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1979, EL GOLPE DE NATUCH BUSCH, EL MNRH Y PAZ ESTENSSORO QUE "FREGÓ" A BOLIVIA

  



Por: José Loayza.


—Todo empezó con una sola idea…

— ¿El país?

— ¡No! El hecho de que había que fregar a Guevara…


Cuando Guevara inició su gestión interina por un año, no supo que gobernaría dos meses y 23 días para ser exactos, y saldría sin cobrar su tercer sueldo de presidente. En principio, afrontó la crisis financiera creada por los sabihondos de la anterior administración militar que llevaron al país a una inflación anual del 25%, a un déficit en la Balanza de Pagos de 350 millones de dólares, y a un crédito externo que entre 1972 y 1978 ascendió a 1.000 millones de dólares. En lo político, erró al haber dicho que para resolver el problema económico requería un poco más de un año. Desde ese momento sus amigos rivales, Guillermo Bedregal y José Fellman del MNRH, convirtieron la simple frase en una entonación de espanto, y gritaron: ¡Prorroguismo!, y se rasgaron sus ternos ingleses y torcieron sus gestos porque un espasmo les hizo saltar y hacer cabriolas hasta adoptar la aparatosa cara de la conspiración como le encantaba al doctor Paz Estenssoro, con quien barajaron las cartas y encontraron al As del juego: ¡El Cnel. Alberto Natusch Busch!, a quien nadie lo conocía, pero si se conocía su meritorio segundo apellido: Busch, el héroe de la Guerra del Chaco, el mártir sacrificado por la Rosca minera.


Lo primero que hicieron fue que el Congreso revoque el mandato de Guevara, y segundo, que las FF.AA. preocupadas por el futuro del país, opten por la decisión heroica de hacerse cargo del poder. ¿Pero, en qué quedaba la IX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo evento se consiguió con arduas negociaciones diplomáticas con el fin de obtener el apoyo continental para la causa marítima? ¡No importaba, nunca importó, antes estaba el poder, después el mar!… pero primero había que fregar a Guevara.


Guevara para salvar la Asamblea de la OEA., visitó el Cuartel General de Miraflores para convencer al Alto Mando que le dejen gobernar el tiempo previsto, pero la visita resultó vana, porque Guevara sólo vio miradas distraídas. Luego conversó con los militantes del MNRH, a quienes les ofreció una participación en el gabinete, otra charla de sordos. Con Lechín lo mismo, sólo un compromiso de tono ambiguo con algo de sonrisa, porque el 8 de octubre se realizó un ampliado minero con el fin de superar la crisis de Comibol, donde nuevamente se retornó a la excentricidad de la cogestión obrera, y la propuesta de una nueva escala salarial, que en 1971 tenía un promedio de Bs. 1.083 y se redujo en 1979 a Bs. 651, además la congelación de precios de los productos de la canasta familiar, el incentivo al productor agrícola, el establecimiento de fondos de inversión agrícola e industrial, y de vivienda popular.


Mientras el Gobierno empezó a tener fe en el porvenir, el 11 de octubre se produjo un levantamiento militar en Trinidad, el Comandante en Jefe del Ejército Gral. David Padilla, mandó una comisión de investigación dirigida por el Tte. Cnel. Alberto Natusch Busch y Cnel. Oscar Larrain, es decir, ¡mandó al ratón a cuidar el queso! A esas alturas, el cinismo ya era demasiado elocuente para ignorar que había a la vuelta un golpe en puerta, porque el genial diputado Guillermo Bedregal, declaró en El Diario que no creía en un posible golpe de Estado de las Fuerzas Armadas — y dijo−: “no creo en ese fantasma, porque actualmente las Fuerzas Armadas tienen una vocación institucionalista”. Y si Bedregal negó un posible golpe de Estado, es porque ya afloraba un golpe de Estado. Guevara en una entrevista periodística, pidió una prórroga hasta 1981, tiempo en el que creyó era posible aliviar la crisis económica.

Pero la Prensa lo acusó de prorroguista, y Bedregal y Fellman, discaron el teléfono a dos manos para llamar a Estados Unidos y hablar con Paz Estenssoro: “Jefe, buenas noches. De acuerdo a todo lo que usted conoce y tal como se vino trabajando en las últimas semanas con el amigo Alberto, es necesaria su presencia inmediata en La Paz”.


Víctor Paz Estenssoro llegó a La Paz, una semana antes del golpe, el 23 de octubre, como llegó el 15 de abril de 1952, con la misma prisa del ansioso. Ese día se sentaron Paz y Natusch de frente y con las piernas cruzadas, y hablaron. Paz declaró después: Natusch me manifestó que no veía la posibilidad de que continúe Guevara en el gobierno debido al deterioro no solo de la situación política. Luego indicó que se entrevistó con Guevara horas antes y éste le reveló algunos temas, básicamente referidos a la posibilidad de un golpe militar y la participación de su persona en él. La respuesta del astuto Paz, fue: “De ninguna manera, tengo mis años, mi carrera y un prestigio que no puedo enterrar tan infantilmente”. Pero era un decir, antes estaba el poder… y después fregar a Guevara.


La Asamblea de la OEA, efectuada entre el 21 al 31 de octubre, era el momento esperado y oportuno para continentalizar el problema de la mediterraneidad, y conseguir el respaldo hemisférico por medio de la OEA con el fin de solucionar el conflicto marítimo. 27 países americanos más sus observadores europeos y asiáticos, eran afines a la aspiración boliviana.


Cyrus Vance, Subsecretario de Estado americano, dijo que la OEA: “Constituía un importante instrumento para viabilizar soluciones factibles al problema del enclaustramiento de Bolivia.”


Fidel Castro expresó: “Bolivia fue víctima hace un siglo de una guerra imperialista. La reclamación de volver a contar con un acceso soberano y directo al océano Pacifico debe ser apoyada. Su reclamación es vital y justificada”.


El Presidente del Perú, Gral. Francisco Morales, declaró: “El Grupo Andino, constituido ahora en un bloque democrático líder en el hemisferio, apoyará decididamente las renovadas demandas bolivianas para reconquistar su salida al mar, en todos los foros internacionales”.


El Presidente de Panamá, Arístides Arroyo, declaró: “Los países no alineados deben brindar, de una vez por todas, su apoyo incondicional al derecho que tiene ese país del acceso al mar del cual se le ha privado por espacio de una centuria, Panamá hace suya y toma como propias las legítimas aspiraciones del pueblo boliviano en ese sentido.”

Y la Asamblea General aprobó por unanimidad, y resolvió:


1. Recomendar a los Estados a que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión libre y soberana con el océano Pacifico. Tales negociaciones deberán tomar en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado, y así mismo tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales.


2. Continuar la consideración del tema “Informe sobre el problema marítimo de Bolivia”, en la próxima Asamblea General de la Organización”.


Pero la alegría del país duró menos tiempo que el golpe comandado por el Cnel. Alberto Natusch Busch y el MNRH. Porque había que fregar a Guevara, y por fregar a Guevara, se fregó la salida al mar… y se fregó a Bolivia, donde lo imposible es posible y lo posible imposible.

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