Tomado de: BANZER GENIO Y FIGURA………….. Para que no se
olvide. NUNCA MÁS. – De: CENTRAL OBRERA BOLIVIANA (COB)/ EDITORIAL: CREAR
IMPRESIONES. LA PAZ. BOLIVIA. 2008. // 1) Jóvenes socorren a un herido durante el
sangriento golpe de estado perpetrado por Hugo Banzer. 2) El golpista Hugo
Banzer.
LA OTRA FORMA DE LIQUIDAR OPOSITORES AL RÉGIMEN.
Localizada la vivienda de alguno de ellos, los agentes y
efectivos policiales preparan un asalto con despliegue de movilidades e inician
el tiroteo, para dejar sensación de combate. Allí dejan acribillados a sus
opositores y luego publican la sensacional noticia de haberse descubierto un
grupo armado y subversor. Jamás el Ministerio Público ni los tribunales
investigan el caso ni establecen lo ocurrido. La información oficial se hace
definitiva y adquiere ejecutoría, por sí misma, y no admite ni investigación ni
prueba contraria.
Los siguientes ejemplos son característicos:
Cecilia Ávila, muerta el 23 de marzo de 1972.
Oscar Nuñez, muerto el 23 de marzo 1972 en Cochabamba.
Johnny Moncada, muerto en la Plaza Alonso de Mendoza, de la
ciudad de La Paz, el 20 de abril de 1972.
Félix Melgar, muerto en la localidad de Achacachi, el 3 de
abril 1972.
Roberto Sánchez Otazo, muerto en la localidad de Achacachi,
el 16 de mayo de 1973.
José Oswaldo Ukaski, compañero argentino, muerto el 13 de
mayo de 1973.
Mónica Erthl (Imilla), muerta el 13 de mayo de 1973.
Lisímaco Gutiérrez, muerto en la frontera de Chile
(Huancacalla) el 14 de mayo de 1972.
MÉTODOS DE TORTURA
Cómo señala el informe de 1976 de la COB:
A. FÍSICAS
Las torturas más comunes y que se aplican a los detenidos
son las siguientes:
- Golpes de puño en el cuerpo
- Celdas inundadas de agua donde hay que pasar toda la noche
- Quemaduras de cigarrillos
“Después que lavaron el piso y las paredes (de la muerte de
Pedro Morant) fui trasladada a ese alojamiento; aún quedaban manchas de sangre.
Y tocó mi turno; golpes en la cabeza hasta dejarme deforme, desviado un ojo y
un tímpano roto. Para apagar mis quejidos me encajaron un trapo en la boca
presionando con un palo de escoba y llevándose cinco dientes por delante, sangrándome
la cara… también me quemaron el cuerpo con cigarrillos encendidos”.
(Testimonio de Mirna Gonzáles. Tribunal Bertrand Russel II,
Roma).
“A mí me apagaron los cigarrillos en el cuerpo… en lugares
que no podían ser exhibidos”
(Testimonio de una detenida) De una entrevista publicada en
la revista Caretas del Perú, No 464, 1972.
- Introducción de alfileres y pequeñas astillas de madera
debajo de las uñas.
- Golpes de correa.
“En Cochabamba, un detenido que pudo obtener la libertad
después de una semana de prisión testimoniaba haber visto las espaldas de
muchos detenidos totalmente lastimadas y las uñas rotas y algunas arrancadas.
En esta ciudad, son cinco las “casas de seguridad” donde se tortura. Un de
ellas es la de los… hermanos Alarcón”…
(Informe reservado para los obispos de Bolivia).
A Delfina, Viuda de Veintemillas, anciana de 68 años,
miembro del Comité de Derechos Humanos de Bolivia; le quemaron los pies y la
espalda con cigarrillos, le introdujeron alfileres en las uñas; también fue
colocada en un cepo de madera y se le golpeó la cabeza hasta hacerle perder el
conocimiento, y cuando se recobraba era golpeada nuevamente. Su cuerpo se
hinchó completamente y la ropa no le entraba. Todas las torturas las recibió en
el Ministerio del Interior, en La Paz. Ella cayó presa la misma noche que
apresaron a Loyola Guzmán (miembro del ELN) en abril de 1972. La señora
Veintemillas fue detenida a las dos de la mañana en su casa, descalza y en
camisón de dormir. Inmediatamente fue llevada a los interrogatorios en el
Ministerio del Interior.
El mismo Coronel Rafael Loayza (Jefe de Inteligencia del
Ministerio del Interior) se dedicó a golpear a la anciana, lo mismo que otros
agentes que le propinaron escobazos en el cuerpo y otra serie de torturas. Le
rompieron tres costillas y la señora estuvo a punto de morir. Luego fue
trasladada a la cárcel de Achocalla, donde yo pude conversar con ella. Había
quedado también sorda de un oído a consecuencia de los golpes.
Como en Achocalla no había ningún servicio médico, las
mismas personas tuvimos que encargarnos de vendarle las costillas rotas y
atenderla todo lo mejor que pudimos. Esta señora, que era miembro del Comité de
Derechos Humanos no recibía tampoco ninguna ayuda externa; otras presas,
sobretodo muchachas jóvenes tuvieron que prestarle ropas que apenas le hacía”.
(Testimonio de una detenida).
“Jorge Tobar Muñoz, comerciante de 26 años, casado, padre de
un niño y de otro en gestación. Fue internado en el Hospital Juan Noé de la
ciudad de Arica. Detenido en la frontera con Bolivia, en un viaje de negocios,
fue trasladado al Ministerio del Interior… Su vía crucis alcanzó una crueldad
extrema los últimos días de un encierro en el sótano del Ministerio, cuando los
policías civiles le clavaron agujas y alfileres en las uñas de los dedos y en
los testículos”.
PURO CHILE, 19 - 4 - 1973.
- Violación
“En este lugar silencioso (Achocalla) se cometieron los
abusos y excesos difíciles de imaginar. Posiblemente la luz del día fue el
único descanso para nosotras las prisioneras que, viendo llegar la noche,
suponíamos un nuevo tormento, cualquiera podía tener el turno y dentro de él,
la violación era uno de sus preferidos”.
(Testimonio de una detenida).
“Sí, fui violada, aunque mi caso no es tal vez el peor de
todos… No es el daño físico, es el daño psicológico, el trauma que queda
después… Hay otros casos. Una chica fue violada por el sólo hecho de satisfacer
la enfermedad de un agente del Servicio de Inteligencia”. (Testimonio de una
detenida)
Entrevista publicada en la revista CARETAS del Perú. Nro
464, de 1972.
- Golpes con madera
- La picana
- El chancho
“Primero fueron los golpes propinados con maderas y culatas
de armas largas en la cabeza, las piernas y los genitales. Luego me aplicaron
la picana, colocaban un polo en uno de los dedos de los pies y el otro en las
partes más sensibles. Como cada toque cierra un circuito, el efecto no se
siente sólo en las partes del contacto sino en todo el cuerpo. Parece que uno
se estuviera quemando por dentro… Ahora es el “chancho” que consiste en colgar
de los pies al sujeto, con la sangre en la cabeza, empiezo a sentir un mareo y
el dolor me reprensa tremendamente”.
(Testimonio de Guillermo Dávalos).
- Cortaduras
“Se conoce el caso de una detenida que le fueron cortando
los dedos uno a uno cada vez que la torturaban y cosiendo cada día uno para
hacer lo propio con el otro al día siguiente”.
(Testimonio de una detenida).
- El tubo de goma
- Garrote de dos pulgadas
- Hierro calentado al rojo (candente)
Fui detenido y torturado junto a S.C., a quienes se práctico
brutales torturas físicas y psicológicas. Los esbirros banzeristas que
cometieron estos ultrajes contra la integridad física y moral de cientos de
opositores en Cochabamba fueron el jefe policial José Abraham Baptista,
Mario Jordán, “Dances” Salamanca, Gary Alarcón y otros. De los compañeros
apresados sólo tres éramos militantes revolucionarios, como no satisfacíamos
sus exigencias (delatar compañeros) y luego de ofrecernos pasaportes y dinero
para irnos a Europa, fuimos separados e iniciaron castigos propios de enfermos
mentales. Entre los insultos y las amenazas de tomar represalias contra
nuestros familiares se practicó el interrogatorio”.
La casa donde fui conducido está situada dentro del área
urbana de la ciudad de Cochabamba, zona Muyurina, frente al Seminario “San
José”. La sala de tortura es un cuarto pequeño de 5 x 5 metros, piso cubierto
con gruesa capa de viruta de madera. Uno de los agentes descargó su furia
enferma sobre mi hasta quedar agotado, enseguida fue remplazado por el que
tenía una manguera de goma de unos 3 cm. de espesor y anudada cada diez cm.,
toda esa noche fui golpeado sin descanso, cada vez que me desmayaba era
despertado con baldes de aguas servidas, despertaba entre las burlas, amenazas
y carcajadas de esas hienas “humanas”.
Al no obtener los resultados esperados cambiaron de métodos.
Con un alicate metálico presionaban dedos y uñas hasta desangrarme; más tarde
en un anafe casero calentaron hierros de 3/4 al rojo vivo aplicando los mismos
en distintas partes de mi cuerpo, mientras los otros tres me amordazaban y
aprisionaban brutalmente se sucedían las preguntas y respuestas inesperadas. La
tortura psicológica consistía en las afirmaciones constantes de que mi
compañera había muerto en combate, mi madre y mis hermanos apresados y que por
“mi culpa” serían también torturados. Otro de los medios desesperados a los que
recurre el jefe fascista fue descargar a mi vista su pistola de 45, apuntando a
mi rodilla me gritaba que si hasta contar 3 no hablaba iba a empezar de ese
lugar hacía arriba… se sucedieron los disparos rozándome el cuerpo, hasta que
sentí un culatazo en la frente que nubló de rojo todo mi entendimiento.
En uno de esos días y noches interminables y de tortura
ininterrumpida, encontrándome con el raciocinio totalmente desorganizado y
alterado por la desesperanza, el dolor físico y anímico, opté por el suicidio…
en un momento de descuido de mis verdugos me arrojé desde un piso elevado al
vacío… pese a haberme arrojado de cabeza caí de pies… así adolorido en el suelo
fui salvajemente golpeado nuevamente hasta el desvanecimiento.
En esta carta debo también denunciar el asesinato del más
joven de mis captores: Abelardo Cárdenas, de 19 años de edad quien me ayudó a
fugar movido por la indignación de esos métodos inhumanos y por haber
mínimamente comprendido la justeza de nuestra causa, como él me había
manifestado secretamente en mi encierro. Incluso (con el perdón de la memoria de
“Anique”, Abelardo Cárdenas) llegué a creer que se me estaba aplicando la tan
comúnmente aplicada “Ley de fuga”, empero empezando a salir de ese antro
inquisitorial sin pensarlo mucho seguí avanzando: prefería morir de pié…
caminaba haciendo grandes esfuerzos para no desvanecerme por la debilidad
física en que me hallaba, con la remota esperanza de que al pasar la última
puerta metálica tendría tal vez un nuevo amanecer.
PD.- Estoy dispuesto a presentarme ante cualquier tribunal y
ratificar y ampliar estas y muchas otras denuncias desconocidas, además de
mostrar las cicatrices que cubren mi cuerpo.
Procedo así porque actualmente se continúan practicando
éstas aberraciones y muchos otros tipos de crímenes y torturas contra
dirigentes sindicales, campesinos, intelectuales y todo compatriota que se
atreve a reclamar incluso mínimas reivindicaciones sociales.
Bolivia 19 de diciembre de 1975
Juan Condori V.
CI No 841218
B. TORTURAS PSICOLÓGICAS
- La incomunicación total
- Simulacro de fusilamiento
- Los gritos de tormento
- Desvestir mujeres
- Chantaje de detener a padre, hermano, esposo o hijo
- Cambio constante de residencia carcelaria sin que el
detenido sepa nunca dónde puede ser conducido, obligando además a los
familiares a una permanente peregrinación y búsqueda con la finalidad de ubicar
a sus parientes y crear en la población una psicosis de pánico.
“MUJERES PARIENTES DE PRESOS POLÍTICOS INFORMAN SOBRE
REUNIÓN CON MINISTRO”
El grupo de madres, esposas, hermanas, y parientes de presos
políticos ha entregado ayer el siguiente informe dirigido a la opinión pública:
El Sr. Ministro del Interior recibió a unas 15 de nosotras
ayer 13 de junio en su despacho cuando fuimos a presentarnos como rehenes a
favor de nuestros parientes. Entre otras cosas nos ha dicho el Sr. Ministro:
- Qué había dado órdenes para que nuestros presos sean
tratados con humanidad. Pero, cómo podemos creer que se cumplirán esas órdenes
si el Sr. Ministro no prescinde de los servicios de los responsables de las
torturas y los golpes que ya han sido denunciados en la prensa, entre otros,
por la comisión Justicia y Paz; y además no ordene que sean juzgados por la
justicia ordinaria por los crímenes cometidos contra los presos políticos.
- Nos dijo el Sr. Ministro que todos los presos políticos,
que no fueran liberados inmediatamente, serían pasados a la justicia ordinaria.
Qué garantía tenemos ya que no dio ningún plazo, ya que nuestros parientes han
pasado meses en las cárceles sin que se pruebe nada contra la mayoría de ellos.
Además si el Ministerio no cambia el sistema de arrestos ilegales y detenciones
arbitrarias ahora vigentes, ¿qué garantía tenemos de que no se vuelvan a
arrestar o de que arrestarán a otros, incluso a nosotras mismas?
- Nos dice el Cnl. Castro, que nuestros hijos en
algunos casos son unos desviados y en otros han sido mal educados. Le
preguntamos, ¿qué clase de educación les proporcionan los sádicos que los
torturan y brutalizan en las casas de seguridad, así llamadas?
- Pedimos, como lo hemos dicho, cansadas de los meses de
engaño, de que el gobierno reestablezca la democracia y constitucionalice
el país, condición necesaria para que la paz y la tranquilidad vuelvan a
nuestros hogares.
- Pedimos que nuestros presos no sean internados con los
presos de derecho común, sobre todo los menores de edad.
- Pedimos que se respeten a las mujeres y a los menores de
edad, poniéndolos en libertad inmediatamente.
- Pedimos que se nos permita visitar a nuestros parientes
sin tener que pasar humillaciones a que nos someten durante los varios trámites
de memorándums y otros.
- Finalmente decidimos juntas, que para el lunes a las 16
horas si el gobierno no toma medidas concretas y rápidas para que se libere a
nuestros parientes detenidos, consideramos el cuarto intermedio vencido. De
nuevo nos presentaremos en las oficinas del Min. del Interior como rehenes y
esta vez hasta que se haga justicia, porque ya no nos dejaremos engañar por las
palabras dilatorias.
Por las madres, hermanas, esposas y parientes de los
detenidos políticos.
Rita Gonzáles (siguen 65 firmas)
PRESENCIA, 15 de junio de 1973.
La intimidación general ha sido un método frecuentemente
usado por los aparatos de la policía política del gobierno de Banzer, con la
finalidad de amedrentar a la población.
La forma más común ha sido presentar a los presos políticos
como “disociadores sociales”, “enemigos de la libertad pública e individual”,
llegándose a extremos como de señalarlos como “elementos peligrosos por sus
antecedentes y que no pueden gozar de garantías”.
La farsa permanente de presentar golpes de estado, actos de
subversión, conjuras internacionales, complots extremistas, resulta una excusa
por demás desgastada, con la finalidad de burlar pedidos de amnistía.
La presentación de fantásticos planes como “Zafra roja”, “La
Operación Loto Rojo Tahcai” o “Cóndor Negro”, resultan una burla grotesca a la
opinión pública y dejan entrever una mentalidad tenebrosa o de ciencia ficción
de sus creadores.
Por lo general, se interpretan los pedidos justos o los
reclamos que afectan la economía familiar como planes del extremismo,
aprovechan para reprimir con guerras psicológicas o acciones extremistas de
inconfesables fines.
De esta forma, deforman toda acción o movimiento a favor de
las libertades democráticas y en defensa de los derechos humanos, confundiendo
la labor a favor de los presos políticos con campañas financiadas desde el
extranjero. Este es el caso o la razón que se presentó para atacar la laboriosa
y empeñosa acción de Justicia y Paz.
Comisión de Justicia y Paz pide que eliminen los sistemas de
represión
Responsabiliza de atropellos al Ministerio del Interior y al
Servicio de Inteligencia.
La comisión de Justicia y Paz ha enviado la siguiente carta
al Presidente de la República, general Hugo Banzer Suárez.
Exmo. Señor Presidente:
La COMISIÓN JUSTICIA Y PAZ organismo local que representa a
la Comisión Pontificia de Roma, no puede permanecer en silencio ante los graves
y luctuosos acontecimientos que surgen de nuestra convulsionada vida política.
La opinión pública se ha sentido consternada al conocer las
circunstancias que han acompañado a la muerte del Cnl. Selich. Es la gota de
agua que ha rebalsado la copa. Es la prueba fehaciente de los métodos
antihumanos y anticristianos que rigen en el mismo Ministerio del Interior que
contrata para delicadas tareas investigadoras a elementos sádicos y
antisociales.
Pero creemos que el problema es mucho más profundo. Es hora
de revisar todo nuestro sistema que se basa en la represión y persecución del
adversario. Es hora de que todos, gobernantes y gobernados, nos sometamos al
imperio de la ley. Es hora de hacer un llamado, con hechos más que con
palabras, a la reconciliación nacional.
Los agentes que han victimado tan atrozmente al Cnl. Selich
ni son solos ni son los principales autores de este asesinato. La
responsabilidad directa cae sobre el Ministerio del Interior y sobre el
Servicio de Inteligencia.
El Ministro del Interior pone el grito en el cielo porque
los periodistas, cumpliendo con una labor de información, para la cual en nada
se les colabora, cometen algún desliz. El tono moralizador y amenazante del
Ministro pierde toda su eficacia cuando él mismo cae en el error de tergiversar
los graves acontecimientos de los cuales informaba en ese mismo momento.
La opinión pública es conciente de que lo mismo sucedió con
el Dr. Félix Sandoval Morón en la cárcel de Santa Cruz y sin embargo, son ya
muchos los presos políticos que han encontrado la muerte en las propias celdas
del DIN. Las circunstancias de la muerte de Alcides Sandoval Morón, el Dr.
Roberto Alvarado, Daniel Arroyo, Pedro Morant, Ivo Stambuk, Santiago Cansio,
Carlos Bayro C. y de los jóvenes fusilados en Santa Cruz el día de la revuelta,
quedan en el misterio y proyectan una imagen dictatorial e inhumana de su
Gobierno.
Los encarcelamientos por simples sospechas, las condiciones
deprimentes de las celdas carcelarias, los rumores siniestros de las casas de
seguridad, el trato desconsiderado para tantas mujeres presas (llegando en
casos extremos hasta a la violación), las torturas y los inhumanos sistemas
científicos de interrogación, nos impelen a levantar nuestra voz de protesta y
pedirle, expresando el sentir de todo el pueblo boliviano, que todo esto cambie
radicalmente.
El odio genera odio. Es hora de que todos construyamos un
Estado de Derecho donde la ley sea nuestra norma de conducta, la justicia
nuestro objetivo y la paz social el clima donde se desenvuelva nuestra vida
ciudadana.
El clamor popular se levanta ya contra ciertas personas que
gozando del amparo oficial se están constituyendo en representantes del
sadismo, las torturas y los crímenes políticos. Es imprescindible crear ese
clima de paz y convivencia que todos ansiamos, en el que se prescinda de los
servicios del “Jefe de Inteligencia” Coronel Rafael Loayza, del agente Jorge
Balbián apodado “El Coco”, de los hermanos Alarcón, de Abraham Baptista y
otros, quienes, juntamente con los agentes que victimaron al Coronel Selich,
deberán pasar a la Justicia Ordinaria.
La falta de garantías para con los presos que estos datos
demuestran nos urge a pedir la amnistía para la mayor parte de ellos. Los pocos
detenidos políticos que no pudieran gozar de esta amnistía deben pasar cuanto antes
a la Justicia Ordinaria respetando una especificación de los delitos y de los
lugares donde se han cometido.
Aprovecho la oportunidad para saludarle, Señor Presidente,
con las más distinguidas consideraciones.
Dr. Luis Adolfo Siles Salinas. Eric Wesseige.
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