Mirta Iriarte Rodríguez (Créditos: La H Parlante) |
Por: Sergio Medinaceli Soza, esta nota fue publicada en
Página Siete de La Paz, el 15 de enero de 2021.
El 17 de julio de 1980 se encarama en el poder el
gobierno narcotraficante de García Meza, luego de un golpe de Estado cruento
desplazando a la joven democracia boliviana; su ministro del interior, Arce
Gómez, después de cometer las atrocidades más grandes en contra de los derechos
humanos, anuncia el exilio de dirigentes sindicales, el confinamiento de
políticos y sentencia: “Todos los elementos que contravengan al decreto ley
tienen que andar con el testamento bajo el brazo. Vamos a ser taxativos y no va
a haber perdón”
No obstante de semejante amenaza, el 7 de septiembre de
1980, se publica en el periódico Presencia la foto de una niña con el nombre de
Mirtha Iriarte Rodríguez que invitaba a celebrar sus nueve años de vida; era un
claro mensaje del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, anunciando que el
partido ya estaba organizado y luchando contra la dictadura.
Este anuncio de enorme creatividad política, tuvo un impacto
muy fuerte en la población boliviana en contra de la dictadura que puso en
marcha su plan para eliminar al MIR, único partido que había organizado su
Dirección Nacional Clandestina y sus frentes sectoriales de lucha,
desplegando una férrea conspiración contra la dictadura que iba a decretar
medidas económicas antipopulares, razón por la cual, se decidió reunir a los
dirigentes del MIR para aprobar acciones y medidas, y denunciar a nivel
nacional e internacional este atropello a la economía popular.
La Dirección Nacional Clandestina se reunió aquel fatídico
15 de enero de 1981 con la presencia de Gloria Ardaya, José Reyes, Artemio
Camargo, Ricardo Navarro, Ramiro Velasco, Arcil Menacho, Jorge Baldivieso, José
Luis Suarez y Gonzalo Barrón. Iniciada la reunión, en la calle Harrington, es interrumpida
por paramilitares que ingresan al domicilio abruptamente, rompiendo ventanas,
pateando puertas y disparando sus metralletas. José Reyes salió al encuentro de
los paramilitares pidiendo que no disparen, con pañuelo blanco en mano,
indicando que estaban desarmados, cae muerto con el fuego de la metralla;
continúa la matanza, ultimando a Artemio Camargo, quien es arrastrado al pie de
una cama, donde se encontraba debajo, oculta, la valiente compañera
sobreviviente Gloria Ardaya, que observaba atormentada la agonía de Artemio. El
compañero Gonzalo Barrón corre hacia la terraza pidiendo auxilio, siendo
asesinado vilmente por los paramilitares. Así, terminan su macabra misión,
ejecutando a los demás dirigentes del MIR.
Calladas las armas se oye una vos que dice: “Hipótesis
confirmada”. Planificaron matarlos, llegaron y los mataron.
La historia nos muestra que García Meza y sus secuaces
tenían la misión de acabar con los revolucionarios de la época. Fue así que el
21 de marzo terminaron con la vida del P. Luis Espinal, director del periódico
Aquí. El 2 de junio de 1980, Jaime Paz Zamora sufre un atentado de aviación,
junto a otros dirigentes de la Unidad Democrática Popular. Milagrosamente
Jaime Paz, candidato a la vicepresidencia por la UDP, es el único
sobreviviente, habiendo sufrido horrorosas quemaduras.
El 8 de junio arrojaron una granada de guerra a una marcha
de la UDP, provocando muertos y heridos. El 17 de julio se produce el golpe de
Estado en contra de Lidia Gueiler, asesinan a Marcelo Quiroga, Gualberto Vega y
Carlos Flores, y apresan a todos los dirigentes de la Central Obrera Boliviana
y miembros del Comité Nacional de Defensa de la Democracia, ocasión en la que
logra escapar el compañero Óscar Eid Franco. El 15 de enero cierran su ciclo asesino.
Hoy, al recordar cuarenta años de la masacre de la Dirección
Nacional Clandestina del MIR, se afirma que la democracia ha sido para el
partido histórico del MIR un objetivo para construir el Estado de Derecho,
buscar la igualdad entre los bolivianos y defender siempre la democracia en
contra de cualquier dictadura.
¡¡Honor y gloria a los mártires de la democracia!!
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MIRTA, LA DEL 7 (Tomado de La H Parlante)
Regía en Bolivia la dictadura del general Luis García Meza.
En los diarios de La Paz, apareció este aviso un 7 de
septiembre. La militancia del MIR estaba despachando un saludo en clave secreta
por su aniversario y la mejor manera de evadir la censura militar fue disfrazar
el homenaje.
Inventaron una niña, Mirta Iriarte Rodríguez (foto), las
iniciales daban MIR, igual que la primera sílaba del nombre. Buscaron una foto
que aparentara 9 años, eran la edad que cumplía el partido. El mensaje llegó al
público y corrió de mano en mano de quienes sabían descifrarlo. Mirta saludaba
a todos sus "compañeritos" y hacía votos por una Bolivia libre.
La dictadura tardó en darse cuenta del mensaje. Cuando lo
leyó, publicó la misma foto denunciando a la niña como extraviada. Los insultos
corrieron por cuenta del redactor del aviso.
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