En la época de la guerra hubo un periodista que firmaba sus
crónicas como "Martín del Fortín" y creó un espacio denominado: ¿Qué
manda usted al Chaco, señorita? Martín se paraba en el correo para entrevistar
a las bellas señoritas que enviaban correspondencia a sus héroes bolivianos. Al
margen de publicar la única pregunta que hacía, las describía con una soltura
poética que solo el bohemio enamorado posee dentro su alma.
GABY ARCE
Una muñeca deliciosa que tiene su hermano Manuel en el
Chaco, un primor de ojos que dan ganas de recitarle los versos aquellos. Gaby
es una persona de talento, estudia en el liceo y es muy distinguida de porte y
de cultura, envía por nuestro intermedio y encarga exprofesamente un saludo
para que sus ahijados de guerra, Noel Rubén de Celis, Julio César Estenssoro y
el teniente Carlos Iñiguez, haciendo votos por su salud y regreso con gloria.
RAMILLETE PERFUMADO
Puede llamarse así al conjunto que forman Sarita Lavadenz,
Flora Cusicanqui, Esther Benavidez, Blanca García y Noemí y Elsa Reyes
Peñaranda en el local del edificio de correos esperando el turno de pesar y
expedir su correspondencia. Estas chicas con su bullicio inquieto han
convertido el tedioso recinto del correo, donde todo parece bostezar, desde los
buzones hasta los empleados, en una eufórica pajarera de lindas modulaciones de
risa franca y juvenil.
¿Qué envían al Chaco? Cigarrillos…
¡Uf! Cuánto tabaco, es que el tabaco en las horas de atroz
pesadumbre de trinchera, en la hora indefinible e incierta cuando todos los
amigos están mustios con la nostalgia en las pupilas insomnes y la mueca amarga
en los labios resecos del soldado, es el amigo que surge en la aridez del alma
como un sonámbulo para dar la hechizante alegría del olvido, del recuerdo, del
alivio absoluto en cada voluta que vienen empañando el lecho del mosquitero,
fuera del cual bulle la vida prolífica de la naturaleza tropical y la muerte
asesina del plomo homicida, un buen obsequio, el tabaco.
YOLANDA DÁVALOS
Escultura morena, definitivamente moldeada, ojos y cabellos
más negros que la noche; bohemia, soñadora, estudia en los Sagrados Corazones,
es culta y gentil; en la placidez de su mirada se adivina la bondad de su alma.
¿Qué envía al Chaco? A los 15 años recibí un recuerdo, una
reliquia de colegio y como tiene tantos recuerdos para mí la envío a mi primito
Mario Monasterios, quiero hacer llegar también mi saludo a todos los
combatientes y mi voto de admiración al General Peñaranda, que tan
patrióticamente maneja como un verdadero genio de la guerra a nuestro Ejército.
MECHITA VELASCO
Rubia, igual que un lucero desprendido de las constelaciones
celestes en una noche de brisas otoñales, su cabellera cuelga aristocrática en
ondas sobre sus hombros y busto elegante. Mechita Velasco es un capullo tierno
nacido solamente para el beso del rocío que apenas comienza a recibir el aliento
perfumado de la vida, es una promesa de floración espiritual. Nunca nadie diría
a nadie lo que envía en ese paquetito.
- Egoísta
- Es un bizarro oficial del Regimiento Sucre
Y en su risita intencionada se adivina, quiere que le diga,
¿Mechita? Como decía un poeta inmortal: "¡Señor! Tú que nos diste la
gracia de este sueño, para que juntos fuéramos a la inmortalidad".
Este artículo apareció en el periódico La Patria el 14 de
junio de 2014.
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