Paraguay?”).

GUERRA DEL CHACO - EL SINGULAR PARTIDO DE FUTBOL GANADO POR DESVENTAJADOS PRISIONEROS BOLIVIANOS A SUS CUSTODIOS PARAGUAYOS.

Por: Airton Laureano Chambi Ocaña.

Un hecho deportivo relevante por su valor patriótico, fue el partido de futbol que tuvo lugar el 6 de agosto de 1934, entre los guardias paraguayos y los prisioneros bolivianos de la prisión de Emboscada, donde habían apostado que el equipo que perdiera debería saludar y honrar la enseña patria del equipo ganador. Así lo escribe Nicanor Velarde, quien escuchó de la voz del teniente Carlos Patiño Romero, testigo y actor presencial de lo acontecido ese día: 
Como un ejemplo de la patriótica actitud puesta en práctica por Patiño el 6 de agosto de 1934 en Emboscada, (…) él había propiciado que se realice un partido de futbol entre bolivianos y paraguayos, con la condición ineludible de que los jugadores del equipo perdidoso debían de saludar militarmente a los colores o divisa del equipo ganador. Para conseguir su anhelo, Patiño les había rogado a los nuestros se empleen patrióticamente a fondo para ganar. En efecto una vez concluido el encuentro favorable a nosotros por dos goles contra uno de los pilas, estos se habían visto obligados a saludar militarmente a nuestra bandera la misma que Patiño la había confeccionado comprando anticipadamente del comerciante Lamas, la tela necesaria en los tres colores y cortándola en franjas iguales las había cosido para luego izarla y hacer que los pilas saluden a nuestra enseña nacional. ”(Velarde, 1976, pág. 174)

EL SOLDADO BENIANO JULIO CÉSAR PARADA CALLAÚ RELATA SU FUGA DE UN CAMPO DE PRISIONEROS EN EL PARAGUAY

Por: Julio César Parada Callaú (*)

La fortaleza de nuestros 21 años, no obstante el estado físico agotado por la poca y mala alimentación, el trabajo forzado a rigor de látigo, durmiendo sin cama y sin techo, nuestro estado de ánimo no se adecuó a la sumisión y sometimiento del prisionero de guerra y, sobretodo, nuestro orgullo de bolivianos cambas no permitiría jamás la resignación.
Durante todo el tiempo que ya llevaba de prisionero me martillaba el cerebro la idea de liberarme por mis propios medios de la afrenta de haber caído prisionero -no obstante de que mi caída se produjo cuando me encontraba inconsciente por la insolación y la sed y que debía fugar aunque el refugio me hubiera costado la vida. En cada campamento donde era trasladado, hacía mi plan de fuga, pero no siempre se presentaba la ocasión propicia.

MANUEL ASCENCIO PADILLA Y LA AUTONOMÍA DE LAS PROVINCIAS ALTAS (BOLIVIA)

Fragmentos del Capítulo "La Guerra larga - Los Ejércitos Auxiliares Argentinos" del libro OTRA HISTORIA DE BOLIVIA escrita por Mariano Baptista Gumucio (Cochabamba, 1931. Historiador, Académico de la Lengua y Diplomático) La obra fue galardonada con el Premio Nacional de Ensayo "Franz Tamayo" en 1977. La última parte forma parte del Capítulo "La Guerra larga - Los Ejércitos Auxiliares Argentinos" del libro "Otra historia de Bolivia" escrita por el Historiador, Académico de la Lengua y Diplomático Mariano Baptista Gumucio (Cochabamba, 1931)

El envío de las expediciones argentinas al Alto Perú, con el fin de rechazar la penetración de las tropas del Virreinato de Lima en ajena jurisdicción y contribuir al derrumbe de este foco reaccionario, en ejercicio de una solidaridad patria, que también animó a las tropas grancolombianas, reunía los mejores atributos de confraternidad y sacrificio conjunto.
Pero malgrado de las buenas intenciones, la actuación de los Ejércitos Auxiliares fue, militar y políticamente, un desastre. 
El primer Ejército Auxiliar, estuvo al mando del jurista Juan José Castelli. El General Manuel Belgrano condujo el Segundo Ejército Auxiliar y el Tercer Ejército Auxiliar fue encabezado por el General José Rondeau.

LIDIA GUEILER, LA MILICIANA QUE SE CONVIRTIÓ EN LA ÚNICA PRESIDENTA DE BOLIVIA

Por: Grecia Gonzales Oruño / Publicado en Página Siete, 17 de noviembre de 2018. // Disponible en: https://www.paginasiete.bo/gente/2018/11/17/lidia-gueiler-la-miliciana-que-se-convirtio-en-la-unica-presidenta-de-bolivia-200399.html

Después del golpe de Estado de Alberto Natusch Busch (1979), que en menos de 15 días provocó  la muerte de más de 100 personas, Lidia Gueiler Tejada (1921-2011) fue designada por el Congreso boliviano como la primera Presidenta constitucional interina de Bolivia, el 16 de noviembre de 1979.  Entre 1948 y 1952 fue una miliciana, a cargo  del transporte de armas para el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). 
Nació el 28 de agosto de 1921, en la ciudad de Cochabamba. Fue sobrina del expresidente José Luis Tejada Sorzano. Estudió en el Instituto Americano (1925-1934) y luego se tituló como contadora general. Hablaba fluidamente castellano, quechua, inglés y alemán. Su pasión era el tenis. A la hermosa joven de ojos verdes y cabello rubio le atraían las novelas románticas y “prohibidas”, como Aura o las violetas de Vargas Vila, y las poesías de Adela Zamudio. 

FUNDAMENTOS DEL LEGÍTIMO NACIONALISMO BOLIVIANO: LA GUERRA DEL CHACO Y LA REVOLUCIÓN DE 1952 (Parte III)

Por: José Ortega - Orígenes y Evolución del Nacionalismo Boliviano. 



CAUSAS DE LA GUERRA DEL CHACO

Las cédulas reales de la Corona española de 1563, 1565 y 1617 otorga' ron la región del Chaco a Bolivia, y por los Tratados de 1879 y 1888 Bolivia cedió parte de esta región al Paraguay. El Parlamento de Asunción no ratificó estos Pactos, y el Gobierno ocupó la zona del Chaco en 1894, estableciendo la frontera entre Bolivia y Paraguay. El Gobierno paraguayo defendió la tesis de que el Chaco pertenecía a la jurisdicción de Asunción por decreto real otorgado por el adelantado Ortiz de Zarate. La imprecisión geográfica y matemática del Tratado de Tordecillas, así como las complejas interpretaciones que recibieron las cédulas reales, complicaron el problema de la determinación de los límites fronterizos. En la polémica del Chaco ambos Gobiernos invocaron continuamente el utis-possidentis juris y el MÍÍpossidentis de jacto (26).

ANTECEDENTES DEL NACIONALISMO BOLIVIANO (Parte II)

Por: José Ortega - Orígenes y Evolución del Nacionalismo Boliviano. // Foto: Dramatización de la batalla de Ingavi, en la que se enfrentaron a muerte fuerzas peruanas frente a las bolivianas, esta batalla significo la independencia total de Bolivia. 


LAS DOCTRINAS EUROPEAS EN EL NUEVO MUNDO

La independencia y el nacionalismo en Bolivia se nutrieron, como en el resto de las Repúblicas sudamericanas, de las teorías europeas que tanta importancia tuvieron en la búsqueda de la identidad nacional de los países hispanoarnericanos.
La independencia de las colonias sudamericanas fue facilitada por la crasis política española provocada por la lucha contra el invasor francés {1808) y la restauración de la Monarquía absoluta por Fernando VII {1814-1833). El gobierno de este Rey, a pesar de haber apagado —al menos aparentemente— los alzamientos rebeldes de los criollos, produjo entre éstos el mismo movimiento de repulsa que los españoles habían sentido contra el absolutismo napoleónico. Aunque en teoría las colonias guardaban fidelidad a la Corona, la invasión francesa y la división interna que ésta provocó en España aceleraron el proceso, ya latente, de los movimientos emancipatorios sudamericanos (19)

LA BATALLA DE INGAVI Y LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA

Por: Marta Irurozqui – Fragmento de su artículo titulado: “A resistir la conquista”. Ciudadanos armados en la disputa partidaria por la revolución en Bolivia, 1839- 1842. // Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera serie, núm. 42, primer semestre 2015. // Imágenes: 1) Ballian y Gamarra. 2) Batalla de Ingavi.

Mientras gobernaba Velasco, el presidente del Perú, Agustín Gamarra, había permitido a Ballivián conspirar desde Tacna porque la inestabilidad política boliviana le convenía en las negociaciones de paz. Sin embargo, el triunfo de los crucistas despertó el fantasma de la Confederación, por lo que optó por combatirlos dando a Ballivián auxilio pecuniario para sostener tropas y favoreciendo que, bajo la protección del prefecto de Puno, entrara en Bolivia con el objetivo de “evitar la guerra continental” y “el espantoso desorden que se ha introducido en el ejército y los pueblos en donde todos mandan y ninguno obedece”(1). Ello fue impedido por la comandancia militar de la frontera norte el 21 de junio de 1841, siendo obligado Ballivián a retroceder de nuevo a Perú. A partir de ese momento se inició un proceso de altercados verbales y correspondencias varias entre las autoridades fronterizas de ambos países que se completó con motines cuartelarios develados e incursiones repelidas por la guardia nacional de Copacabana ayudada “por una gran multitud de indios”(2) y por las partidas de los coroneles crucistas Mariano Santander y Manuel Isidoro Belzu(3).

10 DE NOVIEMBRE DE 1932 VICTORIA BOLIVIANA, BATALLA DE KILÓMETRO 7

Por: Oscar Cordova.

«Un batallón (paraguayo) se precipitó en desordenada fuga sin querer escuchar las voces de mando de sus oficiales».
«Al final de la batalla, unidades (paraguayas) de 1.200 plazas, se vieron reducidas a menos de 300...» (Cnel. paraguayo Nicolás Delgado)
VICTORIA BOLIVIANA, BATALLA DE KILÓMETRO 7 -
10 DE NOVIEMBRE DE 1932
A poco, 1.500 hombres, a cargo de 80 oficiales, oteaban el otro lindero del pajonal, esperando la aparición del adversario y repitiendo la consigna proclamada por su jefe de división: “No pasarán”. El combate se propagó como un reguero de pólvora. Los cañones de Kilómetro Siete atronaron el espacio. Dos escuadrillas, de 6 aviones cada una, lanzaron sus bombas. Una banda de música alentó a las fuerzas bolivianas.

1839 ANARQUÍA REVOLUCIONARIA EN BOLIVIA, LA REBELIÓN DE JOSÉ BALLIVIÁN

Por: Marta Irurozqui / Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera serie, núm. 42, primer semestre 2015. // Foto: Ballivián.

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Los temores de Velasco en torno a la intervención partidista del ejército se materializaron en breve. El 7 de julio de 1839, el general José Ballivián, uno de los principales líderes y artífices de la Restauración, se rebeló contra el gobierno con el apoyo de diferentes unidades del ejército acantonadas en La Paz, Oruro y Cochabamba y se declaró presidente de la República. Las razones aducidas fueron la consideración de ser ignominiosos los tratados con Perú, así como improcedentes las felicitaciones hechas al ejército chileno vencedor en Yungay. Estas acusaciones fueron acompañadas de insinuaciones que tildaban al Congreso de ser una mayoría amordazada por la opinión de una minoría o “club de malvados”, a la que imputaba el crimen de vender el país al extranjero y silenciar la opinión popular(1). Aunque con tales argumentos Ballivián descalificaba el mandato de Velasco, los diputados no veían en el levantamiento un mero deseo de sustitución presidencial, sino sobre todo la voluntad de cambiar la relación de poder entre el Ejecutivo y Legislativo nacida de la Restauración. Como prueba de su potestad, en las sesiones desarrolladas desde el 12 hasta el 24 de julio dieron por sentada la legitimidad de su liderazgo en la resolución del conflicto e interpretaron lo sucedido como una ocasión de autoafirmación institucional en su función de “Representantes del pueblo” cuya legitimidad provenía de la opinión pública(2). El resultado fue una serie de disposiciones legales que deslegitimaban, condenaban y castigaban la acción de Ballivián bajo la acusación general de pronunciarse contra la Representación Nacional y el gobierno que los pueblos habían elegido, de lo que el sublevado había dado prueba al declarar faccioso al Congreso(3). Al subrayar la centralidad de la afrenta al mismo, los diputados defendían su fortaleza en el diagrama del poder nacional. Según el mismo era su deber facultar la ampliación coyuntural de las competencias del Ejecutivo. Esa operación no implicaba darle mayor autoridad, sino reafirmarlo como el brazo ejecutor de la actividad normativa del Legislativo, de manera que la gestión presidencial estaría supervisada y dirigida por éste en todo momento. Bajo ese espíritu de subordinación y en conformidad con el protocolo de la Constitución de 1831, Velasco fue investido de poderes extraordinarios para que pudiese actuar con contundencia contra los sublevados y hacer efectivas las decisiones dictaminadas contra ellos por el Congreso. Estas fueron de doble índole: punitivas -castigos públicos- y propagandísticas -movilización popular mediante proclamas.
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