LAS ANTIGUAS CALLES DE LA CIUDAD DE SUCRE: LOS NOMBRES QUE ANTAÑO TUVIERON



Articulo extraído de: culturacharcassigloxxi.blogspot.es

En general, la ciudad surgió luego que la propiedad libre de la tierra se disolvió, la comunidad se asentó en un determinado punto geográfico, se establecieron las aldeas y se constituyó cierta estructura de comunicación, intercambio, defensa, producción, etcétera. Sin embargo, es bueno aclarar que la ciudad se determinó de diferente forma según se considere el modo de producción imperante.

EL DESVÍO DE LAS AGUAS DEL RÍO LAUCA

Por: Hugo Araníbar M. / Publicado en el periódico El Diario, el 15 de Abril de 2016.

Las aguas del desviado río Lauca sirven para regar las parcelas del Valle de Azapa, Arica.
El río Lauca fue boliviano en su integridad hasta la firma del injusto Tratado del 20 de Octubre de 1904, con el cual Chile obtuvo el más grande botín de guerra que se recuerda en la historia. Desde entonces, en virtud del artículo 2º de ese instrumento bipartito que dispone su cruce a la altura de la Vega de Macaya en el hito XX, dicho río se ha convertido en internacional, con su curso superior en territorio chileno y el inferior en territorio de Bolivia.
El río Lauca nace en las ciénagas y bofedales de Parinacota, que reciben de las lagunas Chungara, Cotacotani de la Cueva, más o menos a los 18°10’ de latitud sud y a los 69°25’ de longitud oeste de Greenwich, recorriendo territorio chileno con rumbo al sudoeste. Desde su nacimiento hasta el límite fijado en la quebrada del hito XX, acrece su caudal con el aporte de sus afluentes Blanco, Portales, Guallatiri. Cruza la frontera, aproximadamente a los 18°35’ de latitud sud y 69°5’ de longitud oeste de Greenwich.

ELECCIONES GENERALES EN BOLIVIA 1 DE SEPTIEMBRE DE 1979



El domingo 1 de julio de 1979. Como ningún candidato obtuvo más de la mitad de los votos, correspondió al Congreso Nacional elegir al presidente entre los candidatos más votados, el Congreso, incapaz de llegar a un acuerdo, encontró una solución consensuada. Elegir a Walter Guevara Arze como presidente interino por un año, a espera de realizar nuevas elecciones. Guevara no cumplió el término de su mandato, pues en noviembre Bolivia atravesó El golpe de Alberto Natusch Busch y la “La masacre de Todos Santos”.

BOLIVIA CONTADA A TRAVÉS DE SUS 19 TEXTOS CONSTITUCIONALES

Foto: Busch. / Por: Rubén Ariñez - Carlos Corz / Publicado en el periódico La Razón, el 5 de agosto de 2016.

Bolivia nació a la vida independiente el 6 de agosto de 1825 y a lo largo de su historia fueron aprobados 19 textos constitucionales que respondieron a sus tiempos y momentos políticos. En 2009, entró en vigencia la actual Constitución que dejó de lado el histórico Estado Republicano y refundó lo que hoy se denomina Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario.
Un texto denominado Opiniones y Análisis auspiciado por la institución Fundemos, publicado en 2005, reseña que Asambleas, Congresos y Convenciones fueron utilizadas como mecanismos para reformar el contenido de la Carta Magna.
La Asamblea de 1826 ejerció el poder constituyente “originario” para la creación del nuevo Estado puesto que no estuvo sometida a normas preexistentes. El último proceso constituyente se instaló en 2006 y terminó redefiniendo las estructuras del viejo Estado republicano.
Aquí la historia de Bolivia desde sus 19 Constituciones:
1826
La CPE de 1826 fue redactada por el Libertador Simón Bolívar y aprobada por el presidente Antonio José de Sucre. Daba nacimiento constitucional a la República de Bolivia con los departamentos de Potosí, Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Oruro. Fueron creados los poderes Electoral, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y reconocía a la religión apostólica y romana como única.

LA MARINA MERCANTE BOLIVIANA UNA HISTORIA SIN FIN

Por: Cn.SP. J.A. Zurita Eguino - jazurich@hotmail.com / El Diario 27 de Marzo de 2012.

El Poder Naval constituido por la Armada Boliviana, tiene la facultad de asegurar el tráfico marítimo, fluvial y lacustre de la marina mercante.
Dentro de este concepto la Marina Mercante boliviana ha desarrollado su historia, desde los principios de la creación de la República ya se realizaba el tráfico marítimo, fluvial y lacustre con el transporte de mercancías para la subsistencia de los pueblos ribereños y del interior del país, indispensable para la supervivencia de sus habitantes.
Bolivia desde inicios de la República, hasta la guerra de 1879 en sus cuatro puertos y varias caletas en el Pacifico, tenía un elenco estable de buques constituyendo la Marina Mercante Boliviana compuesta por las goletas “SIEMPRE FELIZ” “POTOSI”, “BOLÍVAR”, “CHANCHAMOCHA” y el “LOPEZ GAMA”, las goletas “ELISA y “ELCIRA”, los barcos “LLAMA”, “LASTENIA” y “JUANA” y otras embarcaciones menores como las chalupas la “COBIJEÑA” y el “CARMEN”

KLAUS BARBIE, EL CARNICERO DE LYON ALIADO DE LAS DICTADURAS BOLIVIANAS

Klaus Barbie Altmann fue un alto oficial de las SS y de la Gestapo durante el régimen nazi involucrado en numerosos crímenes de guerra y contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Francia.
Klaus Barbie se unió al partido nacionalsocialista en 1932 a la edad de 19 años. Tres años después pasó a formar parte de la Schutzstaffel, la tristemente célebre SS. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Barbie fue destinado a la Sección IVB4 y enviado a Ámsterdam, y más tarde, en mayo de 1942 a Francia.
Tras la claudicación de Francia, Barbie fue designado jefe de la Gestapo en Lyon, en el centro mismo de la Francia colaboracionista de Vichy. Allí fue donde se ganó su apodo “el carnicero de Lyon”.
Primero trabajó desde el Hotel Terminus, pero al cabo de un año se trasladó al nuevo cuartel general de la École de Santé Militaire, en el que se instalaron cámaras de tortura.

24 DE ENERO DE 1939.- GERMÁN BUSCH SE DECLARA DICTADOR

A raíz de los crecientes conflictos socio-económicos y la imposibilidad de concertar con la oposición, el 24 de enero de 1939, el Presidente Busch decidió declararse dictador y cerrar el Parlamento. Una masiva concentración a su favor, convocada por excombatientes, estudiantes, obreros y organizaciones femeninas, desfiló por el centro de la ciudad de La Paz, portando estandartes y banderas en su apoyo.

CURIOSIDAD

Mauricio Hochschild afirma que fue amigo de Busch y que el presidente le consultaba cuando tenía que tomar medidas económicas. No cabe duda de que hubo una relación relativamente estrecha. ¿Fue amistad? Quizás. Según libretas de anotaciones de Hochschild, Busch "se le abrió" y le reveló su desesperanza por la marcha del país. De lo que no cabe duda es que Hochschild ganó a Busch para abrir las puertas de Bolivia a los refugiados judíos centroeuropeos que huían de la primera ola de persecución nazi. Sin la complicidad de Busch, Hochschild no hubiera podido salvar la vida de miles de judíos que huían de Europa.

COMBATIENTES DE LA BATALLA DE BOQUERÓN


Soldado boliviano con su equipo completo (La mayoria delos soldados bolivianos en la Guerra del Chaco fue sin el equipo visible en la fotografía, por varios motivos. / Foto: Victor Meden - Memorias de la Guerra del Chaco.

Extraído del libro:"LA GRAN BATALLA" Gral. Manuel Marzana Oroza. 

OFICIALES

SEMBLANZA DE SIMÓN I. PATIÑO


El enorme hormiguero que se operaba en las entrañas del cerro “Espíritu Santo” en la extracción del estaño, materia prima que contribuye a la economía nacional, innegablemente se atribuye a la pujanza e intereza de un hombre, que al pasar de los años se convirtió en tradición y leyenda de la tierra minera de Oruro. Para quien se escribieron artículos llenos de matices, llevados muchos de ellos por la fantasía, el mito y hasta la fábula de sus autores. Hablamos del que se le dio por llamar el “Barón del Estaño” don Simón I. Patiño, quien durante sus experiencias mineras adquirió una renombrada personalidad por ser bastante conocido en los círculos financieros e industriales en escala mundial.
A decir de las personas que tuvieron relación con don Simón I. Patiño, en los años de explotación de “La Salvadora” y demás yacimientos que fueron revertidos al Estado, para algunos fue hondamente querido, para otros, mirado con permanente rencor, mientras que los demás abrigaban para Simón I. Patiño, un respeto mezclado con envidia, de donde resulta casi imposible verter un concepto fehaciente de lo que en verdad fue este industrial boliviano.
Sus primeras experiencias las realizó en una concesión que dio por llamarla “La Salvadora” propiedad en la que don Simón I. Patiño erigió su residencia que resultó una verdadera fortaleza, la misma que al correr de los años, fue objeto de innumerables excavaciones por la creencia de poseer en pasajes secretos, ingentes tesoros y que muchos aseveran haber encontrado monedas de oro y plata, que los sacaron de pobres.

RECUENTO DE BAJAS DE LAS FUERZAS ARMADAS Y DE LA GUERRILLA DEL CHE DE 1967

Rangers bolivianos.

De: Carlos Soria Galvarro T. / Extracto de chebolivia.org

No es raro que en relación a la guerrilla del Che en Bolivia el año 1967 se produzcan graves distorsiones sobre diversos aspectos, sales entre otros, ailment con respecto a la composición, al número de los participantes y a las bajas ocurridas. Suele hablarse de “cientos de muertos” de ambas partes sin ningún fundamento. Por ello, es importante un recuento riguroso y documentado de lo acontecido.
En la parte de las Fuerzas Armadas estuvieron comprometidas en lo fundamental dos grandes unidades: La Cuarta División asentada en Camiri y la Octava con sede en Santa Cruz de la Sierra. Además, por cierto, de acciones parciales de la Fuerza Aérea Boliviana y de otros servicios tanto militares como policiales. Las propias fuentes militares calculan que por lo menos dos mil efectivos participaron en la fase final de aplastamiento de la guerrilla. Oficialmente, según la propia fuente militar, se registraron 49 muertos.

GUERREROS DEL AIRE EN LA GUERRA DEL CHACO


Fragmento del artículo escrito por Airton Laureano Chambi Ocaña / Estudiante de la Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés. / Revistas bolivianas.

Valientes bolivianos que surcaron los cielos para realizar observación, dar mensajes, así como ataques aéreos sobre las posiciones y fortines paraguayos. Las alas bolivianas siempre fueron superiores a las paraguayas durante la contienda y gran parte de ese mérito se debe a estos valientes. A la cabeza de ellos estaba el primer piloto boliviano, el orureño Juan Mendoza que fue jefe de maestranza y cuya misión era mantener en buen funcionamiento todo avión o camión que hubiese, misión que cumplió a cabalidad y con total entrega. Destacó el mejor de todos, Rafael Pabón Cuevas, "As" de la aviación nacional que venció en repetidos duelos aéreos hasta que cayó con gloria en 1934 y con él también se halla Jorge Jordán, comandante de la aviación nacional durante la guerra, hermano del valiente de Km.7, bravo piloto que defendió los cielos bolivianos.

EL 31 DE OCTUBRE DE 1952.- NACIONALIZACIÓN DE LAS MINAS

Finalmente, el 31 de octubre de 1952 fue dictado el Decreto de Nacionalización de las Minas en los Campos de María Barzola, de la histórica mina Catavi.
Las siguientes minas pasaron al Estado: Bolsa Negra, Kami, San José, Colquiri, Morococala, Huanuni, Alantata, Catavi, Antequera, Colquechaca, Colavi, Unificada del Cerro Rico de Potosí, Pulacayo, Matilde, Chorolque, Ánimas, Chocaya, Oploca, Venus, Pampa Grande y Viloco.
La trascendental medida ocupó la atención del mundo y provocó una reacción favorable y solidaria en toda América Latina.

PAZ ESTENSSORO FIRMA EL DECRETO


El 31 de octubre de 1952 Victor Paz Estenssoro firmó el decreto de nacionalización de las minas en el campo de María Barzola (Potosí). Uno de los postulados de la Revolución había sido la eliminación del llamado superestado minero. Entre abril y octubre de 1952 trabajó una comisión para estudiar las medidas a tomarse. Las presiones populares, canalizadas por la COB, definieron algunas dudas. El decreto se firmó contando con el control obrero; una medida política sin precedente en el continente, que demostraba fehacientemente la importancia capital del poder sindical, cuya fuerza se mostró nítidamente en los doce años de gobierno del MNR.

TEOPONTE; LOS HIJOS DEL CHE


Por: Roberto García - Revista Periscopio 28.07.1970 / Este artículo fue extraído de: http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/internacional/bolivia-che-guevara.htm

Omar Sharif encabeza el grupo. Al frente de una campaña alfabetizadora recorre la provincia de Larecaja —150 kilómetros al Norte de La Paz—, enseñando los caracteres rúnicos, fórmulas de abracadabra, escritura jeroglífica y cuneiforme, palimpsestos, pozos de la dicha. En rigor, todas son excusas para salvar vallas y llegar al cañón que guarda El oro de Mackenna. Luego de remover el río Kaka —transcurrido ya más de la mitad del film—, Sharif y sus compañeros arrojan las cartillas y estrenan incansables fusiles.
Pero la semana pasada, en la misma zona donde se rodó la película, y con un argumento parecido, actores más serios inauguraban por segunda vez la guerrilla en Bolivia.

DON ANICETO ARCE

Por: Ramiro Prudencio Lizón / Diplomático e historiador / Publicado en El País de Tarija el 14 de Abril de 2013.

Don Aniceto Arce fue uno de los principales luchadores por romper el enclaustramiento geográfico nacional.
La semana pasada hubo muchos comentarios en Tv sobre la Guerra del Pacífico y sobre el papel que le cupo realizar a los diferentes personajes nacionales que intervinieron en esa trágica contienda. Pero, lamentablemente, algunos de esos que podríamos denominar seudohistoriadores se atrevieron a criticar acerbamente la obra de ciertas personalidades, como don Aniceto Arce, quien posteriormente fuera presidente de la República.
Evidentemente los historiadores nacionales, salvo algunos muy meritorios, no se han preocupado mucho en resaltar el tenaz esfuerzo que efectuó el doctor Arce para obtener un puerto propio y soberano después de la desgraciada pérdida de nuestro litoral a causa de la guerra. Además, no era un puerto cualquiera el que pretendía sino el de Arica, el mismo que fue anhelado por casi todos los gobernantes anteriores a ese conflicto, es decir, Sucre, Santa Cruz, Ballivián, Belzu, Linares y Melgarejo, y ello, por ser el puerto natural de Bolivia.

LA HERENCIA DE LA DICTADURA EN BOLIVIA

Extracto de www.datos-bo.com

Según la organización internacional de derechos humanos, Amnistía Internacional, 200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen desaparecidas.
Entre 1964 y 1982, 200 personas en Bolivia fueron asesinadas, cerca de 5000 detenidas de forma arbitraria, alrededor de 20.000 deportadas o exiliadas y más de 150 permanecen desaparecidas, según Amnistía Internacional (AI). En su informe, la organización de derechos humanos asegura que el Estado boliviano apenas ha dado los pasos necesarios para esclarecer la verdad, juzgar a los responsables y resarcir a las víctimas o a sus familiares. "El principal obstáculo es la falta de apertura de archivos militares que podrían aportar información del paradero de víctimas y de las prácticas de violaciones que se desarrollaban en aquella época. Por otro lado, hay un tema de asignación presupuestaria, que impide a las comisiones encargadas de buscar a los desaparecidos llevar adelante su tarea. Este problema viene desde 1982 y se debe a la falta de voluntad política", aseguró a Página/12 María José Eva Parada, investigadora sobre Bolivia de AI.

CURIOSIDADES DE LA CREACIÓN Y NACIMIENTO DE LA REPÚBLICA DE BOLÍVAR (BOLIVIA)

Este artículo fue originalmente publicado en el matutino Correo del Sur de Chuquisaca el 6 de agosto de 2018. // http://correodelsur.com/especial/20180806_republica-de-bolivar.html

Reuniones de la asamblea se llevaron a cabo en el aula magna de la Universidad San Francisco Xavier, fundada por los jesuitas en 1624. Al ser el lugar del nacimiento de Bolivia, se denominó como Salón de la Independencia de la Casa de la Libertad.
Egresados de San Francisco Xavier con “el diploma latino de doctorado en ambos derechos” constituyeron la mayor parte de los diputados de la Asamblea Deliberante de 1825. 30 de los 48 se habían formado en esa casa de estudios.
Pobladores se daban cita a las sesiones de la Asamblea, para presenciar los debates de los representantes de las cinco provincias de ese entonces: Chuquisaca, Potosí, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Únicamente la sesión del viernes 19 de agosto contó con la presencia de los 48 diputados electos. Para el 6 de Agosto, cuando se declaró la independencia, todavía no había llegado Vicente Caballero (Santa Cruz). Ninguna sesión secreta contó con todos los delegados.
Bolívar fue el nombre con el que nació la república independiente, tras la decisión de los diputados que se reunieron en Chuquisaca del 10 al 26 de octubre de 1825, en 31 sesiones ordinarias y cinco secretas, estas últimas realizadas todas en agosto.
La asistencia de los 48 diputados fue muy irregular, las sesiones ordinarias tuvieron un promedio de 40.9 diputados por sesión y las secretas de 39.2. Sólo Martín Cardón (La Paz) y Manuel José Calderón (Potosí) asistieron a todas, aunque no participaron en debates.

10 DE MAYO DE 1877 PRISIÓN Y CONFINAMIENTO DE PERIODISTAS

Por: Luis S. Crespo  - gonzalocrespo30@gmail.com / Publicado en el periódico El Diario, el 10 de Mayo de 2016.

Por decreto de 8 de mayo de 1877, el gobierno del general don Hilarión Daza dejó sin efecto la convocatoria de la asamblea constituyente, aplazándola para la "época en que se pacifique por completo la república y se encuentre el fisco con el erario suficiente para atender los viáticos y dietas de los convencionales”.
El perióodico “La Reforma” de La Paz, cuyo editor era don César Sevilla, y redactores don Félix Reyes Ortiz, don Jenaro Sanjinés y don Severo Matos, impugnó editorialmente, en su número del 12, el decreto de aplaza-miento, demostrando al gobierno que no había tal guerra civil, y que Bolivia podía poner sin esfuerzo los fondos que se necesitaban para la reunión del congreso. Al concluir decía: “Hay plata y no hay guerra civil: reorganícese el país por medio de la representación nacional”.
La lectura de este escrito encolerizó terriblemente al presidente Daza, quién, en un día como hoy, hizo conducir a su presencia a Reyes Ortiz y a Matos. En el salón del pala-cio, los ultrajó de palabra, llegando al extremo de abofetear al primero, y librándose el segundo de los golpes de mano por la intervención del edecán José R. Ávila. Ordenó en seguida que los encargados de prisiones los condujesen a Caupolican (hoy Prov. Franz Tamayo) en calidad de confinados políticos.

24 DE ENERO DE 1899.- LA MASACRE DE AYO AYO

Lugentes Campi, Campos de dolor.

Las innecesarias crueldades de los soldados unitarios también provocaron en respuesta una terrible masacre en la iglesia de Ayo Ayo, donde el escuadrón constitucional Sucre fue muerto en manos de los indígenas. La muerte de lo más selecto de la juventud sucrense en Ayo Ayo fue un golpe difícil de olvidar para los chuquisaqueños. Indignado por estos acontecimientos Mariano Baptista escribió uno de los artículos más racistas contra la población aimara titulado “Lugentes Campi”, campos del dolor.

LA MASACRE

JUAN PEREDA. LAS BRUMAS DE LA HISTORIA

Por: Carlos D. Mesa G. / Extracto del blog personal de Carlos D. Mesa G.carlosdmesa.com / Publicado el 4 de diciembre de 2012.

Nueve de la noche del 21 de julio de 1978, Palacio Quemado. Hugo Banzer acaba de pronunciar entre lágrimas su discurso de renuncia a la presidencia, y entrega el mando por un par de horas a una Junta Militar de transición.
Desde Santa Cruz, el Gral. Juan Pereda Asbún le ha hecho conocer un ultimátum amenazando con atacar la sede de gobierno si no le entrega el mando de la nación. A las once y treinta, dos horas y media después, Pereda irrumpe en Palacio y jura a la presidencia. Se ha consumado un golpe de Estado que abre el periodo de mayor inestabilidad de nuestra historia. Entre ese 21 de julio y el 10 de octubre de 1982, en algo más de cuatro años, Bolivia tuvo ocho presidentes y una Junta Militar.

EL GEÓGRAFO MANUEL VICENTE BALLIVIÁN FUE UN GENUINO FUNDADOR DE COBIJA

Por: Wilson García Mérida / Publicado en el periódico Sol de Pando, el 9 de febrero de 2015.

HISTORIA DE UNA CIUDAD En 1927, a dos décadas de su creación, los habitantes más prósperos de Cobija provenían de 13 nacionalidades: 39 bolivianos, 28 sirios, 23 portugueses, 15 japoneses, 16 brasileños, ocho peruanos, cuatro españoles, tres italianos, tres suizos, dos argentinos, dos africanos, dos franceses y un griego…
El 21 de octubre de 1927, casi dos décadas después de haberse constituido como una ciudad portuaria, el intendente de Cobija Miguel Melgarejo dirigió una carta al director del periódico brasileño “La Voz do Acre”, editado en Pará, polemizando acerca de la cantidad de habitantes nacionales y extranjeros que moraban en esta parte del llamado Territorio Nacional de Colonias del Noroeste. La carta fue transcrita por José Salmón Ballivián en su libro “Por Tierras Calientes”.
De los aproximadamente mil habitantes establecidos en la ciudad, se sostenía que el 50% eran brasileños y el resto de la población era compartida entre migrantes del interior de Bolivia junto con colonos portugueses, sirios, japoneses, españoles, italianos, franceses y peruanos. El intendente Miguel Melgarejo aseguraba que “no eran tantos” los brasileños.
“Aunque no existe un censo de estos dos últimos años, tratándose de una población pequeña como es ésta, es fácil demostrar que la proporción que su diario indica no es muy precisa” —replicó el intendente boliviano esgrimiendo datos del Censo de 1925 que “en el radio urbano de Cobija sólo arroja la suma total de 486 brasileños; número que nosotros quisiéramos que aumentara mucho más, dadas las simpatías de que gozan acá y a quienes rodeamos de toda clase de garantías y seguridades”.
Ciudad nacida entre migrantes.

UYUNI: HITO DEL ESFUERZO


Por: Rómulo Elio Calvo Orozco / Extracto de uyuniweb.com

Aún en nuestros días es difícil comprender porque se ubicó a Uyuni, en medio del frío altiplano, en una región donde nada le protege contra los vientos glaciares del invierno y en una llanura desierta, posiblemente fue por estar en la punta de rieles del ferrocarril que llegaba de la costa. El 11 de Julio de 1889,mediante resolución ministerial firmada por Aniceto Arce e Isaac Tamayo, se dispuso la creación de una ciudad en el km 610 de la vía de Antofagasta a Pulacayo bajo la denominación de “Ciudad Uyuni”. La fundación oficial se realizó el 20 de Febrero de 1890, en sencilla ceremonia con la presencia del Prefecto de Potosí, el Ing. Pinkas y 30 personas domiciliadas en el lugar. Los pobladores opinaron que la nueva población se llame Ciudad Arce; pero don Aniceto, no acepto. Los Ings. Julio Pinkas y Emilio Caussin, trazaron un plano de urbanización con calles anchas para evitar el congestionamiento vehicular.

EL GENERAL CELEDONIO AVILA

Del Libro “Tarijeños Notables" de Tomás O’Connor d’Arlach. Imprenta “La Estrella de Tarija” Tarija-Bolivia. 1888.
I.
Tendríamos que escribir un voluminoso libro si fuéramos a narrar prolijamente todos los detalles de la vida heroica y por mil títulos notable del distinguido tarijeño con cuyo popular y respetable nombre encabezamos estos ligeros rasgos biográficos, en los cuales, siguiendo el plan que nos hemos trazado al emprender esta obra, consignaremos únicamente los actos más memorables y los hechos más culminantes de la vida del personaje a cuya memoria los consagramos.
II.
En nuestra infancia conocimos al General Ávila y le vimos con frecuencia sentado en nuestro humilde hogar, participando como leal y sincero amigo, de las alegrías o de las tribulaciones de nuestra familia, como fiel depositario de la confianza que inspiraban sus antiguas y sólidas relaciones con aquella y la reconocida lealtad de su carácter.
Nos parece estarle viendo todavía: de alta. robusta y gallarda estatura, que le daba cierta superioridad sobre los demás; rostro moreno, tostado por los soles, las nieves y los vientos de largas y penosas campañas; acento dulce, suave y atrayente, imperioso con los hombres, fino, cortés y amable con las señoras, su exterior era de suyo simpático, y mucho más simpático, hasta venerable para el observador diestro, que reconocía en él un fondo de lealtad y honradez distinguidas y acrisoladas, que hacía a este severo militar doblemente recomendable.

LA EXPEDICIÓN DEL GRAL. MANUEL RODRÍGUEZ MAGARIÑOS EN EL RÍO PILCOMAYO

Por: José E. Pradel B. (*) / El Diario, 5 de Noviembre de 2013.

Cuando el presidente boliviano Gral. José Ballivián (1805-1852), llegó al poder en 1841, el país se encontraba en un total aislamiento comercial, su único puerto en el océano Pacífico; Santa María Magdalena de Cobija era muy precario y se encontraba alejado de las principales ciudades de la época, como fueron: La Paz, Oruro y Potosí. Para llegar a dicho puerto, se tenía que atravesar la cordillera y cruzar el desierto de Atacama. En ese momento, Bolivia miró al océano Atlántico, como una alternativa prospera, pero ¿Cómo llegar al Atlántico? ¿Qué corrientes eran las adecuadas? ¿Son navegables los ríos Pilcomayo y Paraguay? ¿Qué poblaciones habitan las riberas de estos ríos?, fueron las interrogantes que motivaron que el gobierno de la época incentivara la exploración y colonización de las tierras bajas bolivianas.

Estos territorios son parte de dos extensas regiones geográficas, al norte/noroeste la Amazonia y al sur/sureste el Chaco. En este caso, para llegar al océano Atlántico, se pensó en el río Pilcomayo de la región del Chaco, aunque fue una corriente explorada en la época colonial por el Capitán Andrés Manso (1559); los padres jesuitas Gabriel Patiño y Lucas Rodríguez (1722) y el “Oficial de la Real Armada española D. Manuel Antonio Flores, Encargado de la Demarcación de Límites entre las Coronas de España y Portugal, tuvo entre otras importantes comisiones la de averiguar las comunicación del Río de la Plata con las Misiones de Chiquitos y pueblos del Perú por el Pilcomayo (1756)” 1. Sin embargo, se mantenían las interrogantes de ¿Cuál era la fuerza de la corriente? y ¿Cuál era el fondo y curso del citado río?

VÍCTOR PAZ ESTENSSORO Y LA GUERRA DEL CHACO

En 1932 intervino en la Guerra del Chaco como interventor del Primer Cuerpo del Ejército asentado en el Fortín Saavedra. 
A solicitud del propio Paz fue incorporado en la “Batería Seleme” de Artillería y estuvo en el frente de batalla en el ataque al Fortín 27 de noviembre, el cerco de Carandaití y la retoma de Charagua. 
Ascendió a cabo en 1934 y a sargento en 1935. 
Condecoraciones: Medalla de Guerra, Mérito Militar y Cruz de Bronce. 
Encabezó la Revolución Nacional de 1952.
Nació el 2 de octubre de 1907 en la ciudad de Tarija.

MORDAZAS; LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MÁS IMPORTANTES INTERVENIDOS O CLAUSURADOS


Por: Rafael Archondo. // Este artículo está disponible en: http://hparlante.wixsite.com/digital-media/single-post/2016/05/11/Historia-de-cinco-mordazas

Ensayamos aquí una breve historia de las mordazas aplicadas en el país. El recorrido debería servir para entender en perspectiva cuándo y dónde fue lesionada la libertad de expresión en Bolivia.
Cinco han sido los medios más importantes intervenidos o clausurados en el pasado reciente: “La Calle” (1946), “La Razón” (1952), “Los Tiempos” (1953), “El Diario” (1971) y el Sistema RTP (1988). Veamos qué sucedió.

“LA CALLE” EN EL FAROL

La prensa que conocemos hoy, es decir, una con rasgos industriales, apareció en Bolivia a principios del siglo XX, junto a un empresariado capaz de financiar iniciativas de ese calibre. El 5 de abril de 1904 aparece “El Diario”, el periódico boliviano más antiguo en actual circulación. Uno de sus accionistas principales fue el magnate del estaño, Simón I. Patiño. El 17 de febrero de 1917 empezó a circular “La Razón”. Su propietario era otro empresario minero, Félix Avelino Aramayo. “La Patria” salió a las calles el 19 de marzo de 1919 y todavía subsiste. A diferencia del resto, no circula en La Paz, sino en Oruro. El siguiente en aparecer será el vespertino “Última Hora”, fundado el 30 de abril de 1929 y vinculado hasta su cierre, en 2001, con las empresas dedicadas a la extracción de zinc y oro. Su accionista prominente fue Mauricio Hochschild, otro de los magnates mineros de la época. Completan este cuadro, “Los Tiempos” de Cochabamba, nacido en septiembre de 1943, y “La Jornada” de La Paz, que apareció en los quioscos en febrero de 1948.
Directa o indirectamente financiados por las empresas estañíferas más importantes, estos diarios se convirtieron en sus modernos espacios de irradiación pública. Sin embargo, de todos ellos, “La Razón” fue su bastión más connotado, el buque insignia de la llamada oligarquía minero feudal. En la vereda del frente se fue erigiendo una trinchera de papel que con lucidez y humor empezó a competir en la defensa de las ideas contrarias: “La Calle”, periódico creado en 1936. Constituido por un grupo de intelectuales nacionalistas, este diario libró escaramuzas impresas con los demás y poco a poco se fue transformando en la voz rebelde por excelencia. Varios de los creadores de “La Calle” se comprometieron, en 1942, con la fundación del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
“La Calle” acompañó con tal ardor el proceso nacionalista que le tocó compartir el destino trágico de Villarroel. Cuando el cuerpo del Presidente mártir pendía de un farol de la plaza Murillo, el diario era clausurado por el nuevo régimen. Fue la mordaza contra los que se atrevieron a mirar más lejos del libreto entreguista de la época.
¿Alguien alzó su voz para lamentar el hecho? Naturalmente nadie. Los diarios de la llamada “rosca” aplaudieron desde sus balcones, igual que los periodistas asociados del momento. Tras aquel sangriento 21 de julio de 1946, las asociaciones de periodistas coincidieron en celebrar la restauración del poder tradicional en manos de los empresarios mineros. El Segundo Congreso Nacional de Periodistas se realizó el 10 de mayo de 1947, un año después, y allí le rindieron homenaje al escritor Alcides Arguedas.

“LA RAZÓN” Y “LOS TIEMPOS”, ACRIBILLADOS

Con su principal rival amordazado, “La Razón” siguió desplegando su poder de persuasión. Sin embargo, “La Calle” ya había sembrado su semilla en las conciencias de miles de bolivianos. La confrontación social edificaba dos bandos: los empresarios mineros, los terratenientes, el ejército y la gran prensa por un lado, y por el otro, los mineros, los pobres de las ciudades y los partidos rupturistas. Pero lo que nadie esperaba era que el MNR, parte vital del polo anti-sistema, ganara unas elecciones. Sucedió el 6 de mayo de 1951. La vigencia del llamado “voto calificado” hacía muy difícil el triunfo de una organización respaldada por obreros y campesinos. Sin embargo ocurrió y es que segmentos importantes de las clases letradas habían sido seducidos por el partido editor de “La Calle”. 
El triunfo electoral del MNR provocó pánico entre dueños de minas y diarios. El 16 del mismo mes, el presidente Urriolagoitia cede el poder a las Fuerzas Armadas desconociendo los resultados electorales y abonando el terreno para la insurrección. En septiembre de 1951, el nuevo gobierno militar deroga la Ley de Imprenta de 1923 a fin de poder controlar mejor a los diarios. Las asociaciones de periodistas celebran su Congreso, el cuarto, en instantes en que se ha frenado de manera violenta la llegada al Palacio de los enemigos del poder minero. El Congreso tiene lugar el 4 de noviembre de 1951. Es cuando los hombres de la prensa se reúnen por última vez bajo el paraguas de los dueños y directores de periódicos, y analizan la derogatoria de la Ley de Imprenta, sin condenar el acto. El sistema de asociaciones vive sus últimos días como única forma organizativa de los periodistas. Nunca más se volverían a integrar en un solo temario las tribulaciones por la compra de papel, urgencia típicamente empresarial, con la jubilación de los trabajadores.
Un mes después, el MNR organiza un golpe de Estado para hacer valer su triunfo en las urnas. El intento de derrocamiento se convierte en algo más serio. Los trabajadores asaltan cuarteles, saquean arsenales, levantan barricadas y acaban con el ejército en menos de dos semanas. Una de las primeras medidas del gobierno revolucionario fue reponer la Ley de Imprenta derogada por el régimen militar. 
Si con el cierre de “La Calle” terminó de cristalizar el monopolio de los empresarios sobre los medios de comunicación, después de la insurrección de 1952, el péndulo cruzó claramente hacia el otro extremo. Así, mientras “El Diario” pasaba a manos de otros dueños y al igual que “La Patria” y “Última Hora” se barnizaba de neutralidad perpleja ante los acontecimientos, “La Razón” dejaba de circular como inicial medida de cautela. Por su parte, “Los Tiempos” mantenía una posición beligerante y pro latifundista arriesgando el pellejo. El sistema de diarios de la gran minería se precipitaba a su colapso.
Y es que las cosas no se mantendrían en la expectación; hablarían las acciones. La recién fundada Central Obrera Boliviana (COB) celebró su Primer Congreso en octubre de 1954. Como es de suponer, las asociaciones de periodistas, tradicionalmente adversarias del MNR, no participan. El país ya les era ajeno. Este congreso toma una decisión importante: pedir la expropiación de “La Razón” y “Los Tiempos” en represalia por su compromiso con los poderosos del pasado. Semanas más tarde, un grupo de trabajadores asalta el edificio de “La Razón” y destruye las máquinas de impresión. Había muerto uno de los grandes periódicos del siglo XX, quizás el más moderno y completo. El ministro de Prensa e Informaciones de entonces, Hugo Roberts, lamentó el ataque y señaló que de haber sabido que se planeaba el asalto, hubiera preferido expropiar el diario para que su imprenta siga cumpliendo un servicio a la sociedad, así sea bajo el control de la COB. Lo evidente es que el régimen no hizo nada para evitar la caída.
Meses después, un grupo de milicianos ocupa las instalaciones de “Los Tiempos”, sometido hasta entonces a varios meses de asedio oficial. Sin embargo no llegan a destruir los equipos de impresión por lo que el periódico pudo reaparecer en 1964 cuando el temporal revolucionario había amainado.
Para consolidar su poder, el MNR necesitaba plantar cara en cancha periodística. Para ello el 12 de octubre de 1952 sacó a las calles “La Nación”, dirigida por Saturnino Rodrigo. Allí se forjó una plantilla de periodistas asimilados a las nuevas ideas en vigencia. De pronto un segmento laboral tan conservador fue transformándose en el nuevo bastión intelectual del nacionalismo.
Consecuente con ello, el 23 de marzo de 1963 nace la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (FTPB). El auge sindical provocado por la Revolución había llegado hasta los hombres de la prensa. Las asociaciones, que incorporaban a directores y propietarios en sus filas, no desaparecieron, aunque sí pasaron a jugar un rol secundario dentro de un contexto hostil.
En ese sentido, tras el estallido de la Revolución, se produjo la separación de periodistas y empresarios mediáticos en organizaciones diferentes. Mientras los primeros se agrupaban en la FTPB, los segundos creaban una filial de la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP). Desde ahí comenzarían a defender su existencia ante los embates de la Revolución, que a pesar de su carga violenta, nunca llegó a eliminar la propiedad privada de los medios de comunicación.

Tras el golpe del general Barrientos en 1964, se inauguraba un periodo de gobiernos militares que duraría 18 años, por lo cual la lucha por profundizar la Revolución se convirtió para muchos en la pelea por recuperar la democracia y las libertades sindicales. Se abría entonces la dialéctica del “poder dual” entre las Fuerzas Armadas y la COB, entidad en torno a la cual se agruparon los partidos de izquierda del momento, incluido el derrocado nacionalismo. En este segundo bloque permanecerían los periodistas hasta la recuperación plena de las libertades democráticas en octubre de 1982.

“EL DIARIO” SE HACE COOPERATIVA

Los periodistas entraron a la batalla entre sindicatos y militares, esta vez, afiliados al polo obrero. Cuando el anticomunismo del régimen estaba en su máximo apogeo, el 27 de abril de 1969, el helicóptero en el que volaba Barrientos cayó envuelto en llamas. Se produjo entonces un vacío de poder. La derecha no contaba con una carta de recambio, el MNR seguía en el exilio, la COB en la clandestinidad, los mineros en pie de lucha y la clase media, incluidos los periodistas, en proceso de radicalización. Después de un paréntesis constitucional al mando del vicepresidente Siles Salinas, el 26 de septiembre de 1969 asume el mando el general Ovando Candia. En contra de lo esperado, da un viraje hacia la izquierda y decide abrir las puertas de su gabinete a un grupo de jóvenes, dispuesto a profundizar las estructuras todavía vigentes de la Revolución de 1952. Varios de ellos habían fundado o colaborado con periódicos de izquierda, que volvieron a recuperar la tradición de hacer política desde las páginas impresas.
Mientras tanto, ese año, era elegido como secretario ejecutivo del sindicato de la prensa de La Paz, Andrés Soliz Rada, un hombre comprometido con la llamada izquierda nacional. El 18 de junio de 1969, Soliz impulsa un comité encargado de estudiar la nacionalización de la Gulf Oil Company. La actividad sincronizada de los ministros de Ovando y la labor de los sindicatos de la prensa alcanza esa meta en un tiempo increíblemente breve. El 17 de octubre de 1969 se firma el decreto de nacionalización. Volvían a vivirse los aires del 52, pero ahora los periodistas estaban en la otra línea de combate, aunque con una influencia agigantada.
Más adelante, la alianza de Ovando con la FTPB quedaría sellada en un documento que pasará a la historia como el máximo avance logrado por la organización sindical desde su creación. El 19 de febrero de 1971, se promulga el decreto 09113 que contiene una lista de beneficios para los periodistas, entre los que se incluye su derecho a opinar mediante la columna sindical, hoy repuesta por el gobierno del MAS. Los dueños de los periódicos se sintieron avasallados y como es lógico, recurrieron a sus protectores internacionales. Tom Harris, entonces presidente del comité de libertad de prensa de la SIP, envió una carta al gobierno boliviano en los siguientes términos: “Esta medida abriría el camino para publicar declaraciones irresponsables que podrían ser perjudiciales a los periódicos y al gobierno. De este modo se le priva del poder de decisión al director o al propietario del periódico, quienes exigen que se publique la verdad y quienes deben mantener su dominio sobre su personal”. De la misma manera, Robert E. Evans, entonces presidente de la Asociación Interamericana de Radiodifusión, escribió: “Estas disposiciones impiden el libre ejercicio de los principios de una buena dirección, exigiendo tiempo para que los periodistas expresen sus personales opiniones”.
La respuesta del Ministro de Informaciones, Alberto Bailey, fue redactada en estos términos: “Debo llamar la atención sobre la deplorable contradicción en la que incurre al asumir el principio de la libertad de prensa y al mismo tiempo oponerse a la práctica de la libertad, precisamente por periodistas profesionales. La SIP se constituye así en defensora de la libertad de expresión irrestricta, pero no cuando ésta se refiere a los periodistas. Respecto a la presunta irresponsabilidad de los periodistas que escriben y firman artículos, rechazo la afirmación que hace usted por agraviante e injusta”.
La aplicación del decreto en cuestión fue inmediata. Las temidas columnas aparecieron en todos los diarios llamando a luchar por el socialismo. De la misma forma, los domingos se convirtieron en jornadas de descanso para los periodistas, aunque no para el núcleo de activistas de la FTPB. Y es que los lunes comenzó a circular el semanario “La Prensa”, el único en los quioscos aquel día de la semana. En su primer editorial, el 2 de marzo de 1970, este periódico, editado por la FTPB expresaba que los periodistas, en consonancia con sus documentos congresales, “se hallan ligados al proceso de liberación nacional iniciado por los guerrilleros de la independencia”.
Por todo ello, corrientes internas de las Fuerzas Armadas expresaron su molestia por las medidas asumidas por Ovando. Una acción decidida en su contra lo obligó entonces a presentar su renuncia. En ese momento, una vez más intervinieron los dirigentes de la prensa y junto a la dirigencia de la COB se sumaron al general Juan José Torres, sublevado en base aérea de El Alto. Así, el 9 de octubre de 1970, lo acompañaron hasta el Palacio de Gobierno para que jure como nuevo Presidente. El nuevo titular en el poder decidió ir más lejos que su predecesor decretando la nacionalización de la mina Matilde en poder de una empresa norteamericana. Aquel sería el último clarín de alarma capaz de unir a los sectores conservadores.
La FTPB vivía en estado de permanente alerta. Comprometida como estaba con el gobierno de Torres, realizó su segundo Congreso Extraordinario en marzo de 1971. En ese momento su principal dirigente, Oscar Peña Franco, ya era subsecretario de Informaciones del gobierno. A ese grado había llegado el compromiso sindical con el militarismo de izquierda.
¿Qué más podía conquistar la FTPB? En esta guerra siempre se podía dar un paso más, que a su vez invitaba a dar el siguiente. Así sucedió. La decisión de ocupar “El Diario”, aunque no para destruirlo como sucedió con “La Razón”, sino para expropiarlo, ya había sido tomada en el Cuarto Congreso de la COB. Sólo faltaba que alguien se atreva a hacerlo y la FTPB procedió a forzar la cooperativización del periódico. Cooperativizar significaba que el medio pasaba a propiedad de los trabajadores y periodistas organizados y como éstos estaban afiliados al sindicato, entonces el dueño real terminaba siendo la FTPB. De esta forma, sindicatos y gobierno revolucionario controlaban cuatro periódicos, dos de ellos de gran circulación.
Como vemos, el proceso ya había ingresado a una espiral sin precedentes. El 19 de agosto de 1971 se inicia el levantamiento militar en Santa Cruz. Lo conduce el coronel Hugo Banzer Suárez. El suyo llegaría a ser uno de los gobiernos que más periodistas exilió durante la segunda mitad del siglo XX, y es que se habían ganado la fama de “comunistas”.

CLAUSURA DE RTP

Hasta aquí hemos hecho un recuento de cuatro mordazas aplicadas con igual rigor a diarios insurrectos o conservadores. La tónica ha sido la misma, cada periódico cayó víctima de su propio compromiso ideológico y quienes aplicaron el cerrojo fueron gobiernos de facto o revolucionarios. Cada uno de esos actos se produjo en medio del temor y la clandestinidad, al amparo de la acción directa y violenta, pero también contando con el respaldo social a un ideario que se había hecho fuerza movilizada. Pero nos falta aún un episodio más reciente.
El caso que sale de la norma observada hasta acá es el de junio de 1988. En ese mes, la difusión de una entrevista al narcotraficante Roberto Suárez, en un programa del Sistema RTP, en la que éste calificaba al Presidente Paz Estenssoro como el virrey de la cocaína, generó una reacción compacta y adversa de todos los poderes del Estado. Mediante una resolución administrativa de la Dirección General de Telecomunicaciones, se ordenó la clausura temporal del canal cuatro y de radio Metropolitana. La sanción fue fijada por seis meses y luego ampliada a un año. El parlamento aprobó ese mismo día una minuta de comunicación instando al Gobierno a tomar represalias. El caso recorrió todos los peldaños del Poder Judicial con resultados contrarios al medio de comunicación. Los empresarios televisivos aplaudieron la medida, pero también los periodistas sindicalizados. Los únicos que protestaron fueron los televidentes, que reunidos en la plaza San Francisco, fundaron un partido político, convertido en mayoría electoral en el departamento de La Paz durante una década.
¿Fue aquel un acto legítimo de sanción estatal a la apología del delito?, ¿no sería más bien una hábil movida para eliminar a un competidor empresarial?, o ¿un castigo a quien se perfilaba como interlocutor privilegiado de los más pobres? Es difícil saberlo con solvencia. Lo evidente es que la clausura de RTP fue otro episodio de complacencia ante un abuso de poder de dudosas motivaciones.

CONCLUSIONES

Si alguna lección podemos aprender de la Historia, es que la clausura de un medio es un hecho absolutamente excepcional, y que su puesta en escena depende de un contexto político en el que la mayor parte de los resortes de poder se une para convalidar el hecho.
Otro dato importante es que en estos casos, la legitimidad ha ido por delante de la legalidad. Los cuatro diarios citados acallaron sus rotativas sin que la Ley de Imprenta pudiera ampararlos, y en el caso de RTP, todo transcurrió en medio de una indiferencia de Pilatos ante el escamoteo de las normas. Ahí, en el contexto político, antes que en una ley propiamente dicha, reside el oráculo de nuestra proyección. En efecto, la ley puede facilitar o entorpecer el cierre de medios, pero nunca será determinante para darle la orientación final al proceso.

AERONAVE DE RECONOCIMIENTO, CAZA Y BOMBARDEO VICKERS TYPE 143 "BOLIVIAN SCOUT"


Vickers Type 143 "Bolivian Scout"
Designación: monoplaza de caza y bombardeo
Origen: Inglaterra
Dimensiones: envergadura: 10.36m, longitud: 8.50m, alto: 3.43m.
Prestaciones: velocidad máx.: 241km/h., autonomía: Km., techo de servicio: 6,100m
Peso vacío: 1,019Kg., peso máx.: 1,415Kg.
Planta motriz: Bristol “Júpiter” VI-A de 450hp
Armamento: 2 ametralladoras Vickers calibre 7.7mm

Narrativa: Seis aeronaves de este tipo fueron adquiridas en 1929, llegando al país para Diciembre de ese año, como parte del “paquete” Vickers adquirido por medio del empréstito Dillon Read. Operaron ampliamente como cazas y en exploración previa a la guerra, al menos dos sufrieron accidentes en instrucción por lo que solamente cuatro estuvieron disponibles al inicio de hostilidades. El Cap. Rafaél Pabón C. obtuvo su primera victoria aérea tripulando una aeronave de este tipo (No. 96), al igual que el My. Luís Ernst R. Sólo una de las aeronaves operó hasta el fin de la contienda.

Extraído de: AviacionBoliviana.Net

DE POTOSÍ A TARIJA RECUERDOS É IMPRESIONES

Por: Juan Misael Saracho / Este artículo apareció publicado en El País el 8 de Diciembre de 2013.

El viajero que, desde las heladas regiones de Potosí, quiere hacer una excursión hacia el Sud Este de la República de Bolivia, y sigue ese rumbo, llega, después de ochenta leguas de viaje por caminos de herradura y faldeando abruptas montañas y- cruzando floridas vegas, a la Ciudad de Tarija, Capital del Departamento del mismo nombre y qué en la época colonial fue Partido de la Provincia importante de Potosí. 
Hermoso contraste entre las rejiones minerales más ricas de la República, y tal vez del mundo y El valle más ameno y feraz de- Bolivia!.
Seis leguas Antes de llegar á la Ciudad de Tarija, el -viajero camina por las desoladas y fríjidas pampas de la altiplanicie de Guanacuno, donde no entretienen la vista sino elevadas y áridas montañas que circundan el horizonte, cuando de improviso se encuentra en la cumbre de la cuesta de Iscayache, y desde ésa altura mira extenderse a sus pies una inmensa planicie salpicada de manchas oscuras, formadas por la vegetación que cubre el suelo.
Fijando detenidamente, la vista en el panorama, se comprende que aquella inmensa hoya ha sido, en tiempos remotos, depósito de aguas, por el aspecto mismo del terreno, que muestra los contrafuertes de las altas montañas agrietados por todas partes y con aquel aspecto tan característico de las rocas bañadas por las aguas.

LA DICTADURA DE HUGO BANZER SUAREZ FUE PARTE DE LA OPERACIÓN CÓNDOR

Fuente: El dictador elegido: biografía no autorizada de Hugo Banzer Suárez - Escrito por Martín Sivak.

Las muertes de Zenteno Anaya y J. J. Torres tienen un punto en común: son parte de la Operación Cóndor. LA participación de Banzer en la coordinadora represiva de América del Sur fue probada, pero su empecinamiento en desmentirlo genero una gran crisis política durante su presidencia constitucional. A continuación, algunos de los elementos de esa prueba:
Su ex ministro del Interior, Alfredo Arce Carpio, lo dijo en una entrevista para El asesinato de Juan José Torres, Banzer y el MERCOSUR de la muerte. “La coordinación entre Argentina, Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay, que se llamó Operación Cóndor, existió. Esa forma de espionaje fue real. Los gobiernos militares de América acordaron tener un trabajo conjunto de información e intercambio de prisioneros”.
Un documento de la CIA, en manos de la justicia española, indica que “Chile es el centro de la Operación Cóndor y sus miembros incluyen a Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay”. Cuando habla de miembros se refiere al gobierno no a particulares.
Un nuevo documento del Departamento de Estado lo confirma: en el encabezado señala INMEDIATE BUENOS AIRES, MONTEVIDEO INMEDIATE, SANTIAGO INMEDIATE, LA PAZ INMEDIATE, INMEDIATE BRASILIA, ASUNCION INMEDIATE. En el documento, fechado el 16 de agosto de 1976, se mencionan “asesinatos planeados y dirigidos por los gobiernos dentro y fuera del territorio de los miembros del Cóndor”. Y un párrafo dedicado a Bolivia: “WE PROPOSE TO ENGAGE THE HIGHEST LEVEL OF GOBERNMENT IN ARGENTIN URUGUAY AND BOLIVIA IN A BROAD DISCUSSION OF THE ISSUES AND SECURITY UESTIONS INVOLVE”. (Nosotros proponemos comprometer al más alto nivel del gobierno en Argentina, Uruguay y Bolivia en una amplia discusión sobre los temas y las cuestiones de seguridad correspondientes).

LA PERSECUCIÓN DE MAESTROS EN LA DICTADURA BAZERISTA


Fuente: BANZER GENIO Y FIGURA… / Editorial: Crear Impresiones. La Paz - Bolivia. 2008. // Foto: El ex-dictador Hugo Banzer durante su segundo mandato, esta vez constitucional.

Cómo señala el informe de 1976 de la COB: El golpe de Banzer significó también el inicio de la persecución contra los dirigentes del Magisterio Nacional, Departamental y miembros de base, y la incautación de sus sedes sociales por parte del propio Ministerio de Educación y de los miembros falangistas que lo integraban.
Así como las Universidades bolivianas fueron clausuradas, de la misma manera el gobierno de Banzer se inició con la clausura del año escolar, con lo que se creó un periodo apto para intervenir las organizaciones sindicales. Y efectivamente, al iniciarse las labores del próximo año, la Federación Nacional de Maestros Urbanos y las Federaciones Departamentales, cuyos dirigentes estaban detenidos, presos o perseguidos, aparecieron con nuevos dirigentes designados por el Ministerio del ramo, asignado a Falange Socialista Boliviana (FSB), bajo una resolución que decretaba la intervención de dichos organismos sindicales.
A partir de entonces quedaron anuladas las direcciones genuinas y, en consecuencia, el Magisterio quedó incapacitado para hacer escuchar sus reclamos o plantear sus puntos de vista. Situación que se prolongó nada menos que hasta septiembre de 1974, fecha en que se clausuró nuevamente el año escolar como respuesta a las exigencias del Magisterio para reivindicar su derecho a elegir libremente a sus personeros.

SOBRE LOS AJUSTICIAMIENTOS EN TEOPONTE

Dos conscriptos que pasan la revista militar en la zona de Teoponte, antes del enfrentamiento con la guerrilla, en 1970. / La Razón 

Fragmento de la nota escrita por: Erick Ortega Pérez / Publicado en el periódico La Razón (Informe) el 28 de octubre de 2013.

Su voz es aguda, pero firme. Y dispara: “Le voy a contar algo de lo que nunca hablé durante más de 40 años. No tengo nada que ocultar y quiero que sepa que yo solamente cumplía órdenes. Usted me pregunta si hubo ejecuciones en Teoponte, pues yole digo que sí. Sí las hubo”.
Hace 43 años era un soldado raso. No uno cualquiera. Se enfrentó contra el grupo insurgente guevarista que caminó por la selva del norte de La Paz.
Hoy es funcionario público; un hombre moreno, grueso, de 63 años. Pide que se le nombre con su apodo de guerra: El Boro. Comenta que en la campaña de insurrección de 1970, él fue testigo del asesinato de tres rebeldes. La instrucción que recibió era clara: no dejar a ninguno con vida.

GUALBERTO VILLARROEL LÓPEZ. EL CICLO MILITAR

Por:  Juan Alberto Quiroz Maida.

Tomaron la decisión de inscribirlo en una de las escuelas de la ciudad de Cochabamba. 
Así fue ingresó a la Escuela Fiscal Número Uno. Luego cursó el ciclo secundario en el colegio Nacional Sucre hasta 1924. Las crónicas de ese colegio, confirman la inteligencia y solidaridad del alumno Villarroel López. 
Saliendo bachiller, postuló en 1925, cuando Bolivia cumplía su primer centenario como República, al Colegio Militar. En los seis largos años de cadete, Gualberto fue distinguido como abanderado y recibió un galardón internacional del gobierno ecuatoriano: El premio Abdón Calderón al mejor alumno, en 1928.
Los mortales acontecimientos del sudeste boliviano, obligaron al poder Ejecutivo y a las Fuerzas Armadas a promover a los cadetes del último año del Colegio Militar al grado de subtenientes.
Gualberto Villarroel, con su nuevo estatus de oficial militar, fue destinado al Regimiento Pérez Tercero de Infantería. 
En septiembre de 1930 fue designado instructor en la Escuela de clases, cargo que casi de inmediato sería reemplazado por otro destino.

ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PLAZA 24 DE SEPTIEMBRE DE SANTA CRUZ



En 1850, durante el gobierno de Belzu, se contrató al francés Carlos de Chalot para convirtir la originalmente llamada ‘Plaza de la Concordia’ en un parque de diseño geométrico simple, respondiendo a la moda francesa dominante en aquel entonces de transformar las calles en bulevares y las plazas en parques. Se enladrilló la acera perimetral y cuatro radiales convergentes en un núcleo central, donde estaba ubicada la principal noria de la ciudad que abastecía de agua a quienes no poseían una. En ese momento también se inició la construcción del murete perimetral, obra que no impidió que continúen las corridas de toros en el interior de la plaza. Posteriormente, el agotamiento de la fuente de agua obligó a que ésta se reemplace por una glorieta.

Al parecer, la costumbre de algunos vecinos de hacer pastar a sus animales allí no desapareció, por lo que en 1869 una ordenanza municipal prohibió la práctica, aunque sin mucho éxito. Por ello, en 1877 el prefecto Juan José Pérez instaló pórticos de acceso ojivales en cada esquina.

Conforme la vegetación empezó a generar sombras, se implementó la iluminación y mientras el auge gomero imponía sus modas europeas a principios del siglo XX, la plaza adquirió un rol singular reuniendo en sus veredas a la élite cruceña. En 1910 la Plaza de la Concordia cambió su nombre por el de Plaza 24 de Septiembre, conmemorando el centenario del grito libertario ocurrido allí mismo. La inserción del monumento a Ignacio Warnes se realizó diez años después, en 1920.

BOLIVIA, LA ESPERANZA DERROTADA DE AMÉRICA


Este artículo apareció en la edición impresa del periódico español El Pais de España el Domingo, 3 de agosto de 1980.

El golpe de Estado protagonizado por los militares bolivianos el día 17 de julio no ha sido simplemente una intentona más, la enésima, que agregar a las sufridas por el país andino. Las características de su ejecución y los métodos aplicados después de su consumación han llevado por vez primera el terror colectivo al ánimo del pueblo de Bolivia. Cuidadosamente planeado, mucho más "científico" de lo que permiten las posibilidades de unas fuerzas armadas rudimentarias, el asalto al poder de los hombres dirigidos por el general Luis García Meza está encaminado a arrancar de raíz la posibilidad de que Bolivia pueda decidir por sí misma un sistema de convivencia democrático. Angel Santa Cruz, enviado especial de EL PAÍS, ha escrito los entresijos del golpe a su regreso de La Paz.
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