Fernando Arduz Ruiz / 16 de diciembre de 2018 / Cántaro de
El País de Tarija.
Independencia de las Colonias inglesas de América.— Su
influencia en Francia. Movimiento espiritual en Europa,— La Situación de
España.
En el siglo XVII los ingleses establecieron en la América del Norte unas
Colonias e igualmente los holandeses. Estas alcanzaron un rápido progreso
porque los emigrantes que abandonaron sus tierras de origen vinieron a
establecerse definitivamente, todo lo contrario hicieron los españoles en la
América del Sud, pues estos, luego de poseer riquezas, volvían a España para gozar
de la fortuna llevada de América.
El Parlamento inglés, creó algunos impuestos como el del papel sellado, por el
te etc. obligando en sus colonias que pagasen; los colonos norteamericanos se
negaron expresando que ellos, no tenían representación en el Parlamento Inglés
y que por tanto no estaban obligados a las imposiciones legisladas lanzando su
famosa “DECLARACION DE LOS DERECHOS’’.
El Congreso de Filadelfia declaró la separación de las Colonias y su
independencia el 4 de julio de 1776; fueron organizadas fuerzas militares
siendo designado como Comandante Jorge Washington.
Iniciada la campaña militar contra los ingleses, obtuvieron éxito en varias
acciones de armas como en Lexinton, Buker Hill. Princeton y Saratoga obligando
en 1781 al General inglés Cornwalles a rendirse en Yorktonwn, entregando 8.000
hombres como prisioneros, sus barcos y armamento sellándose la independencia de
la América del Norte.
En ésta guerra una colaboración efectiva recibieron los norteamericanos de
parte del Mariscal Rochambeau y General Lafayette que con sus tropas,
intervinieron en las acciones de armas que determinaron la independencia
americana; también prestaron su colaboración los españoles Navia, Miranda y
otros.
En 1787 los americanos se organizaron en república federal con el nombre de
Estados Unidos de Norte América, designando como a Presidente a su Libertador,
General Jorge Washington.
Francia hasta 1789 fue una monarquía, absoluta, donde la voluntad de Luis XVI
era la única Ley y todo lo que mandaba el Rey era legal. Los franceses se
dividían en el Clero y la Nobleza como clases privilegiadas y el Estado Llano o
el Pueblo sometido éste a imposiciones de toda clase sin libertad ni garantías,
sometido al pago de impuestos creó un ambiente de odio y rencor en contra de la
monarquía. La Asamblea Nacional Constituyente había legislado creando y
reformando algunas leyes que fueron rechazadas por el Monarca ocasionando
verdadera indignación dando lugar a la iniciación revolucionaria al grito ¡A la
Bastilla! tenebrosa prisión del Estado edificio que fue demolido, los Reyes y
sus favoritos de la Nobleza guillotinados. La Asamblea Nacional Constituyente
inspirada en las declaraciones de los Norteamericanos lanzaron también la
“DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE” que se funda en que la soberanía
radica en la Nación, que todos los hombres nacen libres e iguales en derecho
originándose la divisa de “LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD”.
Después de una serie de acontecimientos, fue reconocida oficialmente la
República Francesa habiendo la célebre revolución influido poderosamente en el
ambiente político de todo el mundo.
La Revolución de los Estados Unidos de Norteamérica originó la guerra con
Inglaterra cuyo fin fue su independencia. La Revolución Francesa que acabó con
el Poder Absoluto del Rey, originó un nuevo criterio sobre el Poder de los
Reyes de toda la Europa y los escritores y filósofos fundamentaban doctrinas de
valor indiscutible como: que si el Poder emanaba del Pueblo, éste tenía derecho
a pedir cuenta de sus actos al Gobierno; que si los hombres eran iguales ante
la Ley, no debía existir división de clases sociales, que todos tenían iguales
derechos y obligaciones, que todos debían trabajar y ganar su sostenimiento y
que siendo la agricultura la principal fuente de recursos del pueblo, las
tierras debían ser distribuidas con mayor equidad destruyendo los latifundios.
Todos estos criterios se difundían con celeridad por Europa y no obstante el
especial cuidado y censura que España impuso en las comunicaciones con sus
Colonias de América, en una y otra forma llegaron a conocimiento de los
escritores americanos que comentaron entusiastamente propalando y creando un
clima propicio que inspiraba el ideal libertario.
Ante estos avances sociales, los Reyes de Europa se propusieron defenderse para
conservar sus Gobiernos y privilegios poniéndose de acuerdo en una protección
mutua fundando la “SANTA ALIANZA”.
España que era una monarquía limítrofe con Francia consideró el Rey un peligro
la vecindad apresurándose el soberano español a ingresar a la “Santa Alianza”,
en esta situación Napoleón Bonaparte que había conquistado la mayor parte de
Europa, invadió España tomando como pretexto su interés de castigar al Portugal
por haber violado el bloqueo comercial decretado contra los ingleses. En mayo
de 1008, el ejército francés ocupó algunas ciudades españolas suscitándose la
consiguiente reacción que dio lugar para que Napoleón sometiera cruelmente a
los reaccionarios. En estos días las relaciones .entre el Rey de España Carlos
IV y su hijo el Príncipe Heredero Fernando VII surgió una querella que para
definir lo designaron como Arbitro a Napoleón, el que logró hacer abdicar a
Carlos IV y más tarde a Fernando VII imponiendo a su hermano José Bonaparte
como Rey de España.
Este ultraje dio lugar a que toda España se levante en armas contra el
usurpador organizándose en Cádiz la Junta Nacional encargada de gobernar con
independencia. Los españoles lucharon con elevado valor obligando a José
Bonaparte a huir de España. El Ejército francés sufrió tremendas derrotas como
la de Bailón donde los Generales españoles Castaños y Reding obligaron al
General francés Dupont a capitular entregando prisioneros a 22.000 soldados.
La victoriosa reacción española obligó a Napoleón a invadir la península con
200.000 soldados; los españoles se organizaron en guerrillas para la
resistencia las que infligieron severas pérdidas al invasor, sin embargo
Napoleón impuso a su hermano José como Rey. Posteriormente Napoleón para la
guerra con Austria, tuvo que utilizar las fuerzas que ocupaban España la que
más fuerte, recobró su libertad que sin definidas autoridades se anarquizó
proclamándose FERNANDISTAS unos, otros CARLISTAS y hasta hubieron
BONAPARTISTAS.
Lo descrito, es el estado general en que España se encuentra al estallar la
“GUERRA DE LA INDEPENDENCIA AMERICANA”.
Influencia en el Alto Perú de la invasión a España por Napoleón.— La
Universidad de Chuquisaca y las ideas libertarias.— Origen y causas de la
revolución del 25 de mayo de 1.809 en Chuquisaca.
Los .alto peruanos al tener conocimiento de que los soberanos de España Carlos
IV y Femando VII se encontraban como prisioneros de Napoleón en Bayona y que
José Bonaparte era el Rey de España, en el primer momento manifestaron su
protesta por la actitud de Napoleón en favor de los soberanos; las tendencias
de los súbditos americanos eran disconformes, unes reconocían a Carlos IV,
otros a Femando VII y algunos aceptaban de buen grado el poder de José
Bonaparte.
Alto-peruanos y en toda América los escritores que conocían de los
acontecimientos europeos, vieron como una feliz, oportunidad para desligarse
del poder de España y buscar su independencia.
La Universidad de San Francisco Javier, llegó en el siglo XIX a un grado
eminente de progreso y de prestigio, en ella se forjaban los hombres en un
ambiente severo y disciplinado; de todas partes de América llegaban a sus aulas
en busca de la preparación intelectual que dispensaba.
Catedráticos y universitarios discutían los fundamentos y resultados de la
independencia de Estados Unidos de Norteamérica y de la revolución francesa no
obstante de la cuidadosa censura impuesta por la Madre Patria, de que no
llegaran periódicos, folletos ni libros relacionados con los acontecimientos
ocurridos en Europa, sin embargo por uno y otro medio llegaban las
informaciones más diversas. Se organizaron centros que tenían por objeto
estudiar y fomentar los conocimientos que originaron los movimientos
libertarios en Estados Unidos y Francia. Los intelectuales universitarios y
catedráticos tomaron para si la simbólica fórmula de los revolucionarios:
“LIBERTAD IGUALDAD Y FRATERNIDAD”; conocieron las conquistas alcanzadas de los
“DERECHOS DEL HOMBRE” y el espíritu de libertad e independencia fue la obsesión
de aquellos intelectuales.
El Brigadier Don José Manuel de Goyeneche natural de Arequipa, Oficial de las
fuerzas reales en América, viajó a España y por la Junta de Sevilla fue
ascendido a la alta clase de Brigadier (entre Coronel y General) siendo
comisionado a trabajar en el ánimo americano el reconocimiento de José
Bonaparte como Emperador; también debía procurar que Fernando VII sea
considerado siempre como Rey y finalmente al pasar por Río Janeiro entrevistó a
la Infanta Carlota de Borbón con la que se comprometió hacer que los americanos
la reconocieran como a su Soberana. Llegó a Montevideo y allí propuso el
reconocimiento de Femando VII: pasó a Buenos Aires donde trató de sorprender al
Virrey Liniers de origen francés para el reconocimiento de José Bonaparte y
finalmente Pegó a Chuquisaca donde se presentó ante el Presidente de la
Audiencia de Charcas Don Ramón García Pizarro poniendo en conocimiento las
comunicaciones y pretensiones de la Infanta Carlota, las que fueron del agrado
del Presidente y no así de parte del Presidente de la Academia Carolina y oidor
de la Audiencia. Boeto, que increpó con energía al intrigante Goyeneche, Boeto
y los demás oidores fueron apoyados por los Doctores y universitarios, finalmente
por el pueblo. La juventud universitaria dejó escuchar su vibrante oratoria y
propaganda libertaria distinguiéndose los oidores Uzós y Ballesteros. Bernardo
Monteagudo, Lemoine, Prudencio, los hermanos Jaime y Manuel Zudañez.
El Presidente de la Audiencia resolvió reprimir estas manifestaciones ordenando
el apresamiento principalmente de los hermanos Zudañez; el 25 de mayo de 1809
se cumplió la orden, Manuel Zudañez fue apresado el que al ser conducido por la
fuerza comenzó a gritar y pedir auxilio -—todo esto fue convenido entre los
revolucionarios— el pueblo sabía lo que tenía que ocurrir, comenzaron a tocar
las campanas de los templos en señal de alarma, se prendieron hogueras en
diferentes sitios y se organizaron manifestaciones de protesta a las que el
Presidente de la Audiencia ordenó disolver por la fuerza, el pueblo resistió a
las imposiciones armándose de piedras y palos y acabó por tomar preso al
Presidente García Pizarro. El 26 de mayo se organizó un Cabildo y se nombraron
comisiones para viajar a distintos puntos con el objeto de consolidar la
rebelión que buscaba la libertad de los pueblos americanos; a La Paz, vinieron
los doctores Michel y Mercado, a Potosí, Monteagudo, a Cochabamba, Alcérreca y
Pulido y a Buenos Aires, Moreno.
Es la forma como se inició en el Alto Perú la libertad americana, la que fue
secundada por otros pueblos la Guerra de la Independencia o Guerra de los 15
años.
La revolución del 16 de Julio en La Paz.— Combates de Chacaltaya, Irupana y
Chicanoma.
Desde años anteriores a 1.809, en La Paz, se intentaba rebelarse contra el
poder español, habiendo fracasado por varias veces principalmente por el mayor
cuidado que tomaron las autoridades realistas asegurando el mantenimiento del
orden. Finalmente los patriotas Pedro Domingo Murillo, Sagárnaga, Monje,
Catacora. Lanza, Indaburu y el cura José Antonio Medina, resolvieron deponer a
las autoridades españolas y proclamar la independencia; para el efecto debían
aprovechar la tradicional procesión de la Virgen del Carmen acto al que
asistían las autoridades y las fuerzas militares. Los audaces patriotas
rápidamente tomaron el cuartel sometiendo a los pocos soldados que quedaron de
guardia, se apoderaron de armas y municiones, fue apresado el Gobernador de la
ciudad Don Tadeo Dávila. De inmediato se organizó el gobierno de la ciudad y
se, convocó a Cabildo Libre el que decretó la destitución del Gobernador y del
Obispo Don Remigio de La Santa y Ortega.
El 24 de julio fue organizada una Junta de Gobierno presidida por Don Pedro
Domingo Murillo y nombrado a la vez Jefe de Armas. La labor de la Junta se
traducía en la preparación de fuerzas militares para sostener la revolución y
efectuar la necesaria propaganda en todos los pueblos y comarcas para que
presten su concurso al movimiento libertario.
El Virrey de Lima, Fernando de Abascal alarmado por los movimientos libertarios
de Chuquisaca y La Paz, resolvió restablecer el orden y para esto ordenó al
Brigadier José Manuel Goyeneche tomase las medidas conducentes a aplastar esos
movimientos; además, ordenó al Coronel Juan Ramírez y Orosco se pusiese a
órdenes de Goyeneche enviándole a Puno armas, municiones y dinero. Las
guarniciones de Puno, Arequipa y Cuzco organizaron un Ejército de 5.000
soldados.
Goyeneche, de inmediato, ocupó el único puente sobre el río Desaguadero que
vinculaba al Alto y Bajo Perú. El 13 de octubre de 1809, cruzó el Desaguadero
con sus fuerzas, encomendando la Vanguardia al Coronel Ramírez, tomando la
dirección general de marcha hacia La Paz.
La aproximación de fuerzas enemigas impuso la necesaria actividad de organizar
fuerzas militares en la ciudad, alcanzando a un efectivo de 720 soldados de
infantería, la caballería formada por dos escuadrones de 50 jinetes cada uno,
la artillería con dos baterías con once cañones y 160 hombres como personal. El
Comandante de todas las fuerzas patriotas era Don Gabriel Antonio Castro.
El 24 de octubre el Brigadier Goyeneche intimó rendición a las fuerzas
patriotas que ocuparon posiciones en las alturas de Chacaltaya, posiciones que
eran favorables para la defensa y permitían mantener una línea general de
retirada hacia los Yungas en caso de ser vencidas. El Comandante patriota
Castro respondió “que no se rendiría y que estaba resuelto a batirse, puesto
que la decapitación de los patriotas ya estaba decretada”.
El 25 de octubre Goyeneche inició el ataque contra Los insurgentes atacando el
Coronel Ramírez el flanco derecho y buscando el envolvimiento por la izquierda
el Coronal Piérola. Después de una resistencia heroica, los patriotas se
retiraron bajo las órdenes de Castro en dirección a los Yungas, quedando una
parte de las fuerzas de la defensa a cubrir la retirada a órdenes del bravo
soldado Juan Antonio Figueroa.
Vencida la resistencia de los patriotas, Goyeneche entró a la ciudad de La Paz
donde tomó crueles v sangrientas represalias; mandó capturar a los cabecillas
de la revolución y el 29 de enero de 1810 fueron condenados a la horca los
siguientes: Pedro Domingo Murillo, Basilio Catacora, Buenaventura Bueno, Melchor
Jiménez, Mariano Graneros, Juan Antonio Figueroa, Apolinar Jaén. Gregorio Lanza
y Juan Bautista Sagárnaga. La ejecución se efectuó en la Plaza principal
rodeando al acto de un gran aparato militar. El primero en ir al patíbulo fue
Don Pedro Domingo Murillo, se presentó altivo demostrando su fe patriótica
lanzando su profética expresión: “Yo muero, pero la tea que dejo encendida.,
nadie la podrá apagar”.
Al ser destituido e1 Obispo La Santa, se retiró a Irupana donde organizó una
fuerza para sostener el gobierno del Rey, el patriota Victorio Lanza, resolvió
atacar aquella localidad formando un destacamento con los pobladores de esa
región, operación que fue adversa a Lanza que perdió 300 hombres, retirándose
después más al interior de los Yungas.
Goyeneche se propuso exterminar a los revolucionarios, persiguiéndoles sin
descanso, con este motivo mandó una fuerza de 500 hombres a los Yungas a
órdenes del Coronel Domingo Tristán. El 11 de noviembre los realistas supieron
que las fuerzas patriotas se concentraron en Chicanoma, trasladándose de
inmediato a capturarlas. Tristán intimó al Comandante Castro que se rindiera y
entregara a sus hombres y armas; el Comandante Castro le respondió: “He de
rendir las armas con la vida antes de entregarlas”. Las fuerzas patriotas
fueron vencidas. Gabriel Antonio Castro y Victorio Lanza fueron tomados
prisioneros en el río Totorani habiendo Tristán ordenado que sean degollados,
las cabezas de estos sublimes patriotas fueron remitidas por Tristán a
Goyeneche el dispuso que fuesen exhibidas en el Alto de La Paz, pretendiendo
escarmentar a los revolucionarios.
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