Chasqui, mensajero, postillón, estafeta, ‘El Goyo’, son los
distintos denominativos que se ha dado al personaje que, tras la ocupación de
Antofagasta el 14 de febrero de 1879, tuvo la importante misión de trasladarse
a la ciudad de La Paz para informar de lo acontecido al presidente Hilarión
Daza. Para esa época el territorio boliviano contaba con escasas rutas, caminos
de herradura y un incipiente telégrafo en la costa; sin embargo, estos sistemas
de comunicación tenían la terrible desventaja del tiempo. El mapa de Bolivia de
1859 permite observar rutas zigzagueantes, surcadas por caminos de herradura,
que encuentran su complejidad por la abrupta característica de los distintos
terrenos. A todo lo señalado se suma el tiempo que implicaba el trasladarse de
una región a otra.
Frente a la realidad de la invasión chilena y las limitadas
condiciones en los sistemas comunicativos se empleó la tradición prehispánica
del correo andino: “El Chasqui”. A pesar de los cambios estructurales producto
del período colonial y republicano esta tradición continuó, ya que para fines
del siglo XIX fue sino la única, la mejor alternativa para informar al
presidente Daza lo acontecido en el puerto de Antofagasta.
No se tienen datos personales del indígena Gregorio Collque,
no se tiene conocimiento de su lugar de origen y año de nacimiento, lo cierto
es que este personaje debió poseer las condiciones físicas y el conocimiento
necesario de la topografía de la región, rutas de conexión y atajos, para que
se le hubiera encomendado la tarea de trasladarse hasta la ciudad de La Paz,
recorriendo alrededor de 76 leguas en seis días, desplazándose por desiertos,
llanuras, cerros, cordilleras nevadas, quebradas y ríos con la única y sagrada
misión de llegar a la brevedad posible a la Paz, para informar al presidente
Daza de la invasión del Litoral boliviano.