Foto: Fortín boliviano Ingavi en poder del Paraguay, es el año de 1934 -
(Foto publicada por: Victor Meden en el grupo: MEMORIAS DE
LA GUERRA DEL CHACO.
En esta oportunidad estudiaremos someramente las distancias que
debían recorrer tropas de ambos países para llegar a la zona de conflicto. Es
bien sabido que Bolivia tuvo una mar de dificultades, en cambio el Paraguay no
tantas.
Para este estudio recurriremos a las afirmaciones del
General Enrique Peñaranda, El 3 de abril de 1960 respondiendo a una cara del
historiador Roberto querejazu, Peñaranda señalaba:
“…En 1928 comenzó a
armarse el Paraguay convencido de que estaba preparado para la conquista a base
de los numerosos oficiales de Estado Mayor
especializados en Europa y con la decisión del pueblo en sentido de
apoderarse del chaco tal como Chile conquisto el Litoral y Brasil el Acre. Para
ello en dicho año ya estaba en servicio sus tres ferrocarriles de penetración,
sus seis caminos carreteros también de penetración, su marina fluvial
modernizada y todos los caminos estratégicos que apuntaban a la zona
petrolífera boliviana y le proporcionaban cómoda seguridad en sus sistemas de
cobertura ofensiva , que planeo paciente y sistemáticamente.”
“Desde 1928 importo
todo su armamento moderno, aviones de guerra y equipo para 50000 hombres y
construyo hospitales de sangre en pleno Chaco. Desde Asunción podía así desplazarse
cómodamente por vía fluvial hasta alcanzar las ferrovías y rodovias
penetrantes, en solo 3 días, continuar por estas en un día y llegar a sus
fortines , base de ofensiva, en un día. Total emplearía 5 días para poner en el
frente unidades operativas completas.”
“De nuestra parte
teníamos tres regiones y núcleos de ocupación militar desvinculados uno del
otro completamente, determinados por los sectores de la IV división en Muñoz,
en Platanillos y una fracción insignificante en Robore. Infortunadamente cuando
más intensificaba el Paraguay su movilización reforzando sus efectivos a tiempo
de paz a un número superior a 12000 hombres, el congreso de Bolivia se vio
obligado a decretar la reducción de
nuestros efectivos a 1200 hombres en la IV y a 400en la III, por causa de la
grave depresión económica mundial y el colapso de la minería consiguiente de
1930.”
“De La Paz a Villazon
teníamos la ferrovía de 800 Kms. Y de Villazon a Villamontes un solo camino
carretero de tercera clase que atravesaba 1200 kms. En dos sectores de la ruta
en territorio argentino, en la Quiaca y en el kilómetro 22 del Chaco desfilando
en la mayor parte de su recorrido a las vistas de la frontera argentina plagada
de espías militares del Paraguay y de otros elementos contratados al efecto en
la Argentina…”
Peñaranda también afirma:
“Los víveres para las
unidades de guarnicionen el Chaco contratábamos en territorio argentino y
seguíamos adquiriendo en plena campaña hasta el momento en el cual, tras la
toma de los fortines paraguayos Gondra, Rojas Silva y Rancho 8, Argentina corto
de golpe los suministros obligándonos a retroceder y no definir la campaña en
situación en que el Paraguay militarmente estaba vencido, esto es agosto de
1933.”
La diferencia de
tiempo que empleaban las tropas de uno y otro país para llegar a la zona de
conflicto era por demás abismal, Si el Paraguay utilizada de 3 a 5 días en
llegar a la línea de fuego, Bolivia lo hacía de 15 días a 30 días o más,
dependiendo de las condiciones climáticas.
Peñaranda continua: “Para
que nuestros contingentes lleguen desde La Paz a Villamontes empleaban un
tiempo de 15 días por tren y vehículos motorizados y, luego seguían
completamente en marchas a pie hasta el frente mismo, en más de un mes en
algunos casos, sin contar las unidades que iban quedando en el vivac para
esperar que el único camino permita su paso. El rio Pilcomayo se cruzaba en
chalanas durante 9 meses del año, situación adversa que nos privó de mucha
gente, armamento y equipo y aun vehículos durante el curso de la campaña; pues
el puente sobre el Pilcomayo recién estuvo concluido faltando poco tiempo para
la firma del armisticio. No contábamos con un solo hospital de sangre y mucho
menos con un solo equipo de ingenieros hidráulicos como conto el Paraguay desde
el año 1928”
El general además señala que
recién desde 1931 se empezó la política militar seria para establecer fortines,
y complemente: “… Un solo camión viejo de
5 Ton. empleado principalmente para proveernos de agua desde cualquier punto de
retaguardia, apoyaba nuestra veloz marcha exploratoria…”
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