Por: Ángel Sandoval Rivera.
La historia es poco reconocida con tres cruceños notables,
destacados intelectuales, políticos y militares que hicieron una férrea defensa
de la causa marítima boliviana y denunciaron a su tiempo, la desidia del Gobierno
central por defender el acceso del país a las costas del Pacífico. Hoy 23 de
marzo, cuando se cumplen 131 años de la tragedia de la Guerra del Pacífico,
conviene recordar el aporte realizado por estos 3 preclaros cruceños Zoilo Flores
Aponte, Miguel Castro Pinto y Pablo L. Roca.
Zoilo Flores Aponte (1846-1916). Brillante periodista y
polemista de fuste fue de los primeros en defender con su interés vigencia y su
pluma las riquezas del litoral boliviano frente a la indiferencia y abandono de
los gobiernos de ese tiempo con su pluma mordaz e incisiva alertó al tibio
gobierno de Hilarión daza sobre las ambiciones y armamentismo chileno, pero no fue
escuchado. Su periódico el imparcial de Iquique registra en sus páginas las
vergonzosas claudicaciones de muchos militares y políticos bolivianos frente al
grave problema que se avisaba en con Chile.
10 años llevo de peregrinación ocupado en defender los
derechos de las compañías explotadoras del salitre boliviano residiendo
alternativamente en Iquique Pisagua Tocopilla y cobija encumbrado el general
Daza en el poder, fue nombrado ministro Plenipotenciario ante el gobierno
peruano, poco después sobrevino la Guerra del Pacifico.
En pleno ejercicio de sus Funciones, Flores Aponte denunció
con coraje y valentía las deslealtades de aquel mandón de 1879 que imprevistamente
se retira con las mejores tropas bolivianas en Camarones. Al mismo tiempo que,
en nombre de los más caros intereses de la patria, le pidió públicamente a Daza
que renuncie al cargo de Presidente de la República frente a los desastres de Camarones
y San Francisco. Sucesos posteriores le dieron la razón; la deposición hecha en
Tacna por Hilarión Daza y su gabinete vinieron a confirmar las advertencias
hechas por zoilo Flores.
Miguel Castro Pinto (1830-1903). Militar de brillante acción
en la guerra del Pacífico. Sobresalió en la Batalla del Alto de la Alianza
comandando el Tercer Batallón de los “Colorados de Bolivia”, en el sector
central de defensa. Con sus aguerridos “cuadros”, soportó durante la
confrontación bélica del 26 de mayo de 1880, los ataques de la caballería
chilena, hasta quedar reducido su batallón de 250 hombres a 16 héroes, donde es
herido y tomado prisionero por las tropas chilenas, juntamente con el coronel Camacho
y el escritor potosino Julio Lucas Jaimes.
En sus notas incluidas en su libro “La Villa Imperial de Potosí”,
Jaime se refiere a la personalidad de Castro Pinto, la gallardía de su figura
en el campo de batalla, de su vida en cautiverio y de su audaz fuga de la
prisión chilena de “San Bernardo” hasta ganar tierras argentinas por el lado de
la cordillera.
Pablo L. Roca (1860-1945). Su vida pública como político y
parlamentario constituyen un ejemplo de probidad moral, firmeza de las ideas y
valor civil a toda prueba. Sobresalió como principal opositor a la aprobación
del nefasto tratado con Chile de 1904, que promovía el Presidente Ismael Montes
en el Congreso Nacional. Cuando se iba a firmar por mayoría abrumadora el
ominoso documento, violentamente se levantó de su curul y gritó indignado: “yo
no vendo mi patria”.
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