Por: Ramiro Molina Alanes - El autor es Académico de Número
de la Academia Boliviana de Historia Militar. / Publicado en el periódico El
Diario el 23 de Abril de 2013.
Hace exactamente dos décadas, el histórico 14 de abril de
1993, en un ambiente de inusitada expectativa e incertidumbre, el “Huayna”
FAB-X02, primera aeronave construida por la Fuerza Aérea Boliviana, realizó con
marcado éxito su primer vuelo oficial, concretando de esta manera un largo
anhelo institucional y sentando las bases de la aclamada industria aeronáutica,
pilar fundamental del poder aéreo nacional.
Esta aeronave de corte experimental, que constituía lo
último de la tecnología aeronáutica moderna, tanto por el novedoso material
utilizado en su construcción como por su moderna aviónica digital, fue el fruto
del proyecto “Lancair 360” que emergió promisoriamente el año 1989; pero, que
dio su decisivo primer paso en 1991 con el arribo a nuestro país del
correspondiente kit de este prototipo, diseñado y concebido en los Estados
Unidos y dotado de un motor Lycoming I0-360 de 180 H.P.
De esta manera, en un precario ambiente que se asignó para
el proyecto en predios del ex Politécnico Militar de Aeronáutica de la Base
Aérea de El Alto, se iniciaron los tra-bajos de construcción del singular
avión, a cargo de los Suboficiales Rafael Céspedes Escóbar y Ángel Iriarte
Lima, destacados aerotécnicos de la institución, dirigidos por los capitanes
Renán Julio Calleja y José Luis Murillo Pacheco, eminentes ingenieros en
electrónica y aeronáutica, respectivamente.
El trabajo fue arduo y complejo, puesto que por primera vez
se utilizaron en la construcción de la estructura materiales compuestos de
aviación como el kevlar, nómex así como fibras de vidrio y carbono, a los
cuales no estaban habituados nuestros técnicos y que requerían de procesos
sumamente delicados y especiales; sin embargo, a través de los respectivos
manuales, y sobre todo, demos-trando profesionalismo, empeño, iniciativa y
creatividad, proverbiales cualidades que caracterizan al aerotécnico boliviano,
se fue concretando paulatinamente pero dentro de los términos de la primera
fase, la dificultosa construcción de la aeronave.
Soslayando dificultades de toda índole, hasta los recelos y
criterios pesimistas, tanto de autoridades como de personas proclives a los
estándares conservadores, en agosto de 1992 la aeronave estaba lista para
empren-der el esperado vuelo de prueba; pero, por indecisiones y desconfianzas
infundadas, no se pudo concretar esta fundamental etapa de toda aeronave.
Tuvieron que pasar siete largos meses, hasta que el 15 de
febrero de 1993, por insistencia del personal que intervino con ahínco e
ilusión en el proyecto, se realizó con resultados por demás satisfactorios el
ansiado vuelo de prueba a cargo del piloto primigenio del proyecto, Cap. Av.
Javier García Soruco, eximio aviador de la bizarra especialidad de caza; si
bien el vuelo había durado sólo dos minutos, tuvo la virtud de demostrar
objetivamente que estaba en condiciones de operar con seguridad y normalidad.
El histórico 14 de abril de 1993, ante un nutrido público
compuesto por autoridades militares, representantes de la prensa y el personal
de la institución, el Lancair 360, al que se le denominó “Huayna” FAB-X02(1)
despegó de la pista principal del Aeropuerto Internacional de El Alto, seguido
de un “avión nodriza” en el que tuvieron la oportunidad de abordar algunos
periodistas ansiosos de cubrir el sensacional vuelo.
El “Huayna”, al mando del Cap. Javier García Soruco y el
Cap. Ing. José Luis Murillo Pacheco, se remontó majestuosamente por los aires
ante la inocultable algarabía de todos los que se dieron cita en la plataforma
del Grupo Aéreo de Caza “31”. La aeronave surcando raudamente los diáfanos
cielos de la ciudad de El Alto, no sólo realizó varias pasadas sobre el
público, sino que ejecutó arriesgadas maniobras acrobáticas que demostraron
amplia y obje-tivamente el excepcional performance de esta aeronave construida
en nuestro país íntegramente por ma-nos bolivianas y sin asesoramiento foráneo.
Después de un aterrizaje impecable, la aeronave se dirigió
hasta los predios del GAC 31 donde se encon-traba el entusiasmado pú-blico que
ovacionó frenéti-camente a los tripulantes.
Este inédito evento de nuestras alas militares concluyó con
un solemne acto en el Salón VIP de la unidad, donde el Comandante General de la
Fuerza Aérea Boliviana, Gral. Fza. Aé. Fernando Sanjinés Yánez, impuso a los
oficiales y suboficiales que intervinieron brillantemente en la concreción del
proyecto la condecoración “Al Mérito Aeronáutico”, máxima expresión de nuestra
aviación militar.
Después de ser probado en los diferentes ambientes de
nuestro variado territorio geográfico, por un incidente fortuito y ajeno al
venerable “Huayna”, suscitado en el Aeropuerto “El Trompillo” de la ciudad de
Santa Cruz, el FAB X-02 dejó de operar y actualmente se encuentra como material
de estudio y práctica en el Politécnico Militar de Aero-náutica de la capital
del valle.
Como homenaje a esta histórica fecha, el novel Centro de
Industria y Tecnología Aeroespacial de la Fuerza Aérea Boliviana “Cnl. DEMA
Renán Julio Calleja”, conmemora su aniversario el 14 de abril.
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