“…Cuando llegaban las encomiendas a un regimiento y alguno
de sus destinatarios habían muerto, las sobrantes se repartían entre los
soldados próximos al comando. Una vez me tocó a mí un pequeño bulto forrado con
un pedazo de cotense, dirigido a Macario Quispe. Dentro encontré una pequeña
porción de coca y cuatro monedas de diez centavos. Pensé que la pobre madre
india que le envió esa encomienda, que no pudo conseguir nada más que esas
pocas hojas de coca y los cuatro reales, quien sabe con cuanto esfuerzo y
sacrificio. Debió pensar que en el chaco existían boliches y los cuatro reales
eran para que su hijo se comprase algún comestible. ..”
Entrevista de Liliana Navarro Q. a Roberto Querejazu Calvo.
// Aclaraciones Históricas sobre la guerra del Chaco de Roberto Querejazu
Calvo – Librería editorial G.U.M. / La
Paz – Bolivia.
Ratas lo hacen muy larga la anecdota
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