Foto: Carreton tradicional de Santa Cruz.
El intercambio comercial que se realizaba hasta fines de la década de los 70, lo describe el cronista cruceño Victorino Rivero señalando: “A más del comercio que la capital (Santa Cruz) hace con sus provincias, lo hace también con el interior de la República enviando a Sucre, Cochabamba y Tarija, azúcar, suela, arroz, y otros productos en menor escala y considerable cantidad de oro a la primera de dichas ciudades. -Este dato que corresponde a 1872, se complementa con otro de 1878- El comercio, de efectos de ultramar se hace todo en Buenos Aires, por Corumbá…De las plazas del interior de la república, sólo trae sal y algo de harina de trigo. De esas últimas plazas recibe Santa Cruz principalmente plata sellada por sus producciones de azúcar, suela, café, arroz, y otras en pequeña escala. Del Beni recibe cacao, ganado vacuno y tejidos propios de ese departamento y paga estos artículos con dinero y algo de aguardiente y azúcar. A las ciudades y lugares fronterizos de la república Argentina, se llevan novillos de Cordillera, café, pellones de perico, riendas y algo de azúcar. Recibe, en cambio; mulas y yeguas. A Tarija manda café y azúcar. A Buenos Aires, manda oro de San Javier, dinero y cueros. A Corumbá manda ganado de Chiquitos, recibiendo por él, dinero en moneda brasilera”
Fuente: Rivero y Egüez, 1978, citada por José Luis Roca.1980. Fisonomía del Regionalismo Boliviano. Santa Cruz- Bolivia. Pp. 225.
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