Por: Oscar Córdova Ortega, publicado en la revista "Historias de
Oruro" de octubre de 2017.
Por tercera vez, en menos de ocho días, ha sido derrotado el ejército paraguayo
en su intento de aproximarse a la zona petrolífera boliviana. La novena
división de Estigarribia fue aniquilada ayer en Ñancorainza después de tres
días de combate. Rechazados varios asaltos en grandes masas, se produjo el
contraataque boliviano que puso en fuga a las unidades paraguayas,
ocasionándoles fuertes pérdidas en hombres, armamentos y municiones. Hasta este
momento pasan de 400 los cadáveres enemigos recogidos por nuestros soldados.
En los parques de Ñancorainza se acumuló el armamento capturado consistente en
8 ametralladoras pesadas, 45 livianas, 32 pistolas ametralladoras, un mortero y
724 fusiles...
Se han entregado 64 prisioneros de los regimientos Lomas Valentina, San Martín,
Zapadores No. 4 y Batallón No. 2.
De las escenas más impresionantes de esta acción se puede destacar el combate
que los prisioneros llaman “del funesto desfiladero". Mientras se
efectuaba un ataque frontal, dos columnas enemigas de más o menos 300 hombres,
se internaron, por lo que parecía un claro en nuestras filas y tomaron esa
quebrada que baja de la serranía de Aguaragüe en medio de cortes casi
perpendiculares. Ascendía una de las columnas por el costado Norte y la otra
por el Sud. Después de recorrer unos dos kilómetros junto al abismo recibieron
un formidable y concentrado fuego de fusilería, ametralladoras v morteros.
La confusión de los soldados paraguayos fue espantosa. Tropezaban entre ellos y
rodaban al abismo para morir estrellados contra las rocas o desgarrados por los
arbustos que flanquean la quebrada. Otros pretendían resguardarse en pequeñas
depresiones del terreno pero inútilmente porque los disparos cubrían todo el
desfiladero. Basta, bolivianitos, basta… gritaron los sobrevivientes levantando
las manos en actitud desesperada.
—Así titulaba y se describían los hechos, en un artículo del periódico La Razón
del 12 de febrero de 1935.
Mucho se ha comentado, respecto a la veracidad de las notas de prensa, en
conflictos bélicos, su relación con la propaganda y manejo mediático de la
información; sin embargo este artículo de prensa, merece un enfoque diferente.
Veamos…
—Para corroborar estos datos, el Cnel. Aquiles Vergara en el Tomo VII referente
a la Guerra del Chaco escribe... “El día 10 se reinició el ataque con el empuje
propio de nuestras tropas y la acción destructora de la artillería, cuyo
resultado fue la destrucción material y moral del enemigo que no pudo menos que
desocupar precipitadamente hasta las alturas situadas al este de Ñaincaroinza.
El día 11, pudo declararse finalizado el ataque por haberse podido derrotar a
los tres regimiento enemigos y restablecer el contacto de nuestra línea de
defensa, produciéndole al mismo tiempo innumerables bajas al enemigo”, y
continua...”El día 11, los regimientos paraguayos San Martín, Lomas Valentinas
y Zapadores 4, desconcertados en una región cuya morfología desconocían y
atacados con resolución por las unidades de la Primera División de Caballería,
debieron ceder terreno, desalojando las alturas que habían logrado ocupar y
replegándose en dirección a Boyuibe. Las pérdidas paraguayas pueden calcularse
con el antecedente que dejaron en el campo 458 cadáveres. Las bolivianas no
pasaron de 85 entre muertos y desaparecidos”.
Otros datos encontrados en el libro La Conducción de La Guerra del Chaco de
David H. Zook Jr. (norteamericano) escribe: ”Diez días después el Segundo
Cuerpo flanqueó a los defensores del paso de Ñancaroinza, pero la llegada de la
Primera División de Caballería contribuyó a abrumar numéricamente a los
paraguayos. Batida, la gente de Franco se retiró el 11 de febrero, frustrándose
de este modo su intento de alcanzar Camiri....Pero el intento paraguayo de
apoderarse de la plaza era desaconsejado, puesto que Bilbao tenía una fuerza
dos veces superior detrás de poderosas posiciones defensivas; Estigarribia,
pues, violó desgraciadamente una enseñanza elemental de la guerra y recibió un
severo castigo”.
En el libro Masamaclay de Roberto Querejazu citamos: “El mes de febrero, Estigarribia
y Franco no pudieron resistir la tentación de intentar la conquista de los
pozos petrolíferos que la Standard Oil tenía en Ñancorainza y Camiri. Las
fuerzas paraguayas, cogidas entre el fuego del Manchego que combatía desde
dentro y el Chichas y el Chuquisaca que atacaron del lado de Ipati, tuvieron
que ceder el terreno. Se trataba de los regimientos San Martín, Lomas
Valentinas y Zapadores 4, que se replegaron a su base de Boyuibe dejando más de
200 bajas y armamento”.
El paraguayo Angel F. Rios en su libro La Defensa Del Chaco Verdades y Mentiras
de una Victoria, menciona: “Un caso típico de lo que aconteció en esta zona, es
lo que ocurrió al R.C.7 “General San Martín” en las proximidades de Tigüipa.
Dicho regimiento recibió la orden de ocupar una meseta. La patrulla enviada
adelante tuvo que ascender una cuesta muy prenunciada, ayudándose con cordeles
y mantas anudadas a los arbolitos que crecían en los flancos de la mencionada
montaña. Esta patrulla volvió para avisar que la meseta estaba desierta. En
vista de esta noticia, comenzó a ascender el grueso del regimiento; pero cuando
llegó a la cúspide fue recibido con ráfagas de ametralladora. El que caía se
despeñaba de una altura de varios cientos de metros; por lo tanto, ningún
herido salió con vida. A les pocos minutos los valientes del "General San
Martín” quedaron reducidos a la mitad. Tuvo alrededor de 250 muertos. Que había
ocurrido?”.
“El 8 (febrero de 1935), nuestro Segundo Cuerpo, en cooperación con la acción
sobre Villa Montes, dio un golpe de mano en el sector de Ñancorainza. Nuestras
tropas escalaron la montaña y lograron interceptar el único camino de que
disponía el enemigo desde Ñancorainza hacia su base, el pueblo de Ivo. Pero el
día diez los nuestros fueron desalojados nuevamente por un poderoso
contraataque del enemigo, que ocupaba las posiciones dominantes del punto de
nuestra irrupción. Sufrimos muchas bajas. Así pagábamos tributo a nuestra
inexperiencia en la guerra de montaña. Nuestras tropas no se habían cuidado de
ocupar las alturas vecinas y permanecieron en un bajo”.
“De ahí que ensayáramos escalar las montañas en Ñancorainza, en Taiguate y
finalmente en Boyuibé. En un principio todo parecía ir bien; pero a poco andar
la empresa fracasó totalmente, por culpa de nuestro desconocimiento del terreno
y de la falta de training para este nuevo género de guerra. Me vi forzado,
pues, a abandonar la idea de accionar contra Villa Montes en aquella forma…”.
Otra vez los datos cuantitativos, nos revelan su ausencia; solamente el
paraguayo Angel F. Rios, se acerca con algunos detalles lacónicos.
Seguramente nos falta espacio para citar mas relatos de la acción de
Ñancorainza, pero, para establecer la verdad de los hechos y el tratamiento de
la noticia, la publicación de la La Razón, tiene la veracidad de los sucesos y
nos muestran los sucesos acontecidos.
Qué significado tiene el análisis y la analogía de los hechos periodísticos?...
Simplemente que NO todo lo que se publicaba en los medios escritos de la época,
eran mentiras puras. Habían muchas verdades escritas, aunque muchos nieguen
estos aspectos y mencionen que son notas propagandísticas o propaganda de
guerra. Aquí solo un ejemplo, de muchos.
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