Fuente: La armonía de las desigualdades. Elites y conflictos de poder en
Bolivia (1880-1920). Marta Irurozqui Victoriano. (Pags. 58 – 59). // Foto:
Aniceto Arce.
De las propuestas de paz con Chile manifestadas por los conservadores, la que
tuvo mayor resonancia y se configuro en ideología partidaria fue expresada por
Aniceto Arce, entonces vicepresidente de la Republica, cuando Campero era
presidente. El planteamiento proponía una alianza con Chile que permitiera la
rectificación de las fronteras entre Perú y Bolivia para que esta se quedara
con Tacna y Arica. (“Bolivia sin litoral corre a su ruina. Morirá ahogada,
después de haberse despedazado en convulsiones políticas, presa de ambición de
los infinitos caudillos que tiene (…) No fui nunca afecto a la alianza, por que
nunca la creí provechosa, ni siquiera conveniente para Bolivia. El Perú siempre
se ha esforzado por explotar, deprimir o anular a Bolivia” [Guzman 1881]) La
posición invalidaba el tratado invalidaba el tratado de 1873 entre ambos
estados y liquidaba el proyecto de formar una confederación. El argumento de
Arce estaba justificado por la búsqueda de soluciones ante la posible
“polonizacion” de Bolivia:
Boliviano ante todo, he creído que debíamos exigir la rectificación de nuestras
fronteras, sin la cual Bolivia no puede aspirar a llamarse nación independiente.
La zona que Bolivia necesita y que se comprende a Tacna y a Arica no puede
decirse que se la arrebatamos a Perú, pues es ya cosa averiguada que Chile se
apodero de ella y no la devolverá a Perú (El Comercio, La Paz, 3 de septiembre
de 1881).