1º de diciembre de 1932 - Guerra del Chaco
“LA BATERÍA RIVERA, EXCELENTEMENTE UBICADA, HIZO TERRIBLES ESTRAGOS Y ABRIÓ BRECHA EN LAS FILAS PARAGUAYAS…”
El ataque como estaba previsto, el 1° de diciembre, al rayar el alba, el enemigo se precipitó sobre el ala izquierda de nuestro frente desatando un fuego violentísimo enderezado a los caminos de Muñoz—- Saavedra. El trueno continuado de sus cañones anunciaba la decisión del enemigo de apoderarse de nuestras posiciones a cualquier costo. Bajo la protección de este fuego, irrumpieron grandes masas de infantería paraguaya y llegaron casi a quebrantar el dispositivo de defensa en ese sector. La Batería Rivera, excelentemente ubicada fue en este trance, de acción providencial; que hizo terribles estragos y abrió brecha en las filas paraguayas. A esto se añadió la llegada de nuevos refuerzos conforme se desarrollaba el combate. Con ellos se prolongó la línea en dirección noreste. Los resultados de la cruenta jornada nos fueron favorables. La 4a. División resistió ventajosamente el ataque de tres divisiones paraguayas. El Mando enemigo, por su parte, sumó al fracaso del ataque frontal contra Campo Candia este nuevo descalabro que le sirvió de lección para no confiar demasiado en la condición en que habían quedado nuestras tropas, después de la lamentable etapa precedente. LAS BAJAS DEL ADVERSARIO EN ESTA OCASIÓN PASARON DE MIL.
En el análisis hecho tras el estudio cuidadoso del comienzo y desarrollo de la acción, pudo comprobarse que los resultados adversos para el enemigo fueron efecto de su vacilación en el momento crítico en que nuestra ala izquierda era desbordada y se planteaba ya, casi de un modo seguro el envolvimiento. Eso nos permitió desplazar nuevos refuerzos y formar el martillo. También tuvo otra deficiencia la maniobra envolvente: faltóle amplitud; un exceso de prudencia es fatal en estos casos. Hay que arriesgar todo, más aún si se tiene, como tenía el enemigo, fuerzas superabundantes para realizar la maniobra y colocarnos en situación realmente deplorable, perdida toda iniciativa. Esta ha sido la falla constante en el adversario que casi siempre contó con un número de tropas superior y de buena calidad. Fracasó, pues, rotundamente la ofensiva del 1° de diciembre en que tanto confiaba el enemigo. (Gral. ENRIQUE PEÑARANDA CASTILLO — MEMORIAS SOBRE LA CAMPAÑA DEL CHACO - T I). #CORTEGOSKY
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