A principios del siglo XX la dirigencia cruceña estaba enormemente preocupada
por el aislamiento y marginación de la vida nacional al que estaba sometida la
región. A pesar del auge que significó para el departamento de Santa Cruz la
explotación gomera, los dirigentes cruceños interpretaron que se trataba de
algo pasajero y que la desvinculación del resto del país sumiría a la región en
un aislamiento más asfixiante al que se había visto sometida hasta entonces. En
este sentido, la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos lanzó un
Memorandum dirigido al H. Congreso y a la Nación (1904) en el que se pide un
ferrocarril que vincule Santa Cruz con Cochabamba. "No pedimos a nuestros
compatriotas que nos traigan el progreso, como ha dicho un escritor sin sentido
común, tal vez ellos necesiten más de este progreso que nosotros; el progreso
vendrá paulatinamente, nosotros lo obtendremos con nuestros esfuerzos...
Pedimos ferrocarriles porque tenemos derecho a pedirlos, no para beneficio
[exclusivo] del Oriente, sino para bienestar general de la República..."
El año 1914 marca el fin del auge de la goma. "Con ello terminó la época
que quizá hubiera podido marcar el punto de partida para el desarrollo general
de la región. Debido a la falta de planificación los enormes capitales que por
breve tiempo fluyeron a raudales a la ciudad [Santa Cruz de la Sierra] no
fueron invertidos en proyectos que hubieran fomentado de manera duradera la
economía" (39). La región cruceña entró en un período de recesión económica
que duró hasta la Guerra del Chaco (1932-35). Tal como lo habían previsto los
hombres de la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos durante este
período se hizo más patente el aislamiento y el estado de abandono de la región
con respecto al resto del país. Esto provocó la aparición de corrientes
cívico-políticas que exteriorizaban su disconformidad y disgusto de manera más
explícita que en 1904. "Surgieron grupos prevenidos -dice Sanabria
Fernández- que trataron de encauzar esa corriente por senderos que no eran
precisamente los más indicados y hasta una especie de partido de agrupación
política, que dio en llamarse Regionalista u Orientalista" (40). El
partido Orientalista fue creado en 1920 al calor de los reclamos cruceños para
que el gobierno central construyera un ferrocarril que vinculara a la región
con el resto del país. Un año más tarde, en 1921, el gobierno decidió revocar
la ley que autorizaba la construcción del tan ansiado ferrocarril y en su lugar
proponía la construcción de una carretera. Esto provocó el más airado rechazo
de la comunidad cruceña que, reunida en cabildo abierto, se pronunció
enérgicamente contra lo que consideraba una nueva burla a los anhelos
regionales; exigía, además, la destitución del rector de la universidad, del prefecto
y el jefe de policía por haber apoyado la decisión gubernamental. Esta actitud
fue interpretada por la política andinocentrista como un peligroso movimiento
separatista que atentaba contra la unidad nacional.
De pronto la región cruceña empezaba a gravitar en la vida nacional. La visión
estrecha de los políticos de turno, incapaces de comprender que Bolivia es algo
más que la meseta andina, les impedía comprender en su justa dimensión los
reclamos de esta región postergada y los interpretaron negativamente. En este
estado de cosas, en 1923 el gobierno dictó el estado de sitio: era la primera
vez que se lo aplicaba en Santa Cruz. En estas circunstancias se formó un grupo
integrado por los partidos opositores, que se dio en llamar Oposición
Independiente, que "consideraba como elementos negativos para la vida
regional: el desgobierno de Bautista Saavedra; la existencia de grupos que
engañaban a la masa obrera con promesas de bienestar y mejoramiento que nunca
se realizaban; la imposición de candidatos desde La Paz, que querían una
municipalidad puesta a órdenes del gobierno. También acusaba al gobierno de
haberse gastado los fondos del ferrocarril Cochabamba-Santa Cruz" (41).
A partir de 1926 el tema del ferrocarril pasó a segundo plano, pues empezaron los
primeros choques con el Paraguay en el Chaco. En palabras de Mariano Baptista,
la Guerra del Chaco "es el sacudimiento más fuerte y creador que
experimenta la sociedad boliviana en los cuatro siglos de su existencia
mestiza". El 12 de junio de 1935 los cancilleres de Bolivia y Paraguay
firmaban en Buenos Aires un documento que daba fin a esta guerra. Se llegó a
este momento cuando Paraguay estaba firmemente posesionado en el Chaco Boreal y
con el apremio de la Argentina que durante toda la contienda ayudó a los
paraguayos con armas, alimentos y carburantes.
Para Bolivia las consecuencias de esta guerra son muy importantes. Entre otras
cosas: surge lo que se ha dado en llamar la "generación del Chaco",
que se va a manifestar a través del nacionalismo revolucionario, la
revitalización de los movimientos de izquierda de tipo radical y la
proliferación de novelas sociales realistas; la pérdida de una buena parte de
su territorio; el fin del sistema político que había estado en vigencia desde
1880; se empieza a desarrollar uno de los movimientos obreros más poderosos,
independientes y radicales de América Latina.
El período que va entre 1935 a 1952 es tremendamente rico en acontecimientos:
1) Se sucedieron 11 presidentes: algunos se han caracterizado por la novedad
del socialismo (Toro, Busch), otros por enfrentarse a la "rosca"
tradicional (Villarroel) y los hay también reaccionarios (Hertzog,
Urriolagoitia).
2) Surgen nuevos partidos políticos: Partido Obrero Revolucionario (POR),
Partido Socialista (PS), Falange Socialista Boliviana (FSB), Partido de
Izquierda Revolucionaria (PIR), Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR),
Partido Comunista (PC).
3) Se formó la Federación Sindical de Trabajadores Mineros (FSTM).
4) Se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) como entidad
estatal para explorar y explotar los recursos petrolíferos y gasíferos del país
(1936). Esto hace que el Estado se convierta en el dueño absoluto de la riqueza
petrolera. Un año más tarde se declaró la caducidad de todas las propiedades de
la Standard Oil of Bolivia "por falta de cumplimiento de contrato y por
evasión de impuestos".
5) Durante la presidencia de Busch se promulgó una ley que fijaba el 11% de
regalías a los departamentos productores de hidrocarburos (1938).
6) Como ya se ha dicho, durante el gobierno de Peñaranda se inició el proceso
de integración del país con la creación de la Corporación Boliviana de Fomento
(CBF), el inicio de la construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz y la
iniciación de los estudios para la instalación del ingenio azucarero Guabirá.
Durante este período destaca de manera especial la primera revolución que se
origina en Santa Cruz de la Sierra, aunque fue frustrada pues no fue apoyada
por La Paz, Oruro y Cochabamba.
La revolución de 1949 fue protagonizada por el novel Movimiento Nacionalista
Revolucionario y uno de sus principales líderes fue Edmundo Roca Arredondo. La
revolución creó una "Junta Revolucionaria de Gobierno" que, presidida
por Roca, gobernaría zafándose de la tutela de La Paz. "La Junta
Revolucionaria de Gobierno dirigida por Edmundo Roca Arredondo -dice José Luis
Roca- planteaba reivindicaciones clasistas que afectaban simultáneamente la
estructura social de Santa Cruz y la del resto del país. El MNR cruceño decidió
tomar el liderazgo de este momento crítico de la Revolución Nacional, para lo
cual irradió una acción no sólo a nivel local, sino también a los obreros de
las minas, de las fábricas y a las adormecidas masas campesinas
aimaro-quechuas. Durante dos semanas Edmundo Roca fue jefe de un gobierno que
no obedecía órdenes de La Paz. Ello permitió poner en primer plano de la
atención nacional e internacional a un pueblo acusado como separatista por la
oligarquía altiplánica y que ahora se colocaba a la vanguardia de los
planteamientos más revolucionarios que jamás se habían hecho en el país:
nacionalización de minas, reforma agraria y voto universal. Este programa,
lejos de postular la escisión del país trataba más bien de modernizarlo y
unificarlo bajo la dirección de un gobierno central fuerte" (42).
A mediados del siglo XX Bolivia se nos presenta como un país con graves
problemas que exigen una pronta y radical solución:
* La población había aumentado a 3.000.000 de habitantes; el 72% se dedicaba a
la agricultura. El departamento de Santa Cruz contaba con 244.658 habitantes y
la capital con 42.746.
* La población urbana se había incrementado del 14,5% en 1900 al 22% en 1950.
La ciudad más importante era La Paz con 320.000 habitantes.
* Más del 90% de la tierra cultivada estaba en manos de un reducido número de
hacendados.
* La situación del indio era de total dependencia del hacendado: estaba
sometido al pongueaje.
* El analfabetismo llegaba al 70%.
* La minería era la principal fuente de ingreso para el Estado, pero estaba en
manos de los llamados "barones del Estaño" y en los últimos años
estaba en plena decadencia y su producción era muy cara.
* Aunque dos tercios de la población activa se dedicaba a la agricultura,
Bolivia era importadora de alimentos. La industria era muy incipiente, sólo
ocupaba 4% de la población económicamente activa. Al ser importadora de
productos manufacturados y alimenticios, existía un alto déficit en la balanza
de pagos.
* Bolivia seguía siendo un país desarticulado: sólo tenía 26.000 kilómetros de
carreteras, ninguna pavimentada y no siempre transitables; el Oriente Boliviano
estaba totalmente al margen de la vida nacional.
Inicio del desarrollo
El petróleo es conocido en Bolivia desde el período colonial. El padre Alonso
Barba menciona, en su célebre "Arte de los metales", la existencia de
"betunes" en la frontera de Chuquisaca (43). A mediados del siglo XIX
ya se conocía la existencia de yacimientos de petróleo, pero no fue hasta los
primeros años del siglo XX que se inició la búsqueda de este mineral; para ello
se formaron varias empresas nacionales y extranjeras (44). A partir de 1925
empezaron a descubrirse pozos petrolíferos en la zona sur del Oriente
Boliviano; sin embargo, hasta 1950 la producción no es considerable, pues era
de aproximadamente 100.000 metros cúbicos (45). La certeza de existencia de
petróleo convirtió al departamento de Santa Cruz en un polo de atracción para
el gobierno central y los países vecinos. Así, durante la presidencia de Germán
Busch (1937-39) se firmaron Notas Reversales con el Brasil para la construcción
de un ferrocarril que uniera Santa Cruz de la Sierra con la ciudad brasileña de
Corumbá, con conexión a la red brasileña; asimismo, se aprobó un convenio con
Argentina para la construcción de la Ferrovía Santa Cruz de la Sierra-Yacuiba;
en ambos casos con fondos de esos países contra el reembolso en petróleo.
Fue también en esta época que se inició lo que se ha dado en llamar "la
marcha hacia el Oriente", mediante un plan de colonización con desplazamiento
de grupos indígenas desde las tierras altas. Aunque se habían dado algunos
intentos antes de la Guerra del Chaco, el Ministerio de Guerra y Colonización
había iniciado en 1937 una campaña -destinada fundamentalmente a los soldados
benianos y cruceños recientemente desmovilizados- para colonizar la zona
Yapacaní-Puerto Grether. Para 1939 existían en la llamada Colonia Germán Busch
más de 200 colonizadores; entre éstos había un número de extranjeros (judíos y
portugueses). Sin embargo, la ayuda del ejército sólo duró hasta 1945 y la
colonia se fue despoblando poco a poco.
El gobierno central no contó con una política definida con respecto al Oriente
Boliviano. Esto se vio claramente en 1942 cuando una comisión económica de
Estados Unidos, presidida por Merwin Bohan propuso un plan de desarrollo
económico -conocido como el Plan Bohan- en base a la diversificación económica
para la producción de artículos de consumo. Este plan consta de un diagnóstico
de la economía nacional, con énfasis en los años que van de 1936 a 1940, del
que se desprende una serie de recomendaciones sobre estrategias, planes y
proyectos estudiados en gran detalle (46). En cierta forma este hecho se puede
considerar como el arranque del desarrollo cruceño, pues para ello se creó en
1942 la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), en 1943 se inició la
construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz y este mismo año se
iniciaron los estudios para la instalación del ingenio azucarero Guabirá.
La revolución de Abril de 1952 estalló en momentos en los que el país estaba
experimentando ligeros cambios en lo que a estructura social se refiere, entre
1900 y 1952 la población urbana había sufrido un alza del 14,3 al 22,8 % de la
población total del país; el sistema político se estaba desintegrando y la
economía experimentaba un estancamiento. En 1950 Bolivia era el productor de
estaño más caro del mundo. "Así se entiende que resultara relativamente
fácil llevar a cabo los cambios que el MNR (Movimiento Nacionalista
Revolucionario) iba a realizar como resultado de la revolución de 1952"
(47).
A partir de 1952 se dio, pues, una reorientación de la política de desarrollo
económico del país, teniendo en cuenta las recomendaciones del Plan Bohan y las
de la Misión Keenleyside que en 1950 reiteró lo dicho por Bohan. Se trataba,
por tanto, de seguir lo iniciado durante el gobierno de Peñaranda, es decir, la
integración nacional a través del desarrollo cruceño. Esto supuso volver los
ojos a una parte del territorio nacional que hasta entonces había sido
marginada, el Oriente Boliviano, y más concretamente el departamento de Santa
Cruz. "En el lado constructivo de la Revolución Nacional -dice Mariano
Baptista- figura su visión integradora y modernizadora de la sociedad
boliviana, a la que arrancó de su atraso y marasmo colonial, y el símbolo de esa
tarea se encarnó en ese 'constructor de imperios', como llama Pierre Lenoir a
Alfonso Gumucio Reyes, presidente de la Corporación Boliviana de Fomento y
luego Ministro de Economía" (48). El "Programa de desarrollo de
1954" tendía a la sustitución de productos alimenticios y materia prima de
origen agroindustrial, así como del petróleo y sus derivados. Dado que una
buena parte de estos productos agropecuarios (carne, arroz, azúcar, algodón,
oleaginosas, madera, manteca) sólo se producían en la región cruceña, los
esfuerzos se volcaron hacia su desarrollo económico. Es más, este programa
puntualizaba que "desarrollar el área del norte de Santa Cruz es el mejor
medio para aumentar en corto tiempo la producción de aquellos productos que se
importan". Los lineamientos de este programa fueron más tarde adoptados
por el "Plan decenal de 1961". Los objetivos para el desarrollo
regional pueden ser resumidos de la siguiente forma:
1) Integración regional de la economía.
2) Iniciación del aprovechamiento del potencial de desarrollo del Oriente
Boliviano.
3) Distribución más racional de la población rural, con respecto a las
posibilidades de desarrollo que ofrecen las diferentes regiones.
4) Sustitución de importación de productos alimenticios y de materias primas de
origen agropecuario tropical y subtropical.
5) Diversificación de las exportaciones agrícolas, ganaderas y forestales de
origen tropical y subtropical.
Este programa significaba un aumento de la superficie agrícola en unas 412.000
hectáreas, de las cuales 272.000 correspondían al Oriente Boliviano. En el caso
concreto del departamento de Santa Cruz se trataba de incorporar 50.000
hectáreas, que debían llegar a las 100.000 a mediano plazo, lo que venía a
significar el 30% de la superficie cultivada del país.
Para poder llevar adelante este programa se hacía indispensable romper el
aislamiento cruceño mediante la construcción de caminos. En 1954 se terminaron
de construir los 500 kilómetros de carretera que unen Santa Cruz y Cochabamba,
que habían sido iniciados durante el gobierno de Peñaranda y que en 1952 apenas
existía en un 45%. Poco más tarde, en 1957, se terminaba de asfaltar esta
carretera y se extendía hacia las provincias del norte. Paralelamente se dio un
notable impulso al transporte aéreo y se concluyeron los ferrocarriles que unen
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra con Brasil (1955) y Argentina (1957).
En 1950 la población del departamento de Santa Cruz era de 244.658 habitantes.
Para poder conseguir la incorporación de las 100.000 hectáreas programadas esta
población resultaba insuficiente. Por otra parte, se hacía necesario
"relocalizar" parte de la población andina asentándola en zonas
fértiles. Así, se planteó la necesidad de incentivar la migración interna y la
inmigración extranjera. En lo que a la primera se refiere, se recurrió a los
excedentes de las minas nacionalizadas y a los agricultores del valle
cochabambino. El objetivo, a corto plazo, era trasladar 5.000 familias por
medio de la colonización dirigida. "La delimitación de la región de Santa
Cruz, donde ya existía un pequeño centro primario y varias poblaciones de menor
jerarquía, se efectuó en su principio más o menos de acuerdo al área de
influencia de este centro primario [Santa Cruz de la Sierra]. Más tarde dicha
área se extendió hacia zonas circundantes hasta entonces casi vírgenes"
(49). Sin embargo, los resultados esperados recién se cumplieron en 1966,
debido sobre todo al concurso decisivo de la migración espontánea que aportó un
30% de las familias asentadas (50). La búsqueda de inmigrantes europeos
fracasó. A partir de 1953 se establecieron colonias de japoneses y más tarde de
menonitas.
Con el objeto de incorporar nuevas tierras de cultivo (caña de azúcar, maíz,
arroz), el Servicio Agrícola Interamericano se hizo cargo de la asistencia
técnica y financiera. Para ello desarrolló sus actividades en tres campos:
asesoría a nivel técnico agropecuario; establecimiento de un sistema de
créditos y fijación de precios de fomento subvencionados; y un servicio de
maquinaria agrícola. Paralelamente se iniciaron programas de salubridad,
especialmente la campaña para la erradicación de la malaria, que permitió crear
condiciones favorables para la nueva mano de obra que se había establecido en
la región. Asimismo se hicieron instalaciones para el procesamiento industrial.
Así en 1956 entraba en funcionamiento el ingenio azucarero Guabirá y se
facilitó la operación de otros tres ingenios privados.
Etapas del desarrollo
De acuerdo a Koster en el proceso del desarrollo cruceño se pueden distinguir
tres etapas (51):
Primera etapa:
Abarca hasta los primeros años de la década del 60. Los efectos de la
mecanización del campo, la vinculación caminera, la incorporación de nueva mano
de obra y la "promoción" que el Estado hizo de la región cruceña dieron
como resultado un rapidísimo crecimiento agrícola, especialmente en la
producción de arroz y azúcar.
En esta etapa tiene lugar lo que se ha dado en llamar "las luchas cívicas
cruceñas"; es decir, la pelea que llevaron a cabo los cruceños para
alcanzar su incorporación a la vida activa nacional y conseguir los medios
económicos necesarios para alcanzar un desarrollo adecuado. En realidad se
trata del "climax" de las "luchas cívicas" que, como ya
hemos visto, se iniciaron con el Memorandum de 1904. Durante el gobierno de
Busch, como ya se ha mencionado, se promulgó una ley (Ley Busch) que fijaba el
11% de regalías a los departamentos productores de hidrocarburos. Parecía que
con esto la guerra había terminado: el 11% resolvería los problemas de Santa
Cruz. Sin embargo, estaba todavía por librarse la "madre de las
batallas".
El 30 de octubre de 1950 la dirigencia cruceña creó un nuevo instrumento para
luchar por el reconocimiento de los fondos que por ley le correspondían y velar
por el desarrollo de la región, el Comité Pro Santa Cruz, cuyo primer
directorio estuvo presidido por Ramón Darío Gutiérrez. Los primeros años del
accionar de la nueva institución fue discreto, pero las circunstancias le
llevarían a jugar un papel protagónico. En 1955 el gobierno del MNR promulgó el
Código del Petróleo; el artículo 104 de éste creó una gran ambigüedad, pues
decía que el concesionario debía pagar al Estado "el 11% sobre la
producción bruta en boca de pozo", mientras la Ley Busch -que no estaba
derogada- otorgaba este 11% a los departamentos productores. A partir de este
momento la dirigencia cruceña incorpora un nuevo reclamo: una ley
interpretativa para el artículo 104.
La lucha fue larga, dura y cruel. Nuevamente se vuelve a interpretar el
movimiento cívico cruceño como altamente peligroso para la unidad nacional, a
tal punto que un órgano de prensa paceño habló de movimientos militares
brasileños en la frontera para apoyar a los separatistas y, lo que es peor, el
gobierno central envió milicias campesinas para reprimir la sedición, lo que
provocó muerte y terror. A todo esto, que ya es mucho, hay que añadir la
tremenda crisis económica que vivía el país. "La situación económica era
dramática, pues el país había entrado en una espiral inflacionaria sin precedentes.
De 52 pesos el dólar en 1952, se elevó a 17.000 en 1957. Ello dio lugar a
efectuar drásticos reajustes, uno de los cuales fue la llamada 'estabilización'
monetaria... Una de las consecuencias de ésta fue el retorno al sistema de
cambio libre y la supresión de todos los subsidios y preferencias a la
industria" (52). El 15 de enero de 1957 fue aprobada la ley
interpretativa, que luego se llamó "Ley Vega" por haber sido
presentada por el diputado Virgilio Vega. Sin embargo, no fue promulgada hasta
diciembre de 1957. El gran protagonista de este período es el presidente del
Comité Pro Santa Cruz, Melchor Pinto Parada.
En los años 70, y a ejemplo del movimiento surgido en Santa Cruz, comenzaron a
organizarse en el país comités cívicos que tenían como objetivo fundamental
buscar mejor distribución de los recursos estatales a favor de las regiones,
luchando frontalmente contra el centralismo.
Segunda etapa:
Se caracteriza por la incorporación de nuevos productos. A partir de mediados
de los años 60 se inicia la producción en gran escala de algodón y el inicio de
las exportaciones que tendrán un auge especial en los primeros años de la
siguiente década, sobre todo de azúcar y madera.
El auge económico se vio incrementado por el notable desarrollo que experimentó
la producción petrolera. En 1956 se promulgó el Código del Petróleo y llegaron
a 14 las compañías que obtuvieron concesiones en un total de 13.345.119
hectáreas. La compañía que realizó los trabajos más importantes fue la Bolivian
Gulf Co., que obtuvo los siguientes resultados:
a) Area explorada: 52.000 kilómetros cuadrados (geología).
b) Perforación de 84 pozos con un metraje de 238.507 metros.
c) Campos descubiertos: Caranda (1961), Colpa (1961), Río Grande (1962), Palmar
(1964), Santa Cruz (1964), La Peña (1965) (53).
La construcción de un oleoducto a la costa del Pacífico (1966) y de un
gaseoducto a la Argentina (1970) hicieron que la explotación petrolera
adquiriera grandes proporciones y convertían a Santa Cruz en la zona más
productiva del país. De acuerdo al Ministerio de Planeamiento el producto
regional del departamento de Santa Cruz en el período que va de 1965 a 1971
creció del 35,2% al 42,2%, fundamentalmente gracias a la explotación petrolera
que en este período se quintuplicó (54).
Tercera etapa:
En 1962 la participación de Santa Cruz en el producto interno bruto del país
era de aproximadamente 3%. A partir de 1965 la participación cruceña había
alcanzado el 14,5%, de acuerdo a datos del Comité de Obras Públicas (1975).
Este aumento irá en alza de 1970 a 1980.
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Inicio del desarrollo
El petróleo es conocido en Bolivia desde el período colonial. El padre Alonso
Barba menciona, en su célebre "Arte de los metales", la existencia de
"betunes" en la frontera de Chuquisaca (43). A mediados del siglo XIX
ya se conocía la existencia de yacimientos de petróleo, pero no fue hasta los
primeros años del siglo XX que se inició la búsqueda de este mineral; para ello
se formaron varias empresas nacionales y extranjeras (44). A partir de 1925
empezaron a descubrirse pozos petrolíferos en la zona sur del Oriente
Boliviano; sin embargo, hasta 1950 la producción no es considerable, pues era
de aproximadamente 100.000 metros cúbicos (45). La certeza de existencia de
petróleo convirtió al departamento de Santa Cruz en un polo de atracción para
el gobierno central y los países vecinos. Así, durante la presidencia de Germán
Busch (1937-39) se firmaron Notas Reversales con el Brasil para la construcción
de un ferrocarril que uniera Santa Cruz de la Sierra con la ciudad brasileña de
Corumbá, con conexión a la red brasileña; asimismo, se aprobó un convenio con
Argentina para la construcción de la Ferrovía Santa Cruz de la Sierra-Yacuiba;
en ambos casos con fondos de esos países contra el reembolso en petróleo.
Fue también en esta época que se inició lo que se ha dado en llamar "la
marcha hacia el Oriente", mediante un plan de colonización con
desplazamiento de grupos indígenas desde las tierras altas. Aunque se habían
dado algunos intentos antes de la Guerra del Chaco, el Ministerio de Guerra y
Colonización había iniciado en 1937 una campaña -destinada fundamentalmente a
los soldados benianos y cruceños recientemente desmovilizados- para colonizar
la zona Yapacaní-Puerto Grether. Para 1939 existían en la llamada Colonia
Germán Busch más de 200 colonizadores; entre éstos había un número de
extranjeros (judíos y portugueses). Sin embargo, la ayuda del ejército sólo
duró hasta 1945 y la colonia se fue despoblando poco a poco.
El gobierno central no contó con una política definida con respecto al Oriente
Boliviano. Esto se vio claramente en 1942 cuando una comisión económica de
Estados Unidos, presidida por Merwin Bohan propuso un plan de desarrollo
económico -conocido como el Plan Bohan- en base a la diversificación económica
para la producción de artículos de consumo. Este plan consta de un diagnóstico
de la economía nacional, con énfasis en los años que van de 1936 a 1940, del
que se desprende una serie de recomendaciones sobre estrategias, planes y
proyectos estudiados en gran detalle (46). En cierta forma este hecho se puede
considerar como el arranque del desarrollo cruceño, pues para ello se creó en
1942 la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), en 1943 se inició la
construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz y este mismo año se
iniciaron los estudios para la instalación del ingenio azucarero Guabirá.
La revolución de Abril de 1952 estalló en momentos en los que el país estaba
experimentando ligeros cambios en lo que a estructura social se refiere, entre
1900 y 1952 la población urbana había sufrido un alza del 14,3 al 22,8 % de la
población total del país; el sistema político se estaba desintegrando y la
economía experimentaba un estancamiento. En 1950 Bolivia era el productor de
estaño más caro del mundo. "Así se entiende que resultara relativamente
fácil llevar a cabo los cambios que el MNR (Movimiento Nacionalista
Revolucionario) iba a realizar como resultado de la revolución de 1952"
(47).
A partir de 1952 se dio, pues, una reorientación de la política de desarrollo
económico del país, teniendo en cuenta las recomendaciones del Plan Bohan y las
de la Misión Keenleyside que en 1950 reiteró lo dicho por Bohan. Se trataba,
por tanto, de seguir lo iniciado durante el gobierno de Peñaranda, es decir, la
integración nacional a través del desarrollo cruceño. Esto supuso volver los
ojos a una parte del territorio nacional que hasta entonces había sido
marginada, el Oriente Boliviano, y más concretamente el departamento de Santa
Cruz. "En el lado constructivo de la Revolución Nacional -dice Mariano
Baptista- figura su visión integradora y modernizadora de la sociedad
boliviana, a la que arrancó de su atraso y marasmo colonial, y el símbolo de
esa tarea se encarnó en ese 'constructor de imperios', como llama Pierre Lenoir
a Alfonso Gumucio Reyes, presidente de la Corporación Boliviana de Fomento y
luego Ministro de Economía" (48). El "Programa de desarrollo de
1954" tendía a la sustitución de productos alimenticios y materia prima de
origen agroindustrial, así como del petróleo y sus derivados. Dado que una
buena parte de estos productos agropecuarios (carne, arroz, azúcar, algodón,
oleaginosas, madera, manteca) sólo se producían en la región cruceña, los
esfuerzos se volcaron hacia su desarrollo económico. Es más, este programa
puntualizaba que "desarrollar el área del norte de Santa Cruz es el mejor
medio para aumentar en corto tiempo la producción de aquellos productos que se
importan". Los lineamientos de este programa fueron más tarde adoptados
por el "Plan decenal de 1961". Los objetivos para el desarrollo
regional pueden ser resumidos de la siguiente forma:
1) Integración regional de la economía.
2) Iniciación del aprovechamiento del potencial de desarrollo del Oriente
Boliviano.
3) Distribución más racional de la población rural, con respecto a las
posibilidades de desarrollo que ofrecen las diferentes regiones.
4) Sustitución de importación de productos alimenticios y de materias primas de
origen agropecuario tropical y subtropical.
5) Diversificación de las exportaciones agrícolas, ganaderas y forestales de
origen tropical y subtropical.
Este programa significaba un aumento de la superficie agrícola en unas 412.000
hectáreas, de las cuales 272.000 correspondían al Oriente Boliviano. En el caso
concreto del departamento de Santa Cruz se trataba de incorporar 50.000
hectáreas, que debían llegar a las 100.000 a mediano plazo, lo que venía a
significar el 30% de la superficie cultivada del país.
Para poder llevar adelante este programa se hacía indispensable romper el
aislamiento cruceño mediante la construcción de caminos. En 1954 se terminaron
de construir los 500 kilómetros de carretera que unen Santa Cruz y Cochabamba,
que habían sido iniciados durante el gobierno de Peñaranda y que en 1952 apenas
existía en un 45%. Poco más tarde, en 1957, se terminaba de asfaltar esta
carretera y se extendía hacia las provincias del norte. Paralelamente se dio un
notable impulso al transporte aéreo y se concluyeron los ferrocarriles que unen
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra con Brasil (1955) y Argentina (1957).
En 1950 la población del departamento de Santa Cruz era de 244.658 habitantes.
Para poder conseguir la incorporación de las 100.000 hectáreas programadas esta
población resultaba insuficiente. Por otra parte, se hacía necesario
"relocalizar" parte de la población andina asentándola en zonas
fértiles. Así, se planteó la necesidad de incentivar la migración interna y la
inmigración extranjera. En lo que a la primera se refiere, se recurrió a los
excedentes de las minas nacionalizadas y a los agricultores del valle
cochabambino. El objetivo, a corto plazo, era trasladar 5.000 familias por
medio de la colonización dirigida. "La delimitación de la región de Santa
Cruz, donde ya existía un pequeño centro primario y varias poblaciones de menor
jerarquía, se efectuó en su principio más o menos de acuerdo al área de
influencia de este centro primario [Santa Cruz de la Sierra]. Más tarde dicha
área se extendió hacia zonas circundantes hasta entonces casi vírgenes"
(49). Sin embargo, los resultados esperados recién se cumplieron en 1966,
debido sobre todo al concurso decisivo de la migración espontánea que aportó un
30% de las familias asentadas (50). La búsqueda de inmigrantes europeos
fracasó. A partir de 1953 se establecieron colonias de japoneses y más tarde de
menonitas.
Con el objeto de incorporar nuevas tierras de cultivo (caña de azúcar, maíz,
arroz), el Servicio Agrícola Interamericano se hizo cargo de la asistencia
técnica y financiera. Para ello desarrolló sus actividades en tres campos:
asesoría a nivel técnico agropecuario; establecimiento de un sistema de
créditos y fijación de precios de fomento subvencionados; y un servicio de
maquinaria agrícola. Paralelamente se iniciaron programas de salubridad,
especialmente la campaña para la erradicación de la malaria, que permitió crear
condiciones favorables para la nueva mano de obra que se había establecido en
la región. Asimismo se hicieron instalaciones para el procesamiento industrial.
Así en 1956 entraba en funcionamiento el ingenio azucarero Guabirá y se
facilitó la operación de otros tres ingenios privados.
Etapas del desarrollo
De acuerdo a Koster en el proceso del desarrollo cruceño se pueden distinguir
tres etapas (51):
Primera etapa:
Abarca hasta los primeros años de la década del 60. Los efectos de la
mecanización del campo, la vinculación caminera, la incorporación de nueva mano
de obra y la "promoción" que el Estado hizo de la región cruceña
dieron como resultado un rapidísimo crecimiento agrícola, especialmente en la
producción de arroz y azúcar.
En esta etapa tiene lugar lo que se ha dado en llamar "las luchas cívicas
cruceñas"; es decir, la pelea que llevaron a cabo los cruceños para
alcanzar su incorporación a la vida activa nacional y conseguir los medios
económicos necesarios para alcanzar un desarrollo adecuado. En realidad se
trata del "climax" de las "luchas cívicas" que, como ya
hemos visto, se iniciaron con el Memorandum de 1904. Durante el gobierno de
Busch, como ya se ha mencionado, se promulgó una ley (Ley Busch) que fijaba el
11% de regalías a los departamentos productores de hidrocarburos. Parecía que
con esto la guerra había terminado: el 11% resolvería los problemas de Santa
Cruz. Sin embargo, estaba todavía por librarse la "madre de las
batallas".
El 30 de octubre de 1950 la dirigencia cruceña creó un nuevo instrumento para
luchar por el reconocimiento de los fondos que por ley le correspondían y velar
por el desarrollo de la región, el Comité Pro Santa Cruz, cuyo primer
directorio estuvo presidido por Ramón Darío Gutiérrez. Los primeros años del
accionar de la nueva institución fue discreto, pero las circunstancias le
llevarían a jugar un papel protagónico. En 1955 el gobierno del MNR promulgó el
Código del Petróleo; el artículo 104 de éste creó una gran ambigüedad, pues
decía que el concesionario debía pagar al Estado "el 11% sobre la
producción bruta en boca de pozo", mientras la Ley Busch -que no estaba
derogada- otorgaba este 11% a los departamentos productores. A partir de este
momento la dirigencia cruceña incorpora un nuevo reclamo: una ley
interpretativa para el artículo 104.
La lucha fue larga, dura y cruel. Nuevamente se vuelve a interpretar el
movimiento cívico cruceño como altamente peligroso para la unidad nacional, a
tal punto que un órgano de prensa paceño habló de movimientos militares
brasileños en la frontera para apoyar a los separatistas y, lo que es peor, el gobierno
central envió milicias campesinas para reprimir la sedición, lo que provocó
muerte y terror. A todo esto, que ya es mucho, hay que añadir la tremenda
crisis económica que vivía el país. "La situación económica era dramática,
pues el país había entrado en una espiral inflacionaria sin precedentes. De 52
pesos el dólar en 1952, se elevó a 17.000 en 1957. Ello dio lugar a efectuar
drásticos reajustes, uno de los cuales fue la llamada 'estabilización'
monetaria... Una de las consecuencias de ésta fue el retorno al sistema de
cambio libre y la supresión de todos los subsidios y preferencias a la
industria" (52). El 15 de enero de 1957 fue aprobada la ley
interpretativa, que luego se llamó "Ley Vega" por haber sido
presentada por el diputado Virgilio Vega. Sin embargo, no fue promulgada hasta
diciembre de 1957. El gran protagonista de este período es el presidente del
Comité Pro Santa Cruz, Melchor Pinto Parada.
En los años 70, y a ejemplo del movimiento surgido en Santa Cruz, comenzaron a
organizarse en el país comités cívicos que tenían como objetivo fundamental
buscar mejor distribución de los recursos estatales a favor de las regiones,
luchando frontalmente contra el centralismo.
Segunda etapa:
Se caracteriza por la incorporación de nuevos productos. A partir de mediados
de los años 60 se inicia la producción en gran escala de algodón y el inicio de
las exportaciones que tendrán un auge especial en los primeros años de la
siguiente década, sobre todo de azúcar y madera.
El auge económico se vio incrementado por el notable desarrollo que experimentó
la producción petrolera. En 1956 se promulgó el Código del Petróleo y llegaron
a 14 las compañías que obtuvieron concesiones en un total de 13.345.119
hectáreas. La compañía que realizó los trabajos más importantes fue la Bolivian
Gulf Co., que obtuvo los siguientes resultados:
a) Area explorada: 52.000 kilómetros cuadrados (geología).
b) Perforación de 84 pozos con un metraje de 238.507 metros.
c) Campos descubiertos: Caranda (1961), Colpa (1961), Río Grande (1962), Palmar
(1964), Santa Cruz (1964), La Peña (1965) (53).
La construcción de un oleoducto a la costa del Pacífico (1966) y de un
gaseoducto a la Argentina (1970) hicieron que la explotación petrolera
adquiriera grandes proporciones y convertían a Santa Cruz en la zona más
productiva del país. De acuerdo al Ministerio de Planeamiento el producto
regional del departamento de Santa Cruz en el período que va de 1965 a 1971
creció del 35,2% al 42,2%, fundamentalmente gracias a la explotación petrolera
que en este período se quintuplicó (54).
Tercera etapa:
En 1962 la participación de Santa Cruz en el producto interno bruto del país
era de aproximadamente 3%. A partir de 1965 la participación cruceña había
alcanzado el 14,5%, de acuerdo a datos del Comité de Obras Públicas (1975).
Este aumento irá en alza de 1970 a 1980. (Cuadro No.1)
Cuadro No. 1
Participación de Santa Cruz en el P.I.B.
Nacional (en millones de pesos)
Año Bolivia Santa Cruz %
1970 12.374 2.019,2 16,3
1971 12.985 2.210,3 17,0
1972 13.732 2.373,9 17,3
1973 14.668 2.677,8 18,2
1974 15.563 2.811,7 18,1
1975 16.353 2.998,8 18,3
1976 17.469 3.296,1 18,9
1977 18.064 3.463,7 19,2
1978 18.628 3.475,9 18,7
1979 19.007 3.574,0 18,8
1980 19.161 3.591,0 18,7
La participación porcentual del sector primario durante este período se vio
afectada por la caída en la producción de hidrocarburos. Sin embargo, se dio un
notable incremento de otros sectores.
En el período que va de 1973 a 1980 se conformaron complejos productivos
industriales importantes:
1) Complejo azucarero. Es el más antiguo. Cuenta con cuatro plantas que
producen azúcar, alcohol y melaza.
2) Complejo maderero. Cuenta con seis plantas laminadoras de fabricación de
parquet, pisos de madera y diversos tipos de láminas. Esta actividad incluye
128 aserraderos y numerosas carpinterías, tanto artesanales como industriales.
3) Complejo aceitero. Cuenta con tres fábricas de refinación de aceites
comestibles y manufactura de grasas vegetales.
4) Complejo textil. Se cuenta con varias plantas de hilados y tratamiento de
algodón en rama. Complementaria a esta actividad es el desmote.
5) Complejo de alimentos balanceados. Existen cinco plantas, de las cuales dos
son de carácter nacional.
Paralelamente el sector de servicios ha experimentado un desarrollo inusitado,
mientras que la agricultura tiene una extensión continuada.
Cuadro No. 2
Participación de Santa Cruz en el P.I.B.
Agropecuario Nacional (en millones de pesos)
Año Bolivia Santa Cruz %
1970 2.240 409,1 18,3
1971 2.373 429,5 18,1
1972 2.512 455,3 18,1
1973 2.628 480,5 18,3
1974 2.725 490,7 18,0
1975 2.907 521,8 17,9
1976 2.991 677,0 22,6
1977 2.890 654,3 22,6
1978 2.968 667,8 22,5
1979 3.027 681,1 22,5
1980 3.078 692,5 22,5
Así, pues, a partir de 1977 "la agricultura, el comercio y la industria,
constituyen tres pilares de casi igual valor para la economía cruceña; por
consiguiente, la originaria orientación unilateral de la vida económica, por lo
menos con respecto a la composición del producto regional bruto, ha sido
superada" (55).
La frontera agrícola ha seguido su expansión en los últimos veinte años del
siglo XX. Los años 80 fueron los años de la soya: gracias al apoyo del Banco
Mundial se hicieron inversiones en las llamadas tierras bajas, situadas al este
del río Grande. Los protagonistas de estos años son agricultores nacionales,
menonitas y brasileños. Este boom agrícola hizo que la extensión cultivada en
1990 sobrepasara el millón de hectáreas. Asimismo, durante este período hay un
aumento considerable de la industria maderera y de la ganadería. Sin embargo,
también se debe señalar que por un manejo inapropiado el siglo XX ha terminado
con más de 300.000 hectáreas de tierras degradadas.
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