Extraído del periódico el Diario http://www.eldiario.net/diario/sigl.html
Bolivia había llegado al siglo XX sin su litoral en el
Océano Pacífico y relegada encima de las cumbres andinas, con el olor a pólvora
y sangre que aún se extendía por nuestro territorio, después de la injusta guerra
del Pacífico, por la que Chile "por la razón o por la fuerza" se
apoderó de nuestro territorio en 1879 y por la guerra interna, denominada
"federal", en la cual los bolivianos combatieron entre sí, con el
saldo de cientos de muertos y una profunda herida interna que cicatriza a
través del tiempo.
El trágico sino continuó en los primeros años, cuando
tuvimos que enfrentar otra conflagración, esta vez contra otro vecino, el
Brasil, que con sus huestes se adentró a nuestro territorio del Acre, obligándonos
a movilizar tropas a las tórridas regiones tropicales y firmar otro Tratado de
desmembración de la Patria.
EL TRATADO DE 1904
Los primeros años del siglo XX, sin duda alguna,
constituyeron para Bolivia los más amargos de su historia, por cuanto durante
ellos, nuestro país se veía obligado por el invasor a firmar un tratado, con el
irónico título de "paz y amistad", por el cual cedíamos a la fuerza
de las armas nuestro Litoral a cambio de 600.000 libras esterlinas y otras
"facilidades" que nos daba Chile para paliar el encadenamiento del
"Prometeo boliviano" en las cumbres andinas, lejos de la heredad y el
pulmón que había usufructuado, con todo derecho, desde las épocas
precoloniales.
Este incalificable atropello, el mencionado tratado, se lo
rubricó el 20 de octubre de 1904 en Santiago de Chile, después que Abraham
Koening, ministro plenipotenciario del Mapocho en Bolivia, en 1900, nos hiciera
recuerdo que su país había dispuesto apoderarse a perpetuidad del litoral en el
Pacífico "porque la victoria era la ley suprema de las naciones".
Don José Carrasco, al respecto, señalaba: "La cesión
del litoral fue casi gratuita, porque el ferrocarril de Arica y algunas
garantías están ahí a disposición de Chile. El tratado no dejaba de ser una
imposición del vencedor que reteniendo las aduanas, y usando de exagerados
privilegios, redujo al país a una semisoberanía que estancaba y paralizaba su
desenvolvimiento comercial e industrial. Por otra parte, no se dejaba notar en
la atmósfera internacional el más ligero signo de mejoramiento. La fuerza
primaba sobre el derecho con un imperio irresistible; entonces los hombres de
aquella época resolvieron recobrar por lo menos la soberanía secuestrada de la
nación, con sacrificios impuestos por la fuerza de las armas. Este tratado es
revisable porque es el fruto de la victoria y del abuso de la fuerza. Además,
es un pacto que constituye un peligro para la paz continental, porque un país
de tan enormes riquezas como Bolivia, no puede vivir eternamente expoliado y
clausurado. Tarde o temprano romperá sus cadenas, si ahora no se le hace
justicia".
El documento impuesto por Chile en la referida 5 de abril,
2004, determinaba:
- Se restablecen las relaciones de Paz y Amistad entre las
dos repúblicas terminando el régimen establecido por el Pacto de Tregua.
- Se reconocen absoluta y perpetuamente los territorios
ocupados por Chile en virtud del artículo 2o. del Pacto de Tregua de 4 de abril
de 1884, estableciéndose los límites entre ambos países, los mismos que serían
demarcados por una comisión binacional de ingenieros.
- A fin de estrechar las relaciones políticas y comerciales
entre los dos países, se conviene unir Arica con el Alto de La Paz, por un
ferrocarril a costa del usurpador. Asimismo Chile se obligaba a pagar las
obligaciones que pudiera incurrir Bolivia por garantías hasta el cinco por
ciento sobre los capitales que se inviertan en la construcción de los ferrocarriles
Uyuni-Potosí, Oruro-La Paz, Oruro-Cochabamba-Santa Cruz, La Paz-Beni,
Potosí-Sucre-Lagunillas-Santa Cruz.
- Chile se obligaba al pago de una suma de trescientas mil
libras esterlinas en efectivo y el pago en dos partidas de montos parciales que
ascendían a la suma de 150.000 libras esterlinas cada uno.
- Se reconoce igualmente a Bolivia, y a perpetuidad, el más
irrestricto derecho de tránsito comercial por territorio chileno y por los
puertos del Pacífico.
- Bolivia tendría el derecho a construir agencias aduaneras
en los puertos que se designe para su comercio, señalándose éstos en
Antofagasta y Arica.
Luego continúan otras cláusulas, hasta la 12, con la se
concluye de enclaustrar a Bolivia.
RATIFICACION
El 31 de enero de 1905, el Congreso Nacional vota a favor de
firma del tratado con Chile, de 20 de octubre de 1904, hecho que concita la
opinión de EL DIARIO, el que señala en partes salientes: "Bolivia hace el
sacrificio de su rico Litoral, por la fuerza del destino, se recoge en sí misma,
resignada y heroica".
Mientras tanto en Chile se votó el 10 de enero,
aprobándoselo por unanimidad.
BOLIVIA SE RECOGE
Al respecto EL DIARIO editorializaba, el 1o. de febrero, de
la siguiente manera:
Terminó El gran debate sobre los tratados con Chile clausuró
ayer a horas 4 p.m.
Bolivia hace el sacrificio de su rico Litoral, por la fuerza
del destino; se recoge en sí misma, resignada y heroica.
En una situación semejante es necesario encarar las
dificultades y salvarlas; es preciso tener el valor de sobreponerse a los
inconvenientes del presente y proveer el porvenir.
Con la conciencia del deber cumplido, acongojados por el
sacrificio, pero con fe en el porvenir, los representantes de la mayoría han
votado por el tratado.
Asumen la responsabilidad que les toca con valor civil
incontrastable, y creen que, como la Francia del 71, se levantará Bolivia,
vigorosa, por el trabajo y la industria, para tomar su papel en el concierto
americano.
Pliegue a Dios que las patrióticas previsiones de la
mayoría, fundadas en sólidas bases, sean la piedra angular donde se levante la
nueva nacionalidad, y que los caminos de hierro, dándonos perfecta unión entre
los pueblos, explotando nuestras inmensas riquezas, levanten a Bolivia a la
altura en que debe estar.
Hoy podemos gozar de completa paz y dedicarnos a trabajar
por la patria.
El tratado se ha aprobado por 42 votos contra 30.
Es una solución que todos los bolivianos debemos procurar
que redunde en provecho y beneficio de la república.
Unidos, todos respetemos la ley mundial de la mayoría y
trabajemos por el engrandecimiento de Bolivia, nuestra madre querida".
RATIFICACION
En su número 328, de 11 de marzo, este matutino publicaba la
noticia de la ratificación de los tratados con Chile, señalando en su parte más
importante:
"La ratificación del tratado con Chile
Ayer, a las 3 de la tarde, con el ceremonial de estilo y
ante una concurrencia de respetables caballeros, efectuóse la ratificación y
canje del tratado de paz firmado en 20 de octubre del año pasado.
Ninguna ratificación ha merecido la solemnidad que ayer
hemos visto.
Con este acto, se ha solucionado definitivamente la añeja
cuestión, quedando restablecida la cordialidad de relaciones entre Bolivia y
Chile.
Terminado el acto, el señor ministro de relaciones invitó al
encargado de negocios de Chile y a los caballeros que concurrieron, a pasar al
palacio presidencial, donde el señor presidente de la república pronunció
palabras de felicitación para el señor Alberto Gutierrez, que tan sagaz como
patriótica labor ha tenido en esta solución. Felicitó también a la legación de
Chile y al grupo de parlamentarios bolivianos que sostuvieron con vigor y
entereza los tratados en el congreso.
Enseguida brindó una copa de champaña, después de lo cual se
retiró el encargado de negocios de Chile, don Domingo Gana Edwards y toda la concurrencia".
A continuación publicaba el decreto respectivo y el tratado,
en su primera página, además de otros documentos inherentes al tema.
TAMBIEN EL ACRE
También en este principio de los 900, el 17 de noviembre de
1903, Bolivia perdía el territorio del Acre, que queda en manos del Brasil, por
el famoso tratado de "Petrópolis", firmado en la 5 de abril, 2004
señalada, quedando nuestra Patria mutilada por dos partes, por dos llamados
"hermanos" que no tuvieron problema alguno para despojar a la
"Hija Predilecta del Libertador".
Alcides Arguedas, en su "Historia General de
Bolivia", nos relata este episodio trágico:
"Pero no concluyeron acá todas las desventuras de
Bolivia bajo la administración del gobierno liberal iniciado por el general
Pando. También con el Brasil se suscitaron nuevas cuestiones con motivo de la
declaración de la independencia del territorio del Acre realizada por unos
cuantos filibusteros en mayo de 1899.
"Hubo que armar una costosa expedición a esas
lejanísimas regiones donde se puso de manifiesto la abnegación y el espíritu de
sacrificio del soldado boliviano, que saliendo de las altas mesetas andinas fue
a morir oscura y humildemente entre los bosques malsanos de aquella región, la
que fue pacificada y reincorporada otra vez al patrimonio territorial de la
República.
(Evidentemente la marcha fue larga y penosa, atravesando la
altiplanicie paceña y de Oruro, para ingresar a la región cochabambina y luego
a los Yungas, de Santa Rosa del Chapare a Trinidad, los llanos de Mojos,
navegando el Mamoré, el Iténes, para llegar a Villa Bella y Riberalta; del
Madre de Dios al Orton y, por fin, el Acre.
"El cansancio nos obligaba a menudo a dejarnos caer
sobre los troncos ásperos y ondulosos del camino. Gruesas gotas de sudor se desprendían
de nuestra frente, para rodar por nuestras sienes calenturientas y nerviosas.
Un triste silencio reinaba entre nosotros, toda vez que nos reunía el descanso,
en la fatigosa marcha, y a la voz de ¡adelante! echábamos nuestras pesadas
cargas sobre los hombros, volviendo a empuñar el largo palo", relata José
Aguirre Achá, en su libro "De los Andes al Amazonas").
Por su parte Arguedas continúa: ``Conseguido este primordial
objeto, y viendo que por su lejanía y lo dificil de su acceso podría el Acre en
todo tiempo prestarse a movimientos de igual índole, concibió el gobierno la
idea de celebrar un contrato de administración con una sociedad anónima
norteamericana con objeto de que recaudase las rentas fiscales y se entendiese
con todo lo relativo a una perfecta organización administrativa; pero entonces
y cuando ya estaban las principales bases de ese contrato, volvió a estallar la
insurrección el 6 de agosto de 1902, esta vez promovido por el mismo gobierno
de Brasil que desde un comienzo se había manifestado adverso a que el gobierno
de Bolivia entrase en ninguna gestión de la índole, porque, en su concepto,
entrañaba un grave peligro continental.
"Forzoso le fue a Bolivia organizar una segunda
expedición. El mismo Presidente, general Pando, y el ministro de la guerra,
señor Ismael Montes, fueron los encargados de dirigirla. El Brasil se preparó
también a la lucha enviando sus tropas a las regiones litigiadas; mas como era
manifiesta la superioridad de esta nación, Bolivia se vio obligada a firmar el
Tratado de Petrópolis de 17 de noviembre del mismo año y por el que cedía al
Brasil todo el territorio del Acre a cambio de una compensación de dos millones
de libras esterlinas que debían ser empleados, según los términos de ese
convenio, "principalmente a la construcción de caminos de hierro u otras
obras tendientes a mejorar las comunicaciones y desenvolver el comercio entre
los dos países".
LA REVOLUCION FEDERAL
La Ley de Radicatoria del poder Ejecutivo en la capital,
Sucre, que aprobó el Congreso que se reunía en Chuquisaca en 1898, fue la
chispa que encendió la hoguera del enfrentamiento regional.
Así se relata esta parte en la obra de Ramón Salinas
Mariaca, titulada "Vida y muerte de Pando":
"Entre tanto, el Congreso de 1898, sesionaba
normalmente, hasta que en la sesión del 31 de diciembre un grupo de diputados
conservadores, presentó un proyecto de ley, por el cual se obligaba al Poder
Ejecutivo a residir permanentemente en la capital de la República.
"Esta actitud de los diputados conservadores fue
interpretada por los liberales como una hostilidad y se fundaba en lo que había
ocurrido en marzo último, cuando se había planteado en el seno del Concejo Municipal
de La Paz, la cuestión de la visita del Gobierno, y la desgraciada actitud del
pueblo de Sucre que provocó incidentes desagradables para el mismo Gobierno,
ocasionando la renuncia del Ministro don Macario Pinilla y además el
desistimiento del Presidente Alonso de visitar La Paz en su calidad de Capitán
General del Ejército y regresar a Sucre desde Oruro.
"Pero los representantes nacionales temieron que una
vez clausurado el Congreso, el Gobierno de Alonso insistiera en su visita a La
Paz por lo cual resolvieron presentar el proyecto llamado de radicatoria Y ante
la evidente aprobación de este descabellado proyecto que constituía un reto a
La Paz, la representación liberal y el Coronel Pando, con un espíritu
tranquilizador quisieron sustraer a su partido de esa lucha provincialista que
desgraciadamente se había iniciado en el seno del Congreso Nacional y que había
repercutido tan hondamente entre dos pueblos hermanos.
Como emergencia de esa delicada situación, Pando reunió a
los representantes chuquisaqueños y paceños el 4 de noviembre para ver la
manera de atenuar las asperezas que se presentaban.
"Pando había planeado la cosa de tal manera, que se
puso de parte de esa ley de radicatoria, que al final sería la chispa para que
se inicie la rebelión que buscaban los liberales, ya que si no se aprobaba la
citada ley o el gobierno la vetaba, el pueblo de Chuquisaca se alzaba contra el
gobierno y se ponía a las órdenes de su Senador el Coronel Pando, y si se
aprobaba la ley y el Gobierno no la vetaba se alzaba La Paz y ponía sus tropas
a las órdenes del paceño coronel Pando que en esos momentos no se podría negar
a defender su terruño.
"Esto creó una situación azas difícil para el Gobierno
de Alonso puesto que la tal ley de radicatoria constituía un arma de dos filos.
"Ante el fracaso del Gobierno para hacer que fuera
retirado el proyecto de radicatoria, fue aprobado por el Congreso y el
Presidente Alonso no tuvo más remedio que promulgar la Ley, sabiendo que había
caído en una trampa que le traería muchas dificultades. Y así fue, al aprobarse
la ley, la delegación liberal se retiró del Congreso y los paceños que
representaban a otros distritos, como Pando, también fueron abandonando sus
escaños.
"Los ministros paceños renunciaron, así como muchos funcionarios
de la administración pública. La delegación paceña el momento de abandonar el
legislativo, presentó un proyecto de ley que creaba el régimen federal en
Bolivia, siguiendo ya las instructivas del Concejo Municipal de La Paz que en
una Asamblea o Cabildo Abierto lo había proclamado como su bandera política. El
día 13 de noviembre de 1898, se organizó en La Paz el Comité Federal, siendo
designado su presidente el Dr. Fernando E. Guachalla y formado por los
principales y más ilustres personajes no solamente del liberalismo sino también
del partido conservador.
"Este Comité dirigió a los representantes paceños un
telegrama imponiéndoles la presentación al Congreso de un proyecto de Régimen
Federal que como se dijo fue presentado antes de que la delegación liberal se
retire. También se dirigió una comunicación al Presidente de la República
pidiéndole la reunión de un Congreso Extraordinario para tratar de la reforma
federal de la República. El texto de esa petición fue el que sigue: ``El
departamento de La Paz, representado por su Comité Federal, compuesto de los
partidos Constitucional y LIberal, desea el noble propósito de evitar
colisiones entre el pueblo y la autoridad, haciendo uso el derecho de petición,
solicita: la inmediata convocatoria a un Congreso Extraordinario, en la ciudad
de Oruro, en el perentorio plazo de sesenta días para que considere y resuelva
el proyecto de ley sobre reforma del sistema de gobierno, bajo el régimen
federal; y solicita también se suspenda los efectos de la Orden General, que ha
puesto en receso las guardias nacionales. La falta de respuesta a esta
patriótica solicitud, su aplazamiento o cualquier evasiva, importará una
negativa, de cuyas consecuencias no será responsable el pueblo. Esta es, señor
Presidente, la opinión unánime manifestada, de perfecto acuerdo con la
Honorable Representación Departamental, en bien de la República y en resguardo
de los derechos de este pueblo´´.
"Además en 5 de abril, 2004 7 de diciembre de 1898,
corroborando lo anterior, un grupo de Representantes Nacionales encabezados por
don Federico Zuazo, don José Santos Machicado, don Abel Iturralde y otros,
también dirigieron el siguiente oficio al señor Presidente de la República:
``Los suscritos Representantes Nacionales, de acuerdo con el Comité Federal,
han resuelto manifestar a usted que es exigencia de carácter inaplazable la
inmediata convocatoria a un Congreso Extraordinario, para que se ocupe del
proyecto de reforma federal, presentado a la última legislatura. La situación
convulsionada de todo el departamento, podrá modificarse en caso de que el
Poder Ejecutivo reúna dicho Congreso Extraordinario en la ciudad de Cochabamba
u Oruro, en un plazo que no pasaría de los sesenta días.
"Los suscritos creen servir los intereses nacionales,
proponiendo la favorable acogida de esta indicación, que consulta la
tranquilidad y concordia boliviana. Cualquier evasiva o demora en su
aceptación, implicará un rechazo, cuyas funestas consecuencias, en ningún
evento recaerían sobre el pueblo de La Paz. Asimismo, expresan al señor
Presidente de la República, la necesidad de que se derogue la Orden General de
suspensión de Guardias Nacionales del departamento, como único medio de calmar
la indignación pública".
"La respuesta del Gobierno comunicada por medio del
Prefecto de La Paz, señor Serapio Reyes Ortiz, motivó una réplica altanera y
revolucionaria del Comité Federal en sentido de no tomar en cuenta los
telegramas de respuesta del Gobierno; y proclamando la regeneración de Bolivia
bajo el régimen federal. El 12 de diciembre se constituyó una Junta de Gobierno
Federal integrada por el Prefecto Serapio Reyes Ortiz, el Coronel José Manuel
Pando y el Dr. Macario Pinilla y como Secretario General el Dr. Fernando Eloy
Guachalla.
"Esta Junta designó al General Eliodoro Camacho,
General en Jefe del Ejército, al Coronel Fermín Prudencio Jefe de Estado Mayor
General, al Coronel Ismael Montes Sub Jefe y al Sr. Zoilo Flores, Ayudante
General.
"Así, con esos antecedentes nació el movimiento
revolucionario de La Paz, contra el Gobierno del Dr. Severo Fernández Alonso y
el régimen conservador que desde los tiempos del Presidente Pacheco había
constituido una oligarquía gobernante. La revolución Federal ya estaba pues
planteada y comenzó su ejecución y su lucha en busca del poder.
"Con los antecedentes enunciados en el capítulo
anterior y la constitución de la Junta Revolucionaria, el pueblo de La Paz se
preparó febrilmente para la lucha. Mientras tanto Pando había salido de Sucre y
llegado a Oruro para preparar la insurrección en esa ciudad, pero allí los
gubiernistas recibieron órdenes de capturarlo y enviarlo preso a la Capital,
cosa que no pudieron hacer pues el Coronel avisado de que lo buscaban se fue a
Sica Sica, donde recibió un correo de La Paz avisándole haber sido designado
Miembro de la Junta Revolucionaria y dándole cuenta de los sucesos del 12 de
diciembre. Pando estuvo al principio un tanto renuente a aceptar el alzamiento
de La Paz, pero ante los hechos ya consumados aceptó la revolución liberal en
vista de la urgencia que había de defender su ciudad natal, y adquirió pues, el
compromiso de poner toda su energía y capacidad para ello.
"Mientras tanto, el Presidente Alonso el 10 de
diciembre había salido de la Capital de la República, con intenciones de buscar
la conciliación y avenimiento con la Junta Federal, sin tener una exacta
noticia de la verdadera revolución, puesto que las noticias eran confusas en
Sucre, no obstante que las autoridades de varios departamentos habían recibido
órdenes de captura para Pando y otros elementos liberales.
"Esta falta de decisión del Presidente que demoró
demasiado en aproximarse a La Paz con sus fuerzas, al parecer sin darle la
importancia que merecía el levantamiento, más bien tratando de llegar a algún
arreglo con los paceños, salvó a la revolución, puesto que La Paz solamente
contaba con 215 rifles y las barricadas se estaban por comenzar a construir así
como se estaba organizando el ejército y por lo tanto sus posibilidades de
éxito contra el Gobierno eran remotas.
"Y en realidad, el ejército de Alonso en lugar de
dirigirse a El Alto de La Paz, y atacar resueltamente la ciudad cuando sus
avanzadas ya estaban en el alto de Chacaltaya recibieron órdenes de replegarse
hacia Viacha, donde se concentraron todas las tropas esperando la llegada de
refuerzos. Por otra parte también falló a Alonso la logística militar y tuvo
que esperar recursos y otras vituallas que por razones no bien establecidas no
llegaron oportunamente; lo cierto fue que perdió la oportunidad de ocupar La
Paz y reducir a sus defensores. Entre tanto, la Junta Revolucionaria pasaba
momentos de angustia en espera de las armas que se habían comprado al Perú:
1.500 rifles y dos cañones pequeños, pero como las fuerzas contrarias desde
Viacha no podían controlar los caminos del lago Titicaca a La Paz, tampoco
pudieron impedir que las armas llegaran y que los contingentes de voluntarios
que acudían de las provincias se incorporaran al ejército revolucionario,
organizándose la defensa en forma lo más precisa posible.
"Pando salió de la ciudad y se situó en El Alto en
espera de un ataque de Alonso contando ya con un ejército armado y las
montoneras de indios que se plegaron a ellos y que comenzaron a hostilizar al
enemigo. El Coronel Clodomiro Montes con una pequeña fracción del Ejército
revolucionario avanzó hasta Pucarani, atacando sorpresivamente y destrozando un
escuadrón del Regimiento Bolívar el 17 de enero de 1899. Por medio de los
indígenas supo que de Oruro habían salido los refuerzos y vituallas para el
Ejército de Alonso y entonces Pando organizó una brigada de 148 hombres para
interceptarlos y así fue que en el lugar denominado Chacoma, a pocos kilómetros
del campamento de Viacha, atacaron las avanzadas de Alonso, ocasionando el
avance del ejército revolucionario hasta Cosmini en busca del convoy de los
gubiernistas, pero en vista que no llegaban dentro del plazo calculado, Pando
ordenó al ejército seguir por el camino a Ayo Ayo con el objeto de interceptar
el convoy y las fuerzas que lo custodiaban y así fue que en el lugar denominado
"Crucero" el comando de las fuerzas revolucionarias preparó un plan
de combate contra los alonsistas que se sorprendieron de la presencia del
ejército paceño y trataron de volverse, pero en eso se produjo el ataque y los
revolucionarios concentraron sus fuegos sobre las mulas de las carretas,
matando gran parte de ellas, por consiguiente carretas y cargas quedaron
paralizadas y los gubiernistas no tuvieron mas remedio que rendirse.
(José Aguirre Achá, en "De los Andes al Amazonas",
recuerda este acontecimiento armado del 24 de enero de 1899 y relata así el
posterior descenlace: "Derrotado el Escuadrón "Sucre" con parte
del "Monteagudo" y un piquete que conducía elementos bélicos para el
bombardeo de La Paz, quedaron asilados en el templo de Ayoayo más de treinta
soldados, heridos en su mayor parte, a cargo de tres sacerdotes, el de Viacha,
el de Ayoayo y el Capellán del Cuerpo. La ferocidad de los indios, fermentada
hacía largo tiempo con los ultrajes de los que fueron víctimas durante la
guerra civil, encontró cómoda presa en los derrotados, sacrificándolos en los
mismos altares de la Iglesia, como término de la fiesta bacanal que el pueblo
aterrado contemplara durante cuarenta y ocho horas. Yo mantenía vivo aún el
recuerdo de la dolorosa impresión que me causó ese proscenio, cuando pasé por
él a los dos días del suceso, con el ejército revolucionario").
"Después de esa acción -continúa Ramón Salinas-, el
Presidente Alonso que se había trasladado con sus tropas a Oruro, se negó a
todo avenimiento ``y tan sólo accedió a convocar a un Congreso Extraordinario
sin decir dónde ni cuándo. Pando en un telegrama 5 de abril, 2004do en
Caracollo el 6 de marzo de 1899, le hizo ver su error al cerrar las puertas de
una pacificación, pues Alonso se negó a renunciar la Presidencia y no tomó en
cuenta la posibilidad y el peligro qie significaban los indios sublevados. Ante
esta actitud de Alonso y no obstante su buena voluntad de evitar derramamiento
de sangre entre hermanos, Pando tomó el Comando General del Ejército y con su
Jefe de Estado Mayor, el coronel Ismael Montes, dispuso el ataque de las
fuerzas alonsistas de Oruro. Y el día 10 de marzo de 1899 a las siete de la
mañana se puso en marcha el ejército sobre Paria, para luego el día siguiente
atacar a Oruro. Por su parte Alonso avanzó de Oruro el mismo día 10, para
encontrar y destruir en Paria a las fuerzas revolucionarias de Pando. Ambos
ejércitos se encontraron a las tres de la tarde en el campo del Crucero de los
caminos de Paria y Caracollo. El ejército del gobierno contaba con 1.952
hombres y el de Pando con 1.795. La batalla duró una hora y media. Ambos
ejércitos lucharon como leones y al final de la tarde el Coronel Ismael Montes
entró victorioso al pueblo de Paria con el abundante botín tomado al gobierno.
"Ante esta derrota el Presidente Alonso regresó a Oruro
y en la noche tomó el tren con destino a Antofagasta, mientras que Pando al día
siguiente ocupó Oruro".
Con esas acciones se estableció La Paz como sede del poder
Ejecutivo y empezó una nueva etapa en la historia de Bolivia, facilitándose,
además, la ascensión a la Presidencia de la República del Coronel José Manuel
Pando y el predominio liberal en Bolivia hasta la segunda década del nuevo
siglo, aunque el "régimen federal" no prosperó en los hechos.
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