Por: Juan Alberto Quiroz / 25 de febrero de 2020.
El 25 de febrero de 1933, nuestra aviación inició su actuación con un
incansable bombardeo a Toledo, en una de estas maquinas se encontraban el
Capitán Arturo Valle Peralta y el suboficial José Max Ardiles como observador,
se efectuaron sorprendentes picadas sobre las líneas enemigas. Ambos encuentran
gloriosa muerte con la explosión del avión en que servian, sobre los cielos de
Toledo.
Capitán Aviador Arturo Valle.
Arturo Valle Peralta, nació el 28 de agosto de 1900, en Challapata,
departamento de Oruro. En 1924, egresó del Colegio Militar de Ejército como
subteniente, dos años después ingresó a la Escuela Militar de Aviación de “El
Alto”, del cual recibió su brevete de piloto en 1928. Durante la Campaña del
Chaco, el capitán Valle participó en los combates: camino entre de Boquerón-
Isla Poy, Corrales, Nanawa y por último en Toledo. Posteriormente como homenaje
póstumo fue ascendido al grado de mayor.
Subteniente Tec. Observador Aéreo José Max Ardiles Monroy.
Nació el 8 de julio de 1907, en La Paz. En 1924, se incorporó a la Aviación,
siendo aceptado como mecánico junto con otros que fueron los primeros en
organizar la Escuela Militar de Aviación. Durante la Campaña del Chaco, Ardiles
participó en los bombardeos aéreos de Boquerón como observador metrallista.
Posteriormente, como homenaje póstumo fue ascendido al grado de subteniente y
en su memoria el Politécnico militar acantonado en Cochabamba lleva su nombre.
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