Por: José Antonio Loayza Portocarrero, nota publicada
en: SIGLO
Y CUARTO, Documentos Históricos.
Ya dije que hay hechos en nuestra historia que se los calla
por evitar la refutación, a veces maleducada o nada opinable de algunas
personas y el acto se amilana. Aun así, a sabiendas que la ignorancia es
atrevida. Tengo en vista escribir algunos temas sobre nuestra historia para que
estos sean, en la consideración de su enigmaticidad, creídas o no creídas.
Empezaré por esta curiosidad…
¿Si Cochabamba es la capital primogénita de Bolivia, entonces Sucre sería la
sede de la capital y La Paz la sede de gobierno?
La pugna por la capitalidad se circunscribió a una rivalidad de antaño entre
Sucre y La Paz, eludiendo a Cochabamba de su particularidad, esquivando la
voluntad del Libertador Bolívar y del Mariscal Antonio José de Sucre en 1826, y
la manifestación del Mariscal Andrés de Santa Cruz en el Congreso de 1837, que
eligieron a Cochabamba como la capital de la república. Estos legados
históricos no se cumplieron por obra de un substrato político que impuso la
instauración de un sistema estatal, llamado: “El Estado de Olañeta y de los
doctores de Charcas”, y de una acción bélica-civil que configuró: “El Estado
incautado y la lógica del vencedor”.
¿Qué sucedió para que los padres de la patria no hayan consagrado esas
voluntades en los congresos subsiguientes a la Asamblea Deliberante de 1825,
cuáles fueron las causas para que todo culminara en el desacatamiento? Lo
cierto es que en el arrebato constitutivo se formaron las nuevas jerarquías y
las logias cupulares imbuidos de sus intereses señoriales, precipitaron la
herejía histórica que remedó y reprodujo la continuidad colonialista, las
mismas que provocaron la apropiación del poder mediante una injusta guerra
civil, enmascarada en un falso federalismo.
ITINERARIO DEL DESPOJO HISTÓRICO
1. Bolivia nació el 6 de agosto de 1825; sin la ciudad capital.
2. El 8 de agosto de 1825, la Asamblea Deliberante en la 13ª sesión, decretó el
Proyecto de Ley en cuyo artículo 13, dice: “La ciudad capital de la República y
su Departamento se denominará de lo sucesivo Sucre”.
3. El 9 de agosto de 1825, en la 14ª sesión, el Diputado Méndez presentó la
moción que se declare: “Cuál ciudad de los departamentos deberá tenerse por
capital para que se denomine Sucre”.
4. El 21 de junio de 1826, el Congreso preocupado por el asunto de la capitalía
de la República que en el futuro sería la fuente de la discordia y la
disolución de los vínculos nacionales, resolvió por consejo de la Comisión
designada: “Dejar a discreción del Libertador la elección del lugar en que
debía construírsela”.
5. El Libertador, en uso de la atribución conferida, en carta dirigida al
Congreso Constituyente el 4 de agosto de 1826, firmada por su Secretario
General, conceptuó que todas las ventajas las reunía la ciudad de Cochabamba
por situarse en el centro del país, con un clima salutífero y agradable, gozando
de todas las dulzuras de un país feraz y abundante, y sin tener noticias de que
otra de Bolivia se le iguale.
6. 14 años después, en el Congreso de 1839, el Diputado Aguirre presentó la
moción para que la capital radique definitivamente en Chuquisaca y cambie su
nombre por la ciudad de Sucre. Así se redujo a nada la atribución del Congreso
delegada al Libertador.
7. El 18 de noviembre de 1898, el Presidente Fernández Alonso, promulgó la Ley
de Radicatoria que dio inicio a la guerra civil o federal. Sucre perdió la
capital y La Paz, por decreto del 14 de abril de 1899, se constituyó como sede.
EL HÁBIL OLVIDO DE LA DECISIÓN LIBERTARIA DE BOLÍVAR
Cuando el Libertador Bolívar dejo Chuquisaca y partió a Cochabamba el 10 de
enero de 1826, acompañado por el Mariscal de Ayacucho, Ministros de Estado,
Plenipotenciarios de la República y una comitiva de personalidades, expresó:
“Así como Bolivia es el corazón de América, Cochabamba es el corazón de Bolivia
y en ella debe erigirse la capital Sucre y es mi deseo colocar la primera
piedra de la capital…”.
Respondiendo a ese deseo, el Mariscal de Ayacucho, dio los pasos para la
construcción de la capital de la república cerca de la ciudad de Cochabamba.
Según la carta del 28 de junio de 1826:
“...Como yo sé que usted ha designado un lugar muy cerca de Cochabamba para la
ciudad Sucre, mandaré muy luego cortar maderas y preparar todos los materiales,
para con la respuesta de usted construir todos los edificios el año que viene;
pues tengo un empeño formal en reunir el primer Congreso Constitucional el año
28 en la capital de la República”.
Sugirió entre otras posibilidades, adquirir la finca de las monjas de Santa
Clara en Cliza:
“Entiendo que las monjas de Cochabamba han de poner dificultades para vender su
hacienda de Cliza según los informes, pero sé que a una legua de Cochabamba hay
cuatro haciendas juntas de que puede hacerse una muy hermosa de valor de 100 a
150 mil pesos y que siendo ellas de diversos herederos, quieren estos
venderlas. Si es que usted quiere que se las compre, y aunque se las haga
componer y arreglar y aun construirle una bella casa de campo, avíseme Ud.,
resueltamente”
El Libertador dijo que la ciudad capital debía ocupar el núcleo vital de la
república, y agregó en carta dirigida al Congreso el 4 de agosto de 1826, los
criterios geopolíticos para centralizar el poder:
“A las veces la felicidad de una nación emana de las relaciones de su capital
con sus vecinos y con sus propias provincias. La cercanía al mar unida a la
proporción de las distancias entre los extremos, a más de los medios de
subsistencia y comodidades, son las primeras miras que se deben consultar en
semejante caso. El Libertador conceptúa que todas estas ventajas se reúnen en
la ciudad de Cochabamba, pues dista relativamente poco del mar y se halla
situada en el centro del país, con un clima salutífero agradable, gozando de
todas las dulzuras de un país feraz abundante. Su excelencia a visto bajo este
aspecto lisonjero la Comarca de Cochabamba y no tiene noticias de que otra de
Bolivia se le iguale”.
Una década más tarde, el Congreso Constitucional de 1837 en Chuquisaca, rechazó
el proyecto de Confederación con el Perú. Ante este conflicto irresoluto, el
Mariscal Andrés de Santa Cruz, dijo:
“...Creo de absoluta necesidad trasladar la capital de la República a
Cochabamba, para anular un pueblo y unos hombres siempre díscolos y que no
pueden ya ser buenos después del escándalo que han dado. Esto puede hacerlo hoy
el gobierno y yo no quiero malograr tan buena ocasión de hacer sentir de todos
modos la política que creo indispensable y estoy decidido a seguir para salvar
la República”...
Con la derrota de la Confederación Perú-Boliviana y la caída del Mariscal Santa
Cruz, el péndulo volvió a oscilar al sur, y en agosto de 1839, se reunió el
Congreso Constituyente en Chuquisaca que era el reducto anticrucista. En el
evento nuevamente apareció el trasfondo político; una moción fue suficiente
para que la capital radique definitivamente en Chuquisaca y cambie su nombre
por la ciudad de Sucre.
Esta es una realidad que no se puede soslayar, Cochabamba fue fiel con las
palabras finales de Sucre: “De conservar por entre todos los peligros la
independencia de Bolivia”. Y si bien el tema de la capitalidad no halló
consenso en el contubernio asambleísta, el tema de la capitalidad, sí halló
consenso en la verdad irrebatible de la historia.
Si esta historia no devela el enigma, creo que es correcto que tú opines, de
modo que nuestra historia se relecture y reescriba, si no, te invito a explicarme
porque no hacerlo. Gracias.
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