«EL CAMPO DE LOS MUERTOS: DETRÁS DE CADA ÁRBOL UN CADÁVER PARAGUAYO...»

El 1ro. de enero de 1933, las fuerzas bolivianas atacaron y se apoderaron del fortín paraguayo “Corrales”. 

La Compañía Varnoux llegaba al pajonal que comenzaba a dos kilómetros escasos al oriente del fortín, el que luego se conoció con el nombre de «Campo de los Muertos». 

Los sucesos.- El capitán Varnoux hizo obstaculizar el camino con un corpulento árbol que ordenara tumbar, a poco de realizarse estos preparativos, se  presentaron seis camiones paraguayos que huían hacia Betty. Los bolivianos hicieron fuego matando a varios conductures paraguayos y rindiéndose los restantes. 

Pocos minutos después apareció el automóvil en que viajaba el Comandante y Plana Mayor del Reg. San Martín. Advertidos que debían detenerse por medio de algunos disparos, apresuraron el vehículo hacia el pajonal imprimiéndole endiablada velocidad. 

Una descarga abatió al chófer y a dos auxiliares,escapando los restantes a pie u ocultándose.

Varnoux se dirigió prestamente hacia el auto abandonado y tuvo tiempo para retirar de debajo del asiento del conductor una maleta con documentos. 

Según afirma el coronel Julio Díaz Arguedas, la documentación encontrada no hizo sino confirmar aquella presunción tan generalizada.de que el Reg. San Martín se hallaba organizado con elementos reclutados en el territorio argentino. 

La referencia de un testigo presencial de este escenario y de estos hechos. Dijo de esta guisa: «El Campo de los Muertos» está situado a diez kilómetros de Corrales y cinco de Betty: es un campo adornado con altos árboles rectos... Es como un monte europeo, ralo. 

Al día siguiente, los patrulleros bolivianos exploraron ese campo y sus inmediaciones, al escribir el mismo testigo posteriormente sus impresiones, pudo agregar: «En aquel campo detrás de cada árbol un cadáver enemigo y un año más tarde todavía bastaba remover ligeramente la paja y unos dos centímetros de tierra y aparecía o un esqueleto o la momia de un soldado paraguayo. De ahí el nombre impuesto por los mismos soldados bolivianos: «El Campo de los Muertos». No existía ni una cruz, porque los muertos en su gran parte no han sido enterrados nunca y los pocos que recibieron este honor, han sido enterrados muy de prisa, ya que durante un mes este terreno era campo de nadie o únicamente campo de los patrulladores». 

(Guerra del chaco — Vergara Vicuña — TOMO III)