GASTÓN CORNEJO BASCOPÉ / Presidente Sociedad Geográfica, de Historia y Estudios Geopolíticos Cochabamba
// Socio Correspondiente de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre.
PREÁMBULO:
La invitación de la ínclita Sociedad Geográfica e Histórica de Sucre, la
más antigua e importante de Bolivia, para ofrecer una conferencia sobre un tema
de investigación histórica, me ha permitido incursionar en la investigación y
esclarecimiento de un suceso controvertido y calificado peyorativamente en los
textos de enseñanza sobre la historia de Bolivia, lejano tiempo del nacimiento
de nuestro país, cuando los avatares del destino condicionaron su fundación
como un nuevo estado independiente de Perú y Argentina; autónomo a pesar de la
oposición del Libertador Simón Bolívar, cuando él pergeñaba la Patria Grande
como un conglomerado de nuevas naciones unidas un solo Estado continental.
Dos empresas militares actuaron independientemente en tal misión, la del
Libertador San Martín desde el Río de La Plata y el Ejército Libertador de
Simón Bolívar que portaba el lábaro de la libertad desde Colombia.
En Guayaquil se dio la definición y fue Bolívar a quien le cupo dar fin con la
historia colonial hispana, y al Mariscal Sucre que en Ayacucho selló la
independencia. Con ambos héroes concurrieron también otros semejantes en
heroicidad personal, los mismos que ofrecieron sus méritos existenciales para
lograr el sueño de una América gloriosa.
Después de las batallas decisorias, Bolívar plantó las banderas de Argentina,
Chile, Perú, Colombia, en la cima del cerro de plata en Potosí donde sintetizó
admirablemente su gesta en un solemne discurso. Todo era grandioso hasta el
momento en que se dio inicio a la organización y el funcionamiento de las
nuevas sociedades.
Y fue el propio Simón Bolívar quien anunció como un premio una nueva
Constitución para su “Hija Predilecta”, Bolivia, el propio autor de la
inmediata división de Estados múltiples y disensiones que, inexpertos en
valores democráticos humanistas, equilibrio de poderes políticos,
alternabilidad administrativa y estado de derecho, recibieron de él como un
perfecto documento, la Carta Fundamental Vitalicia, mitad republicana, mitad
monárquica, imposible de ser asimilada luego de quince años de luchas
guerrilleras extenuantes, sufrimientos heroicos y frustraciones históricas,
Tal sucedió con Bolivia a partir de su Fundación inmediata. Aceptada que fue la
“Constitución Vitalicia” enviada por el Libertador, aprobada por la Asamblea
Constituyente, se iniciaron las disidencias, particularmente agravantes en un
tiempo de luchas internas, ambiciones personales e inestabilidades fronterizas;
sobre todo, fue notoria la inexistencia de un sentimiento de nacionalidad,
formado a posteriori, en el seno de las sociedades americanas recientes,
reitero, inexpertas e ignaras en educación y apreciación de valores
democráticos. Todo ello bajo el marco de múltiples tensiones militares activas.
El Alto Perú, formó parte administrativa de dos virreinatos, guardaba con el
Bajo Perú fuertes relaciones de comunión histórica, étnica, lingüística y
comercial. Por otra parte, los ejércitos americanos no tenían perspectiva
definida sobre el destino de los países que en el futuro próximo dividirían territorios
así como la fragmentación de las sociedades culturales en ellas contenidas
condicionando un caos territorial y cultural notables.
Para el caso de nuestra patria, Bolivia, el problema fue mayor pues el “Uti
possidetis” como el principio regulador del Derecho Internacional Público
Iberoamericano, útil para resolver a priori cualquier diferendo limítrofe, no
fue respetado ante las ambiciones geopolíticas extremas, entonces las
nacionalidades aymara, quechua, guaraní y el propio mestizaje continental,
fueron quebrados geográficamente lesionando ámbitos culturales propios,
resultante en fragmentadas sociedades, sin cambios estructurales que
propusieran justicia y dignidad plenas.
Muchos personajes que actuaron en las fuerzas patrióticas para la independencia
de los estados, lucharon juntos en la gesta libertaria. En el caso concreto de
Bolivia, con Bolívar y Sucre participaron activamente el irlandés Francis
Burdett O´Connor, el alemán Otto Felipe Braun, el colombiano León Galindo
Camacho, el peruano Agustín Gamarra Messi, los argentinos José Olavarría e
Isidoro Suárez, los bolivianos Andrés de Santa Cruz y Q´alawmana y Pedro Blanco
Heredia; y al interior del tema investigado, también fueron nudos vitales de
una red de amistad y de heroísmo compartidos, el cruceño José Miguel Velasco
Franco; los paceños Mariano Armaza Guerra, José María Pérez de Urdininea, José
Ballivián y Segurola, el cochabambino Manuel Aniceto Padilla y los
chuquisaqueños José Severo Malavia y Casimiro Olañeta. Todos unidos bajo una misma
bandera militar y política; y un sólo propósito, lograr la libertad del yugo
español. Más tarde, una nueva realidad sucedió patética con el destino de los
antiguos camaradas, los distanció y enemistó bajo fuerzas políticas
encontradas.
Desde 1825 a 1828, todo parecía armonizar en el nuevo Estado de Bolivia bajo la
sabia dirección del “soldado poeta” Mariscal Antonio José de Sucre, quien con
mente superior inició la organización con pulcritud y sabiduría. Sin embargo,
había quedado con él, un fuerte ejército extranjero venido de Colombia. Fuerza
militar extraña premiada desmesuradamente con una gran suma de dinero, un
millón de pesos, por el triunfo de Junín y Ayacucho. Gente de cuartel, por
tanto ignara de valores ciudadanos y de recato conductual; fue proverbial su
indisciplina y su malhadado prestigio. Y llegó el malhadado 18 de abril de 1828
cuando el río del descontento salió de madre y rebasó la tranquilidad ciudadana
así como la de los partidos políticos que definieron actuar en el terreno de la
violencia tomando acción por el mejor parecer ideológico.
Fue en ese momento de acontecimientos definidos cuando sucedieron los hechos a
analizar con mente sana de prejuicios y equilibrio reflexivo para aproximarnos
a la verdad histórica.
Gracias a numerosas fuentes primarias de documentos originales logrados del
archivo familiar de los descendientes de Pedro Blanco: los hijos Cleómedes y
Federico Blanco Ferrufino; del nieto historiador Carlos Blanco Galindo; de
textos y publicaciones originales de José Aniceto Padilla, Fermín Aparicio, y
sobre todo de notas epistolares de los protagonistas, ha sido factible la
reconstrucción de eventos que ofrecen luz y posibilitan ganar planteamientos
conclusivos que, si bien siempre ameritan estudio y debate constructivo, el
suscrito piensa que se ha logrado un verdadero avance en el proceso de la
investigación y en el acercamiento a la veracidad temática.
“LA CONSTITUCIÓN VITALICIA Y EL LIBERTADOR PEDRO
BLANCO HEREDIA”.
II.- TESIS DE INVESTIGACIÓN Y DE REVISIÓN HISTÓRICA.
OBJETIVOS.
El pensamiento básico propuesto para iniciar el estudio y la presente tesis se
deriva de haber obtenido fuentes documentales primarias, y en base a
ellas lograr conclusiones históricas concretas.
Se efectuó un amplio estudio de investigación y rescate de
eventos, motivado también por le iniciativa oficialista contemporánea de
prolongar períodos gubernamentales con efecto vitalicio, y la premisa de que el
origen de este despropósito político pueda encontrarse en la “Constitución
Bolivariana Vitalicia” que fue aplicada en la nueva República de Bolivia a
partir de 1825 a 1828.
El índice de las fuentes documentales estudiadas ofrece una
imagen del objetivo perseguido que además, permitió pergeñar una aproximación
más serena y precisa del pretérito histórico; y además, dio lugar a revisiones
bibliográficas sorprendentes, afirmaciones controvertibles, susceptibles de un
mayor y penetrante estudio.
Es relevante la gesta existencial del General Pedro Blanco
Heredia y su toma de conciencia opositora a la Constitución Vitalicia y a la
presencia de las fuerzas colombianas en Bolivia.
FUENTES DOCUMENTALES.
La enumeración de las fuentes consultadas permite conocer la identidad
verdadera y la paternidad de Pedro Blanco Heredia a través de las Cédulas del
Virrey Pezuela. La actuación en las fuerzas realistas y su conversión a las
patrióticas así como la obtención del grado militar. El apoyo otorgado al
Mariscal Antonio José de Sucre en el conato del 18 de abril y la solicitud de
licencia denegada. Su rebelión de autonomía militar en desacato al poder
oficial, coincidente con el primer ingreso de Gamarra a Bolivia ordenado
inmediatamente por el gobierno del Perú. El diario personal en el que informa
que Armaza toma preso a Sucre. Su actuación como primer Comandante boliviano de
pacificación en el oriente boliviano. La elección constitucional como primer
presidente boliviano por la Asamblea convencional en diciembre de 1828; su
brevísimo gobierno con el proyecto de la Ley del Olvido, las interrogantes que
eleva ante el órgano Legislativo; y finalmente, el desenlace fatal en La
Recoleta, página de sangre que enluta nuestra historia hasta el presente. Todo
ello se dio a conocer a la Sociedad Geográfica e Histórica de Sucre, en La Casa
de la Libertad, el último día de Septiembre pasado 2016.
Se expuso este acontecer de sucesivos eventos mediante el
resumen esquemático que aportan las fuentes documentales primarias.
Ellas son: fecha de nacimiento y Cédulas otorgadas a los
padres por el Virrey don Joaquín de la Pezuela y Sánchez, las mismos que sirven
de identificación al personaje. Su ingreso a las fuerzas realistas como Alférez
a muy temprana juventud y la valentía demostrada en un duelo de caballería con
un oficial del ejército de San Martín. Su adhesión a las fuerzas patrióticas.
Los títulos de grado militar obtenidos (11-VI-1823) y (19-VIII-1823) de
Teniente Coronel. El informe de Pedro Blanco en la hacienda de la Magdalena
(7-V-1826) referido al Libertador Bolívar. Diversas notas de correspondencia,
con Urdininea (8-I-1828)-(18-V-1828). De Acevey a Gamarra (20- IV-1828).
De Sucre a Blanco (27-IV-1828) (1-V-1828) agradeciendo su apoyo y rechazando la
licencia solicitada. El parte de Urdininea a los Gobernadores prefectos
(24-V-1828). De Blanco al Ministro de Guerra (25-V-1828) expresando su criterio
sobre el ingreso de Gamarra. De éste General a Pedro Blanco (26-V--1828). De
Pérez de Urdininea a León Galindo (1-VI-1828) ordenando la persecución a
Blanco. De Gamarra a Blanco (5-VI-1828) pidiéndole no le confronte. Notas sobre
su rebelión de mayo en Chichas (10-VI-1828). De Cárdenas (17-VI-1828)
informándole de la fuga de Urdininea. De Velasco a Blanco (22- VI-1828)
sobre la posibilidad de una entrevista con Sucre. La respuesta (22-VI-1828)
rechazando la propuesta, reconsiderando el encuentro (6-VI-1828). El Diario de
Blanco (1-2-3-VII-1828) desde Guayllas anotando que es Armaza quien apresa a
Sucre. El Tratado de Piquiza (6-VII-1828). De Jorge Mallo (14-VII-1828)
aclara que Blanco no acepta el grado propuesto por Gamarra. De Pedro Blanco a
los ciudadanos de Santa Cruz (30-VIII-1828) pacificándolos. Dos notas de
Gamarra a Blanco (2-IX-1828) (24-IX-1828) y la respuesta (30-IX-1828). De
Blanco al Ministro de Guerra (1-X-1828) en la que cede los sueldos
públicos adeudados. Del Mariscal Santa Cruz (10-XII-1828) desde Santiago de
Chile felicitándole por Chichas.
Del diputado Severo Malavia a Gamarra (8-X y 25-XII 1828)
solicitando asilo político, alianza y paz. La recomendación de Velasco a la
Asamblea (18-XII-1828); la elección de Blanco como Presidente de Bolivia
(18-XII-1828). La Ley de (18-XII-1828) que legaliza la elección. El
proyecto de la ley del “Olvido y libertad al pensamiento político”
(29-XII-1828). La carta de Blanco a la Asamblea, con un tenor de vasta cultura
que contradice definitivamente la opinión de Armaza sobre la pretendida
ignorancia del presidente en el desplante de este para justificar el golpe de
diciembre (30-XII-1828) Las Actas de la Asamblea convencional que
registran todos los eventos (XII-1828). El escrito de Manuel Aniceto Padilla
defendiendo a Blanco desde el exilio en Salta (18-I- 1829). La crisis en la
Asamblea (2-II-1829) expuesta por el diputado Lorenzo Julián Ortiz. El gran
testimonio de Fermín Aparicio (12-IV-1829).
Después de la muerte de Blanco la nota del hermano Pio
Blanco pidiendo ayuda pecuniaria al Mariscal Santa Cruz para su madre
(11-X-1834). Los estudios de Gabriel René Moreno sobre Gamarra, Ballivián y
Blanco en el Encuentro de Vilque (20-I-1849) (1894-1895). Las aclaraciones
históricas de Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino. El libro de Sabino Pinilla
sobre los sucesos de 1828 (23-VI-1928). La nota de Santa Cruz a Pio Blanco,
Gobernador de Cochabamba (4-IV-1837). Los escritos de Cleómedes y Federico Blanco
Ferrufino así como la biografía de P.Blanco (1872) (1888). El testimonio de
Fermín Aparicio sobre el asesinato publicado en Presencia (18-VI-1993) Por
último, y en revisión actual, la Correspondencia oficial del JEM Gral. León
Galindo. (1828).
Finalmente, la Genealogía ¡Blanco” a partir de Martín Blanco
de Bustamante-Juana Blanco de la Vega-Francisco Xavier Blanco Gutiérrez-Pedro
Blanco Heredia.
Se explicitan las conclusiones de la tesis así como la
revisión bibliográfica y los cuestionamientos históricos a referir a
continuación.
CONCLUSIONES HISTÓRICAS. LA CONSTITUCIÓN VITALICIA Y EL
LIBERTADOR PEDRO BLANCO.1828.
Dos ejes temáticos comandaron el estudio: el primero, la
biografía y los sucesos históricos alrededor del personaje Gral. Pedro Blanco
Heredia. Y en segundo lugar, la motivación principal generadora de los hechos
revolucionarios, la Constitución Vitalicia semi-monárquica de Simón Bolívar,
resistida en los mismos países liberados y en Bolivia en forma particular.
1.- Pedro Blanco fue un joven militar cochabambino que
ascendió en grados por su comportamiento heroico, partícipe tanto en las
fuerzas realistas como en el ejército patriótico, hasta la culminación de la
Independencia; gravemente herido en la batalla de Ayacucho.
(Alférez-Capitán-Teniente Coronel - Coronel - General de Brigada)
2.-Intervino activamente combatiendo en territorios del Río
de la Plata, Bajo y Alto Perú. Fue el Jefe de Caballería que selló y dio lugar
a las victorias de Zepita, Junín y Ayacucho, comandadas por Santa Cruz, Bolívar
y Sucre.
3.- A partir de la Fundación de la República de Bolivia, en
los próximos años inmediatos se registran acontecimientos de manifiesta
anarquía, derivados sobre todo, de la presencia de fuerzas colombianas que
actuaban como un ejército de ocupación y de la aplicación de la Constitución
Vitalicia bolivariana, normativa calificada de “insalvable” con defectos de
confusión y deficiencia en atribuciones, concentración del poder sin
responsabilidad alguna y extremando el presidencialismo autoritario e irresponsable,
caracteres negativos que el propio Presidente Sucre criticó a su turno.
La evolución política y democrática ha demostrado la
inconveniencia del poder en manos vitalicias porque luego deriva peligrosamente
en un estatus de populista dictatorial, atentatorios a la división e
independencia de poderes, ofensa al Estado de Derecho; florecimiento de
ambiciones personales y/o de grupo carentes de grandeza política.
4.- La Constitución Vitalicia semi-monárquica que obsequió
el Libertador Simón Bolívar. fue la causa fundamental de la resistencia popular
al gobierno del Mariscal Sucre, mutatis mutandi el respeto a su genialidad
militar y política. La mayor detonante fue todas las arbitrariedades
denunciadas del ejército colombiano en el territorio nacional; en suma, la
presencia de estas fuerzas extranjeras arbitrarias. Otra causa anexa a anotar
fue el premio a ellas otorgado, costoso al erario nacional.
5.- Participaron del rechazo a la Constitución Vitalicia, el
Mariscal Sucre-Blanco-Urdininea-Velasco y el propio Armaza. José Luis Roca dice
que Casimiro Olañeta la calificó como “la vergüenza de la especie
humana”. Andrés de Santa Cruz Q´alawmana la aprobó y juramento en el
Perú donde se trató de aplicarla infructuosamente en los 50 días que duró su
vigencia, a diferencia de los dos años de aplicación en Bolivia.
6.- De las Actas oficiales de la Asamblea convencional, de
los escritos testimoniales de los diputados Aniceto Padilla, Severo Malavia,
Fermín Aparicio, Lorenzo Ortiz, sobre los sucesos del año 1828, se deduce que
el conato de diciembre seguido del magnicidio del presidente Blanco la noche
del 31, fue urdido y ejecutado premeditadamente por conjurados. Intervinieron
los militares Mariano Armaza, Manuel Vera, José Ballivián, Braulio Herrera, José
Castillo.
Fue el propio Ballivián quien pone en tela de juicio la
participación de José Miguel de Velasco en la conjura. Lo sugiere en la
documentación del debate de Vilque, en las notas de Ballivián sobre Armaza que
involucran al Gral. Velasco. La correspondencia epistolar de Severo Malavia con
Agustín Gamarra; las opiniones de Gabriel René Moreno sobre Ballivián, y
definitivamente, el libro del historiador Sabino Pinilla: “Sucesos del año
1828”.
7.- La incursión de Gamarra a Bolivia en 1828 obedeció a la orden
del gobierno peruano (Presidente La Mar, luego del 18 de abril) contra la
Constitución Vitalicia, la aplicación en su territorio, y también a invitación
de algunas autoridades bolivianas (Antonio Acevey). Fue aplaudida y aceptada
por el pueblo, por los opositores a la Constitución Vitalicia y la exigencia
del retiro de tropas colombianas de Bolivia. Todo esto sucedió en tiempos en
que aún no existía una conciencia nacional formada conceptualmente. A su vez,
más tarde, el Perú pidió a Santa Cruz repetidas veces que invada el Perú para
pacificarlo por la sedición de Salaverry. El Mariscal de Zepita invadió el Perú
con un ejército boliviano de 4.600 hombres.
8.- Se rescata absolutamente la gesta existencial, el
patriotismo y los valores democráticos y políticos de Pedro Blanco
Heredia, único héroe cochabambino que asistió y comandó las batallas decisivas
de la Independencia, Junín y Ayacucho, con los argentinos José Olavarría y
Isidoro Suárez; salvando la de Zepita, por las cuales merece un homenaje histórico
especial; por su cuestionamiento autonómico ante la Vitalicia y las fuerzas
colombianas el año 1828; por haber sido elegido por mérito propio sin influir
políticamente en la elección de los asambleístas ni estar presente en la
votación que lo eligió por mayoría como el primer Presidente boliviano.
9.- Su rebelión militar contra el Gobierno, en Chichas, tuvo
además la definida motivación de exigir la presidencia alternativa
eminentemente boliviana y tener una Carta Fundamental representativa,
republicana y democrática nacional. Su definición autonómica no puede asociarse
al connato revolucionario del 18 de abril efectuada por extranjeros como
sucedió así mismo en el Perú. Quizá, es posible se pueda expresar alguna
ligazón a la incursión peruana de 1828, e inclusive asegurar que fue un factor
de éxito temporal ya que los objetivos políticos fueron los mismos; sin
embargo, no fue su autor ni tuvo en dicho evento ninguna influencia nociva al
sentimiento nacional, al contrario, Pedro Blanco se manifestó inicialmente
opuesto a dicha incursión.
10.- El fracaso militar de las fuerzas comandadas por Pérez
de Urdininea, León Galindo, Miguel López, José Ballivián, fue debido al
debilitamiento y la deserción de su tropa. Mientras se negociaba en Piquiza,
hubo un intento parcialmente exitoso de Braun y Galindo en un asalto de
caballería el mismo que desorganizó a todo el ejército peruano.
11.- Las negociaciones del Tratado de Piquiza lograron el
absoluto consenso de peruanos y bolivianos. Gamarra y emisarios peruanos con
Urdininea, Miguel M de Aguirre, Velasco, Ballivián de Bolivia.
12.- En la historia nacional, a partir del hecho luctuoso
del asesinato del presidente Pedro Blanco, se dieron, a posteriori, y hasta el
pasado reciente sucesos políticos reciclados de violencia y sangre, la mayoría
fueron golpes de estado, nacidos al calor de las ambiciones personales o de
ideologías extraviadas, posturas inconstitucionales arbitrarias; otros,
excepcionales, nacieron en el seno del pueblo como el que derrumbó a Hernando Siles
con la revolución constitucionalista de 1930, o la del 9 de abril de 1952.
Finalmente, tendenciosas administraciones vitalicias
consagradas por Tribunales constitucionales de contradictoria sentencia,
acompañadas de la subordinación e intromisión total de los Poderes copados por
el Ejecutivo, la insistencia de los movimientos partidarios y el propio
oficialismo con su gigantesca estructura político partidaria en una toma del
poder vitalicio, poniendo en tela de juicio aún, pronunciamientos del soberano
en un Referéndum nacional.
“CONSTITUCION VITALICIA BOLIVARIANA Y EL LIBERTADOR PEDRO
BLANCO HEREDIA”
ESCRITOS HISTÓRICOS SUSCEPTIBLES DE CRÍTICA Y PROFUNDIZACIÓN
ANALÍTICA EN RELACION A LA INVESTIGACIÓN.
En el marco de la presente investigación histórica, al
efectuar las revisiones bibliográficas, el suscrito autor de la presente tesis
ha encontrado afirmaciones controvertibles publicadas en algunos textos
consagrados; versiones subjetivas que el rigor académico rechaza y que, por lo
mismo, exige una verificación cuidadosa y conclusiva en el sentido de ser
analizadas con la atención histórica necesaria; las mismas que ameritan siempre
una profundización ampliatoria de estudios y sugieren debates reflexivos de
absoluta imparcialidad.
Tal hallazgo sucedió al investigar datos biográficos de
diferentes personajes en el “Diccionario Histórico de Bolivia”, obra estupenda
de superior esfuerzo cultural pero que contiene afirmaciones de registro
histórico repito “controvertibles”. El mismo aserto se puede expresar sobre las
fuentes virtuales de Wikipedia en la página sobre la biografía del Gral. Pedro
Blanco, el primer Presidente boliviano elegido constitucionalmente en diciembre
de 1828.
I.- Véase lo siguiente en el Diccionario Histórico de
Bolivia.
José Miguel de Velasco.- “Pedro Blanco derrotó a José
Miguel Velasco Franco el 27 de diciembre de 1828” (II tomo. Pág. 1123)
expresión absolutamente errónea. Se conoce que Velasco honró la figura de
Blanco e inclusive lo recomendó ante los representantes de la Asamblea
convencional en ocasión a su informe de gobierno como vicepresidente, previo al
acto eleccionario. Es verídico que Velasco fue ministro de guerra,
vicepresidente y que gobernó en ausencia de Santa Cruz mientras se encontraba
en Chile. Posteriormente ascendió cuatro veces a la presidencia pero
calificarlo como el “Prototipo de la casta militar independentista” implica una
valoración subjetiva alejada de toda objetividad. La historia debe recoger lo
objetivo: conspiró contra Santa Cruz al extremo de haber enviado una
felicitación a Chile por la derrota de Yungay en 1839, registro ausente en el
Diccionario. Destruida la Confederación “Velasco ordenó que se borrara de la
lista militar al Libertador Burdett O´Connor (Diccionario Histórico Pág. 383 II
tomo) y que, finalmente, conspiró también contra José Ballivián. Son realidades
remarcables que la historia anatemiza. De otra parte, en el Debate Histórico de
Vilque de 1848 y en la biografía de Ballivián escrita por José María
Santivañez, se involucra a Velasco como conjurado en la muerte de Blanco (Vida
de José Ballivián Pág. 45) Son temas de permanente controversia.
Mariscal de Zepita Andrés de Santa Cruz Q´alawmana. Presidente
que hizo efectiva la unidad territorial de Perú y Bolivia mediante la
Confederación de notable trascendencia histórica pero de efímera existencia.
Luego de su derrota fue declarado “Traidor a la Patria” por Velasco mientras se
le mantuvo prisionero en Chile. En el Diccionario. Tomo II. Pág. 867, se lee:
“Exiliado en Europa, Santa Cruz conjuntamente con el ex Presidente ecuatoriano
J.J. Flores, participó en uno de los proyectos de restauración de la
monarquía”. Se deduce que el Mariscal de Zepita fue proclive al régimen
vitalicio, como que, en el Perú, fue el protagonista de su promulgación el 30
de noviembre de 1826, jurándola el 9 de diciembre de ese año; en ese país tuvo
aplicación breve de apenas 50 días. No se explicita cuál fue aquel proyecto de
restauración de la monarquía que Santa Cruz apoyó en Europa.
Mariano Armaza Guerra. El Diccionario Histórico
consigna verdades a medias: Tomo I. Pág. 185. “Armaza estuvo entre quienes
propiciaron la salida del Presidente Sucre”. La verdad es que Armaza, no sólo
propició sino ejecutó la detención del Mariscal y lo trasladó a la Capital en
calidad de prisionero. A continuación: “Se ufanó de haber con J. Ballivián el
derrocamiento - pero no el asesinato - del Presidente Blanco, agente boliviano
de los planes de Gamarra para destruir la república”. Tal afirmación contiene
una seguridad expresiva. El Manifiesto de Aniceto Padilla, el escrito de Sabino
Pinilla y la presente tesis de revisión histórica, desmienten tal afirmación.
No solo el derrocamiento, sino el asesinato de Blanco. Armaza, Ballivián y Vera
fueros los autores directos del primer crimen político. De otra parte se colige
que por los hechos Gamarra en 1828 no tuvo ningún plan para destruir la
república de Bolivia, sus objetivos fueron distintos; tampoco Pedro Blanco fue
un agente de Gamarra, él actuó de inicio con absoluta independencia a la
intervención peruana. Por el contrario, Velasco y Santa Cruz, premiaron a
Armaza, el autor del nefando crimen, designándole Ministro de Guerra y Prefecto
en Cochabamba y Potosí.
León Galindo Camacho. Diccionario. Tomo I. Pág. 907. “Jefe
de Estado Mayor General del ejército boliviano, cargo con el que tuvo que
enfrentar la invasión de Gamarra en 1828. Y aunque el Jefe del Ejército J.
María Pérez de Urdininea quiso ascenderle a General de División, declinó dicho
nombramiento por no provenir del Presidente Sucre. Por oponerse al Tratado de
Piquiza fue borrado de la lista militar y exiliado a la Argentina”. Totalmente
correcto, más se tiene conocimiento documental que el 1º de junio de 1828
Urdininea ordenó a Galindo la persecución de Blanco y su apresamiento; Galindo
asegura que fue el Gral. López quien efectuó la persecución sin éxito alguno.
El Diccionario omite la acción brillante que tuvo León Galindo con Otto Felipe
Braun para atacar con 500 hombres de Caballería, por sorpresa y casi con éxito,
lograron desorganizar todo el ejército peruano. (S. Pinilla Pág. 51) Queda
pendiente la revisión de sus cartas oficiales del año 1828.
José Ballivián y Segurola. Diccionario. Tomo I. Pág.
255. “Con Armaza y Vera apresó al Presidente Blanco” El autor de su biografía
M.D.Saucedo lo libera y omite la participación y responsabilidad en el
asesinato del Presidente Blanco. En cambio Sabino Pinilla en “Los Sucesos de
1828” afirma su participación personal. Pág. 96.
José Severo Feliciano Malavia. A este personaje, el
historiador Barnadas le consagra toda su animadversión. Diccionario Histórico.
Tomo II. Pág. 128. “Fue una figura aciaga en la historia republicana”
“Miembro del partido peruanista, fue adverso a Sucre. Tras su
derrocamiento el Presidente Blanco lo nombró Ministro de Relaciones exteriores
y de Gobierno, rebautizando el país como Alto Perú y modificando el escudo. Hay
pruebas documentales irrefutables de su connivencia con Gamarra previos y
durante su invasión en 1929” Malavia que efectivamente fue diputado por
Chuquisaca en la Asamblea convencional de 1828, se revela como una
persona de cultivado intelecto. Posiblemente, las pruebas documentales
“irrefutables” son las cartas dirigidas a Gamarra en las cuales solicita asilo
diplomático en Perú, le pide paz y respeto para la vida de los ciudadanos de
Bolivia. Gamarra le contestó con toda consideración afirmando que se le
concedía el pedido.
Manuel Aniceto Padilla. Diccionario Histórico. Tomo II.
Pág.451. “Favoreció el motín contra Sucre. Fue elegido diputado para la
Asamblea Constituyente de ese año oponiéndose a la invasión de Gamarra, pero …
defendió a Blanco” . Ese … “pero” tiene una grave significación subjetiva y
sugestiva. Debo anota que la Asamblea no fue Constituyente sino la conocida
como “convencional”. Efectivamente, el diputado Padilla se opuso a Gamarra a
toda acción militarista violenta; particularmente, a la de los conjurados en
diciembre 1828.
Padilla gozaba de gran un predicamento político y una enorme
experiencia parlamentaria. Las Actas de la Asamblea convencional de 1828,
ofrecen la versión correcta. Aniceto Padilla cochabambino fue un líder
pletórico de patriotismo y de gestos democráticos. Concluye la calificación tendenciosa:
“Se le atribuye una ideología republicana radical; su vida deja trasuntar un
carácter intrigante, aventurero y difícil”. En cambio, los historiadores José
Macedonio Urquidi y Carlos Blanco Galindo, manifiestan: “Padilla es una de las
figuras más sobresalientes de la Historia. Sus palabras en las circunstancias
anotadas (lanzadas a Armaza) muestran el temple de su alma forjada como el alma
de los romanos en la República” ”Insigne pensador y publicista altoperuano”
Véase el trabajo de José Macedonio Urquidi “Hombres del tiempo heroico” y
también la obra magistral de Mariano Baptista Gumucio. José
María Pérez de Urdininea. La responsable de su biografía en el Diccionario,
doña Florencia Ballivián de Romero, en el Diccionario Histórico. Tomo II. Pág.
514, confirma que “ejerciendo provisionalmente el mando de la república tras el
atentado contra Sucre hizo frente a la primera invasión de Gamarra, viéndose
envuelto en una dolorosa acusación de traición a la patria de la que pudo salir
airoso” No se ofrece detalles de quién fue el acusador y el motivo de la
acusación, posiblemente se refiere a su frustrada actuación frente a Gamarra
pero la deserción de sus fuerzas en favor de las peruanas fue manifiesta. A
continuación asegura que “Moreno dejó una imagen negativa de su actuación
durante la guerra de la Independencia”. Es justamente lo contrario. Entre las
fuentes biográficas se consigna lo siguiente: “El Manifiesto que da el Jeneral
U. refutando el mensaje presentado por el Gran Mariscal de Ayacucho al Congreso
de Bolivia” Lastimosamente, no conocemos tal bibliografía para analizarla en el
contexto de la presente tesis.
Agustín Gamarra Messia. Diccionario Histórico Tomo I. Pág.
910. Fue condiscípulo de Santa Cruz en el Seminario del Cusco. “Se incorporó
con Velasco al Ejército Libertador en 1821. Decidió neutralizar la presencia
bolivariana en Bolivia, impuso el retiro de las tropas gran colombianas. Se
opuso a la Confederación Perú Boliviana propiciando la injerencia chilena para
destruirla” Llama la atención que no existe en el Diccionario Histórico una
palabra sobre el principal motivo de la primera intervención en Bolivia, cual
fue el rechazo a la Constitución bolivariana Vitalicia y a la presencia de las
fuerzas colombianas, ni una sola mención sobre su personalidad, ni sobre
el consensuado Ajuste de Piquiza. Fue el presidente peruano LaMar quien le
ordenó ingresar a Bolivia.
En cuanto a Pedro Blanco Heredia, Diccionario. Tomo I.
Pág. 321, se afirma erróneamente que “Blanco fue honrado por Canterac con una espada
de honor y pidió su ascenso a Tte. Cnel., - pero pocos días después - desertó
pasándose a los separatistas” La verdad es que, no fue Canterac, sino el
Gral. Jerónimo Valdés, quien distinguió a Blanco por su valentía en el
victorioso duelo de caballería contra un argentino del ejército de San Martín.
Un descendiente conserva el valioso trofeo.
En Bolivia, y también en el Perú, las tropas colombianas
tuvieron un accionar indisciplinado y delincuencial, como la de un ejército de
ocupación. En Lima, Perú, estas tropas colombianas se amotinaron en 26 de enero
de 1827, demandando regresar a su país. Y ese mismo día el Cabildo Abierto
abolió la constitución Vitalicia. De Vitalicia tuvo 7 cortas semanas de
vigencia, 50 días; en Bolivia dos años de imposible aplicación.
El autor del Diccionario Histórico insiste en que el paso a
las tropas “separatistas” fue en “pocos días”. No fue tal, se encontraba en
Cochabamba cuando tuvo la crisis existencial en que tomó partido por la
Independencia. El autor no oculta su hispanidad cuando califica al ejército
patriota de “separatista”. Arnade da cuenta de la “Guerra separatista” qe fue
una pugna entre los propios comandantes españoles. Canterac, Valdes, Olañeta.
Pág. 149.
Atribuye a Blanco la responsabilidad “por la inesperada
derrota de Falsuri” (16 octubre 1823, comandada por José Miguel García de
la Lanza; batalla sangrienta que cobró la vida de mil combatientes. En
Wikipedia se asegura que:”En Falsuri, el ejército patriota enfrentado a las
fuerzas del Gral. Pedro Olañeta donde a pesar de su valor fueron derrotadas por
las mejor pertrechadas tropas realistas”
. “Que intervino en el motín contra Sucre” es un juicio
erróneo desmentido por el mismo Mariscal en su nota de agradecimiento a Blanco.
(Comprobante 5-A 27 de abril 1828)
“Que interviene en la invasión de Gamarra”, no es verdad, el
alzamiento de Blanco fue coincidente pero independiente al ingreso del ejército
peruano; más bien existe el documento en el que Blanco se reveló crítico a
dicha incursión, aceptó la comunicación con el jefe peruano, que además era su
antiguo compañero de lucha independentista, después de la proclama autonómica
de Chichas. (7-B 25 de Mayo)
“Que intervino en el arreglo de Pikisa”(Diccionario
Histórico Pág. 321), erróneo, porque en tal evento, Blanco se encontraba
ausente, fueron otros los protagonistas señalados en la presente tesis.
A continuación prosigue la parcialización histórica:
“Tomando posesión del mando presidencial, inmediatamente provocó el
disgusto del estamento militar: el Coronel M. Armaza y los Tntes Cnles José
Ballivián y Manuel Vera encabezaron el levantamiento contra él, lo apresaron y
encerraron en la Recoleta; habiéndose producido un intento de liberación en las
inmediaciones, la alarma hizo que fuera victimado”. La animadversión y el
interés personal fueron la motivación de la conjura y el cuartelazo que concluyó
con el asesinato del Presidente Blanco para evitar su presidencia. La biografía
del Diccionario atenúa y libera a los autores del execrable asesinato.
Decididamente, no se leyó el texto de Sabino Pinilla. Finalmente, Barnadas
sella la distorsión histórica: “A la vista de la documentación de la época, los
esfuerzos de los descendientes por justificar su conducta han resultado inanes.
Típica trayectoria en el estamento castrense de aquellos años revueltos” Es un
epílogo de expresión peyorativa que lesiona la dignidad de los hijos del
asesinado: Cleómedes y Federico Blanco Ferrufino, grandes personajes que
publicaron escritos con toda la argumentación aclaratoria, y reiteradamente en
textos de absoluto valor histórico.
Aún se registra otro error mayúsculo que merece una
explicación institucional. Sobre Sabino Pinilla Vargas. Diccionario
Histórico Tomo II. Pág. 537: “En 1945, la Academia Boliviana de la Historia
llegó a la conclusión de que las obras que se han venido atribuyendo sobre la
Fundación de la república y sobre 1828, pertenecen a J.R. Gutiérrez” Es decir,
concluye la Academia sobre una autoría falsa del libro histórico: “Crónica del
año 1828”. Tal afirmación sin las pruebas contundentes exige una reacción
inmediata porque además se reproduce en fuentes históricas ulteriores que citan
como verdad absoluta al Diccionario, al responsable y a la venerable
institución.
Sabino Pinilla, autor de enorme prestigio, testimonia la
verdad de los acontecimientos históricos. El manuscrito fue entregado por el
hermano del autor, don Macario Pinilla (Primer Vicepresidente de Eleodoro
Villazón y Presidente subrogante del mismo 1909-1913) al Dr. Casto Rojas para
su prólogo, y el entregado también por el otro hermano, Claudio Pinilla al
General Carlos Blanco Galindo para su publicación, y son quienes, en el prólogo
como en las notas adicionales, perfeccionan y comentan los acontecimientos
descritos con minuciosidad, ofreciendo el veredicto definitivo. S. Pinilla
Crónica del año 1828 Pág. 11. La ofensa académica involucra a todos estos
personajes.
Muchos escritores peruanos que estudian la Constitución
Vitalicia bolivariana citan a Ciro Félix Trigo: “Las Constituciones de
Bolivia”, Editorial Atenea S.R.L., La Paz, 2003, Pág. 66; donde apuntan
precisamente a SABINO PINILLA como autor consagrado de los sucesos de 1828.
Finalmente Charles Arnade en “La Dramática Insurgencia de Bolivia”
cita los dos libros de Pinilla Sabino. “La Creación de Bolivia” y “La Crónica
del año 1828” Pág. 284.
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II.- En la fuente virtual de Wikipedia se encuentran
múltiples errores históricos de forma y fondo que precisan corrección.
Identidad: “Pedro Blanco Soto”. Equivocación en el
apellido materno. Es hijo de María Heredia (Documento de Pio Blanco que pide en
1834 beneficios para su madre María Heredia de Blanco) Ver Genealogía Blanco.
(Fue Federico Blanco Ferrufino quien contrajo matrimonio con Vicenta Soto)
“Muere en La Paz Bolivia”. Error geográfico. Fallece en
Chuquisaca La Recoleta.
Identidad paterna “José Manuel Blanco”. Error de fuente. Fue
Francisco Xavier G. Blanco. Identidad materna “Vicenta Soto”.- Fue doña
María Heredia.
Batallas en que participó: Vilcapujio. Omite la de
Ayohuma. No fue “Alzuri” sino Falsuri Quillacollo. Omite que su comando
de Caballería selló las victorias de Zepita, Junín y Ayacucho.
No fue Bolívar el autor de la separación del Bajo del Alto
Perú sino Casimiro Olañeta y Antonio José de Sucre.
“La división comandada por Blanco se pronunció a favor del
ejército peruano” No fue tal, se sublevó contra la Constitución Vitalicia
y la presencia de tropas colombianas en Bolivia.
“El 31 de mayo el Gral. Braun le atacó en Potosí pero
fue rechazada” . Urdininea ordenó a León Galindo le tomara preso pero fue el
Gral. López quien ejecutó la persecución infructuosa a Blanco. No hubo ningún
enfrentamiento entre ambas fuerzas. Omite el hecho histórico del ataque
sorpresivo de Galindo y Braun con caballería que casi disuelve el ejército
peruano. Tampoco esclarece que la fuerza de Gamarra no emprendió ataque
frontal contra el ejército boliviano que desertó mayoritariamente. “Las fuerzas
de Blanco se dirigieron a Sucre, luego a Ñuccho donde apresaron al presidente
Antonio José de Sucre”. Absolutamente falso, fueron las fuerzas de Armaza
quienes apresaron al Mariscal.
“Asamblea Constitucional”. Se llamó Asamblea
convencional.
“Pedro Blanco adoptó medidas que no fueron de agrado
de la cúpula militar boliviana en especial de José Ballivián”. No fue la
designación de Velasco como Ministro de Guerra - subrogando a Armaza – (?) la
que ocasionó su apresamiento y asesinato.
“Pedro Blanco con el brazo en cabestrillo fue trasladado
prisionero a la Recoleta donde sería asesinado por la guardia” Error. Fue
el Mariscal Sucre quien herido en el codo derecho tenía un cabestrillo
inmovilizador. Blanco no fue herido y si lo fue, resulta aún mayor la
ignominia del crimen pues se atentó sobre un ser herido impedido de
defensa.
No fue la Guardia la asesina sino las jefaturas militares
responsables: Mariano Armaza, Manuel Vera y José Ballivián. Éste último
involucra a Velasco en la conjura. (Vilque-J.M. María Santivañez)
“Gobernó sólo 5 días” Fueron seis los días de su gobierno.
“Rasgo” por rasgo. Apellidos en minúscula.
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III.- De ISAAC S. CAMPERO, anoto las siguientes expresiones
tendenciosas en su folleto “Recuerdos Históricos” Bibliografía Nº
14. “Gamarra impuso a la Convención para que eligiese presidente a Blanco”
“La Convención sin parar mientes, con máscaras de salvar al país, eligió Jefe
de la Nación a Pedro Blanco el 25 de diciembre y fue investido el mismo día y
año”. “De todas las acusaciones lo único que quedó en pie fue haberse entregado
a Gamarra” Son diversas expresiones de contenido tendencioso.
A continuación afirma “Velasco manejaba la política
solapadamente, política de intrigas que se ha hecho proverbial desde
entonces. Llevando el camino de la revolución, para volver otra vez al poder
con su ambición desmedida” Quizá esta sea la única expresión a tomar en
consideración dada la sindicación de Ballivián que involucra a Velasco en la
muerte de Blanco.
OTROS TEMAS SUSCEPTIBLES DE DEBATE HISTÓRICO.
En el presente contexto de crítica, y a manera de
anecdotario, el suscrito ha encontrado otras versiones de tergiversación
histórica que expongo para el rescate y el estudio histórico.
I.- Me refiero a la reproducción adulterada del libro de don
Humberto Guzmán Arze titulado: “EL CAUDILLO DE LOS VALLES” (Gral. Esteban Arze)
en reediciones municipales deplorables subsiguientes. Más que tergiversación,
modificación que atañe al fondo y la forma, cambio de la prosa poética de
muchos pasajes del texto original, desvirtúan la grandeza del libro “Premio de
Cultura”.
II.- La publicación del libro de un historiador chileno,
Cástulo Martínez, que plagia como suyo “LA CORRESPONDENCIA EPISTOLAR DE
MONSEÑOR SANTOS TABORGA CON ELIODORO CAMACHO”, reproduciendo - in extenso - la
obra de Edgar Oblitas Fernández: “POLÉMICAS EN BOLIVIA” presenta su libro en
una Feria de Cochabamba como si fuese una investigación original suya.
III.- El Escudo de Cochabamba, atribuido como un símbolo
regional desde el tiempo de la fundación de la Villa de Oropesa cuando fue
recientemente apropiada como si fuera un emblema histórico original proveniente
de la Casa de Los Condes de Oropesa, cuando en realidad fue tomado de una copia
fotográfica del libro “Francisco de Toledo” de Roberto Levillier (Tomo II. Pág.
24. 1940) hacen 32 años.
La verdad es que, durante el tiempo de la Colonia, escudos y
banderas fueron los símbolos de la Realeza hispana y los últimos pertenecían a
Fernando VII. El enviado por Carlos III en 1786, tenía la imagen de un León
rampante con diez cabezas de indígenas degollados, en honor a la participación
de los quechuas que ayudaron a terminar el levantamiento aymara de Tupac
Katari.
El escudo de Oropesa, perteneciente a la familia del Virrey
Toledo - el inquisidor y genocida mayor de la Colonia - tenía otros símbolos.
Colocar en la remodelación de la Plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, la
imagen del escudo de Toledo a los pies de la Columna de los Héroes sacrificados
por Goyeneche y otros realistas, resulta en insulto histórico inaceptable.
IV.- La “Casona” de la calle Santibáñez de Cochabamba, fue
una estructura urbana perteneciente a la familia: “Eras y Gandarillas”
protagonistas del Grito Libertario de 1810, de la acción de las Heroínas en la
Coronilla de San Sebastián y el sacrificio ejecutado por Goyeneche en Mayo de
1812; por tanto, familia de Héroes sacrificados por la Independencia,
cuya genealogía y pertenencia de más de un siglo, ha sido un evento
históricamente ignorado en Cochabamba, cuya rectificación merece un homenaje
municipal inmediato.
V.- La investigación sobre el “Libertador Pedro Blanco
Heredia y la Constitución Bolivariana Vitalicia, los sucesos de 1828”, es otro
tema de estudio que recién se inicia, y que adquiere contemporaneidad en
vista de la situación política, electoral y doctrinaria, siempre implícitas en
la realidad política que vive Bolivia 2010-2016 y de extrema significación para
el porvenir histórico. El análisis de las normas bolivarianas de la
Constitución Vitalicia no deja duda alguna sobre su impracticabilidad,
cesarismo y monarquismo pretendido, causa primaria del derrumbe bolivariano y
la injusta inmolación de Pedro Blanco Heredia.
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