
Poco más de medio año después, el 17 de julio de 1980,
Gueiler sería derrocada por Luis García Meza y otros militares que igualmente
tuvieron incidencia en el gobierno de facto de Natusch. No obstante, los
culpables de la denominada masacre de Todos Santos, sean efectivos castrenses
y/o dirigentes políticos, no fueron nunca juzgados por los crímenes y
atropellos acontecidos en esos 16 días de terror y luto; comenzando por
Natusch, que falleció paradójicamente en noviembre, un día 23 de 1994, a la
edad de 61 años, en Santa Cruz, tras padecer problemas con el alcohol y las
drogas. Más todavía, muchas de las víctimas del sangriento golpe no calificaron
para el resarcimiento económico estatal que fue aprobado hace pocos años,
denuncia el coordinador general de la Fundación Boliviana contra la Impunidad,
Aldo Michel.
Nota publicada en el periódico La Razón el 1 de noviembre de
2012.
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