Saenz y Bolivar |
Por: José Alberto Diez de Medina / publicado originalmente
en el Diario de La Paz, el 9 de junio de 2014. (https://www.pub.eldiario.net/noticias/2014/2014_06/nt140609/opinion.php?n=30&-el-cnel-guillermo-ferguson-de-la-legion-britanica)
Guillermo Ferguson nació en Irlanda en 1803 y se incorporó a
La Legión Británica en 1819, muy joven. En tierras americanas luchó bajo las
órdenes de los generales José Antonio Páez y Antonio José de Sucre. Estuvo
presente en las batallas de Pichincha, Junín y Ayacucho.
Nombrado edecán el coronel Guillermo Ferguson, no se separó
del Libertador Simón Bolívar en el Perú, ni en su ingreso al Alto Perú. Estuvo
presente en el ascenso al Cerro Rico de Potosí en septiembre de 1825, y en las
visitas a Chuquisaca, Cochabamba y la ciudad de La Paz.
De vuelta a la Gran Colombia, a su capital Bogotá, estuvo
siempre al lado del Libertador, después de la Convención de Ocaña, que nombró a
Bolívar Libertador-Presidente obligándolo a ejercer una dictadura.
Como edecán de Bolívar, el Cnel. Ferguson no podía separarse
de él, más aún en momentos de peligro, como era en esos trances, debido a las
intrigas políticas de individuos como Francisco de Paula Santander, que
llegaron a concebir que la última forma de separar a Bolívar de la dirección de
Colombia era a través de su eliminación.
Pese a que el Libertador incluso había nombrado al Gral.
Santander su embajador ante los Estados Unidos de América, éste dirigía todos
los complots destinados al retiro del Libertador. La Gran Colombia significó
para el Libertador el sacrificio más grande de su vida política, tarde o
temprano la vería disgregada en los tres países que la componían: Venezuela,
Nueva Granada y Ecuador.
Y los atentados empezaron el 7 de agosto de 1828, durante un
baile realizado por el aniversario de la Batalla de Boyacá, cuando 12 de los
conjurados, armados sólo de puñales, habían decidido rodear al Libertador,
apretujarlo en medio de la concurrencia y apuñalarlo sucesivamente hasta su
muerte final. Parecía una copia de la muerte de César en el Senado Romano.
Pero los conjurados no contaban con el hada madrina que era
Manuelita Sáenz para Bolívar. La intuición femenina de Manuelita quiso impedir
la concurrencia del Libertador al baile, sin lograrlo. A media noche se presentó
en el baile Manuelita, desgreñada y mal arreglada; la guardia quiso impedirle
la entrada, pero ella armó tal escándalo y alboroto, que Bolívar tuvo que
llevarla a palacio.
Los conjurados ingresaron a la fiesta, sin encontrar a
Bolívar, que minutos antes había abandonado el recinto en compañía de
Manuelita. Recorrían los salones preguntando: ¿dónde está el Presidente?,
¿dónde está Bolívar?
Los conjurados no se desanimaron, entre el 15 y 16 de
septiembre se planeó el asesinado del Libertador.
Dos días antes al 25 de septiembre, una señora de incógnito
pidió una audiencia para visitar al Gral. Bolívar. No estando presente el
Libertador, Manuelita atendió a la señora, quien le advirtió de los
preparativos para el asesinato de Bolívar en los próximos días.
El día 25 de septiembre de 1828, los ciudadanos Agustín
Horment, Wenceslao Salaibar, Faustino Gonzales, el comandante Carujo, el
capitán José Ignacio López, y otro sinnúmero de personas, tomaron el Cuartel de
Artillería, y divididos en tres grupos, se dirigieron al Palacio de Gobierno.
Ultimaron a la guardia, dirigiéndose a los aposentos del
Libertador, en su camino se encontraron con el edecán de Bolívar, el coronel
Ferguson, quien espada en mano murió luchando contra los conjurados. El
cabecilla del grupo, comandante Pedro Carujo, le descerrajó un disparo; el
Cnel. José Bolívar también fue asesinado. En esa escaramuza fue herido
igualmente el Cnel. Andrés Ibarra.
Manuelita, mientras tanto, facilitaba la huida del
Libertador por una ventana del dormitorio.
Así murió en cumplimiento de su deber el heroico Cnel.
Guillermo Ferguson, no había llegado a cumplir 25 años.
Sociedad Bolivariana de Bolivia, fundada en 1936.
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