Por: Gonzalo Alcón Aliaga / La Paz 2010 // Fragmento de su Tesis
de grado titulado La participación estratégica de la Armada Boliviana en el
desarrollo integral del país. // UMSA.
ANTECEDENTES
En la época de la conquista española, las primeras noticias
de navegación en alta mar se remontan a principios del siglo XVI (1525) y fue
el navegante español Bartolomé Ruíz, quien mientras navegaba cerca de las
costas del Ecuador, avistó una embarcación que desplazaba unas 30 toneladas y
estaba tripulada por unos 20 marinos indígenas.
El ejemplo más ilustrativo fue el recogido por el cronista
español Sarmiento de Gamboa, al describir la flota del Inca Tupac Yupanqui,
señala que estaba compuesta por cientos de navíos que transportaban a más de
20.000 guerreros, dejando con su relato un testimonio de la fabricación en gran
escala de embarcaciones, cuyos principales constructores fueron los pobladores
de la región circunlacustre del lago Titicaca, en cuyas orillas crece la
materia prima llamada totora, para la construcción de estas embarcaciones o
huampus, como se las denomina en lengua aymara.
Según refiere la historia ―el año 1549, el capitán de
corbeta Juan Ladrillero de origen español, navegó por el lago Titicaca a bordo
de un bergantín‖, visitando los principales puertos que había tanto en el lago
Mayor como en el lago Menor.
Cabe hacer notar que pese a que los españoles introdujeron
avances tecnológicos con la construcción de barcos, también continuó el uso de
las embarcaciones de totora, cuyas balsas provistas de una vela como medio de propulsión
tenían una capacidad de transporte de más o menos cuatro toneladas.
MARINOS CHARQUINOS O ALTOPERUANOS
Durante la época de la colonia, muchos altoperuanos oriundos
de Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Potosí y Santa Cruz, asistieron a la Escuela
Naval de la Real Armada Española, como es el caso del Capitán de Fragata
Francisco Lafita y Díaz del Castillo, nacido en la ciudad de La Paz, quien
ingresando a la Compañía de Caballeros Guardia Marina de CádizEspaña el 8 de
mayo de 1772, egresó como Alférez de Fragata el 7 de mayo de 1777. Pueden
mencionarse también, a su hermano el Teniente de Fragata Vicente Lafita y Díaz
del Castillo, al Teniente Mariano de Campo Rojas, al Alférez José Vial y Cardizondi,
a Mariano de Pino Zeballos y Tresomil y Mariano de Pino y Vera, que pueden
considerarse con justicia como los primeros oficiales navales.
Durante el periodo de la colonia, la explotación de los
yacimientos de Plata del Cerro Rico de Potosí, originó el consumo de grandes
cantidades de suministros y también generó volúmenes de plata no cuantificados,
que luego eran enviados a España por vía marítima a través del puerto de Arica,
donde atracaban los buques que llegaban de España generándose una nutrida
actividad naviero mercante regulada por las autoridades españolas.
LA NAVEGACIÓN DURANTE LA INDEPENDENCIA
Luego de la Independencia, ante la necesidad tangible de una
identidad Naval, surge la idea estratégica de establecer un poder marítimo, que
los gobernantes intentaron fortalecer con la creación de varios puertos,
empezando con el Mariscal Antonio José de Sucre, quien creó en Cobija el
―Puerto La Mar‖ mediante Decreto No. 18251228D1 de 28 de diciembre de 1825 en
honor al Mariscal de Ayacucho Don José de La Mar.
No se puede dejar de mencionar la emisión de la Circular No.
18261106C1 del 6 de noviembre de 1826, que sancionó la Primera Constitución
Política del Estado, cuyo artículo 142º. textualmente dice: ―La Fuerza Armada
se compondrá del Ejército en Línea y de una Escuadra (la palabra escuadra naval
está referida a la Flota de Mar de una Nación o Potencia)‖. Más adelante el
mariscal Andrés de Santa Cruz nombró al Litoral Marítimo como ―Departamento del
Litoral‖ conocido así hasta estos días.
El mariscal Antonio José de Sucre y Alcalá, presentó a
consideración del Congreso la primera Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas de la
Nación en la cual quedaba reconocida una Escuadra dependiente del Ministerio de
Guerra y Marina, dicha Ley fue sancionada el 1° de enero de 1827.
A mediados de agosto de 1831, durante el gobierno del
mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, se conformó una Escuadra de Guerra
Naval en base a dos unidades peruanas: La corbeta ―Libertad‖ y el bergantín
―Congreso.
Durante este mismo gobierno, el 28 de octubre de 1836, se
autorizó la unificación de la Confederación con la República del Perú, proyecto
que el Congreso de Bolivia, en reunión extraordinaria había aprobado ya el 20
de junio de 1836, quedando así establecida, la Confederación Perú-Boliviana,
integrada por tres Estados: Nor Peruano, Sur Peruano y Bolivia. Durante este
período se realizó la compra de buques como es el caso de la ―corbeta de guerra
‗Confederación‘ al mando del Cap. Frag. Jorge French‖, adquirida con fondos
provenientes del tesoro de la ciudad de La Paz. entre los buques principales,
pueden citarse: las corbetas ―Libertad‖ Al mando del Alf. Frag. Diego Povil y
―Socabaya‖, comandada por el Cap. Frag. Juan José Panizo; los bergantines
―Fundador‖, su comandante era el Cap. Corb. Domingo Valle Riestra. Los navíos
―Arequipeño‖, ―Junín‖, cuyo comandante era el Tte. Nav. Miguel Saldívar, ―Flor
del Mar‖, ―Santa Cruz‖; las goletas ―Limeña‖, ―Perubiana‖, ―Yanacocha‖ ésta
última comandada por el Alf. Frag. Miguel Balarezo y la fragata ―Monteagudo‖.
Buques que el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana tenía bajo su mando
después de la batalla de Socabaya, llevada a cabo, como se sabe, el ―7 de
febrero de 1836.
Formada la Marina, en diciembre de 1837, el periódico ―El
Boliviano‖ en su texto original invitaba a los jóvenes bolivianos a enrolarse
en la marina de la Confederación, debiendo para el efecto presentarse los
interesados en la Comandancia General de cada Departamento, para lo cual se
ordenó a los Prefectos correr con los gastos de alimentación y transporte hasta
que los postulantes llegasen a la ciudad de Tacna. Siguió inmediatamente la
selección de aquellos que cumplían con el reglamento oficial para cadetes.
En ese tiempo, Bolivia contaba con un importante número de
buques de guerra y mercantes en sus cuatro puertos y caletas a lo largo y ancho
de su rico e inmenso Departamento del Litoral. Su Marina de Guerra estaba, a la
sazón, conformada por el ―guarda-costas ‘General Sucre‘, que desde el año 1844
hacía respetar íntegra la costa boliviana desde el Paposo hasta el Loa‖; el
bergantín ―María Luisa‖, el cañonero ―El Morro‖ y otros buques de guerra
menores.
MARINA MERCANTE
Por otra parte, su Marina Mercante estaba constituida por
los transportes de carga y pasajeros ―Potosí‖, ―Bolívar‖, ―Chachamocha‖, ―López
Gama‖, ―Bolívar‖ del mismo nombre y casi gemelo del anteriormente mencionado,
―Elisa‖, ―Elvira‖, ―Llama‖, ―Lastenia‖, ―Juana‖ y dos buques registrados en el
Departamento del Litoral con los nombres de ―Bolívar‖ y ―4 de Julio.
Posteriormente, el comercio marítimo empezó a tomar gran
impulso, por la explotación del guano y el salitre en el departamento del
Litoral, haciendo que buques de ultramar recalen en puertos bolivianos, para
embarcar las mencionadas mercancías. Paralelamente también empiezan a surgir
embarcaciones mercantes bolivianas de pequeño porte para el cabotaje entre sus
puertos a los puertos de los países adyacentes, y para la navegación de
ultramar: el "Chachamocha, el "Potosí y el "Bolívar‖.
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